LA OPOSICIÓN A LA GUERRA EN LA LUCHA POR LA PAZ

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LA OPOSICIÓN A LA GUERRA EN LA LUCHA POR LA PAZ
El trabajo del SERPAJ y Pérez Esquivel.
Memoria de hechos y dichos Por la Paz y la Noviolencia
No fueron muchas las personas ni las organizaciones sociales que
alentaron sin dudar a la PAZ como el medio indicado para sostener los
reclamos de soberanía de los argentinos.
Por PAZ entendemos un concepto dinámico que lleva en sí un proceso
de realización de la justicia en los distintos niveles de relación humana. Según
la definición de Adam Curle, la paz se acerca cuando hay un alto nivel de
justicia y un bajo nivel de violencia directa.
Particularmente Adolfo Pérez Esquivel, representante del SERPAJ en
América Latina y laureado como Premio Nobel de la Paz en 1980, trabajó de
manera perseverante para buscar una solución no violenta al conflicto de las
islas Malvinas, preservar la paz y finalmente reanudar con los legítimos
reclamos de la Argentina por vía diplomática. En el momento en que se inició la
guerra de Malvinas, Adolfo se encontraba en Washington DC en búsqueda de
una resolución pacífica a los conflictos que se desarrollaban en Centro America
y para apoyar al movimiento de “santuarios” para refugiados salvadoreños en
EEUU.
Si bien todas las actividades de Adolfo fueron generalmente ignoradas y
censuradas por la prensa argentina, se podía leer en el EXCELSIOR de México
del 7/4/82: en una conferencia de prensa en Washington, se informó que Pérez
Esquivel “envió un telegrama dirigido a la Reina Isabel y a la Primera Ministra
Margaret Tatcher pidiéndoles “el cese inmediato de toda acción contra
Argentina por la flota naval británica y que inicien negociación”. Y en el miso
periódico del 10/4/82, se comentaba que “el Premio Nobel de la Paz,
argentino, cumplió ayer 10 días de huelga de hambre frente a la Embajada
Británica como protesta por la agresividad inglesa en el conflicto...”
Posteriormente, participó activamente en el "Barco por la Paz a
Nicaragua" y en otras misiones de Paz internacionales siguiendo siempre el
principio de noviolencia.
El principio de noviolencia implica justamente una “forma activa de lucha
contra la injusticia hacia una sociedad en paz, que parte del respeto a la vida y
que hace de la coherencia fines y medios su estrategia y condición para su
eficacia. Renuncia a la violencia y al engaño como medio”. En este sentido es
que el SERPAJ dirige sus acciones durante el conflicto.
Desde el comienzo Pérez Esquivel se manifestó en contra del conflicto
armado con Gran Bretaña. Sin embargo esto no significaba una renuncia al
reclamo de soberanía argentina sobre las islas.
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En este marco, el Premio Nobel también escribió cartas a la Primer
Ministro Margaret Thatcher, a la Cámara de los Comunes y al embajador de
Inglaterra en EEUU, solicitándole el inmediato cese del fuego y la solución del
conflicto por vías diplomáticas.
Por su parte Adolfo Pérez Esquivel, lanzó una campaña llamada
“Campaña de Solidaridad”. El primer objetivo de dicha acción se basaba en
salvar vidas y afirmar la paz tratando de incrementar la toma de conciencia
internacional y así detener la guerra. Esta empresa propuso el cese del fuego,
un pedido de tregua, la suspensión de las sanciones económicas y la
intervención de Naciones Unidas. De la misma manera resaltaba la importancia
geopolítica de las Malvinas.
En la campaña se ratificaba la oposición al régimen autoritario y la
política llevada a cabo por el gobierno de facto sin dejar de lado el reclamo de
soberanía. La campaña solicitaba también la restitución de las instituciones
democráticas. A su vez, se rechazaba también la actitud norteamericana de
apoyo a Inglaterra. El Serpaj publico una cartilla con estos diferentes puntos
(“Servicio en la Información”, Año 2, nº 3, mayo 1982). Un cable de la agencia
DyN sobre esa campaña fue publicado en el diario Río Negro de General Roca
del 5 de junio de 1982 con el titulo “Gestión de paz de Perez Esquivel”.
Entre las diferentes acciones llevadas a cabo por Pérez Esquivel, se
encuentra una entrevista con el canciller Nicanor Costa Mendez en el Palacio
San Martín alrededor del 16 de abril de 1982. Esta fue la primera vez que un
ministro de la dictadura militar recibió a Adolfo. De acuerdo con Pérez Esquivel,
“la reunión fue tensa entre largos silencios y palabras medidas”.
