Orga p o öe sa VeDerable °t'UD Cercera y (ofraäías erre 15 DE SEPTIEMBRE DE 1932 Dirección y Administración: Silva, 39.-Madrid (12). -Teléf. 12803 <> S Ti M A RJ NÚM. 9 10 LA FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA MERCED DE 1932.—LA GLORIOSA ORDEN MERCEpor Fr. Juan G. Castro.—EL TRIUNFO SE DARIA.—EDUCACIÓN RELIGIOSA: CATEQUISTAS, ACERCA, por Ff. R. Sanjurjo.—MISA DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE, por Natanael.— por Fr. Guillermo Vázquez.—MAGISTERIO ECLESIÁS- EL PRIVILEGIO DE LA MISA SABATINA, TICO: INSTRUCCIONES Y NORMAS DE LOS PRELADOS ESPAÑOLES A LOS FIELES EN ORDEN AL M ATRIMONIO. — MERCEDARIOS ILUSTRES: EL R. P. MANUEL TAPIA, por Fr. Diego A. Rojas.— CONSTANTINOPLA AL DÍA, por Fr. Guillermo VáZailleZ. — ROMANCE AL SANTÍSIMO, por el Miro. A. Remón.—ESTLIDIOS GALLEGOS: EL MAESTRE DE SANTIAGO, por Fr. Gurnersindo Placer.—NOVEDAD, por Sergio M. Dun.—RADIOGRAMAS, por Llján.—NOTICIAS.—NECRO- LOGíA.— BIBLIOGRAFÍA. La fiesta de la Srna. Virgen de la Merced 24 de Septiembre ECCE MATEP TUA La Santa Sede, concediendo para el oficio y misa de esta festividad el texto evangélico en que Jesús moribundo da a su propia Madre por madre al Discípulo amado, aprueba la tradición constante en la Orden de que la Santísima Virgen por fundadora directa es Madre de la Merced: Mulier, ecce filius tuus, e inculca a los Mercedarios el cumplimiento de los deberes de hijos para con María: Ecce mater tua. El retablo de la sacristía de nuestro antiguo convento de Con/o, es un comentario de apropiación del texto sagrado a las relaciones de maternidad y filiación que median respectivamente entre la Santisüna Virgen y la Orden de la Merced. - 522 — Son tres imágenes: la de Jesús pulo los deberes de mutua piedad. Crucificado en la hornacina cen- «María estuvo en esta ocasión a tral, la de la Santísima Virgen, la altura que convenía a la Madre con hábito de la Merced, manifes- de Cristo; por que, huidos los Apóstoles, se mantuvo firme al pie tación clara de la apropiación, en la hornacina lateral derecha y San Juan en la izquierda, prototipo de los hijos de la Santísima Virgen. En tres taletones, cada uno al de la cruz, y con tiernos ojos repasaba las llagas del hijo, viendo en ellas no tanto la muerte de la prenda, cuanto la salud del mundo. pie de las imágenes, están las pala- Tal vez estaba allí la que era Re- bras culminantes del «tríptico» so- cámara Real, porque sabiendo que lemne con que San Ambrosio co- por la muerte del Hijo se redimía menta el testamento de Cristo. «El mundo está convulso, el cielo cubierto de tinieblas y el sol el mundo, se ofrecía a acrecentar huido» y «Jesús testa desde la cruz pero aceptó ciertamente este devoto y signa el testamento Juan, digno afecto de su Madre. testigo de tal testador. «Magnífico testamento, no de di- con su muerte el público sacrificio. No necesitaba Cristo esta ayuda, «Tenemos en este espectáculo el tinta sino por el Espíritu de Dios dechado. de la piedad familiar. Nos enseña lo que debe hacer el amor vivo, de quien se ha escrito que «su materno, y adónde debe llegar la lengua es la pluma del que veloz- piedad de los hijos: que las madres mente escribe». «El vencedor de suplicios y de se ofrezcan a los peligros en que nero sino de vida; no escrito con penas, el vencedor del diablo, ha- se encuetren los hijos, y que éstos se preocupen más del cuidado de cia su testamento familiar y públi- sus madres que de la tristeza de la co, dividiendo entre Madre y discí- Propia muerte. 00 Onceoo000000oo0000000000000000000000n00000000noon000p000000000n0000e000000000000000000000000e 0000 % 1 La gloriosa Orden Mercedaria %o ...out. u o.u000ceo o oo0000 00000000000000000000000000 Orden españolísima fundada en 1218. Más de 60.000 cautivos redimidos por la Merced. Glorias mercedarias en la reconquista de Mallorca, Valencia, Sevilla..., en cl descubrimiento y evangelización del Nuevo Mundo yen las letras patrias. Colegios, reformatorios, misiones y ministerios parroquiales p000000 Do000000000000000000000000000000 en la carta dirigida a la Orden con motivo del octavo centenario de su fundación, hace subir los mártires del cuarto voto a mil quinientos. Puede fijarse en SESENTA MIL los redimidos, a razón de cien cada año, cifra no exagerada, pues la investigación va descubriendo redenciones de las cuales no se tenía el menor indicio. «Léanse las listas que casi cada año Orden genuinamente española, fue salen impresas, decía Tirso de Molina fundada en la Catedral de Barcelona a los de su tiempo, de los que la el año 1218 por inspiración de la Merced redime, y hallaránse en todas, Santísima Virgen, hecho que se so- a las primeras líneas, clérigos, relilemniza en toda la Iglesia el 24 de giosos, monjas, caballeros militares se pti e m b re. (y pueblo, como es natural, en mayoDióle carácter militar y escudo (el ría), cuya libertad nos es deudora, Único heráldico de las Ordenes exis- cuyo cautiverio, si no hubiera Merced, tentes) el rey don Jaime el Conquisacabara sus vidas. (Segunda parte de tador. la Historia general de la Orden de Como rnilitar . intervino en la recon- Nuestra Señora de la Merced, en el quista de Mallorca, Valencia, Sevivigésimonono Maestro General, Malla..., donde entre las Ordenes militanuscrita en la Academia de la Histores obtiene repartimientos. ria.) La redención de cautivos y su ejer»De lo que costaron las redenciocicio con voto de empeñarse, vender- nes no se pueden hacer cálculos; basta s e y dar la vida, cuando el peligro en decir que las sumas llegan a ser fabul a fe de algún cautivo lo exigiese, losas, por lo cual algunos no dudaron Co nstituyó su fin principal. «Excelenimpugnar ese tráfico por ser de las ci a única, escribe Tirso de Molina en principales fuentes de riqueza que <<El Vandolero», del cuarto voto de aumentaba el poderío de los Estados musulmanes.» es ta Milicia, con que se obligan cuando profesan a aventurar sus vidas por Mas con ser la redención el fin Las de sus hermanos, cuyo empleo principal de la Merced, no fué el único, í nclito tantas veces cubre de púrpura pues desde los comienzos se consalo s alarbes campos, de mártires el graron también los Mercedarios al C ielo y su Religión de tutelares, pues culto, servicio del altar, cura de alPasan de 500.» El Papa Benedicto XV, mas, predicación y cultivo de las le- — 324 -- tras, de todo lo cual es prueba la vida de San Pedro Pascual en el mismo siglo XIII, cuyas obras en lemosin y castellano son unánimemente alabadas. Halláronse los Mercedarios ocupando con frecuencia, juntamente con las demás Ordenes religiosas, los primeros puestos en cátedras, púlpitos, dirección de almas y evangelización del nuevo mundo. «Los frailes de la Merced son pocos, mas hácenlo bien»; así reza el refrán nacido probablemente en Salamanca, en su Universidad, donde los Mercedarios alternaban en la enseñanza con Agustinos, Dominicos y Franciscanos. Obtuvieron cátedras y las desempeñaron con prestigio y llegaron a ocupar muchas veces los primeros puestos en las Universidades de Salamanca, Alcalá, Valladolid, Huesca, Lérida, Zaragoza, Valencia, Santiago... Como figuras cumbres son índice de la actividad científica y literaria de la Orden el P. Maestro Zumel en Teología; en Mariología, el genial P. Silvestre Saavedra, en su «Sacra Deipara»; el P. Freitas, en Derecho Internacional; en Mística, el P. Falconi. Tirso de Molina, genio dramático de primer orden, no sólo de la literatura española, sino de la universal; el Padre Maestro Santiago, «Pico de Oro», gloria de la cátedra sagrada, pasmo de propios y extraños, cuya elocuencia fue admiración en el extranjero, y en una cuaresma en Salamanca se hubieron de dispensar las clases de la tarde por oirle, El P. Bernal, cuya oración fúnebre de Felipe II en Sevilla es una joya oratoria; el P. Interiam de Ayala, socio cofundador de la Academia de la Lengua. En Historia y Geografía, Murúa, el gran crítico Nicolás Cavero, el eximio Ribera, «uno de los fundadores de la Academia de Buenas Letras de Barcelona, a quien se debe la formación de los 21 volúmenes de índices que aún hoy sirven de guía al investigador en el Archivo de la Corona de Aragón, y el primer ensayo de colección diplomática que se hizo en España, el cual permanece inédito en dos volúmenes en folio.» En el descubrimiento de América comparte la Orden Mercedaria, con Franciscanos y Dominicos, la gloria de haber dado a aquellas regiones los primeros evangelizadores. En la conquista de las Indias llevaron casi siempre la vanguardia y allanaron el camino. En el segundo viaje de Colón ellos «presentaron al bautismo las primicias de aquella gentilidad remota; por muchos años, sin ayuda de clérigos ni de otras religiones, colgô de ellos solamente el peso de la conversión de los indios y distribución de los Sacramentos a los soldados, no sólo en Chile, sino en la provincia de Cuyo, que está a la otra parte de la Cordillera Nevada, sin que hayan perdonado los peligros e incomodidades que saben los que conocen cuán difíciles de pasar a pie son aquellos valles anegados de ciénagas y subir sus riscos intratables por su aspereza y nieve.» El P. Bartolome Olmedo fue el inseparable consejero de Hernán Cortés y alma de la gloriosa epopeya de la — 325 ° Ti 'conquista de Méjico. El P. Francisco y Matemáticas», haciendo centro de su B obadilla, «hombre de gran prestigio apostolado el convento de Santa Cruz e influencia», que en el año 1514 había de la Sierra, en una región asperísipasado a tierra firme con Pedrarias ma y de montañas y riscos casi inacDávila, es elegido por Almagro y Picesibles, con celo y actividad javezarro juez de sus diferencias en 1537; riana evangeliza a los chiriguanas y •el P. Hermanfunda dosciendo de Granada tas iglesias ... acompaña a Baste este Belalcázar a sucinto índice Quito el ario como muestra 1534 y «actuó de la actividad luego en la de la Orden conquista de Mercedaria en Popayán como sus primeros ángel de paz y tiempos. espíritu superior»; en 1535 La actuación van al Río de de la provinla Plata con cia rnercedadon Pedro de ria de Castilla Mendoza, fundador de BueCo m prende nos Aires, el ésta el territoP. Juan de rio de las relazar y el Pagiones que dan dre Juan de Alal Cantábrico macla; a Almay el limitado Stma. Virgen de la Merced con los Santos de su Orden: gro en el des- La por éstas, la San Pedro Nolasco. San Ramón, San Serapio, San Pedro cubrimiento de Pascual, San Pedro Arrnengol y Santa María de Cervellón. Cordillera IbéChile le acomrica, el río GuaPañan los Padres Antonio de Almansa diana, Portugal y el Atlántico. y Antonio de Solís y brillan después En esta vasta región tiene la Orden en aquel país como grandes misione- Mercedaria sólo once casas, de las ros los Padres Correa, Rendón, Fran- cuales cuatro son conventos y las res. cisco Ruiz y Ponce de León; el Padre tantes