Datos sobre la grafía v y sobre la inexistencia del fonema labiodental fricativo en el español Emir Ulises Vital José 2008-1 En cierta ocasión -hace ya más de ocho años- un profesor de sexto de primaria dijo a sus alumnos que la “b” era una consonante bilabial y que la “v” era una consonante labiodental. Debo decir que yo era uno de esos alumnos que terminaron la primaria con la idea de no pronunciar bien la lengua española. Durante los años posteriores no me decidí a investigar sobre el tema y me dedique a creer en esa afirmación, hasta el grado de pronunciar el fonema labiodental fricativo sonoro /v/ (distinguía /⎆vaka/ de /⎆buro/). Todo siguió así durante mucho tiempo hasta que en la lectura de Los 1001 años de la lengua española1 me percaté que el profesor de primaria, estaba equivocado, ya que en dicho libro se afirma que este fonema “en realidad nunca representó el sonido labiodental que se oye en el romance italiano vívere y en el francés vivre”.2 En una clase de lingüística un compañero hizo la misma afirmación que mi profesor de primaria, a lo que el catedrático de esa clase desmintió en ese instante esta idea que mi compañero tenia. Me puse a leer un poco sobre este tema y encontré en el mismo libro más información al respecto. Se dice que la “v” abunda en los textos castellanos medievales, pero en realidad representa una variante de “b” (la forma ਫ). El sonido bilabial tiene dos realizaciones; una cuando se presenta al principio de una palabra (como: en boda), o antes de una consonante nasal (como en tromba) y es una consonante oclusiva [b]. Cuando va entre vocales se pronuncia con los labios flojos o semiabiertos (como en caballo), siendo una “b” fricativa [ਫ].3 En la escritura castellana medieval, la “b” corresponde a la primera realización y la “v” a la segunda; esos escritos medievales son más lógicos que las grafías modernas, estas se escriben así porque son copiadas de las formas latinas Después de esto, no desdeño a mi profesor de la primaria pues este sin duda es uno de los mejores que he tenido a lo largo de mi carrera escolar. Sin embargo estos hechos me hacen pensar que todavía hay quien cree que existe una diferencia fonética entre estas dos letras de la grafía española, como la hay en el francés e italiano. Ni siquiera los humanistas españoles del siglo XVI, al hablar latín pronunciaban vívere con v labiodental, sino que lo hacían a la española, lo cual dio pie para 1 Alatorre, Antonio. 2002. Los mil y un años de la lengua española, México: FCE 2002, p. 416. Ídem., p. 122. 3 Ibíd., p. 123. 2 que sus colegas europeos les tomaran el pelo “Beati Hispani, quórum vívere est bíbere” (Dichosos los españoles cuyo vivir es beber) 4 Concluyo que el español nunca hizo la diferencia entre estas dos letras como lo hacen los hablantes de otras lenguas como el italiano y francés. Bibliografía ALATORRE, ANTONIO. 2002. Los mil y un años de la lengua española, México: FCE. ISBÃESCU, CRISTINA. 1968. “Sobre la existencia de una fricativa labiodental sonora [v] en el español cubano”, en AIH. Actas III, Centro Virtual Cervantes. http://cvc.cervantes.es/obref/aih/pdf/03/aih_03_1_054.pdf 4 Ibíd., pp.. 122-123.