Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo EL TEXTO EXPLICATIVO/EXPOSITIVO ISBN - 84-9822-381-4 Carmen Marimón Llorca marimon@ua.es THESAURUS: explicar, exponer, comunicar. OTROS ARTÍCULOS RELACIONADOS CON EL TEMA EN LICEUS: El texto narrativo, el texto descriptivo, el texto argumentativo, el texto dialogal, el texto como unidad comunicativa RESUMEN O ESQUEMA DEL ARTÍCULO: 1. A qué llamamos explicar (y exponer). 1.1. Deslindes terminológicos: explicar, exponer, comunicar. 2. La organización del texto explicativo 2.1. La secuencia explicativa: hacer comprender 3. Las técnicas específicas de la explicación: definición, clasificación, reformulación, ejemplificación, analogía, citación. La descripción técnica 4. La exposición como parte de la explicación. 4.1. Características de la exposición. 4.2. La estructura de la exposición. 5. Los procedimientos lingüísticos de la explicación. 6. Los fines de la explicación y el destinatario: de la divulgación a la información especializada. 6.1. La explicación y el lenguaje científico-técnico 7. Tipos de textos explicativos. -1– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo 1. A qué llamamos explicar (y exponer) La mayoría de las tipologías y clasificaciones textuales hacen referencia a una actividad elemental relacionada con el hecho de comprender el mundo, que se suele denominar, de forma poco precisa, exposición o explicación. En efecto, exponer o informar, por un lado, y explicar, por otro, son actividades cercanas entre sí, pero como se ha demostrado últimamente, no idénticas ni asimilables. Lo que aquí planteamos – y de ello se hablará más detalladamente en este mismo apartado- es que la exposición puede considerarse un tipo de organización textual mediante la cual se presenta ordenadamente el objeto de la explicación, pero, lo que es más importante, la exposición es un modelo organizativo que no sólo está asociada al texto explicativo, sino también al argumentativo o incluso al narrativo, pues es su principal propiedad el mostrar aquello que se quiere explicar, defender o refutar o, sencillamente, de lo que se va a hablar. Así, aquí se hablará de la explicación como del modelo textual que se vale de la exposición para conseguir su fin último: hacer comprender al otro un objeto complejo. En términos generales podemos afirmar que los hablantes explicamos cuando creemos que algo no está suficientemente claro o no ha sido comprendido por nuestro interlocutor. Al acometer un acto explicativo, ponemos todo el empeño en aclarar ideas o conceptos que ofrecen alguna dificultad. Nuestra actividad lingüístico-comunicativa cotidiana se fundamenta en el hecho de que los demás van a entender lo que queremos comunicarles, por eso, nuestro esfuerzo explicativo puede concebirse, al observarlo desde la perspectiva discursiva, como una actividad dirigida a “hacer que el otro comprenda” el hecho, la situación, el concepto sobre el que gira el discurso del hablante tal y como ocurre en el ejemplo (1), donde mediante una reformulación introducida por «o sea» el hablante intenta hacerse entender por su interlocutor: (1) 62 <E1>: Bueno, ¿guardas algún recuerdo especial de la escuela, del instituto? 63 <H2>: Pues, <fático = duda> lo que guardo especial es que... los profesores, ahora, claro, acabo d<(e)> entrar en la universidad y no sé cómo será, pero los profesores en el instituto me parece que <sic> es una mafia y que (-->)... que (-->) muchos son muy explotadores y (-->)... y que no te <palabra cortada>, vamos a ver cómo me explico, o sea que (-->) todo queda en ellos, y (-->)... y... aunque te dicen que sí pero no, realmente no existen unos derechos de los alumnos... definidos, o sea, eso es una tontería y es un engaño. (COVJA)1 1 AZORÍN FERNÁNDEZ, D. y JIMÉNEZ RUIZ, J.L. (eds.)(1997): Corpus oral de la variedad juvenil universitaria del español hablado en Alicante (COVJA), Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-2– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo Así observado, explicar se nos presenta como una actividad verbal no restringida a acontecimientos demasiado concretos ni especializados, sino más bien implicada con nuestra capacidad general de interactuar verbalmente. Por otra parte, sin embargo, nuestra experiencia como hablantes nos indica que hay determinadas circunstancias en las que la actividad explicativa encuentra plena justificación y se convierte en la forma predominante de organización discursiva. Explican los profesores, las lecciones de los libros o los estudiantes al resolver un ejercicio, y también se explica cómo se ha realizado un experimento o por qué se produce un determinado fenómeno. En los siguientes ejemplos (2), procedentes de un libro de texto, es ese el sentido que se adjudica a la actividad explicativa: (2) “La explicación acerca de los fenómenos eléctricos que manifiestan algunos cuerpos se encuentra en la naturaleza de la materia...” “A la vista de las dos experiencias que has realizado (descritas en las ilustraciones): intenta encontrar una posible explicación a