residencias. Marcos Dardón, nombrado protector Personal: Sacerdotes, 74; Hermade los indios en Chiapas, deja inmornos de Obediencia, unos 35, y un cent alizada su memoria entre ellos por la tenar de jóvenes en formación religioc aridad suma con que ejercita su car- sa y científica. g o. El Padre Diego de Porres, «docMinisterios: t ísimo en Demarcaciones, Astrología a) La formación de este personal — 526 — propio se tiene en los conventos de Poyo (Pontevedra) y Sarria (Lugo). b) Servicios de Parroquias: tres en Galicia, cuatro en Puerto Rico y una en Milwaukee Wisconsin (Estados Unidos) para la colonia de la lengua española: c) Tres colegios: El de Ferrol, de Primera y Segunda enseñanza, Magisterio, Comercio, preparaciones para carreras especiales... El de Lequeitio (Vizcaya), de Primera y Segunda enseñanza y Comercio. El de Madrid, de Primera enseñanza, gratuito para niños de las clases humildes. d) Dos Reformatorios de menores: El de Nuestra Señora de Liba, en el barrio de Loyola, en San Sebastián. El de Covadonga, en San Claudio, en las cercanías de Oviedo. e) Ministerios sacerdotales de predicación, confesionario con la dirección de obras benéficas, como escuelas dominicales, roperos, bibliotecas circulantes... en Ferrol, Sarria, Verín (Orense), Buena Dicha (Madrid) y Herencia (Ciudad Real) y Junquera de Ambia (Orense), cuya comunión anual en conjunto—de casi todas las casas tenemos cifras exactas—asciende a unas 400.000, que supone un confesonario muy asiduo; f) Misiones rurales en Galicia, cuyo centro principal es el convento de Poyo; g) Misiones en Puerto Rico en sus dos Obispados, el de Ponce y el de San Juan; h) Servicio en la Prelatura del Buen Jesús, de Gurgueia, en el Estado de Piauhy (Brasil), confiada a la Orden por Benedicto XV el año 1921; i) Servicios varios de predicación, enseñanza y gobierno en Argentina, Chile, Perú, Méjico y Roma. A pesar de la penuria económica con que se desenvolvió esta provincia en su restauración y del agobio de trabajo, la formación de sus miembros es completa. Son diecisiete los especializados en estudios y práctica de reforma de menores, algunos beneméritos de la Historia, y muy estimables poetas, prosistas y compositores, que no en vano son hermanos de hábito del gran Tirso de Molina. La labor Mercedaria en los Colegios En los tres de Ferro], Lequeitio y Madrid los matriculados son 630. El de Ferro] tiene: Veintidós años de existencia, instalado en lo que se llamaba Colegio de la Marina, en la espléndida Plaza de Amboage; actualmente los matriculados son 300. Al abrirse el Instituto Nacional de Segunda enseñanza bajel la matrícula; pero llegó desde el año siguiente a altura jamás igualada en tiempos anteriores. «En la preparación de carreras militares se obtuvieron resultados brillantes, como lo demuestran los muchos oficiales salidos de sus aulas, que por su cultura y por su fe honran a sus maestros.' Se da preferente importancia, como — 527 — es natural, a la instrucción y formación religiosas, y los resultados obtenidos son en extremo consoladores.» Colegio de Madrid.—Viene funcionando desde octubre de 1910; por sus clases desfilaron mäs de un millar de alumnos. con el cultivo del canto y de representaciones teatrales y excursiones al campo. El Reformatorio de San Sebastián tiene talleres de encuadernación y carpintería. Reformatorios Eficacia de la obra educadora Desde 1921 se dedicó la provincia también a este ministerio. La experiencia de diez años en los de San Sebastián y Oviedo, y también en los de Godella — donde hasta el primero de mayo pasado 1931, que la Orden lo dejó, hubo dos padres de esta provincia—, demostró que precisamente la acción sacerdotal es la más eficaz en 1a - reforma de menores. Con cariño y entusiasmo se dedican a esta obra los sacerdotes destinados por la obediencia, algunos de ellos con bagaje de gran cultura que podían utilizar en otro ambiente más propicio. Organización.—Son tres las secciones absolutamente aisladas del Reformatorio: Observación, Perseverancia y Reforma, a las que puede añadirse, para completar y asegurar el resultado, la Casa de Familia para aquellos jóvenes que, concluida su reforma, no puedan conservarse en la virtud fuera de aquel ambiente, hasta su mayor edad o hasta tomar estado. Régimen. — Totalmente pat e rnal, con exclusión de castigos aflictivos y reclusiones y sin omitir los puramente científicos, indicados para cada individuo, y como medio insustituible y excelente, el de máximos resultados, la instrucción religiosa y la práctica de la piedad, fomento de sana alegría Por el Reformatorio de Nuestra Señora de Uba han desfilado 325 menores y por el de Covadonga, que sólo tiene cuatro arios de existencia, 150. Los éxitos obtenidos en éste han alcanzado un 80 por 100; los de San Sebastián, un 90 por 100, ambos muy superiores a los Centros similares del extranjero. Las causas de malograrse la reforma, además de los contadísimos casos de degeneración y perversión moral, son el ambiente en que tienen que volver a vivir los reformados y que a los diecisiete años, edad en extremo crítica, se ven fuera del Reformatorio, cuando más necesarios les son los cuidados de los educadores. Misiones en Galicia.—Nos referimos a las comarcales, celebradas al aire libre, con asistencia de varios millares de personas. Este trabajo es rudísimo, capaz de rendir las naturalezas más fuertes. Los mercedarios vienen ocupándose hace años, 'con general aceptación, en este ministerio, en que se hicieron famosos los Padres Martín López, Nolasco Gaite, Armengol Fernández y José Orjales. Por los muchos Centros que fundaron en sus correrías apostólicas en Galicia, tiene el Padre Comendador de Poyo la dirección general en — 528 esta región de la Asociación de los Jueves Eucarísticos. Misiones en el Estado de Piauhy (Brasil) Tiene esta Prelatura 100.000 kilómetros cuadrados y diseminadas en esta vasta extensión 75,000 almas. El país es hermosísimo, pero atrasado; un sol de fuego agotador, clima insano por falta de agua potable y sobra de paludismo, que le merecen con razón el nombre de «infierno verde». Aunque la misión es de la Orden, llevan casi totalmente su trabajo religiosos españoles. Desde el año 1922 puede decirse que cuenta la Orden Mercedaria con seis víctimas, de las que tres entregaron allí su vida y las otras quedaron con ella en extremo averiada. Su primer Obispo, Padre Pascual Miguel, y el actual, Padre Inocencio López, son hijos de esta Provincia. Producción literaria Publican los Mercedarios españoles tres revistas: LA MERCED, órgano de la O. T. y cofradías de este nombre, donde aparecen casi todos los meses semblanzas documentadas de Mercedarios insignes por su santidad o ciencia, y que cuenta en su haber la promoción de la celebración de las fiestas centenarias de la Santa madrileña, la Beata Mariana de Jesús, cuyo cuerpo, milagrosamente incorrupto, se conserva en el monasterio de don Juan de Alarcón. Las otras revistas son: «San Ra- món y su santuario» y «La Colonia de San Vicente», interesantísima revista de los Reformatorios de menores. Entre los escritores modernos de la Orden Mercedaria merecen especial mención, por el sinnúmero de obras que han brotado de sus plumas. el muy reverendo padre Faustino D. Gazulla, licenciado en Filosofía y Letras, académico de número de la Academia de Buenas Letras de Barcelona y correspondiente de la Academia de la Historia. El muy reverendo padre Manuel Sancho, poeta laureado, literato, teólogo, cuentista, comediógrafo y músico. El muy reverendo padre Ramón Serratosa, doctor en Sagrada Teología por la Gregoriana. De los contemporáneos tiene la gloria de ser el fomentador y orientador de los estudios históricos. El muy reverendo padre Guillermo Vázquez, doctor en Filosofía y Letras, autor también de un buen número de obras. Los conventos son: Poyo (Pontevedra), fundado en 1890; Sarria (Lugo), en 1897; Buena Dicha (Madrid), en 1917; Ferrol, en 1908. Las residencias: Verín (Orense), en 1897; Junquera de Ambía (Orense), en 1628; Reformatorio de Covadonga, en 1'427; Lequeitio, en 1928; Reformatorio de Nuestra Señora de Liba, en 1922; Colegio de Madrid, calle de San Pedro, 3, en 1910; Herencia (Ciudad Real), en 1896. (De «Los Hijos del Pueblo ' , jueves 31 marzo 1932.) ép00000.3 oto .oeo 000e o nor,00000cl00000.0 00000 uo0r5oelnono00000000000vegao0000u000000./beeno000.00.0000000n.°0 ` _ dp000000 e°"%"er, eo oo*44 o. o 0 Educación religiosa e o hOggc', o. ...0 Catequistas Segundo elemento de abajo arriba de todo Catecismo. Ordinariamente son las catequistas, pero debiera haber también los catequistas. «Estos (niños y niñas), conforme a los admirables designios del Creador, están destinados a completarse recíprocamente en la familia y en la sociedad, precisamente por su diversidad, la cual, por lo mismo, debe mantenerse y fomentarse en la formación educativa, con la necesaria distinción y correspondiente separación, proporcionada, a las varias edades y circunstancias.» (Pío XI, en la Encíclica sobre la educación de la inventud.) Los niños deben ser educados por hombres y las niñas por mujeres. Lo pide la psicología y el modo diversó de ser de unos y otras. La influencia predominante de la mujer o del hombre en la educación imprime carácter indeleble de feminidad o virilidad en toda la vida del educando. Tenemos el ejemplo de una y otra influencia en San Francisco de Sales y en Santa Juana Fremiot de Chantal. La educadora única de San Francisco fué su madre, el de Santa Juana, huérfana de madre, fue su padre, «austero magistrado». «Este contraste (de formación) se hizo sensible siempre en el aspecto exterior de los dos santos. Francisco, con su dulzura y su sonrisa, conservó algo de femenino, de maternal en medio del ejercicio de las más viriles virtudes; Juana, de aspecto más rígido, sorprendentemente apta para organizar y dirigir, a veces demasiado severa a los ojos del buen Francisco, pareció hasta la muerte completamente varonil entre sus compañeras.» (Mauricio Henry-Coüannier, en San Francisco de Sales, su vida y sus amistades.) Podrá discutirse hasta qué punto ha de influir en la educación de la mujer el hombre y en la del hombre la mujer; pero es indiscutible que en la formación del niño debe predominar la intervención del hombre y en la de la niña la mujer. Que los niños sean catequizados por hombres y que las niñas lo sean por mujeres es el ideal, realizable en los Catecismos bien llevados, porque de ellos saldrán, así como las jóvenes y mujeres, también los jóvenes y hombres, notables por su piedad y, por lo mismo, por su espíritu de apostolado. Pero mientras el Catecismo no dé estos frutos, hay que contentarse con las catequistas para niñas y niños. Mal procedimiento también es reservar a las jóvenes y en su primera juventud la labor catequística; no pueden esperarse frutos sazonados. Cada