Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós “Trabajadoras sociales y violencia de género” Aliprandi, Romina; Branca, Analía; Emanuelli, Marcelo; Ferrari, Anahí; González, Josefina; Sachett, Romina Primer cuatrimestre de 2010 Introducción Tomando el enfoque psico-sociológico propio de la materia, pretendemos con este trabajo conocer y comprender los vínculos, discursos y prácticas sociales ligadas a los profesionales en Trabajo Social, que desempeñan sus prácticas en la Institución “Animarse”1, centro municipal para mujeres en situación de violencia que ofrece acompañamiento y asesoramiento a las mujeres que atraviesan diferentes situaciones de violencia, promoviendo acciones tendientes a garantizar los derechos de las mismas e intervenir en las situaciones de maltrato. Asimismo, el presente trabajo de investigación está motivado por los objetivos de la Cátedra de Psicología Social e Institucional II a cargo del Profesor Titular, Lic. Juan José Ferrarós Di Stéfano, que propone analizar el marco institucional, organizacional y laboral en donde las/los trabajadoras/es sociales realizan sus prácticas profesionales. Para ello realizamos una investigación de base empírica cualitativa, analizando los datos recolectados en las observaciones y entrevistas semi-estructuradas a tres trabajadoras sociales, de dos de los servicios que integran la mencionada institución. En este sentido, el presente trabajo se estructura en base a cuatro apartados: Por un lado el análisis descriptivo del material recolectado. En el cual se incluyen sub-ejes de análisis: dimensión histórica, población destinataria y práctica profesional. En el segundo apartado, se realizará un análisis interpretativo de los datos obtenidos mediante las categorías conceptuales del marco de referencia seleccionado. Luego, en el tercer apartado se analizará la interpretación subjetiva del propio proceso grupal, dando cuenta el desarrollo y las implicaciones del equipo de trabajo y como éstas repercuten en sus actos profesionales. Por último se presentará una síntesis que contenga el aporte del grupo como producto de la experiencia formativa- investigativa. Fundamentación El presente trabajo de investigación está motivado por los objetivos de la cátedra, que propone analizar el marco institucional, organizacional y laboral en donde los trabajadores sociales realizan las prácticas profesionales. Tomando el enfoque psico-sociológico propio de la materia, pretendemos con este trabajo conocer y comprender los vínculos, discursos y prácticas sociales ligadas a esta profesión, lo cual nos favorecerá en el desarrollo de nuestra capacidad de análisis sobre estos, abordando las relaciones e influencias que tienen los trabajadores sociales, las representaciones colectivas, las jerarquías formales y reales, y demás cuestiones de la lógica institucional que condicionan su trabajo cotidiano. En este proceso, también indagaremos las propias implicaciones del equipo, que nos atravesaran en el desarrollo de este trabajo. Consideramos que este análisis nos brindará la posibilidad de adquirir herramientas para aplicar en nuestras futuras relaciones institucionales, con el fin de cumplir con el objetivo de nuestras prácticas. La temática seleccionada para esta investigación es Violencia de Género. Consideramos relevante dicha problemática, ya que se encuentra presente en la realidad cotidiana de distintos sectores sociales de nuestra sociedad. La misma fue adquiriendo en los últimos tiempos mayor visibilidad, convirtiéndose en una problemática de abordaje interdisciplinario. 1 Los estudiantes se refieren a la institución y a los entrevistados utilizando pseudónimos (nota de la Cátedra) “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Una de las motivaciones para esta elección, es conocer cuál es el aporte específico del trabajador/a social en dicha temática, y cómo lo/a atraviesa en su quehacer cotidiano. Supuestos previos Organizaremos nuestros supuestos bajo dos ejes: la problemática y el abordaje del Trabajo Social. En relación a la problemática, consideramos que la Violencia de Género está originada en la histórica desigualdad entre el hombre y la mujer, que se hace visible en los diferentes ámbitos de la sociedad, y se encuentra atravesada por otras categorías de opresión como el sexo, la clase, y la etnia. Frente a las situaciones violencia de género, las respuestas girarán en torno a la matriz cultural, posición socioeconómica y desigualdad social, historias familiares, estrategias y recursos adquiridos por cada sujeto. Creemos que existen prejuicios en relación a la víctima de acuerdo a su clase social, culpabilizándose a las mismas, en especial a las provenientes de los sectores bajos de la sociedad, donde esta situación está naturalizada, y victimizando a las de los sectores medios y altos, donde la problemática se encuentra silenciada. Con respecto al abordaje del Trabajo Social, creemos que influye en su intervención la posición de género. Si bien todos coincidimos en que la intervención tendrá diferentes matices de acuerdo a las implicaciones propias del género del profesional, algunos enfatizamos en que la mirada feminista de las profesionales (sobre dicha temática) ubica al hombre en el lugar de la amenaza. Consideramos que la intervención en Violencia de Género debe apoyarse no sólo en un trabajo interdisciplinario, sino también en un trabajo en red entre distintas instituciones, que permita acompañar a la víctima desde sus diferentes necesidades. La intervención desde la emergencia, como una acción espasmódica, focalizada en el momento, no lleva a un proceso de trasformación de la situación, sino una solución paliativa. Marco teórico de referencia A continuación desarrollaremos las categorías conceptuales a las que recurriremos durante el momento de análisis interpretativo de las prácticas profesionales de las trabajadoras sociales de la institución que desarrollan su trabajo en la temática de Violencia de Género. En relación a la categoría de Poder, tomaremos como marco conceptual los autores Foucault, Crozier, y Mendel, así como también los aportes realizados por María José Acevedo en relación a este tema. Cabe destacar que los textos forman parte de la bibliografía de la Cátedra ya mencionada. Como establece Acevedo en su escrito “Algunas interpretaciones sobre el poder”, los autores mencionados han elaborado sus teorías acerca del poder priorizando distintas perspectivas, cada una de la cuales contribuye a esclarecer algún aspecto del tema. Adoptar alguna de esas teorías en forma excluyente implicaría limitarnos en el análisis de un fenómeno extremamente complejo. Como puede observarse en sus textos, Foucault se separa de la concepción tradicional del poder, que adjudica a un individuo, un grupo social, o al aparato del Estado la capacidad coercitiva sobre los otros. Al autor le va interesar conocer y analizar el “cómo del poder”2, es decir cómo se reparte el poder, cómo se internaliza, y se inserta en el orden jerárquico, cuáles son las técnicas de manipulación, y qué efectos produce, trasmite y reproduce. 2 Foucault, Michel: 1979, “Microfísica del Poder”. Cap. 9: Curso del 14 de enero de 1976. Pág. 139. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Describe al poder como “molecular”, persecutorio, presente en todas partes, en todo tipo de relaciones. Refiere que el poder circula a través de ellas y puede ser detectado en las capilaridades de la red social que contiene infinitos focos de poder y contrapoder. Es decir, el poder tiene una direccionalidad, sin embargo no puede serle atribuido a alguien. El poder circula, “no está nunca localizado aquí o allí, no está nunca en las manos de algunos (…) no está quieto en los individuos”3. En este sentido, “la impresión de que el poder tambalea es falsa porque puede operar un repliegue, desplazarse, investirse en otra parte (…), la batalla continua”4. A través de dispositivos, discursos y saberes se producen efectos de dominación y alienación en un momento histórico, que se materializa sobre los cuerpos mismos de los individuos, en los gestos y comportamientos: “El poder se ha introducido en el cuerpo, se encuentra expuesto en el cuerpo mismo”5. Establece que el Derecho (entendido no solo como la ley, si no como el conjunto de aparatos, instituciones, reglamentos que se aplican al Derecho) es instrumento de esa dominación, y es a través del cual se trasmiten relaciones de esa dominación. Foucault entiende a la dominación, no como el hecho de uno sobre otro, o de un grupo social sobre otro, sino como las múltiples formas de dominación que pueden ejercerse en el interior de la sociedad: múltiples sometimientos, múltiples obligaciones que tienen lugar y funcionan dentro del cuerpo social. Michel Crozier6 trasladará el tema del poder al campo de las organizaciones, ya que ninguna relación entre individuos o grupos humanos puede ser despojada de su dimensión de poder. El autor establece que los fenómenos de poder son considerados como fenómenos de relación entre individuos y entre grupos. Es decir, destaca que la relación de poder no solo es específica, sino también recíproca. Asimismo manifiesta que el poder no existe a menos que haya una organización que ponga en relación las partes cuyas fuerzas se confrontarán. Establece que todo “fenómeno de poder implica una posibilidad de acción de un individuo o grupo de individuos sobre uno o varios individuos o grupos”7. Esto no significa que el autor encuentre al poder de forma estanca e inmóvil. Crozier refiere a juegos de poder, en donde la confrontación de fuerzas tendrá mayor beneficio quien tenga superior capacidad para volver previsible el comportamiento del adversario, y conservar la posibilidad de accionar libremente. Parafraseando al autor “cuanto más se pueda utilizar la propia libertad para afectar la situación del oponente, menos vulnerable se es a su respecto y más poder se tiene sobre él”8. Ahora bien, el autor refiere que “el poder supone organización”, es decir que los objetivos formales e informales fijados por la organización determinarán una serie de reglas de juego que condicionarán el comportamiento de los actores, delimitando y distinguiendo a ciertos sectores en donde las acciones serán previsibles y otros en los que predominará la incertidumbre. Es decir, que en la confrontación de fuerzas, intervendrá la normativa institucional a las que los sujetos deben someterse y que incidirá en el resultado del enfrentamiento. Por lo que las relaciones de poder estarán ligadas a un aspecto intencional y consiente, es decir racional, así como también estarán atravesadas por fenómenos afectivos. Por lo que, intervienen en las relaciones de poder influencias involuntarias, que afectarán a los individuos. A esto se suma, como observamos recientemente, las restricciones estructurales-institucionales que condicionarán las reglas de juego de los participantes. Con respecto al poder, Gerard Mendel9 se diferencia de Crozier, al definir el mismo, no como la influencia de unos sobre otros, sino como el poder de cada uno sobre sus propios actos. Desarrollará dos conceptos clave en su investigación, y que se enmarcan en el campo de una Psicología del Acto. Los mismos son: 3 Op. Cit. Pág. 144. Foucault, Michel: 1979, “Microfísica del Poder”. Cap. 6: Poder-Cuerpo. Pág. 104 5 Op. Cit. Pág. 104. 6 Crozier, Michel: 1984, “La Sociedad Bloqueada”. Cap. 1. 7 Op. Cit. Pág. 27 8 Op. Cit. Pág. 30. 9 Mendel, Gérard: 1994, “Poder y Autoridad” 4 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós a-El Actopoder b-El Movimiento de apropiación del acto. a- A diferencia de Foucault, el poder para Mendel “no es una maquinaria anónima, librada a su propia inercia y productora constante de técnicas de dominación (…) el poder está ligado al acto Humano en tanto actividad productora (…) que conjuga creación y ejecución”10 Como bien establece Mendel en su texto, el actopoder expresará no solo una modificación de la realidad material, sino también la capacidad humana de poder sobre los propios actos: es decir el poder sobre el proceso del acto, como sobre los efectos del mismo, lo cual ofrecerá al sujeto lograr ser testigos del fin del propio acto. Asimismo, expresará un movimiento psíquico; es decir manifestará consecuencias psíquicas para el sujeto, ya sea si dispone o no de poder sobre su propio acto. En el caso de que el sujeto no pueda tener el dominio sobre su propio acto, experimentará impactos negativos, por ejemplo: sobre su identidad, en su estima, entre otros. Pero si logra el poder sobre el propio acto, la experiencia será positiva, por ejemplo: asociada al placer en el trabajo, al interés y motivación para llevar la tarea adelante, estimulando la responsabilidad personal. b- El autor establece que existe en el sujeto una tendencia espontánea a buscar, desear, querer desarrollar el poder sobre sus propios actos; el autor de un acto tiende a querer apropiarse de ese acto propio. Será inevitable que el individuo asocie el acto poder con el desafío a la autoridad parental, experimentando así una cierta culpa inconsciente. Este hecho se explica a partir de que la estructura psicofamiliar inconsciente, la autoridad inconsciente (internalizada de niños) se impone a los sujetos, que viven la sociedad como si fuera una “gran familia”. Mendel aclarara que “el fenómeno- autoridad inconsciente desarrolla en cada uno de nosotros una fuerza por la cual debemos obedecer sin discutir y aun sin pensar, a los personajes que encarnan la autoridad”11. Según Mendel, el debilitamiento de la autoridad en las mentalidades de los sujetos y en la sociedad (a partir de la declinación de la imagen del padre - en sus diferentes expresiones: padre Dios, jefe del Estado como padre, padre de familia, etc.- y la transformación de los valores ideológicos de la sociedad) fue necesaria para confirmar que somos nosotros los verdaderos autores del mundo social. En síntesis, como establece Acevedo12, Mendel desplazará la pregunta de ¿poder sobre quién? a ¿para que el poder? La respuesta, como bien manifiesta la autora, será: para protagonizar, compartir intereses comunes y negociar aquellos que resultan incompatibles. Siguiendo con nuestro marco teórico, tomamos la definición de organización propuesta por Aldo Schlemenson: “La organización constituye un sistema socio-técnico integrado deliberadamente constituido para la realización de un proyecto concreto, tendiente a la satisfacción de necesidades de sus miembros y de una población o audiencia externa, que le otorga sentido. Está inserta en un contexto socio-económico y político con el cual guarda relaciones de intercambio y de mutua determinación”13. La riqueza de esta definición permite abarcar diversos aspectos que Schlemenson denomina dimensiones, y que permiten un análisis de las organizaciones más amplio. Estas dimensiones dan cuenta de los siguientes aspectos: El Proyecto en el que se sustenta la organización: La idea constituye el aspecto más general y abstracto que justifica la existencia de una organización, y está referida a aquello que al ser creado satisface las necesidades de una audiencia externa como también de sus propios miembros. Para esto es necesario la formulación de políticas, que lo hagan lo suficientemente explícito para poder ser compartido por quienes están involucrados en su realización. 10 Acevedo, María José: 1993, “Algunas interpretaciones sobre el poder”. Mendel, Gérard: 1994, “Poder y Autoridad” 12 Acevedo, María José: 1993, “Algunas interpretaciones sobre el poder”. 13 Schlemenson, A.: “Análisis organizacional y empresa unipersonal. Crisis y conflicto en contextos turbulentos”, Paidós. 