Tema 13: El Imperio Romano Los Orígenes de Roma En el primer milenio a. C. la Península Itálica estaba ocupada por diferentes pueblos: En el centro habitaban los latinos. En el Norte, los etruscos El Sur había sido colonizado por los griegos. A mediados del siglo VIII a.C. algunas tribus de latinos se agruparon a orillas del río Tíber, ocuparon 7 colinas y dieron lugar a una ciudad que se llamaría Roma. Roma se convirtió en un importante enclave comercial. Etapas La época de la monarquía Desde su fundación, Roma fue gobernada por reyes. Los etruscos invadieron el territorio del Lacio y bajo su influencia, Roma se engrandeció. Se edificaron puentes, acueductos y templos. Además, se construyó un primer sistema de alcantarillado, la Cloaca Máxima y se construyó una muralla alrededor de las 7 colinas. La Roma republicana Sociedad Desde los tiempos de la monarquía, los ciudadanos romanos se dividen en dos grupos sociales: Los patricios, formados por una minoría de familias aristocráticas que se consideraban descendientes de los fundadores de Roma. Se agrupaban en grandes familias con antepasados comunes, eran propietarios de tierras y ganado, y gobernaban la ciudad. Los plebeyos, integrados por todos los que habían llegado a la ciudad posteriormente a su fundación. Eran el grupo más numeroso y estaba formado por campesinos, artesanos y comerciantes. No tenían propiedades territoriales y carecían de derechos políticos. En el año 509 a.C. las familias patricias de Roma se aliaron con los plebeyos para acabar con el último monarca y Roma se convirtió en una República. En los primeros tiempos de la República, los patricios formaron un gobierno aristocrático: solo ellos elaboraban las leyes, ejercían la justicia y monopolizaban los cargos públicos. Los plebeyos estaban excluidos de todos estos derechos, aunque debían pagar impuestos y forman parte de ejército. Durante 200 años, los plebeyos lucharon por obtener los mismos derechos que los patricios. A principios del siglo V a. C., consiguieron el derecho a elegir un representante, el tribuno de la plebe, que defendía sus intereses. Más adelante, consiguieron una compilación de las leyes de Roma: la Ley de las Doce Tablas. Finalmente tuvieron el derecho al matrimonio con patricios y el acceso a los cargos públicos. Estas leyes igualaban en derechos a patricios y a plebeyos, y los convertían en ciudadanos romanos. Sin embargo, las mujeres habían quedado excluidas de la ciudadanía y estaban sometidas a la autoridad del padre o del esposo. Los esclavos, muy numerosos en Roma, no tenían libertad personal, no gozaban de ningún derecho y pertenecían a su amo. Si éste les concedía la libertad, se convertían en libertos. Política El gobierno de la República estaba organizado en tres instituciones: Los comicios: era la reunión en asamblea de los ciudadanos romanos. Los magistrados: los más importantes eran los Cónsules. El Senado: centro de la vida política de Roma. Para asistir a las asambleas o ser elegido magistrado o senador era necesario tener fortuna propia y ser conocido y respetado. Así, la República romana era más una oligarquía que una verdadera democracia. La expansión de Roma La República romana conquistó enormes territorios gracias al crecimiento de su riqueza y a un numeroso y eficaz ejército. La expansión de Roma se realizó en distintas fases: Primera fase: conquistó la península Itálica. Segunda fase: Roma se enfrentó, en las denominadas Guerras Púnicas, a Cartago. Tras su victoria, domina el Mediterráneo occidental. Tercera fase: conquista el Mediterráneo oriental. Crisis de la República Conflictos sociales Las conquistas aportaron a Roma grandes riquezas, aunque también originaron enormes desigualdades sociales. Algunas personas se enriquecieron, pero gran parte de los campesinos se arruinaron al abandonar sus tierras para servir en el ejército y no poder competir con los grandes latifundios trabajados por esclavos. Muchos de ellos tuvieron que vender sus tierras y trasladarse a Roma para intentar sobrevivir. Las quejas de la plebe urbana, sin tierras ni trabajo, dieron lugar a conflictos sociales, como la revuelta de en demanda de un mejor reparto de la riqueza. También provocó la revuelta de esclavos liderada por Espartaco. Para solventar la crisis. El Senado entregó el poder a jefes militares. Uno de ellos, Julio César, fue proclamado dictador perpetuo. Pero partidarios de la República lo asesinaron a las puertas del Senado. Fue el primer paso para la proclamación del Imperio. El Imperio romano Tras la muerte de Julio César, su hijo Octavio se convirtió en el hombre más poderoso de Roma. El Senado le concedió el título de Augusto, que significa “elegido por los dioses”. Augusto concentró en él todos los