el texto explicativo/expositivo

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Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo
EL TEXTO EXPLICATIVO/EXPOSITIVO
ISBN - 84-9822-381-4
Carmen Marimón Llorca
marimon@ua.es
THESAURUS: explicar, exponer, comunicar.
OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS: El texto narrativo,
el texto descriptivo, el texto argumentativo, el texto dialogal, el texto como unidad
comunicativa
RESUMEN O ESQUEMA DEL ARTÍCULO:
1. A qué llamamos explicar (y exponer).
1.1. Deslindes terminológicos: explicar, exponer, comunicar.
2. La organización del texto explicativo
2.1. La secuencia explicativa: hacer comprender
3. Las técnicas específicas de la explicación: definición, clasificación, reformulación,
ejemplificación, analogía, citación. La descripción técnica
4. La exposición como parte de la explicación.
4.1. Características de la exposición.
4.2. La estructura de la exposición.
5. Los procedimientos lingüísticos de la explicación.
6. Los fines de la explicación y el destinatario: de la divulgación a la información
especializada.
6.1. La explicación y el lenguaje científico-técnico
7. Tipos de textos explicativos.
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Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo
1. A qué llamamos explicar (y exponer)
La mayoría de las tipologías y clasificaciones textuales hacen referencia a una
actividad elemental relacionada con el hecho de comprender el mundo, que se suele
denominar, de forma poco precisa, exposición o explicación. En efecto, exponer o
informar, por un lado, y explicar, por otro, son actividades cercanas entre sí, pero como
se ha demostrado últimamente, no idénticas ni asimilables. Lo que aquí planteamos – y
de ello se hablará más detalladamente en este mismo apartado- es que la exposición
puede considerarse un tipo de organización textual mediante la cual se presenta
ordenadamente el objeto de la explicación, pero, lo que es más importante, la exposición
es un modelo organizativo que no sólo está asociada al texto explicativo, sino también al
argumentativo o incluso al narrativo, pues es su principal propiedad el mostrar aquello
que se quiere explicar, defender o refutar o, sencillamente, de lo que se va a hablar. Así,
aquí se hablará de la explicación como del modelo textual que se vale de la exposición
para conseguir su fin último: hacer comprender al otro un objeto complejo.
En términos generales podemos afirmar que los hablantes explicamos cuando
creemos que algo no está suficientemente claro o no ha sido comprendido por nuestro
interlocutor. Al acometer un acto explicativo, ponemos todo el empeño en aclarar ideas o
conceptos que ofrecen alguna dificultad. Nuestra actividad lingüístico-comunicativa
cotidiana se fundamenta en el hecho de que los demás van a entender lo que queremos
comunicarles, por eso, nuestro esfuerzo explicativo puede concebirse, al observarlo
desde la perspectiva discursiva, como una actividad dirigida a “hacer que el otro
comprenda” el hecho, la situación, el concepto sobre el que gira el discurso del hablante
tal y como ocurre en el ejemplo (1), donde mediante una reformulación introducida por «o
sea» el hablante intenta hacerse entender por su interlocutor:
(1)
62 <E1>: Bueno, ¿guardas algún recuerdo especial de la
escuela, del instituto?
63 <H2>: Pues, <fático = duda> lo que guardo especial es
que... los profesores, ahora, claro, acabo d<(e)> entrar en la
universidad y no sé cómo será, pero los profesores en el
instituto me parece que <sic> es una mafia y que (-->)... que
(-->) muchos son muy explotadores y (-->)... y que no te
<palabra cortada>, vamos a ver cómo me explico, o sea
que (-->) todo queda en ellos, y (-->)... y... aunque te dicen
que sí pero no, realmente no existen unos derechos de los
alumnos... definidos, o sea, eso es una tontería y es un
engaño. (COVJA)1
1
AZORÍN FERNÁNDEZ, D. y JIMÉNEZ RUIZ, J.L. (eds.)(1997): Corpus oral de la variedad juvenil
universitaria del español hablado en Alicante (COVJA), Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-2–
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Así observado, explicar se nos presenta como una actividad verbal no restringida a
acontecimientos demasiado concretos ni especializados, sino más bien implicada con
nuestra capacidad general de interactuar verbalmente.
Por otra parte, sin embargo, nuestra experiencia como hablantes nos indica que hay
determinadas circunstancias en las que la actividad explicativa encuentra plena
justificación y se convierte en la forma predominante de organización discursiva. Explican
los profesores, las lecciones de los libros o los estudiantes al resolver un ejercicio, y
también se explica cómo se ha realizado un experimento o por qué se produce un
determinado fenómeno. En los siguientes ejemplos (2), procedentes de un libro de texto,
es ese el sentido que se adjudica a la actividad explicativa:
(2)
“La explicación acerca de los fenómenos eléctricos que
manifiestan algunos cuerpos se encuentra en la naturaleza
de la materia...”
“A la vista de las dos experiencias que has realizado
(descritas en las ilustraciones): intenta encontrar una
posible explicación a los fenómenos que hemos descrito.”