11 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós La Estructura organizativa: Es el sistema interrelacionado de roles oficialmente sancionados que forman parte del organigrama, y de la definición de funciones y responsabilidades. Schlemenson, citando a Eliot Jaques señala cuatro tipos de estructura: la formal u oficial, la presunta que es percibida como real por los miembros, la existente que es la que opera efectivamente y puede ser inferida y la requerida, que es la que todos los componentes de la situación necesitan. De las tensiones o desajustes de estos cuatro tipos pueden surgir conflictos entre los miembros. La integración psicosocial: Está en el plano de las relaciones interpersonales, es decir de los miembros entre sí y con la autoridad. Los conflictos, ansiedades, fantasías y defensas que suelen surgir favorecen la confusión entre el mundo externo y el mundo interno, obstaculizando el desarrollo y la posibilidad de concretar cambios. Condiciones de trabajo: Están directamente referidas a la satisfacción y realización de los miembros, condicionando su vínculo con la organización, su identificación y su compromiso con la tarea. Las condiciones de trabajo apuntan a la contención de las ansiedades vinculadas con la satisfacción laboral, la inseguridad y las expectativas de trato equitativo, que tienen los miembros de una organización determinada. El sistema político: Toda organización posee un sistema de autoridad que se ocupa de la conducción, distribución y coordinación de las tareas, a la vez que opera en forma paralela un sistema al que Schlemenson denomina representativo conformado espontáneamente por grupos significativos de poder. Dependerá de las restricciones que tenga la organización el sistema político operará más o menos encubierta. El contexto: La incidencia del contexto en las organizaciones es de carácter dinámico, permitiendo identificar factores que afectan directamente su desarrollo y otros que no. Los cambios abruptos en el contexto ejercen un primer impacto desorganizador severo, que una vez reflexionado al interior de la organización puede permitir la superación y el reconocimiento de una nueva realidad que permita la revisión de previos y un duelo por lo que cambió y ya no está. Al interior de las organizaciones y siguiendo a Edgar Schein14, tomaremos el concepto de Contrato Psicológico, para dar cuenta de la relación que se asume entre el individuo y la organización para sostener a lo largo del tiempo niveles de eficiencia altos y a la vez satisfacción de necesidades del empleado. Es decir que este concepto de Contrato Psicológico nos permitirá dar cuenta de las expectativas que se generan entre los miembros y los dirigentes de la organización y que abarcan los roles que cada uno desempeña. Estas expectativas, tanto explícitas como implícitas, son las que trataremos de reconocer en nuestro Trabajo de Campo. También siguiendo a Schein, intentaremos dar cuenta de cómo estas expectativas que se reflejan en el contrato social varían a lo largo del tiempo, con lo cual el contrato se convierte en dinámico y en continua renegociación. La autoridad, la interpretaremos en nuestro Trabajo de Campo a través del aporte teórico de Schein, según el cual la misma se divide en varios tipos: Autoridad no legítima: Se basa en la imposición coercitiva, dictatorial. Tradición: Se basa en la herencia, común en viejas estructuras de empresas familiares. Orden racional-legal: Se basa en la legitimidad dada por el consenso producido al ser dirigidos por un orden legal, que asocia la promoción al mérito de cada uno y la autoridad a la experiencia en lugar de los privilegios personales. Carisma: Este se basa en las cualidades personales del líder, presentándose como un ejemplo a seguir para los miembros de la organización. Esto presenta dificultades a la organización al momento de su sucesión. Racional pura - especialidad: Se basa en la idoneidad del líder frente a una especialidad o su posesión de una información específica. Está asociada a las competencias de la autoridad frente a un problema y se apoya en la legitimidad brindada por sistemas educativos y de acreditación. 14 Schein, E.: “Psicología de la Organización”, Pearson Educación. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Desde el marco de la Psicología Institucional Psicoanalítica los fantasmas inconscientes edípicos y su elaboración por parte del colectivo cliente posibilitará a lo largo de la consulta la modificación de situaciones cristalizadas. Situaciones que producen enfermedad y sufrimiento y a su vez obstaculizan el cumplimiento de los objetivos institucionales. Pensar una práctica es introducirse en la compleja red de determinaciones fantasmáticas y materiales que conducen a los seres humanos a la elección de un oficio o profesión de lo que universalmente denominamos “trabajo”. La identidad profesional se construye en la práctica cotidiana a partir de la confrontación que el sujeto realiza entre su ideal del Yo, el de la sociedad de su época y el que la micro-cultura organizacional propone. En el origen de toda elección vocacional descubrimos una fantasía básica. Cada especialidad a su vez propone una vía particular para acercarse al cumplimiento de ese ideal, y es allí donde las fantasías ligadas a la historia de ese particular sujeto y su bagaje de recursos defensivos determinarán la elección específica. La disociación entre lo intelectual y lo afectivo resulta facilitada por el tipo de organización del trabajo y el contenido mismo de la tarea. El individuo logra construir su personalidad psicosocial sólo a partir de su integración en un grupo homogéneo que se identifique a través de su acto profesional parcial a la “institución en acto”. La identidad colectiva dentro de los grupos homogéneos se logra creando las condiciones posibiliten movimientos de socialización no-identificatoria. Éste concepto acuñado por Mendel señala otro factor que interviene en la construcción del Yo Social y que se agrega a los efectos de los procesos significativos. El Yo Social no es sólo producto de dichos procesos. En su constitución interviene también la socialización que se desarrolla entre pares y a condición que se instaure un marco que asegure una fuerte participación en la vida de la institución por parte de todos sus miembros. Analizar la cultura organizacional involucra revisar el nivel formal de los instituidos reguladores de conductas, como así también el nivel de los argumentos fantasmáticos en los que se entretejen los mitos e ideologías generados históricamente dentro de la institución, y atravesados por los imaginarios sociales de la macro-cultura de la época. El monto de sufrimiento generado por ciertas condiciones de trabajo se traducirá en autoagresión. Las respuestas positivas o negativas de la jerarquía implican un reconocimiento a la identidad profesional de los distintos grupos homogéneos. Los mecanismos defensivos colectivos tienen menor costo psíquico, cuando tales defensas colectivas se rigidizan pierden su carácter adaptativo, se transforman en “ideologías defensivas” a las que recurren los trabajadores de un determinado oficio para negar las situaciones reales de riesgo mediante la asunción de conductas desafiantes frente al peligro. Sólo a partir de un marco organizacional fuertemente socializado se va constituyendo una real conciencia colectiva que podrá contribuir a la formación de una conciencia social en cada uno de los miembros de la sociedad global.15 La “Psicología del Trabajo” es una disciplina clínica que estudia al hombre trabajando, en situación grupal y en el lugar real de trabajo. Ésta disciplina ha constatado que el sufrimiento psíquico provocado por las situaciones laborales no desemboca necesariamente en enfermedad mental. Sin embargo los efectos patógenos de un trabajo frustra sistemáticamente la satisfacción del deseo convirtiendo el sufrimiento psíquico en enfermedad mental y, a menudo, incluso en enfermedad física. Un grupo de gente que trabaja junta es colectivo en la medida en que existe cooperación entre ellos. Las reglas a las que alude son “reglas de oficio”. Las mismas ponen en evidencia que todo trabajo no es simplemente una técnica, también es un arte que convoca la creatividad del trabajador, e instaura además un espacio social en el que se juegan relaciones siempre cambiantes tanto entre las distintas categorías involucradas en la realización de la obra como entre los miembros de un mismo grupo. Algunas de éstas reglas son explicitas, otras no. Es así como las reglas de oficio están relacionadas con una historia y con una trasmisión, el proceso de elaboración personal de las mismas llevará tiempo pero una vez cumplimentado el trabajador podrá considerarse un miembro de oficio. 15 Acevedo, José María “Una mirada institucional en el análisis de las practicas”. Artículo de la cátedra 1994. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós El trabajo, según Dejours, es un instrumento de placer y de equilibrio físico, e incluso somático.16 Placer y sufrimiento en el trabajo están directamente asociados a determinadas organizaciones del trabajo. El trabajador podrá obtener placer cuando el ámbito de trabajo se constituya en el medio adecuado para escenificar su deseo. En cambio las organizaciones de trabajo que exponen al trabajador al miedo y ansiedad, a tareas repetitivas y estrictamente pautadas lo asumen en el hastío y el desinterés, son productoras de sufrimiento. La problemática del sufrimiento se instaura cuando no hay lugar para el juego metaforizado del deseo en la actividad de concepción. Las defensas colectivas del oficio elaboradas por el conjunto de los trabajadores les permiten ignorar el temor y continuar trabajando. El caso limite de éste tipo de defensas es el de las “ideologías defensivas del oficio” donde el sistema defensivo construido colectivamente se rigidiza a punto tal que se constituye en un fin en sí mismo suplantando al deseo. La ideología defensiva obliga a todos los miembros del colectivo a adoptar conductas desafiantes del riesgo que los exponen a situaciones de peligro. Finalmente presentaremos las diferentes concepciones del término institución según la visión de Cornelius Castoriadis, René Lourau y Gerard Mendel. Según Mendel, la institución es una organización donde se fabrica cierto valor social. Son espacios privilegiados para que los sujetos tomen conciencia colectivamente como clase política de ese poder transformador. Según Lourau, la institución es un proceso. Participan lo instituido, instituyente y la institucionalización. Propone un dispositivo de intervención institucional que busca poner de manifiesto los implícitos institucionales. Según Castoriadis lo que mantiene a una sociedad unida es su institución. El complejo total de sus instituciones particulares lo que llama "la institución de la sociedad como un todo". La institución contiene normas, valores, lenguaje, herramientas, procedimientos, métodos de hacer, procedimientos. Se puede dar por coerción, sanciones. También por adhesión, legitimidad, apoyo y creencia y en última instancia se da por la formación de la materia prima humana en material social. Abordaje metodológico Para llevar a cabo el análisis propuesto en el Trabajo de Campo realizaremos una investigación de base empírica cualitativa, donde se intentará captar la definición de la situación, que efectúa el propio actor social y el significado que éste da a su conducta. La lógica cualitativa no pretende establecer leyes sino que su tarea central está enfocada a desentrañar y describir la lógica y el sentido de la acción. Los enfoques cualitativos de la realidad social asumen las realidades subjetivas e inter-subjetivas como objetos legítimos de conocimiento y buscan comprender, desde la perspectiva de los actores las lógicas de pensamiento que guían las acciones sociales. Para trabajar con este tipo de investigación, utilizaremos métodos de recolección de datos como la observación, la entrevista y la recopilación de documentos institucionales. “Obtendremos así dos tipos de datos: mientras tanto en la observación como en la entrevista accedemos a la información en forma directa, los documentos consisten en el registro de sucesos que han pasado en otro tiempo y lugar.”17 Realizaremos una observación institucional, centrándonos en la organización, sus espacios y el uso de ellos por parte de los actores. Se registrará en forma descriptiva la distribución del mobiliario, las acciones y situaciones, los sujetos y objetos allí presentes y nuestras impresiones subjetivas. Dichas impresiones serán plasmadas en una columna aparte y nos permitirán en un posterior análisis identificar el anclaje histórico que tienen, y re-pensar nuestra propia práctica. Realizaremos tres entrevistas no estructuradas focalizadas. Habiendo previamente elaborado un listado de los temas que nos interesa desarrollar durante la entrevista, dejaremos libertad para expresarse, tanto al entrevistado/a como al entrevistador/a. 16 17 Acevedo, José María “Trabajo y subjetividad: de la Sicopatología a la Psicodinámica del trabajo”. Artículo de la cátedra 1999 Amati, Mirta. “Metodologías múltiples en el trabajo de campo”. U.B.A. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Para la realización de la guía de entrevista y observación, utilizaremos la técnica propuesta por la cátedra, denominada “Desenmascarar palabras claves” donde identificaremos estas palabras y haremos una lista de las ideas que ellas esconden. Con respecto a la recolección de material documental lo haremos referido a la historia, cultura y objetivos que persigue la institución con el fin de poder hacer una asociación entre el pasado y las prácticas que se desarrollan actualmente. Finalmente, para lograr una aproximación descriptiva al objeto de estudio realizaremos una clasificación teniendo en cuenta el esquema triádico del tetraedro de Malfé. Este nos permitirá el ordenamiento de la percepción y la priorización de la información para ser transformada en datos y “hacer visible el espacio en que los distintos ejes propuestos se entrecruzan virtualmente, produciendo combinatorias casi infinitas, cada una de las cuales contribuye a marcar la singularidad del objeto que nos aproximamos” La institución Origen Histórico “Animarse” funciona desde el año 2005 y surge a partir de la Dirección de Género del Municipio a través de un Programa para fomentar la igualdad de género en los grupos más vulnerables estadísticamente, por eso en esta elección quedan excluidos los hombres que ejerzan violencia o la sufran. En relación a la parte diagnóstica, quien se encargó de esto fue la universidad del municipio, trabajando en conjunto con mujeres representativas, quienes eran consultadas sobre puntos relacionados con la problemática de las mujeres en relación a la salud, violencia y demás. En este diagnóstico participativo surge la necesidad de crear un lugar de atención para mujeres que tuvieran problemas de violencia, y toma forma a través de “Animarse”. La institución funciona desde un comienzo en el mismo edificio (una casa). Las profesionales en un principio fueron nombradas a través de un concurso. Como coordinadora del equipo fue designada la abogada Luisa, con experiencia en violencia y como mediadora dentro del municipio y otras cinco profesionales sin trabajo previo en la temática ni en el municipio (dos trabajadoras sociales, dos psicólogas y una abogada). Estructura Organizativa La institución cuenta con una empleada de maestranza, quien no sólo se ocupa de las tareas relacionadas con el mantenimiento del lugar (aunque también puede llegar a cuidar a los niños que asisten con sus madres a las entrevistas), un hombre que se ocupa de la seguridad al ingreso de la institución que no forma parte del organigrama de “Animarse”, sino que es enviado por el Área de Seguridad del Municipio, dos empleadas administrativas que cumplen con distintos horarios, quienes trabajan en mesa de entradas y en lo administrativo. En el equipo profesional estable continúan siendo cinco, dos psicólogas, dos trabajadoras sociales y una abogada y sólo por este año, a causa de un Proyecto Participativo de sensibilización, capacitación y prevención de la Región X, se incorporaron cuatro profesionales más, dos psicólogas, una abogada y una trabajadora social. Este proyecto promovido por la Región X del Municipio compitió el año pasado con otros proyectos presentados por las distintas regiones. A fin de año se realizó la votación por los vecinos y fue el ganador para que se lleve a cabo su implementación durante este año y se asignaron los recursos destinados para esto. También desde “Animarse” se realizan capacitaciones a otros equipos municipales, ya que cuentan con la experiencia de todos estos años. Las entrevistas de admisión son realizadas de manera conjunta por dos profesionales de distintas áreas. Se busca también que participen una profesional de mayor trayectoria con otra que esté en sus comienzos. Funcionan también grupos terapéuticos y otros psico-educativos que son coordinados por distintos profesionales, en general una psicóloga y una trabajadora social. