Título: APROXIMACIÓN AL DIAGNÓSTICO DE POLIURIA Y POLIDIPSIA Autores: R. Ruiz de Gopegui Facultad de Veterinaria. Universidad Autónoma de Barcelona. 08193 Bellaterra (Barcelona). Resumen La poliuria (PU) y polidipsia (PD) son problemas de presentación frecuente en la clínica de pequeños animales. Se confirma la presencia de PU cuando el volumen de orina supera 50 ml/kg/día y PD si la ingesta de agua supera 100 ml/kg/día. Estos signos clínicos están ocasionados por varias alteraciones endocrinas y metabólicas, por lo que es esencial conocer su diagnóstico diferencial y llevar a cabo un protocolo de diagnóstico ordenado, para evitar así, que la causa subyacente pase inadvertida. El conocimiento de la fisiología normal del equilibrio hídrico es básico para comprender la patogenia de la PU/PD. FISIOLOGÍA DEL BALANCE DE AGUA La ingesta de agua varía con la temperatura ambiental, la humedad, el ejercicio y las preferencias individuales. En el perro y el gato, la ingesta de agua normal oscila entre 20 y 70 ml/kg/día. La producción de orina es el procedimiento principal de eliminación de agua del organismo. El volumen de orina normal en perro y gato varía entre 20 y 45 ml/kg/día. El consumo de agua y la producción de orina están controlados por interacciones complejas entre osmolaridad plasmática, volumen circulante en el compartimento vascular, centro de la sed, riñón, hipófisis e hipotálamo. La hormona antidiurética (ADH) o vasopresina es clave en la regulación del equilibrio hídrico. Se encarga de mantener los fluidos corporales mediante la reducción de la producción de orina. La secreción de ADH se estimula por aumento de la osmolaridad plasmática y reducción del volumen sanguíneo. Si la osmolaridad se encuentra por debajo de un valor mínimo o umbral (aproximadamente 280 mOsm/kg), la ADH en plasma queda reducida a concentraciones muy bajas o indetectables. Por encima de este valor, la ADH y la sensación de sed aumentan proporcionalmente al incrementar la osmolaridad. El sodio y los aniones son los solutos más activos sobre este sistema. Los receptores de volumen detectan la volemia y la presión sanguínea. Una disminución en la actividad eléctrica del barorreceptor estimula la producción de ADH. La liberación de ADH es más sensible a variaciones de osmolaridad que de volemia: un aumento de sólo 1-2% en la osmolaridad plasmática induce una secreción máxima de ADH, mientras que el volumen sanguíneo se debe reducir entre 5-10%. El sistema renina-angiotensina también participa en esta regulación; la hipovolemia estimula la secreción de renina, que promueve la producción de la angiotensina, con efecto dipsógeno. Otros factores que pueden actuar incrementando la secreción de ADH son: hipoglucemia, náuseas, dolor, emoción, estrés, ejercicio y fiebre. La liberación de ADH puede estar alterada (estimulada o inhibida) por fármacos y hormonas. La ADH, una vez secretada, se une a receptores específicos (V2) en la membrana basolateral de los conductos colectores del riñón, aumentando el número de canales acuosos en la membrana luminal, y promoviendo la reabsorción de agua libre y la formación de orina concentrada. El tiempo de vida media de la ADH es corta (minutos), permitiendo al organismo la posibilidad de ajustarse rápidamente a cambios en el balance hídrico. Aunque la ADH sea necesaria para la reabsorción de agua, el movimiento de agua es también dependiente de un gradiente osmótico elevado en la médula renal, que permite su reabsorción pasiva. Altos niveles de urea y cloruro sódico son los responsables de la tonicidad medular. FISIOPATOLOGÍA Cualquier alteración que afecte a los mecanismos que intervienen en el mantenimiento del balance hídrico provocará PU/PD. Salvo alguna excepción, estos signos se presentan en conjunto; la poliuria primaria se acompaña de polidipsia secundaria, y aquellas enfermedades que causen una polidipsia primaria mostraran una poliuria secundaria compensadora. Los problemas más frecuentes en la clínica son los que cursan con PU primaria y PD compensadora, cuyos