Academia Nacional de Historia Militar 22 de agosto de 1896: A las 06:30 Alfaro emprendió la marcha desde Yanuncay. Dividió sus tropas en dos columnas: una relativamente la envío hacia el sur de la ciudad, mientras la conformada por la mayor parte de efectivos la destinó al sector occidental. El sábado 22 de agosto de 1896, a las 06:00 el batallón Esmeraldas compuesto por 700 soldados y dirigido por José María Concha y Manuel López Ateta, avanzó desde Balsay y Sidcay y abrieron fuego contra las tropas conservadoras. El combate fue feroz y los defensores no dejaban de disparar. Los gritos de ¡Viva Cristo! y ¡Viva Alfaro! enardecían el ánimo de los combatientes que no cedían sus posiciones. Los del Esmeraldas son literalmente diezmados, y según algunos cálculos, apenas habrían quedado unos cincuenta. Entre los muertos consta el comandante Manuel López Arteta. En torno a las 08:30 desde la colina Balsay las fuerzas liberales empezaron a disparar sus cañones. El batallón Guayas se empeñaba con denuedo en la lucha. La columna Sagrada de los conservadores resistía tenazmente en intento de los liberales de ingresar a la ciudad por el Chorro. En medio del combate el batallón Paute, que tenían por tarea defender la calle del Corazón de Jesús, resentido por una equivocada decisión de Antonio Vega, tomó la decisión de retirarse junto con su comandante Luis Andrade. Esta defección echó abajo toda la estrategia. Los soldados que estaban en Cullca se replegaron. De esta forma a la ofensiva liberal se le presentó la más favorable de las circunstancias por el sector abandonado por los del Paute que se convirtió en la puerta propicia para la avanzada de los batallones Daule, Guayas, Columna Exploradora, una compañía del Ayacucho, parte de la Artillería y los sobrevivientes del Esmeraldas. Todos los esfuerzos desplegados por los moradores del sector, que desesperados empezaron a disparar desde sus techos, ventanas y portones, resultaron inútiles. Los atacantes llegaron a la Plaza de San Sebastián y desde allí atacaron a Santo Domingo. En torno a las 16:30 la derrota conservadora ya era inevitable. Ante los acontecimientos la élite conservadora recomendó a Antonio 46 Segundo semestre •