Visión y desengaño del mundo de Monipodio En Rinconete y Cortadillo, Cervantes consigue que el lector siga las aventuras con sus personajes, conduciéndole con ellos al desengaño mediante la metapicarización, por la que los personajes, al ver a lo que la vida de pícaros les puede llevar, se dan cuenta de que esa no es la vida que imaginaban. Por consiguiente, Rinconete y Cortadillo no pertenece al género picaresco ya que uno de sus fines es precisamente el desengaño de la vida de aventuras que presentan las novelas picarescas, a las que Rinconete y Cortadillo supera en verosimilitud, aunque esta es solo una de las diferencias existentes entre las novelas picarescas y Rinconete y Cortadillo. Entre las diferencias más destacadas están los propios personajes. La presencia de dos “pícaros,” su amistad, sus habilidades, su visión del mundo, el reconocimiento de sus actos y de las posibles consecuencias, su juicio sobre los ladrones y el desprecio de la falsedad de la cofradía de Monipodio y de la sociedad, su forma de apreciar los valores y sus edades. La narración en tercera persona y en el presente de los personajes es una de las genialidades de Cervantes con la cual consigue que sus personajes principales no lleguen a ser pícaros. La novela es tan diferente que hasta la crítica en general reconoce que no es una novela picaresca, aunque no hay un consenso de cómo catalogarla o denominarla. Entre otras, se la considera como antipicaresca, –seudo o –semi-picaresca, narrativa picaresca cervantina, novela pastoril y una combinación de la novela picaresca, la novela pastoril y los libros de caballerías.