813989. . Segunda Sala. Sexta Época. Informes. Informe 1960, Pág. 94. SUPERFICIARIOS MINEROS. No es legalmente correcta la argumentación aducida por el Juez a quo, relativa a que el derecho preferente del superficiario surge hasta en tanto la autoridad competente declara que las sustancias a las que se refieren las solicitudes respectivas, son concesibles; pues si el artículo 16 de la Ley Minera establece que el derecho de preferencia deberá ejercitarlo el dueño del suelo "dentro del plazo de sesenta días a que alude el artículo 58" de la misma ley, es obvio que el interés jurídico del propio superficiario surge tan pronto como eleva su solicitud de concesión relativa, en los términos del citado artículo 58, pues es lógico y racional pensar que la sola presentación de su solicitud lleva imbíbito su interés jurídico en obtener, preferentemente a otras solicitudes, la resolución favorable con relación a la suya. Por otra parte, es lógico pensar también que si su derecho preferente lo deduce siempre en relación con otra u otras solicitudes presentadas por otros diversos interesados, ello se debe, por un lado, a que todas las solicitudes presuponen encontrarse en el caso de las fracciones II, IV y V del artículo 1o. de la Ley Minera, o sea que las mencionadas solicitudes se refieren a sustancias que los interesados consideran como concesibles, y por otro, a que dichas solicitudes presuponen también que las sustancias de que se trata deben exportarse precisamente en el terreno del que es legítimo dueño; y siendo ello así, es obvio que su derecho preferente surge, no como equivocadamente lo sostiene el inferior, hasta en tanto se determina que las sustancias a las que aluden las otras solicitudes de concesión diversas a la del superficiario son o no concesibles, sino desde el momento mismo en que el citado superficiario deduce su derecho preferente, y ya anteriormente se ha dicho que este derecho debe deducirlo en un término de sesenta días contados desde que tiene conocimientos de la solicitud de concesión respecto de la cual el propio superficiario estima que tiene preferencia. De aceptarse el criterio del Juez a quo, se llegaría al extremo inadmisible de hacer nugatorio e inútil el procedimiento administrativo llevado a cabo con relación a las solicitudes presentadas por personas distintas al superficiario, pues, de acuerdo con dicho criterio, después de tramitado dicho procedimiento, e incluso, después de resolverse el mismo favorablemente a aquellos solicitantes, hasta entonces el superficiario podría deducir su derecho, cosa a todas luces ilógica, ya que, examinándose el derecho preferente del superficiario simultáneamente a las solicitudes de los terceros, es como se puede resolver con toda oportunidad legal dicho derecho, y correlativamente, sobre las otras solicitudes, sin que el procedimiento de que se habla sufra afectación alguna. Establecido precedentemente que al quejoso sí se le afectan sus intereses jurídicos con los actos reclamados, procede revocar el sobreseimiento decretado por el Juez a quo. Amparo 2672/60. Compañía San José de la Calera, S. A. 17 de agosto de 1960. Unanimidad de cinco votos. Ponente: Felipe Tena Ramírez. Secretario: Manuel Rodríguez Soto. -1-