(m N.s8. Pag. I COMEDIA FAMOSA. LA BATALLA D E P AVI A, Y PRISION DEL REY FRANCISCO. D E D. CHRISTOBAL D E MONROT T SILVA. H A B LA N E N E L L A LAS P E R S O N A S S IG U IE N T E S . E ¡ Em perador Cdrlos Quinto. ^ E l Rey de Francia. 4 l^isa rd a ^D a m s. Carlos de LA noyyirey de tidpoles, ^ E l Duque de Borbon. ^ Lobon ^G radost* £ l M trques de Pescara. h E l A lm irante de Fancia. ^ U n Secretario. E l M arques d e l Basto. ■!> Monsieur de la P a liza . ^ Soldados. E l Duque d el Infantado. ^ L a ln fa n ta D oña L eonor.^ D a m is . Música, E lC a p ita n D ie ^ o d e A v ila fB a r b a .f L a In fa n ta M argarita. 4* Acompañamiento. J O R N A D A Tocan castas y clarines , y de si ábrese en una Tienda de cam paña el Rey Francisco escribiendo en un bufete yy el Secreta­ rio d u n lado de rodillas^ y d los lados en p ie el A lm irante Bonibeto y Mon~ sieur de la P dliea. está resuelto el Marques en dar U batalla. £ 5 hombre^ que no hay valor que !e asombre ni atemorice. P a liza . Despues» s e ñ o r » que tu Magestad tien e cercada á Pavía, tu denuedo y osadía se pasa á temeridad; p u e s sieado tao desigaales \ 3 A lm ir. PRIMERA. en número y eo valor, depuesto todo el tem or, ' pretenden los Imperiales, y a , no solo defender la Ciudad , pero rendir tu Exército. Secret. H e de escribir á Trem ulla? Rey Y ha de ser con orden , que parta a! punto levantando de Miian el cerco. A lm ir. vano podrán ■ resisf'f tu poder junto. Rey. Quíéi) está dentro en Pavía d e guarnición? P a liz a .S o\q está A ntonio de L e y va. R ey .Y x tengo de su valentía ooiicia : y quiéa acompaña A al 2 L a Batalla de al M arqaes ? P a liza.O kxloi hAtioy. A lm ir .Y su General es h o y Borbon. R ey. L-i lealtad de £ s p a ñ a perm ite en esta ocasioa tener eo su cornp;ñía p o r G eneral en P jv ía á ese traidor de Bx^tbon ? Q u ie n fué t n a v t z desleal, p o d r á , cnmendundo su daño, ser lejl al R e y extraño, no $ié')vlolo al natural ? A lm ir S i pasión ha deeiarado, siivicMido al E m perador. R e y N o quiero premio m ayor que prenderle. A im . E sg rao Soldado. N u nca e l t r a i d o r e s T a l i e a t e , A lm ira n te , no l e alabes. P a liz a . Pues y a los designios sabes, . y el número de la gente del enemigo , señor, qué determinas hacer? J í í y . Q u e de p od er á poder se pelée. A lm ir. G r a n v a lo r ! Secret.Y'itmQ vuestra Aíagestad. R ey. P o r mí opinion no ío excnso. V a el Rey firm ando los pliegos , y el Se­ cretario ¡os cierra. Secret. es para el de Saltizo, y para so Santidad esta. Rey. Mí valor desprecia quien me hablare en lo contrario: id cerrando , Secretario. Secret. Aquesta es para V e n e c ia . R ey. Y a está ñrmada : el Senado me está m u y agradecido. J ) i ‘fa r a n dentro un tir o , cae e l bufete^ y lUganse todos alborotados a l Rey. A lm ir. Grandesdicha! iVc.Te ha herido? P aliza» T e ofendió? R e y .^ o os dé cuidado, lio es nada. P a liza .ÍA ^ tte no igoala to valor. A lm ir. K \ m u ndo das admiración. Pues es mas d e haber tirado una bala? i4/w /r. V a m o s de aquí. lí^y.B onibeto, vivid con mas confianza, que á Francisco R e y de Francia le tiene el plomo respeto: estas cartas despachad, d isp a ra n . P a v iu y Secret. Los cercados d e Pavía tiran piezas á porfía. P a liza .ÍJi\te vuestra M^gestad, que este sitio es peligroso. R e y .Y z , P a l i z a , he respondido;, que me ojgtils ahora os pido. L evá n ta se el R e y , recoge las cartas e l Secretario , y córrese la cortina. A lm ir. Q u é sufrido ! P ^ / . Q u é animoso I Ilustres vasallos míos, d e c a y o p o d e r , de c u y o esfuerzo tiembla la E u ropa y se atemoriza el mundo. V alerosos Capitanes, atrevidos y robustos, que de los Pares antígoos h o y resucitáis los trianfos. Bien sabéis quántas ofensas incitan mi pecho Augusto contra España , y que el L e o a E s p a ñ o l, siempre sañudo y a r ro g a n te , siempre intenta^ con desvelo y con estudio, ajar las Francesas Lises, y malograrlas sus frutos. N o es n uevo el odio que España no s tiene , pues si discurro, naciéron sus competencias d e los F u n d a d o r ts suy os. F r a n c o , hijo m a y o r de Héctor^ d e M arte h e ro y c o trasunto, fué su F u n da d or ; d e F ranco se llamó Francia : y no d ud o que habiendo los Españoles, que en el cerco Aquiles tuvo, peleando con íos T royano s, en quien nuestro origen fundo, naturalizado el odio viva desde aquellos lustros. D e x o antiguas ocasiones, nuevos encuentros excuso; pues de aquellas las historias, y de aquestos los discursos d e las guerras nos informan. Y o , como es notorio al mundo, despues que el R e y n o heredé, p o r muerte del siempre Augusto Luis D u o d é c im o , mi tío y señor , siempre procuro re - y prisión del revalidar las hazañas de tantos héroes difuntos. C erqué á Milán J gandía: d ando el asalto á sus muros prend í á Próspero Colona: en Milán por V ir e jr soy o dexé á M onsiear d e Locrecli. V o lv í á F<iris} que con triunfo m e agaardaba y con aplausos d e la N obleza y el vulgo; mas despues Francisco £sforcU| esforzado con el sumo favor del Em perador Carlos Q u i n t o , vino janto c o a el M arques de Pescara y lo restauró : qué mucho, faltando y o á la defensa, cogiendo á L o tre ch seguro? D esvanecido el Marques» eoo les Capitanes suyos T con A ntonio d e Leyva» M o n e a d a , B o rb o a y muchos, e n tró por Francia atrevido: pasó el D a rro , ese tum ulto d e c rista l, que á Italia y Francia p arte término profondo. Fosieron cerco á Marsella, despees de ganar algunos Lugares , T o lo o y Asáis; m as y o , sabiendo el insulto, el Exército prevengo, el R ea l estoque desnudo, salgo á la c a m p a ñ a , y to do el R e y o o airado y confuso m e sig oió, mas llegué á tiempo á M a rs e lla , que y a junto el Exército contrario se había vuelco i Itah’a , jozgo que temiendo mi venida; pues quand« el Marques la sopo, 2 esperar no se atrevió, aunque su valor es macho. In dignado y ofendido de un agravio tan injasto, e ntré en I ta l i a , y d e nuevo cerqué d e Milán los muros. £ I Exército Imperial i mis intentos se opose e a defessa de Milán« y despues d e eocoentros machos, vencido se retiró á P a v í a , y luego al punto se le entregó la Ciudad al gran M arques de Saiuzo. L u e g o en Pavía y en Lodi se repartiéroQ astutos los Imperiales : Pavía defienden L e y v a y los suyos: á L od i e¡ M a r q u e s , Borbon y los d e m a s : y o consulto á qual de las dos Ciudades le pondrémos c e r c o , y jozg« que es mas acierto á Pavía. Cerco á Pavía , y el doro trance d d cerco temiendo, p o r sacudirse del yo go , pidió socorro al Marques, como si bastara el m undo á resistir de mi enojo lo furioso y lo sañudo. V i n o el Marques de Pavía, y sobre aquel m onte inculto, q u e antes d e salir a n hora registra ai Planeta rubio, puso su C a m p o : he sabido que intenta ( segua algunos Soldados me han inform ad o) cogernos sobre seguro, y acometernos de noche, hallando tiempo oportuno: y así me he determinado, ántes que el intento suyo logre atrevido , á embestirle; po rque e s , á lo q ae presumo, ventaja el anticipar la osadía , y así excuso a n a vanidad á E sp ^ ñ i, d e ver q a e osados y astutos SQ valor adelantaran quatro Soldados desnudos. E a , Capitanes mios, para esta facción os busco, para ahora es el valor, que hallar en vosotros juzgo. A dvierta C a r lo s , que no porque goza on N u e v o M undo, que en p l a t a , en oro y en perlas le rinde ricos tributos, A l ha 4 L a Batalla de Pavía, ha de contrastar e l siempre qué importará qoe los moros invencible , el siempre augosto d e Milán h a y a rendido, p o d e r de vuestro R e y : tiemblen si el castigo no executo los Españoles ; sus muros en quien á despecho mío soberbios mire Pavía se entró por mí R e y n o ? Al pnn to desvanecidos en humo: nji E xército se prevenga, taladre el plomo las nubes, que no ha de decir el m undo, hiera el hierro el a y re puro, que Francisco R e y de Francia alterne el metal acentos, temió el Español orgullo. que repita el parche mudo. Tocan caxas y clarines y v a n se , y m Francia consiga victorias, len L isa rd a \ D a m a , de Soldado , y Espuña envidie sus triunfos, boHy Gracioso y de Soldado ridículo. rinda la cerviz Italia, L is. Y vive C h r i s t o , que sí y Europa acorte el orgullo. me replica::- Lobon. H a y tal qüestion! A lm ir. T o dos , señor , obedientes tú conoces á Lobon ? te síguirémos. R ty. Sdluzo L is. Y tú conócesme á mí? enviará quatro mil hombres» Lobon. Sé que eres un ahembrado, y en llegando , ántes que el ham o que te tratan como á niñ», de las sombras de la noche que eres ménos que lampino, dexen el ocaso obscuro, que vives desesperado siendo de la luz del dia de b a r b a s ; que tus mexillas tornasolado sepulcro, lo pueden ser de una Dama, tengo de dar la batalla. que ta valor y tu fama P a liza . Q u e no lo aciertas presnmo, todavía anda eo mantillas: s e ñ o r , con la dilación que no alcanzarás favor, es el vencer mas seguro que hablas sin poder hacer; y méoos costoso ; porque que no puedes pretender y o del enemigo juzgo, p o r L etrado ni. D o c to r; que no podrá sustentar pues tan calvo te imagino su gente en campaña mocho, de barbas y de vigotes, por estar falto de todo. que tienes ( no te alborotes ) A lm ir. Q ué dirá del R e y el m undo, la cara de perro chino: si rehúsa pelear que eres capón , aunque osado, con los que venció Saluzo? arrojado y atrevido; P a liza . Y quando los venza el R e y , y al ün e r e s , por raído que y o , Monsieur , no lo dudo, de barbas , desvergonzado. rendir qoatro Capitanes, L is. L obo , Lobato , Lobon qoé fa m a , qué gloria 6 triunfo ó Lobillo , en qué te fundas se ha de adquirir ? quando Cárlos para intentar::- L o b o n .