con un té y unas hierbas, con eso te curas”

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“Como nos decían antes las abuelitas:
con un té y unas hierbas,
con eso te curas”
Y
a eran dos años que
venía arrastrando este
problema. Tenía dolores de cabeza, colitis,
gastritis, esofagitis y un dolor muy
fuerte en la parte del hígado. Había
ido de médico en médico y no había podido encontrar una solución.
Visité varios médicos generales y
me dijeron que era colitis, otros me
indicaron que era gastritis o esofagitis, que tenía inflamados los intestinos y el hígado.
Me sentía tan agotada, porque
no descansaba como debía. A veces
me dormía y amanecía como si
no hubiera dormido, con ese mal
humor que tenía últimamente,
gritándoles a mis hijos para que
se levantaran, llegando al trabajo
corriendo y de malas.
Mi trabajo es muy estresante.
Estoy desde las 7 de la mañana
hasta casi las 8 de la noche. Es un
lugar donde siempre estamos bajo
presión, tenemos que trabajar muy
rápido y prácticamente no tenemos vida propia; siempre estamos
metidos en el trabajo y creo que
todo eso nos lleva a tener este tipo
de padecimientos y, más que nada,
uno es dejado y no se cuida como
debe ser. Anteponemos el trabajo a
nuestra propia salud.
Tuve muchos problemas familiares. Exactamente hace un año
tuve dificultades con mi esposo
por sus problemas de alcoholismo.
Todo eso me llevó a tener mucho
estrés. Casi llegué a tener una parálisis facial por los mismos problemas. Era mucho, mucho el pleito
y los conflictos que llegamos a tener, fue terrible. A raíz de eso me
fui enfermando más y más, hasta
que llegó un momento que ya no
pude más. Con los médicos que me
atendían no sentía el alivio. Yo me
tomaba los medicamentos, a veces
tanto medicamento que tomaba,
en vez de hacerme bien, me hacía
más daño. Ya no quería más medicamentos. Estaba muy cansada de
estar tomar tantas medicinas que
no me ayudaban a nada al final de
cuentas.
Aunque digan que es poquito lo
que te cobran, pues no. Porque vas
una vez y no te funciona, vas otra
vez y tampoco… ¿Cuántos tratamientos llevas encima? A veces de
200 y 300 pesos, si hacemos cuentas, te gastas en 4 consultas hasta
2000 pesos; cuando no te resulta
nada, es como si tiraras el dinero
la basura.
De Congregación Mariana Trinitaria me enteré por el periódico.
Yo siempre leía los testimonios de
las personas. En mi primera consulta me dijeron que estaba muy
inflamada de los intestinos, del
hígado, que tenía mucho estrés
emocional y cansancio. Por donde
me tocaran, me dolía todo. Me sorprendió tanto el hecho de que con
tan sólo tocarme me dijeran exactamente donde me dolía, porque yo
ese día venía terriblemente mal,
muy mal. Entonces cuando me
empezaron a tocar esos puntos de
energía… ¡Híjole!... Yo sentía que
me moría, porque era un dolor inmenso. Pensé, ojalá aquí me cure,
porque ya no puedo más.
Cuando empecé con el tratamiento en Congregación Mariana
Trinitaria, fue como algo mágico;
ANTES
AHORA
“ Vas con 300 pesos al
mercado para comprar lo que
necesitas para tu tratamiento
y, bueno… ¡Hasta te sobra! ”
inmediatamente sentí esa mejoría
que andaba buscando. Me acostaba a dormir y amanecía tan bien,
tan descansada, con ese sueño tan
reparador que había estado necesitando últimamente. Fue algo de
verdad increíble que con tan pocas
cosas que estuve tomando o que
estoy tomando hasta ahora, me he
sentido bastante bien, diría yo, excelentemente bien.
En estos dos meses de tratamiento que llevo, percibo que tengo un 85% de mejoría, porque me
siento muy bien, perfectamente
bien, hacía mucho tiempo que no
me sentía como ahora.
El ambiente en mi casa cambió
totalmente porque mi estado de
ánimo cambió radicalmente, ya
no estaba tan cansada, tan deprimida, tan de mal humor. Ahora es
todo lo contrario, aunque yo llegue
cansada no es ese cansancio tan
agotador como antes, sino ahora
es platicar con la familia, de estar
un rato con ellos, de ver qué cosas
necesitan los niños. En mi trabajo
fue un cambio radical porque ya
estaba más descansada, de mejor
humor y las cosas van saliendo
mejor cuando uno se siente mejor.
