20060122 EL SEMANAL 22 días sin fumar …y no me aguanto ni yo D.R. Se siente raro, no duerme y grita por todo. Lógico. Se está desenganchando. Usted es uno de los muchos españoles que apagó su último cigarro con la entrada en vigor de la nueva ley. No le prometemos que con este reportaje deje de fumar, pero le ofrecemos todos los trucos para pasar el mal trago. Ánimo, los expertos aseguran que lo peor ya ha pasado. DÍGAME QUÉ PADECE Y LE DIRÉ CÓMO SUPERARLO... 1. ANSIEDAD Y ESTRÉS Acorralado por las ganas • ¿Qué me está pasando? Seguro que se siente desbordado por la ansiedad que provoca la abstinencia. Dejó el tabaco al enfrentarse a una situación estresante: mala salud, falta de dinero, prohibición de fumar en el trabajo… Y la decisión ha aumentado el estrés inicial. • La ciencia dice… La ansiedad empieza a producirse al apagar el último cigarrillo a la par que el cuerpo elimina la última dosis de nicotina. Es el primer síntoma del síndrome de abstinencia. Según Allen Carr, autor del éxito de ventas Es fácil dejar de fumar, si sabes cómo, «es una especie de hambre, no por la comida, sino por un veneno: la nicotina». • ¿Qué puedo hacer? Sepa que la nicotina se elimina tan rápidamente como actúa. Cada minuto que logramos superar la dependencia, la ansiedad disminuye. Los médicos recomiendan ayuda psicológica, sustitutivos de la nicotina (parches o chicles) o inhibidores de la ansiedad, como el bupropión. • Trucos exprés. Cambiar de ambiente, salir de las situaciones que aumenten el estrés, respirar profunda y pausadamente, hacer ejercicio, dar un paseo o tomar un baño de agua caliente. 2. FALTA DE CONCENTRACIÓN No hago otra cosa que pensar en ti • ¿Qué me está pasando? La primera semana, nuestra cabeza está en otro sitio. Además de una dependencia, el tabaco era un hábito. De pronto no sabemos qué hacer con las manos, necesitamos levantarnos y nada mantiene nuestro interés mucho tiempo sin que nos domine el deseo de encender un cigarro. • La ciencia dice… La nicotina ejerce un efecto a nivel del córtex cerebral, incrementa la capacidad de concentración y de memoria y reduce el estrés. Nuestro cerebro se acostumbró, por eso, a trabajar bajo el efecto de la nicotina. Su drástica eliminación, agravada por la ansiedad, hace que al principio nos cueste más concentrarnos y perdamos agilidad mental y capacidad intelectual. • ¿Qué puedo hacer? Los síntomas desaparecerán al superar el síndrome de abstinencia y, a partir de la tercera semana, irán remitiendo poco a poco. No descarte la ayuda médica si la situación le desborda. • Trucos exprés. Casi no los hay. Si los necesita, pruebe con los sistemas para ejercitar la memoria de las terapias para el alzheimer. 3. IRRITABILIDAD Y NERVIOSISMO Con muy malos humos • ¿Qué me está pasando? La combinación de ansiedad, estrés y trastorno del sueño tiene su sistema nervioso a punto de explotar. • La ciencia dice… La nicotina reduce la sensación de estrés, pero no relaja. Por el contrario, aumenta el número de pulsaciones y altera el sistema nervioso. Su supresión radical subraya entonces situaciones de inseguridad, irritabilidad y nerviosismo, contrarrestadas antes por el tabaco. Superado el síndrome de abstinencia, gozará de mayor facilidad para la relajación tanto física como de la mente. • ¿Qué puedo hacer? El control mental y las técnicas de relajación son muy útiles. Tampoco descarte, durante un periodo corto y si quiere ir a mayores, el uso de tranquilizantes siempre, siempre que el médico lo recete y uno no esté tomando otra medicación. El ejercicio físico ayuda a descargar la adrenalina. • Trucos exprés. Apriete pequeñas pelotas de goma –mantiene las manos ocupadas y libera tensión– y cuente que está dejando de fumar, lo cual vuelve más comprensiva a la gente. 4. TRASTORNOS DEL SUEÑO Así no hay quien duerma • ¿Qué me está pasando? Que no pega ojo. Es normal que durante los dos primeros meses se padezca insomnio. Hay quienes, incluso, en sus sueños fuman, y quienes se despiertan hambrientos por la noche y atacan la nevera. • La ciencia dice… El fumador pasa cortos periodos de tiempo entre un cigarro y otro. Sus ocho horas de sueño como máximo. Al dejar el tabaco, este periodo de abstinencia se alarga más allá del límite de su deseo, fijado por su antigua adicción. Esa ansiedad hace que, durante las noches, uno se despierte o no pueda conciliar el sueño. • ¿Qué puedo hacer? De acuerdo al grado de perturbación del sueño que uno tenga, deberá recurrir a distintos tipos de relajantes. Los más naturales: la valeriana y las infusiones de tila. Existen compuesto químico que deben ser siempre sumistrados bajo control médico. • Trucos exprés. Haga ejercicio: caer rendido en la cama puede conducirle a una noche tranquila. Prescinda del café, de los refrescos de cola, del chocolate y de las comidas picantes. 5. BAJONES Y DEPRESIÓN Ya nada es lo mismo • ¿Qué me está pasando? Que se siente más alicaído que de costumbre. Tranquilícese. Si no preexiste algún tipo de depresión endógena, el cuadro depresivo suele ser leve. • La ciencia dice… La nicotina interfiere en el sistema dopaminérgico cerebral regulando las sensaciones de placer. Un corte brusco de esta sustancia puede provocar una sensación de inseguridad. Pero no hay que olvidar que la nicotina sólo regulaba esas sensaciones, que ella misma causaba, generándonos la necesidad de nuevas dosis. • ¿Qué puedo hacer? En caso de depresión leve, sólo el médico recetará. Hay varios fármacos con propiedades antidepresivas a base de bupropión e indicados en cuadros de tabaquismo con síndrome depresivo. Pero tienen tantos detractores como defensores. • Trucos exprés. El ejercicio físico segrega endorfinas, asociadas al bienestar y productoras de una estimulación similar a la de la nicotina. Produce mayor placer en el ex fumador, ya que aumenta la vasodilatación (antes obturada por la nicotina) provocándole un gran subidón. 6. AUMENTO DE PESO Hipnotizado por la nevera • ¿Qué me está pasando? Dejar de fumar nos hace engordar entre cuatro y 14 kilos. Ésta es, de hecho, una de las razones disuasorias por las que muchas mujeres y cada vez más hombres no dejen el tabaco. • La ciencia dice… La nicotina es una sustancia lipolítica: destruye grasas y disminuye el apetito. Estimula a su vez el metabolismo haciendo que éste funcione más rápidamente y gaste mayor energía. Al dejar de fumar, quemamos los alimentos más lentamente, y aunque comamos lo mismo, o menos, aumentamos de peso. Sólo una dieta extremadamente baja en calorías –muy, muy arriesgada para nuestra salud– evitaría que engordásemos. • ¿Qué puedo hacer? Una vez más, el ejercicio físico es la única fórmula aconsejada para quemar grasas e incrementar la función metabólica sin esperar casi un año a que se restablezca su ritmo. • Trucos exprés. No hay mucho que inventar. Los expertos aconsejan reducir en 200 calorías la ingesta diaria antes habitual e iniciar un programa de ejercicio físico durante el primer año.