Principalmente, le reclamó sobre la situación de la guerra en las Islas Malvinas
y archipiélagos, las consecuencias para el país y la necesidad que el gobierno
militar acepte la Resolución 502 de la ONU. A esto el canciller contestó: “Esto
se nos escapó de las manos…., la situación se ha vuelto
incontrolable…Mañana llega al país el general Alexandre Haigh, Secretario de
Estado Norteamericano, sería conveniente señor Pérez Esquivel que se reúna
con el general”. Sin embargo, el Premio Nobel, rechazó esta propuesta en tanto
no era parte del gobierno y no compartía su política. Su única intención era
pedirle que acepten la Resolución 502 de las Naciones Unidas que establece el
retiro de las tropas argentinas y su reemplazo por los Cascos Azules, o fuerzas
compartidas1. En el periódico mexicano El Dia del 16/4/82, se decía que Adolfo
“informó hoy al canciller Nicanor Costa Mendez sobre las gestiones que realiza
a nivel internacional en procura de encontrar una salida pacifica al conflicto...”.
Y en el también mexicano “Uno Mas Uno” del 22/4/84, en una nota del enviado
René Delgado, figuraba lo siguiente: “Pérez Esquivel frente al problema de las
Malvinas: “el pueblo argentino sigue siendo un espectador y no un actor de lo
que hace el Gobierno” y “no se debe confundir el apoyo popular a la
recuperación de este territorio con un apoyo a la junta militar”. Puso en duda la
mediación que en el problema realiza Alexander Haig porque de el
1
Fuente: Entrevista con Adolfo Pérez Esquivel, Julio 2006.
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“francamente no se puede esperar nada”. “No tenemos un parlamento, no
tenemos una representación popular”, “Estamos viviendo bajo un estado de
sitio”, “sigue sin respuesta el problema de los desaparecidos, alrededor de 30
mil desde 1974”. La entrevista fue realizada en “la sede del Servicio Paz y
Justicia en América Latina, una vieja casona que es reveladora que la guerra
es mas un negocio que la paz y en cuyo vestíbulo una calcomanía de un fusil
partido por la fuerza de una flor parece una sonrisa en medio de la propaganda
pro bélica que cada día aumenta” (calle México 479)
Al mismo tiempo, el Premio Nobel Argentino tuvo la ayuda de otros
miembros pertenecientes a Movimientos de Paz de todo el mundo. Luego de
reiterados intentos de Pérez Esquivel de obtener la visa para ir a Londres -ante
la falta de respuestas por parte de Gran Bretaña- con el fin de hacer gestiones
de paz ante Margaret Thatcher, Adolfo decidió ir a Europa donde organizó
varias reuniones y unió el sostén de los grupos de paz y organizaciones
internacionales.
A fines de abril de 1982, Pérez Esquivel, junto al Premio Nobel de la Paz
de Irlanda Mairead Corrigan Maguire, lanzaron una declaración en nombre de
los ciudadanos de sus respectivos países solicitándole a los gobernantes
abdicar las armas y renovar una discusión pacífica de la controversia sobre la
soberanía de las Islas Malvinas.
Esta proclamación advertía sobre el peligro del crecimiento del conflicto
que empeoraba hora a hora. No solo la guerra en este caso aumentaría el
riesgo de un incremento de involucrados y costaría muchas vidas humanas y
destrucción, sino que también le daría mayor impulso al desarrollo de la carrera
armamentista, que ya aparentaba estar desarrollándose sin control social o la
voluntad del pueblo. Por esta razón, apelaban a los gobiernos de Gran Bretaña
y Argentina a resolver el conflicto inmediatamente de modo pacifico.
Desde París, el 9 de mayo de 1982, Adolfo Pérez Esquivel le escribió a
los grupos de Paz y Justicia de Gran Bretaña y a todos los que persiguen la
Paz, apelando con honestidad a enfrentar el conflicto entre ambos países
encontrando métodos paralelos y alternativas prácticas que lleven a la Paz
proponiendo con insistencia lo siguiente:
-El cese inmediato de todas las hostilidades;
-El establecimiento de una tregua para facilitar las negociaciones y evitar
continuar perdiendo vidas humanas;
-Que el conflicto sobre la soberanía de las islas Falkland (Malvinas) sea llevado
ante las Naciones Unidas para encontrar una solución diplomática que pueda
ser trabajada de manera justa y honorable.
En un Comunicado de prensa difundido por el Comité Católico contra el
Hambre y por el Desarrollo, al reclamo de cese el fuego, el pronunciamiento en
contra de la guerra y la reivindicación de la soberanía argentina sobre las islas,
Adolfo Pérez Esquivel agregó:
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‘- ya señale en mi país que la reivindicación argentina sobre las islas
Malvinas era legitima, están en una situación colonial que debe terminar;
esto no implica sin embargo una aprobación de mi parte de los métodos
empleados para la solución del conflicto. No sabemos si los
negociadores habían agotado todos los recursos de la diplomacia;
además, el uso de medios armados pone en crisis la capacidad del
derecho internacional para resolver conflictos de forma pacifica.