mecanismos fisiopatológicos subyacentes son: Diuresis osmótica, debido a un incremento de la carga de solutos renal. Falta de capacidad del riñón para responder a la ADH, diabetes insípida nefrógena (DIN). Deficiencia, parcial o completa, en la secreción de ADH o diabetes insípida central (DIC). Pérdida de la hipertonicidad de la médula renal. En un menor número de casos, la alteración primaria es la polidipsia, creando la necesidad de aumentar la diuresis para compensar la reducción de la osmolaridad plasmática; p.e.: la polidipsia psicógena. SIGNOS CLÍNICOS El problema de PU/PD muchas veces es el único motivo de la consulta. Los propietarios detectan la polidipsia porque el animal: Bebe con más frecuencia El bebedero siempre está vacío Consume grandes cantidades de agua Tiene ansiedad por beber Ingiere cualquier líquido, incluso hielo, nieve y orina La poliuria, por otro lado, se describe como: Problemas de incontinencia y de eliminación de orina inadecuada, dentro de casa. Necesidad de aumentar la frecuencia de paseos. Nocturia. En los gatos, exceso de humedad en la caja de arena. ANAMNESIS E HISTORIA CLÍNICA El primer objetivo es “documentar” la PU-PD, confirmar que el animal es realmente poliúrico y descartar otros problemas como polaquiuria, alteraciones de la conducta e incontinencia urinaria. Para ello se debe conocer cómo y cuándo orina el animal. Los animales incontinentes orinan gota a gota durante la noche o mientras caminan; los animales con polaquiuria y disuria adoptan repetidas veces la postura de micción, pero a menudo no lo consiguen o eliminan cantidades exiguas de orina. Los animales con alteración del comportamiento que presentan eliminación inadecuada por marcaje suelen presentar otros signos de alteración del comportamiento o actitudes de dominancia. En todo caso, antes de diagnosticar el problema etológico se deben descartar los problemas médicos. En cambio, un animal con poliuria orina grandes cantidades de orina conscientemente debido a la presión de llenado que percibe en la vejiga. Otros datos necesarios para el historial son: La raza, edad y sexo del animal. Los Caniches de edad media o avanzada están predispuestos a hiperadrenocorticismo y diabetes mellitus; el Dobermann a hepatopatía inflamatoria crónica canina; el Lhasa apso y Shih tzu a displasia renal. La PD primaria es algo más frecuente en perros jóvenes de razas grandes y la piómetra en perras de edad media (Fotografía 2). Tipo de alimentación y cambios recientes de dieta. El paso de dieta húmeda a pienso irá acompañado siempre de un aumento de la ingestión de agua. Una dieta muy pobre en proteínas puede generar una disminución de la hipertonicidad medular debido a la reducción de la síntesis de urea. Presencia de cualquier cambio ambiental o factor de estrés. Estado reproductivo y fecha del último estro, sobre todo en perras. Presencia de sintomatología adicional como vómito, diarrea, anorexia, debilidad, depresión, tialismo, temblor, head pressing, etc. Administración de fármacos o productos (tabla 1) que aumenten el consumo de agua. EXAMEN FÍSICO En la mayor parte de los casos la causa de la PU-PD es una DIN adquirida o secundaria a enfermedad endocrina, renal, hepática o sistémica. Así, las alteraciones que se pueden encontrar en el estudio de los distintos órganos y sistemas permiten orientar el diagnóstico hacia enfermedades concretas. La polifagia y pérdida de peso se relacionan con enfermedades como diabetes mellitus, hipertiroidismo o síndrome de Cushing. La hiporexia y pérdida de peso, se asocian a insuficiencia renal crónica , hipercalcemia paraneoplásica (que es la causa más común de hipercalcemia en el perro), hepatopatía y pielonefritis. En el examen físico se debe palpar el tamaño y contorno del hígado y los riñones. Unos riñones pequeños e irregulares pueden indicar insuficiencia renal crónica, mientras que la nefromegalia con dolor a la palpación puede indicar pielonefritis. La linfadenopatía, hepatomegalia, esplenomegalia y masas en los sacos anales pueden coincidir