^ o me hunda*: peleara , fuera mucho tanto brio en on capón? el blasón de la victoria. L is. Malograrme aquesta hazaña? A lm ir. Pelear es lo seguro. Lobon. Luego díceslo de veras? p a liz a . Mas no lo mas acertado. pues dime , no consideras, AUnir. La opinion de mi R e y busco. que estriba el honor de España R ey. Q ué es esto i basta , Paliza: en alcanzar la victoria, ' Almirante , basta : algunos y la victoria en mi brio, inconvenientes advierto, que tu General y mió mas me resuelvo y reduzco el Marques ,, c u y a memoria á d¿r ia batalla , porque será en Italia inmortal, ▼ien- y prisión del Rey Francisco, Tiendo m! esfuerzo , me envia á que le prenda una espía; y tú buscando tu mal, dices que me he de volver, que la espía llevarás? ZfV. V e t e y déxame , y verás si sé y o decir y hacer. Lobon. Quaiquiera Francés Soldado, aunque sea Soldado nuevo, te ha de sorber com o uo huevo m irándote tan pelado. L is. Yo tengo barbas , L obon, . mejores y mas honradas. Lobon. Si te las pones prestadas: y dónde ? L is. E n el corazon: y he de hacer un disparate, sino te vuelves de aquí; déxame esta h jz a á a á mí, ó vive D i o s , que te mate. Lobon. Qüé he de decir al Marques? con q u é me hé de disculpar? L is . Pues déxame á mi llegar, que y o te daré despues la espía , y podrás Ikvalla ( y decir que la prendiste ) al de Pescara. Lobon Consiste mi honor en esta batalla, y lograrla determ ina mi corazon valeroso, que no porque sea el Gracioso^ es fuerza que sea galíina. L is. Pues matémonos los dos, y el que quedare podrá Entfuña* llevarla. Lobon. Resuelto está. L is. £ a , pelea , ó vive Dios::* Lobon. Aguarda , que y a que has dado en eso , demos un medio. L is. E sto ha de &er sin remedio. L o b o n .'YÒ. en--ese monte emboscado estarás , y o lleguré, y si padeciere ofensa, saldrás luego á la defensa: con esto aseguraré aff. la facción. L is. V a y a con Dios. Lobon. Y si alcanzamos victoria^ la reputación y gloria se partirá entre los dos. L is . Bien está ^ pero detente, 5 que allí d e p«sta nn Frances está. Lobon. Y abaxo otros tres. Sale un Soldado Frances con arcabuz. Sold. Parece que suena gente, quiero velar con cuidado. Lobon. Escóndete , que y o llego. Retirase L is arda. Sold Q uién va? Lobon. Un Áletnan Gallego, que aunque Gallego , es honrado* Sold. Retírese. Lobon. N o podré, que so y Tudesco. Sold. Será blanco á mi tiro. Lobon. Errará, si me tira. Sold. Pues por qué? Z o¿.P o rqu e soy negro. Sold. A mi espada rendirá el cuello. Lobon. Eso no, que aunque soy Portugués y o , naon so y Fidalgo. Sold. Pesada burla. L is, Q uiero ver si importes hum or gasta peregrino. Sold. Alárguese. Lobon. V izcaíno so y , y es fuerza que sea corto. Sold A balazos le haré huir. Lobon. Será el matarme a^í en vaco^ porque y o soy Italiano, y quemado he de morir. Q u é Tercio es este en que asisto? L is . Por D i o s , que rae causa risa. Sold. De Monsieur de la Paliza. Lobon. Esa te den, plegue á Christo, aj^. Sold. N o se quiere retirar? Lobon. Aguardé : qué necio e s l Sold.Qüé procura?Z,c^o«.Un m alFran ceí para tener que curar. Dófide estáel R ey? Sold. N o procare al R e y en tales acciones. Lobon. Es que tengo lamparones, y quiero que me los cure. A quí , Lisardo. Arrójasele d los pies y le derriba y y sa» le L isarda y le maniatan. Sold. Aquí , amigos, que me llevan. L is. N o te pares, porque saldrán á millares del quartel los enemigos. Dent.caxas% D ent. uno. Al arma. D en t. otro. Qiié atrevimiento! á la posta se han llevado del enemigo u a Soldado; se - 6 L a Batalla seguidlo. T.h. Ks eosa d e cuento. SolH. Q 'ie á tanto un hom bre se atreva? Lobon. Vam os. L is. D e tal ocasion lobo se ha v ueho L obon, pues tal borrego se lleva. 'Tómale á cuestas Lobon y vanse. Tocan ca xa s y clarines , y salen el M arques de P esc a ra , Carlos de Lanoy , Virey de Ñ á ­ peles t t i M arques del B a sto , Borbon^ el Cíipitan D ie^o de Avila^ B a rb a , y Soldados. Pese. Capitanes , ilustres Caballeros, en quien consiste la opiníon de E^paíla^ d e cuyos siempre bélicos aceros se vé poblado el m onte y la campaña; aquesta es la ocasion de resolveros, aspiremos osados i una hazaña, que vinculando su inmortal memoria, será de España vanidad y gloria. Si a y e r valientes« fuertes y animosos entramos por la Francia sin temella, de stru ye n do los cóncavos y fosos d e la Ciudad soberbia de Marsella; p o r q u é á nuestraN acioa h o y ambiciosos no hemos de procurar engrandecella, quando aspirando á pundonores vanos los Franceses se vienen á las manos? Y a Cárlos de L a n o y , á quien aclama N ápo les su V i r e y , traxo so gente: y a Borbon tra x o , dando á so honorfama, d e Alemania el socorro diligente: y o con ios E sp a ñ o les, á quien llama Italia Tigres ; y el Marques valiente del Basto cou Tudescos nos hallamos: i qué con tal Exércico agaardamos? Bien sé qoe el R e y en nám ero no solo compite nuestro C a m p o , mas le excede; pero en el valor , de qoien Apolo, ascua de las E sfe ra s, temblar puede: esta v ic to ria , de uno al otro Polo nos ha de e n g ra n d ec er, eterna quede en toda Italia , con hazañas tales, la faina de los héroes Imperiales. Lanoy. Invicto N u m a Español, noble Marqués de Pescara, d e Francia pasmo valiente, freno invencible de Italia: 00 niego el poder qoe dices, conñeso el valor qae ensalzas áe P a v td , d e los E s p a ñ o le s, siempre ilustre por sus haz<iñ)s; pero en aquesta ocasioa será facción temeraria^ será atrevido despeño, probar con el R e y las armas. E l R e y está poderoso» tiene e n Pavía cercada la ñor de la Infantería E spañola : la venganza d e haber llegado á Aíarsella, mas le alienta que de sm a y a . N uestros T udescos , quejosos viven d e la mala paga, y también los E piñoles, porque ha mucho que Íes falta socorro : Milán rendida, desalienta la esperanza, que Mousieur d e la T rem olla la sujeta y avasalla. M i parecer e s » que laeg« el Exército se p arts, y en N ápo les y Milaa restauren todas las Plazas, que ha rendido el R e y Fraaciico; que Pavía es cosa llana, qoe D o n A nton io de L e y r a para defenderla basta* B asto, Diferente parecer s ig o ; en dar la batalla consiste nuestra opinion, la reputación de E ^ a ñ a , y la destruicion del R e y . Borbon. Señores , h o y está falta nuestra g en te d e dineros, que son de la guerra el alma. Si nos vence el R e y , perdemos n o solo el honor y fama, mas quanto el E m p erado r posee dentro de Italia, porque tod o ha d e rendirse si nuestro Exército falta; y no obstante eitos reparos, me parece se acertara en dar la batalla. L s n o y .t o sigo lo contrario. Pese. Basta: P o r vida de Cárlos Q uinto, E m p erado r d e Alemania, s i R e y y s e ñ o r , ^u e t€ 0g* y prisión del Rey Francisco, d e dar al R e y la batalla, si viniera eo su defensa, no solo el po der d e Francia, mas del m o n d o , vive Dios. Si juntos h o y nos contrasta, qué hará estando divididos i no es cosa evidente y clara, q o e con mas facilidad ha d e vencer ? Os eogaña el tem o r de los Todescos, q u e mal pagados se hallan, q u e aunque el socorro ha tardado (claro está siendo d e E sp aña) la esperanza los alienta. N o es v ile z a , no es iafkmia d e tan grandes Capitanes volverle al R e y las espaldas ? L os que a y e r en Francia entramos, incitándole á las armas, hemos d e huirle , quando á buscarnos viene á Italia ? Si está quejosa la gente, mas lo estará sí se tarda la p a g a , y así no es bien dilatarles la batalla. L e y v a oprimido del cerco, porqu e el sustento le fa/ta, no ha de poder defenderse; y o le avisaré que salga, dándole por seña un tiro luego que toquen al arma, y todos j u n t o s , no dudo qne hemos de postrar la vaaa osadía d«l Francés. Borbon. Hágase como lo mandas. Lis<.irda y Lobon con el Soldado Francés á cuestas , y arrójale. Lobon. V á lg a n te diez mil demonios, como pesas. B a sto.Sa palabra cumplió Lo bo n. Lobon. Esa posta ofrecemos á tus plantas Lisardo y y o , que á los dos d e b e s , señor , CNta hazaña. Pese Quién es? Algún m?j4dero, scgiin pesa. Sold. Q ué cont.aria fb rtu in ! P m . L'sardo , admito tu vjlor. Basto» L o que le falta d e e d a d , le sobra de brio. Ca^it. Q u é 'a s í 5e atreva Lisurda ap. 7 contra su naturaleza, atrevida y temeraria, á semejantes em peños! Pese. D i , Soldado , lo q u e pasa, ó en un p otro lo dirás. Lobon. N o respondes ? á qué aguardas ? Sold. S e ñ o r , el R e y determina darte luego la batalla^ aunque algunos Capitanes d e aquese intento se apartan, d ic ie n d o , que á ménos costa veocerá con dilatarla, pues no puede V uecelencia sustentar en la campaña su Exército machos dias. H o y ha tenido una mala nueva , sin otra d e ayer» vencido á Pirro Gonzaga, y e s , que el Marques de Salozo« que de Milán enviaba quatro mil hombres al R e y , se perdió en ana batalla co n tra M am o Milanes: esto es tod o lo que pasa. Lobon. Y eso ahorrarse de unas vueltas do cordel. Sold- Buen humor gasta« Pese. V e is , se ñ o r e s , que conviene executar sin tardanza lo q a e o s he prep uesto ? Borb. V arao s, se dará la órden , y al arma to q u e el Exército. Pese. Amigos, tened en Dios confianza, que ha de a yudar nuestro zelo, dándole victoria á España. Vanse , y quedan L isarda y el Capitan Dieg» de A vila y Lobon escondido. Lisarda , no. me respondes? h ija , Lisarda , muchacha: h a y libertad semejante! L is . C o m o y o no so y Lisarda, sino L isa rd o , entendí, que á alguna D am a llamabas. Capit. Bien está j pues has mudado el ser de moger ? L is. Ea , basta, nn me trates de muger, que le p e rd e i! á esas canas el re sp e to , vive Dios, si otra vez m oger m e llamas. Lobon. Q a é es esto? Lisardo es hembra? qu ie- 8 L a Baiaìia de Pavta^ quiero saber lo que hablan. Capii. T il l o c u r a ! L is . Sì c o n m i g o la n a tu r a lc Z J av ara an d u v o , q u é c u lp i tiene el v a lo r q u e me a c o m p a ñ a ? £1 aiina y el corazon tengo de varón. Capii. Acabif repórtate , y considera que quanto mas temeraria procedes , mas me di<;gust3s. XiV. T e n g o de hilar en campaña? y o me he criado en la guerra, no me traxeras á Icalia. C apii.T á al campo del enemigo por una espía ? L is. Y por quaotas se quedan he de volver, si mi General lo manda. C s fit.Q ü é G eneral? c a l i a , hiji. L is .O pese á m í! que esta infimia he de sufrir ! que me traten d e muger ! Capii. Mira que andát poniéndote en mii peligros, J.