Cómo prevenir las estafas a domicilio en el gas y la luz 10/01/2015 Seguro que has escuchado, o leído en la prensa, algún caso de estafa a domicilio, realizada a través de falsos comerciales de compañías de la luz, o del gas. Suelen serestafas a personas mayores, pero cada vez los estafadores van refinando sus técnicas y alcanzando a más objetivos, en principio menos crédulos, pero que pueden terminar perdiendo dinero a base de engaños muy elaborados. En cualquier caso, no es correcto diferenciar entre las vÍctimas de las estafas: cuando alguien es engañado para contratar algo que no existe, no importa si es una persona mayor, joven, con más o menos conocimiento, sino que se trata de personas engañadas por indeseables a los que, con un poco de atención, podemos desenmascarar fácilmente. LO QUE DEBES SABER... Desconfiar de los comerciales puerta a puerta nos va a ayudar a diferenciar entre los genuinos, y los estafadores. Nunca se debe firmar nada, ni pagar dinero al comercial si no es algo totalmente controlado por nosotros. Ante la duda, dí no. Cualquier oferta genuina se puede comprobar llamando a la empresa de la que dice depender el comercial. ¿Desconfiamos de todos los comerciales puerta a puerta? Sin necesidad de ser los más desconfiados del mundo, de esas personas que jamás abren la puerta a nadie, hemos de tener claro qué lugar ocupamos. Cualquier comercial (sea verdadero, o un impostor) tratará de vendernos algo, pero nosotros ponemos las barreras y las normas. Si no queremos que alguien entre en nuestra casa, no debe entrar; si no queremos atender a sus explicaciones, debemos poder hacérselo saber. Esto es importante. En segundo lugar, no debemos dejarnos embaucar con afirmaciones que pueden ser falsas, pero que, todas ellas, son fácilmente comprobables. Por ejemplo, si alguien afirma y reafirma que debemos pasar una revisión anual de la caldera (algo que es mentira), tenemos todo el derecho a comprobarlo pidiendo que vuelva en otro momento, y llamando a la compañía directamente. Incluso si nos amenazan con llamar a la policía (como ha pasado en algún caso), debemos saber que es nuestra casa, y nuestras reglas. Si quieren llamar a la policía, “adelante”, les diremos. Existen una serie de precauciones básicas a tener en cuenta si llaman a nuestra puerta. Son precauciones de sentido común, pero que debemos tener muy presentes porque nos pueden hacer bajar la guardia fácilmente: Si queremos contratar un producto, hay muchas formas de hacerlo, y además formas muy seguras. El comercio puerta a puerta no es la forma más segura, en ningún caso. Es bueno desconfiar de todo el mundo, aunque le abramos la puerta. Mantenernos alerta es fundamental para no ser estafados. No hagas caso de las ofertas “válidas solo ahora y aquí”. Si existe de verdad una oferta puedes consultar con la compañía, o solicitar que contacten contigo por otra vía. No hay oferta buena si no se puede acceder a ella de varias formas. No pagues nada al comercial que te visita de forma inesperada, y de la misma manera, no aceptes un servicio que debas pagar en el momento, si no lo habías solicitado tú mismo. No firmes nada si no estás seguro, y menos aún si existe algún tipo de coacción. No caigas en el error de creer el argumento “estoy haciendo mi trabajo y tienes que firmar”. Si te interesa lo que te ofrecen, contacta con la empresa y comprueba su veracidad. Puedes pedir al comercial que se identifique enseñando su DNI (y también puedes hacerle una foto al documento). Es el método definitivo para que desistan en su empeño. En cualquier caso, la lectura de todo esto es que debemos ser cautos, y que no debemos obedecer exigencias de un comercial, ni conceder en firmar nada si no lo tenemos claro. Nosotros somos quienes tenemos la decisión en la mano, y no el comercial