edad tiene sus ventajas; reunidas de las varias edades en ia obra del Catecismo serán magníficos los resultados. Las personas de edad dan auto- — 350 — ridad y seriedad, aportan la experiencia de la enseñanza y de los años y la madurez del juicio al cuerpo de catequistas. Menos fervorosas para el trabajo las de edad madura son más constantes y de mayor rendimiento; menos imaginativas son más prácticas y con afecciones más desarrolladas, más probadas por el sufrimiento, más ennoblecidas por la práctica de la virtud, tienen mejor temple para la labor catequística. La Asociación, pues, de la Doctrina Cristiana debe tener dos secciones: la de mujeres y la de hombres, y una y otra integrada por personas de toda edad y de toda condición. Por más desocupadas y por más hábiles han de predominar las personas acomodadas, pero no deben ser excluidas las de posición modesta y aun menesterosa, entre las cuales se encuentran con frecuencia quienes tienen excelente espíritu cristiano y cualidades verdaderamente extraordinarias para la enseñanza. Enseñar es la función del catequista, Enseñanza teórica y práctica, que es la enseñanza integral: luz en la inteligencia, calor en el corazón; ideal en la mente, impulso en la voluntad; norma de conducta en la doctrina, conformidad de obra en la práctica. Deberá ser, pues, el Catecismo escuela práctica de la vida cristiana, que del conocimiento pase al afecto, y del afecto a la obra, y con la espontaneidad con que el fuego alumbra, calienta y mueve, no se contente con enseñar lo que debe ser, sino que enseñe lo que es la vida cristiana. Enseñanza más eficaz, porque tiene más elementos, entra por los sentidos, despierta y desarrolla los afectos, y crea a la par que el hábito cognoscitivo el afectivo de la vida religiosa, en que consiste su acto culminante: amar a Dios. El saber es el fundamento, la medida y también el método de la enseñanza. Porque nadie enseña si no sabe, ni más de lo que sabe y enseñará sólo según sabe; porque—razón que las abarca todas--, cada ser obra a su imagen y semejanza. Es, pues, necesario que las catequistas sepan mucho y bien el catecismo, si han de enseñarlo bien y a fondo. Los medios por donde aprenden son los mismos con que enseñarán. — No basta, con todo, saber para enseriar, es preciso, además, saber enseñar. Si todos tuviésemos igual capacidad y por lo mismo fuesen iguales las etapas de nuestro progreso cognoscitivo, claro está que sólo y por los mismos medios por donde uno conoce por esos mismos enseñaría. Pero no es así; las capacidades son distintas y, además, hay muchos pasos por donde se llega al conocimiento, que aunque pertenecen al orden cognoscitivo, de tal modo se sumieron en el abismo del olvido, que no se conserva de ellos la menor noticia y, por lo mismo, no tienen utilidad para la enseñanza, porque son como si nunca hubiesen existido. Para enseñar, pues, es necesario: — 331 — primero, saber; después, saber que se sabe, es decir, conocer el camino y los pasos por donde se llegó a saber y, por fin, conocer el estado de conocimiento en que se encuentran los catequizandos y su capacidad de aprender para, tomando como punto de partida lo que saben, al paso que permita su capacidad, se les enserie hasta formarlos perfectamente en la vida cristiana. He aquí la labor del director del Catecismo en la escuela de catequistas, de la cual pende el porvenir del Catecismo. FR. JUAN 102 Q9 EL TRIUNFO SE ACE Cuando la lucha es sin piedad, no puede ser duradera, dice el viejo aforismo latino. Mas para los católicos de hoy, tenemos una esperanza particularísima, y en extremo consoladora. Me refiero a las profecías de la Madre María Ráfols. Cuando oí hablar de ella la primera vez, el escéptico, que todo español lleva en el fondo de su alma, dibujó en mis labios una sonrisa, que se concretó en unas objeciones al que de ella me hablaba. Quedé intrigado; pedí su vida y escritos, los leí y medité, y ahí tienes, lector, el fruto de esta meditación, Ante todo, dos trazos para presentar a la heroína, luego, unas observaciones, no sutiles, sino redactadas por el sentido común. De familia pobre nació en el molino S'En Rovira, Villafranca del Panades, el día 5 de noviembre de 1781. Era el molino asilo de los pobres que a él ll egaban; instruida religiosamente por -su madre, hizo su primera comunión el día 4 de junio de 1795, en la que consagró su virginida efte t u eifey divino Esposo de las alm catorce años ingresó en las monjas Sanjuanistas, de Barcelona, y después de sentir y someter a prudente prueba su nueva vocación fundó la Hermandad de Santa Ana, teniendo como primera casa el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, de Zaragoza. Allí la cogió la guerra de la Independencia, y en sus sitios viéndose privada de alimentos para sus enfermos, fue al campo francés en su busca, salvando a muchos prisioneros españoles, en el fondo del carrito en que llevaba los restos que le daba el ejército sitiador. Estuvo condenada a muerte por esta causa, salvándose milagrosamente. Ya en Zaragoza, rivalidades políticas la metieron en la cárcel, sin culpa de ningún género, y la desterraron luego a Huesca, donde pasó el increíble suplicio de verse despreciada aun por sus mismas hijas. Carácter entero, sacrificada en extremo, no dió muestras de sus dolores, y animó siempre a sus hijas a — 332 — vivir bien y santamente como lo habían prometido. Vuelta a Zaragoza, enferma, aún trabajó lo que no podía esperarse de ella, y ya terminada su carrera entregó su alma al Señor, en un dulcísimo deliquio de amor, el día 30 de agosto de 1853, en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia. A grandes rasgos está trazada la heroína. Veamos ahora las reflexiones a que me referí al comenzar. Entre las gracias que disfrutó, tuvo el don de profecía (I). Aparece este don en los escritos póstumos, dos de los cuales andan en todas las manos. En ellos se anuncia, más de un siglo antes, la persecución de los católicos españoles y aun la organización mundial de los sin Dios, que tan bien describe y ataca la última Encíclica de Su Santidad, «Charitale Christi compulsi», publicada con motivo de la solemnidad especial que revistió este año la fiesta del Sagrado Corazón de Jesús. Tres clases de profecías se encuentran en estos famosos escritos de la Sierva de Dios: 1.° Profecías referentes a sus Hermanas. 2.° Profecías particulares dirigidas a España. 3. 0 Profecías universales para todos mis Hijos los hombres. Me concretaré a las referentes a España, tocando de paso las universales. (I) Todos los conceptos de este artículo quedan sometidos a lo que en su día diga la Santa Iglesia. Los títulos de Santa y Sierva de Dios no pretenden prejuzgar el juicio definitivo que sólo puede emitir el Vicario de Cristo.--;Nota de' autor). Ante todo. Se han cumplido. El hallazgo de los dos Crucifijos. El señalamiento del año 1931, año en que «empezará abiertamente» la época persecutoria. El designio de Pío XI como fundador de la festividad de «Cristo Rey». La retirada de los Crucifijos de las escuelas y la laicización embrutecedora de la enseñanza, «de manera especial querrán con gran empeño quitar (dijo Jesús a su santa hija) y quitarán de la vista de sus hijos pequeñuelos, tan amados de su Corazón, su imagen y prohibirán que se les enseñe su «Doctrina Divina». Todo esto está llevado a cabo y sin género de duda puede argumentarse así: Si parte de lo dicho se cumplió, es de esperar se cumpla lo restante. Y lo restante admite una división, que puede ser: Causas de esta persecución y Promesa del triunfo de los buenos. Causas de esta persecución. «Son muchas las ofensas que he recibido y las que he de recibir, sobre todo, de la mujer, con sus vestidos impúdicos, sus desnudeces, su frivolidad y sus perversas intenciones, con las que conseguirán la desmoralización de las familias y de los hombres, y ésta será en gran parte la causa de que se irrite la Justicia de mi Eterno Padre y se vea obligado a castigar a los hombres por lo mucho que se alejarán de El y de mi Iglesia católica y de los mandatos de mi Vicario en la tierra y de los Divinos preceptos» (I). «La relajación e infidelidades con que (1) Escrito encontrado el día 29 de enero de 1932, pág 5. — 333 — le corresponden las almas que a su servicio le están consagradas, y de un modo especial de las ofensas que recibe de los sacerdotes que indignamente celebran el santo sacrificio de la Misa. Esto es lo que hace llorar y lastima más el Corazón de mi Divino Hijo." Palabras de la Santísima Virgen a la Madre Ráfols. He aquí, pues, las causas de la persecución. A todos nos toca algo y bastante. Hemos con nuestras miserias y contemporizaciones, frecuentemente olvidado nuestros deberes. Ahora nos llama Jesús, y si no le oímos, se verá obligado a «destruir poblaciones enteras». Recuérdese el caso de Managua, destruida en gran parte por un terremoto en la Semana Santa del año pasado. Aprendamos de una vez y escar mentemos, si es que todavía nos queda un resto de sentido común. Pero Jesús, cuyo amor a España es de sobra conocido, en forma de una predilección especial, consuela a la santa Madre y anima a todos con estas palabras: «No temas; por más medios y maquinaciones que mis hijos desgraciados inventen para quitar la fe de España, no lo conseguirán, y Yo te aseguro, para tu consuelo y tranquilidad, que por amor a las almas j ustas, puras y castas que en España siempre habrá, Yo reinaré hasta el fin de los tiempos en ella de una manera singular, y mi Imagen será venerada hasta por las calles y plazas.' Por amor a las almas justas, puras y castas, que son siempre los pararrayos de la Justicia divina. No se refiere con esto el Señor a las almas todas merengue, que se pasan la mañana extasiadas ante el Sagrario y a la tarde se van a los bailes de sociedad, a los cines o teatros inmorales o a charlar sin recato ni pudor; la vergüenza dejó de existir en el mundo, esos flits, resbaladizos cuando no abiertamente obscenos. Almas en las que el amor que dicen sentir por Cristo no es más que hiperestesia elevadísima, producida por su desarreglado vivir. Hay más. Jesús llega a decir; «Yo las sostendré en todo, que siento predilección por mi querida España, tan amada de mi Madre Santísima, y antes de perderse la fe en Ella, haría que desaparecieran los pueblos. Este escrito será encontrado cuando se aceraue la hora de mi Reinado en España; pero antes haré que se purifique de todas sus inmundicias.' ¡Bendita sea su mano! ¡Que nos purifique y pronto, aunque lloremos lágrimas de sangre! ¿Por qué mereció España esta predilección de María? No podemos olvidar que fuimos los portavoces de su Concepción Inmaculada, que luchamos heroicamente para nimbar su frente con el velo purísimo de la sin mancilla. ¡Cómo paga María! Ahora que necesitamos todo su poder, Jesús se ve