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Del espacio de supervisión participa todo el equipo y la supervisora. Objetivos institucionales Durante el encuentro, la primer entrevistada nos comenta que: “el objetivo principal de la institución es el de fomentar la igualdad de género, erradicando la violencia hacia las mujeres en el distrito trabajando en prevención, formación y asistencia”. Considera que un logro sería que las mujeres pudieran tener un “proyecto de vida autónomo” y que la institución contribuye a esto brindándoles un espacio de admisión, tratamiento, asesoramiento legal y en la gestión de trámites. Condiciones de trabajo Con respecto a la formas de contratación, cabe aclarar que el personal que trabaja en la institución es contratado por tres áreas distintas: la planta permanente (dos trabajadoras sociales, dos psicólogas y una abogada), los contratados por el Presupuesto Participativo (dos psicólogas, una abogada y una trabajadora social) y un hombre contratado por el Área de Seguridad. El personal de la planta permanente fue contratado por concurso, se realizó una convocatoria, se hicieron entrevistas y quedaron seleccionados, según los dichos de la primera entrevistada, en una “selección transparente”. El personal del Presupuesto Participativo tiene contratación en principio por un año acompañada por una asignación presupuestaria. Si al año siguiente los vecinos votan la continuidad del proyecto, éste perdura. Forma de funcionamiento Intrainstitucionalmente la idea es construir un equipo de trabajo interdisciplinario (abogadas, psicólogas y trabajadoras sociales). A partir de este año, el trabajo se debe articular con los profesionales asignados por el Presupuesto Participativo, combinando las parejas de trabajo entre las profesionales “viejas” y las profesionales “nuevas” dentro de la institución. Para esto se realizan reuniones de equipo y supervisiones todas las semanas. Las entrevistas individuales de admisión se hacen por turnos solicitados previamente, y se realizan por dos profesionales de distintas especialidades. Se trata de elegir a las que tienen más vinculación con la problemática que se presenta y de que no varíen durante todo el proceso. En cuanto a las reuniones grupales que se dan en la institución para las mujeres, se intenta que sean coordinadas por una trabajadora social y una psicóloga, porque, según la primera entrevistada, son profesiones que se complementan en la intervención. Las decisiones son consultadas entre los distintos profesionales y luego con la coordinadora, que generalmente apoya sus decisiones. La primera entrevistada destaca la necesidad de esta metodología para lograr una correcta toma de decisiones en las intervenciones. A nivel interinstitucional, “Animarse” trabaja conectada con otras instituciones porque desde el municipio se fomenta esta modalidad de trabajo, con el objetivo de lograr la integralidad. A nivel municipal existe una Red Legal donde participan las abogadas de “Animarse” y una Red de Salud Mental donde participan las psicólogas. Las trabajadoras sociales también trabajan en territorio (desde Acción Social o los Centros de Salud) y articulan acciones con las distintas Regiones. Hay un proceso de formación que se articula con la Universidad del Municipio, y también hay reuniones con profesionales que trabajan en territorio en distintas temáticas. Se da un curso de capacitación para Operadores en Situación de Violencia dirigido fundamentalmente a empleados del Municipio dictado por distintos profesionales e invitados de otros municipios. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Además, se coordina el trabajo con programas provinciales para dar a las mujeres una mejor asistencia en todos los aspectos, y con programas municipales que logren dar respuesta a otras problemáticas que las mujeres manifiestan (área de empleo, niñez, etc.) Población que requiere el servicio Las entrevistadas refieren que la institución está destinada a mujeres que sufren situaciones de violencia con su pareja, se refieren a este grupo como el más vulnerable, en relación a los hombres que también pueden padecer esta problemática. La idea es que puedan acercarse a partir de los 14 años, pero la mayoría que participan son de entre 20 y 60 años de clase media-baja. Si bien la propuesta es trabajar con mujeres que residan dentro del municipio, en caso que se acerquen mujeres de otros municipios se busca la forma para que puedan participar también. Establecen la necesidad de ampliar la población destinataria. Manifiestan que en algún momento la institución va a tener que abordar de forma integral a mujeres que sufren otro tipo de violencia ya sea de parte de sus hermanos, o mujeres violentadas por sus hijos, adultas mayores, así como también niños que sufren abusos sexuales. Demandas frecuentes Las profesionales manifiestan que las mujeres que asisten a la institución demandan la ayuda para sobrellevar la situación de violencia, la cual se puede basar en diferentes acciones como por ejemplo: representación legal, la escucha, el acompañamiento, la contención, etc. Generalmente se acercan cuando llegan a situaciones límite o cuando detectan que sus hijos padecen la misma problemática. Vías de contacto (Formas en que la población destinataria llega a la institución) Las entrevistadas establecen que las mujeres pueden llegar por varias vías a la institución: A través de derivaciones: de los Tribunales, de las Comisarías, de las Defensorías, de otros Servicios Municipales. Por referencia: el boca a boca, actividades de sensibilización por parte de profesionales de la institución (folletería, notas radiales y televisivas, actos de concientización pública y líneas telefónicas). Metodología de Trabajo Las entrevistadas comentan que el equipo de trabajo de la institución se compone por tres trabajadoras sociales, cuatro psicólogas, dos abogadas y hay un hombre encargado de la seguridad del lugar. En cuanto al abordaje, las mujeres llegan al lugar ya sea por derivaciones o por el conocido boca en boca. También muchas mujeres llaman por teléfono. Cuando es así primero se le realizan algunas preguntas para verificar si realmente es un caso de violencia y el mismo pueda ser abordado en la institución. Posteriormente se brinda un turno, en lo posible en el lapso máximo de tres días. Actualmente están con numerosos problemas con la agenda, debido a diversas y extensas actividades, además de la asistencia, lo que dificulta el otorgamiento del turno lo más rápido posible, pues las situaciones de violencia son muy puntuales y no pueden esperar un mes, tiene que ser en el momento que consulta esa persona o cuanto mucho tres días. Cuando viene una mujer de forma personal a pedir turno si hay alguna profesional del equipo desocupada se la atiende, no obstante esto no sucede siempre, ya que muchas veces la agenda está cubierta. De todos modos, cuando las profesionales se encuentran desocupadas se dividen para atender. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós La primera entrevista, denominada “Espacio de entrevista de admisión”, puede ser una, dos, tres y/o cuatro entrevistas de acuerdo a lo que cada mujer necesite (siempre con las mismas profesionales). El fin es sostener el abordaje interdisciplinario, es decir, que sea de a dos y de dos disciplinas diferentes. Generalmente las entrevistas las llevan a cabo una trabajadora social con una psicóloga, una abogada con una trabajadora social o una psicóloga con una abogada, para poder efectuar un abordaje desde disciplinas diferentes. A partir de la primera entrevista las profesionales obtienen una especie de “historia clínica” de la mujer a través de algunas preguntas que sirven para evaluar el riesgo, aparte de recolectar los datos básicos como nombre y apellido, dirección, teléfono, DNI, nacionalidad, nivel de estudios, entre otros. Sin embargo este paso se realiza después de que la persona habla y comenta el motivo por el cual se acercó a la institución, donde se indaga sobre la pareja que está ejerciendo violencia sobre ella, si utiliza armas, si tiene antecedentes penales, si consume drogas o alcohol, si tiene antecedentes de violencia en su familia de origen. Dichos datos, son cuestiones que brindan un perfil en cuanto a la peligrosidad de la pareja de la persona que viene a consultar. También se pregunta sobre la vivienda, quién es el propietario de la misma, porque para pedir medidas cautelares por ejercicio de la violencia en el hogar tiene que ser la vivienda de los dos, a causa de que si la casa es de él o de sus padres no se lo puede excluir. Hay muchos datos importantes como por ejemplo relacionado a los hijos, que surgen en estos espacios. Luego se va ahondando en la situación de violencia, ¿cuándo comenzó?, ¿cuándo ella identifica que empezó la situación de violencia?, si fue a partir de un golpe, una amenaza, si hubo violencia ya desde el noviazgo, etc. Generalmente las mujeres que concurren a la institución no pueden hablar desde ellas, sino que repiten el discurso de sus parejas: “yo no soy nada”;”no porque él me dijo que yo con esto no iba a poder”; “no porque él me dijo que me va a matar”. “Él dice, él dice, él dice, quedando ellas ausentes desde su pensamiento y desde su ser”. Desde aquí se empieza a trabajar mucho con las psicólogas a partir de la primera, y la pregunta clave que se le formula a la mujer es: “¿en qué te podemos ayudar?”. A partir de allí se comienza una evaluación en forma grupal de la situación para desentrañar si no hay otro tipo de cuestión, si no hay una patología psiquiátrica o algún riesgo de suicidio, y otras cuestiones más. La idea es mantener tres o cuatro entrevistas individuales y que luego se puedan integrar a los espacios grupales. Durante dos o tres meses estos espacios permanecen abiertos para que se vayan incorporando las mujeres. Cuando el grupo queda conformado y ya se conocen entre ellas, se cierra. Por consiguiente, el dispositivo de trabajo es grupal, y estos grupos no terapéuticos son denominados “Grupos psicoeducativos” que están coordinados por una psicóloga. La idea es trabajar un año con las mujeres implementando técnicas relacionadas con los derechos, con distintas temáticas, con la idea del amor que se tiene, y empezar a desmitificar un cúmulo de cosas. Se pretende trabajar con la idea de lo que ellas quieren ser, iniciar un trabajo sobre ellas y sobre su autoestima con el objetivo de fortalecerlas. Las entrevistadas aclaran que trabajar con una psicóloga ayuda a las trabajadoras sociales ante por ejemplo una crisis nerviosa de una mujer o con los niveles inmensos de angustias al momento en que las mujeres empiezan con su relato, argumentando que las trabajadoras sociales no están preparadas para abordar estas cuestiones. En relación al trabajo interdisciplinario dentro de la institución el mismo se encuentra coordinado debido a que cada profesional ha logrado, a través de un esfuerzo arduo y constante, ganarse su propio espacio. Por lo tanto las opiniones son respetadas, lo que permite que las decisiones se tomen en conjunto en la reunión de equipo y no de manera individual. Se realizan también reuniones y supervisiones de cada disciplina. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Con respecto al trabajo con otras instituciones el mismo es fluido, por ejemplo, derivan con frecuencia a la institución mujeres que padecen la problemática de Violencia de Género, sin importar dónde residen. Formación de las entrevistadas Las profesionales entrevistadas estudiaron Trabajo Social en la facultad del Municipio y en la Universidad de otro distrito. La elección de estas Universidades para realizar sus estudios se debió a cercanía de la institución a sus domicilios. Cristina comenzó la carrera rondando los treinta años puesto que se dedicó a conformar una familia. Previamente había cursado durante cuatro años la carrera de Ciencias Económicas. El motivo por el cual eligió la carrera Trabajo Social fue exclusivamente personal. Comenzó a trabajar en la temática de violencia cuando trabajaba en otro municipio y se comunicó con Esther que coordinaba un Programa sobre la temática. Empezó a trabajar ahí a través de prácticas que en el municipio son dos años en una misma institución. Después la tomaron para seguir trabajando. Había un convenio con la Defensoría que funcionaba en forma descentralizada en el otro municipio y que el municipio donde ella reside tenía que cubrir algunos días de atención. Allí se abrió una vacante y le ofrecieron cubrir ese cargo. En ese momento trabajaba en audiencias prejudiciales para acordar convenio de cuota alimentaría, de régimen de visita y tenencia en cuestiones de familias donde había violencia familiar. Trabajó también en una comunidad terapéutica en un equipo interdisciplinario, el cual abandonó debido a que la temática le producía desgaste tanto físico como psíquico. Cristina cuenta como sus diferentes trabajos previos le sirvieron para su práctica profesional actual. El trabajo actual y el trabajo anterior, que tienen que ver ambos con el abordaje territorial, le sirvieron para estar articulada todo el tiempo con otros equipos. Con respecto al trabajo con la comunidad terapéutica, siendo la primera vez que trabajaba en un instituto interdisciplinario, le aportó experiencia para poder después desenvolverse mejor en el Centro. Expresa que: “todas las experiencias, hasta las negativas sirven, sirven si uno está dispuesto a tratar, hasta pensando en lo que no querés hacer”. En cuanto a la relación que puede establecer entre la formación y la práctica, siempre haciendo referencia a la temática con la que actualmente trabaja (violencia de género) nos dice que en la Universidad no tuvo formación para trabajar en Violencia, ni para trabajar con perspectiva de Género. Cuenta que tuvo algunos encuentros aislados fuera de lo que era el programa, talleres donde se relacionaba con gente que venía a hablar sobre la problemática de la mujer o sobre cuestiones que tenía que ver con la violencia pero, en realidad, no era formación. Cecilia, nuestra segunda profesional entrevistada, comenta que el motivo por el cual eligió la carrera es porque siempre le gustó el trabajo con la gente y por su interés en los derechos, en una sociedad más justa. Con respecto a su experiencia laboral, trabajó en Desarrollo Social atendiendo los problemas que había en el Municipio. Además trabajó en el gabinete de una escuela polimodal y en geriátricos públicos y privados. Estas experiencias distintas al trabajo en “Animarse” le sirvieron para poder definir en qué ámbitos le gusta trabajar y qué tipo de actividades se siente más cómoda para realizar como así también su interés específico sobre la temática de violencia. En cuanto a la relación que puede establecer entre la formación y la práctica, Cecilia comenta que algunas materias de la carrera fueron un concreto aporte para el trabajo, pero que hasta que no se comienza a trabajar no se conoce la realidad. Para nuestra tercera profesional entrevistada, Sonia, el motivo de elección de la carrera tuvo relación con que después de formar una familia y criar a sus hijos, sintió que algo le había quedado inconcluso en su vida. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Cuando terminó la carrera el título otorgado era de asistente social y luego se hacía por separado la licenciatura (que ella comenzó y no logró terminar). Realizó un postgrado en familia, capacitación docente, un curso para perito y otro sobre violencia. En el área de Violencia de Género este es su primer trabajo, paralelamente trabaja en una “sala” donde hace guardias en los centros de salud y se trabaja articulando distintas áreas municipales. Sonia explica que si bien el abordaje sobre la problemática es distinto en las dos instituciones en las que trabaja, a ella le sirve como complemento de la profesión y para su formación. Está conforme con su formación porque fue integral con tendencia humanística diocesana y que le sirvió para posicionarse frente a las demandas. Satisfacción y Frustración en el Trabajo Acerca de las demandas que recibe la institución, las mismas tienen que ver con la necesidad de ayuda para sobrellevar la situación de violencia y no con demandas específicas en cuanto a otras cosas que no puedan ofrecer como por ejemplo una casa. Las condiciones que facilitan la satisfacción laboral son: brindar dicho espacio institucional, la admisión, el tratamiento, el asesoramiento legal y la facilitación de los trámites. En relación a las satisfacciones personales que produce la práctica en la institución las entrevistadas coinciden que lo más importante es la posibilidad de observar los procesos de las mujeres. A modo de ejemplo dicen que al emprender el trabajo con las mujeres se va apreciando el hecho de que comienzan a alinearse estéticamente, es decir, concurren al establecimiento peinadas, con la cabeza levantada y mirándote a los ojos. También señalan que después de un tiempo ya se encuentran trabajando y sosteniendo a sus hijos, retomando los estudios, saliendo con amigas, etc. Son transformaciones absolutamente satisfactorias. Además expresan que otras instituciones, que al igual que “Animarse” trabajan en violencia, no pueden observar los cambios recientemente manifestados arriba porque por ejemplo en la Defensoría o en el Tribunal aparece la persona en ese momento para realizar la denuncia por haber sufrido una situación de violencia y después no vuelve al lugar. Situación de desgaste en el Trabajo La contrapartida de las satisfacciones son las frustraciones, que tiene que ver con lidiar con situaciones teñidas de mentiras, controversias, discrepancias tanto entre profesionales pertenecientes a la institución o ajenas a las mismas (o sea, pertenecientes a otras instituciones) como entre profesionales y las mujeres que concurren a la institución en busca de ayuda. Uno de los efectos del trabajo es el “Síndrome de Burnout” que en inglés quiere decir algo así como el “Síndrome del Quemado” donde el profesional comienza a tener enfermedades. También es denominado como “Síndrome de ser testigo”. Escuchar todo el tiempo relatos sobre situaciones de violencia lo hacen a uno testigo de dichas situaciones. Esto conlleva consecuencias severas tanto físicas para las personas que trabajan sobre tal problemática como a nivel institucional. Por ejemplo se corre el riesgo de que las instituciones reproduzcan la problemática que trabajan, traten mal a la gente, y respecto al ámbito individual uno puede terminar siendo una persona violenta, puede contraer alguna enfermedad. Por eso para evitar sus severas consecuencias algunas técnicas son trabajar en equipo y así evitar la toma decisiones de forma individual ya que es un acto que acarrea mucha responsabilidad, buscar espacios recreativos, etc. Expectativas La práctica ideal para Cristina hace referencia a que exista un mayor trabajo de campo, y manifiesta que el trabajo en el proyecto presente (el aprobado por el Presupuesto Participativo) es casi una práctica ideal. