LEIRO PURGATORIO LEIRO PURGATORIO I M Á G E N E S Orfila, 5 28010 Madrid 91.319.14.14 PORTADA Aluguer 2, 2013, madera de pino atlántico, 278 x 100 x 66 cm GALERIAMARLBOROUGH.COM UN PASEO POR EL PURGATORIO Rafael Argullol Creo necesario dar un rodeo antes de abordar la obra de Francisco Leiro, tan vinculada a la naturaleza misma de la escultura. La escultura es el arte más pesado y el arte más ligero al mismo tiempo. El simultáneamente más material y más espiritual. Arquitectura y música. Frente a la mayoría de los tópicos sobre los lenguajes artísticos, quien me hizo ver esto por primera vez, y con total claridad, es el más grande de los escultores: Miguel Ángel. Del mismo modo en que nadie, como Leonardo da Vinci, nos ha introducido a la esencia de la pintura, nadie, como Miguel Ángel, para hacernos acceder a la esencia de la escultura. En los dos casos la enseñanza implica una paradoja tremendamente fructífera. Para Leonardo todas las formas del mundo se hallan concentradas originariamente en el punto, una suerte de Big Bang avant la lettre, desde el que se despliega el entero cosmos pictórico. Miguel Ángel supone que todas las figuras se hallan en nuestro interior, y en el interior de la materia, agazapadas en la realidad y listas para ser rescatadas por el escultor. Sabemos mucho de Miguel Ángel pero acostumbramos a conocer poco su poesía. Tenemos amplias informaciones sobre el pintor, el escultor, el arquitecto, si bien desconocemos al poeta. Y sin embargo, hay que tomarse muy en serio los sonetos de Miguel Ángel: expresan el sentir de un hombre de edad avanzada que, siendo el más reconocido de los maestros del Renacimiento, está convencido de su fracaso como artista; también expresan, con inigualable penetración, cuál es el deber del escultor con respecto a la verdad y a la belleza. Pocas veces un artista, ni siquiera en el época moderna, ha sido capaz de argumentar con tal precisión en qué consiste el proceso de creación artística, tomando en este caso, como paradigma, la silueta del escultor. El escultor, según Miguel Ángel, es un visionario y un luchador. Visionario porque, en efecto, vislumbra mentalmente, por así decirlo, lo que estando oculto en la materia debe ser descubierto. Esculpir no es construir, no es cubrir. Es descubrir. En el sentido literal de sacar cubiertas de la materia —de la piedra, del mármol— para liberar la figura que yace aprisionada en su interior. La visión quiere hacerse con lo invisible. El espíritu reclama a lo espiritual, aún amordazado. Pero para que esto se cumpla tiene que tener lugar una batalla sin cuartel en el terreno de las formas. La mano que, según sus palabras, “debe obedecer al intelecto”, se enfrenta, cincel mediante, a la materia. Es una lucha física, extraordinariamente sensitiva, aunque el objetivo sea espiritual. El propio Miguel Ángel, en un par de cartas desde las montañas de Carrara, da cuenta de este combate obsesivo y cegador. Platónico convencido, desde su paso juvenil por la Academia florentina de los Medici, el primer Miguel Ángel es optimista con respecto a la total liberación de las formas divinas que laten en el mármol. Es el momento de la Pietà de San Pedro, en la que el artista cree haber alcanzado la plenitud de la belleza espiritual. Pero el último Miguel Ángel ya no denota este optimismo. Al contrario: el artista es alguien que, pese a su lucha a menudo titánica, se muestra impotente para lograr la plena liberación de las formas esenciales. El escultor debe expresar abiertamente esta contradicción en sus propias obras. Esta sería la raíz del non-finito miguelangesco que se traduciría en esculturas tan sublimes como la Pietà Rondanini y la Pietà Palestrina, en el período final de su larga trayectoria artística. A raíz de esta tensión, mágica e insuperable, Miguel Ángel alude al “purgatorio” en el que habita necesariamente el artista. El escultor —el artista por excelencia— no sólo muestra, si queremos utilizar ese símil, a los habitantes de un purgatorio sino que él mismo, por el destino de su trabajo, siempre situado entre los polos de la materia y el espíritu, es un forjador de purgatorios. No me sorprendió, por consiguiente, el título elegido por Francisco Leiro para su exposición sino que, por el contrario, me pareció muy idóneo porque, a mi modo de ver, como ya insinuó Miguel Ángel, apunta a la esencia de la escultura. Esto es todavía más evidente cuando pasamos de la propuesta adherida al título a las obras propiamente dichas. Expresado con brevedad: las obras de Francisco Leiro ofrecen una gran