los fenómenos que hemos descrito.” Desde esta perspectiva, explicar parece estar asociado a la necesidad humana de adquirir y comunicar conocimiento. En su libro sobre la explicación científica, Carl Hempel (1979: 329) afirma que son dos las preocupaciones humanas sobre las que se ha sostenido la investigación científica. Una, de naturaleza práctica: el hombre no sólo quiere sobrevivir, sino mejorar su situación estratégica; y, otra, relacionada con su curiosidad intelectual: el hombre desea, también, conocerse a si mismo y a su mundo. Si aplicamos ese mismo razonamiento a nuestras posibilidades de procesamiento cognitivo y de expresión lingüístico-discursiva podríamos decir que los seres humanos no tenemos suficiente con observar transcurrir los acontecimientos en el tiempo –y narrarlos- ni con relacionarlos en el espacio –y describirlos-, necesitamos, además, comprender el cómo y el porqué se producen –y explicarlo-. Explicar tiene que ver, pues, con la necesidad de hacer entender un concepto o una situación. Explicamos cuando creemos que algo no está suficientemente claro o no ha sido comprendido por nuestro interlocutor. Al acometer un acto explicativo ponemos todo el empeño en aclarar aquellas ideas o conceptos que ofrecen alguna dificultad. Y es en este sentido en el que la explicación está estrechamente unida a la actividad pedagógica. En la enseñanza, tan importante como dar información y mostrar nuevos conceptos es Albert. -3– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo hacerlo de forma explicativa, es decir, orientar la presentación de la información de manera que se adecue a las necesidades y los conocimientos de los destinatarios y haga posible la comprensión. Así, por ejemplo, el índice de la Enciclopedia Ilustrada Timelife (3) de tipo divulgativo, estructura su índice partiendo de preguntas que supone que cualquier ciudadano medio no especializado puede realizarse sobre un tema: (3) 5. LA ERA DE LOS MAMÍFEROS: ¿QUÉ ERAN LAS AVES DE PRESA GIGANTES? ¿CÓMO ERAN LOS PRIMEROS CABALLOS? ¿CÓMO EVOLUCIONARON LOS ELEFANTES? ¿QUIÉNES FUERON LOS ANTEPASADOS DE LOS CETÁCEOS? ¿CUÁNDO VIVIERON LOS MAMÍFEROS MÁS GRANDES? ¿QUÉ MAMÍFEROS VIVÍAN EN AMÉRICA DEL SUR? ¿QUÉ OCURRIÓ DURANTE LAS GLACIACIONES? 1.1.Deslindes terminológicos: explicar, exponer, comunicar. El ámbito científico-académico y del conocimiento en el que normalmente se ha situado al texto explicativo –aunque, insistimos, explicar es una actividad verbal cotidiana - ha dado lugar a una cierta confusión terminológica y conceptual entre la explicación y otra forma de organización textual con la que guarda ciertas semejanzas: la exposición. El propio Jean-Michel Adam, en sus trabajos de 1985 y 1987 hablaba de texte expositif y sólo en 1992, tras la publicación de los monográficos de las revistas Pratiques (1986 y 1988) y Recherches (1990) dedicados a profundizar en la naturaleza de la explicación en el ámbito de la didáctica, consideró la explication como una secuencia prototípica. En su trabajo de 1997, Adam estableció la diferencia esencial entre ambas actividades: mientras que en la exposición el objetivo es informar ordenadamente sobre una materia, en la explicación el objetivo es hacer comprender a alguien cómo es, cómo funciona o por qué se produce un hecho o actividad. A lo largo de una explicación puede incluirse la exposición de algún aspecto mediante una descripción técnica o una descripción de acciones pero es la finalidad general de la acción verbal discursiva –hacer comprenderla que da a un texto su carácter explicativo. En efecto, hasta la propia sintaxis de los sustantivos explicación y exposición parece poner en evidencia la diferencia (Marimón, 2004). Así, mientras la explicación se «da» porque se «tiene» -te daré una explicación o tengo una explicación para esto-, la exposición se «hace». Al exponer adoptamos una -4– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo actitud mostrativa, informativa, cercana a una descripción conceptual. Una exposición proporciona una base de conocimiento organizado y listo para ser utilizado en cualquier sentido; pero al explicar, además, tenemos que desplegar una relación directa con una determinada finalidad comunicativa. Se trata de una diferencia que podría parecer de intensidad o de grado en la acción de comunicar, pero encierra diferencias profundas que el propio diccionario refleja. En la actualidad, las definiciones del concepto explicar ponen de manifiesto la necesidad de un destinatario en el que se complete el acto explicativo, mientras que las de exponer, aunque también se nombre al receptor, hacen hincapié en la actividad de un hablante que hace evidente su conocimiento. exponer. 1. tr. Presentar algo para que sea visto, ponerlo de manifiesto. U. t. c. intr. 2. tr. Hablar de algo para darlo a conocer. Me expuso sus ideas sobre política. explicar 1. tr. Declarar, manifestar, dar a conocer lo que alguien piensa. U. t. c. prnl. 2. tr. Declarar o exponer cualquier materia, doctrina o texto difícil, con palabras muy claras para hacerlos más perceptibles. 