ÍS. D e todos sale mi espada. Capii. H ija , no me des disgusto, poes perdí á tu madre Laura, no se pierda en ti su imagen para atormentarme el alma, que me costará la vida si repites su desgracia. Vase» Lobon. £ s ro estaba oculto, Cielos ? servidor , seora Lisarda; Sah, á fe , que no en vano y o echaba ménos las barbas. Z w . V i v e D i o s , si me descubres;:Callaré como una urracaj mas en premio del silencio que te prom eto , la causa me has de decir del disfraz. L is. R e n o v a r, Lobon , me mandas un disgusto que me al^ige, y una pasión que me acaba; pero quiero darte gusto, o y e y sabrás lo que pasa. E s M adrid mi patria ilustre, que por letras y por armas, T ro n o de Marte Apolo con justa razón la llaman. D e mas nobleza que hacieoda» fué hercdeio de »u casa mi p a d r e : nataraíeza y furtuna son contrarías. Crióse en Madrid , y un dÍ 2» que la juvt;ntud lozana procuraba lucimientos del ingenio y de la gala, en el P r a d o , que frondoso con el cristal y las plantas, es un depósito ameno d e las lÍ!>onjas del Alba, al Prado salió , vió en él una Dama tan gaiiarda, que girasol de sus luces Je tuvo suspensa el alma. LísonjcóU amoroso, respondióle cortesana, siguió la empresa , y despues de tormentas , que contrastan en el mar de A m or , deseos que dulcemente nduf agan, mereció favores s u y >s: pidió á sus padres á Laura ( q u e este era su n om bre) y ellof pagaron con amenazas sus corteses rendimientos: ( ó vil codicia , que ultrajas lo precioso del honor, llegando á baxeza tanta, que obligas á que se compre con la riqueza la infamia I j Ncgáronsela sus padres por ser pobre , y como Laura íe habia enriquecido y a de fa v o re s, empeñada en ser su esposa , pna n sc h e le permitió , que en so casa» con felices posesiones, lograra sus esperanzas. F ru to de este amor fui y o , sin que descubriera Laura los accidentes forzosos, y cuerda y disimulada, teniendo de to d o aviso, me dio á mi p a d r e , y on ama me crió por orden suya, para alivio de sus canas. Un lustro dichoso en dulce posesion se halló el alma d e Laura favoiecidaj y prisión del Rey Francisco. y üna noche entre las pardas sombras y mudo silencio, ó por estar y a cansada la fortuna , 6 por vivir D o n Ju a n , hermano de Laura, con mas cuidado en su quarto escondido ( 6 vil h azañ a! ) le aguardó ; llegó , y apénas con amorosas palabras del malogrado himeneo con su esposa se quejaba, quando su hermano se arroja lleno d e cólera y rabia á matarle : defendióse; fué mas dichosa su espada: hirióle en el rostro , y ét cruel , viendo su venganza imposible y a en mi padre, llegó (q ué r i g o r ! ) á Laura mí m a d r e , y la pasó el pecho sin poder él remediarla; pero quándo una desdicha remedio q u e busca alcanza ? A quel pecho de marñl ( a y de mí i ) teñido en grani» puso entredicho á la nieve, mas no le paso á las ansias. Mnríó mi m a d r e , y mi p t d r e iacitado á la venganza, se arrojó á darle la muerte; mas discurrió por la sala h u y e n d o . Acudió Justicia, y temiendo su desgracia, viendo sin vida á so esposa, dexó á Madrid t dexó á España, y vino á Italia á seguir las a r m a s , por ver si hallaban sus peligros en la muerte alivio de penas tantas. T ráxd m e á Italia consigo adonde dÍMoiulada en el trage de varón, ninguno el secreto alcanza. P e ro qué es esto ? D entro caxas» léobon. Q u e y a toca el e n e m i g o a l a r m a , y » el R e y ^ e x a las tr in c h e r a S | y a preseataa en cam paña la g batalla los dos Campos. Unos. Santiago , cierra España. 0 / r o í. Cierra F r a n c i a , San Dionis. L is . Brava confusion ! Lobon. Q ué bica pelean ! qué bien se cascan ! am párate de ese monte, que y o me e n tro en la batalla. L is . Eso no , L obon. Lobon, A dv ierte tu peligro. D e n t. Al a r m a , al arma. Tocan c a x a s , y suena ruido de b a ta lla . Lobon. Santiago , y o so y Gallego* donde teneis vuestra casa, a yu dadm e , porque corte q aa tro docenas de caras. Vase, L is . £ l corazon en el peclio me eslá sirviendo de caxa. Q u é valiente , qué brioso el gran Marques de Pescara anima sus Españoles! Su primo el del B jsto anda a le n ta d o , eternizando los blasones d e su casa. Bien pelean los Tudescos, el V i r e y los acompaña, d ando á los Italianos aliento con sus palabras. D isim ulando Borbon rige el T ercio de Alemania. Y a D o n A n to sio de L e y v a, noble asunto de la fama, de los muros de Pavía sale , y por la retaguardia acomete al enemigo. D en t. Santiago , cierra España. C axas y ruido de batalla. X fj. Q a é gr^n Soldado es el R e y ! ó Marte invicto de Francia 1 no te juzgues vencedor, tus presunciones te engañ.in, mira que son Españotcs con los que mides las armas. E l D uque de Memoransi acomete en la vanguardia, á quien sigue Bonibeto el Almirante : y a saca el Monsieur de la Paliza d e Arcabuceros las mangas. C ^da Soldado es un rayO| B OH 10 L a Batalla de Pavia* un vesubi cada espada, un bolean es cada tiro, y nna ruina cada bala. Andaluces cab illo s, y los brid on es d e F rancia, en vez de cándida espuma, tascando coral y grana, fuego vierten por los ojos, ra y o s pisan con las plantas; pero á Cárlos de L a n o y le han m uerto el c a b a llo , saíga ú defenderle mi hrio.Saca l:z espada, Unos.'V'wA Francia. 0 / r w . V i v a España. Sale Cárlos de Lanoy retirándose de una tropa de Fr.inceses , y pénese d su lado L isa rd .i^y métenlos d cuchilladas. Lanoy. M uerto estaré y no rendido. L is. N o te m a s , que te acompaña esta espada y este br;izo. Lanoy. Mi vida pondré á tus plantas. M ntranse ^y a l son de cascas y clarines dase muy de espacio una batalla ^ y sa ­ liendo siempre los Españoles retirando d los Franceses , y sale despues el Rey Francisco solo , turbado y herido en el rostro y en la m x n o , y cae á la entrada d el tablado. V á lg a m e D io s ! ah fo r to n a ! tan atrevida me ultrajas ? no te admira mi grandeza ? mi valor no te desm aya? Mi gente rendida y a (q u é deshonra ! ) la campaña desocupan , y y o herido en el rostro ( q u é d e s g ra c ia !) N o sé qué hacer: «I caballo, sin bastar á heridas tantas su aliento , me despeñó de ese cerro por la falda* Salen el Capitan , L is a rd i y Lohon ^ y se hincan de rodillas. Capit. Este es el R e y : gran señor, vuestra Magestad las armas me dé en nombre de mi R e y . Rey. Q u é esto escucho ! qué esto pasa ! no huyáis , viles , afrenta de los blasones de Frauciat p o r qué , c o b a r d e s , por q aé perdeis el honor y fama ? Capit. Preso el R e y . A voces. R ey.V esG á mi brio! D e n t. Preso el R e y , victoria España. Sale Borbon cubierto con una banda. Borbon. D a d m e las armas. i í í ’jK.Quién sois? Borbon, Capitan d e l R e y de España Cárlos Q u in to , que D io s guarde. E m perad or de Alemania. R ey. y cómo os llamais ? Borbon, B orbon. Descúbrese. Borbon sois? h a y tal infamia! prim ero daré la vida, que os entregue á vos las armas: llamadme algan C.^pitan E spañol. Sale Carlos Lanoy, Lanoy. Aquí á tus plantas está Cárlos de L a n o y , V i r e y de N áp oles. R ey. A!za, no te rindas á uii rendido. D a le la espada á Lanoy , y sale el M arques d el Basto. B a s to .^ i M atques del Basto aguarda tu mano. Rey, N o estéis a*í, Mdrqoes. Prodigiosa hazaña! JSifí/í». V u e s tr a Magestad está herido ? Marques , no es nada: la herida de la opínlun es la que atormenta el alma, que las heridas del cuerpo', con facilidad se sanan. Lanoy. N otable valor! Adónde está el Marques de Pescara? B asto. H erido se ha retirado. R e y . M erece por esta hazdña, que el Em p erad or mi hermano honre sublime su Casa. L a m y . Soldados , llevemos preso al R e y ilustre de Francia, con el decoro debido á su Magestad. Capit. Q u é rara severidad! SuíVimiento notable ! Todos. V ictoria España. lo ca n caxas y clarines , y éntranse tQ» dos acompañando a l Rey muy de espacio, JO R - y prisión del Rey Francisco. JO R N A D A SEGUNDA. Salftt el R ey Francisco , el M arques d e l Basto , Carlos de Lanoy ^ el Duque de Borbon y criados con una, mes* con servicio de plata. B asto. D s qoe vuestra M ag estai esté bueno de la herida, nos damos mil parabienes, qoe semejante desdicha nos tuvo m u y cuidadosos á sus criados. R ey. Obligan vuestras obras y palabras, agasajos y caricias d e s u e r t e , M arqaes del Basto, que solo estimo la vida, p o r poder pagar con ella lo que os debo. Lanoy. Son precisas obligaciones d e todos. R ey. M acho el alma las estima, V i r e y . Borbon. V u e s tr a Magestad se s i e n te , que la comida está prevenida y a . B asto. Su severidad me admira. Lanoy. Su prudencia me suspende. Borbon. Sa valor me maravilla. R ey. Fuerza es el obedeceros, Siéntase. que mi libertad no es mia: los tres os sentad conmigo • 6 no comeré. B asto. N o es digna nuestra humildad de ese honor, y así es bien que no la admita. R ey. Esto ha de ser. Lanoy, G ran señor, vuestra Magestad se sirva d e no hacer sospechosa d e los tres la cortesía. R ey, Levantaréme , V i r e y . B asto, Pues á obedecer obliga vuestra Magestad ^ será d e esta suerte. L le sa n almohadas , y pónense de rodi“ lias el M arques y Carlos de Lanoy. 1?^/. Llegad sillas. B asto. Así e s ta re m o s , señor. R ey. N o ha de ser a s í , por vida del £ m p e ra d o f mi herm ano. 11 Lanoy. Ya la obediencia es precisa. Siéntanse los dos en taburetes rasos. R e y .'íio os s e n tá is , B orbon? Borbon. S e ñ o r, vuestra Magestad permita, si m erezco tanto honor, que y o á la mesa le sirva. R ey. N i > , Borbon , sentaos , sentaos. Borbon. N o he de se n ta rm e , así viva; ni he de o b e d e c e r en eso. R ^y . N i en lo d e m a s ; algún dia comisteis conmigo en Francia, D u q u e Borbon , con mas dicha: p ero entonces y o os honraba con daros mi mesa misma; ahora , Borbon , no es honra, sino deshonra precisa com er con un prisionero. Basto. M ucho tu grandeza humillas. R ey. Yo la humillo con palabras, pero vuestra valentía la ha humillado con las obras. Borbon. N o té qué responda ó diga: ap, confuso e s to y : quién crey era, que con ta n nueva desdicha se lograra mi venganza? ilusión ó fantasía parece. Vase ^ y salen los Músicos. L a n o y. Salid afuera, no cantéis. R e y .V o t qué? L anoy. Alegrías no son para esta ocasion, quando tu tristeza miran. R ey . D e x a d lo s , V ir e y ; volved, cantad , aunque está advertida vuestra r a z o o : no cantéis, pues el V i r e y os lo avisa, q u e en las mesas de los R e y e s cantan por costum bre antigua; y o so y prisionero ahora, no R e y , y cantar seria n o tratarme com o á preso. Lanoy. Pues por esa razón misma, señor , han de cantar , como tu Magestad lo permita. Cantan los Músicos , y sirven d l.i me­ sa los criados i y en acabando sale Borbon con la copa. B* Borbon. 