Los avances de la década y los problemas del quinquenio

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6 | Domingo 26 de mayo de 2013 | LA CAPITAL
» La década K
REUTERS
Viene de la página 5
“En relación a lo que fue la crisis del 2001, los primeros cuatro
años fueron de mejoras indiscutibles: se recuperó el empleo, reflotó la ley de paritarias, se retomó el
Consejo del Salario” dijo Micheli.
“A partir del 2007 todo comenzó
a complicarse, con la intervención
del Ejecutivo —a través del Ministerio de Trabajo— en las paritarias
e intentando condicionar la discusión salarial al fijar un techo a las
paritarias”, agregó.
Kirchner siempre encontró en
Moyano a un aliado fiel. Durante el conflicto con las patronales
agrarias se rompió la llamada
“transversalidad” que había impulsado Néstor como presidente
y que había permitido que Cristina compartiera fórmula con el
radical Julio Cobos. Durante la
disputa por la 125 muchos que
hasta ese momento habían estado
junto al gobierno —incluso dentro
del propio peronismo— vieron la
oportunidad para poner fin a esa
alianza. Fue la etapa de mayor debilidad del gobierno. Sin embargo,
la relación con los trabajadores y
con los líderes sindicales permitió
mantener el control de “la calle” y
evitar el avance de los sectores de
poder concentrado.
Un día de octubre de 2008, al
finalizar un acto político, Néstor
Kirchner le dijo a un grupo de legisladores y políticos: “La semana
que viene Cristina va anunciar algo
importante”. Todos se miraron en
silencio. “A vos te va a gustar mucho”, le dijo a Recalde sonriendo
socarronamente. Dio media vuelta y siguió caminando. A los pocos
días, la presidenta anunció públicamente la estatización de las Afjp.
otros tiempos. El líder de la CGT fue un aliado incondicional del gobierno de Néstor y la relación se tensó con Cristina.
De esta manera a partir de una ley
enviada al Congreso se pondría fin
al régimen privado de jubilaciones
instaurado por Menem.
En 2009, después de la derrota
electoral, la pareja presidencial
buscó refugio en el aparato del PJ.
Néstor Kirchner fue elegido presidente del partido y Moyano vice
del PJ bonaerense, detrás de Alberto Ballestrini. Al año siguiente
Ballestrini sufrió un ACV y Moyano asumió en su lugar.
Después de la muerte de Néstor
lentamente Moyano se fue distanciando del gobierno. La discusión
sobre el armado de las listas para
las elecciones de 2011 terminaron
de alejar al jefe de la CGT: el día
de los festejos, el 23 de octubre,
Moyano fue el único ausente en el
búnker de Cristina. Sí estuvo su
hijo, Facundo Moyano, uno de los
integrantes de la lista de diputados
del Frente Para la Victoria.
Después de la
muerte de Néstor
lentamente Moyano
se fue distanciando
del gobierno. La
discusión por el
armado de listas en
2011 terminaron de
alejarlo”
La ruptura definitiva se produjo
a fin de año, en el festejo por el Día
del Camionero, el 12 de diciembre.
“El partido es una cáscara vacía
sin contenido ni decisiones políticas, está vaciado de peronismo que
nos da la razón de ser a los trabajadores por esa razón” dijo Moyano.
Estaba renunciando publicando a
la presidencia del PJ bonaerense.
A partir de ese día, pasó a formar
parte del amplio arco opositor.
El 20 de junio de 2012 el ministro del Interior, Florencio Randazzo, denunció penalmente a Hugo
y Pablo Moyano por un paro de
Camioneros que generó desabastecimiento de combustibles en el
país. El jefe de la CGT respondió
rápidamente: en vivo desde los estudios de TN anunció la convocato-
ria a un paro nacional de todas las
ramas de su gremio. Una semana
después, desde Plaza de Mayo, Moyano dijo: “Pareciera que un reclamo legítimo fuera una extorsión,
que una medida de los trabajadores pretende distorsionar la democracia, que un paro nacional fuera
un golpe de Estado”. El jefe de la
CGT lideró un acto que convocó
desde el peronismo federal hasta
la izquierda. Mientras él hablaba
en la plaza, Héctor Recalde participaba de la sesión en la Cámara de
Diputados. “Lo que cambió es que
particularmente Moyano tomó la
decisión de representar y sacar a
la calle a los trabajadores. Antes lo
hacía a través de la gestión. Ahora
entendió que había que hacerlo en
la calle”, dijo Micheli. “Nosotros
nunca tuvimos una relación tirante. Antes de ese día directamente
no teníamos relación”, explicó.