coherencia porque, junto a la unidad del conjunto, implican una extraordinaria reflexión sobre la labor creativa. En Purgatorio las esculturas son consecuencia y causa. Como consecuencia, son obras de gran vigor expresivo, llenas de fuerza; como causa, son propuestas en las que el escultor medita sobre el mismo acto de esculpir. Pienso que si se observan con atención las figuras de Leiro se hace evidente esta operación de interiorizar el acto escultórico como parte de la propia escultura. Personalmente tengo una gran preferencia por los artistas capaces de convertir en obra la meditación sobre el arte, sin que se produzcan desajustes en el desarrollo creador. En poesía, por ejemplo, me fascina la naturalidad con que Rainer Maria Rilke lleva a la práctica su teoría. Volvemos una y otra vez al misterio de las Meninas de Velázquez porque no sólo es una pintura sino una radiografía del acto de pintar. Con respecto a la escultura ya he citado al último Miguel Ángel. No sería difícil comprobar como Rodin, tan admirador del maestro florentino, realiza una y mil variaciones sobre el acto creador a través de lo que, en definitiva, es el motivo central de la escultura: el cuerpo humano y sus circunstancias. Desde esta perspectiva Francisco Leiro se integra con fluidez en la gran tradición pues también su escultura gira en torno a las vicisitudes del cuerpo humano. Me atrevería a decir, incluso, que para la mayoría de los escultores genuinos lo exterior al cuerpo humano carece de importancia. Si Friedrich Nietzsche afirmó que nada de lo humano le era ajeno, el gran escultor debe asumir que nada de lo que concierne al cuerpo humano puede serle ajeno. Y precisamente ahí estriba la dificultad misma del arte escultórico por cuanto el cuerpo, entendido en su totalidad y en su profundidad, incorpora en sí mismo el entero universo, incluido aquello invisible e intangible. Una paradoja si nos atenemos a la extrema materialidad que aparentemente rodea al trabajo del escultor. Y, no obstante, esta paradoja es, a mi entender, la prueba de fuego de la escultura. El escultor ante la materia se halla en una posición similar a la del cirujano ante la anatomía en la que debe intervenir. En un primer plano de la experiencia todo es únicamente físico: piel, carne, vísceras, huesos. Pero luego, tras lo más violentamente sensitivo, surgen los sentimientos, las emociones, los pensamientos. Más allá del cuerpo intervenido están los otros cuerpos, los otros seres humanos que, a su vez, generan sentimientos, emociones, pensamientos. Y más allá está un mundo: un mundo en el que, como en el escenario de una obra de teatro, junto con el protagonista los distintos personajes se hallan en un equilibrio inestable. No muy distinta es la tarea del escultor. Él esculpe la figura de un cuerpo. Sin embargo, al esculpir esa figura no sólo pone en pie un organismo físico sino algo apenas nombrable por su extensión casi ilimitada. Esta figura tiene cabeza, brazos, piernas… pero, alrededor de ella, en círculos concéntricos, brotan las figuras invisibles ancladas en la visible. El carácter, el alma, el aura. Y, como fantasmas en torno suyo, están los otros, sus sombras, sus presencias con frecuencia inadvertidas. Y, finalmente, está el mundo, que condiciona y alimenta la figura original. El escultor, por tanto, debe enfrentarse a todas las figuras visibles e invisibles, que quedan convocadas al banquete de ese anfitrión que él está esculpiendo o, en un sentido miguelangesco, liberando. La figura esculpida proclama, en algún sentido, un drama cósmico en derredor suyo. El tiempo también es esculpido, el aire también es esculpido. Hay un dinamismo tenso entre el protagonista —la figura esculpida— y las presencias que se adivinan en el escenario. Francisco Leiro posee en grado superlativo esa capacidad de convocatoria. Cada una de sus figuras tiene una considerable fuerza en sí misma, pero esta fuerza se multiplica desde el momento en que las otras presencias son magnetizadas y atraídas hacia un punto central en el que el cuerpo humano lucha por vivir, o por sobrevivir. Desde el Purgatorio, patria de los hombres que viven o sobreviven, se convocan testimonios invisibles que pertenecen al Paraíso y al Infierno, al gozo y al dolor, al sueño y a la pesadilla. En Leiro cada escultura parece llevar consigo muchos mundos, sea a través de pesadas cargas, sea con la adopción de posiciones ingrávidas y casi incorpóreas. Las estancias con que Francisco Leiro ordena su Purgatorio parecen llenas de sentido y, al mismo tiempo, comunicadas entre