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Plantea que es “casi” una práctica ideal debido a la carencia de algunos aspectos como la articulación con otros equipos, la posibilidad de que si las mujeres no pueden llegar al centro, poder brindar el recurso económico para cubrir algunas de sus necesidades, tener una supervisión por disciplina y no simplemente una supervisión general como la hay actualmente. Los objetivos particulares con respecto a la profesión los relaciona con un compromiso hacia las otras personas que son las mujeres en este caso. La igualdad de derechos y la igualdad de oportunidades son un compromiso para ella. Resalta la importancia de hacer algo que le sirva a los demás y no quedarse sólo en un lugar administrativo donde el rol del trabajador social sea realizar informes, evaluaciones sobre situaciones familiares y poder realizar un trabajo donde uno se sienta cómodo, más allá del factor económico, afirma esta idea contando que trabaja en espacios de forma voluntaria como por ejemplo los sábados en Educación Popular. Para Cecilia la práctica ideal sería que las mujeres que se acerquen a la institución puedan dar cuenta que a pesar de haber vivido una situación traumática se puedan desarrollar, se lleven un aprendizaje y puedan seguir adelante con su vida. Cuando como profesionales se deja una huella a Cecilia le da la satisfacción de haber logrado con éxito su trabajo. Análisis de la Observación Impresión Grupal A partir de la observación realizada, y su posterior registro, destacamos que la impresión grupal sobre la institución se traduce en un “Ámbito Acogedor”. Este hace referencia a ciertas representaciones tales como: Lo familiar: Nos remite a sensaciones agradables, positivas, evocada por el tipo de construcción/estructura (La institución es propiamente una casa antigua, cuyas habitaciones fueron remodeladas para ser utilizadas como despachos y oficinas), el trato de los trabajadores hacia nosotros (Desde el comienzo fueron serviciales, amables, con predisposición hacia nuestras preguntas), y la calidez del lugar (Relacionada con la ambientación: carteles, murales, colores, juguetes; y la distribución del espacio) “La “casona” remite al centro como un lugar de confianza, para estar, para ser habitado”18. Lo cómodo: Nos conlleva a sensaciones de descanso, relax, confort. Observamos el lugar como placentero a partir de la distribución de los ambientes (la apertura de los ambientes que permiten reconocer los diferentes espacios desde la mesa de entrada; existen por un lado lugares de trabajo tales como el despacho de la coordinación, el salón de usos múltiples y las oficinas, y por otro, lugares de descanso y recreación como ser el patio, la galería, la cocina), la luminosidad, el orden del lugar, el mobiliario (equipamiento de la institución) “El orden del lugar (disponibilidad de muebles, amplitud en el espacio), la iluminación, los carteles genera una sensación de cuidado y confort. Se separa del imaginario en relación a lo que pensamos un lugar estatal como: descuidado, sin pintura, con roturas, desorden (en relación a tumulto de gente, muebles, ruidos)”19. La contención y la privacidad: Estas representaciones se encuentran reflejadas en la propia temática que trata la institución la cual se convierte en un espacio de pertenencia y resguardo para las mujeres que allí participan. La “casa” históricamente fue un lugar utilizado por mujeres, lo que nos remite a sensaciones de seguridad, estabilidad y por ende contención. La existencia de salones destinados a las entrevistas individuales nos hace pensar en el respeto por la intimidad y privacidad de cada persona. “Había olor a encierro, pero a pesar de esto, se podía percibir cierta privacidad e intimidad que transmitía ese espacio, una privacidad necesaria para los temas que allí se tocan”20. 18 Observación: Impresiones Personales Observación: Impresiones Personales 20 Observación: Impresiones Personales 19 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Horizontalidad en el espacio: A partir de ciertos indicadores tales como la disponibilidad de los mobiliarios y la ubicación del despacho de la coordinadora de la institución, percibimos que las relaciones que se construyen dentro de este espacio se basan en una relación de pares, de iguales. Lo cual marca una visión del otro no sólo como usuario, sino como parte de la “casa” “El hecho de que el aire acondicionado se encuentre ubicado en un espacio que es para el público, y no sólo para el personal de la institución, posibilita una mirada de horizontalidad, respeto”21. No obstante, ésta horizontalidad no se observó respecto a la distribución espacial de los sanitarios. Puesto que el baño de utilización exclusiva del personal de la institución se ubicaba a continuación de los consultorios, mientras que el sanitario habilitado para las personas que concurren al establecimiento se encontraba al final de un pasillo cruzando el patio. Algunos integrantes del grupo está en desacuerdo con dicha distribución ya que tendría que ser a la inversa, es decir, que el baño para uso público debería estar al lado de los consultorios y el baño para uso exclusivo del personal debería encontrarse al final del pasillo señalado, quedando así más apartado. Ésta creencia se funda primordialmente en el hecho de que por ejemplo durante una entrevista la persona entrevistada puede sentirse mal al relatar la situación violenta que padece, por lo cual si tiene la necesidad de ingresar al baño ya sea para lavar su rostro empapado en llanto o por cualquier otro motivo, debe atravesar el patio y seguir un pasillo separado del resto de las instalaciones para llegar al sanitario. Éste acceso se dificultaría en días lluviosos debido a que para acceder al baño debe cruzar el patio y el pasillo, los cuales se encuentran al aire libre, o sea, sin techar, en cambio el baño para el personal se encuentra bajo techo y pegado a los consultorios. “La organización de los sanitarios, también puede considerarse un aspecto de la organización del poder en relación a los espacios, debido a que el sanitario del uso personal se encuentra próximo y el otro, el de los “ajenos”, al fondo del pasillo, un pasillo que pertenece al patio y por ende no está techado.”22 Lo informal: No solamente la ambientación y la disposición del espacio, sino también el trato con los trabajadores que nos recibieron, sin protocolos, en un marco de cordialidad y predisposición, fueron algunos de los aspectos que nos remitieron a la impresión de un “ambiente acogedor” en relación a la institución. “El trato de la profesional, su cordialidad nos brinda la posibilidad de realizar preguntas en relación a los espacios de la institución. Se genera un clima de predisposición en la recorrida de las instalaciones”23. Anclaje histórico de dicho impacto Estas representaciones acerca de la institución se encuentran asociadas con el anclaje histórico de cada uno de nosotros en relación a: a) Qué es lo familiar y cómo concebimos a la familia (el tipo de familia) desde la propia experiencia familiar. b) Qué pensamos y qué experiencia tenemos del lugar de trabajo (en relación a lo material: disposición del espacio, ambientación, y con respecto a lo relacional: tipo trato entre compañeros y con superiores, etc.) y cómo pensamos que debería construirse desde nuestra profesión. c) Qué concepción poseemos acerca de las instituciones estatales en relación a: formas de trabajo, lineamientos de acción, interrelaciones entre los trabajadores, disposición para el trabajo, ambiente físico (disposición del espacio, mantenimiento e inversión en instalaciones) y la concepción del sujeto al cual acompaña. A - Cuando concordamos grupalmente en que percibimos que la institución es un “ámbito acogedor”, al momento de explicar por qué lo apreciamos de ese modo, nos retrotrajo al ámbito familiar. Uno de los integrantes del grupo nos expresaba que al ingresar a la recepción por la forma en que la misma estaba ambientada y a su vez por el trato agradable brindado por el personal hacia nosotros, le hacía sentir como que se encontraba en el “living de un hogar”. En base a ésta percepción podemos apreciar que la 21 Observación: Impresiones Personales Observación: Impresiones Personales 23 Observación: Impresiones Personales 22 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós familia, según la experiencia personal de cada individuo, puede ser concebida como una institución agradable, confortable, sustentado en relaciones cordiales entre los integrantes del mismo. Ésta puede ser una concepción diferente por ejemplo de las personas que sufren violencia de género, ya que al darse dentro del ámbito privado de la familia, el contexto está impregnado de violencia de diversa índole, con relaciones turbulentas entre sus miembros. B - La institución percibida como ambiente acogedor está relacionada con experiencias laborales, experiencias situadas en un ambiente cálido donde las personas son activas y agradables en el trato. Respecto a la distribución del espacio y su decoración, ligados a brindar un clima de contención y a ser un atractivo tanto en lo estético como en lo humano, juegan un rol esencial en el bienestar que transmite la institución a las personas pertenecientes a la misma y también a los individuos ajenos. Este tipo de espacios laborales hacen que el ingreso a la institución observada, la cual posee características similares a las mencionadas anteriormente, provoque a la evocación de dichas experiencias laborales, relacionado directamente todo lo positivo vivido en aquellas experiencias con la institución en cuestión. Por otro lado, contrariamente, las experiencias laborales desarrolladas en un ambiente de frustración, de angustia, de posibilidades restringidas, tanto por lo que lo edilicio como por lo que lo humano provocan, cuando se encuentran con una institución de características totalmente contrapuestas con las acostumbradas, la vivencia de la institución como un ambiente acogedor, un ambiente de contención. C - El contacto con diferentes instituciones estatales a lo largo de la vida en varias ocasiones crea una imagen negativa de las mismas. Las instituciones pertenecientes al Estado están caracterizadas por la burocratización tanto en el trabajo profesional como en la estructura administrativa, causando la burocratización de las líneas de acción brindadas por esta clase de instituciones. Otra característica es la relacionada a lo edilicio. Generalmente son instituciones descuidadas, donde el personal se encuentra apresurado efectuando una atención nefasta y poco grata para las personas que acuden al lugar. Al momento del ingreso a la institución en cuestión, teniendo muchas veces este tipo de imaginario social sobre las instituciones estatales, hacen que la apreciemos como un ambiente acogedor, debido a que produce una ruptura de ese imaginario asociado a experiencias vividas en este tipo de instituciones. Algunos factores que contribuyen a dicha ruptura son: brindar contención y ser un espacio cuidado, el personal debe estar compuesto por personas cálidas y agradables e idóneas al puesto que posean dentro de la institución. Las implicaciones personales basadas en nuestras historias familiares, laborales, de formación que dan cuenta de nosotros como sujetos socio históricos y políticos; y los supuestos previos acerca de éste tipo de institución perteneciente al organismo estatal: la problemática que aborda, la forma de intervención (la metodología de trabajo) y las características del espacio; condicionaron nuestra manera de ver, pensar y sentir en el momento de llevar a cabo la observación. Con éste análisis intentamos comprender nuestras implicaciones para no estar sobreimplicados; es decir, determinados por nuestras representaciones, pudiendo lograr una visión que no esté totalmente sometida a nuestra percepción subjetiva. Es importante comprender el impacto que tiene este espacio de trabajo profesional en nuestra subjetividad, ya que serán los lugares que habitaremos como futuros trabajadores sociales. Análisis Interpretativo de las entrevistas El presente análisis será abordado en primera instancia en relación a la información obtenida de las tres entrevistas a las trabajadoras sociales, tomando como tema central el trabajo interdisciplinario que atravesará los ejes desarrollados a continuación. Enunciamos una breve conceptualización de trabajo Interdisciplinario que nos orientará para repensar las prácticas de los trabajadores sociales en este apartado. Eloisa De Jong, establece que “teniendo en cuenta la complejidad que supone la acción con grupos familiares en conflicto es imprescindible constituir equipos de trabajo donde participen diferentes disciplinas. Para ello se “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós pueden implementar diversas modalidades o formas de intervención”24. Entre ellas, la modalidad interdisciplinaria, que se basa en que cada disciplina aporte desde su propia especificidad a la construcción del abordaje de una situación. Se puede pensar al trabajo interdisciplinario como una construcción de la metodología de trabajo en el abordaje de la problemática de género. Esto a través de reflexiones, trabajo conjunto entre las diversas disciplinas. Dicha modalidad supera las miradas individuales de las partes, el trabajo aislado. Historia de la institución y metodología Una perspectiva que hace referencia al trabajo interdisciplinario es en relación al origen de la institución y a su metodología de trabajo. La importancia de la historia de la institución para entender su funcionamiento y si éste corresponde a los objetivos que se propone, se funda en la definición que da Aldo Schlemenson sobre ella: “La organización constituye un sistema socio-técnico integrado deliberadamente constituido para la realización de un proyecto concreto, tendiente a la satisfacción de necesidades de sus miembros y de una población o audiencia externa, que le otorga sentido. Está inserta en un contexto socio-económico y político con el cual guarda relaciones de intercambio y de mutua determinación”25. Según cuentan las entrevistadas, desde los comienzos de la institución, la conformación del equipo de trabajo fue interdisciplinario “La idea era formar un equipo interdisciplinario y se tomaron dos trabajadoras sociales, dos psicólogas y una abogada”26 Cabe destacar que las profesionales son todas mujeres, decisión que incluye una concepción sobre la atención, el espacio donde se brinda la misma, la problemática y la demanda que asume la institución: “Necesitan ese espacio para ellas”27 “Respeto hacia la mujer”28 “Pertenencia y apropiación del espacio por medio de las mujeres”29 Como dice Malfé, el peso de la dimensión simbólica imaginaria “es el campo cultural que la diferencia (a la institución) de otras organizaciones similares y le otorga identidad propia” (…) su indagación nos da acceso a los códigos lingüísticos y relacionales que pautan las comunicaciones y los intercambios entre los individuos y los grupos a las formaciones imaginarias compartidas: mitos, creencias, ideologías, utopías, a los ideales compartidos respecto de la función social de la institución y de los actos profesionales que allí se practican”. Esta concepción ligada a la metodología de trabajo utilizada da cuenta de la visión que tiene la institución sobre la temática y las formas de intervención en ella. En cuanto al abordaje, las mujeres llegan al lugar ya sea por derivaciones o por el conocido boca en boca, se les otorga un turno para una entrevista de admisión. La idea es mantener tres o cuatro entrevistas individuales y que luego se puedan integrar a los espacios grupales. Estos grupos son denominados “Grupos psico-educativos” que están coordinados por una psicóloga y otra profesional de distinta disciplina, la idea es iniciar un trabajo sobre ellas y sobre su autoestima con el objetivo de fortalecerlas. En relación al trabajo interdisciplinario dentro de la institución el mismo se encuentra coordinado debido a que cada profesional ha logrado, a través de un esfuerzo arduo y constante, ganarse su propio espacio. Por lo tanto las opiniones son 24 JONG, E. y otros: “La Familia en los Albores de un nuevo Milenio” Cap. 1, Pág. 34. Schlemenson, A.: “Análisis organizacional y empresa unipersonal. Crisis y conflicto en contextos turbulentos”, Paidós. 