5. tr. Dar a conocer la causa o motivo de algo. 2.La organización del texto explicativo La vinculación que, como hemos repetido ya, posee el texto explicativo con el ámbito de la ciencia y el conocimiento hace que, en muchas ocasiones, el estudio de su organización se haya solapado con el del llamado «texto científico». De hecho van Dijk en su obra de referencia La ciencia del texto (1983: 164) presenta lo que el denomina la Superestructura (SE) del tratado científico que, básicamente según este autor consistiría en una CONCLUSIÓN y su JUSTIFICACIÓN a la que se unirían un PLANTEO DEL PROBLEMA Y UNA SOLUCIÓN. Es dentro del Planteo del Problema donde encontraría su lugar la EXPLICACIÓN que serviría, en este caso, para plantear HIPÓTESIS y hacer PREDICCIONES. En un artículo sobre las características textuales del texto expositivo-explicativo, Álvarez Angulo (1996) se hacen eco de la opinión de algunos autores de que, en realidad, no hay una superestructura común para estos tipos de textos, “sino que se ajustan a cinco maneras básicas de organizar el discurso: colección, causaconsecuencia, problema-solución (o pregunta-respuesta), comparación, descripción” (Álvarez 1996:34). El propio autor presenta una propuesta que mostramos aquí: -5– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo Definición-descripción Clasificación-colección Comparación y contraste Problema-solución Pregunta-respuesta Causa-consecuencia En todas estas propuestas, sin embargo, parece no distinguirse lo que es el esquema organizativo-textual de lo que se pueden considerar técnicas propias de la actividad explicativa/expositiva como podrían ser la clasificación, la definición o la descripción técnica. Sin duda, el esquema más sencillo – y por ello, tal vez, el más aceptado- es el que propone Coltier (1986) según el cual la explicación es un proceso que consta de tres fases: FASE DE CUESTIONAMIENTO + FASE RESOLUTIVA + FASE CONCLUSIVA Por ejemplo, en el artículo “Preguntas Embarazosas” del suplemento dominical de EL PAÍS, dedicado y realizado exclusivamente por mujeres, (07-04-02), Lorena Berdún habla de sexo y problematiza el tema orientándolo hacia las preguntas que las mujeres, a distintas edades, se hacen sobre el sexo; concluye afirmando lo positivo de tener dudas y preguntarlas. El artículo –que se reproduce aquí- responde al esquema básico de Coltier: FASE DE CUESTIONAMIENTO: “SEXO. Muchas siguen sin tenerlo claro. Los detalles «técnicos» de la primera vez, el modo de emplear los anticonceptivos, el camino hacia el orgasmo” FASE DE RESOLUCIÓN: Las dudas de las mujeres sobre la sexualidad no parecen haber cambiado mucho. -Las dudas de las adolescentes: ¿dolerá la primera vez?¿sangraré? -Las dudas de las adultas: el embarazo, los anticonceptivos y el orgasmo. FASE CONCLUSIVA: “Lo más positivo de todo esto es que estas dudas tienen respuesta, y los problemas, solución. Es mejor hacer las preguntas en voz alta, por absurdas que parezcan, que siempre se encontrará a alguien que pueda resolverlas.” -6– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo Un nivel mayor de complejidad es el que presenta la propuesta de Grize (1981 y 1990) posteriormente, como vamos a ver, recogida por Adam (1997) para la elaboración de su secuencia explicativa. Grize (1981: 11) habla de «configuraciones explicativas» y se refiere con este término a las operaciones lógico-discursivas que realiza el locutor al construir su esquema explicativo. Según Grize, una esquematización explicativa debe constar de tres momentos: 1) Construcción de una esquematización inicial Si al final de la cual un fenómeno del tipo HACER o SER/DEVENIR se presenta sin respuesta 2) Introducción explícita o no de un POR QUÉ 3) Construcción de una prolongación Se de Si La explicación así se entiende como un trabajo de transformación de objetos que permite comprenderlos o hacerlos comprender. 2.1. La secuencia explicativa: hacer comprender Partiendo de la propuesta de Grize, Adam (1997) presenta el siguiente esquema secuencial: Ei ¿por qué? Ep porque Ee ¿cómo? [Oc] [Op] Pe 0 Pe1 [Oe] Pe2 Pe3 Según este modelo, Ei representa un Esquema inicial que hace referencia a un Objeto complejo [Oc] que es aquello de lo que no se sabe y que, por tanto, se presenta como algo oscuro o desconocido. Las preguntas son las que convierten ese objeto complejo en un Objeto problemático [Op]; el esquema problemático [Ep] es el que nos lleva hacia el esquema propiamente explicativo [Ee] a través del cual el Objeto complejo debe convertirse en [Oe]: Objeto explicado, es decir, comprensible y claro. En realidad el esquema secuencial del texto explicativo responde también al esquema clásico en tres fases de Coltier que vimos más arriba. La fase de cuestionamiento coincidiría con las dos primeras proposiciones (Pe0 y Pe1). La Pe0 puede incluso ser el título del texto: El universo, La gripe, Las propiedades del aloe-vera, -7– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo etc. La Pe1 plantea aquello que se supone que se quiere saber o sobre lo que hay dudas: ¿cómo se formó el universo?