el aura de los ciervos Miguel Ángel Blanco Una exposición de Miguel Ángel Blanco en la que la creación contemporánea convive con obras del Museo del Romanticismo, para evocar en el espectador una imagen mítica de la naturaleza. El artista parte del grabado de Fernando Brambilla Vista del Real Palacio de Riofrío…, que se conserva en el Museo, para realizar una selección de obras pertenecientes a la colección. En palabras del artista: “(parto) de una estampa de Fernando Brambilla, quizá su imagen más romántica, en la que unos ciervos saltan en primer plano asustados por una violenta tormenta eléctrica sobre Riofrío. Me hizo interesarme por otras apariciones de los ciervos en piezas de la colección, que reflejan la fascinación por un animal con una carga simbólica ancestral y dan idea de las distintas facetas que tuvo en ese período su representación artística: desde la pervivencia de temas paganos (…) o cristianos, (…) a la encarnación del espíritu de la naturaleza incontaminada en el paisaje sublime o a la narrativa cinegética.” F. Brambilla (P), P. Blanchard (L), Real Establecimiento Litográfico Vista del Real Palacio de Rio Frio tomada entre Norte y Levante Papel, tinta litográfica / litografía 1832 Museo del Romanticismo Estas piezas se relacionan a su vez con ocho obras del artista: libros-caja pertenecientes a su Biblioteca del Bosque, inspirados en la emblemática figura del ciervo. “Las piezas seleccionadas dialogan con ocho libros-caja de mi Biblioteca del Bosque, realizados para esta exposición con puntas y fragmentos de cornamentas de ciervo. Las cuernas se han comparado siempre al ramaje de los árboles, a los que está dedicada una buena parte de mi obra; estos libros-caja evocan atributos de los ciervos relacionados con la germinación, el crecimiento y la regeneración, la persecución de la sabiduría… ” 1137 Miguel Ángel Blanco Contacto nocturno 205 x 285 x 45 mm 4 páginas de papel de fibras vegetales y papel de aceite de linaza con dibujos a lápiz y puntos de fuego. Caja: dos cuernas de ciervo del Valle de Alcudia, obsidiana de río de México y bromelia de Houston, Texas, sobre parafina y serrín de cuernas. 13/6/2014 La exposición culmina con una instalación en la que el artista nos adentra en la naturaleza. Los diferentes elementos que la conforman, generan sensaciones que trasladan al espectador a una pelea en el mundo animal. “La instalación escenifica la liberación del aura de los ciervos. En la pared he instalado un conjunto de treinta metopas históricas de triunfos cinegéticos, vacías, que proceden del Museo Nacional de Ciencias Naturales, al igual que las cornamentas que forman, en cierto sentido, una montaña. Todas las imágenes, los mitos, las leyendas y las fuerzas invocadas por las cuernas se densifican aquí: rama, raíz, rayo, llama. Una intervención sonora nos hace escuchar su entrechocar y la berrea de los ciervos, convocando la magia de la expansión del sonido en la naturaleza, al caer la noche. Ascended la montaña y escuchad el bramido de los ciervos. Encontraos con ellos en la oscuridad. Desentrañad el lenguaje cifrado de sus cornamentas y admirad su misterio. Sed testigos de su liberación” Miguel Ángel Blanco El aura de los ciervos 30 metopas y cornamentas de ciervos, Museo Nacional de Ciencias Naturales Instalación sonora, grabación choque de astas y berrea