Desde esta perspectiva, explicar parece estar asociado a la necesidad humana de
adquirir y comunicar conocimiento. En su libro sobre la explicación científica, Carl Hempel
(1979: 329) afirma que son dos las preocupaciones humanas sobre las que se ha
sostenido la investigación científica. Una, de naturaleza práctica: el hombre no sólo
quiere sobrevivir, sino mejorar su situación estratégica; y, otra, relacionada con su
curiosidad intelectual: el hombre desea, también, conocerse a si mismo y a su mundo. Si
aplicamos ese mismo razonamiento a nuestras posibilidades de procesamiento cognitivo
y de expresión lingüístico-discursiva podríamos decir que los seres humanos no tenemos
suficiente con observar transcurrir los acontecimientos en el tiempo –y narrarlos- ni con
relacionarlos en el espacio –y describirlos-, necesitamos, además, comprender el cómo y
el porqué se producen –y explicarlo-.
Explicar tiene que ver, pues, con la necesidad de hacer entender un concepto o una
situación. Explicamos cuando creemos que algo no está suficientemente claro o no ha
sido comprendido por nuestro interlocutor. Al acometer un acto explicativo ponemos todo
el empeño en aclarar aquellas ideas o conceptos que ofrecen alguna dificultad. Y es en
este sentido en el que la explicación está estrechamente unida a la actividad pedagógica.
En la enseñanza, tan importante como dar información y mostrar nuevos conceptos es
Albert.
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hacerlo de forma explicativa, es decir, orientar la presentación de la información de
manera que se adecue a las necesidades y los conocimientos de los destinatarios y haga
posible la comprensión. Así, por ejemplo, el índice de la Enciclopedia Ilustrada Timelife
(3) de tipo divulgativo, estructura su índice partiendo de preguntas que supone que
cualquier ciudadano medio no especializado puede realizarse sobre un tema:
(3)
5. LA ERA DE LOS MAMÍFEROS:
¿QUÉ ERAN LAS AVES DE PRESA GIGANTES?
¿CÓMO ERAN LOS PRIMEROS CABALLOS?
¿CÓMO EVOLUCIONARON LOS ELEFANTES?
¿QUIÉNES FUERON LOS ANTEPASADOS DE LOS
CETÁCEOS?
¿CUÁNDO VIVIERON LOS MAMÍFEROS MÁS GRANDES?
¿QUÉ MAMÍFEROS VIVÍAN EN AMÉRICA DEL SUR?
¿QUÉ OCURRIÓ DURANTE LAS GLACIACIONES?
1.1.Deslindes terminológicos: explicar, exponer, comunicar.
El ámbito científico-académico y del conocimiento en el que normalmente se ha situado al
texto explicativo –aunque, insistimos, explicar es una actividad verbal cotidiana - ha dado
lugar a una cierta confusión terminológica y conceptual entre la explicación y otra forma
de organización textual con la que guarda ciertas semejanzas: la exposición. El propio
Jean-Michel Adam, en sus trabajos de 1985 y 1987 hablaba de texte expositif y sólo en
1992, tras la publicación de los monográficos de las revistas Pratiques (1986 y 1988) y
Recherches (1990) dedicados a profundizar en la naturaleza de la explicación en el
ámbito de la didáctica, consideró la explication como una secuencia prototípica. En su
trabajo de 1997, Adam estableció la diferencia esencial entre ambas actividades:
mientras que en la exposición el objetivo es informar ordenadamente sobre una materia,
en la explicación el objetivo es hacer comprender a alguien cómo es, cómo funciona o por
qué se produce un hecho o actividad. A lo largo de una explicación puede incluirse la
exposición de algún aspecto mediante una descripción técnica o una descripción de
acciones pero es la finalidad general de la acción verbal discursiva –hacer comprenderla que da a un texto su carácter explicativo. En efecto, hasta la propia sintaxis de los
sustantivos explicación y exposición parece poner en evidencia la diferencia (Marimón,
2004). Así, mientras la explicación se «da» porque se «tiene» -te daré una explicación o
tengo una explicación para esto-, la exposición se «hace». Al exponer adoptamos una
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actitud mostrativa, informativa, cercana a una descripción conceptual. Una exposición
proporciona una base de conocimiento organizado y listo para ser utilizado en cualquier
sentido; pero al explicar, además, tenemos que desplegar una relación directa con una
determinada finalidad comunicativa. Se trata de una diferencia que podría parecer de
intensidad o de grado en la acción de comunicar, pero encierra diferencias profundas que
el propio diccionario refleja. En la actualidad, las definiciones del concepto explicar ponen
de manifiesto la necesidad de un destinatario en el que se complete el acto explicativo,
mientras que las de exponer, aunque también se nombre al receptor, hacen hincapié en
la actividad de un hablante que hace evidente su conocimiento.
exponer.
1. tr. Presentar algo para que sea visto, ponerlo de manifiesto. U. t. c. intr.