¿por qué se contagia la gripe?¿qué parte del aloe debo utilizar? Es entonces cuando tiene lugar la explicación propiamente dicha; a partir de la Pe2 el productor puede desplegar todos los recursos mediante los cuales deberá aclarar los problemas planteados y hacer entender a los destinatarios el contenido de la explicación. La Pe3 representa la fase conclusiva y es el final de recorrido explicativo. En ocasiones se hace referencia a las preguntas iniciales con el fin de asegurar que se ha dado la respuesta, es decir, que se ha explicado: En definitiva, parece que fue una gran explosión la que dio lugar....; debe, por tanto, tomar precauciones si está en contacto con un enfermo...; toda la planta, pues, tiene propiedades curativas pero es en la gelatina de las hojas.... En el siguiente texto titulado “Dolor de cabeza” no hay un cuestionamiento explícito del problema pero, como vamos a comprobar, las Macroproposiciones están organizadas como respuestas a las preguntas ¿qué es? ¿cuántas clases hay? ¿por qué se producen? ¿qué hacer? En realidad el Oc “Dolor de cabeza” puede considerarse Oe al final de la Mp3. La Mp4 puede considerarse, si no una conclusión propiamente dicha, sí unas recomendaciones finales que tienen sentido sólo tras haber comprendido qué es un dolor de cabeza. ESCUELA DE SALUD SANITAS POR EL DOCTOR IGNACIO FERRANDO El dolor de cabeza o cefalea es uno de los síntomas que con mayor frecuencia sufren las personas. En la mayoría de los casos no suelen ser muy graves. Puede ser primaria, como la migraña o la cefalea tensional, o ser el resultado de otras enfermedades, como infecciones agudas, traumatismos craneales, hipertensión arterial, trastornos oculares, problemas nasales o de garganta, dientes, oídos o vértebras cervicales. Muchas veces no se encuentra la causa. El dolor se produce por la presión o tracción que se provoca sobre las estructuras craneales sensibles al dolor. La piel y músculos que cobren el cráneo, los nervios craneales y cervicales, los vasos y senos sanguíneos y la cubierta de la base del cráneo. Cuando las paredes de los vasos sanguíneos se dilatan o se contraen pueden estimular las terminaciones nerviosas provocando dolor. Decálogo para el manejo de las cefaleas: Anotar la frecuencia, duración, localización o intensidad de la cefalea y los factores agravantes y atenuantes Tener presentes los síntomas asociados, como fiebre, rigidez de nuca, nauseas y vómitos Practicar ejercicios y técnicas de relajación -8– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo Hacer ejercicio físico con regularidad, sin llegar nunca al agotamiento Dormir lo necesario para cuada cual, ni más ni menos No fumar, no beber alcohol en exceso y no tomar otras sustancias tóxicas Tomar analgésicos tipo aspirina, paracetamol o iboprufeno suelen resolver con eficacia las cefaleas agudas no complicadas Las terapéuticas alternativas deben consultarse siempre con su médico, aunque pueden ser de ayuda en ciertos casos El diagnóstico de una cefalea crónica exige ayuda experta de un neurólogo del internista Consultar siempre con el médico de confianza Pe0: Dolor de cabeza Pe1: No está explícita, pero las preguntas que convierten el Oc en Op son: ¿Qué es? ¿Cuántas clases hay? ¿Por qué se produce? ¿Qué hacer? Pe2: Mp1: Definción: “El dolor de cabeza o cefalea es....” Mp2: Clases: “Puede ser primaria [ejemplos] o resultado de enfermedades [ejemplos]. Mp3: Causas: “El dolor se produce por la presión o tracción que se provoca...” Pe3:Mp4: Cómo actuar: mp1: “Anotar la frecuencia, duración, localización e intensidad...” mp10: “Consultar siempre con el médico de confianza” Para iniciar el proceso explicativo debemos partir, tal y como acabamos de ver, del cuestionamiento del objeto complejo: ¿Por qué ocurre que se sufren cefaleas? Si de lo que se trata es de que los destinatarios acaben “teniendo” un conocimiento sobre cualquiera de estos hechos, el acto explicativo tiene que estar guiado por la necesidad de engendrar conocimiento, de hacer comprender el asunto a esos destinatarios en particular. Para conseguir la comprensión se efectuarán una serie de preguntas con el fin de ofrecer un análisis detallado del objeto. Y es el conjunto de las respuestas gracias a las cuáles el destinatario podría responder a su pregunta inicial sobre el objeto ¿por qué ocurre que p? lo que constituye una explicación. Si, en efecto, aplicamos ese cuestionamiento al texto anterior nos encontramos con una estructura que puede formularse como: El texto explica→ el dolor de cabeza -9– © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo → qué es el dolor de cabeza → cuántas clases hay → por qué se produce →cómo actuar La práctica totalidad de los textos explicativos, tengan estos una función divulgativa, persuasiva o estrictamente didáctica, o sean explicaciones de la vida cotidiana, pueden reducirse a un esquema organizativo muy parecido al de arriba. El orden de las preguntas, o su precisión, depende del elemento sobre el que recaiga el interés