- la violencia engendra violencia y no contribuye a resolver los
problemas. Debemos interrogarnos no solo sobre las consecuencias de
una guerra, sino también sobre sus causas; tenemos como responsable
al Reino Unido por no haber acelerado las negociaciones de acuerdo
con las resoluciones anteriores tomadas por las NNUU.
- la situación colonial constituye también una violación institucionalizada
que es necesario resolver para evitar otro tipo de violencia y llegar a la
paz.
- quiero dejar claro que el apoyo del pueblo argentino a la reivindicación
histórica sobre las Islas no significa de ningún modo su apoyo al actual
régimen militar; este régimen, como ya lo dije en mi país, no es ni
representativo del pueblo ni democrático, ha llevado políticas
antinacionales y anti-populares en el campo económico y social: también
debe responder por la situación de millares de desaparecidos, presos y
victimas de la represión que ejerce
- Europa debe conocer esta situación interna, que nuestro pueblo ha
luchado y seguirá luchando por la democracia’2
Para mayores datos, transcribimos un memo del CCFD:
“Nota del Comité Católico contra el Hambre y por el Desarrollo (CCFD,
sigla en francés)
Fecha: 10 de mayo 1982
A falta de poder conseguir una visa para Inglaterra desde Argentina, a
través de la embajada de Suiza, Adolfo decidio ir a Europa para explicar sus
posiciones e intentar gestiones diplomáticas. Llego a Paris vía Ginebra el
jueves 6 de mayo, esa misma tarde se encontró con el director del Gabinete del
Ministro de RREE, entonces ausente de Paris. El viernes 7 fue recibido por Sr.
Pierre Beregovoy, secretario general del Eliseo. A las 13Hs, hablo con la
cadena de televisión francesa TF1, 8 minutos. En el noticiero de las 20hs en la
cadena Antena 2, en duplex con el embajador de Inglaterra en Francia, reitero
su pedido de visa para poder hacer una gestión ante la Sra Tatcher, junto con
Mairead Corrigan, irlandesa, Premio Nobel de la Paz.
Se organizó también una conferencia de prensa en el CCFD,
presenciada por numerosos periodistas.
2
Fuente: Comunicado del International Fellowship of Reconciliation de Alkmaar, Países Bajos
del 27 de abril, 1982; Statement by the Nobel Peace Price Laureat concerning the conflict with
England, 7 de abril, 1982; Nota del Comité Católico contra el Hambre y por el Desarrollo –
CCFD del 10 de mayo 1982.
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El 10 de mayo, Adolfo fue a Estrasburgo para establecer contacto con el
Parlamento Europeo.
El 12, estaba en Roma, volviendo el 13 tarde a Paris.”
En Roma, se entrevistó con Giulio Andreotti y tuvo con reuniones con las
centrales sindicales.
Mientras Adolfo estaba en Europa, el Diario Popular de La Plata del
8//5/82 anunciaba que el Servicio Paz y Justicia organizaba ese día una
celebración ecuménica por la paz, con la presencia de sacerdotes, pastores y
rabinos, en la casa Nazareth, donde se pidió por el cese inmediato de la guerra
Los periódicos mexicanos informaban de esas diferentes gestiones. Por
ejemplos: El Día del 14/5/82: “El Gobierno de Margaret Tatcher negó la visa de
entrada a Gran Bretaña al Premio Nobel de la Paz APE”, quien ofreció hoy
(13/5) una conferencia de prensa en Roma. Excelsior, 14/5/82: Perez Esquivel
en Roma se entrevistó con varios gobernantes y personajes (sic) europeos
“con el objetivo de contribuir a salvar vidas humanas y a lograr una solución
pacífica en la crisis de las Malvinas”
El 4 de junio hubo una conferencia de prensa ofrecida por Adolfo,
durante la cual anunció que gestiona una entrevista con el Papa, diciendo que
“la misión del Papa por la paz puede ser importante, pero si también, aparte de
las autoridades, toma contacto con el pueblo”. No fue el caso... En el Excelsior
del 5/6/82 se refiere al tema: Adolfo Pérez Esquivel pidió audiencia al papa
Juan Pablo II durante la visita que éste realizará en Argentina la próxima
semana. Habló de la necesidad de concretar un tratado Latinoamericano con el
propósito de declarar el Atlántico Sur una “región desmilitarizada”. Se refirió a
la “campaña internacional que ha iniciado a favor del cese inmediato del fuego
en el conflicto por las Malvinas e insistió en propiciar una tregua que permita el
retiro de las tropas de ambos países, el fortalecimiento de la acción de las
negociaciones diplomáticas en Naciones Unidas, el levantamiento de la
sanciones económicas contra Argentina y el rechazo a la militarización del
Atlántico Sur y de la instalación de bases militares en la región.”