con hipercalcemia paraneoplásica por linfoma, mieloma múltiple o adenocarcinoma de las glándulas apocrinas de los sacos anales. En hembras enteras, la distensión uterina con o sin secreción vaginal purulenta e hipertermia son indicativas de piómetra. El hiperadrenocorticismo puede sospecharse en animales con alopecia simétrica bilateral, hiperpigmentación y pérdida de elasticidad de la piel y abdomen péndulo. En los gatos de edad media y avanzada, debe palparse cuidadosamente la región cervical para valorar glándulas tiroides, que pueden estar aumentadas de tamaño en gatos hipertiroideos. En estos animales también se pueden encontrar signos de enfermedad cardíaca como taquicardia, ritmo de galope y soplo sistólico sobre el hemitórax izquierdo. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Causas no endocrinas ENFERMEDAD MECANISMO PU/PD Glucosuria renal primaria Diuresis osmótica PRUEBAS DIAGNÓSTICAS Urianálisis (glucosuria) Determinación de la glucemia (euglucemia) Síndrome de Fanconi Diuresis osmótica Urianálisis (glucosuria, aumento en la concentración de aminoácidos, fosfato, Na y bicarbonato) Determinación de la glucemia OTROS DATOS Descrito en Elkhound, Scottish Terrier, Basenji, Shih tzu y Lhasa Apso. Presentación muy rara. Basenji (familiar) y descrito en Elkhound, Collie, Schnauzaer. Sintomatología 1-6 años, de forma progresiva. (euglicemia) Diuresis postobstructiva Diuresis osmótica UREA Frecuente 1 ó 2 días después de una desobstrucción uretral en gatos machos con HDIF. Síntomatología (pérdida de peso, Insuficiencia renal crónica Número insuficiente de nefronas funcionales. Diuresis osmótica y descenso de la hipertonicidad medular Bioquímica (UREA, Creatinina, P) Hemograma (anemia no regenerativa) Urianálisis (isostenuria, Pielonefritis Inhibición funcional de la respuesta a la ADH en células renales. Urianálisis (leucocitos, bacterias) Urocultivo Urografía de excreción Ecografía renal Reducción de la hipertonicidad medular, alteración de la secreción y de la capacidad de acción de la ADH y aldosterona. Insuficiencia hepática, Bioquímica (albúmina, UREA, Colesterol, Glucosa, anomalías vasculares hepáticas. enzimas hepáticas) Ecografía abdominal Test función hepática Distensión cápsula esplénica Desconocido Ecografía abdominal Pérdida del gradiente osmótico medular Pérdida de la hipertonicidad medular; disminución reabsorción Na y urea. Test de privación de agua anorexia, depresión, vómitos) proteinuria) Hepatopatía (determinación ac.biliares y amonio pre y postpandrial) (densidad orina inadecuada; no incremento post-ADH) Reevaluación test privación/respuesta ADH tras una restricción de agua gradual y suplementación con sal. Sintomatología (fiebre y dolor sublumbar) Piómetra Hipercalcemia Hipokalemia Síndrome de hiperviscosidad Insensibilidad tubular renal a la ADH inducida por endotoxinas; glomerulonefritis por immunocomplejos. Hemograma (leucocitosis) Radiografía abdominal Ecografía abdominal Descarga vaginal (en piómetra Lesión de túbulos renales; fracaso de la respuesta a la ADH; inactivación del transporte de Na y Cl al intersticio medular renal e inhibición de la reabsorción de agua. Incremento sed; fracaso de la respuesta de los túbulos renales a la ADH; disminución tonicidad medular; alteración en la liberación de ADH. Dudoso Calcio total (>12mg/dl) o calcio Síndrome paraneoplásico iónico (>1,4 mmol/L) (linfoma cels T, adenocarcinoma sacos anales, mieloma múltiple). abierta) Signos clínicos 1-3 meses postestro. Hiperparatiroidismo Hipoadrenocorticismo Hipervitaminosis D Kalemia (<3,5mEq/L) Insuficiencia renal; vómitos y/o diarrea; cetoacidosis diabética; alcalosis metabólica y fluidos deficientes en K. Hemograma (hemoglobina, Eritrocitosis (primaria o adquirida) Perro: mieloma múltiple, leucemia hematocrito, recuento eritrocitario) linfocítica, ehrlichiosis, macroglobulinemia, plasmocitoma extramedular. Gato: mieloma múltiple, linfoma, plasmocitoma extramedular. Polidipsia primaria (psicógena) Poliuria compensatoria al Test de privación de agua incremento