sí. Los Cargadores de piedra nos remiten, literariamente, al propio purgatorio creado por Dante en La Divina Comedia. También el espectador de estas magníficas imágenes de pino y granito negro tiene, como el lector de los versos dantescos, la impresión de hallarse en un ámbito intermedio de la pugna humana entre el sufrimiento y la esperanza. El purgatorio fue concebido por la teología cristiana después de que, en el año 1000, no se cumplieran las expectativas de un inmediato apocalipsis. Se entendió, entonces, que el advenimiento del Último Día quedaba lejos y que se debía acostumbrar a los fieles a una permanencia en el tiempo terrestre mucho más larga. No convenía, por tanto, mantener el drástico maniqueísmo entre el infierno y el paraíso, sino que era necesario ampliar los ultramundos incorporando un lugar intermedio en el que el dolor fuera agudo pero no eterno. Los teólogos dibujaron el purgatorio, como ese lugar intermedio, y Dante lo convirtió en una obra maestra. Sin embargo, el purgatorio no es sólo un lugar de sufrimiento sino también de purgación, es decir, de limpieza del propio sufrimiento que se está experimentando. Los Cargadores de piedra de Leiro insinúan una circunstancia similar a las almas purgadoras de Dante, Distraído, 2013 las cuales, casi siempre, están condenadas a sobrellevar un tormento físico descomunal. Leiro logra hacer muy viva esta sensación con sus hombres de madera, cuyas espaldas dobladas cargan enormes piedras negras bajo la ambigua mirada de un supervisor. Es un ambiente casi claustrofóbico. Con todo, se evita la fatalidad definitiva puesto que los cargadores, pese a su cautiverio, no son aplastados sino que son capaces de sostener sus pétreas cargas como si un futuro fuese posible. Estilísticamente son esculturas que se adecúan a la perfección con lo que, se diría, es el espíritu del purgatorio: la tensión anatómica, el retorcimiento del cuerpo como expresión de un estado psicológico. Hombres que cargan piedras, ánimas que cargan pesares, siempre en medio de la incertidumbre. En la segunda estancia, Fuxida, Franciso Leiro acentúa esta incertidumbre con el recurso a una gran pieza de castaño y pino rojo, Mudis, en la que también se refleja la ambivalencia del purgatorio como espacio de dolor y de catarsis. Es un conjunto escultórico que posee una gran intensidad dramática, con dos figuras desnudas sentadas en una escalinata. En la parte superior de ésta un hermoso monstruo rojo, de apariencia crustácea, canaliza la escena. La figura de la derecha es la expresión de la melancolía y el agotamiento. Quizá sea un cargador de piedras en un raro momento de descanso, libre del objeto de su fatiga. En cambio la figura del centro, casi un doble de la anterior, gira la cabeza y dirige la mirada hacia el monstruo rojo. Aquí la escenificación del purgatorio ideado por Leiro llega a uno de sus momentos álgidos y nosotros, como espectadores, no sabemos si la actitud del personaje conlleva sorpresa o miedo o ilusión de cambio. La aparición del monstruo es para el hombre, siempre, alguna de estas cosas, que, a menudo, irrumpen conjuntamente. Puede que el monstruo rojo sea una muestra más de los terrores del lugar; puede, en sentido opuesto, que el monstruo sea un indicio liberador, un anuncio de variación existencial, una huella de cambio. Los que permanecen en el purgatorio están dominados por lo incierto. Su espacio es incierto, su tiempo es incierto. En esto consiste, precisamente, el purgatorio. En esto, y en la rutina. Una monotonía terrible rodea a los condenados a ver sus actos infinitamente repetidos. Toda novedad implica una convulsión. La novedosa aparición del monstruo rojo desordena el purgatorio en la dirección de ampliar rotundamente sus coordenadas. En el orden transgredido del purgatorio la tercera estancia, Moscas, nos introduce a un plano más onírico. El habitante del lugar de la purga es ahora un ser híbrido en el que se conjugan el cargador y la piedra, el condenado y la condena. La visión de las moscas de Francisco Leiro me recuerda un brevísimo cuento de Kafka en el que se reinterpreta el mito de Prometeo. Es sabido que, castigado por Zeus, el rebelde fue encadenado a una roca del Cáucaso. No obstante, tras tantos años aprisionado en la cima de la montaña, el titán y la piedra han llegado a estar tan compenetrados que ya forman una única cosa, una unidad. El condenado y la condena se confunden. Las moscas de Leiro, tal vez productos del sueño, parecen implicar un destino semejante. Estas espléndidas tallas nos dicen que una de