“Usando las emociones para acceder al estado natural” por Ferran

Instituto Shen Dao – Acupuntura Barcelona
c/ Balmes 151, entlo 1ª - 08008 Barcelona
Telf. 93 292 01 06 – www.acupunturabarcelona.com
“Usando las emociones para acceder al estado natural” por Ferran Blasco Aguasca Las emociones nos hacen conscientes de la interacción entre los cuerpos emocional, físico, energético y mental. Cuando nos encontramos frente a una situación determinada, nuestro cuerpo mental, nuestros puntos de vista y creencias, emite un juicio que hace que el cuerpo emocional reaccione activando las sensaciones del cuerpo energético y generando cambios en el cuerpo físico, como por ejemplo: alteración en la respiración, ritmo cardíaco, tensión muscular y diafragmática, sudoración, etc. Por eso, observar las emociones y su proceso, sin dejarnos arrastrar por ellas, es una poderosa forma de investigar nuestra anatomía sutil y de alcanzar un estado de conciencia más libre de estructuras mentales y pensamientos. El siguiente ejercicio te será útil para ello. Es bueno especialmente para los momentos en que estás viviendo una reacción emocional, pero familiarizarte con él hará que experimentes el presente con más claridad en general:  Hazte consciente de tu respiración. No la cambies, no la juzgues. Simplemente observa el ir y venir de la respiración. Dedica los minutos que necesites a esto.  Una vez tu atención está más presente, gracias a haberte enfocado en la respiración, presta atención a cómo te sientes, a qué tipo de emoción estás experimentando. Pero no te “enrolles” con la historia que genera la emoción, sólo céntrate en el tipo de sensación que sientes. Si estás enfadado, triste, decepcionado, deprimido… ¿qué sensaciones físicas vienen con eso?  No intentes cambiar nada, tampoco suprimir, rechazar, negociar o juzgar. Simplemente observa lo que estás experimentando. Sólo la sensación física, no la historia. No queremos más drama ni buscar justificaciones o racionalizar nuestro estado. Simplemente reconoce qué es lo que estás experimentando. Amplifícala, adéntrate sin miedo, mírala de frente, no te escapes. Dedica los minutos que necesites a esto.  Cuando ya hayas reconocido la sensación con claridad, sin pelearla, sé amable con ella. Siéntela con un cierto grado de amabilidad. Esa amabilidad hace que puedas relajarte más en 1
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el presente, relajar las barreras defensivas y profundizar en la experiencia del momento. Dedica los minutos que necesites a esto.  Gradualmente reconócete como aquello que es testigo de esa emoción – sensación, como aquello en el centro de todo eso que está ocurriendo.  Sigue respirando, inhalando y exhalando, con amabilidad, sin rechazo ni oposición a lo que es, con cariño, mirando directamente a tu dolor, tristeza, ira,… a lo que sea que estás sintiendo, con amabilidad y cariño.  A medida que lo vayas haciendo, puede que vayas sintiendo una nueva sensación de apertura, de espacio, de ligereza. Puede que una sensación de comodidad se empiece a manifestar. Es posible que tu tristeza o ira, tu miedo, no haya desaparecido. Pero estás haciendo las paces y estás recuperando el sentirte a gusto, aún en medio de lo que parece una situación no agradable.  No te resistas a ese cambio, no sigas a tu mente si ésta busca justificaciones o sugiere cosas para recordarte que debes seguir triste, enfadado,…  Sigue profundizando en la sensación, con amabilidad y cariño, sin alterar nada, sin quitar ni añadir. Puede que esto te lleve a sentirte en el centro de un amplio espacio, puede que este espacio sea luminoso, o puede que no sea lo que sea, sigue profundizando en la sensación mediante tu respiración amable, cariñosa, rítmica.  A medida que profundizas, puede que sientas que la intensidad de la emoción ha cedido, que ahora hay una nueva sensación de espacio y claridad.  Sigue adelante con el ejercicio por el tiempo que desees. Al acabar vuelve a tu día, consciente de los cambios que se hayan podido despertar en tu estado. 2