Entrevista Carmen Salas para PARAULA

Adiós Estado, bienvenida Comunidad
José Pérez Adán
Entrevista:
¿ Por qué y para quién ha escrito el libro?
El texto es fruto de las peticiones formuladas en los últimos Seminarios Internacionales
de Comunitarismo (Paipa, Colombia, y Santiago de Chile), en la línea de disponer en un
solo volumen de las ideas programáticas y los desarrollos que hemos venido haciendo
sobre el comunitarismo en publicaciones diversas. El libro trata, por otra parte, de
responder a los interrogantes que se vienen formulando en foros académicos sobre si el
comunitarismo tiene respuestas, no solo teóricas sino también prácticas, para los retos
planteados en las sociedades contemporáneas.
En este sentido pienso que Adios estado, bienvenida comunidad interesará tanto a
estudiantes e investigadores en ciencias sociales: economía, derecho, políticas, etc.,
como al público en general interesado en los avatares de la vida política y la
participación ciudadana.
Hasta ahora el comunitarismo se ha visto como algo muy ligado a la figura de Amitai
Etzioni y los comunitaristas o neocomunitaristas americanos, ¿cree usted que esta
ideología tiene un discurso válido también para Europa y el resto del mundo?
Es verdad que el comunitarismo se ha presentado en los Estados Unidos como una
alternativa cultural, social y política a un desaforado individualismo, que podemos decir
que es una característica de ciertos planteamientos vitales mayoritarios en ese país. Sin
embargo, el individualismo es un defecto que tenemos presente en muchos países con
sus secuelas de insolidaridad, exclusión, desigualdad y aislamiento. Estos efectos
perniciosos son, si cabe, más dañinos donde antes primaba una rica cultura comunitaria,
cual es el caso por ejemplo de los países de tradición hispánica. Aquí el individualismo
agranda los problemas de ausencia de lazos y de vínculos identitarios que acompañan el
deterioro del entorno familiar y comunitario más próximo. Vistas las experiencias
habidas me parece que el intento que algunos propugnan para que el estado sustituya a
la comunidad en la socialización de personas no es la mejor solución.
Su libro se muestra muy crítico con esa actitud, por otro lado frecuente en nuestro
entorno, de mirar para otro lado cuando se trata de estudiar asuntos espinosos como
son el contencioso del aborto o la experimentación con seres humanos, ¿por qué cree
que la propuesta comunitarista deba pronunciarse sobre estos temas?
No soy original en esto sino que sigo la pauta marcada por el fundador del
comunitarismo moderno Amitai Etzioni, si bien llego a conclusiones que él no ha
propuesto explicitamente. Etzioni, en su último libro Security First, publicado el año
pasado, argumenta que el principio de Primacía de la Vida debe de ser el centro de los
planteamientos en los que se apoye la acción pública en tiempos de macrocrisis. Etzioni
describe que estamos ciertamente en una época de incertidumbre global y que en ese
contexto hemos de agarrarnos a lo fundamental: la vida es lo primero. Yo, lo único que
he hecho, es trasladar la referencia de un conflicto armado de terrorismo global con
víctimas adultas, a otro de conflicto moral con víctimas minúsculas. El peligro es, no
obstante, el mismo: la deshumanización que conlleva el olvido de la primacía de la vida.
Pienso que el comunitarismo, que es un humanismo, puede ayudarnos a sortear el
problema.