En cuanto a las repercusiones de las actividades a favor de la paz de
Perez Esquivel en Argentina, se puede mencionar un largo reportage de Miguel
Briante en “El Porteño”, Año 1, nº 5 de mayo de 1982. También una notita en
La Nación y Crónica del 20/5/82, que transcribimos: “Perez Esquivel. Paris, 19
(EFE). El argentino Adolfo P. Esquivel, premio Nobel de la Paz 1980 denunció
en Paris al gobierno británico por negarle el visado para entrar en Ingaterra.
Perez Esquivel señaló que “Inglaterra se ha convertido, junto con Paraguay y
Chile, en uno de los tres países que me han impedido entrar en su territorio
nacional”. En este mismo sentido, uno de los miembros del “Consejo Británico
para la Paz”, el inglés Tony Smith, que acompañaba al pacifista argentino,
señaló que “el gobierno de Margaret Tatcher tiene miedo de lo que un hombre
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como Pérez Esquivel pueda decir al pueblo británico y ha llegado a manipular
la información como lo hubiera hecho el propio Goebbels en la Alemania nazi.”
Uno de los mayores problemas hasta el momento del conflicto fue la
falta de compromiso o profundidad en las negociaciones y la inhabilidad de las
Naciones Unidas de proponer una organización para imponer políticas que se
extendieran a una solución pacífica de esta controversia. Al mismo tiempo
quedó evidenciada, luego del conflicto, la desproporcionada fuerza británica en
comparación a la limitada potencia económica y armamento militar a
disposición de los argentinos.
ACCIONES DESPUÉS DE LA GUERRA
El trabajo continuó mucho después de finalizada la guerra. Hubo
denuncias de soldados desaparecidos y se utilizaron todos los métodos
disponibles para averiguar si todavía se encontraban con vida prisioneros
desaparecidos en las Malvinas. El 16 de junio de 1982, Perez Esquivel
mandaba un telegrama a los Lores Brockway y Soper, de la Camara de los
Comunes de Gran Bretaña con este texto: “Solicito interceder para liberación
de todos los prisioneros guerra argentinos en Islas Malvinas y pleno respeto al
derecho de los mismos. Stop. Paz y Bien. Adolfo Pérez Esquivel”.
Meses más tarde, por la BBC se emitieron programas donde se afirman que se
encontraban 23 soldados prisioneros, y hasta se identificó en la transmisión un
soldado llamado Fabián Edgardo Siri, que la marina daba por desaparecido.
Es así que se contactó con Myrtle Solomon, presidenta de la
organización pacifista y antimilitarista “Internacional de Resistentes a la
Guerra”, escribió a la Primer Ministro de Gran Bretaña, Margaret Thatcher
adjuntando una carta que Perez Esquivel le había escrito para la Primer
Ministro, con la intención de poner en su conocimiento ciertos factores de la
guerra y así poner un fin.
En su carta Pérez Esquivel transmite la preocupación por los militares en
servicio que aparentemente estaban siendo detenidos en las islas, así como
también informaba con más detalle sobre aquellos que habían ya perdido sus
vidas en el conflicto y habían sido enterrado en las Islas. El Premio Nobel de la
Paz, en representación de los familiares de las víctimas, requería información
precisa sobre la condición de vida o muerte de sus familiares. La preocupación
también se extendía a la búsqueda de sobrevivientes del buque General
Belgrano que presumiblemente habían sido entrevistados por la radio de las
Islas Malvinas el 24 de octubre de 1982. La pregunta que se hacía era clara:
¿Hay todavía detenidos argentinos en las Falklands (Malvinas),
Sandwich del Sur y Georgia del Sur? Y de ser así, sería posible que se envíen
los nombres de estas personas para transmitírselo a sus familias.
¿Cuáles son las medidas que el gobierno inglés tiene previstas para que
estas personas regresen a sus hogares de origen?
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Posteriormente, el 20 de enero de 1983 la Sra. Solomon recibió la
respuesta del Ministerio de Defensa Británico quien afirmaba entender los
reclamos de los familiares argentinos, no obstante aseveraba cumplir con todos
los requisitos establecidos por las Convenciones de Ginebra. Informaron que
11.400 prisioneros fueron repatriados en Junio, tan pronto como terminó el
conflicto armado. Así como alrededor de 600 personas caratuladas como
prisioneros especiales permanecieron bajo custodia británica hasta julio
(momento en el que el gobierno argentino a aceptó ‘de facto’ el cese de las
hostilidades).
Además, desde el Ministerio de Defensa Británico afirmaron haber
contactado al gobierno argentino para consultarle acerca del destino de los
combatientes argentinos caídos sin obtener ninguna respuesta.
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