Ahora no siento que este gastando tanto como antes, porque lo
que me compro para mi tratamien-
“ No hay necesidad de
que vayas a la farmacia a
llenarte de medicamentos,
yo envenenaba mi cuerpo
con tantas medicinas y,
créanme, ahora una pastilla
no me he tomado”
to es algo que lo conseguimos en el
mercado, como son hierbas, pepinos, jícamas; cosas así que, relativamente, no cuestan tanto como
un medicamento. Vas con 300 pesos al mercado para comprar lo
que necesitas para tu tratamiento
y, bueno… ¡Hasta te sobra!
No es tanto lo que vayas a gastar, es algo tan simple… A lo mejor
es algo que vas a tomar y lo tienes
en la casa, y dices: “¿Cómo eso? Si
todo el tiempo lo tenido ahí y no me
lo tomo”. Sí, son cosas simples pero
muy beneficiosas. Como nos decían
antes las abuelitas: “Con un té y
con unas hierbas, con eso te curas”.
No hay necesidad de que vayas a la farmacia a llenarte de
medicamentos, que era lo que yo
estaba haciendo, envenenar mi
cuerpo con tantas medicinas y,
créanme, ahora una pastilla no
me he tomado.
Yo soy hipertensa y desde el
momento que llegué a Congregación Mariana Trinitaria, hasta
ahorita, no he tomado una sola
pastilla para controlarme la presión. Con el tratamiento que llevo
aquí, con eso es suficiente. Me he
checado la presión y la he tenido
más baja de lo que tenía antes; estoy normal. Antes siempre estaba
con ese pendiente, de que me fuera
a subir o cuando me subía estaba
preocupada; pero ahorita, con el
tratamiento que llevo es más que
suficiente, no necesito un medicamento para sentirme bien.
En estos dos meses que llevo,
increíblemente bajé una talla, he
perdido de peso. Ahorita la ropa
que traigo es prueba de ello, porque hace mucho tiempo que ya no
me la ponía, no me quedaba. Estoy
muy contenta con todo eso, porque
aparte de que sea por estética o salud, me siento muy bien. Mi familia
me pregunta, qué estoy haciendo, y
les he platicado de Congregación
Mariana Trinitaria. Venía apostándole a que me ayudaran, a que
María Dolores Zárate Santiago.
Edad: 44 años.
Domicilio: 2ª Privada de Aldama #103, Col. Nacional, Ixcotel, Santa
Lucía, Oaxaca.
“ En estos dos meses de
tratamiento, percibo un 85%
de mejoría porque me siento
muy bien, perfectamente bien”
me sacaran de ese estado tan difícil en el que estaba y, bueno, aquí
los resultados están a la vista. Me
siento muy bien.
El cambio ha sido importante
en todos los aspectos. La gente me
pregunta que si yo estoy bronceada de la piel y les digo que no, y me
preguntan otra vez porque dicen
que me veo muy rojita, pero les
digo que es el cambio que tuve con
el tratamiento. La piel y el cabello
me cambió bastante porque lo tenía demasiado reseco, me lo soltaba y se me paraba horrible, ahora
ya me lo suelto y se acomoda en su
lugar.
A todos les pediría que se dieran una oportunidad como me la
estoy dando yo. A veces decimos
“no tengo tanto” o “voy a gastar
mucho”, pero no. Estoy segura de
que si vienen a Congregación Mariana Trinitaria van a ver el cambio radical que tendrán en su persona. Esa oportunidad que yo me
di, tendrían que dársela muchas
personas que se sienten como yo
me sentía; porque, a veces, como
mujeres nos abandonamos mucho,
queremos estar bien para la familia, para los hijos, tener salud y
vida para cuidarlos y creo que esto
es una buena oportunidad para
para estar bien, para dar todo lo
que podemos dar, pero sanas. Yo
me siento realmente sana, estoy
bien con mi familia, es una oportunidad muy buena que me acabo
de dar, un regalo para mí porque
a veces no pensamos en nosotros.
Conozcan Congregación Mariana Trinitaria, es como estar en
casa, porque entras y sientes esa
tranquilidad, es como llegar a tu
casa y decir: “Aquí yo sé que voy
a estar bien”. El trato amable que
tienen con uno es muy diferente a
cuando llegas a un consultorio y
sólo te dicen: “¿Qué tienes?” Aquí te
saludan, te llenan de mucha energía y mucha paz.
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