de los oyentes, o en el que converjan los intereses del hablante –en el qué, en el quién, en el cómo, etc-. Las reformulaciones, los ejemplos, las clasificaciones y demás recursos de la explicación que veremos a continuación forman parte de la codificación de técnicas a las que los hablantes recurren cada día para asegurarse de que están «dando» una explicación, como vemos en unos ejemplos más del ALCORE2: <E3>: <fático= asentimiento></fático>¿Y de la violencia que hemos estado hablando antes, ¿qué piensas de la violencia? <B2,H,3,Ba,EI,E>: Muy mal, <repetición>muy mal</repetición> porque el tema que ha tocado antes Rafael tiene razón en la justicia, es la mayoría por lo menos también opino igual, que la justicia está muy mal, <repetición>muy mal</repetición>, porque es lo que ha explicado antes. Que se ve la violencia que se está viendo hoy en día se ve mucho, no es ya culpa de policía porque ellos tienen sus <repetición>sus</repetición> reglas, tienen sus cosas y tienen que hacerlas como, <repetición>como</repetición> las tienen que hacer, y pero de qué valen de qué, por ejemplo, <sic>detengas a unas personas en la cual estén en la calle</sic>o que, por ejemplo, ahora mismo los detengas por un delito que sean juzgados o estén lo que he dicho un tiempo en comisaría y luego dentro de <número>cuarenta y ocho</número> horas <número>un</número> <número>tres</número> en comisaría año, años y están<pausa></pausa>. <número>dos</número> se le juzgue por Mejor años ese delito o y en<vacilación></vacilación> mientras tanto estén en la calle, o sea, eso es muy injusto y todo va y yo creo que es la justicia, yo para mí que está muy mal hecha, yo para mí que la justicia. 2 Azorín Fernández, D. (coord.) (2002): Alicante corpus de español. ALCORE, Alicante, Universidad de Alicante. - 10 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo 3.Las técnicas específicas de la explicación: definición, clasificación, reformulación, ejemplificación, analogía, citación La explicación es sin duda una secuencia heterogénea y en su desarrollo concurren elementos descriptivos, argumentativos y narrativos que en distinta medida y función contribuyen a la consecución de sus fines. Aunque no hay unanimidad a la hora de establecer una lista de técnicas explicativas, sí se pueden señalar algunos procedimientos que facilitan y posibilitan la actividad explicativa. Calsamiglia-Tusón (1999: 309-310) señalan los siguientes: Definición: Consiste en la delimitación del problema. Al objeto que se quiere definir se le atribuyen características que lo identifican como perteneciente a una clase. Son frecuentes las expresiones verbales del tipo: se llama, se refiere a, se define como, está constituido por, contiene, etc. Ejemplo: “Los ordenadores son dispositivos electrónicos automáticos que realizan tareas complejas dividiéndolas en otras más sencillas que resuelven con rapidez. Todos los ordenadores tienen cuatro partes básicas, llamadas unidades:...” (El gran libro de consultas de EL PAÍS) Clasificación: Según los criterios establecidos, se agrupan los objetos o conceptos en clases o categorías. Ejemplo: “Los dos sistemas de navegación por satélite de alcance global (GNSS) existentes en la actualidad son: El conocido como sistema americano GPS (Global Positioning System). El sistema ruso denominado GLONASS (Global Navigation Satellite System). (Revista de Ingeniería Aeronáutica y Astronáutica) Reformulación: Sirve para expresar de forma más comprensible algo que se ha nombrado en términos específicos. Es un procedimiento redundante pero imprescindible para fijar conceptos y hacerlos comprensibles. Ejemplo: “La rosácea es una enfermedad cutánea crónica y suele manifestarse en la cara, aunque en algunas ocasiones –las menos- los síntomas se concentran en el cuello, tronco, brazos y piernas. Suele cursar en brotes, es decir, los síntomas pueden surgir y desaparecer, pero tienden a agravarse con el paso de los años.” (Salud mujer PRONTO) Ejemplificación: Mediante los ejemplos se acercan a la experiencia del lector formulaciones que de otra manera podrían resultar abstractas o lejanas. Ejemplo: “unidades de entrada, por ejemplo el teclado, que proporciona información al ordenador; unidad de salida, por ejemplo, el monitor, que muestra los resultados” (El gran libro de consultas de EL PAÍS) - 11 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo Analogía: Mediante el uso de comparaciones y metáforas se ponen en relación los objetos explicados o definidos con otros de distinto campo con los que mantienen algún tipo de relación de semejanza. Ejemplo: comparación: “Al igual que Sísifo, que sube indefinidamente su roca, la mujer rebrota cada mes” Metáfora: “La regla es una cita fallida entre el huevo y el útero” Citación: Consiste en traer a la explicación voces expertas que confirmen y den credibilidad al planteamiento explicativo. Ejemplo: “En opinión de Bruno Comby, autor del libro «Control del estrés» (Ediciones Mensajero), la superación de un cuadro crónico pasa por la alteración de los elementos que lo