26 Entrevista 1 27 Entrevista 1 28 Entrevista 1 29 Entrevista 1 25 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós respetadas, lo que permite que las decisiones se tomen en conjunto en la reunión de equipo y no de manera individual. Se realizan también reuniones y supervisiones de cada disciplina. La conjunción de saberes de las distintas disciplinas en que se apoyan a la hora de dar respuestas a las problemáticas con que se acercan las mujeres, muestra el aspecto ideológico en el cual se sustenta la institución que se ve plasmado en sus objetivos como por ejemplo fomentar la igualdad de género, erradicando la violencia hacia las mujeres en el distrito y que las mujeres puedan tener un “proyecto de vida autónomo”. De esta manera se logra desarrollar una metodología de trabajo ideal para las entrevistadas, que aborda la problemática de manera integral. Esta dimensión es una arista que explica el análisis de la institución a partir del trabajo interdisciplinario que se realiza en ella. Jerarquía y Organigrama Entendemos que tanto la jerarquía como el organigrama forman parte del Polo de la Crátesis, el cual describe la distribución del poder dentro de la organización, la forma en que se manifiesta el poder a través de la asignación de recursos que generan relaciones de poder (subsistema económico) y de las jerarquías (subsistema nómico). De las entrevistas se observa: a) En relación al Subsistema Nómico: Como establece Aldo Schlemenson la Organización “está inserta en un contexto socio-económico y político con el cual guarda relaciones de intercambio y de mutua determinación”30. En relación a esto hacemos referencia a la jerarquía, la cual se manifiesta en las entrevistas en el relato de las profesionales en relación al origen de “Animarse”: que el centro de contención se forma a partir de la prioridad que el gobierno local transfiere al abordaje de la problemática de la desigualdad de género y la transversalidad de género en todas las áreas municipales. De esta manera, desde la Dirección de Género se da marcha a un Programa para fomentar la igualdad de género, surgiendo de éste la creación de “Animarse”. Desde el campo jerárquico se establecen lineamentos en torno a los objetivos y modalidad de funcionamiento de la institución. Estos son expresados por las entrevistadas como: fomentar la igualdad de género, erradicando la violencia hacia las mujeres en el distrito trabajando en prevención, formación y asistencia. El trabajo interdisciplinario, y los espacios de formación también aparecen dentro de los objetivos de conformación del centro, por lo que es otro indicador de los lineamientos establecidos por las jerarquías para el funcionamiento de la institución. Asimismo la supervisión forma parte de las funciones establecidas, ya que el Municipio es quien solventa los gastos de un supervisor externo quien acompaña una vez por mes al cuerpo de profesionales. Siguiendo a Schlemenson, se puede dar cuenta en este apartado de la dimensión de la Estructura Organizativa, entendida ésta como “el sistema interrelacionado de roles oficialmente sancionados que forman parte del organigrama, y de la definición de funciones y responsabilidades”31. Dentro de la institución “Animarse”, el organigrama se compone de la siguiente manera: -Una Coordinadora, miembro del cuerpo estable: es abogada y se encuentra en dicha función desde el comienzo de la institución, es decir desde noviembre del 2005. -Cuerpo estable de profesionales: Dos trabajadoras sociales (una de ellas es coordinadora del Proyecto de Sensibilización, capacitación y prevención, depende del Presupuesto Participativo), dos psicólogas. 30 31 Schlemenson, A.: “Análisis organizacional y empresa unipersonal. Crisis y conflicto en contextos turbulentos”, Paidós, p. 38 Schlemenson, A.: “Análisis organizacional y empresa unipersonal. Crisis y conflicto en contextos turbulentos”, Paidós, p. 40 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós -Cuerpo transitorio de profesionales: son parte del Proyecto de sensibilización, capacitación y prevención, depende del Presupuesto Participativo cuya duración es de un año. Se compone por una Trabajadora Social, dos Psicólogas y una Abogada. -Personal administrativo: dos administrativas -Personal de maestranza y seguridad: una persona encargada del mantenimiento del lugar y un encargado de seguridad. Puede sintetizarse que las funciones específicas demandas por las jerarquías se basan entonces a: -Los objetivos de la institución: acompañamiento, tratamiento, asesoramiento, asistencia y prevención en situaciones de Violencia de Género a través de un trabajo interdisciplinario. Se observa sin embargo que dentro de la institución, los lineamientos se profundizan, se reconstruyen adquiriendo una forma de metodología de trabajo basada en la sensibilización (prevención), asistencia, acompañamiento y tratamiento integral (desde el trabajo interdisciplinario), salida a territorio, capacitaciones, articulaciones con otras instituciones, formación de las profesionales y reuniones de equipo para pensar en las intervenciones. Como establece Castoriadis, si bien el “sujeto es una creación social, es al mismo tiempo generador y artífice de los cambios de la sociedad, creando nuevos sentidos y nuevas posibilidades”32. El sujeto-actor es considerado como “creador” y “creado”, “portador de idea”33 y pensamiento. Es decir “productor de la historia a la vez que producto de esa misma historia”34. En este contexto, y siguiendo a Mendel entendemos el poder como poder de cada uno sobre sus propios actos, es decir “El poder está ligado al acto Humano en tanto actividad productora (…) que conjuga creación y ejecución”35. Como establece Acevedo36, Mendel desplazará la pregunta de ¿poder sobre quién? a ¿para qué el poder? La respuesta será: para protagonizar, compartir intereses comunes y negociar aquellos que resultan incompatible. Por lo que en el marco de la institución, se observa al poder como poder hacer, decir, crear no está enmarcado solo a las jerarquías, sino que como establece Foucault el poder circula, “no está nunca localizado aquí o allí, no está nunca en las manos de algunos (…) no está quieto en los individuos”37. El poder oficial, traducido en lineamientos objetivos y de intervención es reconstruido y profundizado por las profesionales dentro de la institución. Objetivamente se observa esta hipótesis de trabajo en la construcción de la metodología de intervención: entrevistas individuales realizadas en pareja interdisciplinaria de profesionales; talleres grupales coordinados por parejas interdisciplinaria de profesionales; formalización de reuniones de equipo interdisciplinario donde se consensúan, discuten, cuestionan líneas de accionar a seguir tanto a nivel individual, como en relación a lineamientos de acción desde la propia institución como puede ser el trabajo territorial (salida a las regiones); formación del propio equipo; capacitación de operadores; articulación, trabajo en red con otras instituciones. Estos lineamientos de trabajo si bien se desprenden de los lineamientos jerárquicos, fueron y son reconstruidos, repensados, profundizados por los profesionales actuantes. Esto nos habla de PODER. El trabajo interdisciplinario si bien es una normativa dentro de la constitución del Centro, se asume como modalidad fundamental en la mirada de las profesionales, a partir de establecer la problemática de la violencia como compleja. En palabras de una de las entrevistadas: “Tienen que recibir otro tipo de abordaje más desde lo interdisciplinario porque en las violencias se juegan otras cuestiones, es lo ideal”38 b) En relación al Subsistema Económico: 32 Malacalza, S: “La autonomía del Sujeto. Dialogo desde el Trabajo Social” Badiou, A.:, “La idea de Justicia” 34 Cazzaniga, S.: “Abordaje desde la singularidad” 35 Acevedo, María José: 1993, “Algunas interpretaciones sobre el poder”. 36 Acevedo, María José: 1993, “Algunas interpretaciones sobre el poder”. 37 Foucault, Michel: 1979, “Microfísica del Poder”. Cap. 9: Curso del 14 de enero de 1976. Pág. 144. 38 Entrevista 1 33 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Desde este subsistema abordamos la conceptualización según Crozier39 quien establece que los fenómenos de poder son considerados como fenómenos de relación entre individuos y entre grupos. Es decir, destaca que la relación de poder no sólo es específica, sino también recíproca. Asimismo manifiesta que el poder no existe a menos que haya una organización que ponga en relación las partes cuyas fuerzas se confrontaran. Establece que todo “fenómeno de poder implica una posibilidad de acción de un individuo o grupo de individuos sobre uno o varios individuos o grupos”40. En este marco se puede visualizar, poner en foco el Proyecto de Presupuesto Participativo, que aparece a nuestro análisis como proyecto diseñado, y propuesto por profesionales de “Animarse” a la región descentralizada del Municipio para que sea votado por los vecinos. En el esquema presentado por Crozier, las profesionales aparecen como un grupo que pone en acción determinada estrategia para obtener mayores recursos en relación a la sensibilización, asistencia y prevención en problemática de violencia en el marco del trabajo interdisciplinario. Recordamos que a través del Presupuesto Participativo se dispone de dinero destinado a viáticos, folletería y recursos humanos: una trabajadora social, dos psicólogas y una abogada. Es necesaria la organización de los profesionales y demás integrantes de la institución para hacer efectivos los recursos y el poder de acción. Como establece Crozier, “el poder supone organización”. Funciones de la práctica profesional Este eje lo diferenciaremos de la Participación en la Concepción de la de la Tarea, ya que aquí abordaremos en líneas más generales las funciones de la práctica, y no sólo en relación a las tareas puntuales de la labor cotidiana. Las siguientes son las tres funciones que destacamos de la práctica profesional en “Animarse”, atravesadas por las representaciones compartidas acerca de lo que se espera de ellas: Búsqueda de la sensibilización, generar confianza, cuidados (función social de la profesión). Intervención a través del trabajo interdisciplinario y las expectativas de los otros profesionales con los que trabajan en el marco de las condiciones institucionales. Formación profesional, que otorgara calidad al acto profesional. El pensar en una práctica nos lleva a analizar la compleja red de determinaciones fantasmáticas y materiales que llevan a los seres humanos a la elección de un trabajo. La fantasía básica en la elección vocacional radica en un ideal ligado a la historia del sujeto y sus recursos defensivos. Entre los imaginarios que rodean al rol del Trabajador Social nos encontramos con la concepción de este como “salvador” o al de protagonista de un cambio en la historia, negando con estas posiciones los obstáculos que hacen a su práctica. Pero estas prácticas y funciones se ven atravesadas por las decisiones políticas que acompañan la tarea, básicamente desde la provisión de recursos. La identidad profesional se construye en la práctica cotidiana en la confrontación con su Ideal del Yo, de su propia sociedad y de lo que la organización le propone. 39 40 Crozier, Michel: 1984, “La Sociedad Bloqueada”. Cap. 1. Op. Cit. Pág. 27 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Podemos inferir a partir de las entrevistas que las trabajadoras sociales en “Animarse” pueden llevar a cabo su práctica sin trabas, ni impedimentos en el marco de un municipio que acompaña y valora la labor desempeñada allí, encontrándose la organización en un momento ideal para el desarrollo de la tarea, incluyendo también a las profesionales que no tenían experiencia previa y que pudieron incluirse a través del trabajo en conjunto con profesionales experimentadas. Para analizar el primer punto citado al principio de este eje, tomamos esta declaración de una de las profesionales entrevistadas: “El objetivo, principalmente, es que la mujer pueda cuidarse y salir de la situación de violencia.”41 “….lo que se pretende es que la mujer pueda pensar en ella misma, que tenga un momento para poder dejar de estar apabullada por todo lo que le dicen y se detenga a pensar en ella misma…”42 “Entonces la idea sería ver qué necesita cada mujer para ir construyendo con ella para que pueda transformar su situación de violencia en una situación de autonomía, ese sería el logro, que tenga un proyecto de vida autónomo.” 43 En estas tres citas podemos ver reflejado el objetivo prioritario de la institución que en un principio busca la salida de la mujer de la situación violenta pero que, esto no queda sólo en la salida de la emergencia sino que continúa con una tarea de sensibilización de la mujer, para que pueda adquirir autonomía, y tomar por su propia cuenta las riendas de la situación, pero acompañada por las distintas disciplinas que abordan esta compleja problemática. Se busca la posibilidad de la transformación, no sólo de la asistencia. El trabajo interdisciplinario se ve reflejado en la siguiente cita: “…está bueno por eso atender de a dos, porque cuando una ve que la compañera está movilizada, pueda la otra tomar la entrevista…o poder salir y hablar de lo que escuchaste de lo que pasó….”44 El abordaje de la problemática se ve integrado en “Animarse” a través del trabajo mancomunado, en conjunto de las diferentes disciplinas que permiten que la intervención sea satisfactoria para la profesional y para la mujer que se acerca a realizar la consulta. La institución acompaña esta propuesta, la sustenta no dejando librado al profesional a su propia suerte, ni atosigado por una suma de reglas burocráticas y sin ninguna orientación, propio de una organización prescindente, muy por el contrario, en “Animarse” se acompaña la tarea intra e inter institucionalmente. Este intercambio con otras instituciones complementa el trabajo individual y grupal. Esto queda explicitado también con lo que nos cuenta una de las entrevistadas en otro tramo de la entrevista: “…nosotras cuando entramos a trabajar, primero nos ponemos en contacto con las compañeras y después vamos viendo sobre la marcha. Además podemos proponer cómo trabajar cada cosa. Después podemos ver lo que cada una espera de su trabajo. Se puede trabajar un montón con profesionales de otras áreas. ..”45 La formación profesional no culmina en lo académico, sino que es un continuo aprendizaje, dado en la práctica cotidiana, se va dando en ida y vuelta con los otros profesionales. En “Animarse” la satisfacción también pasa por no estar supeditada la tarea del trabajador social al llenado de planillas, o el recurso, aquí el trabajo complementario aporta al acompañamiento de la mujer que llega a hacer su consulta. Las tres disciplinas que actúan en la institución se ven nutridas del aporte de cada una de ellas, pudiendo dar una mirada más amplia como aporte a la problemática. 