de la ingestión modificado de agua. Perros hiperactivos con actividad restringida o que experimentan cambios significativos de ambiente. Diabetes insípida nefrógena primaria Enfermedad congénita relacionada con deficiencia de receptores renales a la ADH. Muy raro Test de privación de agua modificado. HDIF: hematuria y disuria idiopática felina Causas endocrinas: ENFERMEDAD Diabetes Mellitus MECANISMO PU/PD Diuresis osmótica PRUEBAS DIAGNÓSTICAS Urianálisis (glucosuria) Determinación glucemia OTROS DATOS Más frecuente en gatos (>200mg/dl) Disminución en la Test de privación de agua producción y secreción de modificado. ADH. Parcial o completa. Hiperadrenocorticismo (Síndrome de Cushing) El exceso de cortisol inhibe la liberación e interfiere con la acción de la ADH. Alopecia, hiperpigmentación, pérdida de elasticidad cutánea, polifagia, hepatomegalia, abdomen péndulo. Hipoadrenocorticismo Pérdida de Na de la médula renal debido a deficiencia de aldosterona. Diabetes insípida central Bioquímica (fosfatasa alcalina, ALT, colesterol, TG, glucosa). Test de estimulación con ACTH o de supresión a dosis bajas con dexamentasona. Determinación cortisol/creatinina en orina Origen idiopático, traumático, neoplasia (craniofaringioma, adenoma cromófobo, adenocarcinoma y metástasis), malformación pituitaria, quistes e inflamación. (>95%) (Enfermedad de Addison) Ratio Na:K (<27) Test de estimulación con ACTH Anorexia, pérdida de peso, debilidad muscular, deshidratación, depresión, signos gastrointestinales. Feocromocitoma Hipertiroidismo Acromegalia (hipersomatotropismo) Hipertensión arterial Determinación de catecolaminas en orina. Biopsia e histopatología Inespecífico. Puede asociarse a signos de trombosis en vena cava. Puede coexistir con enf. de Cushing. Hipertensión sistémica y glomerular, polidipsia por ansiedad Determinación de T4 en sangre y test de supresión con T3. Común en gatos (hiperplasia La producción excesiva de hormona del crecimiento provoca diabetes mellitus resistente a insulina (diuresis osmótica) Determinación glucemia (hiperglucemia) Urianálisis (glucosuria) Determinación de hormona del crecimiento Perro: Progestágenos (diestro o yatrogénico) y neoplasia hipotalámica o hipofisaria. Gato: Adenoma de hipófisis. adenomatosa o adenoma gl tiroides) y raro en perros (carcinoma tiroideo). ALT: alanina aminotransferasa; TG: triglicéridos PLAN DIAGNÓSTICO El primer paso es confirmar que realmente existe PU/PD. Los métodos utilizados son: - Determinación de la cantidad de agua ingerida por el animal en casa durante dos o tres días. - Realización de urianálisis. Densidades de orina inferiores a 1030, sin presencia de glucosuria o proteinuria significativas, apoyan el diagnóstico de PU/PD. Confirmada la existencia de PU/PD, deben realizarse las siguientes pruebas laboratoriales: - Urianálisis completo y urocultivo (de orina recogida por cistocentesis) si se detecta piuria. El valor de la densidad de orina es útil para orientar el diagnóstico diferencial (tabla 2) - Hemograma completo - Perfil bioquímico: UREA, creatinina, enzimas hepáticas, glucosa, TG, colesterol, proteinograma, Ca, P, Na y niveles de K. - Radiografías y/o ecografías para evaluar el tamaño de hígado, riñón o útero y para evaluar glándulas adrenales en pacientes con sospecha de hiperadrenocorticismo o feocromocitoma. Algunas de las pruebas específicas que pueden ser necesarias para confirmar un diagnóstico presuntivo son: - Determinación de T4, para descartar hipertiroidismo. - Pruebas funcionales hepáticas como la determinación de ácidos biliares o amonio pre y postprandial. - Test de estimulación con ACTH y supresión con dosis baja de dexametasona si se sospecha hiperadrenocorticismo (aumento en la fosfatasa alcalina y colesterol). Si no se detecta ninguna alteración significativa en las pruebas laboratoriales, el siguiente paso es realizar un test de privación de agua modificado. El test está diseñado para determinar si la secreción endógena de ADH se produce en respuesta a la deshidratación y si los