12 L a Batalla de Pav/a, Barbón. Beba vocstra M agestad* R ey. S o spe c ho , D uque , y no en ranO) que beber de vuestra m a n o 00 es poca seguridad. Borbon. Hso es culpar mi lealtad» i í í ’y. Q u é lealtad? Borbon, La que os adora. R ey. N o lé que haya en vos ahora lealtad , ni que h ay a habido; y n.<üu , D uque , ha podido etilpar aquello que ignora. Borbon> T a n clara como el cristal es mi justicia, por Dios. R ey. Si es tan clara como vos, será turbio , y sabrá ro^I: sírvaos en ocasion tal deespejo. Borbon. Advertencias raras! R ey. Miraos en sus ondas ciaras, que aunque mas sereno e$té, si os miráis en él , y o sé que os hará , Borbon , dos caras. Borbon . m e quitasteis mi Estado^ R ey. S í , D uqoe ; pero por Dios, que mas que y o os quité á vos, TOS mismo os habéis quitado. Borbon. E so confuso he dudado. R ey. N o Jo d u d é is , que eo rigor foé vuestro agravio m ayor; pues qué importa en tal contieadai que os quite y o la hacienda, si os quitáis vos el honor? Bfirbon. Mejor fortuna es la mia, que al E m pe rad or estoy sujeto , como vos h o y , con mas ventaja. Lanoy. Osadía notable ! Basto. Q u é demasía! R ey. Dice bien , y o le prefiero, pues sus armas considero que en mejor fortuna están; porqu e ai ña es Capitan de quien y o soy prisionwo. Mas diferencia ha de haber, que en saliendo de prisión volveré á ser R e y , Boibon, com o lo dexé d e ser, y vos no podréis volver á ser lo que fuisteis ; una fué la desgracia importuaaj mas serrimos á o n Señor, TOS á precio del honor, y o á riesgo de la fortuna. Pues os quejáis agraviado, cnlpándome con exceso, h o y , Borbon , con verme preso estaréis de mí vengado. Borbon. Sabe Dios , quan lastimado m e tiene el pecho el dolor de veros en tal rigor; que aunque con tod o desvelo le pedí venganza al Cielo, no pedí tanta , señor. R ey. D adm e el agua , aunque ofendido, beberé , porque templeis el pecho , que Je tenéis de enojo m u y encendido: sin rezelo el agua os pido, que aunque puede en el cristal venir veneno mortal, no vendrá en sus arreboles, que hab'éis de* los Españoles aprendido á ser leal. Canta la música miéntras bebe el Rey^ y en acabando se levantan y quitan las m e sa s , y vanse los Mtisicos y los criados. D espachóse con la nueva á E sp a ñ a? Basto. gran señor. Q u é dirá el E m p e ra d o r? ap. Mi paciencia el Cielo prueba: Cielos , quitadme Ja vida, que me aflige y me importuna; aunque nfti adversa fortuna deba estar agradecida, que aunque tanto me ha rendido con su invencible poder, n o me queda que temer m a y o r mal que el sucedido. F o r t u n a , triunfando estás de mi calda y desvelo, mas sírveme de consuelo e! DO poder y a caer mas. Lanoy. H o y , señor , determinamos llevarte á Ñ á p e le s preso. R ey, Q u e lo acertaréis conSeso. B asto. Resueltos en eso estamos. Clarín, Lanoy. Esta es señal de Andrea Doria, que s prisión del qoe en el P o e rto está aguardando con las Galeras. R ty . Ju z g a n d o ap, esto y sueño esta victoria. Y quándo me he de embarcar? Lanoy. Sí das licencia , esta tarde. R ey. A mi hermana es bien que aguarde} que esta tarde ha de llegar: es piadosa Margarita, y á verme viene. B asto. Fineza singnlar ! R ey. Así mi tristeza tem plar cuerda solicita. Tocan caxas , y suenan tiros, Lanoy. Mas qué es esto? R ey. Esta sin duda es Margarita mi hermana, que ha llegado. B asto. N o es,seño% sino el Marques de Pescara mi primo , que viene á verte. SaU n el M arques de Pescara y cria­ dos todos con luto. Pese. S tn o x i Rey. M arques? Pese. £ sa s plantas me ha de permitir besar vuestra Magestad. Rey. N o basta, sia obligar con lo humilde, que me obliguéis con las armas? Levantad , Marques ilustre, cifra del valor de España. C on luto lia venido. Lanoy.kcc\on generosa y cortesana! Pese. V u e stra Magestad se siente. R ey. M ucho veros deseaba: sentémonos , Caballeros. Pese. Señor::- Rey. Será darme causa á que me levante. Pese. Es justo obedecer !o que mandas. Siéntase el Rey en silla , jy los tres en taburetes rasos. ^ífy .G ra n victoria, Marques. Pesc.Solo vuestra Miigestad la ensalza con su prisión ; sabe Dios,, que !a he sentido en el alma. R ey. Dios* os guarde» que si vos vivís dilatará España los términos de su Im p e rio por Piofincias dilatadas. P e to al fin , M irques amigO) sangre os cosió U batalla? Pese. S e ñ o r , las cosas preciosas nunca se compran baratas: lo. que mas me ha dilatado la enfermedad y ia cama, ha sido el pesar d e ver preso á tan grande M onarca. R ey. Mas fuera el p e s a r , Marques» si las suertes se trocaran, com o lo tuve entendido al presentar la batalla; pero h uyéro n los Suizos con afrenta y con infamia^ y sin ocasion , por Dios: íos Tudescos (c o sa r a r a ! ) desm ayáron , que lim a s he visto ta! en campaña. E l de Alanzon mi cuñado h u y ó , no sé por qué causa, y le siguió mucha gente: p r o m é te o s , que mi desgracia anduvo m u y poderosa: quien mas me instó á la batalla fué Bonibeto ; y así, viéndome p r e s o , á las balas se arr('jó y perdió la vida. Pese. Tam bién murió en la campana el Mon^ieur de la Paliza. R ey. H e lo sentido en el alma, Marques , que era gran Soldado: qué gente m urió de Francia? Pese. D iez mil hombres , y el d ísp ojo ha sido el m a y o r de Italia. Rey. Y del Cam po de mi hermano, qué gente murió ? Pese. N o faltan mas de mil y quatrocientos. R ey. La victoria ha sido rara. V u e stra Magestad dio muerte, al trabarse la batalla, al Capitan Castrioto, descendiente de la Casa del gran R e y de Macedonta. R ey. Y al fin , Marques de Pescara, h o y v o y á Nápoles preso? Pese. V u e stra M igestad so parta ^ al p un to , que y a le he escrito al Cé^ar , y es tan hidalga su clemencia , que no dudo que tendré m u y presto carta^ ea L a B a ta lla de P a v ía , 14 eii qne con leves partidos mande volverle á sa 'casa. Rey, Así lo han hecho otros R e y e s con R e y e s , que mi desgracia h o y tiene por exemplares. Lanoy. V iv e D i o s , q u e h a d e i r á España, y no á N ápoles *. al César, ap, á quien y o debo honras tantas, he d e hacer esta lisonja, sin que entiendan los tres nada. R ey. Y á cargo d e quién v o y preso? Borbon. Esta prisión me tocaba á mí , por ser General; pero no es justo que vaya . preso mi R e y por mi mano, y así al V i r e y se le encarga. •. Lanoy. T e n d rá vuestra M agestad qnien le sirva con el alma. R ey. Dios oí guarde. Pese. Q u é valor 1 Sale un Criado. C riad. Ya mi señora la Infanta de Francia llega. Veso. Salgamos á recibirla. Rey. Excusada p r e v e n c ió n , que y a su Alteza está aquí. Tocan ca xa s y clarines , y disparan ti­ ros f y salen de luto la Infa n ta M a r­ g a rita de Francia y D am as de acompañamiento. M a rg .S tñ o T 'i Jíí’y. Hermana? tal v o lu n ta d ! M arg-TaX desdicha! R ey. Tal fineza 1 M arg. T al desgracia! Madama hermosa , esas perlas n o es razón desperdiciarlas: r e c o g e d , señ o ra , el llanto, n o sean las pérdidas tantas. Marz> Señor ( a y de m í ! ) no sé con qué encarecer ( el ansia y el dolor me ha su sp e n d id o ) esta desdicha impensada. Rey. Bien encarecido está vuestro sentim iento, hermana^ pues venis desde Paris á aliviar mi pena á Italia: Caxas» aquesta señal me avisa, que luego á embarcarme parta, que vo y á Ñ ip ó le s preso, y las Galeras me aguardan: qué determina to Alteza? M .irg. Hdita que v o lv á is á Francia» n o h e d e ü e x a r v u e s t r o lado; el d i s g u s t o IdS p j l d b i a s en to rp ece , y el ahogo e s u n n u d o en la g a r g a n t a . P ese.C on qué valor la consuela! B asto. C o n qué congoja le habla! Lanoy. C o a qué cordnra obedece! Borbon. C o n quévergü.inza está el alma! R ey. V a m o s , hermana , á embarcarnos: á D ios , Marques de Pescara. Pese, V u e s tr o seré eternamente. Tocan y vanse , y s» quedan Pescara^ Borbon y el d el B.isto. Q j é fjrtu n a tan extraña! Borbon. N o table victoria ha sido! Pese. Q ü é alborotada está Italia despues que sabe la nueva! Basto, Los V enecianos y el Papa^ q u e eran nuestros enemigos, y a contra el R e y se declaran, y nuestra amistad procuran. Borbon. P o r D i o s , que es acción ing rati y ánimo desconocido, que el Pontífice al d e Francia, contra el César , f<ivorezca. Pese. Y a el tiempo le desengiña. Borbon. A R o m a he d e saquearle, y he de prenderle en su casa. Sale un Soldado. Sold. Q u é hacéis ? que L a n o y se lleva preso al R e y Francisco á España. Pese.'B.i c ie rto ? ¿ ^ j/.E s sin düda?5o/cV.Sí: así que el R e y con la Infanta entró en la Galera , dió esta órden. Borbon. Q u é eso pasa? Pese. Q ué vil trato! B asto. QuétraicionI Borbon. Q uerrá él solo ganar fama con esta victoria , quando solo procuró estorbarla; p e ro no ha de ser así, que me he de partir á España, y en la presencia del César le he de decir cara á cara, qoe ha sido traidor amigo, que ha quebrantado las sacras l e y e s , que de la Milicia a p laa - y ffìsìon del Rey Francisco. aplaode h eroyca ]a fama. "Pese- V u ecelen cia parta luego, que el del Basto y y o en Italia bastamos á defenderla. Sorb a n .hgxM tàì y L a n o y , aguarda, fementido y falso amigo, que he de postrarte á mis plantas. V a n sc , y salen el Em perador Carlos Quinto i Joven , la In fa n ta D oña Leonor su herm ana , el D uque d el In fa n ta ^ do y acompañamiento. Leon. Mucho stento , gran señor, ver á vuestra Magestad triste. E m p . £ n mí no es novedad^ que son p en siones, L eo no r, del gobierno y del poder. Conñeso , hermana , que he estad» afligido de «n cuidado, y ia estaré hasta saber el suceso de Ja guerra, que en Pavía y cu Milán mis enemigos me dan. Leon. T a l valor en ti se encierra^ que solo tu nom bre puede, a un qu e tan ausente estés, darle tem or al Francés. E m p . Es gran Soldado , y excede á Alexandro y Escipíon el R e y : nunca en Francia ha habido R e y , que Je h a y a com petido. Leon.KiX grande reputación está el de Francia contigo. E m p . Su valor todo lo alcanza, y merece mí alabanza^ aunque sea mi enemigo. E n sosegando las cosas de España à Italia daré la v o e ita , y freno pondré á sus aimas belicosas. D uque. B e n puedes , señor , Harte de tus Capitanes h o y ; L e y v a , Pescara y L ^ n o y bastan á de^^cmpeñarte. Em p.l^A ventaja que el Francés m e lleva , es tener presente á su R e y . Duque. Su altiva frente ha d e rendir .