2. tr. Hablar de algo para darlo a conocer. Me expuso sus ideas sobre política.
explicar
1. tr. Declarar, manifestar, dar a conocer lo que alguien piensa. U. t. c. prnl.
2. tr. Declarar o exponer cualquier materia, doctrina o texto difícil, con palabras muy
claras para hacerlos más perceptibles.
5. tr. Dar a conocer la causa o motivo de algo.
2.La organización del texto explicativo
La vinculación que, como hemos repetido ya, posee el texto explicativo con el
ámbito de la ciencia y el conocimiento hace que, en muchas ocasiones, el estudio de su
organización se haya solapado con el del llamado «texto científico». De hecho van Dijk
en su obra de referencia La ciencia del texto (1983: 164) presenta lo que el denomina la
Superestructura (SE) del tratado científico que, básicamente según este autor consistiría
en una CONCLUSIÓN y su JUSTIFICACIÓN a la que se unirían un PLANTEO DEL
PROBLEMA Y UNA SOLUCIÓN. Es dentro del Planteo del Problema donde encontraría
su lugar la EXPLICACIÓN que serviría, en este caso, para plantear HIPÓTESIS y hacer
PREDICCIONES.
En un artículo sobre las características textuales del texto expositivo-explicativo,
Álvarez Angulo (1996) se hacen eco de la opinión de algunos autores de que, en
realidad, no hay una superestructura común para estos tipos de textos, “sino que se
ajustan a cinco maneras básicas de organizar el discurso: colección, causaconsecuencia, problema-solución (o pregunta-respuesta), comparación, descripción”
(Álvarez 1996:34). El propio autor presenta una propuesta que mostramos aquí:
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Definición-descripción
Clasificación-colección
Comparación y contraste
Problema-solución
Pregunta-respuesta
Causa-consecuencia
En todas estas propuestas, sin embargo, parece no distinguirse lo que es el esquema
organizativo-textual de lo que se pueden considerar técnicas propias de la actividad
explicativa/expositiva como podrían ser la clasificación, la definición o la descripción
técnica. Sin duda, el esquema más sencillo – y por ello, tal vez, el más aceptado- es el
que propone Coltier (1986) según el cual la explicación es un proceso que consta de tres
fases:
FASE DE CUESTIONAMIENTO + FASE RESOLUTIVA + FASE CONCLUSIVA
Por ejemplo, en el artículo “Preguntas Embarazosas” del suplemento dominical de EL
PAÍS, dedicado y realizado exclusivamente por mujeres, (07-04-02),
Lorena Berdún
habla de sexo y problematiza el tema orientándolo hacia las preguntas que las mujeres, a
distintas edades, se hacen sobre el sexo; concluye afirmando lo positivo de tener dudas y
preguntarlas. El artículo –que se reproduce aquí- responde al esquema básico de Coltier:
FASE DE CUESTIONAMIENTO:
“SEXO. Muchas siguen sin tenerlo claro. Los detalles «técnicos» de la primera vez, el
modo de emplear los anticonceptivos, el camino hacia el orgasmo”
FASE DE RESOLUCIÓN:
Las dudas de las mujeres sobre la sexualidad no parecen haber cambiado mucho.
-Las dudas de las adolescentes: ¿dolerá la primera vez?¿sangraré?
-Las dudas de las adultas: el embarazo, los anticonceptivos y el orgasmo.
FASE CONCLUSIVA:
“Lo más positivo de todo esto es que estas dudas tienen respuesta, y los problemas,
solución. Es mejor hacer las preguntas en voz alta, por absurdas que parezcan, que
siempre se encontrará a alguien que pueda resolverlas.”
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Un nivel mayor de complejidad es el que presenta la propuesta de Grize (1981 y
1990) posteriormente, como vamos a ver, recogida por Adam (1997) para la elaboración
de su secuencia explicativa. Grize (1981: 11) habla de «configuraciones explicativas» y
se refiere con este término a las operaciones lógico-discursivas que realiza el locutor al
construir su esquema explicativo. Según Grize, una esquematización explicativa debe
constar de tres momentos:
1) Construcción de una esquematización inicial Si al final de la cual un fenómeno del tipo
HACER o SER/DEVENIR se presenta sin respuesta
2) Introducción explícita o no de un POR QUÉ
3) Construcción de una prolongación Se de Si
La explicación así se entiende como un trabajo de transformación de objetos que
permite comprenderlos o hacerlos comprender.
2.1. La secuencia explicativa: hacer comprender
Partiendo de la propuesta de Grize, Adam (1997) presenta el siguiente esquema
secuencial:
Ei
¿por qué?
Ep
porque
Ee
¿cómo?
[Oc]
[Op]
Pe 0
Pe1
[Oe]
Pe2
Pe3
Según este modelo, Ei representa un Esquema inicial que hace referencia a un Objeto
complejo [Oc] que es aquello de lo que no se sabe y que, por tanto, se presenta como
algo oscuro o desconocido. Las preguntas son las que convierten ese objeto complejo en
un Objeto problemático [Op]; el esquema problemático [Ep] es el que nos lleva hacia el
esquema propiamente explicativo [Ee] a través del cual el Objeto complejo debe
convertirse en [Oe]: Objeto explicado, es decir, comprensible y claro.
