Bosque Caimán - africa en el aula

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Bosque Caimán
La noche en la que el tambor retumbó la libertad
hacia el mundo entero1
Augusto Perez Guarnieri (2009)
Liceo Victor Mercante (UNLP)
perezguarnieri@yahoo.com.ar
Agosto de 1791, en los bosques de Haití2 retumban los tambores de la resistencia. Cimarrones,
viejos y jóvenes de diversos orígenes se congregan, se unen, se miran. Transpiran resistencia,
exudan bronca y angustia por el maltrato recibido, se agitan con el recuerdo de sus orígenes
perdidos…
Una hoguera mantiene encendida una esperanza, un deseo… los tambores retumban en los
troncos de los árboles y elevan sus palabras hacia el cosmos, invocando a todos los ancestros, a
todas las deidades, en todos los idiomas posibles… Libertad!
El bosque palpita, el bosque se agita, el bosque habla, el bosque suena, el bosque grita…
El bosque es un tambor…
Desde todos los puntos, siguen llegando esclavos y cimarrones. Cecile Fatiman, una joven mulata,
sacrifica un cerdo negro y con un machete en la mano, comienza a cantar y bailar mientras
distribuye la sangre del animal degollado…
Boukman, el jefe cimarrón de la resistencia, invoca a los ancestros y ante la multitud expectante
impulsa a los esclavos a la lucha:
“Oídme bien todos, el Dios que ha hecho el sol que nos alumbra desde los alto, que levanta el mar y hace
rugir el trueno, ese Dios, digo, nos está mirando escondido en lo alto de una nube. Ve lo que hacen los
blancos. El dios de los blancos pide crímenes, el nuestro quiere buenas acciones. Ahora bien, este dios que
es tan bueno nos ordena venganza. Dirigirá nuestro brazo y nos asistirá. ¡Arrojad la imagen del dios de los
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blancos, sediento de nuestras lágrimas, y escuchad la libertad que nos habla al corazón!”
En medio de ese gran tambor que fue el Bosque Caimán, negros, mulatos, esclavos, cimarrones,
juran morir por la libertad antes que continuar viviendo bajo la opresión esclavista, dando origen a
la insurrección que derivaría más tarde en la proclama de la abolición de la esclavitud y luego la
independencia de la colonia, constituyéndose en la primera y única revolución de esclavos que
triunfó.
1
Artículo publicado en www.africaenelaula.com.ar.La imagen:“Ceremonia del Bosque Caimán”, de André
Normil
2
3
En aquel momento “Saint Domingue”, Colonia Francesa
Hurbon, Laënnec (1998). Los misterios del vudú. Barcelona: Gallimard.
El evento no es menor, constituye un antecedente histórico importantísimo y fundacional en
cuanto a la abolición del comercio transatlántico esclavista que sustrajo a millones de vidas del
continente africano y las implantó de forma degradante en América.
La historia de Haití es tanto interesante, como compleja y angustiante. El hecho de haber sido el
epicentro del triunfo negro, la ha sumido luchas permanentes, en exclusiones de los organismos
internacionales, en ocupaciones e intervenciones foráneas4, en la negación de su propia identidad,
en increíbles procesos como la “Campaña antisupersticiosa” orquestada por la Iglesia Católica,
cuyo fin era exterminar la religión vudú, uno de los principales cultos afroamericanos, tal como
podemos observar en las cartas pastorales del obispo de Cap Haïtien en 1896, en el fragmento que
a continuación se transcribe:
“[…] Mas nos enfrentamos a la idolatría. Numerosos haitianos rinden a dioses imaginarios el culto soberano
debido al único Creador. ¡Y bien sabéis, hermanos míos, en qué medida se ha extendido esta plaga en los
últimos años![…]
¿Qué decir del perjuicio causado a nuestro honor nacional con esos apegos a viejas observaciones africanas?
Me falta valor para responder a esta pregunta; tenedlo vosotros, os lo ruego, para escucharme. Un
periódico dominicano decía, en 1892, que Haití era la única potencia americana que todavía tenía magos y
bailes africanos, y concluía diciendo que el país es un pequeña Guinea trasplantada en América, así como la
vergüenza de los Estados americanos. Esto es lo que tienen derecho de escribir de nosotros; y sabéis que aún
se dicen cosas peores. […]
Resumo en dos palabras, y concluyo. La nación haitiana está enferma, profundamente enferma; sufre de
paganismo; el mal, es cierto, carece de raíces profundas en el alma del pueblo, pero de todos modos lo
cansa, lo sacude, consume sus fuerzas, como esas fiebres lentas que, sin revestir al principio ninguna
gravedad, agotan al enfermo, y acaban por conducirlo a la tumba. Y, además, nuestro mal es un mal
vergonzoso, nos deshonra más de lo que nos arruina. Mientras el vudú exista entre nosotros, vano será
cualquier esfuerzo de hacernos pasar por una nación verdaderamente civilizada. Por lo tanto, cueste lo que
cueste, tenemos que defendernos de ese chancro, tenemos que declarar la guerra sin cuartel a ese ejército
de maleantes […] cuya existencia, por sí sola, constituye para nosotros una deshonra. No quiero dejar este
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recinto sin haberos enrolado a todos en el combate contra esos enemigos públicos.”