obligado a salvar a España, «llevado del grande amor que les tengo, y de las muchas instancias que me hace mi Madre Santísima, a la que nada puedo negar.» El día del triunfo hay que rendir un homenaje a María, que deje una estela tras sí imborrable. Lo merece nuestra Madre por lo que pide por España. — ä34 — Tiene que ser algo grande. Prepárense ya los artistas, los sabios, los santos; el homenaje tiene que ser de todos y por todos, y en nuestro himno nacional tiene que figurar el nombre de María, como en la bandera de la Patria quiere Jesús que figure su Divino Corazón. Conclusión Estarnos en época persecutoria. Humillemos nuestra cerviz, oremos, — hagamos penitencia y vendrá ei triunfo. De él nos aprovecharemos pära demostrar a Jesús que no somos desagradecidos para instaurar en nuestra Patria la verdadera vida cristiana y todo se ha de hacer según su doctrina. El doble Mandamiento. Ama a tu Dios con todo tu corazón, y a tu prójimo corno a ti mismo, he ahí el modo de realizar este triunfo que nos promete para pronto el Divino Corazón. amado, y dfjome: «¡Levántate, apresúrate, amiga mía, paloma mía (1), galana mía, y vente! Pues ya se acabó el invierno: cesó la lluvia, se retiró. Vénse ya las flores sobre el campo: ha llegado el tiempo de los cantares, y la voz de la tórtola oyóse en nuestra campiña. Brota ya de la higuera su nuevo fruto. ¡Levántate, amiga mía, hermosa mía, y vente!...» La mi paloma en la hendidura de la peña, en el ahujero de la pared: enséñame tu cara, hazme oir tu voz: porque tu voz es dulce, y encantadora tu cara. Gradual FR. 12. SANJURJO MISAL MERCEDARIO Fiesta de Nuestra Santísima Madre de la Merced (24 de septiembre) vernos siempre libres de todo pecado y de la cautividad del demonio. Por el mismo J. C. Nuestro Señor... Introito Alegrémonos todos en el Señor, celebrando este día de fiesta en honor de la Santísima Virgen María... Los Angeles se regocijan de su Descensión y cantan alabanzas al Hijo de Dios. Salino XLV: Mi corazón prorrumpe en un hermoso canto, y digo: ¡Mi obra es para un rey!... -y. Gloria al Padre... Oración Oh Dios, que por la gloriosísima Madre de tu Hijo quisiste fundar en tu Iglesia una nueva Orden para librar a los fieles del poder de los paganos: Te rogamos nos concedas, por los méritos y súplicas de la citie veneramos como Fundadora de tan glorioso Instituto, Epístola Lección del libro de la Sabiduría (Cant. II, 1-13). Esposa: Soy el narciso de Sarön, el lirio de los valles.—Esposo: Como un lirio entre espinas, tal parece mi amada entre las doncellas.—Esposa: Como un manzano entre los árboles de la selva, así es mi muy amado entre los jóvenes. A su sombra, como lo deseara, me he recostado, y su fruto es dulce para mi paladar. Metióme en su bodega, y ordenó en mi el amor (1). Esforzadme, rodeadme de vasos de vino, cercadme de manzanas, que enferma estoy de amor. ¡Que su izquierda sostenga mi cabeza, y abráceme con su derecha!... Hablado ha mi muy (1) Traducción dudosa, lo subrayado. 555 — Metiötne en su bodega, y ordenó en mí el amor. Esforzadme, rodeadme de vasos de vino, cercadme de manzanas, que enferma estoy de a mor. (Cant. II, 4 5). Aleluya, aleluya. -y. Tú, oh Maria, eres la puerta del Rey celestial', y radiante aposento de la Luz increada. ¡Celebrad, oh gentes liberta-. das, la Vida que se nos dió por medio de la Virgen! (Himno de las Piestas de la Virgen). Secuencia (2) ¡Griten alborozadas las falanges de cautivos, y el pueblo cristiano entone en este gran día alegres y hermosos cánticos! ¡Regocijémonos todos a una! Y celebremos con los corazones rebosantes de gratitud aquella celestial visión, gracias a la cual contemplamos gozosos rotas las cadenas de la esclavitud. Este es el día de las misericordias: (1) Las tres palabras subrayadas están en la Vulgata, no en el original. (2) Nos dispensará el erudito lector la gran libertad que nos hemos tomado en la traducción de la secuencia. Era del todo necesaria para hacer una cosa algo decente. La pieza en cuestión es e xtraordinariamente barroca y conceptista, y es de sentir no haya alcanzado la gran limpieza de Prosas de S. Pico V. en él se despliegan con júbilo del Cielo las banderas del Amor. La fe, la vida de los cautivos, minada con astucias, con fuertes castigos, y a punto de desmoronarse por toda suerte de calamidades, encuentran un firme sostén en la Virgen Madre. Pues al ver Ella los alaridos, los lamentos, los suplicios del pueblo fiel, tiende presurosa su mano para sacarle de aquellos aprietos en que se hallaba sumido y devolverlo a su patria sin naufragio de la fe. Mientras Nolasco revolvía en su mente durante la oración la manera de librar a los cautivos, la clementísima Virgen se le aparece rodeada de tranquila majestad para indicarle que libre a los pobrecitos que están aherrojados con grillos mahometanos. Y le dice que sería muy del agrado suyo y de su divino Hijo la fundación, en honor de Ella, de una Orden cuyo principal oficio fuese romper las cadenas de los cautivos y traerlos a su tierra libres de la horrible esclavitud. Esta insigne Obra del Amor manda que sea conservada; y para que se propague, también se la muestra a otros. Al momento obedeció Pedro, haciendo con sus compañeros el voto de quedarse en rehenes por los cautivos en caso de necesidad. ¡Dulce Fundadora de nuestro Instituto: Sé siempre Nuestra Madre!... Consuela a los cautivos. Aumenta nuestro Amor. Torna gloriosa y haz que Jesús ame mucho a esta Familia que Tú fundaste. Concédenos que siempre te demos en todo gusto. Y, para librarnos del infierno, muéstranos tu dulce rostro en la hora de la muerte. Amén. Aleluya. Evangelio Continuación del Santo Evangelio según S. Juan (XIX, 25-27). En aquel — 336 — tiempo estaban junto a la Cruz de Jesús su Madre y la hermana de ésta María de Cleofás y María Magdalena. Al ver Jesús a su Madre y al discípulo que amaba, allí presente, dijo a su Madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu Madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió por suya. Credo. Ofertorio ¡Seas bendita de tu Dios en todas las tiendas de Jacob! En todos los pueblos que oigan tu nombre, el Dios de Israel será ensalzado por causa tuya. Aleluya. (Judit, XIII, 31). Secreta Te presentamos, Señor, ofrendas de alabanza, hoy que recordamos tus beneficios; y te pedimos rendidos que, así como te dignaste sacar a los fieles de cruel servidumbre por ministerio de la Madre de tu Unigénito, también a nos- La Misa sabatina de Uno de los privilegios que más sorprenden a los sacerdotes extraños que frecuentan nuestras iglesias es el de la Misa votiva de la Merced que se canta en ellas todos los sábados del año, aunque sean fiestas de primera clase. Esa Misa suele ser concurridísima, tanto en Europa como en América, siendo en ella muy numerosas las comuniones. No está el privilegio en nuestro bulario por ser posterior a él en veinte años, y alguna vez surgieron dudas sobre su extensión. Hace pocos días hallé copia de él en el Ms. 2.906 de - otros nos libres misericordiosamente de los lazos y de la cautividad del demonio. Por el mismo Nuestro Señor Jesucristo... Comunión Los fuertes aguaceros no son capaces de apagar el fuego del amor, ni los ríos pueden ahogarlo. Si alguno quisiera comprar el amor con todas las riquezas de su casa todo el mundo le despreciaría (Cant. VIII, 7). Poscomunión Recibidos ya, Señor Jesús, los sacramentos de nuestra redención, infúndenos nuevo esfuerzo por la intercesión de tu Santísima Madre; y así como dejamos por su ayuda las cadenas del cuerpo, seamos libres también, por los ruegos de Ella, de las ataduras de nuestra alma. Que vives y reinas... NATANAEL Ntra. Santísima Madre la Bib. NI,, en que el P. Talamanco iba preparando la continuación del Rvdmo. Linás. Dice así: Ordinis B. M. V. de Mereede caleeatorum et excaleeatorum Ad humillimas preces R. P. Didaci a Scto. Philippo procuratoris generalis excalceatorum B. M. V. de Mercede redemptionis captivorum, nomine etiam totius ordinis sude religio- nis, Sac. Rit. Congregationi porrectis, in quibus demisse supplicabatur uf loco missae votivae quae ex regulis 357 — ordinis et privilegiis Clementis VIII et Urbani VIII a toto praedicto ordine singulis sabbatis cuiuslibet hebdomadae canitur, exceptis tarnen diebus sabbati sancti, vigiliae et Nativitatis Domini et die sancti Petri Nolaschi, in posterum missa propria Apparitionis 13. M. V. alias pro festivitate eiusdem Apparitionis B. M. V. sub die secunda Junii 1685 ab hac Sacra Congregatione approbata, a toto orcline calceatorum et excalceatorum 13. M. de Mercede redemptionis captivorum in dictis singulis anni sabbatis cani possit. Et sacra eadem Rit. Congregalio ad relationein Emi. et Rmi. Cardinalis de Abdua benigne inclinata respondit: Pro gratia, mutatis illis verbis in introitu Diem festum, quorum loco dicatur memoriam. Die XI julii 1711. SiG. Cardinalis Carpineus. Locus e gilli. 13. Inghirami Sac. Rit. Congregationis, Secretarius. Este decreto no hace más que amampliar la concesión que de tiempo inmemorial gozaba la Orden, sustituyendo la Misa votiva general de la Virgen por la nueva de la Merced, que podría cantarse todos los sába • dos, excepto el Sábado Santo y aquellos en que cayeren la vigilia o fiesta de Navidad o la fiesta de San Pedro Nolasco. De cuán antigua es en la Orden la Misa y Salve sabatina, es buena prueba un documento de 1307, en que Galcerän de Miralles dota el alumbrado de la Misa y Salve que se cantaba en nuesta iglesia de Santa Coloma de Queralt todos los sábados. (Gazulla: (< La Patrona de Barcelona», pág. 53). FR. GUILLERMO VÁZQUEZ Magisterio eclesiástico Instruccum y normas de los Prelados 8 los neies ell orden al mairmioillo canino Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, Señor, Redentor y Pastor de nuestras almas, ya en su predicación evangélica, repitiendo las palabras del Génesis, proclamó la santidad e indisolubilidad del matrimonio elevado en la Ley de Gracia a la dignidad de sacramento. En el Evangelio de San Mateo (XIX, 6) dice: «Así, pues, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto lo que Dios juntó no lo separe el hombre». Añadiendo luego: «Yo os digo que todo aquel que repudiare a su mu• jer, si no es por fornicación, y tomare otra, comete adulterio, y el que tomare la repudiada comete adulterio». Y aun considerado el matrimonio bajo el sólo aspecto de contrato de derecho natural, se observa que difiere de todos los demás contratos no sólo por crear vínculos diversos de obligación, sino por lo que afecta a los mismos contrayentes, constituyéndoles de personas independientes, al varón en cabeza y la mujer en centro, con igual dignidad para ambos, de la sociedad Serán días de vacación en cada Colegio la fiesta onomástica dei P. Rector y del P. Maestro respectivos. Asimismo, los Filósofos celebrarán su Patrona, Santa Catalina4 Finalmente, se celebrará el Patrono especial del lugar, como San Juan Bautista en Poyo. «Las disciplinas filosóficas deber nM de enseñarse de tal forma que los alumnos se vean como llevados de la mano ante todo a un conocimiento sólido u coherente del Hombre, del Mundo y de Dios, apoyados en el patrimonio filosófico perennemente válido, teniendo en cuenta las modernas investigaciones filosóficas, especialmente las que influyen más en la propia nación, u el reci,ente progreso de las ciencias, a fin de que los alumnos, conociendo bien la índole de la época presente, se preparen eficazmente para el dialogo con los hombres de su tiempo.» («Op f.atam totius», n. 15.) «Las disciplinas teológicas han de enseñarse a la luz de la fe u bajo la guía del Magisterio de la Iglesia, de forma aue los alumnos saquen cuidadosamente la doctrina católica de la divina Revelación; penetren en ella profundamente, la conviertan en alimento de su vida espiritual u puedan luego, en su ministerio sacerdotal, anunciarla, exponerla y defenderla.» («Optatam totius», n. 16.) 