En realidad el esquema secuencial del texto explicativo responde también al
esquema clásico en tres fases de Coltier que vimos más arriba. La fase de
cuestionamiento coincidiría con las dos primeras proposiciones (Pe0 y Pe1). La Pe0
puede incluso ser el título del texto: El universo, La gripe, Las propiedades del aloe-vera,
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etc. La Pe1 plantea aquello que se supone que se quiere saber o sobre lo que hay dudas:
¿cómo se formó el universo?¿por qué se contagia la gripe?¿qué parte del aloe debo
utilizar? Es entonces cuando tiene lugar la explicación propiamente dicha; a partir de la
Pe2 el productor puede desplegar todos los recursos mediante los cuales deberá aclarar
los problemas planteados y hacer entender a los destinatarios el contenido de la
explicación. La Pe3 representa la fase conclusiva y es el final de recorrido explicativo. En
ocasiones se hace referencia a las preguntas iniciales con el fin de asegurar que se ha
dado la respuesta, es decir, que se ha explicado: En definitiva, parece que fue una gran
explosión la que dio lugar....; debe, por tanto, tomar precauciones si está en contacto con
un enfermo...; toda la planta, pues, tiene propiedades curativas pero es en la gelatina de
las hojas....
En el siguiente texto titulado “Dolor de cabeza” no hay un cuestionamiento
explícito del problema pero, como vamos a comprobar, las Macroproposiciones están
organizadas como respuestas a las preguntas ¿qué es? ¿cuántas clases hay? ¿por qué
se producen? ¿qué hacer? En realidad el Oc “Dolor de cabeza” puede considerarse Oe al
final de la Mp3. La Mp4 puede considerarse, si no una conclusión propiamente dicha, sí
unas recomendaciones finales que tienen sentido sólo tras haber comprendido qué es un
dolor de cabeza.
ESCUELA DE SALUD
SANITAS
POR EL DOCTOR IGNACIO FERRANDO
El dolor de cabeza o cefalea es uno de los síntomas que con mayor frecuencia
sufren las personas. En la mayoría de los casos no suelen ser muy graves. Puede
ser primaria, como la migraña o la cefalea tensional, o ser el resultado de otras
enfermedades, como infecciones agudas, traumatismos craneales, hipertensión
arterial, trastornos oculares, problemas nasales o de garganta, dientes, oídos o
vértebras cervicales. Muchas veces no se encuentra la causa. El dolor se produce
por la presión o tracción que se provoca sobre las estructuras craneales sensibles
al dolor. La piel y músculos que cobren el cráneo, los nervios craneales y
cervicales, los vasos y senos sanguíneos y la cubierta de la base del cráneo.
Cuando las paredes de los vasos sanguíneos se dilatan o se contraen pueden
estimular las terminaciones nerviosas provocando dolor.
Decálogo para el manejo de las cefaleas:
Anotar la frecuencia, duración, localización o intensidad de la cefalea y los
factores agravantes y atenuantes
Tener presentes los síntomas asociados, como fiebre, rigidez de nuca,
nauseas y vómitos
Practicar ejercicios y técnicas de relajación
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Hacer ejercicio físico con regularidad, sin llegar nunca al agotamiento
Dormir lo necesario para cuada cual, ni más ni menos
No fumar, no beber alcohol en exceso y no tomar otras sustancias tóxicas
Tomar analgésicos tipo aspirina, paracetamol o iboprufeno suelen resolver
con eficacia las cefaleas agudas no complicadas
Las terapéuticas alternativas deben consultarse siempre con su médico,
aunque pueden ser de ayuda en ciertos casos
El diagnóstico de una cefalea crónica exige ayuda experta de un neurólogo
del internista
Consultar siempre con el médico de confianza
Pe0: Dolor de cabeza
Pe1: No está explícita, pero las preguntas que convierten el Oc en Op son: ¿Qué es?
¿Cuántas clases hay? ¿Por qué se produce? ¿Qué hacer?
Pe2: Mp1: Definción: “El dolor de cabeza o cefalea es....”
Mp2: Clases: “Puede ser primaria [ejemplos] o resultado de enfermedades
[ejemplos].
Mp3: Causas: “El dolor se produce por la presión o tracción que se
provoca...”
