diariodesevilla.es 11/08/2016 La arquitectura que deja la crisis El arquitecto Honorio Aguilar se ha convertido en referente del 'Upcicling', un estilo que aboga por el ahorro energético y el reciclaje La crisis nos ha hecho parecernos más a los países nórdicos. La necesidad de reciclar, para evitar mayores gastos, ha permitido que a la hora de construir una vivienda o rehabilitarla se empleen materiales que años atrás hubieran acabado en una cuba de desechos. El arquitecto sevillano Honorio Aguilar es un abanderado de este estilo, que se enmarca dentro de la corriente Upcicling, cuyo fin principal es consolidar la construcción sostenible, que reduce el consumo energético y aprovecha los recursos naturales. En Sevilla, varios inmuebles han desarrollado este estilo que, además, aporta un sello de distincion a las viviendas. "La arquitectura sostenible en Sevilla tiene aún que desarrollarse bastante para llegar a los niveles de los países nórdicos", refiere Honorio Aguilar. Este arquitecto recuerda que fue hace tres años cuando en Dinamarca se acuñó el término Upcicling. "Se trata de transformar los materiales de desecho en productos de mejor calidad", ahonda Aguilar, quien incide en que dicha transformación permite reducir las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera "sin que se perjudique la calidad del proyecto". Los países nórdicos, en este sentido, constituyen un referente. No sólo porque la mayoría de los arquitectos sigan estos principios en el diseño de una vivienda, sino porque los ciudadanos exigen que se apliquen cuando los contratan. "La conciencia sostenible está muy arraigada en esas sociedades", detalla Aguilar. Sevilla, aunque sin llegar a ese nivel de desarrollo, no se ha quedado rezagada y ya se encuentra en la senda. La crisis, y la consiguiente necesidad de ahorro, ha provocado que los clientes que acuden a un estudio de arquitectura exijan el mayor reciclado posible de los materiales existentes, ya sea para una rehabilitación o para levantar un inmueble de nueva planta. "Estas circunstancias han permitido que la capital andaluza se alinee con el estilo constructivo que empieza a imperar en Europa", refiere Aguilar. "Se trata de apostar por la sostenibilidad y por el aprovechamiento al máximo de infraestructuras". Esta filosofía arquitectónica permite ahorrar hasta un 10%, como mínimo, en los costes de una obra. "Algo que, además de suponer un aliciente en la cuenta final, también lo es para el entorno en que vivimos", apostilla el arquitecto sevillano. Dentro de este estilo, hay una serie de materiales que se vuelven imprescindibles. En la construcción impera la madera, que tiene menor "impacto ambiental" en su producción y ciclo de vida. Unida a ella se encuentran las pinturas y tratamientos. Deben ser naturales. diariodesevilla.es 11/08/2016 Se descarta el empleo de disolventes o sustancias que perjudiquen la capa de ozono. En este apartado cobran especial protagonismo los residuos como elementos básicos para la construcción. Proceden de diversos sectores como las canteras de mármol o pizarra, los industriales (ceniza y lodos) y los urbanos. En este último tipo el listado resulta bastante amplio. Actualmente se fabrica hormigón a partir del caucho reciclado de los neumáticos usados. También se emplean los lodos de las depuradoras de aguas residuales para fabricar ladrillos. Otra opción es mezclar los restos de madera y corcho (polvo o serrín) con fibras vegetales -tales como el bambú o el coco- para convertirlos en material aislante. Un aspecto a tener en cuenta desde el primer momento en el que se construye una nueva casa es la orientación que debe tener respecto al sol. Si se vive en una ciudad, como Sevilla, de elevadas temperaturas durante buena parte del año, lo aconsejable es que las habitaciones estén expuestas lo menos posible a los efectos del astro rey. Dicha orientación permitirá hacer un uso reducido de la refrigeración eléctrica. A la hora de elegir los colores, también se debe intentar que reflejen la luz natural, en lugar de absorberla, por lo que también se consumirá menos electricidad. El diseño debe ir, de igual modo, enfocado al ahorro energético: aprovechar azoteas con vegetación, piscinas urbanas o paneles solares. En cuanto a la decoración, se pueden reciclar azulejos antiguos y puertas para combinar elementos modernos con tradicionales.