41 Entrevista 2 Entrevista 2 43 Entrevista 3 44 Entrevista 2 45 Entrevista 2 42 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós La calidad del acto la da la formación, hecho valorado entre las entrevistadas: “O sea que me parece que no por una cuestión de que “uy” es un trabajo que dure un año ya estoy tirando curriculum, sino como una posibilidad de formación, de perfeccionamiento, de capacitación…o sea, lo tomé por ese lado…” 46 “Y que desde La Dirección de Género también están abriendo el espacio para que…ojo hay que empezar a buscar toda una metodología nueva, porque vos tenés un objetivo, un encuadre para lo que se venía trabajando hasta ahora. Estas situaciones nuevas no las podés poner en ese encuadre…así que hay que hacer un trabajo, reorganizarnos como equipo y ver qué alternativas, que estrategias, que articulaciones hay que hacer…” 47 A través todos los puntos que fuimos mencionando podemos referir que según la concepción de Gérard Mendel el poder está dado por el que tienen los sujetos sobre sus propios actos y por sobre los que éstos generen. El acto al ser ejecutado ha dejado de pertenecerles para integrarse a lo social, situación que se ve plasmada en la actividad cotidiana en esta organización, donde se da la concertación interna asegurando el desarrollo del poder. Estos grupos homogéneos pueden asumir sus deseos y temores de su vida laboral posibilitando la apropiación del propio acto. Podemos concluir que la función de la práctica profesional estaría sustentada por la formación, el trabajo interdisciplinario y el acompañamiento de la organización perteneciente. La Práctica Profesional y su Imaginario Social Formación “La idea de elegir esta disciplina ronda una casi espontánea apropiación de atributos asignados a las mujeres: solidaridad, afectividad, la capacidad de cuidado (maternal), reciprocidad, todos basados en una profunda vocación de servicio”48 No es casual la elección de la carrera, por parte de las entrevistadas, siendo mujeres, que buscan el cambio social, más precisamente como nos expresa una de las entrevistadas: “…Y me parece que tiene que ver con una preocupación sobre la injusticia más que nada, ¿no? en ese momento de no sentirme cómoda con un montón de cosas que pasan y que necesitaba hacer algo para eso.” 49 La sociedad actual es una sociedad considerada “patriarcal”, donde a las mujeres se les asigna un rol principalmente relacionado con la maternidad. Este contexto condiciona a las mujeres en todos sus aspectos, uno de ellos es en la elección de su carrera. Tal como han expresado en dos oportunidades las entrevistadas, han priorizado conformar una familia, es decir, contraer matrimonio y concretar la maternidad, postergando así su carrera. Por consiguiente, han desplazado a un segundo plano la formación profesional, dando prioridad a la vida familiar. Un ejemplo concreto y textual de esta cuestión planteada es la siguiente: “Bueno, yo cuando era joven tuve la experiencia de casarme y de estar unos cuantos años sin trabajar… por eso no es casual que uno esté trabajando estas temáticas, porque te tomás muy a pecho esa cosa de que “ la madre tiene que estar”… me tomé el tiempo para tener a mis hijos, tengo dos varones adolescentes (...) Entonces, bueno, veía como que había algo que yo no había terminado de cerrar y como que había quedado ahí medio inconcluso…”50 A partir de lo desarrollado hasta el momento se puede observar cómo ellas deciden cumplir con ese mandato social inconsciente impuesto por el modelo de sociedad patriarcal, donde la maternidad se presenta como la función especial ligada a la 46 Entrevista 3 Entrevista 3 48 Guiho-Bally, Marie-Pierre y Dessors, Dominique “Cuestionamiento de la estrategia defensiva de un colectivo de mujeres dedicadas al trabajo social: la astucia de la torpeza y el reconocimiento a través de la queja”. 49 Cristina, Trabajadora Social de la institución “Animarse”, entrevista realizada el día 6/05/2010 50 Cecilia, Trabajadora Social de la institución “Animarse”, entrevista realizada el día 14/05/2010 47 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós mujer, teniendo como consecuencia la postergación o el abandono, la mayoría de las veces, de aspectos deseados por las mujeres, como en este caso la formación profesional. Si recurrimos a la definición que nos brinda Castoriadis sobre “imaginarios sociales” en tanto construcciones socio-históricas que guían el sentir, pensar y hacer de los sujetos dentro de una determinada cultura51, va a condicionar su modo de relacionarse, el desempeño profesional como así también el motivo de elección de la carrera. Diferentes imágenes mentales de orden inconsciente se ponen en funcionamiento a la hora de tomar decisiones. Trabajaremos ahora la concepción de “representación social” como “construcción socio-histórica, de carácter ideativoafectivo, por lo tanto compuesta por una imagen mental-emocional (representación a la que se adhiere un afecto) y en tanto reintegración de elementos de orden inconsciente proyectados: producto a la vez de la realidad interna y la realidad externa. Siendo comunes a un determinado conjunto cultural las representaciones sociales le proveen a este conjunto el código que regirá el pensamiento, las formas de relación y los actos de sus miembros, lo que constituye en el núcleo identificatorio de esa formación colectiva.”52 Si bien las entrevistas muestran una “representación social compartida” entre ellas que es el énfasis puesto en el tema de la justicia, cada una posee una representación social propia, en este caso, del Trabajador Social, por ejemplo sobre las funciones a realizar, entre otras cuestiones, las cuales se encuentran atravesadas por las diferentes experiencias de trabajo, la historia personal de cada profesional, la cultura, etc. Dos de las entrevistas plantean la elección de la carrera en concordancia con su interés por “una sociedad más justa”. Este punto se puede relacionar con el concepto desarrollado por Colombo en “Imaginario social” de función utópica considerado éste como el elemento que lleva a las personas al cambio, a la configuración de las realidades. Este concepto está basado en la negatividad, en la inconformidad convirtiéndose éstos en motivadores para el deseo de la transformación. Este deseo de la justicia puede relacionárselo también con el concepto expresado por Castoriadis de imaginación radical que caracteriza a la psique humana en contraposición con la psique animal. Expectativas “La noción de un contrato psicológico implica la existencia de un conjunto de expectativas, no escritas en parte alguna, que operan a toda hora entre cualquier miembro y otros miembros y dirigentes de la organización.…El contrato psicológico implica además que cada persona que desempeña un rol, el empleado por ejemplo, tiene también expectativas sobre cosas como el salario o escalas salariales, jornada laboral, prestaciones y ventajas del empleo, garantía de que no lo van a despedir inesperadamente, etc.”53 Relacionaremos a continuación esta parte de la definición desarrollada por Schein para así detectar la existencia o no de un “contrato psicológico” en la institución “Animarse”. En principio las entrevistadas poseen un “conjunto de expectativas” que evidentemente influyen en su labor. Por ejemplo, que las actividades llevadas a cabo en la institución desde sus respectivos roles como trabajadoras sociales sirvan a los demás. A su vez que las profesionales se sientan cómodas en sus roles, lo que ayudaría a equiparar la complacencia o no con respecto al factor económico, es decir, a las “escalas salariales”. Asimismo que su labor no quede anclada en un simple trabajo administrativo, realizando informes y evaluaciones sobre situaciones familiares. Una de nuestras entrevistadas nos comenta una de las “ventajas de su empleo”, la cual es que “Animarse” les permite observar los cambios que tienen las mujeres víctimas de violencia. Por ejemplo, en comparación a las primeras veces que iban a la institución, a medida que pasa el tiempo estas mujeres concurren al establecimiento peinadas, con la cabeza levantada y mirando a los ojos, algunas comienzan a trabajar o retoman sus estudios. Las entrevistadas coinciden con que estas transformaciones les 51 Acevedo, M.J.; Bianco Dubini, G; y otros. “El trabajo de Trabajador/a Social: el análisis de las propias prácticas profesionales como estrategia para la acción” 2009 52 Acevedo, M.J.; Bianco Dubini, G; y otros. “El trabajo de Trabajador/a Social: el análisis de las propias prácticas profesionales como estrategia para la acción” 2009 53 Schein, Edgar, H. “Psicología de la organización”. Editorial Pearson Educación. Página 20-21 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós provocan gran satisfacción. Por lo tanto, concluimos que en “Animarse” efectivamente está vigente el “contrato psicológico” que influye tanto en la institución como en sus miembros de manera positiva. También deducimos que sus expectativas son realizadas en la institución, pues el equipo profesional estable está desde el comienzo de la institución (2005). Dicha deducción está basada por lo expresado por Schein: “…Lo más seguro es que los miembros de una organización decidan retirarse de ella si ésta no responde sus expectativas o si no puede obligarlos a que se queden.”54 La segunda opción, nos referimos a que la organización las obligue a quedarse allí, la descartamos en base a lo expresado por las entrevistadas, quienes manifiestan estar cómodas en “Animarse” y se sienten apoyadas, cuidadas por la institución. E incluso Cristina nos confiesa que su desempeño en “Animarse” es casi una práctica ideal: “Este año yo la verdad me siento con este proyecto…es casi una práctica ideal para mí, casi. En la cuestión ésta de poder articular con otros equipos, poder en que si las mujeres no pueden llegar, uno tiene que salir, en éste sentido.”55 Participación en la concepción de la Tarea Para poder analizar este apartado, es necesario conceptualizar las tareas que llevan a cabo las trabajadoras sociales de “Animarse”, entre ellas mencionan: -Entrevistas individuales realizadas por dúo interdisciplinario: admisión, y seguimiento -Coordinación de grupo: realizado por una trabajadora social y una psicóloga -Prevención a través de: Sensibilización: folletería, información verbal, acercamiento Formación de operadores -Trabajo en red Red legal Red de Salud mental Niñez Articulación con otras instituciones y municipios -Capacitaciones -Reuniones de Equipo: se comparten las situaciones, se discuten y consensúan estrategias a seguir, formas de intervención. -Supervisiones de equipo con un profesional externo -Trabajo territorial: prevención, asistencia y talleres en regiones del municipio a través de instituciones municipales (Centros de Salud) Siguiendo con los relatos de las entrevistadas, se puede construir la siguiente síntesis de sus afirmaciones: El abordaje de la tarea es pensado interdisciplinariamente y participativamente: se realizan consultas en equipo, hay una negociación permanente, y una construcción en relación a la tarea. 54 55 Schein, Edgar, H. “Psicología de la organización”. Editorial Pearson Educación. Página 27 Cristina, Trabajadora Social de la institución “Animarse”, entrevista realizada el día 6/05/2010 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós “Cristina: la idea es para poder sostener el abordaje que sea interdisciplinario que sea de a dos y de a dos disciplinas diferentes…una trabajadora social con una psicóloga, una abogada con una trabajadora social, una psicóloga con una abogada, para poder sostener estas…tenemos miradas desde disciplinas diferentes y para poder sostenerlo tenemos que negociar todo el tiempo...”56 “Cecilia: Nosotras cuando entramos a trabajar, primero nos ponemos en contacto con las compañeras y después vamos viendo sobre la marcha. Además podemos proponer cómo trabajar cada cosa…Se puede trabajar un montón con profesionales de otras áreas.”57 Aparecen como relevantes las distintas miradas interdisciplinarias en la concepción de los lineamientos a seguir. Y esto es necesario ya que la problemática de violencia es compleja y necesita un abordaje interdisciplinario para crear estrategias de intervención. “Cristina: …tienen que recibir otro abordaje más desde lo interdisciplinario porque en las violencias se juegan otras cuestiones…”58 Se relata acerca del lugar que tiene la trabajadora social en la construcción de las tareas a llevar a cabo. Aparece la idea de que hay que ganárselo, construirlo, pelearlo. El rol se va construyendo desde otro lugar diferente a las experiencias pasadas o paralelas de las entrevistadas. Las trabajadoras sociales coinciden en que el Trabajo Social debe buscar un estilo distinto en esta institución. “Cristina:…se respetan las opiniones de cada profesional, me parece que hubo un punto clave en el comienzo donde pudimos ganar cada profesional su espacio…y que me parece que lo pudimos pelear…”59 “Cecilia: nos vamos complementando con las demás profesionales y no está estereotipado sobre lo que podemos hacer nosotras. También tiene que ver con el posicionamiento que tenemos las trabajadoras sociales acá. No es que somos las que estamos para el recurso, la planilla, en cambio en Acción Social, toda la gestión era de recursos y el acompañamiento que una hacia a la familia, una lo hacía porque quería…porque allí es la emergencia todo el tiempo, pero hay que ir viendo los vericuetos, y poder ir haciendo lo que una considera que tiene que hacer y acá no está tan determinado, como que todas en alguna medida podemos por ejemplo dar un asesoramiento legal, o ver si es necesario un tratamiento psicológico, a partir de trabajar con las situaciones de violencia, y que generalmente se parecen en un montón de cosas es que podemos acompañarnos un montón…Nos complementamos bastante en ese sentido…”60 “Sonia: Es extraño el rol del trabajador social en esta institución. Porque no salimos a hacer visitas… ¿Cómo haces para no desdibujarte?...porque digamos, el fuerte nuestro es la visita domiciliaria...a lo mejor jugamos este papel de observar lo gestual, lo que cuenta la señora, cómo lo corroboras con los hechos anteriores, me parece que a lo mejor es lo que predomina de parte nuestra y del tema de las articulaciones con las aéreas (de otros programas”61) Ante la aparición de nuevas problemáticas de violencia (población con problemáticas de violencia no solo de género), se menciona la necesidad de reconstruir el encuadre metodológico realizado hasta el momento. “Sonia: …ojo hay que empezar a buscar un toda una metodología nueva, porque vos tenés un objetivo, un encuadre para lo que venía trabajando hasta ahora. Estas situaciones nuevas no las podés poner en ese encuadre…así que hay que hacer un trabajo, reorganizarnos como equipo y ver qué alternativas, qué estrategias, qué articulaciones hay que hacer”62 De lo desarrollado se observan diferentes aristas en cuanto a la participación en la tarea. Ésta se lleva a cabo grupalmente, interdisciplinariamente, aunque cada profesional tiene la oportunidad de compartir su mirada en las reuniones de equipo, dar su 56 Entrevista 1 Entrevista 2 58 Entrevista 1 59 Entrevista 1 60 Entrevista 2 61 Entrevista 3 62 Entrevista 3 57 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós aporte profesional: a partir de situaciones nuevas de violencia, la reconstrucción metodológica; la construcción del propio rol del Trabajo Social dentro de la institución y la negociación con otras alternativas. Un ejemplo en relación al protagonismo en la participación de la tarea es la necesidad de hacer un trabajo territorial en regiones del Municipio, saliendo del espacio edilicio de la organización. Esta modalidad fue una propuesta que parte de las trabajadoras sociales entrevistadas ante la demanda de la población usuaria. “Entrevistadoras: Esta iniciativa de acercarse ¿surge del Municipio o de ustedes? Cecilia: Surge de nosotras…Es para hacer un puente entre las mujeres que viven más alejadas y no saben que aquí se las puede atender, porque les es muy difícil acercarse, por tiempo, por la plata para el boleto.”63 Como bien se ha nombrado los espacios para la participación de la tarea se han ganado, se siguen pensando y construyendo por las trabajadoras sociales. Los espacios propicios para esto son las reuniones de equipo, las supervisiones interdisciplinarias y las duplas de trabajo interdisciplinarias. Tomando en marco teórico de la materia se pueden realizar las siguientes reflexiones: La participación en la concepción de la tarea puede pensarse como uno de los canales que conduce a “Ampliar el poder de acción de los colectivos de los trabajadores en el ámbito de trabajo real y sobre ellos mismos”64. En este punto tomaremos a Gérard Mendel65 para profundizar acerca del poder sobre los propios actos. El autor hablara de Acto Poder y Movimiento de Apropiación del Acto. En relación al acto poder “el poder está ligado al acto Humano en tanto actividad productora (…) que conjuga creación y ejecución”66. El mismo expresara la capacidad humana de poder sobre el proceso del acto, como sobre los efectos del mismo, lo cual ofrecerá al sujeto lograr ser testigos del fin del propio acto. Asimismo, expresará un movimiento psíquico. En el caso de que el sujeto no pueda tener el dominio sobre su propio acto, experimentara impactos negativos, por ejemplo: sobre su identidad, en su estima, entre otros. Pero si logra el poder sobre el propio acto, la experiencia será positiva, por ejemplo: asociada al placer en el trabajo, al interés y motivación para llevar la tarea adelante, estimulando la responsabilidad personal. Con respecto al movimiento de apropiación del acto Mendel establece que existe en el sujeto una tendencia espontánea a buscar, desear, querer desarrollar el poder sobre sus propios actos; el autor de un acto tiende a querer apropiarse de ese acto propio Desde esta perspectiva, las trabajadoras sociales entrevistadas dejan entrever en sus palabras el protagonismo que toma el equipo interdisciplinario, y la propia profesión en la construcción, planificación, conducción de la tarea. El profesional adquiere conocimiento y compromiso con la misma. Existen indicadores de satisfacción de las profesionales que se vinculan con esta conceptualización de poder. Se observa en las siguientes afirmaciones: “Cristina: Yo creo que lo más importante que a mí me satisface más en lo profesional es que te da la posibilidad de ver los procesos de las mujeres. Esto de que dice uno, bueno, esto de los efectos de ser testigo de todo, todo el tiempo estás escuchando relatos de violencia, pero escuchás, por ejemplo, hoy un relato de una mujer en situación de violencia y empezás a trabajar con ella y la semana que viene ves que viene peinada, o sea, cosas que tienen que ver con su propio cuidado, que tal vez sea una pavada, ¿no? Pero con la cabeza levantada, que te pueden mirar y desde ahí vas viendo como cambios muy pequeños que la llevan a ella después a la transformación”67. 