las características de nuestro purgatorio es la hibridación y la pérdida de contornos: nuestros pensamientos son nuestras sensaciones, nuestros sueños son nuestra realidad, nuestra conciencia son nuestros actos. En algún recoveco del camino, como le sucede al titán kafkiano, nosotros hemos interiorizado a nuestra piedra, o ella se ha encarnado en nosotros. La incertidumbre ya no es exterior sino interior. La purgación se realiza dentro de nosotros. La cuarta estancia es, diría, el efecto del viaje al interior de uno mismo. Por eso se llama Aluguer (Indulgencias), pues sólo al final de ese viaje es posible la verdadera indulgencia, que es más sensitiva que moral. Me gusta cómo se resuelve esta operación en la propuesta de Leiro. Cada figura sostiene, en el aire, una figura invertida. Mientras los cargadores de piedras doblaban su espalda bajo la opresiva carga, ahora los habitantes del purgatorio son capaces de reflejarse en hombres casi ingrávidos cuyos pies apuntan hacia el cielo y no hacia la tierra. Hay un efecto de levedad, de ligereza en esa danza que es también duelo y acrobacia. Podría interpretarse que el hombre ya no se ve obligado a cargar la piedra de la condena sino a sostener su propia alma, siempre inmerso en el difícil equilibrio de la existencia. Estas figuras dobles, espléndidas de ejecución, quizá sean las más enigmáticas de todo el recorrido, y aquellas que mejor expresan el efecto catártico que, a pesar de su ambivalencia, posee el purgatorio. En la quinta estancia, Ánimas reducidas, el alma parece jugar con la muerte o, en una perspectiva más carnal, el hombre con su propia tumba. Alternativamente predomina el ocaso y la resurrección. Tal vez por esto Francisco Leiro denomina Lázaros a estas diez imágenes, o estos diez movimientos de una sola imagen que representa llanamente a la condición humana enfrentada a la muerte y a la rebeldía contra la muerte. Entre los milagros de Jesucristo el más destacado, el que más directamente surgió de la emoción del amor, fue la resurrección de Lázaro, auténtico ascenso desde el mundo de las tinieblas. Ánimas reducidas expone con gran elegancia visual una misteriosa gimnasia alrededor de la muerte y de la inmortalidad. Y da paso a la sexta y última estancia, Absurdo, donde una relectura del mito de Sísifo sirve al artista para conectar con el primer episodio y cerrar el círculo. Sísifo ya no carga la piedra sino que juega con ella. Ha desaparecido el sufrimiento de la primera estancia, cuando los cargadores casi se hundían en el suelo bajo el peso de su carga. Este Sísifo, en sus dos versiones, es un malabarista que acarrea sus piedras como si estuviera haciendo prestidigitación o, casi lúdicamente, como si, al igual que un extraño Atlante nadador, flotara sobre las esferas del universo. La conclusión —mi conclusión— es que el Purgatorio de Francisco Leiro implica una travesía turbadora y fascinante a través de nuestras propias ensoñaciones. Su escultura, mediante una vigorosa visualidad, rescata lo que en el fondo de nuestra conciencia, invisible, nos acecha. Anxo, 2013, madera de pino atlántico y granito negro, 91 x 85 x 40 cm Arturo, 2013, madera de pino atlántico y granito negro, 98 x 66 x 34 cm Miguel, 2013, madera de pino atlántico y granito negro, 37 x 95 x 43 cm Jordi, 2013, madera de pino atlántico y granito negro, 98 x 74 x 40 cm Pepe, 2013, madera de pino y poliéster, 137,5 x 98 x 68 cm Supervisor 2, 2013 , madera de castaño, 166 x 100 x 60 cm Santi, 2013, madera de pino y poliéster, 139 x 98 x 68 cm Dirk, 2013, madera de pino y poliéster, 137 x 95 x 54 cm Supervisor 2 con Dirk, Santi y Pepe Supervisor 1, 2013, madera de abeto, 130 x 90 x 61 cm Distraído 2, 2013, madera de abeto y granito negro, 144 x 105 x 57 cm Aluguer 1, 2013, madera de cryptomeria japónica, 262 x 110 x 60 cm Aluguer 3, 2013, madera de pino atlántico, 265 x 105 x 64 cm Sísifo confuso 2, 2014, madera de ciprés y poliéster, 103 x 235 x 170 cm Sísifo confuso 1, 2013, madera de abeto y poliéster, 142 x 193 x 60 cm Mudis, 2013, maderas de pino rojo y castaño, 144 x 307 x 130 cm Mosca 1, 2014, madera de castaño de Rubians, 81 x 36 x 24 cm Mosca 3, 2014, madera de castaño de Rubians, 82 x 42 x 19 cm Mosca 2, 2014, madera de castaño de Rubians, 81 x 25 x 21 cm Mosca 4, 2014, madera de castaño, 81 x 43 x 34 cm Mosca 6, 2014, madera de castaño de Rubians, 88 x 23 x 21 cm Mosca 5, 2014, madera de castaño de Rubians, 83 x 38 x 20 cm ARRIBA Lázaro 4, 2012, maderas de acacia y xatova, 64 x 60 x 21 cm Lázaro 7, 2013, maderas de castaño y xatova, 51 x 65 