desencadenan” (Revista Woman): La descripción técnica. Las definiciones y las clasificaciones suelen realizarse con frecuencia mediante el uso de descripciones de tipo técnico. La descripción técnica permite hablar con detalle y precisión de un objeto o concepto. Se caracteriza sobre todo por el carácter enumerativo, la claridad y la ausencia de juicios de valor, lo que la convierte en un instrumento altamente explicativo por su objetividad. Los ejemplos que ponemos a continuación son definiciones que pueden entenderse como una descripción técnica en la que se enumeran partes y propiedades de lo descrito: ()”El VIH es un virus que ataca preferentemente al sistema de defensas del organismo, compuesto fundamentalmente por los linfocitos (B y T) y los macrófagos” ()”Una composición musical consiste en una melodía y su acompañamiento. Una melodía consiste en una sucesión de sonidos con organización tonal y rítmica. La base de todas las melodías es la escala musical. El acompañamiento de una melodía musical es una serie de acordes. Un acorde consiste en un conjunto de sonidos de diferente frecuencia, tocados simultáneamente. La armonía es el factor que se refiere a los acordes y su fundamento es la consonancia: cuando se tocan dos o más sonidos simultáneamente y el resultado es placentero al oído, el resultado es la consonancia y en caso contrario la disonancia.” Naturalmente todos estos procedimientos se utilizarán en función de las condiciones pragmáticas de la explicación. Una citación puede ser una frase de Schopenhauer o un “me lo ha dicho mi hermano mayor”. Las clasificaciones y la precisión de las definiciones dependen de los conocimientos sobre la materia que tengan los destinatarios así como la naturaleza de los ejemplos o la frecuencia de las comparaciones. Es el objeto de la explicación el que debe guiar la selección y el uso adecuado de los recursos. - 12 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo 4. La exposición como recurso explicativo. Como podemos observar, las técnicas y métodos de la explicación y los que tradicionalmente se han adjudicado a la exposición son en, buena medida, coincidentes, y sus límites, en algunos momentos, difíciles de establecer con seguridad, en la medida en que, como decíamos al principio, la exposición ordenada de un tema suele ser, de hecho, parte del acto explicativo. La tradición académica del texto expositivo ha señalado como características propias de la exposición sobre todo aquellas que hacen referencia a la estructura y a la se ocupa el siguiente apartado. 4.1. Características de la exposición. En palabras de Ángel López, una exposición puede considerarse un enunciado cuya función principal es informar rigurosa y objetivamente sobre algún tema (López, 1991). No muy diferente es la definición de Miriam Álvarez (1995) que considera la exposición como un tipo de discurso cuyo objetivo es presentar un tema de forma ordenada. Desde este punto de vista, una de las claves de la exposición está en la adecuada estructuración de los contenidos. Para Miriam Álvarez, sin embargo, todas las modalidades expositivas comparten unas características esenciales: -Entran directamente en materia -Poseen una estructuración lógica -Las partes mantienen una relación de causalidad 4.2. La estructura de la exposición. Siguiendo el libro clásico de Marcos Marín (1985:18-20) se pueden distinguir cuatro tipos de estructuras o esquemas válidos para textos de tipo informativo –expositivo: ESQUEMA ANALIZANTE: Consiste en exponer al principio una idea que intentamos demostrar o corroborar con datos. - 13 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo ESQUEMA SINTETIZANTE: En este caso, la idea final se deduce de las anteriores ESQUEMA ENCUADRADO: La proposición del principio da pie a una explicación que es también su conclusión de manera que la idea final deriva de la principal. ESQUEMA PARALELO: En este caso las ideas no están subordinadas unas a otras sino que mantienen igualdad jerárquica. 5.Los procedimientos lingüísticos de la explicación. 1)Núcleo clasificador: S + es + SN o S + tiene + SN Según Adam estas estructuras tienen que ver con los procesos sintéticos o analíticos de las representaciones conceptuales; así la estructura Sujeto (S)+ es + atributo corresponden a la síntesis, mientras que S + tiene + complementos es una fórmula analítica. “La rosácea es...”La sangre es una suspensión de células...”Estos sistemas tienen una primera característica diferenciadora...” 2) Uso de léxico específico - 14 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo La utilización de un léxico específico depende del tema pero, sobre todo, del nivel explicativo en que nos encontremos. En cualquier caso, se trata de la utilización de un vocabulario con el menor grado posible de ambigüedad, preciso, objetivo y claro. La aparición de tecnicismos es inevitable y viene impuesto por la materia tratada pero insistimos en que son los factores pragmáticos los que determinarán el nivel de especialización de la explicación. “sales minerales, ácidos, lactosa, bacterias, peristaltismo, proteínas...”