Suplemento promocional • Jueves, 14 de febrero del 2008 5 Príncipes y princesas por un día El traje de los novios es uno de los elemento más cuidados de toda boda. Frente al gasto que supone un vestido o un chaqué, siempre cabe la opción de alquilarlo. U no de los grandes misterios de las bodas, lo mas comentado, para bien o para mal, y lo que más cuesta escoger es el vestido que lleva la novia. Tradicional o moderno, comprado o alquilado, ha de ser algo especial, ya que se convertirá en una de las referencias de ese día. En Consuelito llevan ya setenta años, y tres generaciones, vistiendo a la moda y con elegancia a miles de novias y novios que han escogido este veterano establecimiento ourensano para vestirse en el día de su boda. Este año se llevan los trajes de novia más armados, con capas, organzas, superposiciones y hasta volantes, de los que en Ourense, por lo que nos comentan desde Consuelito, no somos muy amigos. Sin embargo, son tendencia este año, como lo es también el velo y el escote palabra de honor, que se impone por aplastante mayoría a cualquier otro diseño. Siguen llevándose los trajes lisos y entubados, tipo sirena, y siguen consolidándose los trajes con color, incluso negro, aunque la tendencia para este año son los marfiles, los blancos rotos y los tonos cava. Escoger el vestido Encontrar el vestido adecuado no es fácil, aunque también hay lugar para las anécdotas. Frente a las novias que encargan su traje con meses de antelación hay quien lo mira veinte días antes de la boda e incluso el caso extremo de quien lo compró el día anterior. Sin embargo, lo normal es hacerlo con tiempo y para bien ser nos recomiendan hacerlo con tres meses hábiles de antelación. Una vez escogido el diseño se hace un prueba y unos días antes, con el traje ya hecho, una última para los retoques definitivos, tras lo cual se plancha y entrega. El número de pruebas depende también de si es un modelo hecho por encargo, en cuyo caso son más numerosas. El precio, por otra parte, es algo que puede resultar determinante a la hora de decidirse por un modelo u otro. Lo normal es que el vestido de la novia cueste entre novecientos y mil trescientos euros, aunque los hay más baratos y, por supuesto, mucho más caros. La opción del alquiler El coste del traje, tanto en el caso de las novias como en el de los novios, se reduce notablemente, incluso más de la mitad, si éste es alquilado. En Consuelito llevan setenta años vendiendo y alquilando trajes y, según explican, desde siempre se ha alquilado y lo hace más gente de lo que pudiera parecer. Últimamente es una opción que se plantean muchas personas, espe- cialmente los hombres, a los que les puede el espíritu práctico. La inmensa mayoría alquila el tradicional chaqué, pudiendo ser con la corbata ya hecha, porque el uso del traje es algo que los hombres, sobre todo los más jóvenes, han ido abandonando, y con él el uso de este complemento masculino. El caso es lucir impecables, tanto ellos como ellas, el tan esperado día de la boda.