x 22 cm ABAJO Lázaro 1, 2012, maderas de castaño y xatova, 54 x 60 x 20 cm Lázaro 6, 2013, maderas de castaño y xatova, 54 x 61 x 28,5 cm ARRIBA Lázaro 9, 2013, maderas de eucalipto y xatova, 56 x 60 x 25 cm Lázaro 3, 2012, maderas de acacia y xatova, 62 x 60 x 22 cm ABAJO Lázaro 11, 2014, maderas de pino marítimo y xatova, 65 x 60 x 18,5 cm Lázaro 8, 2013, maderas de chopo y xatova, 62,5 x 60 x 19 cm FRANCISCO LEIRO 2002 2001 2000 1999 1998 1997 1996 1995 1993 1992 1991 1990 1989 1957 Nace en Cambados Actualmente vive y trabaja en Nueva York, Madrid y Cambados PRINCIPALES EXPOSICIONES INDIVIDUALES 2013 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 Francisco Leiro. Human Resources. Marlborough Gallery, Nueva York, Estados Unidos Francisco Leiro. Esculturas. Galería Marlborough, Barcelona Francisco Leiro. Celebrando el Códice Calixtino. Palacete de las Mendoza, Pontevedra Escultura. Galería Marlborough, Madrid Francisco Leiro. Galería Moisés Pérez de Albéniz, Pamplona Espejismos. Galería Marlborough, Madrid Retaule. Palau de la Música Catalana, Barcelona Esculturas. Galería SCQ, Santiago de Compostela 50m2. Galería Marlborough, Barcelona El Jardín de las Delicias. El Romeral de San Marco, Segovia Wit & Whimsy. Marlborough Gallery New York, Nueva York, Estados Unidos Compaña. Galería Marlborough, Madrid Diálogos de Silencio. Dag Hammarskjold Plaza, Instituto Cervantes, Nueva York, Estados Unidos Bronces y Dibujos. Galería Marlborough, Madrid Caracteres. Galería Ad Hoc, Vigo Francisco Leiro. Sala Ármaga, León Francisco Leiro. Fundación Granell, Santiago de Compostela Francisco Leiro. Galería Scq, 11 de abril - 14 de mayo, Santiago de Compostela Francisco Leiro. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Palacio de Cristal, Madrid Francisco Leiro. Museo de Arte Moderna da Bahía, Salvador de Bahía, itinerante: Museo MARTE, El Salvador y Museo Recoleta, Buenos Aires, Argentina Francisco Leiro, Recent Sculpture. Marlborough Gallery, Nueva York, Estados Unidos Francisco Leiro. Galería La Aurora, Murcia Francisco Leiro. Dolor de ropa. Galería Marlborough, Madrid 1988 1987 1985 1984 1982 1980 1978 1975 Francisco Leiro. Galería Punto, Valencia Francisco Leiro. Galería Nacional de Arte Extranjero de Sofía, Bulgaria. Organizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores. Itinerante a Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile Francisco Leiro. Bronces. Galería Marlborough, Madrid Francisco Leiro. Bronces y dibujos. Galería DV, San Sebastián Francisco Leiro. Jardines Fingidos. Galería Marlborough, Madrid Leiro. IVAM, Centre del Carme, Valencia; Centro Galego de Arte Contemporáneo, Santiago de Compostela Francisco Leiro. Recent Sculptures. Marlborough Chelsea, Nueva York, Estados Unidos Francisco Leiro. Esculturas. Museo Barjola, Gijón, Asturias Galería VGO, Vigo Galería Lekune, Pamplona Galería Dos Coimbras, Braga, Portugal Francisco Leiro. Galería Marlborough, Madrid Francisco Leiro. Piedra y Metal. Castillo Santa Bárbara, Alicante Francisco Leiro. Marlborough Chelsea, Nueva York, Estados Unidos Galería Clave, Murcia Cielo líquido. Espacio Caja de Burgos, Burgos Ceu liquido. Galería Pedro Oliveira, Oporto, Potugal Miño. Galería Marlborough, Madrid Galería Fernando Silió, Santander Esculturas. Galería Marlborough, Madrid Recent Sculpture. Marlborough Gallery, Nueva York, Estados Unidos Esculturas 1988-1991. Galería Pedro Oliveira, Oporto, Portugal Dibujos. Estudio Regueros, Madrid Sculpture. Marlborough Gallery, Nueva York, Estados Unidos Galería Espacio Santiago Corbal, Pontevedra Galería Trinta, Santiago de Compostela Galería Abel Lepina, Vigo Dibuxos. Galería Roma e Pavía, Oporto, Portugal Galería Fernando Silió, Santander Esculturas Recentes. Galería Roma e Pavía, Oporto, Portugal Galleria Giorgio Persano, Turín, Italia Museo de Bellas Artes de Álava, Vitoria Galería Montenegro, Madrid Art Contemporain en Bretagne-Galice-Groningue, Rennes‑La Criée/ Grand Huit Galería Juana de Aizpúru, Sevilla Galería Montenegro, Madrid Aniversario Galería Montenegro, presentación de Sansón Derribando las Columnas del Templo, Madrid Galería Montenegro, Madrid F.I.A.C., Grand Palais, Elisabeth Franck Gallery; Galería Montenegro, París, Francia Club Internacional de Prensa, Madrid Galería Sargadelos, Santiago de Compostela Sala de Exposiciones de la Diputación, Lugo Museo Cruz Herrera. La Línea de la Concepción, Cádiz Sala de Exposiciones del Ayuntamiento, A Coruña Sociedad Cultural de Cambados Caja de Ahorros Provincial de Pontevedra 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 PRINCIPALES EXPOSICIONES COLECTIVAS (DESDE 1990) 2014 2013 ARCO ‘14. Marlborough Gallery New York, Madrid A partir de “Figura”: una possible lectura de los años 80. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla Agua doce. Museo Centro Gaiás, Cidade da Cultura, Santiago de Compostela Colectiva de Invierno. Galería Marlborough, Madrid ARCO ‘13. Marlborough Gallery New York, Madrid A la luz del Calixtino. El Códice de Santiago. Centro del Carmen, Valencia De Picasso a Barceló. Escultura española del siglo XX. National Art Museum of China (NAMOC), Pekín, China 2005 Ego o Yo Mío Mío. Galería Marlborough, Barcelona De Luces Mixtas 2013. Galería Marlborough, Madrid Colectiva de Escultura. Galería Marlborough, Madrid Dibujando un mapa. Afluentes de la figuración en Galicia en los años 80. Centro Cultural Fundación Novacaixagalicia, Santiago de Compostela Exposición 93. Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), Santiago de Compostela ARCO ‘12. Marlborough Gallery New York, Madrid De luces mixtas II. Galería Marlborough, Madrid Gallaecia Pétrea. Museo de la Ciudad de la Cultura de Galicia, Santiago de Compostela ARCO ‘11. Marlborough Gallery New York, Madrid Pasajes del cuerpo contemporáneo. Colección Muram. Museo Regional de Arte Moderno, Cartagena, Murcia Summer Show. Galería Marlborough, Barcelona De luces mixtas. Galería Marlborough, Madrid ARCO ‘10. Marlborough Gallery New York, Madrid Homenaje a Vicente Aleixandre.“25 artistas, 25 poemas 25 años sin Vicente Aleixandre”. Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), Ministerio de Cultura, Ayuntamiento de Sitges y Ayuntamiento de Madrid, Itinerante Ida y vuelta. XXI Bienal de Pontevedra, A Coruña Marlborough: de 1946 a 2011. Galería Marlborough, Barcelona Escultura. Galería Marlborough, Madrid Colectiva de Invierno. Galería Marlborough, Madrid ARCO ‘09. Marlborough Gallery New York, Madrid El jardín secreto. Group Show. Marlborough, Barcelona Summer Show. Galería Marlborough, Madrid El espejo que huye. Palacio de Revillagigedo, Gijón ARCO ´08. Marlborough Gallery New York, Madrid Propuesta, Galería Manuel Ojeda. Las Palmas de Gran Canaria Conversaciones. Aena Colección de Arte Contemporáneo en el MEIAC, Badajoz España 1957-2007. Palazzo Sant’elia, Instituto Cervantes, Provincia regional de Palermo, Italia Summer Show. Galeria Marlborough, Madrid Homenaje a Martin Luther King. Itinrerante por EEUU y ciudades españolas, organizada por el Ayuntamiento de Sitges (2008-09) ARCO ´07. Marlborough Gallery New York, Madrid És quan dormo que hi veig clar. Galería Marlborough, Barcelona Sobre el humor. Galería Marlborough, Madrid Exposición colectiva en Leganés. Ayuntamiento de Leganés, Madrid Summer Show. Galería Marlborough, Barcelona 9 verdades creativas. Romeral de San Marcos, Segovia, Hay Festival de Segovia, Torreón de Lozoya AENA Colección de Arte Contemporáneo. Sala de Exposiciones del Convento de Santa Inés, Sevilla Espacios de Agitación. Galería Marlborough, Barcelona Sculpture. Marlborough Gallery New York, Nueva York, Estados Unidos Made in Spain. Galería Clave, Murcia Las tres dimensiones de ‘El Quijote’. ‘El Quijote’ y el arte español contemporáneo. MNCARS, Madrid ARCO ´06. Marlborough Gallery New York, Estados Unidos Silent Rain: La poética de la pintura y la escultura en el arte reciente español. Fundación ICO, Madrid Pintura, escultura y gráfica. Galería Marlborough, Madrid Colección Caixa Galicia. IVAM, Valencia Hay Festival. Segovia Marlborough Chelsea, Nueva York, Estados Unidos ARCO ´05. Marlborough Gallery New York, Madrid Salamanca, ciudad de la escultura. Consejería de Cultura de Junta de Castilla y León, Salamanca Summer Show. Marlborough Gallery, Nueva York, Estados Unidos Muestra de Escultura Pública: Artistas Españoles Contemporáneos. Consejería de Cultura de las Islas Baleares, Palma de Mallorca Visiones y Sugerencias. Exposición colectiva homenaje al Quijote. Instituto Cervantes, Alcalá de Henares, Madrid Exposición Colectiva. Galería 9, Valencia Tiempos de Libertad. Arte en España de 1975 a 1990. Palacio de los Serrano, Ávila. Itinerante: Fundación Unicaja, Málaga y Caja Segovia, Torreón de Lozoya, Segovia 2004 ARCO ´04. Marlborough Gallery New York, Madrid The Hague Sculpture 2004, European Conversation Pieces. Giants Colección Aena de Arte Contemporáneo. Museo de Navarra, Pamplona Sol y Sombras. Sala Conde de Rodezno, Pamplona Festival des Jardins. L´Art dans les jardins. Burdeos, Francia A arañeira. 