63 Entrevista 2 Clot, Yves: 2001, Introducción de “Clínica de la actividad y poder de actuar”, Ed. Education Permanente Nº 146. Pág. 2 65 Mendel, Gérard: 1994, “Poder y Autoridad” 66 Acevedo, María José: 1993, “Algunas interpretaciones sobre el poder”. 67 Entrevista 1 64 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós “Sonia: se sembró, se cosechó, o bueno, hubo una huella, no fue una cosa transitoria que pasaste, sino que dejaste algo en esa persona. Eso, me parece que…por lo menos es el estilo que uno implementa el trabajo en general”68. La participación en la concepción de la tarea conlleva, en este grupo de profesionales, a pensar en ella, realizar un análisis, una observación, a formarse. Es decir implica reflexión, la cual el grupo de profesionales la desarrolla en equipo, interdisciplinariamente. A través de los relatos las entrevistadas dejan entrever este proceso de acto poder y movimiento del acto: Por un lado ellas participan en la planificación y acompañamiento de una intervención profesional a mujeres víctimas de violencia, comienzan a comprometerse con este abordaje y las mujeres población de la institución. Asimismo este proceso les genera gratificación en la medida de que son testigos de las transformaciones que devienen de sus actos creativos de intervención. Como hemos visto anteriormente, la participación en la concepción de la tarea se encuentra acompañada por una auto reflexión acerca del propio rol e intervención (como se estableció anteriormente para dos de las entrevistadas aparece como nuevo, o distinto la forma de trabajo desde la propia práctica). En este marco, como desarrolla Clot, la observación sobre el propio trabajo, en el curso de la misma, “la experiencia vivida puede transformarse en el medio para vivir otras experiencias”69. Entonces, esta reflexión conlleva a capitalizar la experiencia de trabajo en “Animarse” y trasladando y enriqueciendo las prácticas en otras situaciones laborales actuales. Es decir se convierte también en formación, en un poder crear y actuar fuera de la institución. “Sonia: Me parece que lo importante es poder recabar la mayor experiencia posible, porque es la posibilidad de ver un centro que ya está trabajando en el tema…En mi otro trabajo, trabajo en una sala y veo situaciones de violencia constantemente, y de repente la forma de encararlo es completamente distinto…y bienvenido sea el espacio, porque aparte no lo ves dentro de la disciplina nuestra, sino dentro de otras disciplinas… Las experiencias de acá, a mí me ayudan también allá. Por ejemplo, el estar haciendo crónicas en el grupo como para empezar a intervenir, no participando, a co-coordinar un grupo me dio la confianza como para implementar un espacio grupal en la sala, con otra temática”70 Como establece Clot, “lo que es formador para los trabajadores, es decir, que acrecienta su radio de acción y su poder de actuar, es la posibilidad de cambiar el estatuto de su vivencia…los trabajadores recién se sienten reconocidos en formación cuando su experiencia fuera del contexto habitual vale también en otros contextos…Los trabajadores que buscan en la formación la manera de ampliar su campo de acción lo entienden bien. Sienten que su poder de actuar sobre el medio y sobre ellos mismo, articulando salud y eficacia, tiene una doble raíz: el desarrollo del sentido de su experiencia y eficacia” 71. “Sonia: En este momento, viste como yo les explicaba, es como que se está abriendo un poco el ámbito de incumbencia que antes era la violencia conyugal. Y a veces, ahora hay casos de violencia de por ejemplo hijas hacia los padres mayores o de madres que… se detecta que hay más violencia de las madres para con los hijos que de la pareja a la mujer, o entre hermanos. Pero estamos viendo…nosotros semanalmente tenemos una reunión de equipo con la coordinadora y una vez por mes tenemos una supervisión con una persona especializada en el tema, y que es externa al centro. Entonces, bueno, nos supervisa a nivel de los grupos, a nivel de caso particular y cómo nos moviliza…porque son temáticas imposibles de que no te lleguen…”72 Repitiendo algunas reflexiones anteriores, la participación no está determinada de ante mano, sino que se va construyendo, aparece como un espacio de creación a partir de encontrar en la institución un nuevo rol en relación a la profesión, distinto de experiencias pasadas o incluso presentes. La participación en la concepción de la tarea se realiza en forma grupal, interdisciplinaria. Esto aparece como un dispositivo positivo para las entrevistadas, aparece como un ámbito de negociación y distribución de responsabilidad, un ámbito de creación de estrategias. 68 Entrevista 3 Clot, Yves: 2001, Introducción de “Clínica de la actividad y poder de actuar”, Ed. Education Permanente Nº 146. Pág. 3 70 Entrevista 3 71 Op. Cit Pág. 7 72 Entrevista 3 69 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Puede pensarse esta modalidad de participación en la tarea como “una actividad de tejido social. Estas son como “cadenas invisibles” que vinculan hacia arriba, hacia abajo y lateralmente a los individuos…Lejos de producir estandarización, la flexibilidad de esas cadenas permite responder a la singularidad siempre nueva”. Es decir, “Lejos de uniformar la competencia de los individuos contribuyen a especializarlos -sin aislarlos- sobre la base de un patrimonio común que hace posible y renueva el esfuerzo de cada uno por contribuir a la realización de los objetivos”73 En relación a esto, teniendo en cuenta las referencias de las entrevistadas, se puede observar que la modalidad de toma de decisiones es en general conjunta. Asimismo el rol del trabajador social se va formando en este proceso. No es un rol estanco y determinado, sino que en la participación en la concepción de la tarea lo van especializando dentro de un grupo de trabajo interdisciplinario. En diferentes citas podemos visualizar el protagonismo en la observación, articulación con otras áreas, coordinación, formación de operadores, mirada social, estrategias de vinculación, como espacios de abordaje, especialización y construcción por parte de las trabajadoras sociales. Nuevamente el espacio propicio para este tejido son las reuniones interdisciplinarias, el trabajo en binas interdisciplinarias. Como se profundizará en otros apartados, el placer y el sufrimiento en el trabajo se relacionan a ciertas organizaciones de la tarea, que viabilicen en los sujetos trabajadores la posibilidad de escenificar sus deseos, y esto está íntimamente relacionado con el hecho de que pueda tener protagonismo y participación en su concepción. Desde esta perspectiva existen los indicadores (como se ha querido mostrar) de satisfacción a partir de existir espacios institucionales para poder decir, pensar en las estrategias de intervención, acompañar el proceso y ser testigos de las “huellas” de sus deseos en los efectos de las intervenciones. Imaginario Social del Trabajo Social Para dar cuenta del Imaginario Social del Trabajo Social partiremos de la siguiente idea de Castoriadis donde expresa que: “Toda sociedad es una construcción, una constitución de su propio mundo. Su propia identidad no es otra cosa que ese “sistema de interpretación”, ese mundo que ella crea”.74 En función de esto podemos decir que ese orden creado, ese sistema de interpretación pasa bajo su lupa a todos los sucesos que la sociedad vive y los clasifica según su propia norma. Siguiendo a Colombo podemos remarcar entonces que: “Toda acción social se desarrolla en una estructura de sentido, en un intercambio de significaciones que aparecen bajo formas ritualizadas o institucionalizadas y que son la actualización de proyectos, la selección de medios y fines, la elección de procesos posibles”75 En estos aportes nos apoyaremos para poder dar cuenta de la manera en que el Imaginario Social opera en la práctica profesional de nuestras entrevistadas. Al analizar las tres entrevistas realizadas pudimos identificar en las respuestas de las trabajadoras sociales algunas frases que asociamos con lo que el Imaginario Social instala acerca de la profesión. Pudimos distinguir que algunas de estas frases hacen referencia a las cualidades que deben poseer las/os trabajadoras/es sociales y otras a las prácticas que estas/os desarrollan. En relación a las cualidades profesionales encontramos las siguientes frases que vienen a manifestar el Imaginario Social acerca del trabajador/a social: “Mirá que no soy una hermanita de la caridad, que soy Trabajadora Social” 73 Clot, Yves: 1995, “El trabajo sin el hombre? La eficacia a pesar de todo”. La Découvert, 1995. Pág. 4. Castoriadis, Cornelius: “Los dominios del hombre. Las encrucijadas del laberinto” Ed. Gedisa 75 Colombo, Eduardo. “El imaginario social. Capitulo La utopía contra la escatología”. 74 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós “Todo nos conmueve y que en todo nos podemos comprometer pero porque somos buenos”. “Ella porque es buena, es Trabajadora Social”. “Ustedes las Trabajadoras Sociales son tan gauchitas” “Confianza con esta persona, de desanudar todos los conflictos en el sentido de que vienen con este problema”. “Nos cargan porque nosotras somos las que “bueno, está bien” como que bajamos los ánimos, que equilibramos.” Estas frases expresan la asociación que aún se hace de la profesión con su origen caritativo, ligado a ciertas cualidades propias de ámbitos religiosos o filantrópicos como pueden ser la bondad, la colaboración, la comprensión, el compromiso, la intercesión. En relación al Imaginario Social acerca de las prácticas profesionales encontramos las siguientes frases: “Todos los problemas que están dando vueltas por el mundo tenemos que saber qué recursos hay para todo”. “Como si tuviéramos que manejar todos los recursos, como si fuéramos eso, manejadoras o manejadores de recursos…”. “Casi como no profesional”. “Bueno esto lo pueden hacer sólo ellas o ellos bien”. “Como que bué, hacen de todo”. Estas frases nos muestran la preponderancia de una mirada del rol del Trabajo Social que lo identifica con la mediación entre recursos y necesidades, ubicando a la profesión en un lugar instrumental y funcional al orden establecido desproveyéndolo de su aspecto emancipador, político y transformador. Dice Colombo: “La producción social de bienes de significación construye un imaginario colectivo, un conjunto más o menos coordinado, que no escapa al conflicto y que no lo suprime, de representaciones, de valores, de identidades de grupos o de clases”76. He aquí la instancia creativa que impone la función utópica, que construye una identidad histórico-social, pero que a su vez está en continuo proceso de resignificación y conflicto. Satisfacción y Frustración en el Trabajo Según Dejours el placer y el sufrimiento en el trabajo están vinculados intrínsecamente a ciertas organizaciones del trabajo, puesto que el profesional obtendrá placer en su acto laboral siempre y cuando el ámbito de trabajo se instituya como un medio adecuado para escenificar su deseo, lo cual está ligado al hecho de que pueda tener ingerencia en la concepción de la tarea.77 Al momento de indagar a las entrevistadas sobre qué condiciones facilitan su satisfacción en “Animarse”, ellas concuerdan que dichas condiciones son: brindar el espacio institucional a las mujeres para que puedan sobrellevar la situación de violencia, la admisión, el tratamiento, el asesoramiento legal y la facilitación de los trámites, y que lo más importante es la posibilidad otorgada por la institución de observar los procesos de las mujeres. 76 77 Colombo, Eduardo. “El imaginario social. Capitulo La utopía contra la escatología”. Acevedo, María José “Trabajo y subjetividad: de la Psicopatología a la Psicodinámica del trabajo” “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Aquí claramente se aprecia la vinculación existente entre la organización del trabajo y la satisfacción de los miembros de la institución. Es decir, que la obtención de placer o satisfacción por parte de las profesionales dependen indudablemente de las posibilidades e instrumentos brindados por la institución. En relación a las situaciones de desgaste en el trabajoes que la licenciada Cristina nos comenta que uno de los efectos del trabajo es el “Síndrome de Burnout”. Por consiguiente para evitar sus severas consecuencias algunas técnicas mencionadas por la licenciada son: trabajar en equipo y así evitar la toma decisiones de forma individual ya que es un acto que acarrea mucha responsabilidad, buscar espacios recreativos, etc. Éstas técnicas nos evocan a lo que Dejours llama “defensas colectivas”: “Podemos, de esta forma, poner en evidencia las defensas que fueron esencialmente utilizadas por los individuos y las defensas construidas por los grupos de los trabajadores. A éstas últimas se las llama “defensas colectivas”. …La defensa colectiva exige la participación de todos los trabajadores sin excepción…La defensa contribuye a unificar a los trabajadores y a unir profundamente al grupo de trabajo para minimizar el sufrimiento.”78 Creemos que esto sucede con el equipo profesional de la institución, basándonos en los relatos de las entrevistadas. Ellas constantemente resaltan el trabajo interdisciplinario para obtener miradas distintas, es decir, desde diferentes disciplinas, sobre la situación de violencia que relatan las mujeres padecer. Por ese motivo el dispositivo de trabajo es grupal: Lo que ellas denominan “espacio de entrevista de admisión” se llevan a cabo por una trabajadora social y una psicóloga, y van intercambiando también con una abogada. Se conforman grupos no terapéuticos denominados “Grupos psico-educativos” que están coordinados por una psicóloga. Las decisiones se toman en conjunto en la reunión de equipo y no de manera individual. Por lo tanto las opiniones son respetadas. Se efectúan reuniones y supervisiones de cada disciplina. Por consiguiente, este dispositivo grupal que utilizan sumado a las diversas técnicas ejecutadas para evitar las consecuencias provocadas por las situaciones laborales permiten construir defensas colectivas para así superar los obstáculos y continuar trabajando y lograr satisfacciones provenientes de los resultados de sus respectivas actividades desarrolladas en la institución. Continuando con Dejours, él define al “colectivo de trabajo” a partir de los sistemas defensivos compartidos: “los colectivos se construyen a partir de las defensas contra el sufrimiento que (los trabajadores) ponen en común, al punto de desembocar en sistemas defensivos específicos de orden colectivo y no asimilables a las defensas que conocemos pertenecientes al orden psíquico individual”.79 De esta manera, las profesionales logran protegerse de los sufrimientos psíquicos provocados por las diversas situaciones laborales, cuyos efectos pueden ser: frustraciones en la satisfacción del deseo, enfermedades mentales e incluso enfermedades físicas. Asimismo las profesionales pueden continuar con sus funciones en la institución, tal como expresa Acevedo: “las defensas colectivas del oficio elaboradas por el conjunto de los trabajadores que participan de una tarea son adaptativas ya que les permiten ignorar el temor o el tedio y continuar trabajando…”80 78 Dejours, Christopher “Trabajo y desgaste mental”. Editorial Humanitas. 