42 - 538 - doméstica que es el fundamento y raíz de toda sociedad humana. Por ello la Iglesia, cuidadosa siempre y la única competente e interesada en lo que afecta a la salvación de las almas no podía dejar de tener participación en materia tan necesaria para la sociedad temporal, que constituye la Igleia militante; por esto, conforme con la institución de su divino Fundador, ha legislado sobre los fieles y con autoridad propia en materia matrimonial, tanto en la parte que atañe a la fe, como a las obligaciones del estado conyugal y a los impedimentos que invalidan el matrimonio, imponiendo preceptos que conciernen a los actos y conducta del cristiano, sin cuya observancia, tanto como en el caso de falta de fe, nadie puede alcanzar la salvación eterna. Y por tales motivos la Santa Iglesia Católica, apostólica y romana, constituida por Dios en depositaria de la fe y maestra de costumbres, ha proclamado unánimemente, conducida siempre por el Pontífice Romano, Vicario de Cristo, la dignidad sacramental, la santidad e indisolubilidad del matrimonio, y la propia potestad en orden a él sobre todos los fieles bautizados. Y en su virtud, el Concilio de Trento, examinando para la debida tutela de la fe las doctrinas de los novadores de su tiempo, en la sesión XXIV, promulgada por la Santidad de Pío Papa IV, en su Bula Benedictus Deus estatuyó los canones siguientes. «1. Si alguno dijere que el Matrimonio no es verdadera y propiamente uno de los siete sacramentos de la Ley Evangélica, instituido por Cristo nuestro Señor, sino inventado en la Iglesia por los hombres, y que no con-fiere gracia; sea anatema.-2. Si alguno dijere que es lícito a los cristianos tener a un mismo tiempo muchas mujeres y que esto no está, prohibido por ninguna ley divina; sea anatema.-4. Si alguno dijere que la Iglesia no podía establecer impedimentos dirirnentes de Matrimonio, o que al establecer los erró; sea anatema.-5. Si alguno dijere que se puede disolver el vínculo del Matrimonio por la herejía, o cohabitación molesta, o ausencia afectada del consorte; sea anatema.-7. Si alguno dijere que la Iglesia yerra en haber enseriado y enseñar, según la doctrina del Evangelio y de los Apóstoles, que el vínculo del Matrimonio no se puede disolver por el adulterio de uno de los consortes; y en enseriar que ninguno de los dos, ni aún el inocente que no diö motivo al adulterio, puede contraer otro matrimonio viviendo el otro consorte, y que cae en fornicación el que se casare con otra dejada la primera por adúltera, o la que dejando al adúltero se casare con otro; sea anatema.— 8. Si alguno dijere que yerra la Iglesia al decretar que por muchas causas puede hacerse la separación del tálamo o de la cohabitación entre los cónyuges por tiempo determinado o indeterminado; sea anatema.-12. Si alguno dijere que las causas matrimoniales no pertenecen a los jueces eclesiásticos; sea anwema.» Esta doctrina queda confirmada por las proposiciones condenadas en el Syllabus de Pío IX, y en el Código de Derecho Canónico redactado por mandato de Pío X y promulgado por Benedicto XV, ambos de feliz y santa memoria, con valor dogmático y disciplinar obligatorio para todo fiel cristiano, se estatuyeron los cánones del Título VII del libro III, en los cuales, recopilando las mismas enseñanzas seculares de todos los tiempos, se regula el matrimonio cristiano. Entre dichos cánones, es necesario que los fieles recuerden principalmente los siguientes: - 539 - «1.012 § 1. Cristo nuestro Señor elevó el mismo contrato matrimonial entre bautizados a la dignidad de sacramento. § 2. Por tanto entre bautizados no puede haber contrato matrimonial válido sin que por ello mismo sea sacramento.-1.013. § 1. Fin primario del matrimonio es la procreación y educación de la prole; secundario, la mutua ayuda y el remedio de la concupiscencia. § 2. Propiedades esenciales del matrimonio son la unidad y la indisolubilidad, que en el matrimonio cristiano adquieren peculiar firmeza por razón del sacramento.-1.016. El matrimonio de los bautizados se rige por el derecho no sólo divino, sino también canónico, salva la competencia de la potestad civil sobre los efectos meramente civiles del mismo matrimonio.-1.038. § 1. Sólo a la suprema autoridad eclesiástica compete declarar cuando el derecho divino impide o dirime el matrimonio. § 2. La misma autoridad suprema tiene el derecho exclusivo de establecer para los bautizados impedimentos impedientes o dirimentes del matrimonio por vía de ley universal o particular. — 1.094. Sólo son válidos los matrimonios que se contraen delante del párroco, o del Ordinadio del lugar, o de un sacerdote delegado por uno de ambos y dos testigos; según, empero, las reglas expresadas en los cánones que siguen, y salvas las excepciones de que se habla en los cánones 1.098 y 1 099.-1.099 § 1. A observar la forma arriba establecida vienen obligados: 1. Todos los bautizados en la iglesia católica y los a ella convertidos de la herejía o del cisma, aunque tanto aquéllos como éstos la hayan luego abandonado, todas las veces que contraigan matrimonio; 2. Los mismos antedichos, si contraen matrimonio con personas acatólicas, bautizadas o no, aun después de haber obtenido dispen- sa del impedimento de religión mixta o de disparidad de culto; 3. Los orientales, si contraen con latinos obligados a esta forma. § 2. Mantenido lo prescrito en el párrafo primero de este canon, n. 1, los acatólicos, bautizados o no, si contraen entre sí, en ningún lugar vienen obligados a observar la forma católica del matrimonio; como tampoco los nacidos de acatólicos, aun cuando bautizados en la Iglesia católica, si desde la edad infantil crecieron en la he rejía o cisma o en la infidelidad o sin religión alguna, siempre y cuando contraigan con parte acatólica.-1.110. Del matrimonio válido nace entre los cónyuges un vínculo por su naturaleza perpetuo y exclußivo; además, el matrimonio cristiano confiere la gracia a los cónyuges que no le ponen óbice.— 1.113. Los padres tienen gravísima obl:.gación de cuidar de la educación ora religiosa y moral, ora física y civil de la prole en la medida de sus fuerzas, y de procurar también por su bien temporal. — 1.118. El matrimonio válido rato v consumado no puede ser disuelto por ninguna potestad humana, ni por ninguna causa, fuera de la muerte». Consiguientemente a estas disposiciones y siguiendo lo enseriado por los Concilios y Constituciones Apostólicas anteriores, proclama en el título XX del libro IV el primero de sus cánones, o sea, el 1.960, lo que sigue: Las causas matrimoniales entre bautizados co rresponden por derecho propio y exclusivo al juez eclesiástico.. Tal es la doctrina católica admirablemente expuesta y explanada por Su Santidad el Papa Pío XI en su reciente Enciclica «Casti Connubii . , a la cual deben prestar adhesión completa todos los fieles. La Iglesia, eltpero, atenta siempre al mayor bien de sus fieles y no olvidando los efectos que - 340 - causa el matrimonio en la vida civil, obedeciendo también a la misión de enseriar que le está conferida por su divino Fundador, ha cuidado siempre de exponer claramente lo que según las circunstancias especiales de los países y tiempos está permitido a los católicos y de declarar lo que, por oponerse al sagrado depósito de la fe y de las costumbres, les está prohibido bajo pena de separación del gremio de la misma y riesgo de la eterna salvación, si en tal negación continuaren. Por ello, pues, los Metropolitanos y Obispos en representación de las provincias eclesiásticas y Diócesis cons tituidas en la República Española, para la debida salvaguardia de la fe y costumbres cristianas, estatuimos y declaramos, de conformidad con las leyes canónicas arriba citadas, lo que a continuación se expresa: 1. Sólo es legítimo y válido entre bautizados en la Iglesia católica, aunque el bautizado sea sólo uno de los contrayentes, el matrimonio canónico contraído jurídicamente y sin impedimento alguno ante el Ordinario, párroco propio, o sacerdote por los mismos delegado, y dos testigos, salvo lo prevenido en el Código de Derecho Canónico para el caso de peligro inminente de muerte. 2. De conformidad con lo preceptuado en el canon 1.063, § 3, del propio Código, no es ilícita la comparecencia ante el oficial del Estado para llenar las formalidades prescritas por la misma ley al sólo objeto de disfrutar de los efectos civiles del matrimonio. Y aun conviene que esto se practique, para mayor bien de los esposos y de la prole nacedera del matrimonio. Con todo, tengan entendido los católicos que tal acto no les faculta para convivir o cohabitar matrimonialmente, aun- que se denomine matrimonio civil o simplemente matrimonio, ya que para los mismos no es sacramento ni matrimonio valido, sino que constituye para ellos simple medio legal de disfrute de los efectos civiles del matrimonio en la sociedad civil. 3. Por tanto, cometería grave culpa moral el fiel cristiano que atentare el matrimonio civil con esperanza de disolverlo después, merced a no reputarlo en el fuero eclesiástico contrato válido; pues con ello no sólo incurriría en simulación inmoral, sino que pecaría contra justicia en perjuicio de su comparte y de la prole. 4. No es lícita a ningún fiel cristiano, bautizado en la religión católica, la disolución del vínculo conyugal, el cual por su misma naturaleza, consumado el matrimonio, es perpetuo e indisoluble. 5. Tampoco es lícita la separación, temporal o perpetua, de los cónyuges sin la autorización del Ordinario en los casos previstos por el Derecho Canónico. Tanto de estas causas, como de las de declaración de nulidad del matrimonio, como en la dispensa de nulidad de matrimonio rato y no consumado, deben entender los tribunales eclesiástiticos en la forma prevenida por el De - recho. 