100 artistas da Colección CEGAG. Centro Galego de Arte Contemporáneo, Santiago de Compostela Pintura y escultura. Galería Ármaga, León Sombras. Ayuntamiento de Tomares, Sevilla 2003 ARCO ’03. Marlborough Gallery New York, Madrid Art Espagnol Contemporain. Marlborough Monaco, Monte-Carlo, Mónaco +- 25 años de arte en España. Creación en libertad. MUVIM y Ataranzas, Valencia Elogio de la sombra. Ayuntamiento de Tomares, Sevilla Mirada al Siglo XX. Espacio y volumen. La Mirada realista años 80. Espacio Cultural de Caja de Ávila La Fête. Espace Bellevue, Biarritz. Itinerante: Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad, Valencia Espacios y modos. Más allá de los límites. Edificio Miller, Parque de Santa Catalina, Las Palmas de Gran Canaria A Decade of Art from Spain. Bass Museum of Art, Miami Beach, Estados Unidos Olladas Oceánicas. Museo del Mar de Galicia, Vigo Dispersiones. Bass Museum of Art, Miami Beach, Florida, Estados Unidos 2002 Escultores Marlborough. Galería Capa Esculturas, Bruselas, Bélgica Figuras. Galería Mario Sequeira, Braga, Portugal ARCO ’02. Marlborough Gallery New York, Madrid Viaje al espacio. 50 Años de Escultura Española. Sala del Centro Cultural Ibercaja, Palacio de Congresos, Zaragoza. Itinerante: Obra Social Caja Burgos, Centro Cultural Casa del Cordón, Burgos; Centro de exposiciones de Benalmádena, Málaga Colección Caixanova. Una visión del Arte Contemporáneo Gallego. Auditorio de Galicia Escultura Española. Marlborough Monaco, Monte-Carlo, Mónaco El siglo de Picasso. El arte del siglo XX. Galería Nacional de Atenas Cardinales. MARCO, Vigo Tránsito de ideas. Arte en España (1972-1992). Fundación UnicajaPalacio Provincial, Cádiz 2001ARCO’01. Marlborough Gallery New York, Madrid ARCO’01. Madrid. “Open Spaces. Espacio Público”. Presenta la escultura “Sequía”, 1996 Un recorrido por el arte español del siglo XX. Alcalá subastas, Madrid Dos milenios en la Historia de España, año 1000-año 2000. Centro Cultural de La Villa, Madrid. Itinerante al Museo del Cincuentenario de Bruselas, Bélgica Figuras. Visiones del Arte Contemporáneo. Centro Cultural Puerta Real, Granada Cinquante ans de sculpture espagnole. Palais Royal, París, Francia Propios y Extraños. Galería Marlborough, Madrid Rumbos de la escultura española del siglo XX. Fundación Santander Central Hispano, Madrid Esculturas en el Retiro. Paseo de Coches, Parque del Retiro, Madrid La figura humana. Casa Primera de Oficios de San Lorenzo de El Escorial, San Lorenzo de El Escorial, Madrid 2000 ARCO´00. Marlborough Gallery New York, Madrid Fontaines Monumentales. Fondation “Her Voorhout van de Beeldende Kunst II”, La Haya, Países Bajos Confines: Miradas, discursos, figuras en los dos extremos del siglo XX. Sala de Exposiciones de Plaza de España (Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid) 1999 1998 1997 1996 1995 1994 1993 1992 Elogio de lo visible. 27 artistas en torno a la figuración. Exposición itinerante: Galería Marlborough, Madrid; Caja de Ahorros Murcia, Centro Cultural “Las Claras”, Caja de Burgos, Centro Cultural Casa del Cordón; Cultural Rioja, Logroño Water in Beeld- Hofvijer. Fondation Het Voorhout Van de Beeldende Kunst II, La Haya. Confines. Miradas, discursos. Figuras en los extremos del siglo XX. Consejería de Cultura. Comunidad de Madrid L´Homme qui Marche. Sculptures au Palais Royal, París, Francia Un bosque de esculturas centenarias. Exposición itinerante: La Sala de las Alhajas de la Fundación Caja Madrid, Abril-14 de Mayo; Museo de Arte Esteban Vicente, Plazuela de las Bellas Artes, Segovia Propios y Extraños. Galería Marlbough, Madrid Galerìa Vértice, Oviedo ARCO ‘99. Marlborough Gallery New York, Madrid De la Escultura y de su Negación. Círculo de Bellas Artes, Madrid Island of Sculptures. Illa da Xunqueira do Lérez, Pontevedra Grands D´Espagne, de Picasso à Barceló. Chateau de Villeneuve. Art moderne et Art contemporain- Vence, Francia Hacia un nuevo clasicismo, Veinte años de Escultura Española. Itinernante: Circulo de Bellas Artes, Madrid; Castillo de Santa Bárbara, Alicante; Casal de Solleric, Palma de Mallorca; Reales Atarazanas, Valencia Diez años de sueños. Galería Clave, Murcia ARCO ‘98. Marlborough Gallery New York, Madrid Galería Atlántica, A Coruña Galería Clérigos, Lugo ...In corpore sano-75 años de arte y deporte en Galicia. Casa de las Artes, Ayuntamiento de Vigo After Africa. Galería Metropolitana, Barcelona ARCO’97. Marlborough Gallery New York, Madrid Escultura Ibérica Contemporánea. Galería Mario Sequeira, Braga, Portugal Marlborough en La Aurora. Galería La Aurora, Murcia De Asorey ós 90. A Escultura Moderna en Galicia. Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela Galicia Exterior. Estación Marítima de Vigo, Galicia Propios y Extraños, Colectiva. Galería Marlborough, Madrid Escultura Española Actual. Galería Marlborough, Madrid Figuras contaminadas. Palacio de la Merced, Diputación de Córdoba, Córdoba ARCO’96. Marlborough Gallery New York, Madrid Marlborough en Vértice. Galería Vertice, Oviedo ARCO’95. Marlborough Gallery New York, Madrid I Encuentro de Escultura Ibérica Actual. Museo Provincial de Lugo. Itinerante: Caixa Geral de Depósitos, Lisboa, Portugal ARCO’94. Marlborough Gallery New York, Madrid Itinere. Itinere, Museo de Arte Contemporáneo de Santiago XIV Salón de los 16. Museo Nacional de Antropología (antiguo MEAC), Madrid Coincidencias. Dirección Xeral de Cultura, Xunta de Galicia Escultura Española do Seculo Vinte. Compostela 93, Igrexa de San Domingos de Bonaval, Santiago de Compostela ARCO’93. Marlborough Gallery New York, Madrid Figure, Contemporary Sculpture. Marlborough Gallery New York, Nueva York, USA Trazos e Camiños. Xunta de Galicia (itinerante) Arte Español Contemporáneo. Museo Magurame Hirai, Japón Artistas en Madrid. Años 80. Sala de Exposiciones Comunidad de Madrid, Madrid ARCO’92. Marlborough Gallery New York, Madrid 5, Triennalle Fellbach Kleinplastik. Schwabenlandhalle Fellbach y Wilhelm Lehmbruck Museum Duisburg, Alemania Chicago International Art Exhibition. Marlborough Gallery New York, Chicago, Estados Unidos EXPO ‘92. Pasajes, Actualidad del Arte Español, Pabellón Español, Sevilla EXPO ‘92. Pintores e Escultores Galegos na Expo 92, Pabellón de Galicia, Sevilla Bienal ‘92 de Pontevedra. Semmellanzas e Contrastes Visions da Arte Peninsular da última década a través de tres coleccións Contemporary Spanish Artists. Marlborough Fine Art, Tokio, Japón MUSEOS Y COLECCIONES PÚBLICAS Akron Art Museum, Ohio, Estados Unidos Asociación de los Amigos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela, A Coruña Ayuntamiento de Torrelavega, Santander Ayuntamiento de Getafe, Madrid Ayuntamiento de Leganés, Madrid Ayuntamiento de Navalcarnero, Madrid Ayuntamiento de Pamplona, Borlada, Navarra Ayuntamiento de Valdemoro, Madrid Centro Atlántico de Arte Moderno, Las Palmas de Gran Canaria Centro de Arte Caja de Burgos, Burgos Centro Cultural São Lourenço, Almancil, Portugal Centro Gallego de Arte Contemporáneo, Santiago de Compostela, A Coruña Colección Caixa Galicia, A Coruña Colección Pilar Citoler, Madrid Colección Unión Fenosa, Madrid Fundación Caja de Madrid Fundación Caixanova, Vigo Fundación Coca-Cola, Madrid Fundación La Caixa, Barcelona Fundación Telefónica, Madrid Fundación Privada Sorigué, Lleida Grounds for Sculpture, New Jersey, Estados Unidos Instituto de Crédito Oficial (ICO), Madrid Museo de Arte Contemporáneo, Barcelona Museo de Arte Contemporáneo Patio Herreriano, Valladolid Museo de Bellas Artes de Álava, Vitoria Museo de Castrelo, Vigo Museo Marugame Hirai, Kagawe, Japón Stedelijk Museum, Ámsterdam, Holanda ENCARGOS PÚBLICOS 2007 2004 2001 1999 1997 1995 1993 1992 1991 1990 1989 1988 Dama de Navalcarnero. Calle de la doctora, Ayuntamiento de Navalcarnero, Madrid Simeón sentado. Torre Espacio, Cuatro Torres, Madrid Vértigo. Autovía M50, Madrid Astronauta. Valdemoro, Madrid Miarritz. Biarritz, Francia Marzo del 73. Fene, A Coruña Bañista no Areal. Vigo Homenaje a Castelao. Alameda, Santiago de Compostela Porta Santa. Catedral de Santiago de Compostela Puertas de la Torre de Hércules. A Coruña Sireno. Vigo Nave. Campus Universitario, Santiago de Compostela Balboas III. El Ferrol, A Coruña Mis Sofás. Pontevedra Coloso. Palacio de la Magdalena, Santander PREMIOS Y DISTINCIONES 2003 2000 1989 IIª Edición Gallegos del Mundo: Premios de las Artes y de la Ciencia Medalla a las Bellas Artes de la CEOE Diputación de Pontevedra Medalla Castelao. Xunta de Galicia 1ª Mostra Unión Fenosa, A Coruña. Selección y adquisición obra Torso Sentado N U E VA Y O R K / MONTE CARLO / MARLBOROUGH GALLERY, INC. 40 West 57th Street New York, NY 10019 Telephone 1.212.541.4900 Fax 1.212.541.4948 mny@marlboroughgallery.com www.marlboroughgallery.com MARLBOROUGH MONACO 4 Quai Antoine 1er MC 98000 Monaco Telephone 377.97.70.2550 Fax 377.97.70.25.59 art@marlborough-monaco.com www.marlborough-monaco.com MARLBOROUGH CHELSEA 545 West 25th Street New York, NY 10001 Telephone 1.212.463.8634 Fax 1.212.463.9658 chelsea@marlboroughgallery.com www.marlboroughchelsea.com SANTIAGO DE CHILE / GALERÍA A.M.S. 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