Pe3:Mp4: Cómo actuar:
mp1: “Anotar la frecuencia, duración, localización e intensidad...”
mp10: “Consultar siempre con el médico de confianza”
Para iniciar el proceso explicativo debemos partir, tal y como acabamos de ver, del
cuestionamiento del objeto complejo: ¿Por qué ocurre que se sufren cefaleas? Si de lo
que se trata es de que los destinatarios acaben “teniendo” un conocimiento sobre
cualquiera de estos hechos, el acto explicativo tiene que estar guiado por la necesidad de
engendrar conocimiento, de hacer comprender el asunto a esos destinatarios en
particular. Para conseguir la comprensión se efectuarán una serie de preguntas con el fin
de ofrecer un análisis detallado del objeto. Y es el conjunto de las respuestas gracias a
las cuáles el destinatario podría responder a su pregunta inicial sobre el objeto ¿por qué
ocurre que p? lo que constituye una explicación. Si, en efecto, aplicamos ese
cuestionamiento al texto anterior nos encontramos con una estructura que puede
formularse como:
El texto explica→ el dolor de cabeza
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→ qué es el dolor de cabeza
→ cuántas clases hay
→ por qué se produce
→cómo actuar
La práctica totalidad de los textos explicativos, tengan estos una función divulgativa,
persuasiva o estrictamente didáctica, o sean explicaciones de la vida cotidiana, pueden
reducirse a un esquema organizativo muy parecido al de arriba. El orden de las
preguntas, o su precisión, depende del elemento sobre el que recaiga el interés de los
oyentes, o en el que converjan los intereses del hablante –en el qué, en el quién, en el
cómo, etc-. Las reformulaciones, los ejemplos, las clasificaciones y demás recursos de la
explicación que veremos a continuación forman parte de la codificación de técnicas a las
que los hablantes recurren cada día para asegurarse de que están «dando» una
explicación, como vemos en unos ejemplos más del ALCORE2:
<E3>: <fático= asentimiento></fático>¿Y de la violencia que hemos estado
hablando antes, ¿qué piensas de la violencia?
<B2,H,3,Ba,EI,E>: Muy mal, <repetición>muy mal</repetición> porque el tema que
ha tocado antes Rafael tiene razón en la justicia, es la mayoría por lo menos
también opino igual, que la justicia está muy mal, <repetición>muy mal</repetición>,
porque es lo que ha explicado antes. Que se ve la violencia que se está viendo hoy
en día se ve mucho, no es ya culpa de policía porque ellos tienen sus
<repetición>sus</repetición> reglas, tienen sus cosas y tienen que hacerlas como,
<repetición>como</repetición> las tienen que hacer, y pero de qué valen de qué,
por ejemplo, <sic>detengas a unas personas en la cual estén en la calle</sic>o
que, por ejemplo, ahora mismo los detengas por un delito que sean juzgados o
estén lo que he dicho un tiempo en comisaría y luego dentro de <número>cuarenta
y
ocho</número>
horas
<número>un</número>
<número>tres</número>
en
comisaría
año,
años
y
están<pausa></pausa>.
<número>dos</número>
se
le
juzgue
por
Mejor
años
ese
delito
o
y
en<vacilación></vacilación> mientras tanto estén en la calle, o sea, eso es muy
injusto y todo va y yo creo que es la justicia, yo para mí que está muy mal hecha, yo
para mí que la justicia.
2
Azorín Fernández, D. (coord.) (2002): Alicante corpus de español. ALCORE, Alicante,
Universidad de Alicante.
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3.Las
técnicas
específicas
de
la
explicación:
definición,
clasificación,
reformulación, ejemplificación, analogía, citación
La explicación es sin duda una secuencia heterogénea y en su desarrollo concurren
elementos descriptivos, argumentativos y narrativos que en distinta medida y función
contribuyen a la consecución de sus fines. Aunque no hay unanimidad a la hora de
establecer una lista de técnicas explicativas, sí se pueden señalar algunos
procedimientos que facilitan y posibilitan la actividad explicativa. Calsamiglia-Tusón
(1999: 309-310) señalan los siguientes:
Definición: Consiste en la delimitación del problema. Al objeto que se quiere definir se le
atribuyen características que lo identifican como perteneciente a una clase. Son
frecuentes las expresiones verbales del tipo: se llama, se refiere a, se define como, está
constituido por, contiene, etc. Ejemplo: “Los ordenadores son dispositivos electrónicos
automáticos que realizan tareas complejas dividiéndolas en otras más sencillas que
resuelven con rapidez. Todos los ordenadores tienen cuatro partes básicas, llamadas
unidades:...” (El gran libro de consultas de EL PAÍS)
Clasificación: Según los criterios establecidos, se agrupan los objetos o conceptos en
clases o categorías. Ejemplo: “Los dos sistemas de navegación por satélite de alcance
global (GNSS) existentes en la actualidad son: El conocido como sistema americano GPS
(Global Positioning System). El sistema ruso denominado GLONASS (Global Navigation
Satellite System). (Revista de Ingeniería Aeronáutica y Astronáutica)
Reformulación: Sirve para expresar de forma más comprensible algo que se ha
nombrado en términos específicos. Es un procedimiento redundante pero imprescindible
para fijar conceptos y hacerlos comprensibles. Ejemplo: “La rosácea es una enfermedad
cutánea crónica y suele manifestarse en la cara, aunque en algunas ocasiones –las
menos- los síntomas se concentran en el cuello, tronco, brazos y piernas. Suele cursar en
brotes, es decir, los síntomas pueden surgir y desaparecer, pero tienden a agravarse con
el paso de los años.” (Salud mujer PRONTO)
Ejemplificación: Mediante los ejemplos se acercan a la experiencia del lector
formulaciones que de otra manera podrían resultar abstractas o lejanas. Ejemplo:
“unidades de entrada, por ejemplo el teclado, que proporciona información al ordenador;
unidad de salida, por ejemplo, el monitor, que muestra los resultados” (El gran libro de
consultas de EL PAÍS)
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Analogía: Mediante el uso de comparaciones y metáforas se ponen en relación los
objetos explicados o definidos con otros de distinto campo con los que mantienen algún
tipo de relación de semejanza.