6. Aun quedando en todo su vigor y firmeza lo declarado en el número precedente, en atención a que, cuando existe causa canónica de separación, los católicos tienen derecho a los efectos civiles de ella dimanantes, seguridad de las personas, debida tutela de los intereses materiales y educación, manutención y bien de la prole, la Iglesia no es contraria a tolerar que los fieles utilicen las leyes civiles para obtener dichos efectos, sin que ello pueda implicar en absoluto tibieza en - 341 - la firme adhesión debida a la doctrina católica, ni mengua alguna en su deber de atenerse a la disciplina eclesiástica y de procurar, para bien de la religión y de la patria, que sean abrogadas las leyes contrarias a la santidad del matrimonio y respetados a la Iglesia los derechos que por ley divina le competen. Por tanto, y a fin de evitar a los fieles el dispendio de tiempo y los mayores gastos que un doble proceso judicial en la forma ordinaria importaría, mientras la Santa Sede no dispusiere algo en contrario, se tolera que aquéllos puedan introducir la causa de mera separación ante los tribunales civiles, con tal obtengan previamente la auto. rización o licencia del Ordinario propio, quien, para concederla, deberá cerciorarse, mediante información sumaria, de que existe causa canónica para la separación. Cuando la especial gravedad o índole del caso exigiere un trámite urgente para obtener la necesaria seguridad de las personas y de los bienes, deberán los fieles expimerlo reservadamente al Ordinario, quien, atendida la gravísima y urgente necesidad, podrá otorgarles un plazo prudencial para que se instruya la previa información sumaria de que se ha hecho mérito. No obstante la tolerancia otorgada, será digna de grande aprecio y alabanza la conducta de aquellos fieles que, bien percatados de la eficacia de la disciplina eclesiástica aún para la mayor prosperidad de la sociedad civil y defensa del bien conyugal y familiar, den más acendrada prueba de respeto y acatamiento a la autoridad de la Iglesia, simultaneando los procesos o pleitos de mera separación ante los tribunales eclesiásticos y civiles, y todavía mejor, procurando, en cuanto fuese hacedero, que la decisión eclesiástica sirva para su conciencia de guía segura en la prosecución del pleito civil. Por su parte los Ordinarios pondrán su mayor interés en facilitar a los fieles este proceder ejemplar, asegurando que la tramitación de la Curia sea lo más rápida posible, y aceptando que las costas de los juicios ante la misma ventilados sean abonadas solamente por aquellos que buenamente quieran o puedan satisfacerlas. 7. Las anteriores normas y orientaciones deberán observar en el consejo que dieren y en la dirección, cooperación y auxilio que prestaren los aboga dos y procuradores de las partes, como quienes más de cerca han de influir en que la substanciación de las causas matrimoniales ante los tribunales civiles sea sin perjuicio de la indisolubilidad del vínculo y de la observancia de las leyes eclesiásticas y en que los fieles sientan debidamente que las obligaciones y cargos de su conciencia pertene cen a un fuero anterior y superior a la ley civil. 8. El fiel cristiano, que en su calidad de funcionario público, deba aplicar las leyes civiles, podrá hacerlo con arreglo a las mismas, cuidando, empero, de salvaguardar su conciencia aplicando las normas de los probados autores de sana moral. 9. En todo caso de separación, aunque el otro cónyuge atentare nuevo enlace civil, es deber del consorte cristiano cuidar en la medida de su fuerza de la cristiana educación y hasta del bien temporal de la prole, y de procurar con suave y cristiana caridad, con oración asidua y constante y con el buen ejemplo y dignidad de vida, la conversión del otro cónyuge, al que continúa unido por vínculo matrimonial y por la dulce eficacia de la gra- — 542 — cia, la que Dios nuestro Señor confiere constantemente miéntras no se ponga óbice a la misma. 10. No teman los cónyuges cristia nos separados de sus consortes el llevar una vida de absoluta continencia, por cuanto, como declara el sagrado Concilio Tridentino, repitiendo conceptos del Antiguo y Nuevo Testamento, Dios nuestro Señor, que permite en el hombre las contrariedades y tentaciones, no niega semejante gracia, cuando le es humilde y sinceramente pedida, siendo, además, la vida casta y pura, en la respectiva situación en que el hombre se encuentra, la mejor garantía para la fecunda prosperidad del individuo y de la sociedad. 11. Tengan, por último, entendido todas y cualesquiera personas que de palabra, por escrito o por obra contradijeren los cánones de la Iglesia antes reseñados, o sea los que los enseriaren o en cualquier forma sostuvieren no ser necesario para la unión conyugal de los fieles bautizados en la Iglesia católica el matrimonio canónico celebrado legítimamente de conformidad a sus leyes y prescripciones, o que el vínculo matrimonial es disoluble, o atentaren nuevo matrimonio viviendo el primer consorte, o pidieren la disolución total del vínculo, o a ello prestaren su cooperación y ministerio, salvo lo permitido en las declaraciones que preceden, que, además de incurrir en grave pecado, quedan en cierto modo separados del gremio de la Iglesia, en la cual sólo podrán ser recibidos mediante sincero arrepentimiento. En su virtud, todos los comprendidos en esta declaración no podrán participar en actos públicos eclesiásticos, ni formar parte de asociaciones ni corporaciones canónicas, ni ser padrinos c12 bautismo y confirmación, ni intervenir en actos — religiosos, ni ser enterrados religiosamente. La Iglesia, madre piadosa, no niega en la última hora y con tal que exista verdadero arrepentimiento, en ninguna ocasión de la vida, los sacramentos necesarias para la salvación; pero no podrán tener entierro católico, aunque en su última hora hubiesen recibido la absolución, aquellos bautizados que, pudiendo hacerlo, no hubiesen procedido en su conversión con publicidad suficiente para reparar el escándalo asegurando un cambio de vida para lo sucesivo. *** Al formular estas declaraciones, como obligación ineludible que nos impone el ministerio que tenemos confiado en la Iglesia de Cristo, bajo la dirección suprema del Pontífice Romano, los Metropolitanos y Obispos representantes de las Provincias eclesiásticas y Diócesis de España, hemos de rogar por el mismo Jesucristo, Dios y Señor nuestro, recordando los méritos en favor de todos los hombres, con su Preciosa Sangre contraídos, a los fieles cristianos constituidos en el estado conyugal o que aspiran a él, que con su vida ejemplar y digna en todos los órdenes de la existencia, incluso el civil, den verdadero testimonio de la fe que profesan y de su dignidad de cristianos, tanto en sus costumbres como en el régimen de la familia y educación de la prole, cual conviene a quienes miran esta vida temporal como preparación de la eterna. El matrimonio cristiano ha sido en toda época, fuente primaria de una fecunda y robusta vida social: la justicia y caridad practicadas en la propia familia, la mutua paciencia, inspirada no sólo por conveniencias terrenas, sino por el ideal superior de la fidelidad a Dios, la verdadera unidad e indisolubi- 343 — lidad de la vida conyugal, trascienden siempre a todas las esferas sociales y son elemento primordial y necesario para que, fortalecido el hombre con lo que practica en su propia familia, propugne en las demás esferas, realizándolos por su parte, el imperio de la paz, del trabajo, de la caridad y de la justicia. Exhortamos, finalmente, a todos los párrocos y encargados de la cura de almas de nuestra respectiva jurisdicción, a que, sin discutir ni hacer objeto de controversia, hechos ajenos a su ministerio, enserian claramente a los fieles la doctrina de la Iglesia sobre el estado conyugal, tan luminosa y oportunamente expuesta en las grandes Encíclicas Arcanurn divinae, de León XIII, y Casti Connubii, del actual Pontífice reinante, y a que, secundando sus de seos y siguiendo sus enseñanzas, procuren por todos los medios a su alcance que sea conocida y observada la santidad del matrimonio cristiano. Dadas en la fiesta de San Jaime, 25 de julio de 1932. En nombre y representación de las respectivas Provincias Eclesiásticas, F. Card. Vidal y Barraquer, Arzobispo de Tarragona.-- E. Card. Ilundain y Esteban, Arzobispo de Sevilla. t Ramón, Patriarca de las Indias.— j- Retnigio, Arzobispo de Valladolid.— 1- Prudencio, Arzobispo de Valencia.— Rigoberto, Arzobispo de Zaragoza.— 1- Fr. Zacarías, Arzobispo de Santiago. t Manuel, Arzobispo de Burgos.--l- Manuel, Obispo de Jaén, por la Provincia de Granada.—t Eustaquio, Obispo de Sigüenza, por la de Toledo. MEIRCEDAPIOS ILUSTPES El R. P. Fr. Manuel Tapia En la galería de los mercedarios ilustres, creernos que debe figurar desde hoy el nombre del 12. P. Fray Manuel Tapia, cuyo fallecimiento, ocurrido en la ciudad de Curicó (Chile) el 24 de junio último, ha sumido en hondo duelo a la Provincia Mercedaria chilena, de la cual fué dos veces Provincial, y lo consideró siempre como uno de sus miembros más beneméritos. No fueron sin duda sus dotes de talento, ni su variada ilustración las que dieron realce a la personalidad del P. Tapia, no; fueron la bondad inagotable de su corazón, siempre 1- el 24 de junio de 1932 abierto a la indulgencia para las debilidades humanas; la dulzura y amabi- lidad de su trato, que le captaban todas las voluntades; la modestia y apacibilidad de su carácter, que le rodeaba de una aureola de beatitud; su deseo constante de servir a los demás, aunque para ello fuese necesario llegar hasta el sacrificio; su vida de religioso intachable, más que eso, de reconocida virtud, observante corno pocos de las reglas y constituciones de su Orden; y, por sobre todo, su amor incomparable a su Instituto, al cual dedicó hasta el último momento de su vida las más bellas energías — 344 — de su espíritu, los más tiernos afectos de su corazón. Depositarios como fuimos de la confianza del P. Tapia, y conocedores de los tesoros de su espíritu, por más de veinte años; creemos estar capacitados para hacer de él una breve semblanza y ofrecerla a los lectores de LA MERCED, en la seguridad de hacer una obra de justicia, salvando del olvido una existencia que dió tanta gloria a Dios y tanto lustre al hábito blanco de los hijos de la Merced. Nació el R. P. Tapia en la aldea de Lolol, perteneciente a la provincia de Curicó, de honrados agricultores, el día 10 de junio de 1854. Desde pequeño se sintió llamado por Dios al estado religioso, y habiendo oído un día en la parroquia de su pueblo predicar a un sacerdote mercedario, se sintió fuertemente atraído por la belleza del hábito blanco, hasta el punto de tener valor para acercársele y pedirle datos para poder ingresar en su