á tus pies. £ / ; ; ^ . D e l R e y no la conveniencia 15 procuro. Leon. E x trañ o ruido ! Sale un Criado. U n C apiian ha venido de I t a l i a , y pide licencia. A lgún suceso rezelo: entre : sí venció el Francés? Salen el Capitan y Lobon i y despues L i^ sarda de hombre , recatándose de ellos, Capit. D a d m e esos invictos píes. E m p . Capitan , alzad del suelo: dióse la batalla Ì Capit. Sí, h ero y c o César, i?»?/». Q ué día? C apit . d í a de San Matías. E m p . Pues y a y o sé que vencí. Capit. V e n c i d vuestra Magestad, no h a y quien su grandeza exceda: preso el R e y Francisco queda. E m p . Preso? extraña novedad I Llora. Leon. Preso el R e y ? q u é compasion i Lobon. Esto tenemos ahora? vive Dios , que el César llora. Lances d e fortuna son. D u q u e .^ \ii mas pudieras sentir, si tu enemigo venciera^ E m p M éiios, D u q u e , lo sintiera. Lobon. Q u é h ay a quien pueda sufrir estas razoues d e estado! y ha de m a n d a r, vive Dios, que nos cuelguen á Jos dos p o r la nueva que le has dado. D enm e los Cielos psclcncla con Lisarda, que ha venido ap. á Palacio y ha rompido mi precepto y su obediencia. L is. Merezca , s e ñ o r , la gloria d e esos pies, quien en Pavía, cotí denuedo y osadía, Arrodíllase, tu vo parte en la victoriav E m p. Qoiénsois? L is. Hijo s o y , señor» del C.ipitan , y él al R e y prendió. E m p . S e ti justa Jey premiar tan raro valor.. Cap. H . y igual atrevimiento! X /í.S e p a el César quien so y y o . Decidme como pisó.. Leon. Bien disimula el bontenfo. ap. Cap Despues,César invicto, queta guerra en Francia introduxeron con desvelo tus C a p ita n e s , pasmo de la tierra, i6 Z a b a ta lla de Pavía^ terror deí v ie n to , admiración del Cíelo, aqtií sus golpes iban resistiendo; y .Atí.tntcs fuerces , una y o t r a sierra alíí el Francés ardor se desmayaba, su iíxército p o b i d n j ü , al azul velo y el orgullo Español ¡ba creciendo; diérpn mas de dos sustos pesarosos, y en tanta confuMon , en tanta pena, á M.jrselU cercando valerosos, la campaña tembló de asombro llena. líl R e y Francisco de este atrevioiíento E l R e y , se ñ o r, en un Bridón overo in dignado , poblando la campaña sus Soldados anima diligente, de soberbios Franceses, c a y o aliento y á los duros preceptos delacero amenazaba la opinion de España, el bruto siempre atento y obediente, en tró en Italia , y á Milán , sediento la tierra olvida , y sube mas ligero, de h o n o r , ganó, que fué notable hazaña, atropellando el viento velozmente, y tu Imperial Exército en Pavía donde nieve de espuma con decoro y en Lodi resistiéron su osadía. llueve , al tascar los alacranes de oro. N o satisfecho el R e y de esta victoria, Esgrime el Real estoque airado y fuerte, cercó X Pavía, cuyos fuertes muros herido y a en el ro stro, y a en la maao, D o n Antonio de L e y v a , ho n o r y glorfa que el sangriento decreto de la moerte d e E s p a ñ a , aun en los siglos mas futuros, no respetó el decoro soberano: d e fe n d ió , eternizando su memoria; despeñóle el caballo ( adversa suerte !) pero sos E sp a ñ o le s , mal seguros, y viendo al R e y vencido el C a m p o ufano, socorrió el de Pescara diligente, y que á prenderle llegan á porfía, Capitan tan feliz como valiente. victoria España á voces repetía. DÍTÍdiéron sus gentes tus famosos E l primero que ai R e y prendió (quisiera C a p ita n e s , rigiendo á un tiempo osados, no ser quien refiriera esta victoria) Borbon los Alemanes valerosos, fui y o , se ñ o r, que alzada la visera el del Basto Tudescos esforzados, le conocí, y por dueño de esta gloria, L a n o y los Italianos tan briosos, me dió en u n j manopla la primera y Pescara*Españoles alentados, p r e n d a , sí digna de inmortal memoria: que son siempre en marciales ocasiones rindió á L a p o y las a rm as, y su gente furiosos Tigres , béÜcos Leones. librarle intenta valerosamente. E ran del R e y de Fran«ia los primerof D o n Antonio de L e y va de Pavía C a p ita n e s , que el Cam po gobernaban, salióáeste tiemp<5, y el Francés perdido» Monsieur de 1a Paliza, á quien les ñeros sin poder resistir su Infantería, Suizos U obediencia le postraban: peleaba turbado de vencido: el D uque M em oran si, y los guerreros de diez mil enemigos este día Bonibeto y Tremalla sujetaban fué pira el C a m p o en púrpura teñido, Franceses y T u descos, c u y o aliento y los d em as, sin brio ni arrogancia, se conoció en el lance mas sangriento. fuéron á renovar su afrenta á Francia, V ie n d o el R e y el valor y resistenci« D u q . G ran victoria ! L m h . Peregrina d e los cercados , y que no podia hazaña! Lohon.V or esta nueva rendir con su poder y su asistencia era poco hacerte D u q ie . el muro inexpugnable de Pavía, Capít. Suspenso ha quedado el César. á tu Exército embiste con. violencia, E m p . Capitan , y o me confieso que prevenido ya el Marques tenia, á vuestro esfuerzo y nobleza y al son del paiche y del clarín sonante deudor , y à quantos Soldados se trabó la batalla en uo instante. diéron en aquesa guerra E l humo al vago viento condensaba, preclaro asunto á ia fama, rayos el plomo en balas repitiendo; qoe sus victorias celebra, muertes allí el acero amenazaba; para admiración de Italia, S prisión del Rey Francisco. p a r i freno de V e n e c ìa , para castigo d e Francia, c o y a arrogante soberbia la cerviz rinde ¡ndomdble, postrando su R eal cabeza. N o «s deshonor la prisión, q ae al (ia son lances d e gaerra y accidentes de fortuna, q u e el m a y o r valor sujetan. Y a s í , no hay a regocijos en España , no h a y a fiestas por esa victoria , no; ántes todas ias Iglesias d e mis R a y n o s con d e r o t a veneración hagan fiestas al Monarca soberano, que en una cándida O blea cnisteriosamente oculta los rayos de su grandeza, rogán do le que me dé industria, para qoe pueda usar bien de esta victoria. L eo n .G rm cordura! lauque. G ran prudencia ! E m p .h . vos , C a p ita n , os d o y tres mil ducados de renta p o r las albricias, y os hago d e mi Consejo d e Guerra. Capit. Beso tus p i e s , Alexandro E s p a ñ o l, invicto César. E m p . Y añadid á vuestras armas, p o r esmalte á su nobleza, la manopla y nn R e y preso. Capit. Mas me ob lig a s, que me premias. wEf»/. V u e s tr o hijo;:- Cap. Q u é , señor ? £»V .Calla, padre. Tam bién tenga la Encomienda::- Capii. H o señor. JEntp. Do A lm agro, que al fin la nueva me traxo , y es bien premiarle. L is . Tus pies beso , invicto César. € a p . S e ño r, no es posible. E m p. Cómo? L is . Sí es , señor : qu^ así me afrentas ? vive D ios::- Xíow .Qué confusioni L is . Soy , gran s e ñ o r , á la guerra inclinado , que mas quisiera, que la Encomienda, algún cargo Militar. £'x»/.*Faes y o os d o y ona Giuctii, »7 y la E ncom ienda también. i,w . V i v j s , p o rq u e e te r n o seas, mas años que mi deseo. Capit. S e ñ o r , es eng.iño ; advierta v u e stra M ig e sta d ::* Z w .A q uí Aloid*. no h a y que a d v e rtir, no me ofendas ni me quites el honor, pues me diste el ser. Capit. Q u é intentas ? L is . I r por Capitan á Italia. Capit. C ó m o es posible que sea, siendo m ug er? L is,U so está p o r averiguar. Capit. Paciencia me den los Cielos contigo. E m p S o h xe qué es eso? Cup.'S.iii necia::L is. N ecio iba á decir , y erróse» Capit. Inad vertida y grosera::L is . E sto va perdido. E m p. Qué teneís ? C<7^fV.Qué quiere qoe tenga vuestra M agestad r qoe e sto y lleno de enojo y afrenta. E sta muchacha es mi hija, que no es varón , y la guerra, en que siempre se. ha criado, la ha infundido aliento y fuerza: no la puedo reducir á que m ude el trage. Lobon. D e esta quedas desvaronizado. Absorta e ste y y suspensa de ver su brio y denuedo. D uque. Q a é peregrina belleza ! N otable m u ger! mirad á quien daba una G inrta. Lobon. Según es de arisca y brava esta mal domada yegua, mas ha menester , señor, ginete , que no Gincta. L is. También tú , picaro ? E m p. Cóm® os llamais ? L is. Lisardo. C*pit. Es tema? Lisarda , señor. L is. Yo tengo ( q u é importa que inuger sea?) el pecho de mil Roldanes, de mil Héctores ia fuerza, d e mi! Bctnardos ei brio; y qu ando mis armas tiembla el Francés en la campaña, mi p a d re en M adrid me afrenta. C Lcon. iS L a Batalla íe o n . afrentü el ser moger? L is . N o , que ai fín io es vuestra Alteza; pero mejor es ser hombre, si á buena ioz se contempla, que on hom bre puede ser Papa, y una muger , aunque quiera, n o puede ni aun Monacillo; y véalo en la experiencia vuestra Alteza , pues me dio p o r váfon ahora el César Gincta y H a bito , y y a lo he perdido por ser hembra. E m p . N o habéis p e rd id o , Lisarda, que á quien vuestro esposo sea hago la m erced que á vos. L is . V u e stra Magestad no entienda, que tendré y o tan mal gusto, que me case : bueuo fuera, despues d e .h a b e r le ganado á mi marido en la guerra á cuchilladas el dote, que él m u y vano me quisiera sujetar : sufrir hdbia ^ d e un marido la obediencia? y o parir? y o arrullar niños? y o apacible y halagüeñasosegarle en los enojos, aliviarle en las tristezas, poniéndom e en ocasion de cogerle d e una pierna, si me d.ibi algún enfado, y arrojifle de aquí á Illescas? E m p . Qué despejo tan ayroso! Lt'on. Jamas he visto soberbia tan hermosa. Duque. Ya rendidas ia idr>latr''n mis potencias. Mudad