Ejemplo: comparación: “Al igual que Sísifo, que sube indefinidamente su roca, la mujer
rebrota cada mes”
Metáfora: “La regla es una cita fallida entre el huevo y el útero”
Citación: Consiste en traer a la explicación voces expertas que confirmen y den
credibilidad al planteamiento explicativo. Ejemplo: “En opinión de Bruno Comby, autor del
libro «Control del estrés» (Ediciones Mensajero), la superación de un cuadro crónico pasa
por la alteración de los elementos que lo desencadenan” (Revista Woman):
La descripción técnica.
Las definiciones y las clasificaciones suelen realizarse con frecuencia mediante el uso de
descripciones de tipo técnico. La descripción técnica permite hablar con detalle y
precisión de un objeto o concepto. Se caracteriza sobre todo por el carácter enumerativo,
la claridad y la ausencia de juicios de valor,
lo que la convierte en un instrumento
altamente explicativo por su objetividad. Los ejemplos que ponemos a continuación son
definiciones que pueden entenderse como una descripción técnica en la que se
enumeran partes y propiedades de lo descrito:
()”El VIH es un virus que ataca preferentemente al sistema de defensas del organismo,
compuesto fundamentalmente por los linfocitos (B y T) y los macrófagos”
()”Una composición musical consiste en una melodía y su acompañamiento. Una melodía
consiste en una sucesión de sonidos con organización tonal y rítmica. La base de todas
las melodías es la escala musical. El acompañamiento de una melodía musical es una
serie de acordes. Un acorde consiste en un conjunto de sonidos de diferente frecuencia,
tocados simultáneamente. La armonía es el factor que se refiere a los acordes y su
fundamento es la consonancia: cuando se tocan dos o más sonidos simultáneamente y el
resultado es placentero al oído, el resultado es la consonancia y en caso contrario la
disonancia.”
Naturalmente todos estos procedimientos se utilizarán en función de las condiciones
pragmáticas de la explicación. Una citación puede ser una frase de Schopenhauer o un
“me lo ha dicho mi hermano mayor”. Las clasificaciones y la precisión de las definiciones
dependen de los conocimientos sobre la materia que tengan los destinatarios así como la
naturaleza de los ejemplos o la frecuencia de las comparaciones. Es el objeto de la
explicación el que debe guiar la selección y el uso adecuado de los recursos.
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4. La exposición como recurso explicativo.
Como podemos observar, las técnicas y métodos de la explicación y los que
tradicionalmente se han adjudicado a la exposición son en, buena medida, coincidentes,
y sus límites, en algunos momentos, difíciles de establecer con seguridad, en la medida
en que, como decíamos al principio, la exposición ordenada de un tema suele ser, de
hecho, parte del acto explicativo.
La tradición académica del texto expositivo ha señalado como características propias de
la exposición sobre todo aquellas que hacen referencia a la estructura y a la se ocupa el
siguiente apartado.
4.1. Características de la exposición.
En palabras de Ángel López, una exposición puede considerarse un enunciado cuya
función principal es informar rigurosa y objetivamente sobre algún tema (López, 1991).
No muy diferente es la definición de Miriam Álvarez (1995) que considera la exposición
como un tipo de discurso cuyo objetivo es presentar un tema de forma ordenada. Desde
este punto de vista, una de las claves de la exposición está en la adecuada
estructuración de los contenidos. Para Miriam Álvarez, sin embargo, todas las
modalidades expositivas comparten unas características esenciales:
-Entran directamente en materia
-Poseen una estructuración lógica
-Las partes mantienen una relación de causalidad
4.2. La estructura de la exposición.
Siguiendo el libro clásico de Marcos Marín (1985:18-20) se pueden distinguir cuatro tipos
de estructuras o esquemas válidos para textos de tipo informativo –expositivo:
ESQUEMA ANALIZANTE:
Consiste en exponer al principio una idea que intentamos demostrar o corroborar con
datos.
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ESQUEMA SINTETIZANTE:
En este caso, la idea final se deduce de las anteriores
ESQUEMA ENCUADRADO:
La proposición del principio da pie a una explicación que es también su conclusión de
manera que la idea final deriva de la principal.
ESQUEMA PARALELO:
En este caso las ideas no están subordinadas unas a otras sino que mantienen igualdad
jerárquica.