. 3)Verbos preferentemente en presente de indicativo El uso del presente de indicativo coloca la explicación en las coordenadas enunciativas compartidas por los interlocutores, pero también sirve para darle valor intemporal y universal a la explicación. “los beneficios son..” “Se pueden realizar” ”Sólo se conoce una” 4)Subordinación sustantiva y adjetiva. La estructuración sintáctica está determinada por el proceso explicativo que define la secuencia. Son frecuentes las subordinadas adjetivas -explicativas o especificativas- cuyo sentido coincide plenamente con los fines de la explicación. Abundan en general la subordinación y los períodos amplios que permiten la exposición y el desarrollo de las ideas que se pretenden explicar. “rica en sales minerales, que se separa de la leche...” “Mínimo contenido en grasas: 0,3% que lo hace ser idóneo...” Utilización de marcadores del discurso: estructuradores de la información y reformuladores y operadores discursivos. Estos tipos de marcadores junto con los conectores son los que permiten realizar muchas de las operaciones propias del proceso explicativo: reformular una definición, poner ejemplos, añadir información o introducir las causas o las consecuencias de una función son los procedimientos básicos que hacen posible pasar de un objeto oscuro o complejo –problemático- a un objeto explicado. La presencia explícita de los marcadores no siempre es imprescindible, pero el tipo de relaciones que manifiestan y la orientación argumentativa que proporcionan al proceso de comprensión los hacen muy convenientes precisamente cuando el objetivo del texto es hacer entender un concepto. “Por lo tanto puede ser consumido por personas que quieran quitarse unos kilos de peso” “El principio teórico en el que se basan es el de la triangulación esférica. Es decir, si conocemos la distancia....” “....,por una parte, de la posición de los satélites (efemérides) y, por otra, del instante en que fueron emitidas” - 15 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo “...existen importantes limitaciones cuando se quieren utilizar sus servicios para aplicaciones críticas que afecten a la seguridad, tales como las de los trnasporte y, en concreto, la aviación.” 6. Los fines de la explicación y el destinatario: de la divulgación a la información especializada. La importancia del destinatario para la actividad explicativa ha sido puesta en evidencia desde la retórica clásica hasta la actualidad por todos los autores que se han interesado por el tema. Para Hempel (1979: 418), por ejemplo, es el destinatario el que condiciona toda la actividad explicativa hasta el punto de que “Una explicación A explica el hecho X a la persona P1” pero que esa misma explicación de X podría no ser válida para P2, pues P2 podría no necesitarla o no comprenderla. “En un sentido pragmático –continúa Hempel- la explicación es una noción relativa: puede decirse significativamente que algo constituye una explicación, en este sentido, para éste o aquel individuo”. Más aún, Grize (1981) hace depender la eficacia explicativa del texto de toda la configuración pragmática que rodea al evento: “un discurso explicativo no tiene realidad tomado aisladamente, es decir, aislado de su contexto, de su referencia a otros discursos, de la situación que le determina y donde él tiene sus efectos”. Explicar exige establecer previamente unos parámetros claros de adecuación a los fines y los destinatarios pues sólo así la secuencia explicativa cumplirá su función. En el siguiente ejemplo de ALCORE los hablantes se plantean las posibilidades reales de explicar una hecho –de dónde vienen los niños- a una niña: (7) <B2,H,3,Ba,EI,E>: Que creo que es importante que den información no sólo eso sino, una información que deberíamos dar, o sea a los niños, o sea enseñarles, porque<vacilación></vacilación>, a mí, por ejemplo, es muy duro que mi hija me diga: “papá, ¿cómo se hacen los niños?”, me entiendes, entonces yo. <E3>: Sí, pues se lo tienes que explicar, pues bien claro. <B2,H,3,Ba,EI,E>: Pero es muy duro explicarle a una niña de <número>ocho</número> años, explicarle. <E3>: Porque algunas cosas no las entiende, pero siempre hay maneras. <B1,H,1,Me,EI,E>: Yo tengo mi nieto que tú se lo explicas, pero tú le dices a mi nieto que los niños vienen de Madrid. <E3>: Y se ríe. - 16 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo 6.1. La explicación y el lenguaje científico-técnico De todo lo dicho hasta ahora se deduce la importancia que la información pragmática posee en la elaboración de una secuencia explicativa. Una definición clara de los fines comunicativos: ¿Cuál es el objetivo de la explicación?