ei t r .i g e Lisarda, pues vuestro padre os lo ruega, y creed , que he de premiar vuestro valor. ¿Ár. Pues lo ordena vuestra M.igestad , io haré: sabe Dios lo qtie me pesa. L fo n . Poes habéis de ser Soldado siendo muger? L is. Y eso fuera, Señora , imposible ? quántos Soldados hay que son hembras? L ton. Desde hoy habéis de servirme, que vuestro brio y .belleza d e P a v fa ^ merecen este favor. L is. L e y es en mí la obedieocia: D a m a de la Lifanta y o ? ap, C i e l o s , qué desdicha es esta ? V a m o s . Vasecon la I n f yC riados. D u q u e. Sois una Amazona. i í V . Engáñase Vuecelencia: diga un Aquiles ó un Cid, y no me acompare á hembras. D uque. V u e s tro valor y hermosura se compiten de manera, que el veros , Lisarda mia, to do el sosiego me cuesta. Vasc, L is . £1 del Infantado quiere apurarme ia paciencia: sabe y a que s o y muger, DO es mucho que se me atreva. Lobon. Enamórela , y verá ap, qué tierna da la respuesta. L is Q u é haya y o perdido , Cielos, por muger una Encomienda y una G ineta I ó pesar de la vit naturaleza! y que mi padre , mí padre, de ti'do la culpa. tc.'ngal Capit. no h..s de tener juicio? Sale una D a m a de la Infa n ta con un vestido en una fuente de plata. D a m a . La lu fju ta , Lisarda bella, os envia este vistidoj que os le pongáis iui-go os ruega, . y vais, que os está aguardando. ¿ » . B a s t a , que quiere su Alteza obligar con ios agravios. Capit L i espada y Ta daga ;^aelta, y vístete. L is. V ve el Cielo, que de có.'cra y v rgüenza e stoy sin mí. Capit. Suelta , acaba« Quítala la espada y la da^a. L is . Dexa la daga siquiera, tendré con quien consolarme: y no de una vez pretendas postrar mi altivez bizarra. Lobon. M(.jor te est. rá una rueca. L is Para hilar , como la Parca, la vida de quien me afrenta. Lobon . h a s de ser ruñana. Capit. VoQiG esta basquina apriesa. L is. y p r is h n d el L is. Y<5 con faldas ? vive C hristo ::Póttfse la basquina d el reves, Capit. Acaba , mira que espera ia Infanta. l,ís. Y o desespero. Dama» Al reves la pones ? L is. V e n g i alguna dueña á vestirme. D a m a . Póntela de esta manera. Capit. P on los chapines. L is. N o quiero: s e ñ o r , pruebas mi paciencia? sobre corchos he de andar? 6 mal hay a la primera, que tan aial uso inventó! Pénese los chapines , y andando cae. Capit. T e n te . L is, Jesusi Lobon. Santa Hiena. L is . Mi padre anda por matarme. Capit. Levanta. L is. Q ué subsistencia ha de tener edifìcio, que se rige y se sustenta sobre cimientos de corcho? poudrélos de esta manera. Siéntase , y a lza las f a l d a s , y cálza-^ selos como zapatos. Capit. Las piernas descubres? L is. Pues quántos me han visto las piernas en Italia y eo España? mándame también que sea melindrosa. Capit. S í , Lisarda, que siempre lo que se nieg», y se oculta de los ojos, se apetece con mas fuerza. L is. Bueno ; y no sabré y o , á q o le i apeteciere mis piernas, con uno de estes chapines romperle media cabeza? D a m a . Difícil es de emendar la costumbre. Capit. E l manto venga. X / j . También me he de poner manto? pero v o y con tal vergüenza, que lo pondré por taparme, para que nadie me vea. Pénese el manto terciado como capa. Capit. N o de esa suerte. Lobon. Pareces ¿ermafrodita. L is. Parezca B srcebú. Dentro. Muera , matadle. L is . Qué es aquesto? Lohon. Una pendencia. L is. A e l l o s , pléguete Christo. Quítale la espada á Lobon , y éntrase corriendo , y todos tra s elU. C apit. Lisarda , detente , esperas imposible es sujetarla. qué denuedo pelea! con ella , viven los Cielos, qne es Roldan niño de teta. Vanse. D entro. T e n te , muger ú demonio. Lobon. Sule L isarda con un ch tpin puesto y t>tro quitado coxeando , y limpiando la espada en el manto. L is . También h a y acá pendencias, que es lo que y o he menester: confusos y absortos quedan, y aun almagrados algunos: un chapin se quedó en prendas, ve á buscar tu com pañero. Arréjale, Y o v oy á ver á su Alteza, y á rogarle , que me dexe dar luego á Italia la vuelta. ^ JO R N A D A TERCERA. Sale el Em perador leyendo una caríét aparte i Cárlos de Lanoy y el D u ­ que d e l Infantado. Lee el E m p. Despues de haber dado á V . Magestad el parabién de la victoria conseguida en su augusto nombre, he dado á sus Capitanes el pésame de ver malograr los frutos de esta hazaña por quien t ú v o l a menor paró­ te en ella. Habiendo determinado que Cárlos de L anoy llevara á N á ­ poles al R e y p r e s o , por parecemos convenia así para sosiego universal de la Christiandad , contraviniendo á las órdenes le llevó á España : no se fie V . Mag. sus lisonjas , qne el D uque de Borbon se ha partido de Italia , y de- él sabrá V . Mag. quien son los que le sirven con ma> y o r zelo , lealtad y deseo de la pro­ pagación d e su Imperio. £1 Marques de Pescara. E l de Pescara escribe quejoso , como premio no recibe Cz de 20 Z a Batalla de Pavfa^ d« esta inmortal hazaña, de Italia aso m bro , y vanidad de España; y aonqoe me he descoidado, y o premiaré el valor de tal Soldado. D o q a e , cómo está ei R e y ? D u q . Triste y penoso. L a n . Sin duda el dePescara está envidioso, pues lo que escribe el César no me dice. D u q . A tu clemencia, gran señor, desdice el rigor qne hás usado: e! Rjcy de melancólico ha pasado á enfermo , que sin verte apeteciendo está su propia muerte: dos meses ha que está , como mandaste, en Madrid. E m p. D u q u e , baste. L a n . Señor, con verte el R e y estará bueno, que tu ausencia le sirve de veneno. E m p . N o le he visto jamas: es m u y brioso? D u q . Sí vivir envidioso en ti posible fuera, solo del R e y tu esfuerzo lo estuviera. E m p . ^ , D uque , le veré. D u q u e 9 ^ z te he excusado, con decir que has estado en una caza ausente. (dente. E m p . Sois c uerdo , sois discreto, y sois p r a D uque. M. 1S como vé qne tarda tanto tu Magestad , y que te aguarda de la caza , se q u e j a , y lastimado culpa el mucho rigor que le has mostrado. E m p . Dicen le hicisteis gran recibimiento» D uque. Solo füé estará lo qtsedebe atento. Líiuov- F ué la'fiesta mas rara, que en sus confines vió Guadalaxara. E m p. Decid , V i r e y , lo que pasó. Lanoy. Quisiera, s e ñ o r , que m¡ memoria se excediera, que siendo golfo tu festiva gloria, naufragará confusa la memoria; pero y a te obedezco. D uque. La lisonja , V i r e y , os agradezco. Lanoy. Hn las famosas Galeras de Gén«va , que A ndrea Doria, Capitan General , rige, gran N e p iu n o de las ondas, vino el R e y Francisco á España, y quedóse Italia absorta, porque á Nápoles juzgó que venia : estas lisonjas le debe , s e ñ o r , mi afecto á mercedes tan heroycas. Desem barcam os al ñn en V alencia y en so costa, que el mar lisonjer* lame con lenguas de espumas y olas* A Madrid v e n im o s , quando el del Infantado , gloria de los blasones ilustres de los antiguos Mendozas, ie salió al camino al R e y , y con excesiva costa hizo el gasto del viage, hasta entrar en la famosa Ciudad de Guadalaxara, que con ñestas prodigiosas, asunto le dió á la fama, y materia á las Historias. Aquella noche , despues que en las tumbas Españolas del Océano , el Planeta m a y o r sepultó su pompa, fué la plaza artifícial remedo de ia gran T ro y a , que en no apagadas cenizas vivo Fénix se acrisola. Portátiles baluartes, exhalando ardientes bombas, con la luz y ei homo denso fuéron ardientes Auroras d e l u z , que repite dias, de humo , que uoche forma; rayos , vibrando centellas, la esfera e scalan, y cortan el viento , que de turbado se estremece y se sufoca, haciendo las burlas veras con máquinas ingeniosas; un V e s u b io es cada tiro, un bolean es cada antorcha. D e los castillos de fuego salen gigantes que asombran, mas con el feroz aspecto, que con las llamas que arrojan, donde á pedazos la noche fué abrasada mariposa. Despues el siguiente dia, que y prisión d$l qne con so pDrpnrea boca pronunció los arreboles del Sol risueña la Aurora, la misma plaza , que fué teatro de incendios , to d a era un ameno pensil, que Abril coronó de rosas, de verdes plantas poblada, la entapizaron de alfombras diversas ñ o r e s , texieudo varias labores curiosas. D oce fuentes de alabastro tenia el jardín , y en todas doce figuras de bronce, que por las abiertas bocas sonoro cristal vertían, que el viento esparció en aljófar* Música alternan las aves, y en los estanques azotan las aguas diversos peces: fué la p la z a , no costosa imitación de los huertos, que en sos muros Bibilonla a d m iró , sino trasunto d e la huerta deleytosa, q u e de ios primeros padres fué R eal Palacio y custodia. £ n la tarde de aquel día, todo el jardín bello , toda la frondosa pobiacioa de p la n ta s , fuentes y rosas, desierta campaña fué, donde Esquadras Españolas Marciales escaramuzas trabáron ; y- siendo rodas las voluptades confírm cf, pelearon de tal formai, q u e solo pudo excederle la batalla prodigiosa d e Páví;i en costar sangre, 00 en las esquadras y tropas d e Caballos y de Infantes, que y a de la voz sonora del clarin , y a del rumor de las caxas espantosas animados pelearon sin alcanzar In victoria, N o sabré , señor , decir los re g a lo s , las costosas galas , animales raros, las c o lg adu ras, las joyas, armas , páxaros y perros, los caballos y carrozas qoe el D uque presentó al R e y ; ba&ie decir , quedó absorta su Magestad , pues le dlxo: A unque la fama pregona tantas grandezas de España, pienso , D u q u e , que anda corta, porqu e excede su poder á lo que aclaman sus trompas. E m p. Quién , sino el D u q u e , pcdierai con acciones generosas, honrar á España ? D uq. Señor, vuestra Magestad rae honra. £ m p . Agradecido os estoy á las costosas lisonjas, que hicisteis al R e y mi hermano: mirad , D uque >^de qué forma po drá mi afecto premiaros. D uque. Ya que por so cuenta tom» vuestra Magestad el premio d e aquestas acciones cortas, y lo fia á mi elección, le pido una sola cosa. E m jp.Y e% iD nq Q u e v a y a á v e r a l R e y > para aliviar las congojar, los disgustos y tristezas, que el no verie le ocasionan. E m p . Yo os d o y palabra de hacerlo. JLanoy. Señor , qué hay de Italia? E