PAGINA 60 | SOBRE EL LIBRO OBJETO SOBRE EL LIBRO OBJETO | PAGINA 61 Objetos antifuncionales hechos para ser contemplados, pensados en busca de un significado y gozados estéticamente Indagaciones en torno al Libro-objeto. Por Victoria Bianchetti odemos decir que la controversia surge a partir de que algunas personas creen que un libro, para ser considerado un libro, debe comportarse en todos sus aspectos como tal. De otra manera no es un libro sino algo diferente, como una escultura. Es aquí donde aparece el “libro objeto”. No tengo ninguna duda de que con el tiempo la gente se dará cuenta de que objetos o esculturas que fueron inspiradas por o tuvieron una gran influencia del “objeto fetiche conocido como libro” van a poder ser considerados como “libro de artista” a pesar de no cumplir en todos los aspectos la lista de lo que conforma un libro tradicional. Es obvio que el público se encuentra ante una obra diferente. Esta obra asume las propuestas heredadas de Duchamp declarando todo lo no artístico como artístico. Así, mediante la apropiación de un objeto cotidiano, el artista le da un nuevo nombre y lo firma haciéndolo suyo, presentándolo como obra de arte en sitios socialmente aceptados como espacios dignos del arte. Tal es el caso del tan famoso urinal. P De esta manera Duchamp se convierte en el padre del arte moderno. El objeto ha revolucionado el concepto de arte. El nombre de objeto fue dado por los surrealistas (Breton, 1935). Hoy podemos considerar al objeto como una técnica artística autónoma. Materiales que no se concebían como apropiados para la expresión artística son incorporados como válidos e idóneos. El arte objetual ha sido el primer punto de partida de la reivindicación del “principio collage” y de la apropiación de la realidad convertida en obra de arte. Las diferentes modalidades reseñadas del arte objetual, desde el ready made hasta los movimientos recientes, identifican los niveles de la representación y lo representado, borran las diferencias establecidas por los principios tradicionales de la representación. La reflexión entre los dos niveles icónicos habituales se desplaza hacia las propias relaciones asociativas de los objetos entre sí y respecto a su contexto interno y externo. No interesa para nada el objeto elegido aislado, encerrado en sí mismo, a no ser en sus transformaciones irónicas, satíricas, críticas o puramente estéticas. Abriendo el objeto, así, un inmenso campo de investigación en donde justamente estas características actúan como motores. El arte objetual alcanza su plenitud en sus posibilidades imaginativas y asociativas (el azar, el juego), libres de imposiciones, en el preciso momento en que el fragmento, objeto u objetos desencadenan toda una gama de procesos de dación de nuevos significados y sentidos en el marco de su banalidad aparente. El objeto es funcional y se define por su uso. Se caracteriza por pertenecer a una serie de objetos idénticos, porque tiene una vida promedio, por ser sustituible y por ser de autor anónimo. En cambio, el objeto artístico está fuera del sujeto pero no como opuesto sino como proyección de su subjetividad en el mundo exterior. Tampoco está concebido para cumplir una función ni para ser manipulado de acuerdo con su uso. Son objetos antifuncionales, hechos para ser contemplados, pensados en busca de un significado y gozados estéticamente. Su nombre no implica una generalización sobre un conjunto: cada objeto lleva un título que le pertenece y que completa su significado (1). Por otro lado, la actividad disminuida del artista ha exigido una elevada actividad del espectador. El espectador se compromete de una manera directa frente a la obra. El receptor renueva sus mecanismos de interpretación y se ve obligado a reflexionar (2). Muchas veces el espectador está obligado a tocar, oler, escribir. Adoptando un carácter activo. Sin esta actitud la obra no está completa. El libro objeto vuelve a recuperar así el carácter alegórico o metafórico y los significados antropológicos más amplios conservando al mismo tiempo todas la cualidades del libro y del objeto artístico (3). NOTAS 1) Giunta, Andrea, Catálogo Muestra A. Nigro, Centro Cultural Recoleta, 2004. 2) Op. Cit. 3) Simón Marchán Fiz, Del arte objetual al arte de concepto.