5.Los procedimientos lingüísticos de la explicación.
1)Núcleo clasificador: S + es + SN o S + tiene + SN
Según Adam estas estructuras tienen que ver con los procesos sintéticos o analíticos de
las representaciones conceptuales; así la estructura Sujeto (S)+ es + atributo
corresponden a la síntesis, mientras que S + tiene + complementos es una fórmula
analítica.
“La rosácea es...”La sangre es una suspensión de células...”Estos sistemas tienen una
primera característica diferenciadora...”
2) Uso de léxico específico
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La utilización de un léxico específico depende del tema pero, sobre todo, del nivel
explicativo en que nos encontremos. En cualquier caso, se trata de la utilización de un
vocabulario con el menor grado posible de ambigüedad, preciso, objetivo y claro. La
aparición de tecnicismos es inevitable y viene impuesto por la materia tratada pero
insistimos en que son los factores pragmáticos los que determinarán el nivel de
especialización de la explicación.
“sales minerales, ácidos, lactosa, bacterias, peristaltismo, proteínas...”.
3)Verbos preferentemente en presente de indicativo
El uso del presente de indicativo coloca la explicación en las coordenadas enunciativas
compartidas por los interlocutores, pero también sirve para darle valor intemporal y
universal a la explicación.
“los beneficios son..” “Se pueden realizar” ”Sólo se conoce una”
4)Subordinación sustantiva y adjetiva.
La estructuración sintáctica está determinada por el proceso explicativo que define la
secuencia. Son frecuentes las subordinadas
adjetivas -explicativas o especificativas-
cuyo sentido coincide plenamente con los fines de la explicación. Abundan en general la
subordinación y los períodos amplios que permiten la exposición y el desarrollo de las
ideas que se pretenden explicar.
“rica en sales minerales, que se separa de la leche...” “Mínimo contenido en grasas: 0,3%
que lo hace ser idóneo...”
Utilización
de
marcadores
del
discurso:
estructuradores
de
la
información
y
reformuladores y operadores discursivos.
Estos
tipos de marcadores junto con los conectores son los que permiten realizar
muchas de las operaciones propias del proceso explicativo: reformular una definición,
poner ejemplos, añadir información o introducir las causas o las consecuencias de una
función son los procedimientos básicos que hacen posible pasar de un objeto oscuro o
complejo –problemático- a un objeto explicado. La presencia explícita de los marcadores
no siempre es imprescindible, pero el tipo de relaciones que manifiestan y la orientación
argumentativa que proporcionan al proceso de comprensión los hacen muy convenientes
precisamente cuando el objetivo del texto es hacer entender un concepto.
“Por lo tanto puede ser consumido por personas que quieran quitarse unos kilos de peso”
“El principio teórico en el que se basan es el de la triangulación esférica. Es decir, si
conocemos la distancia....”
“....,por una parte, de la posición de los satélites (efemérides) y, por otra, del instante en
que fueron emitidas”
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“...existen importantes limitaciones cuando se quieren utilizar sus servicios para
aplicaciones críticas que afecten a la seguridad, tales como las de los trnasporte y, en
concreto, la aviación.”
6. Los fines de la explicación y el destinatario: de la divulgación a la información
especializada.
La importancia del destinatario para la actividad explicativa ha sido puesta en evidencia
desde la retórica clásica hasta la actualidad por todos los autores que se han interesado
por el tema. Para Hempel (1979: 418), por ejemplo, es el destinatario el que condiciona
toda la actividad explicativa hasta el punto de que “Una explicación A explica el hecho X a
la persona P1” pero que esa misma explicación de X podría no ser válida para P2, pues
P2 podría no necesitarla o no comprenderla. “En un sentido pragmático –continúa
Hempel- la explicación es una noción relativa: puede decirse significativamente que algo
constituye una explicación, en este sentido, para éste o aquel individuo”. Más aún, Grize
(1981) hace depender la eficacia explicativa del texto de toda la configuración pragmática
que rodea al evento: “un discurso explicativo no tiene realidad tomado aisladamente, es
decir, aislado de su contexto, de su referencia a otros discursos, de la situación que le
determina y donde él tiene sus efectos”. Explicar exige establecer previamente unos
parámetros claros de adecuación a los fines y los destinatarios pues sólo así la secuencia
explicativa cumplirá su función. En el siguiente ejemplo de ALCORE los hablantes se
plantean las posibilidades reales de explicar una hecho –de dónde vienen los niños- a
una niña: (7)
<B2,H,3,Ba,EI,E>: Que creo que es importante que den información no sólo eso
sino, una información que deberíamos dar, o sea a los niños, o sea enseñarles,
porque<vacilación></vacilación>, a mí, por ejemplo, es muy duro que mi hija me
diga: “papá, ¿cómo se hacen los niños?”, me entiendes, entonces yo.
<E3>: Sí, pues se lo tienes que explicar, pues bien claro.