poderes e inauguró un nuevo sistema de gobierno: el Imperio. Dictaba todas las leyes (edictos) que se aplicaban en el Imperio. Al morir, se organizó el culto imperial, es decir, los emperadores se convertían en dioses a los que se debía rendir culto. Organización del Imperio Los territorios, que se incorporaron al Imperio se organizaron en provincias, a cuyo frente se colocaba un gobernador. Para defender el territorio, se levantaron fortificaciones en sus fronteras. Pax Romana A lo largo de los siglos I y II, el Imperio alcanzó su máxima expansión. Este periodo, conocido como la pax romana, apenas hubo conflictos sociales y guerras exteriores. Fue una época de prosperidad económica basada en el aumento de la producción agrícola y artesanal, y en la fluidez del comercio. Además, en todo el Imperio se adoptó la lengua y la cultura latina (romanización) y Roma se convirtió en una gran capital. Economía Las explotaciones agrícolas La actividad agrícola se desarrolló y progresó en todas las tierras del Imperio. Los romanos introdujeron el arado, el molino de grano, las prensas de aceite y vino, nuevos sistemas de regadío y el uso de abono. También iniciaron el cultivo de numerosos productos: frutales, hortalizas, cereales, olivos, vid…) Las relaciones comerciales En los primeros siglos del Imperio, el comercio entre las provincias se vio favorecido por la paz interna, la seguridad de las comunicaciones y el aumento de la producción agrícola y manufacturera. Los romanos habían construido magníficas calzadas que unían Roma con todas las provincias del Imperio. Ahora bien, el comercio se efectuaba esencialmente por vía marítima. La existencia de una moneda utilizable en todas las tierras del Imperio ayudó al desarrollo del comercio. Sociedad urbana La población romana de la época imperial estaba constituida por dos grandes grupos: libres y esclavos. Los hombres libres podían ser ciudadanos o extranjeros. La mayoría de los hombres libres gozaban de ciudadanía romana: no pagan impuestos por la tierra, tenían derechos políticos y estaban protegidos por las leyes. Ahora bien, entre estos ciudadanos libres existían enormes diferencias de fortuna. La sociedad romana fue profundamente urbana. A lo largo del Imperio se fundaron centenares de ciudades con una estructura similar. Sobre una planta cuadrangular destacaban dos calles principales en dirección Norte-Sur (cardo) y Este-Oeste (decumano). Todas ellas estaban protegidas por murallas y albergaban una plaza, el foro, que era el centro de la vida política y religiosa. Las ciudades contribuyeron enormemente a la romanización del Imperio, es decir, ayudaron a difundir por todo el Imperio la lengua, las leyes y el modo de vida de los romanos. Las crisis del Imperio romano A partir del siglo III el Imperio tuvo que enfrentarse a una serie de problemas: Las fronteras se volvieron inseguras por los ataques de los pueblos germánicos que habitaban más allá del limes (frontera) La autoridad imperial se debilitó y fueron frecuentes las revueltas, los jefes militares fueron aumentando su poder. Problemas económicos: la falta de esclavos, al acabarse las conquistas, provocó un descenso de la producción agrícola y minera. Además, los ataques bárbaros cortaron vías de comunicación, y paralizaron la artesanía y el comercio. En el año 395, el emperador Teodosio, para facilitar su defensa, lo dividió entre sus dos hijos: Arcadio y Honorio. A partir de ese momento quedaron separados el Imperio romano de Occidente y el Imperio romano de Oriente. El Imperio de Oriente, también conocido como bizantino, era más rico y estaba más poblado. Los emperadores bizantinos pudieron mantener su autoridad, defender las fronteras contra los bárbaros y asegurar la supervivencia del Imperio. En el Imperio de Occidente, mucho más empobrecido que el de Oriente, los sucesivos emperadores fueron incapaces de salvaguardarlo. El cristianismo, religión oficial Constantino autorizó la nueva religión (Edicto de Milán), acabó con las persecuciones a los cristianos y él mismo se convirtió al cristianismo. A finales del siglo IV, el emperador Teodosio hizo del cristianismo la religión oficial del Imperio. Con el tiempo, esta religión se expandió por todo el Imperio. Fin del Imperio de Occidente A partir del siglo III, diversos pueblos germánicos (suevos, vándalos, alanos, visigodos…) traspasaron las fronteras del Imperio occidental y se instalaron allí. A principios del siglo V, y empujados por un pueblo llegado de Asia central, los hunos, se produjo una nueva oleada de invasiones que acabó con el Imperio romano. Con la caída del Imperio de Occidente se inicia en Europa una nueva época. Los historiadores hablan del fin de la Antigüedad y del inicio de la Edad Media.