Si continuamos investigando, podemos también observar los alcances de esta campaña en
términos de desprestigio de la religión vudú, en las películas que la industria norteamericana
produjo y que muestran a Haití como una tierra de Zombies (muertos en vida con los ojos en
blanco y los brazos extendidos que aterraban a jóvenes blondas americanas)6.
Más allá de la historia de Haití, el objeto del presente artículo es el de recordar por qué el 23 de
agosto, se instaura como el Día Internacional del Recuerdo de la Trata de Esclavos y de su
Abolición7.
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Estados Unidos ocupó el país de 1919 a 1937, desprestigiando su cultura y aniquilando sus tradiciones, basando esta
intervención en la imposibilidad de los negros de gobernarse solos, dominados por la superstición y la barbarie. Entre otras
acciones, los marines americanos destrozan los templos vudú.
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Op.cit. Hurbon (1998)
“I walked with a Zombie” (Jacques Tourneur, 1943) es una de las primeras películas masivas de terror.
Circular CL/3494 del 29 de julio de 1998 dirigida por el Director General de la UNESCO a los Ministros de cultura,
invitando a todos los Estados Miembros a organizar actos el 23 de agosto de cada año.
Pregunto al lector: ¿Puede ser esto considerado como una conmemoración más? En su escuela, en
su ciudad, en su país… ha recibido noticias de una mención a esta fecha?
No sería casual que las respuestas sean negativas, ya que la esclavitud continúa siendo otro de los
grandes olvidos de los programas escolares y de la vida social. El tratamiento que se da a este
tema, está más bien vinculado con una especie de racismo caritativo8 que considera al proceso
como consecuencia de la idea de progreso, de evolución. Es importante destacar, que las
consecuencias de este proceso esclavista, son heridas abiertas y visibles no solo en nuestra
América sino también en nuestra madre África. Nuestra sociedad occidental debería iniciar un
proceso de cambio profundo, de reflexión permanente, que permita –por ejemplo- comenzar por
reconocer a los afrodescendientes como parte integrante y activa de nuestra identidad.
Sería importante que particularmente en nuestro país, la Argentina, pudiera repensarse el ser
argentino, desde una perspectiva integradora del aporte africano y americano originario,
superando la visión de un país hecho a imagen y semejanza de una parte de la Europa blanca, en
la que pareciera ser irrelevante e innecesario hablar de “negros”, aunque haya sobradas pruebas
de la presencia de una afrodescendencia cuyos orígenes se remontan a la época colonial9.
De la misma manera, América Latina sufre de esta idea del blancamiento como sinónimo de
progreso y sigue condenando a las comunidades afrodescendientes a la marginalidad, creyendo en
ideales foráneos y esperando mesías rubios y de ojos celestes. Duele.
Es imposible revertir esta situación con patéticas muestras de sorna social, reflejadas en actos
escolares que con corcho quemado y pañuelos en sus cabezas reproducen la estereotipada
imagen de negros sonrientes abocados a tareas domésticas y artísticas mientras el hombre blanco
hace grande a la Nación.
El 23 de agosto de 1791 fue el día en el que el bosque fue un tambor que generó un gran cambio.
No tengo dudas de que esos vientos aún soplan desde el Bosque Caimán hacia el mundo, y que
nuestras Escuelas deberían hacer retumbar esos tambores, para que entre todos podamos
reconocernos y revalorizarnos como parte de una sociedad necesitada de otros aires, de otros
tiempos, de otros…
8
Término que refiere a la idea de pensar en el otro como un hermano sí, pero un hermano “menor” que necesita nuestra
ayuda. Hugon, Anne (1998) La gran aventura africana, exploradores y colonizadores. Barcelona: Gallimard
9
Al respecto, el antropólogo Pablo Cirio, ha escrito numerosos artículos que pueden consultarse en la web.
También se destaca la labor de asociaciones como Misibamba (www.misibamba.org)
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