m p. Ahora tuve pliego del Marques: Borbon viene por la posta « España. Lanoy. Estarán quejosos los Imperiales. Em p. N o importa; D u q u e , no ignoráis que debo á B 'f b o n muchas costosas haz ñas : él viene á España, quisiera hacerle mil honras, y lo que mas puedo darle e s , que en vuestra casa propia se hospede , que quien procede siempre con tan generosa bizarria , solamente merece que mi persona pro- ¿2 L a Batalla de Vav(a, propios empeños le fie. D uque. Mi obediencia te responda, señor : y o tendré á Borbon en mi casa , mas perdona, que en saliendo Borbon de ella tengo de abrasarla toda. E m p . Porqué? Porque!alealtad de España y blasón de Europa, mirará con ojeriza mi casa , pues la persona de un traidor recibió en sí. E m p. Decís bien : notable- cosa ! no hospedéis á B o r b o n , primo, porque os tendrá mucha costa» si al salir de vuestra casa habéis de abrasarla toda. ¿ 4 » . L a Infanta viene. Emp. M¡ hermana? pasará á rezar á Atocha. Salen la in fa n ta D oña Leonor y L isarcia con las D a m a s , haciéndose ayre con descompuesta^ acciones , y to­ cada como de hombre, León, Señor ? E m p. Encuentro feliz h a sido , Infanta y señora, para qoo y o de escudero sirva á vuestra Alteza. £^<7». M e honra tan to vuestra Magestad, que no sé qué le responda. E m p . Y la Infanta Margarita? Lean. Bien afligida y penosa de la prisión de su hermanoj á quien toda el alma adora, como á dueño que la rige. Quién ( ay Cielos ! ) ser esposa ap. del R e y mereciera ! Amor compasivo lo disponga. E m p . Presto se volverá á Francia# León. Está enfermo , y no hallan otra causa , señor , que ta ausencia. Fineza esdtji R e y . D u q u e.A b so m el alma vive eu Lisarda: ap. qué belleza tan ayrosa! L is . H a y mas desdicha que ser muger ? E m p. V ám on os á Atocha. Vanse , y quedan Cárlos de Lanoy y Li~ sarda , y hace las cortesías como hombre. L anoy. A esta D am a he de hablar, ap. que su belleza enamora " la mas dorm ida atencioo. M erezca y o que me oiga esa celestial belleza, á quien el amor le postra. L is. Señor V i r e y , no me abraza? A b rá za le con mucha risa y am istad. Lanoy. Admiro que me conozca, siendo tan recien llegado. absorta: Vuecelencia no conoce con quien está hablando ahora? L a n ty . Con una V é n u s divina, con una Diana hermosa. L ts . Tenga , tenga Vuecelencia, no desperdicie lisonjas, porque aun no me ha conocido* Lanoy. C ó m o es posible , señora» si no os he visto jamas? Aquesta muger es loca. ap. L is . Q ué h a y de nuevo en los Paiseí de Italia? Lanoy. Pues qué os importa saberlo? X /V .Q üé? bueno es eso: V uecelencia me responda. Lanoy. V iv e Dios,que está sin juicio: ap, Despues de aquella victoria en que prendimos al R e y , cobramos las Plazas todas. L iS' H u b o guerra y hubo asaltos? L a n o y.C \axo e s t á ; notable cosa! ap. L is. Q u é buena ocasion perdí! y cómo por las pelotas intrépida me arrojara! Lanoy. Si las Damas Españolas ap, son como aquesta muger, locas deben de ser todas. N o os toca á vos pelear^ que solo á los hombtes to^a el manejo de las armas. L is. Mugeres h a y m u y briosas; y no es malo hallar al lado quien deñenda la persona, y mas si aprieta el Francés. Lanoy. Quién le habrá dicho mi historia? C ó m o queda el de Pescara? Bueno quedó. L is.E s lustre y honra de España : y L e y va está boeno? Lanoy. Con las noticias me asombra, ap, ^ue tiene de I t a l i a : hacedme ■tal L is. Confusa quedo y ta! f a v o r , porq oe os conozca, que me digáis vuestro nombre. J.ÌS. C o n harta afrenta y congoja; pero no , so y un Soldado. JLanoy. N o digo y o ? es cierta cosa, ap. que está Joca esta inugct: qué lástima ! X w .Q u e me ponga, ap. tni padre en aquestos lances I X.iwoy. Compasion la tengo : hermosa es por extrem o , y gallarda, ap. L is . Confuso esta: á mí me im porta ap, no descubrirle quien soy. A Dios , seor V i r e y , que e n otra ocasion á V uecelencia veré. Lanoy. A. risa me provoca. A l irse L isa rd a sale el Duque d e l I n ­ fa n ta d o } y la detiene. D u q . Lisarda hermosa ? i w , S e ñ o r ? «1 juicio he de perder ap. con este hom bre. Gustáis ver tan mal prem iado mi amor? cese , mi bien , el rigor, pues os adora rendida el alma , en vos suspendida; tino es que en esta ocasiOQ quereis cobrar opinion d e cruel y de homicida. E l valor q*ie os acompaña, os obliga de esa suerte á que aspiréis á mi muerte, mas la C o rte no es cam pañj; y fuera de eso se engaña vuestro rigor en pensar, que á mí me podrá quitar la v id a , á v o s o f 'e t i d . í , que á: quien y a no tiene vida, cómo le píiHréis matar ? Sois cruel. L is Yo lo confieso, eruel so y , no digo que no; pero no puedo ser y o lo que quisiere ? Duque. Es exceso: haréisme perder el seso: á cólera me provoco. L is. N o le perdáis , y a que es poco: esa acción , s e ñ o r , condeno; para qt'é puede ser bueno el volverse un hombre loco? Vase, L a n o y.Ooiìiìàio t s i o y - y admirado,- D u q u e , de q o e enamoreis esta D am a , quando veis que es loca. D u q . Caso extrem ado! vivís , L a n o y , engañado, no es loca. L a n o y . l o s Cielos, que son ciertos mis rezelos. ap. D uque. L oco el verla me dexó, despues que el alma la amó, muerta de am or y de zelos. Lanoy. Las descompuestas «ccíoiiet, y el tratarme de la guerra, me ha d^do á entender que y erra vuestro amor en sus pasiones. D u q u e .^ se brío , esas acciones, ese despe }0 cortes, me tienen puesto i sus pies. Lanoy. Q uién , d e c id m e , es esta Dama? D u q iu . Pues no es informó ia fama, venid , y s^ibréis quien es. V ansf, Sale el Rey muy triste. R ey. Pensamiento afligido, dexa de atormentarme pesaroso, no rindas á un rendido, . que pierdes la opinion de valeroso; ni intentes de esta suerte malograr mi venganza con mi muerte* E xem plos te diviertan d e R e y e s , que ha postrado la fortuna, sus mudanzas concieuan estas desdichas, sin defensa alguna, que el hado no perdona la Magestad Real ni la C orona. Q ue el Español airado, quando debiera estarme agradecido, pues mi prisión le ha dado f a m a , que no ia eclipsará el olvido, no haya querido verme, por molestarme m as, por ofenderme! Pierdo en pensarlo eJ seso: no le b.iSta tener sujeta á Francia, su R e y vencido y preso, y ab.<tidade un R e y no la arrogancia, cuyas antiguas glori.s h..n dado eterno asuntr^á hiS historias? y que la Infanta , Ctvlo', segunda vez la libertad me quite ! que amorosos desvelos - su hermosura á mi vida solicite! que S4 L a Batalla de Pavía, que al fin Ics J o s hermanos contra mí se conjuren inhomanos ! S ú e Ia In fa n ta M argarita. M a rg . H erm ano y señor ? Rey. Señora? M arg. N o se alivia la tristeza ? R (y , Solo en ver á vuestra Alteza se divierte y se minora. M a rg . Estimo mucho el favor: mas que de hermano , de amante ^ parece ; pero el semblante da indicios de algún dolor. N o s é , hermana , lo que siento en tan penoso vivir, que y a de mucho sentir ine ha faltado el sentimiento: Cárlos croel solicita con sus rigores mi muerte. M arg. E l pensamiento divierte. J?^y .N o es posible, Margarita; porque aumentan mi dolor, con fuerza siempre importuna, agravios de la fortuna, y desvelos del amor. M arg. A m o r ? d e quién? Rey. N o lo sé, solo sé que estoy sin mí. M arg. Es la lufanta acaso ? Rey, Sí; porque dos veces esté preso , hermosa me ha prendido con mas crueldad qoe su hermauo, que él vence el cuerpo tirano, y ella el alma me ha vencido. M a rg . D i g o , que tu Magestad está empleado m u y bien. Tem iendo estoy su desden, tanto com o su beldad; p e r « , Madama , no sé qué accidente pesaroso perturbar quiere el reposo. M ^rg . Pues no e s té s , señor , en ptie. Sale el Duque. Señor ? D uque ? estoy sin mi! M a r í^ .^ ü accidente le ha dado al R e y . Pensión del cuidado. L a c a m a , h e rm a n o , está aquí; oU. Rey. Infanta , no llaméis; recostaréme vestido. Dasctibrese una rica cama, y recuéstast. M ^rg . Cárlos su m uerte ha querido. R ey.'H o el Palacio alborotéis. D uque. Al E m p e r a d o r , señor, d e tu achaque iré á avisar. R ey. Excusadle ese pesar. D uque. Ya dixo el E m perador, que vendría á verte luego: p o r estar tan retirado cazando lo ha dilatado. R ey. Q u e me dexeis solo os m ego. M arg.SXf pero has de dar licencli que c a n te n , para aliviar tu tristeza y tu pesar. R ey. D enm e los Cíelos paciencia, ap. M arg. Yo v o y á enviar , señor. Músicos para alegrarte. Vase, D u q u e .Y y o pretendo aliviarte, tra y é ndo al E m perador. Vase, R ey. A dos Im perios rendido, sin saber qual es m ayo r, la Magestad ó el amor, vivo confuso y perdido ; pero el que mas de los do s puede es A m or , porque asombre, que Cárlos vence com o hom bre, pero el Amor como Dios. M úsica. E n los brazos d e la noche, por vivir , quise dormirme, que quien vive como y o , solo quando du erm e vive. Salen el Duque y Lanoy , y detras el Emperador descubierto ^ limpiándose el sudor con un pañuelo. E m p . Q u é tan malo está ? D uq. Señor, m u y enfermo está. Cuidado, D uque , el achaque me ha dado. Lanoy. está el Emperador. Dícelo a l Rey , y él se arroja á los pies d el Emperador , el que le coge en bra­ z o s , y le vuelve á la cama^ y se sienta. Rey. A esos pies me he de arrojar. E m p. H erm ano : J e sú s, qué ezceiol Rey^ Es tratnrme como preso. E m p . V uélvase luego acostar vuestra Magestad , por vida mia , no vea y o á mis pies á quien tan mi d aeñ o es. Dt*que. L a color tiene perdida. Lan<^, Lanoy-E^ Em perador advi«rcO| ap, qoe magestuoso y severo, por no quitarle el sooìbrero, entró á verle descubierto. R ey. Ya es el achaque menor, que su violencia resisto, se ñ o r, con haberos visto. B m p , Estimo m ucho el favor: algo alborotada está el pulso. Rey. Indiscreto fuera, sí sosegado estuviera. D uque. C o n qué agasajo le va consolando! Sabe Dios, qoe esta desgracia he sentido: la prisión he permitido, solo porque entre los dos haya paces ; porque quando el T u rco la Iglesia inquieta, no es , hermano , acción discreta estar ]os dos peleando: traed onos dulces. Parece que llora, estará afligido, Vanse los i . por D i o s , que me ha enternecido ! R ey. M ü c h o , s e ñ o r , favorece vuestra M ig e s ta d un preso. B m p . Q u ando es el preso tal R e y , el sentir es justa le y 50 pena. R ey N otable exceso ! Sale el Duque con u m caxa , y Carlos de Lanoy con tohalla y copa. Aquí está el dulce, Llegad. Duque.TLas lágrimas son despojos del sentimiento en los ojos. Bmp.Oom.3i vuestra Magestad: qué se dice de Borbon? Come el Rey y bebe. Lanoy. H o y le estamos esperando. E m p. T e n g o d is p u e s to , en Il&gaado, poner ñn á esta prisión: el viage se prevenga, A l Duque. correrá por vuestra mano volverse á Francia' mi hermano: no es justo que Madrid tenga, sin merecerlo , tal bien, tantos dias detenido. Rey. Su favor me ha saspeodido, ñ f, quanto temí su desden. E m p . C ó m o vuestra Magestad se s ie n te , hermano y señor? Viinse el Duque y Cárlos de Lanoy. R :y . Este agas<íjo y amor pertu rbó la enfermedad: y a depuesta su arrogancia hu y ó el mal ; y claro está, porque á quién no vencerá el que venció á un R e y de F ra n c ia ? N otab le batalla fué, hermano ia de Pavía. R ey. F ué en dia de San Matías. Riéndose. E m p . T engo con él mucha fe: pero qué dirá , señor. Pescara en em peño t.into, si se le atribuye al Santo, y no á su esfuerzo y valor ? Í?