Comunidad. A los diecisiete años cumplidos lo vemos revestido de la blanca librea de los hijos de la Merced, hacer su profesión religiosa, seguir los estudios eclesiásticos y ordenarse de sacerdote en las témporas de junio del año 1879. Séanos permitido aquí un recuerdo cariñoso que en más de una ocasión le oímos contar con voz enternecida: «Canté mi primera misa—nos decía — en la iglesia de la Merced de Rancagua; y fué mi padrino de altar mi tío carnal, el R. P. Fr. Francisco de Rojas, a la sazón Comendador de ese convento; y madrina mí tía la señora doña Rosario Rojas de Villalón. No los olvido nunca en mis oraciones». Cuatro años habían transcurrido apenas, cuando fué elegido para ejercer el cargo de Comendador del convento principal de Santiago; lo que equivale a decir que sus prelados lo consideraron apto para regentar la casa más importante de la Provincia, y no se equivocaron. El joven superior se dió cuenta desde un principio de la enorme responsabilidad que caía sobre sus hombros, y acudió ante todo a la oración. Horas enteras pasaba a las plantas del altar de la Santísima Virgen de la Merced, su Madre querida, y Ella, sin duda, le inspiró el pensamiento de fundar en sus templos la piadosa asociación de la Corte de Mercedes, que hoy está establecida y se mantiene floreciente en todas las iglesias mercedarias de Chile. Esta Asociación de la Corte se compone de señoras y señoritas que se comprometen a velar una o más horas en un día de la semana ante la imagen de la Santísima Virgen; y el P. Tapia se dió tal maña en la propagación de esta práctica, que logró hacer de la Corte de Mercedes establecida en la Merced de Santiago el año 1884, la primera en su género de la capital, y a ella se sentían honradas de pertenecer las señoras y señoritas de la más rancia nobleza de la sociedad. Con el fin de que la obra perdurara, redactó sus estatutos y compuso las oraciones que fueron bien pronto aprobadas por la autoridad eclesiástica. Otra de las obras a que el P. Tapia, como Superior, prestó lodo el confin- - 545 — gente de *su actividad, fué el Colegio nistros tan ilustres como el eminente de San Pedro Nolasco, nacido de la jurisconsulto don Cosme necesidad de los tiempos borrascosos padre del actual Arzobispo de Sanque por ent4 nces corrían, y fundado tiago; al Sr. Pbro. D. Nicanor Moyaen los primeno, el activo ros días de Tercero que marzo del año dotó a la Cor1886. poración del Si a otros bellísimo Cacorrespondi ó rro y andas la dirección doradas de la pedagógica y procesión de literaria en su Mercedes, y func i onamienpor último, al to , sobre el egregio maP. Tapia recagistrado, honyó la responra del foro chisabilidad de la leno, don Carpreparación los Risopamaterial del trón, que con edificio, distrisu venerable bución de sus fi gura parecía salas de clases realzar la nitiy en general de dez y belleza todo aquello del blanco esque constituye capulario que la completa orpendía de su ganización de cuello. un estableciPero la obra miento de edupor excelencación esco- El M. R. P. Manuel Tapia, apóstol incansable y bienhechor cia, en la cual lar, como las insigne del pueblo. el P. Tapia exigencias del desplegó tomomento lo requerían. dos los ardores de su celo, todo el emDurante su período de Comenda- peño de su perseverante voluntad, dor dió también gran impulso y des- fue la traída al país de las Religiosas arrollo a la Venerable Orden Tercera, mercedarias, que tanto bien derraman buscando entre sus miembros a los a manos llenas en los establecimiencaballeros más activos y distinguidos, tos de caridad que están a sus cuidapara confiarles el cargo de Ministro. dos. Le oímos decir en varias ocasioA su pericia se debió el que la Orden nes, que éste había sido el sueño más T ercera de Santiago contara con Mi- querido de su vida y para el cual ha- — 346 — bía encontrado más obstáculos. No es de extrañarse entonces que, desde que estas venerables religiosas pisaron el suelo de Chile, hayan encontrado en el R. P. Tapia un verdadero padre, un consejero, un amigo; más que todo eso, su verdadera providencia. En cada una de las Casas que la Beneficencia les ha confiado, se diría que está el corazón entero del P. Tapia, él vela por todo, y con solicitud verdaderamente paternal parece que se adelantara a sus necesidades. Otra de las obras predilectas nacida de la inagotable bondad del corazón del P. Tapia fue el Asilo de la Infancia que fundó en la ciudad de Curicó el 9 de junio de 1905, anexo al Hospicio de Ancianos, y que puso bajo la dirección de sus queridas Religiosas mercedarias. A este establecimiento dedicó los últimos diez años de su vida, con una actividad y abnegación tales, que le ha merecido el nombre de el Apóstol de Curicó. He aquí lo que me decía un caballero de la localidad en cierta ocasión solemne, cuando fuimos a la celebración de sus bodas de oro sacerdotales: «Es objeto de la admiración general ver cada día al P. Tapia, recorriendo a pie las calles de la ciudad en demanda de una limosna para sus pobres huerfanitos; y es tal la simpatía que logra despertar en todas las familias del pueblo, que no hay ninguna que se niegue a su solicitud, aunque sea de avanzadas ideas antirreligiosas, o de aquellas que se dicen librepensadoras. Nadie más popular entre nosotros que el R. P. Tapia; pobres y ricos, niños y ancianos ansían frecuentar su trato y se honran con su amistad». Testigos de la verdad de estas palabras fuimos en dos ocasiones solemnes; cuando asistimos a sus bodas de oro, en que hasta los choferes de los autos se prestaban gratuitamente para conducir a los pasajeros que asistíamos a esa solemnidad; y con ocasión de su muerte, cuando vimos a un pueblo entero rodear su cadáver y derramar lágrimas de ternura ante la sepultación de sus despojos. Hemos dicho que una de las características de la personalidad del Padre Tapia era su modestia; con todo, en su larga vida de religioso, quiso la Providencia que ocupara por largos arios el cargo de Superior en los diversos conventos que posee la provincia, dejando en cada uno de ellos marcada la huella de su paso, con hermosas e importantes obras que han dejado al descubierto las cualidades que fueron el distintivo de su vida: la profunda piedad de su corazón y su celo y entusiasmo por el bien y progreso de la Orden. En Valparaíso fue Comendador un tiempo y súbdito después, y en ambos estados trabajó activamente en la construcción de la iglesia que fue la mas hermosa de la ciudad, y que desgraciadamente destruyó casi por completo el horrible terremoto de la noche del 16 de agosto de 1906. En Talca fue en tres periodos Comendador y todavía se recuerda por la culta sociedad de esa noble ciudad, el entusiasmo que el P. Tapia gastaba en las festividades de la Novena y día solemne de Ntra. Sma. Madre de la Merced. En ese día se daban cita en el — 547 — convento todas las autoridades, representantes de todas las corporaciones civiles, militares y eclesiástiras, y todos, presididos por el P. Tapia, celebraban la fiesta patronal de la Merced como una fiesta íntima de familia. Queremos recordar aquí que la imagen de la Santísima Virgen que se venera en el camarín del altar mayor de la Merced de Talca, fue mandada esculpir en madera por el P. Tapia, aprovechando la estancia en Chile del célebre escultor catalán Sr. Coscolla, que tantas obras de arte legara a nuestras iglesias. En Quillota, Rancagua y Curicó, también ejerció en diversos períodos el cargo de Superior el P. Tapia, llevando a esos pueblos como a otros el celo por el esplendor del culto divino y el entusiasmo por el progreso de su Orden, de que ya hemos hablado. Corrían para la Provincia Mercedaria chilena días de amargura y de incertidumbre. Después de una prueba de más de tres arios a que le había sometido la Providencia, el edificio mercedario había quedado tambaleando; y la muerte del Rvdo. P. Bohorques, una de sus columnas más sólidas, que ejercía el cargo de Provincial en abril de 1913, abrió a sus pies la amenaza de una total y lamentable ruina. Dios quiso entonces salvarle, inspirando al Rvdmo. P. General el pensamiento de nombrar Provincial, directamente de Roma, al R. P. Tapia, modesto conventual entonces de nuestro convento de Talca. La Provincia entera respiró de alborozo, y bien pronto se dejó sentir en su organismo, una nueva savia de vitalidad y de energía. El primer acto del nuevo Provincial fue reunir en torno de sí a todos los Comendadores, para cambiar ideas respecto a las dificultades que habían surgido en el gobierno de la Provincia, y darles pronta solución. He aquí cómo se expresa respecto a este Congreso de Comendadores un notable escritor de la época: «Esta reunión ha tenido por objeto estudiar entre todos y apreciar con criterio uniforme las necesidades de nuestra Comunidad, en todos los aspectos en. que puede ser considerada; estimular la observancia religiosa y el celo por las obras buenas; atajar el mal en donde se le vea aparecer, y aplicarle oportunamente el remedio más eficaz; y por último, abrir nuevos campos de trabajo a la actividad mercedaria en nuestra sociedad, en donde hoy como nunca hacen falta los obreros de Dios». Una de las conclusiones prácticas a que arribó este Congreso, fue la de adquirir una imprenta que abriese campo más expedito y más amplio al desenvolvimiento de las obras de propaganda mercedaria. Pues bien, el P. Tapia, venciendo toda clase de dificultades, con los escasos recursos del erario provincial, adquirió para la Comunidad una magnífica imprenta, cuya completa instalación se terminó en uno de los departamentos de nuestro convento de Santiago. Aquí comenzaron a imprimirse las dos Revistas que por entonces tenía la Provincia: «Los Hijos de María», - 348 — fundada por el R P. Henríquez a principios del año 1904 y que tuvo épocas de gran prosperidad, y la «Abejita de Oro», redactada por los jóvenes estudiantes de nuestro Constado. Otra de las obras que la Providencia deparaba al celo del nuevo Provincial, fué la fundación de un nuevo convento en la provincia de Tacna, al cual vinieron a refugiarse los religiosos mercedarios que el Gobierno sectario de Bolivia había arrojado de su convento de La Paz. El P. Tapia, de acuerdo con el Gobierno de Chile y el .limo. Sr. Vicario Castrense, aceptó allí una residencia para los Padres, que después fué elevada a la categoría de Comisaría general, dependiente de Roma. El P. Tapia la visitó en el invierno del año 1914, cuando emprendió un viaje al Perú, para hacer una visita de cortesía a nuestros hermanos de la vecina República del Norte. Todo un período constitucional gobernó la Provincia mercedaria chilena el R. P. Tapia, al fin del cual se celebró Capítulo Provincial presidido por el Rvdmo. P. Vic. General Fr. Inocencio López Santamaría, y el P. Tapia resultó elegido Comisario general de nuestro convento de Tacna. En calidad de tal pudo asistir, tres años más tarde, al Capítulo General celebrado en Roma el 1. 