Cien años de la Escuela Militar de Cadetes Viernes 01 de Junio de 2007 00:00 Por coronel Luis Alberto Villamarin Pulido Publicado el 1 de Junio 2007 12:42 PM en el Diario del Tiempo de Bogotá-Colombia http://www.eltiempo.com/blogs/analisis_del_conflicto_colombiano/2007/06/Cien-aos-de-laEscuela-Militar.php El aluvión de guerras civiles, conflictos internos, inestabilidad política, odios fratricidas y desgobiernos, sucedidos después de la independencia de España, sumió a Colombia en un fenómeno crónico de enfrentamientos armados que pusieron en vilo la institucionalidad y el orden político vigente, con la circunstancia agravante que las Fuerzas Militares de aquellas épocas aciagas, hacían parte de fracciones banderizas y sus cuadros de mando formados en el quehacer castrense sin amplio fundamento científico militar, eran parte de uno de los dos partidos tradicionales. Terminada la absurda y desangrante guerra de los mil días, el general Rafael Reyes se propuso profesionalizar el Ejército colombiano, sentar bases jurídicas y organizativas de un Ejército Nacional apolítico, a partir de una escuela de formación regida por principios y fundamentos legales de servicio a la nación, sin importar el color político del gobierno de turno. Para el efecto fundó la Escuela Militar de Cadetes el 1ª de junio de 1907. Con el apoyo de misiones chilenas, alemanas, suizas y con el envío de oficiales a estudiar ciencias militares en otros países, la Escuela Militar se fue estructurando hasta constituir un modelo de formación castrense en todo Latinoamérica. Quienes hemos pasado por sus aulas, patios de instrucción, pistas de entrenamiento, 1/4 Cien años de la Escuela Militar de Cadetes Viernes 01 de Junio de 2007 00:00 laboratorios de estudio y pertenecido a las filas del Ejército Nacional, expresamos en nombre de todos los colombianos la gratitud del país por la patriótica visión que se inculca la cadete, como referente ético para continuar la carrera de las armas y alcanzar el grado de general de la república. El cadete es un joven imberbe que abraza la profesión de las armas, se prepara para servir a Colombia en ambientes y situaciones difíciles, inclusive a costa de su propia vida. Esa es la filosofía y esa es la convicción básica de todo alumno de la Escuela Militar. Cien años después de fundada e instituida para formar los oficiales que comandarán los cuerpos de tropa a lo largo y ancho de la geografía nacional, la Escuela Militar mantiene en alto el ideal democrático, la apoliticidad y la convicción de servicio, sin importar las condiciones y las dificultades propias de una democracia erosionada. A lo largo de un siglo de existencia han desfilado por la Escuela Militar personas valiosas y colombianos insignes, quienes dentro o fuera de los cuarteles han coadyuvado a construir el tejido nacional, proporcionar seguridad ciudadana o generar empleo desde la empresa privada en condición de oficiales retirados. La oración de la milicia de Pedro Calderón de la Barca, es referente para el cadete de ayer, de hoy y de mañana. La responsabilidad, la iniciativa, el compromiso, el cumplimiento, la honradez, la honestidad, la caballerosidad, el valor y muchas virtudes más, son pilares básicos que los comités de incorporación buscan en el perfil de los aspirantes y luego son norma de obligatorio seguimiento por los cadetes. El ascenso a Alférez constituye un paso fundamental en la carrera de quienes aprenden a mandar a partir de la obediencia y el respeto a la dignidad humana, al mismo tiempo que se estructuran los conocimientos y habilidades en los campos táctico, técnico, físico, sicológico, administrativo y operacional. Al cabo de tres o cuatro años de permanencia en los claustros de Rionegro, el cadete recibe el sable que lo acredita como oficial de la república, lo cual le confiere el honor de portar las armas de la república, entrenar y comandar soldados en combate, administrar recursos en las unidades de destino y laborar en aras de la esquiva paz entre los colombianos. 2/4 Cien años de la Escuela Militar de Cadetes Viernes 01 de Junio de 2007 00:00 El día de la graduación, el curso de oficiales desfila ante la bandera de guerra y el resto de cadetes en estricta parada militar. Las emotivas gargantas de los nuevos oficiales entonan orgullosas. “A Colombia la patria querida, tan hermosa cual Dios la formó, consagremos con alma aguerrida, vida, sangre y dicha y honor…Ser cadete es magnífico nombre que demanda luchar y vencer, libremente escógelo el hombre que en su orgullo no supo temer…. Cual muralla la patria bandera, nuestros pechos tendrá por sostén, e inmortal trocaráse quien muera, por su gloria, su fuero y su bien” Ya en las batallones, los jóvenes oficiales inician el tortuoso peregrinar en busca de la paz asediada por el terrorismo comunista o la violencia de las autodefensas, ambas financiadas por el narcotráfico y estimuladas por un insaciable apetito de destruir lo bueno que tiene Colombia. Cien años después de su fundación en los viejos cuarteles de San Agustín en el centro de la capital, la Escuela Militar de Cadetes José María Córdova, continúa inmersa en la ineludible labor de preparar los futuros oficiales encargados de buscar la paz y la concordia entre los colombianos, es decir en pos del mismo propósito que inspiró la intención del presidente Rafael Reyes. Por desgracia parece ser que que en el concepto de la verdadera paz no hemos evolucionado nada después de un siglo. Analista de asuntos estratégicos Escritor-estratega www.luisvillamarin.com 3/4 Cien años de la Escuela Militar de Cadetes Viernes 01 de Junio de 2007 00:00 4/4