MANIFIESTO DE DISCONFORMIDAD CON EL CONTROL PRESENCIAL La labor del docente sólo puede desarrollarse adecuadamente en un clima de libertad, respeto y confianza; en una atmósfera que promueva el estudio y la producción intelectual, lejos de imposiciones, desconfianzas y presiones. Nuestro trabajo no es sólo transmitir conocimientos dentro del aula. Realizamos una actualización constante del saber, que transmitimos al alumno. Somos investigadores, innovadores, creativos, alimentamos nuestro espíritu emprendedor, maestros, tutores, trabajamos en equipos docentes, actuamos desde la responsabilidad y la ejemplaridad, nos esforzamos para que nuestros estudiantes apliquen los conocimientos aprendidos. Nuestra profesión tiene un componente intelectual que requiere de un ambiente propicio para su adecuado ejercicio y que por su nivel de exigencia personal es imposible enmarcar en un horario predeterminado. El sistema de control presencial genera en todos nosotros, docentes de esta universidad, una sensación de desconfianza patente hacia nuestro trabajo y pone en duda nuestro compromiso profesional. El control horario del profesorado es incompatible con la dirección por objetivos, la flexibilidad horaria, la enseñanza on line, la atención personalizada al alumno, la conciliación de la vida personal o la innovación, pilares todos ellos de la UEM, conforme a la letra de nuestro modelo académico. A mayor abundamiento, el control horario del profesorado es inconcebible con un sistema de puestos de trabajo itinerantes. La UEM nos exige a los docentes flexibilidad, adaptabilidad e innovación y no solo ello, sino que transmitamos estos valores a los alumnos. ¿Cómo es posible entonces que la UEM nos imponga semejante sistema de control presencial, concebido de forma rígida, arcaica e impositiva? Por todo ello queremos manifestar nuestra más absoluta disconformidad con esta medida que consideremos obsoleta e incompatible con la docencia universitaria. Obsoleta, puesto que las medidas de control presencial inflexibles han sido no sólo descartadas del modelo empresarial del siglo XXI sino jamás implantadas en un ámbito universitario. Incompatible con la docencia universitaria, tradicionalmente caracterizada por el rigor científico y la intelectualidad, que tememos quedarán afectadas por las medidas de control presencial. Estamos convencidos de que nuestra jornada laboral queda sobradamente justificada con las horas de docencia, investigación, preparación de clases, correcciones, atención personalizada al alumno, innovación docente, gestión, formación, reuniones de coordinación, inglés, DPO, planes de acción tutorial, asignaturas on-line, …. Porque queremos y creemos que esta Universidad puede ser un referente, porque nos gustaría poder pensar en ella como un “best place to work”, porque queremos cumplir con los indicadores EFQM, porque creemos en nuestro trabajo y porque nuestro compromiso con la docencia es firme. Este manifiesto está respaldado por todos los miembros del Comité de Empresa y por los trabajadores firmantes en el anexo.