riñones responden adecuadamente a este estímulo. Permite diferenciar entre diabetes insípida central, diabetes insípida nefrógena y polidipsia psicógena. El protocolo está especialmente contraindicado en pacientes azoémicos, deshidratados, con hipercalcemia y aquellos en los que se sospeche enfermedad renal. FASE I: Preparación para el test Realizar restricción progresiva de agua 3 días antes de la privación completa (para minimizar los posibles efectos sobre la tonicidad medular): - 72h antes120-150 ml/kg/dia dividido en 6-8 pequeñas tomas - 48h antes 80-100 ml/kg/día - 24h antes 60-80 ml/kg/día - Animal en ayuno 12h antes del inicio del test. FASE II: Privación completa de agua El objetivo es conseguir la máxima secreción de ADH y concentración de orina (después de pérdidas del 3-5% del peso corporal del animal). La vejiga de la orina se cateteriza y se vacía. Se pesa el animal. Durante el período de privación debe monitorizarse el estado de hidratación, UREA, peso corporal, densidad urinaria y, si es posible, osmolaridad. Vaciar la vejiga cada 1-2h. El test finaliza cuando: - La pérdida de peso supera el 5% (la mayoría de perros y gatos con diabetes insípida central o nefrógena congénita lo pierde en 3-10h). - >1030 - UREA >30mg/dl (animal urémico). FASE III: Respuesta a la administración de ADH exógena Después de la privación de agua, si <1030 y pérdida del 5% del peso corporal, se administran 5 gotas/animal de Minurin® (desmopresina). La vejiga se vacía a los 30, 60, 90 y 120 minutos postadministración. La densidad se determina en cada muestra de orina. FASE IV: Final del test Reintroducir pequeñas cantidades de agua (10-20 ml/kg) cada 30 minutos durante 2 horas. Se mantiene controlado el estado de hidratación y la azoemia. Si el animal está bien a las 2 horas de haber finalizado el test, se vuelve a administrar agua ad libitum. Resultados del test de privación de agua modificado (tabla 3) Cuando se les priva de agua, el 95% de los perros y gatos normales son capaces de alcanzar densidades superiores a 1060 después de perder el 5% del peso corporal. Requerirán de 2 a 4 días para deshidratarse. Los animales con DIC no son capaces de concentrar la orina a niveles superiores de osmolaridad plasmática (290-310 mOsm/kg). Son animales que rápidamente se deshidratan, al igual que los que tienen DIN. Después de la administración de vasopresina la osmolaridad urinaria debe aumentar entre el 50 y el 800% del valor basal anterior a la inyección en el caso de la DIC completa, y entre un 10 y 50% o más en la DIC parcial. Los animales con DIN tampoco son capaces de incrementar la osmolaridad urinaria por encima del plasma, incluso cuando han perdido más del 5% de su peso corporal por la privación de agua. A diferencia de lo que ocurre en la DIC, no hay ni aumento de la osmolaridad urinaria ni de la densidad después de la administración de desmopresina. El test de privación de agua no permite diferenciar si la diabetes insípida nefrógena es congénita o adquirida. Tabla 1 CAUSAS YATROGÉNICAS Diuréticos (furosemida, manitol, Anfotericina B Litio Metoxifluorano Bicarbonato sódico Dietas pobres en proteína Suplementos con tiroxina Elevadas dosis de glucosa ac.etacrínico) Glucocorticoides Antiepilépticos (fenitoína, pirimidona, fenobarbital, dilantina) Suplementación con sal Vitamina D Tabla 2 Orina hipostenúrica <1007 osmolaridad orina 250mOsm/Kg Orina isostenúrica =1008-1012 osmolaridad orina=250-350mOsm/Kg Polidipsia psicógena DIC DIN primaria Diuresis postobstructiva Hiperadrenocorticismo Insuficiencia renal crónica Hiperadrenocorticismo Polidipsia psicógena Insuficiencia hepática Pielonefritis DIC parcial (en los animales que tengan restricción de agua al mismo tiempo) Tabla 3 Tabla de interpretación del test de privación de H2O modificado Enfermedad Normal DI central -completa -parcial DI nefrógena PD psicógena Inicial <1006 <1006 <1006 1001-1020 Densidad orina 5%deshidratación Post-ADH >1060 No aumenta <1006 1008-1020 <1008 >1030 >1010 >10-50% aumento(1015) <1008(no aumenta) No aumenta