1990. Página 183 Acevedo, María José “Trabajo y subjetividad: de la Psicopatología a la Psicodinámica del trabajo” 80 Acevedo, María José “Trabajo y subjetividad: de la Psicopatología a la Psicodinámica del trabajo” 79 “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Análisis de las implicaciones Introducción Análisis de Implicación Para el siguiente análisis definiremos el concepto de implicación desde la mirada de Lourau. El autor establece que las implicaciones dan cuenta de los sujetos como socio-históricos y políticos, las mismas se activan frente a cada encuentro que invoque un pronunciamiento o acción de parte del sujeto, sea con el otro, los grupos o las instituciones. Las implicaciones condicionan nuestra manera de sentir, pensar, decidir y actuar. A continuación daremos cuenta de nuestras implicaciones colectivas a partir de una situación significativa. Desarrollaremos el anclaje histórico de las representaciones, sentimiento, experiencias suscitas a partir de dicha situación, tratando de dar nombre a cada una de las implicaciones que descubrimos como condicionantes de nuestra forma de pensar, sentir y actuar. La elección de la situación Al comenzar nuestra discusión acerca de las implicaciones que analizaríamos y de la cual tomaríamos sólo una para el presente trabajo, propusimos varias situaciones que habían llamado nuestra atención comenzando por la que habíamos discutido en conjunto con nuestro profesor en la última instancia de tutoría, y que se refería a cómo la actitud mostrada por la segunda entrevistada era considerada para algunos de nosotros como “poco expresiva” y por ende “poco comprometida” y “poco apasionada”. Esta situación fue la disparadora de una rica discusión que nos llevó, además de un buen rato, a pensar qué tanto había impactado esto a cada una/o y si era esa la situación a analizar como equipo. A partir de este debate empezaron a surgir otras situaciones que nos impactaron a veces individualmente, a veces a sólo alguna/o hasta que hallamos aquella situación que a todo el equipo le resultó impactante y que sólo podía evidenciarse luego de varios intentos de opiniones encontradas y debates fervorosos. Algunas de las situaciones puestas a discusión fueron las que a continuación enumeramos: Violencia de Género Práctica exclusiva de profesionales mujeres Práctica idealizada Rol del Trabajo Social Formación – Práctica Reconocimiento social de la profesión Finalmente, surgió la situación ante nosotros con una frase que dijo nuestra primera entrevistada y que sentimos que nos impactaba al equipo entero: “Casi como no profesional” Inmediatamente nos pusimos a debatir acerca de cómo nos impactaba esta frase a cada una/o de nosotros. El fruto de ese debate se plasma a continuación a modo de análisis de nuestras propias implicaciones. “Casi como no profesional” Tomando esta frase como disparadora nos preguntamos ¿Por qué destacamos esta frase?, ¿qué impacto nos produce? En este proceso llegamos a enunciar las siguientes emociones y expresiones involucradas: “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós “Angustia, desvalorización, subordinación, desanimo, falta de libertad de acción, enojo, bronca contra el imaginario social, frustración, cuestionamiento y reflexión.” En la proceso de entender estas sensaciones y sentimiento fuimos indagando en relación a las representaciones acerca de lo que considerábamos el ser profesional y el no ser profesional. Fuimos construyendo colectivamente significaciones acerca de lo que pensábamos como “no profesional”: Se asoció con esto como que cierta falta de compromiso desde la formación, tanto del alumno, como desde la propuesta académica, considerando que el debate sobre nuestro rol, marco conceptual, y el campo de acción enriquecería nuestro “ser profesional”. -En la discusión surge lo no profesional con la falta de una teoría propia que sustente nuestro quehacer profesional. Como si esto nos ubicara en una posición subordinada a otras profesiones que nosotros consideramos prestigiosas tradicionalmente como la medicina, la abogacía, etc. -Lo no profesional lo encontramos asociado al sentido común y la voluntad, es decir la realidad abordada desde un hacer sin un conocimiento científico, coyuntural, teórico. Lo social nos aparece como lo opinable y actuable por todos: desde esta perspectiva cualquier persona no profesional puede opinar, decir, hacer conclusiones de nuestra especificidad: lo social, las problemáticas sociales y la implementación de políticas sociales. Todos opinan y actúan sin un encuadre y marco referencial. Quedar ubicado en esta mirada, nos desvaloriza en nuestra construcción como “ser profesional”. En el marco del sentido común, lo no profesional surge en nuestro análisis, enlazado a la falta de eficacia, falta de despliegue de la tarea (tomar parte en la conceptualización, proceso de ejecución y reflexión), a la no autonomía. -Lo no profesional nos lleva a poner sobre la mesa la sensación de desprestigio acerca de la carrera: creemos que este se encuentra íntimamente relacionado con todos los puntos explicitados anteriormente: con la falta de debate, marco conceptual, falta de eficacia, etc. Para poder ser reconocidos como profesionales prestigiosos nos debemos desprender de las prácticas no profesionales. Con respecto a “ser profesional” surgieron también diferentes representaciones, y sensaciones que desarrollaremos a continuación: -El ser profesional va acompañado por el sentido común y prioritariamente por el saber profesional: esto no sólo en nuestra disciplina, sino también en otras. Valoramos la importancia del sentido común, pero esto en función de nuestros saberes específicos. Los saberes específicos nos dan recursos, herramientas a la hora de intervenir, acompañar procesos, pensar estrategias. En este contexto, analizamos como aspecto indispensable dentro del “ser profesional” un marco conceptual, referencial que actúe como soporte, base para la reflexión y actuar en consecuencia. -Mas allá de que una institución genere espacios de reflexión o no, es parte del ser profesional generar momentos de debate y repregunta. Este espacio, en nuestro imaginario, fortalecería nuestro ser profesional, dándonos herramientas para plasmar la creatividad, la ejecución del acto y el proceso de acompañamiento, lo que brindaría satisfacción en el trabajo. Es decir el apropiarse de los actos, el acto poder es parte del “ser profesional”. -Lo profesional nos hace pensar y analizar el concepto de autonomía de la profesión, que no implica desligarnos de un trabajo interdisciplinario, sino que lo relacionamos con el saber y el acto poder. Tener autonomía, nos “suena” a tener un lugar donde nuestra mirada específica, nuestro análisis, nuestra intervención sea reconocida, no desde la subordinación, sino como protagonistas en un proceso de trabajo. -La Ética es parte del “ser profesional”. Este no puede separarse del ser Ético. Dentro del Trabajo Social consideramos que la ética se encuentra asociada a la intervención enmarcada en los Derechos Humanos; el poder del profesional sobre sus actos; a la “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós intervención transformadora en el marco de una situación de vulneración de derechos. La relación entre ética y transformación sustenta nuestro ser profesional. Anclajes Históricos Estas representaciones acerca del “no ser profesional” y el “ser profesional” se encuentran asociadas con el anclaje histórico de cada uno de notros en relación a: Historia familiar Desde el anclaje histórico familiar encontramos que el impacto de esta frase nos remite a la búsqueda de reconocimiento y valorización. Muchos de nosotros compartimos la necesidad de ser reconocidos en nuestro ámbito familiar ya sea para participar en las conversaciones familiares, ser parte de las decisiones, sentirnos valorados en nuestras acotaciones, acciones, expectativas y proyectos. Por tanto el no ser profesionales, asociado al no ser reconocidos, ni valorados, nos llevan a sentimientos de bronca, de frustración, e inferioridad al no concretarse los deseos originados en aquel momento y hasta hoy latentes. Y al identificarnos nosotros con el menosprecio por la carrera. Es decir si la carrera es inferior, nosotros nos sentimos inferiores. Esto actúa para algunos de nosotros como espejo. Una compañera compartía de su historia personal que la actitud de inconstancia le remitía al no ser profesional, y al no progreso. Ya que considera que un profesional tiene que ser metódico, comprometido, constante y esto se apartaba de su experiencia familiar la cual la describe apartada de esta representación. La frase significativa despierta cuestionamientos acerca de su futuro accionar profesional ¿la inconstancia, parte de mi historia me hará ser no profesional? Para muchos de nosotros surge como relevante en la historia de la infancia y juventud la búsqueda de valores e ideales, especialmente los relacionados con la justicia, igualdad. La frase en cuestión nos remonta a una situación de injusticia, de prejuicio, de menosprecio, de un uno por sobre un otro. Por eso también aquí encontramos como sentimientos disparadores la bronca. Otros compartimos el hecho de que desde nuestra historia familiar lo profesional aparece como el saber, lo creativo, el poder participar y hacer. Esto ante la imagen de nuestros padres como profesionales, en sus discursos en la cotidianeidad del ámbito familiar (comidas, charlas con amigos, etc.). Por lo que nuevamente, la frase remite a una contradicción con esta construcción generando sentimientos encontrados que limitan nuestro ideal de “lo profesional”. El orden de lo afectivo La carrera para algunos de nosotros se construye como una opción/decisión vocacional relevante. Se manifestó el “amor por la profesión”, “la carrera es todo”. Consideramos que esto está relacionado con los ideales y expectativas de la carrera. En este marco la frase significativa se funda como frustración al ideal de ser profesional, se obstaculiza el escenario en donde desplegaríamos nuestros deseos, anhelos y fantasías con respecto al ser profesional. La frase significativa se convierte en un instrumento de displacer, ya que obturaría el sentido de nuestra práctica y la propia realización, entendida ésta como el poder poner en acción nuestros deseos, anhelos y representaciones en el acto laboral. Desde aquí algunos de nosotros nombramos los mecanismos defensivos ante la desvalorización de la profesión por parte del imaginario social, que actúan como herramientas para enfrentar situaciones penosas para no paralizarnos ante la angustia. Nos preguntamos cuáles serían nuestros mecanismos defensivos ante la frase significativa, pensamos como posibilidad: prejuicio contra las personas que opinan que el Trabajo Social es no profesional, y los sentimientos de bronca. La Formación Para algunos de nosotros lo profesional fue construido en el ámbito de formación (desde las diferentes materias, prácticas pre profesionales y experiencias comunitarias), como aprehender conocimientos-saber, experiencias y aplicación. Se relaciona también con el reconocimiento, la autonomía. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Se diferencia de lo voluntario, del sentido común. Se acerca al conocimiento, al saber, a la ética de trabajo que abarca: desde la concepción de la tarea, el acompañamiento del proceso de la tarea (ejecución), y una reflexión acerca de ella. El hecho de que se sugiera o manifieste el Trabajo Social como no profesional confronta, pone en jaque las representaciones adquiridas en el proceso de formación. Esto provoca cuestionamiento, y reflexión. Lo laboral/institucional La experiencia laboral de una de nosotros actúa como anclaje para repensar el impacto acerca de la frase significativa. Desde su mirada en relación a lo profesional aparece el lugar del trabajador social en un rol desdibujado, ya sea desde lo ético, la falta de participación en la tarea, o en el acompañamiento del proceso. El trabajador social es posicionado como el que llena planillas, no reflexiona o acompaña un proceso. La profesión se ve atravesada profundamente por la coyuntura política, sirviendo de apoyo a finalidades de campaña. Asimismo, se piensan proyectos que no pueden desarrollarse viablemente por la falta de recursos básicos que existen, pero que la ausencia de acompañamiento y de decisión política lo obstaculiza. Aparecen sentimientos de frustración en relación a la profesión desde el contexto laboral al considerar, muchas veces, al trabajador social “casi como que no fuéramos profesionales”. Implicaciones En este análisis ubicamos implicaciones de tipo Familiares y afectivas relacionadas con nuestros valores, creencias y experiencias mencionadas; implicaciones ideológico-formativas asociadas con las expectativas, deseos y marcos conceptuales relacionados con la profesión como la transformación de la realidad, el trabajo para lograr la justicia, el respeto y la valoración del otro en el trabajo; implicaciones laborales/institucionales. Observamos que nuestras implicaciones se encuentran en contradicción con la frase significativa. Es decir existe una contradicción, confrontación entre las representaciones acerca del ser profesional y el imaginario social por eso surgen los sentimientos expresados en un comienzo del análisis: “Angustia, desvalorización, subordinación, desánimo, falta de libertad de acción, enojo, bronca contra el imaginario social, frustración, cuestionamiento y reflexión.” Conclusiones A partir del análisis realizado y tomando en cuenta los ejes planteados en el desarrollo del análisis interpretativo podemos observar la relevancia que adquiere el trabajo interdisciplinario para las trabajadoras sociales entrevistadas. La forma de trabajo en equipo e interdisciplinario se constituye como modalidad central para poder llevar adelante la práctica profesional ante una problemática tan compleja como es la Violencia de Género. Se puede repensar a la organización como espacio propicio para la satisfacción de las necesidades no sólo de la población objeto, sino de los profesionales que desarrollan sus prácticas en dicho lugar. Satisfacción que se encuentra plasmada desde la metodología de trabajo hasta la disponibilidad y características edilicias del lugar. En este marco, rescatamos como punto fundamental el tema del poder. Este se observa no sólo plasmado a través de los objetivos y lineamientos jerárquicos, sino que las entrevistadas dan cuenta del poder de creación y ejecución que tienen dentro de la institución. La satisfacción laboral aparece ligada al escenario de trabajo, que se constituye en el escenario privilegiado para alcanzar deseos, ideales y expectativas de las profesionales, quienes adquieren en la institución un rol activo en la participación de la concepción de la tarea. “Trabajadoras sociales y violencia de género” Universidad de Buenos Aires – Facultad de Ciencias Sociales Trabajo de campo – Psicología Social e Institucional II Equipo de Cátedras del Prof. Ferrarós Este contexto de satisfacción es viable a partir de la coyuntura política que da origen a la institución, y por lo tanto las decisiones políticas y los lineamientos jerárquicos; la disponibilidad y acompañamiento de la propia organización y el trabajo conjunto. Todo esto hace que las entrevistadas manifiesten en su discurso el momento ideal en que se encuentra la organización, y en ella sus prácticas. Dentro del imaginario profesional, en este aspecto, la organización se diferencia del resto, se constituye como original, única generando lazos de identidad y afectivos profundos entre sus integrantes. Este es el marco en el cual aparece la profesión del trabajo social, en un ambiente que hace viable el acto poder, el trabajo conjunto, la reflexión y reunión con otros, la satisfacción en el trabajo. Donde los ideales de las entrevistadas se cruzan e identifican en reiteradas ocasiones con la realidad de su trabajo. El trabajo de campo, entendido este como la observación, entrevista, el análisis interpretativo, el análisis de implicación, fue devolviéndonos una imagen del Trabajo Social que ha impactado en nuestra subjetividad como estudiantes y futuros trabajadores sociales. Se dio lugar y espacio para la reflexión, confrontación, debate y cuestionamiento acerca de qué significa el Trabajo Social como “profesional” y cómo impacta en nosotros el imaginario social acerca del Trabajo Social. Hemos podido profundizar acerca de lo que tiñe nuestras formas de pensar, de decir y hacer. Descubrimos una metodología de aprendizaje basada en la reflexión permanente de nuestra mirada. Ejercitamos la pregunta, practicamos el repreguntarnos, pero no solos, sino colectivamente. Este aprendizaje se convierte en una herramienta que nos acompañará y servirá en diferentes espacios de nuestras vidas. El ejercicio de revisar nuestra propia práctica en conjunto, en espacios colectivos - ya sea en el ámbito de formación, como en el ámbito laboral - forma parte de nuestros deseos y expectativas actuales. Reconocemos el cansancio que puede conllevar esto, ya que fue surgiendo a lo largo de la experiencia de trabajo. Pero somos testigos de la producción de conocimiento, de las nuevas miradas que han surgido ante el trabajo de reflexión y observación, que nos coloca en un lugar de productores y no meros consumidores de las ideas. NO INCLUIMOS AQUÍ LOS ANEXOS DEL TRABAJO Bibliografía Acerbo, Esteban: “Metodológicamente hablando”, Artículo de la Cátedra. Acevedo, María José: 2001, “Introducción a la Psicología Social e Institucional”, Artículo de la cátedra 1991 “Prólogo”, en El espacio institucional, Bs. As. 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