¿Con qué finalidad se realiza? Y una hipótesis lo más aproximada posible sobre el destinatario: ¿A quién se dirige la explicación? ¿qué sabe el destinatario? resultan imprescindibles a la hora de producir un texto explicativo. No se utilizan los mismo recursos para, por ejemplo, explicar las E.T.S. a un adolescente que a un facultativo de un centro de salud, ni a los padres igual que a los jóvenes, ni a un grupo marginal que a unos universitarios. Situados en el ámbito del texto científico-educativo, la explicación se adaptará en todos sus procedimientos al punto del continuum en que se sitúe dentro de los textos de especialidad. En el siguiente esquema se observa sintéticamente dicha variación: Intercambio especializado Escrito Publicaciones científicas Intercambio público Publicaciones de divulgación Intercambio «familiar» Diarios de laboratorio, cartas, correo electrónico Oral Conferencias, coloquios, sesiones clínicas, seminarios Programas de divulgación (televisión, radio) Discusiones informales «de pasillo», telefónicas Desde el punto de vista lingüístico, los textos científico-técnicos se caracterizan fundamentalmente por una serie de rasgos que presentarán en mayor o menos medida en relación con el nivel de especialidad del texto. Los ejemplos que ilustran las siguientes características proceden de un texto divulgativo sobre el SIDA: a) Utilización de léxico especializado: macrófago, linfocito, primoinfección, antígeno b) Uso de acrónimos propios de la ciencia: VIH, linfocitos T CD4 c) Nominalizaciones, especialmente uso de abstractos deverbales: debilitamiento regeneración, replicación, respuesta, destrucción, disminución, atracción, contacto, compuesto. d) Sintaxis preferentemente abreviada: Es el denominado "período ventana". En este periodo no se detectan aun los anticuerpos pero existe enormes cantidades de virus en sangre (elevada viremia). Esta es la fase que se llama de primoinfección. d) Frases en voz pasiva: no se detectan aun los anticuerpos, los cuales son infectados por el VIH. e) Preferencia por las formas no personales del verbo: detectar, infectada, produciéndose. - 17 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo f) Verbos en 3ª persona del singular o del plural: esta es la fase, el VIH tiene una especial atracción, el VIH supera Podemos afirmar, pues, que el establecimiento de las condiciones pragmáticas –sobre todo por lo que se refiere a las características del destinatario y a los fines de la explicación- son imprescindibles como punto de partida para el desarrollo de la secuencia explicativa. Determinar claramente los objetivos, seleccionar los contenidos y planificar el proceso son actividades de producción que están condicionadas por la naturaleza de los destinatarios de la explicación, pero también por el contexto de uso en el que va a tener lugar la explicación. No es lo mismo hablar en un comité científico que dar una charla a un grupo de aficionados a la ciencia, ni a la explicación se le exigirá el mismo método en un aula de primaria que en un campamento de verano. El dónde y el cómo –tampoco es lo mismo explicar oralmente que por escrito, en presencia de los destinatarios que de forma diferida (un vídeo)- condicionan todo el proceso explicativo. En este caso creemos que la determinación del registro puede resultar muy clarificadora a la hora de analizar y comprender las características de un proceso explicativo. 7.Tipos de textos explicativos. Los textos explicativos hoy en día son propios de numerosos ámbitos sociocomunicativos. Es en el ámbito docente a cualquier nivel donde las explicaciones encuentran su razón de ser, pero también son muy frecuentes en el ámbito de la divulgación científica a través de revistas o enciclopedias, y, en general, en los ámbitos públicos –sanitarios, administrativos, juveniles- en forma de folletos explicativos en los que se busca “hacer entender” al usuario qué es el euro, cómo se utiliza un preservativo o quiénes son los inspectores de consumo. No hay una tipología estricta de textos explicativos –ni expositivos-, pero teniendo en cuenta los ámbitos comunicativos en los que se producen podrían distinguirse grupos como los siguientes: 1. Libros de texto, tratados y artículos científicos. Exámenes. 2. Conferencias, lecciones magistrales, exposiciones orales. 3. Instancias y formularios, oficios, códigos. 4. Folletos explicativos y de instrucciones - 18 – © 2006, E-EXCELLENCE – WWW.LICEUS.COM Carmen Miramón Llorca – El texto explicativo/expositivo BIBLIOGRAFÍA Adam, J.-M (1992): Les textes. Types et prototypes, París, Nathan. Adam, J.M. (1987): «Types de séquences textuelles élémentaires» en Practiques, núm. 56, 54-79. Alvarez, M. (1994): Tipos de escrito I: Exposición y argumentación, Madrid, Arco/Libros. Álvarez Angulo, T. (1996): «El texto expositivo-explicativo: su superestructura y características textuales», Didáctica, 8, 29-44. Aznar, E., Cross, A. y L. Quintana (1991): Coherencia textual y lectura, Barcelona, ICE Universidad de Barcelona. Bassols, M. & Torrent, A. M. (1997): Modelos textuales. Teoría y práctica, Vic, Eumo Editorial. Brassart D.G. (1990b): «Explicatif, argumentatif, descriptif, narratif et quelques autres. Notes de travail», Recherches n° 13, Lille. Bustos Gisbert, J. (1996): La construcción de textos en español, Salamanca: Universidad de Salamanca. 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