Micheli fue uno de los invitados
al acto del 7 de febrero donde Moyano lanzó su Partido por la Cultura, la Educación y el Trabajo. “Si
fuese por él hubiese ido, pero no
me parece bien la compañía que
tuvo ese día. Representan la vieja
política: De la Sota, De Narváez,
Scioli”, contó.
El kirchnerismo cumplió diez
años en el poder. En octubre, por
primera vez desde que gobierna el
país, deberá enfrentar una elección
general sin el apoyo del hombre
fuerte del sindicalismo. El camionero también jugará en octubre
próximo.
Históricamente, el núcleo de los
trabajadores representó una parte
muy importante en los resultados
electorales de Néstor y de Cristina.
Una pregunta queda abierta, en
octubre ¿los trabajadores irán con
Moyano o con Cristina?
NA
Opinión
Los avances de la
década y los problemas
del quinquenio
Jorge Gaggero
Economista, investigador en el Cefid-AR
L
os desarrollos macroeconómicos impulsados durante
2002-2003, ratificados y profundizados luego por las tres administraciones elegidas por el voto
ciudadano después del derrumbe
de 2001 han sido —más allá de los
errores— muy eficaces para asegurar una recuperación económica
sostenida; una notable mejora del
nivel, la calidad y la retribución del
empleo; una gran disminución de
los niveles de pobreza e indigencia;
y, además, una mejora significativa
en la distribución de los ingresos.
En sólo tres años, se alcanzaron
los niveles de actividad económica
previos a la debacle y hacia el Bicentenario (2010) Argentina pudo
mostrar una situación laboral más
parecida a la predominante un
cuarto de siglo atrás que a la heredada de la caída del 2001.
Sin embargo, completado el período de recuperación, el ritmo de
crecimiento —que ha sido de tipo
“asiático”, en promedio, durante
2003-2011— y la creación de empleos
pasan a depender, en buena medida,
del dinamismo y el perfil de la inversión. En el mejor de los escenarios
parece muy difícil que se puedan
mantener las tasas de crecimiento
así como los progresos del empleo
alcanzados en el pasado inmediato.
Las claves de los desarrollos
macroeconómicos del período 20022007 (la “fase de oro” de la última
década) han sido:
• El “sinceramiento” del nivel
del tipo de cambio, el sostén posterior de uno alto y competitivo y la
emisión de señales creíbles acerca
de la continuidad de esta política
cambiaria en el largo plazo;
• La adopción de políticas fiscales y monetarias prudentes,
consistentes;
• Una negociación inédita con
los tenedores de bonos públicos en
default y el FMI que permitió arribar a una reestructuración muy
conveniente de la deuda privada
externa y luego la cancelación de la
deuda con el Fondo y la liberación
de su “tutela”;
• Un firme compromiso, hasta
el momento cumplido, de no volver a caer en los clásicos ciclos de
endeudamiento público que tanto
daño han acarreado en el pasado (la
voluntad de no permitir el aumento
del nivel de endeudamiento neto y
asegurar una persistente caída futura del ratio deuda pública/PIB);
y, en general,
• La adopción de enfoques de
política heterodoxos, alejados de
la ortodoxia, que apuntaron al desarrollo productivo, la expansión y
diversificación de la exportaciones
y, en una medida más limitada, hacia una mayor equidad social.
LOS DESAFíOS. Ahora bien, podía
imaginarse (hacia fines de 2007,
principios de 2008) un escenario
macroeconómico ideal para los años
subsiguientes, como marco de referencia conveniente para el diseño
de la gran reforma tributaria y el
rediseño estratégico de las políticas
de energía y transporte (entre otras
relevantes) pendientes en el país,
que tuviese las siguientes notas:
1
La continuidad de la política de
tipo de cambio alto y sostenido,
La coordinación entre el BCRA y Economía es un problema aún no resuelto.
con un muy gradual descenso de
su valor real. Esta fue desafiada
por un proceso de persistente inflación durante el último quinquenio
(2007-2012);
2
Una política monetaria que
atendiese a la necesidad de mantener una razonable estabilidad del
nivel de precios y cuidase de no desatender -al mismo tiempo- el indispensable estímulo a la producción
y la creación de empleo. La reciente
y crucial reforma de la Carta Orgánica del Banco Central (BCRA)
apunta a atender simultáneamente
a los tres objetivos señalados (como
lo establece la normativa de la Fed
de EEUU) pero no ha sido resuelto aún el problema de la necesaria
coordinación y consistencia de la
política macroeconómica entre el
BCRA y Economía;
3
De modo complementario la política fiscal debía asegurar, durante un largo tiempo, un superávit
que permitiese afrontar a la vez las
necesidades fiscales internas y los
pagos de los servicios de la deuda
en condiciones de difícil acceso al
financiamiento externo.
Continúa en la página 7
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