^>'.Hubo muchas ocasiones para prenderme en la empresa; faltáronme m u y apriesa Italianos y . V alo nes. E m p. O bien h aya un Español, que nunca en la ocasion falta! Rey. Bien h a y a un Francés , que exálta cu fama hasta el mismo Sol. Siempre España , h . n n a n o , tleae un no sé qué de valor, con que se hace superior. Rey. Eso á Francia le conviene; y no es aquesto arrogancia, porque en los tiempos pasados no tuvo España Soldados como los Pares de Francia. Valientes Soldados fuéron; mas allá los h a y á pares, pero en España á millares, y asi el número cxcediéron. E s t o no es para negar; y sino en las ocasiones, por mi vida , quántos nones hubo para cada par ? Quién con R oldan compitió? Em p.(^\j\éti pudo igualar al Cid? R e y .Y á D urandarte e» la l i d? E m p .Y á Bernardo quién llegó? Oliveros fué valiente, pocos hombres tuvo ¡guales. E m p . Al C on de Fernán Gonzalac nadie excedió en lo valiente. ^ Rey, 26 La Batalla de Pavía, R ey. D e D a rd ín , al sin seguudo valor , inclinado e sto y. E m p . Fernán C ortes de M o n ro y me conquistó un nuevo M an do . Cario M íg n o en la cam p a ñ a filé un asombro soberano. .E ot/) . Por lo méiios Cario M ágno no prendió algi3n R e y de E sp añ a; pero juzgad , qoe son tres en el mundo celebrados por lo6 mas diestros Soldados, y de m ayor corazon. R ey. H éctor en primer lugar, y Alexandro en el stgutido, que <iquesie sujetó üI mondo coD aliento singular, y aquel á T r o y a admiró. E m p . Está bien ; pero y a espero saber quát es el tercero. Q u á l es el tercero? y o . Bueno : desapasionado juzga vuestra Magestad: siendo mi preso , en verdad, que es mucho haberme olvidado. Si y o le tengo vencido, lugar no mereceré e ntre los tres? R e y .Y o juzgué n o mal , á !o qoe he entendido: bien está de esta manera, que á no ser h o y prisionero, n o me pusiera el tercero, que el primero me pusiera. E m p . Eso sí , cuerpo ee Dios, n o falte el brio jamas. Presto , C á r lo s , lo verás. ap> Em p.M .¿\oi amigos los dos ap. hemos de ser. Salen el Duque y Carlos de Lanoy. D uque. Ya Borbon, s e ñ o r , de Italia ha venido. E m p . Yo escribí á mis Capitanes, que me enviaran aviso, habiendo hecho consulta de los tratos y partidos, que fuesen mas convenientM á la paz que solicito, y con Borbon lo remiten. Si se sieute con alivio vuestra Magestad , pasemos á mi q u a r to , que de él mismo la resolución sabrémos del Papa , Italia y amigos. V a m o s , s e ñ o r , que despoes de esta visita , que estimo, me siento mejor. Emp.'EX Cielo dilate esa vida siglos. Vanse salen L isarda y Lobon. L o b o n .T m io rigor con L o b o n ? tanta extrañcza conmigo, qoe un mes ha que no nos vemos ? L is. Camarada , e sto y perdido: no es para mí aquesta vida, que me consumo y aflijo de verme envuelta entre Damas, y a componiendo los rizos, y a el solimán preparando, y a adobando el abanillo, y a guarneciendo el tocado, y a arrevolando el hocico, «on tantos melindres , que si o y e n algún estallid« de arcabuz , la dueña tiembla, y se hace toda un ovillo; ia menina se amortece, la D am a , con un Dios mió, se desm aya ; quando y o me alegro tanto en oirlo, que no h a y música que mas me .deieyte los oidos, que los golpes de las caxas, y de las balas los silvos. V i v e D io s , que algún demonio me traxo á España. Lobon. Q uedito, Dam a carretera , votos echas ? L is. E s to y sin juicio. Lobon . t e riñe el G uarda-D am as? X/x. El otro día me dixo, que advirtiera no sé qué ceremonia. Lobon. Y hubo chirlo? ZíV. N o , pero de uo torniscón le deshice los colmillos. Todas me llaman Diana, por lo escabroso y arisco: quando me enojo ias Damas tiemblan de m í , vive Christo. Lobon. Qué es lo que te enfada mas de y prisión deJ Rey Francisco. de Palacio? X / V .T o d o , amigo, me molesta ; pero á todo hallo consuelo y alivio: solo cna cosa no puedo re m e d ia r : si el butecillo veo sacar para lavarse, á un poco de agua remito la limpieza de mi rostro: sí el papel de color Hno, le rompo , y con dos puñetes me arrebolo y martirizo; si se tocan , no me toco; a! f í n , tod o lo resisto: solo resistir no puedo ona cosa , como he dicho. Lobon. Y quál es? X ú . U n a porfía d e un D uque , que á fuer d e lindo .me pK ten dú enamorar. L olo n . Q uerrá casarse contigo, y en eso poco te agravia: un papel traigo del mismo, y por mí le has de Ie«;r. L is , Y o papel ? estás sin juicio ? qué te has metido á alcahuete? qué su alcahuete te hizo ? romperéle ; pero no, Toma el papel* no sea de desafío, que si toca á le y del duelo, será el responder preciso. Lee. Mi bien. Ofeez-o al deraonfo quien te escribió y te ha traido: no sabe mas de mí bien. Rásgale, y en pasando el apetito, mi bien se vuelve en mi mal, m u y falsos , si ántes m u y finos. D i que le beso;:- Lobon. Eso quiere el D uque. L is La mano digo, y que me tiene cansada el alma con sus cariñ'>s; que no le quiero ni quiero quererle. S xle Cárlos de Lanoy, Lanoy. V e n g o perdido por Lisarda , que ya el D uque to do el suceso me dixo. Señora ? Lisarda mia ? X » . M i a ? pues quién se lo ha d icho? X(7Mo>. Perdonad , si en conoceros grosero anduve y remiso, »7 quando os hablé el o tro día, que en esos ojos divinos ;ibsorto , mudo y sospenso:;L is . Basten , señor , los delirios. L a tt.Y o os adoro. ZrV.Hacéis m u y mal. Lobon.lBA César y el R e y Francisco v ie n e n . Tocan caxas y clarines , y salen el E n tper ador i el Rey ^ Borbon de camino con unos papeles i el D uque y acompaña­ miento por un la d o , y por el otro M a r­ g a rita , Leonor y D am as , y se sien­ tan las Infantas y los Reyes. B orbon.(jizw s e ñ o r , despues de consultados los dichos, se resolviéron en esto. E m p L se d , porque el R e y Francisco mi hermano se determine. R ey. Fuerza me ha de ser cumplirlo. L ee Prim eramente ; que vuelva ia concordia á sus principios, asentando paz perpetua los dos R e y n o s. Q ue Francisco, Ch.'istianísimo de Francia R e y , M onarca esclarecido, entregue todas las Plazas, Fortalezas y Presidios, que ocupa en Italia ; y luego renuncie el derecho antiguo, que al D ucado de B.orgoña dice que tiene. Q ue él mismo, siempre que el Cé^ar augusto E m perador Cárlos Quinto, hiciere guerra en Italia, le ha de ayudar prevenido con diez mil hombres de guerra; y si le fueren precisos aquestos cargos al R e y , en rehenes de cumplirlos entregue al Delfín d e Francia y á los L ifm tcs sus hijos. E m p. V u e stra Magestad , qué die«? R ty Las condiciones admito, a ñ a d e n i o una. Emp.Q^okX e s? Rey. Q ue alcance el afccio mío lograrse en dulce himeneo con la L .f a n ta , á quien estimo p o r Fénix de la hermosur^i, y 28 Za Batalla de Pavía, y hermana de Cárlos Q uinto. M m p .Q ú é dicc la In fa n ta ? León. Siempre mi voluntad sacrifico á tu Magestad. Emp.SQré de aquestas bodas padrino. M arg. Así la paz se eterniza. L is. Yo lo contrario colijo, que en siendo los dos cuñados, han de ser mas enemigos. Leen. L ogró el amor su esperanza, ap. o y ó el Cielo mis suspiros. Señor , merezca la mano, en premio de mis servicios, de Lisarda. E m p . D ad la mano al V i r e y , Lisarda. Capit. Estimo el honor con que agradeces mi casa , César invicto. L is .Y o lo agradezco , mas no quiero casarme. D u q . Perdido ap. estoy . B m p .Ñ o veis que os lo mando? L i / . X i se acabáron mis brios: obedezco com o esclava tu y a ; m a s , César invicto, quién es marido d e quien? Sori;ou,S 2ñor f y o vengo ofendido d - i V i r e y Cárlos L ano y, pues faltando á los designios de todos tos Capitanes, traxo á España al R e y Francisco, el premio tiranizando <áe la hazaña que a o hizo; con vuestra R eal liceocia, gran señor , le desafio. £ m p . B d iti. L .inoy.'V ive Dios::E m p . Q ué es esto ? XiV.Siñor Borbon , y o no digo que aquí no tendrá razón; AIqícÍ 9. pero y o por mi m ^ r ld ', con su licencia ó sin eiia, saldré al campo , vive Christo. Cap. CaWx f atrevida. Prended á Borbon. Rey S e ñ o r , suplico á tü Magestad perdone su atrevimiento , nacido del desso de agradarle, y zelo de su servicio. Fuerza es que y o le perdone, se ñ o r, con tan gran padrino. Rey. Y o sosegaré el enojo. V a m o s , se dará piincipio á u a torneo , que celebre estas bodas. Rey. Yo lo estimo, porque ensayos d e la guerra son ñestas del R e y Francisco. É ntranse f y salen el Emperador ^ t i R ey , L eonor , Mai^sarita y D am as 4 un bahon , y a l son ae c.tx.%s y clarines entra por un Palenque el mantenedor , y tornean los que pudieren , y dase fin d la Comedia , diciendo T odos.Y a q u í , Senado , da fin, si es que ha acertado á sestirof, la Batalla de Pavía, y prisioQ dei R e y Franeiscov F IN en la Imprenta de la Viuda de Joseph de Orga , Calle de la Cruz Nueva, junto al Real Colegio del Señor Patriarca, en donde se hallará esta, y otras de diferentes Títulos. Año 17^ 3. C on L icen c ia : E n VAtENCiA ,