<B2,H,3,Ba,EI,E>:
Pero
es
muy
duro
explicarle
a
una
niña
de
<número>ocho</número> años, explicarle.
<E3>: Porque algunas cosas no las entiende, pero siempre hay maneras.
<B1,H,1,Me,EI,E>: Yo tengo mi nieto que tú se lo explicas, pero tú le dices a mi
nieto que los niños vienen de Madrid.
<E3>: Y se ríe.
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6.1. La explicación y el lenguaje científico-técnico
De todo lo dicho hasta ahora se deduce la importancia que la información pragmática
posee en la elaboración de una secuencia explicativa. Una definición clara de los fines
comunicativos: ¿Cuál es el objetivo de la explicación?¿Con qué finalidad se realiza? Y
una hipótesis lo más aproximada posible sobre el destinatario: ¿A quién se dirige la
explicación? ¿qué sabe el destinatario? resultan imprescindibles a la hora de producir un
texto explicativo. No se utilizan los mismo recursos para, por ejemplo, explicar las E.T.S.
a un adolescente que a un facultativo de un centro de salud, ni a los padres igual que a
los jóvenes, ni a un grupo marginal que a unos universitarios. Situados en el ámbito del
texto científico-educativo, la explicación se adaptará en todos sus procedimientos al
punto del continuum en que se sitúe dentro de los textos de especialidad. En el siguiente
esquema se observa sintéticamente dicha variación:
Intercambio especializado
Escrito
Publicaciones científicas
Intercambio público
Publicaciones de divulgación
Intercambio «familiar»
Diarios de laboratorio, cartas,
correo electrónico
Oral
Conferencias, coloquios,
sesiones clínicas, seminarios
Programas de divulgación
(televisión, radio)
Discusiones informales «de
pasillo», telefónicas
Desde el punto de vista lingüístico, los textos científico-técnicos se caracterizan
fundamentalmente por una serie de rasgos que presentarán en mayor o menos medida
en relación con el nivel de especialidad del texto. Los ejemplos que ilustran las siguientes
características proceden de un texto divulgativo sobre el SIDA:
a) Utilización de léxico especializado: macrófago, linfocito, primoinfección, antígeno
b) Uso de acrónimos propios de la ciencia: VIH, linfocitos T CD4
c) Nominalizaciones, especialmente uso de abstractos deverbales: debilitamiento
regeneración, replicación, respuesta, destrucción, disminución, atracción, contacto,
compuesto.
d) Sintaxis preferentemente abreviada: Es el denominado "período ventana". En este
periodo no se detectan aun los anticuerpos pero existe enormes cantidades de virus en
sangre (elevada viremia). Esta es la fase que se llama de primoinfección.
d) Frases en voz pasiva: no se detectan aun los anticuerpos, los cuales son infectados
por el VIH.
e) Preferencia por
las formas no personales del verbo: detectar, infectada,
produciéndose.
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f) Verbos en 3ª persona del singular o del plural: esta es la fase, el VIH tiene una especial
atracción, el VIH supera
Podemos afirmar, pues, que el establecimiento de las condiciones pragmáticas –sobre
todo por lo que se refiere a las características del destinatario y a los fines de la
explicación- son imprescindibles como punto de partida para el desarrollo de la secuencia
explicativa. Determinar claramente los objetivos, seleccionar los contenidos y planificar el
proceso son actividades de producción que están condicionadas por la naturaleza de los
destinatarios de la explicación, pero también por el contexto de uso en el que va a tener
lugar la explicación. No es lo mismo hablar en un comité científico que dar una charla a
un grupo de aficionados a la ciencia, ni a la explicación se le exigirá el mismo método en
un aula de primaria que en un campamento de verano. El dónde y el cómo –tampoco es
lo mismo explicar oralmente que por escrito, en presencia de los destinatarios que de
forma diferida (un vídeo)- condicionan todo el proceso explicativo. En este caso creemos
que la determinación del registro puede resultar muy clarificadora a la hora de analizar y
comprender las características de un proceso explicativo.
7.Tipos de textos explicativos.
Los
textos
explicativos
hoy
en
día
son
propios
de
numerosos
ámbitos
sociocomunicativos. Es en el ámbito docente a cualquier nivel donde las explicaciones
encuentran su razón de ser, pero también son muy frecuentes en el ámbito de la
divulgación científica a través de revistas o enciclopedias, y, en general, en los ámbitos
públicos –sanitarios, administrativos, juveniles- en forma de folletos explicativos en los
que se busca “hacer entender” al usuario qué es el euro, cómo se utiliza un preservativo
o quiénes son los inspectores de consumo. No hay una tipología estricta de textos
explicativos –ni expositivos-, pero teniendo en cuenta los ámbitos comunicativos en los
que se producen podrían distinguirse grupos como los siguientes:
1. Libros de texto, tratados y artículos científicos. Exámenes.
2. Conferencias, lecciones magistrales, exposiciones orales.
3. Instancias y formularios, oficios, códigos.
4. Folletos explicativos y de instrucciones
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