El desaliento de los buenos Escritores Actuales / Ramírez Mozqueda Alberto Por: P. Alberto Ramírez Mozqueda | Els fue un gran profeta en Israel. Gasty desgastsu vida en anunciar y en recordar a su pueblo de Israel la fe en el Dios verdadero en un ambiente de paganismo que se hab infiltrado en su pueblo y que hab llegado hasta la reina Jesabel, adoradora de Baal. Con una profunda valent y hasta con cierto sarcasmo para los sacerdotes de los falsos dioses, con hechos les mostraba que el Dios de Israel es el nico Dios y el nico al que hay que dar culto. Pero por toda respuesta, el profeta solo obtuvo la frialdad, la oposici y incluso al final la persecuci a muerte, por lo que tuvo que salir huyendo. Ascomo el pueblo de Israel camindesde la tierra de esclavitud hasta llegar a la tierra prometida, ahora el profeta Els quiere hacer el camino inverso, caminar hasta el Monte Orbe o Sina para encontrarse con el Dios de los cielos. Pero su desaliento era muy grande. Presa de la soledad, del abandono de aquellos a los que tendr que llevar el mensaje, y desanimado tambi ante la soledad, el silencio y los rigores del desierto, al final del primer d se sienta bajo un bol y le pide a Dios que le quite la vida, que le arrebate ya la existencia, porque ha perdido toda esperanza. Se queda dormido, profundamente dormido, y hubo necesidad de que un gel de luz se acercara a , lo despertara y lo invitara a comer: Levtate y come. come el pan y el agua que se le presentaba, pero su cansancio y su desaliento era tan grande, que volvia quedarse dormido, hasta que de nueva cuenta, el gel lo desperty lo anima comer porque el camino que tendr que recorrer era largo. Con la fuerza de aquel alimento, Els pudo continuar su camino hasta el encuentro con el Ser. Impresiona la figura de Els, el profeta, porque la tentaci de los buenos sigue siendo muy real, el desanimo puede cundir entre los seguidores de Cristo y entre los mismos pastores, al ver co el Evangelio no penetra en el ambiente, al considerar que los medios de comunicaci social son una escuela para la infidelidad, el divorcio, las pasiones desenfrenadas, y el rechazo a todo compromiso. Es la tentaci de los padres de tirar el arpa ante los hijos que crecen y rechazan todo lo que se pensaba valioso para ellos: la fe, las buenas costumbres, la primera comuni, los sacramentos, pero es tambi la tentaci de los hijos y su desaliento al no ver reflejada en los padres la fe que se les pretendiinculcarles, pues so contemplan gritos, mentes cerradas, guerra de orgullos y competencia de fuerza en quienes debern ser modelos para ellos, los jenes. Es la tentaci de los pastores, el desaliento al ver que las fuerzas son insuficientes, que los cristianos no se asocian para hacer frente al mal, al ver que el catecismo so llega a unos cutos nis mientras miles y millones so viven para el deporte, la diversi y la televisi, al ver que cada d mayor nmero de divorcios viene a sumarse a las gentes que se han convertido en chatarra humana, al ver que los que se separan del matrimonio comienzan a rehacer su vida buscando remedos de matrimonios que llegan a ser una madeja imposible de desatar. Es el desaliento de los pastores que como Els llegan a cansarse de hacer el bien, o pierden su identidad y no le encuentran chiste a la vida, o se desaniman ante la poca eficacia de los esfuerzos o la desconfianza de que este mundo tenga remedio. Es el desaliento de los buenos, pero es entonces el momento de escuchar a aqu gel que invitaba a Els: Levtate y Come... levtate y come, porque an te queda un largo camino. Es la voz del Papa que nos invita, por cierto un Papa viejo, pero no un viejo Papa, el que invita a levantarse, a desentumecer las rodillas, a aprestar el coraz y a ponerse en marcha, a remar mar adentro, porque la pesca que nos espera es grande, es asombrosa, es maravillosa. Es el Papa que anuncia una nueva primavera de la Evangelizaci, y es el Papa que nos recuerda la promesa de Cristo: Yo estartodos los ds con ustedes hasta el fin del mundo. Es la voz de la Iglesia que nos anuncia cada vez que rene a los cristianos para la Eucarist: Tomad y comed... Tomad y bebed, ya no el pan y el agua para Els, sino el Cuerpo y la Sangre de Cristo para los suyos, a los que ha llamado a su amistad, a su gracia y a su salvaci. El pan de la vida y el amor, el pan de la alianza y la fortaleza, el pan de la esperanza y la salud. Y es la voz del mismo Cristo que este d nos invita de nueva cuenta; Yo soy el pan de vida, que ha bajado del cielo... no murmuren... el que cree en mtiene vida eterna... yo soy el pan de la vida... el que coma de este pan vivirpara siempre... el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida.... No murmuren, dec Cristo a las gentes, porque no cren que fuera el Hijo de Dios, pues ven su sencillez y la sencillez y la humildad de sus padres, la humildad del trabajo de Jos la sencillez y el candor de su madre Mar, y no cren que hubiera bajado del cielo. Nosotros no nos ponemos el problema de las gentes del tiempo de Cristo, realmente creemos que Jess es el Hijo de Dios que ha bajado del cielo, pero no estamos muy convencidos de que Cristo sea el verdadero Pan del Cielo. Quizpara las gentes del tiempo de Cristo se les hacn muy extras las palabras de Cristo que se anunciaba a smismo como el Pan de vida, y a nosotros se nos haga extra que en un elemento tan sencillo pudiera estar toda la persona de Jess. Asse lo manifestaba un mahometano a un cristiano, yendo de viaje en un largo recorrido por tren: Co es posible que ustedes los cristianos digan que Cristo estcontenido en una sola hostia consagrada, si verdaderamente es el Hijo de Dios que no puede contenerlo ni los mismos cielos? Y el cristiano pregunta su vez: permame preguntarle, questviendo usted a trav de la ventana?, Pues las montas, el cielo, los boles, las casas, las personas, los animales respondiel mahometano. Entonces, replicel cristiano: Si usted puede contemplar y guardar todo eso con sus propios ojos, que son tan peques, qu no podr Dios hacer que su Hijo Jesucristo pudiera estar presente en cada una de las hostias consagradas?. Tenemos que caer pues, en la cuenta de que Cristo estde manera tremendamente sencilla en el sacramento Eucartico como que era el Hijo de Dios en la sencilla persona de Jess nacido de Mar y de su padre Josen adopci. Quizsea tan sencilla la manera de estar Jess en las especies eucarticas, que al no llamarnos la atenci a los sentidos, preferimos otras formas de acercarnos al Ser. Es costumbre en muchas iglesias ver desfilar el d primerao de mes, a muchas gentes ante la imagen de la Santima Trinidad, que llevan su moneda, su veladora, y que quieren tocar y sobar la imagen trinitaria, cuando a unos cuantos pasos estel Sacramento Eucartico, solo, olvidado, casi despreciado por las gentes. No serllegado el momento de volver a escuchar una y otra vez al gel del Ser, Levtate y come... porque an te queda un largo camino?. Tu amigo el Padre Alberto Ramez Mozqueda