0 de noviembre de 1919, y con tal motivo visitar nuestros conventos de España, conocer en Barcelona la cuna de la Orden y tratar de cerca a los religiosos más beneméritos que le daban lustre y esplendor. Entre ellos conoció al incansable investigador de nuestra historia, Reve- rendo P. Vázquez, el cual en correspondencia especial dirigida a la Revista mercedaria, se expresaba así de nuestro biografiado: «Conocí en Roma al que fué nuestro decano en el Capítulo, R. P. Tapia, el cual superó con mucho nuestras previsiones que acerca de su persona teníamos formadas, con su inteligencia despiertísima, su palabra ardiente y su trato en extremo simpático. Su chilenismo fervoroso es una prueba de cómo el patriotismo puede y debe ser todo amor, y no odio al extranjero, corno algunos pretenden». En realidad, que el amor al terruño fué otra de las características del P. Tapia, amor que le conquistó simpatías unánimes en todos los religiosos de la Orden que le conocieroa, y que oímos recordar tres años después a nuestro paso por Europa. Cansado ya de trabajar y lleno de méritos, parecía que ya el P. Tapia tenía derecho a un descanso bien merecido; pero no; todavía la Comunidad podía esperar nuevos y sazonados frutos de este árbol medio secular; y en efecto, a principios del ario 1921 recibe de Roma por segunda vez el nombramiento de Provincial por un nuevo período, y debió someterse a la voluntad de Dios, manifestada en la orden recibida de su Superior jerárquico. Este su nuevo gobierno se distinguió principalmente por la actividad que necesitó desplegar para obtener de la Santa Sede el título de Basílica para nuestra iglesia de Santiago, y los preparativos y solicitudes que hubo de hacer para conseguir la venida a Chile del Ernmo. Cardenal — 549 — Benlloch a la consagración y estreno de la Basílica. Al P. Tapia le tocó presidir, como Provincial, todos los festejos a que este acontecimiento único en los fastos de la historia eclesiástica de Chile dió lugar, y todos sabernos y recordamos con íntima satisfacción, que el Provincial de los mercedarios estuvo en esa ocasión a la altura de su puesto, y supo en todo momento mantener muy en alto la dignidad y prestigio de la Comunidad que presidía. Terminados los tres años de su gobierno, pidió y obtuvo del nuevo Provincial elegido en el Capítulo celebrado en 1924, se le permitiera retirarse a su querido convento de Curicó, para prepararse, como él decía, a bien morir, y ocupar los últimos años de su vida en el servicio de los niños huérfanos de su Asilo de San Ramón. Aquí, en efecto, transcurrieron plácidamente sus últimos años, ocupados totalmente en el desempeño de su ministerio sacerdotal, principalmente en la administración del sacramento de la penitencia. Llegó a ser el confesor obligado de todos los establecimientos públicos, y a faltarle el tiempo para servirlos a todos. El año 1929 todo el pueblo de Curicó celebró alborozado el fausto acontecimiento de las Bodas de oro sacerdotales de su Apóstol predilecto, el R. P. Tapia, quien todo confundido por su excesiva humildad, debió aceptar el homenaje de cariño, respeto y gratitud que toda la sociedad le tributaba. El Sr. Cura Párroco le cedió la iglesia, el Sr, Intendente le presentó sus congratulaciones a nombre de la Provincia y el pueblo todo le exteriorizó su regocijo, abriendo una colecta extraordinaria en beneficio de sus niños del Asilo. De intento hemos dejado para lo último hablar de las tribulaciones, penas y sufrimientos que en muchas ocasiones vimos padecer a nuestro querido P. Tapia. Sabido es que ,no hay mérito sólido y verdadero si no hay lucha y ésta no es coronada por la victoria. Pues bien, Dios probó en muchas ocasiones la virtud del P. Tapia, permitiendo que la bondad y l a . indulgencia con que sabía perdonar las debilidades humanas, fuera considerada como falta de carácter; la dulzura y amabilidad de su trato fuera tenida como argucia para conquistarse adhesiones a su persona. En más de una ocasión oímos que le eran negados sus méritos de fundador de tal o cual sociedad, o se le escatimaban los elogios merecidos por su constante actividad en beneficio de sus semejantes. Todo lo supo llevar el P. Tapia con paciencia y resignación, y jamás se oyó de sus labios una palabra de crítica o de queja para los que no comulgaban con sus ideas, o aparentaban no conocer sus méritos. Dios lo encontró al fin digno de ir a descansar al seno de su infinita misericordia, y tras und larga enfermedad que el P. Tapia supo sobrellevar con entera resignación cristiana, entregó su alma en manos de su Creador en la tarde del viernes 24 de junio de 1932, a la edad de 78 años cumplidos. Su fallecimiento fué considerado en Curicó como una desgracia públi- - 350 — y su dolor se exteriorizó en el homenaje que rindió a sus despojos, asistiendo en gran número a la sepultación de sus restos. La Comunidad mercedaria chilena está de duelo, y la Orden entera pierde en el R. P. Tapia a uno de sus miembros más ilustres y beneméritos. FR. DIEGO A. ROJAS Santiago, 10 de julio de 1932. ca, Nota.--En párrafo de Crónica aparte encontrarán los lectores de LA MERCED la relación de los funerales y el hermoso discurso pronunciado por el Sr. Cura Párroco de Curicó sobre la tumba del R. P. Tapia. Constantinopla al día Impresiones de un viaje (8 a 12 de junio) Por fin logramos atravesar el Maritza, que constituye la nueva frontera de Grecia con Turquía, en el Orient Express, el 8 de junio de madrugada. Nos apresuramos a declarar el dinero que llevábamos para evitar otro lance como el ocurrido en Grecia; los aduaneros tomaron buena nota de nuestra declaración, pero nadie se recordó ya de ella; más vale así. Aquel tren es verdaderamente internacional. Entramos en un coche del Estado Búlgaro, pero el departamento estaba ocupado por rumanos. El Padre Ameno entabló conversación con ellos, les habló de la Gran Rumania, y al poco tiempo entonaban a coro canciones t'imanas. ¡Mi compañero es un archivo internacional! Según iba amaneciendo podíamos apreciar la frondosidad del paisaje. La Tracia es hermosísima. La con- versaciön se complicaba por momentos; sonaban en nuestros oídos palabras francesas, italianas, alemanas, búlgaras, griegas y abundaba también el español. Un señor nos preguntó dónde pensábamos alojarnos; no lo sabíamos aún, pero iríamos a un hotel. ¡No hagan eso, que sería de mal efecto! Todos los sacerdotes van a casas religiosas, donde hay hospedería. El era católico y se había educado en los salesianos; allí estaríamos muy bien. Cerca de las once entrábamos en Constantinopla. La primera impresión es mala: atravesamos unos barrios miserables contiguos a la muralla, dentro de la cual se desliza el tren hasta llegar al muelle. Nuestros compañeros rumanos hiciéronnos ver en lo alto Santa Sofía y poco después el palacio del Sultán o Serrallo. Bajarnos del tren y en un taxi nos dirigimos a los Salesianos... pero al cabo de un rato aparecimos a las puertas de los PP. Dominicos, que tienen la parroquia de San Pedro en el barrio de Galata. El chaufeur ignoraba el Colegio de los Salesianos y creyó que sería igual. No tenemos que lamentar la equivocación: los PP. Dominicos se portaron con nosotros como hermanos cariñosos. Comenzamos hablando en francés, que abandonamos por el italiano, pues nuestros huéspedes lo eran. También aquí se lució el Padre Ameno, que parece romano de nacimiento, y amenizó los recreos con anécdotas del Trastévere. Después de comer y descansar un rato, salimos en busca de Santa So fía. Es el mayor anhelo de todo cristiano y aun de todo hombre culto que llega a Turquía ver la que fué durante mil años (hasta la terminación de San Pedro de Roma) la primera iglesia y aun el primer edificio del mundo, convertida desgraciadamente en mez- - 351 — quita desde 1453. Hasta nuestros reyes de la reconquista soñaban con Santa Sofía al construir sus modestísimas iglesias. Con un plano de la ciudad en la mano tardamos poco en hallarnos dentro de la basílica, y las cruces que todavía se conservan en las puertas de bronce, nos cercioraron de que no nos habíamos confundido. Nos calzamos las indispensables babuchas, pues todo musulmán se descalza al entrar en la mezquita y los infieles deben al menos cubrir sus zapatos. Es verdad que las mezquitas están alfombradas, a veces con gran lujo. El vestíbulo es comparable al de San Pedro. ¡Buena noticia! una brigada de obreros italianos especializados subidos en un andamio de hierro proceden a la limpieza de los riquísimos mosaicos, embadurnados malamente por los mahometanos. Las imágenes del Salvador y de su Madre, de los apóstoles y mártires, y las escenas bíblicas resplandecerán de nuevo a los ojos de los visitantes como en los días de Justiniano. Los musulmanes como los judíos aborrecen la figura humana, pero Kemal Pachá tiene estatuas en casi todas las ciudades, y aunque no faltan protestas contra el ídolo quedan ahogadas por el miedo. Menos aspavientos producirá la imagen de Cristo. Serían como las tres de la tarde y había bastante gente en oración. Los cantores ejecutaban una salmodia oriental, de las que tanto nos chocan a los europeos, desde una tribuna elevada. Muchos hombres, varios de ellos militares, oraban rostro por tie- rra. En cambio, un grupo de mujeres charlaban escandalosamente a la izquierda. Con mucho cuidado de no levantar los pies para no perder las babuchas, fuimos recorriendo las inmensas naves, no cansándonos de admirar el sistema de cúpulas que parecen no tener sostén. Enormes discos verdes con sentencias del Corán penden de Interior de Santa Sofía. las pilastras, pero yo trataba de descubrir a través de la pintura la enorme imagen del Salvador que llena la cúpula central. No lo conseguí, pero advertí en el mosaico algunos desconchados que deben ser considerables, pues se encuentran a 62 metros de altura. Sólo quedan al descubierto las alas de los enormes querubines que decoraban las pechinas de la cúpula central, aunque sus caras están cubiertas también. Los turcos estuvieron con nosotros amables y por una modesta propina nos enseñaron los códices iluminados que posee la mezquita. Después de recorrer en todos sentidos el templo que Justiniano levantó de 532 a 548 a Santa Sofía (la Sabiduría Increada, Nuestro Señor Jesucristo), nos dirigi- •— 352 — mos al vestíbulo y dejamos las babuchas en su lugar. Yo juré no volverlas a poner, pues el temor de perderlas me había traído inquieto. —Voy a soñar con ellas—dije al P. Ameno. En adelante me descalzaré donde sea preciso. Así lo hice en la mezquita del sultán Ahmet, edificada en 1611, a corta distancia, en la misma plaza del Atmeidán, antiguo Hipódromo. Los seis minaretes que adornan sus angu los son elegantísimos, pero dentro vemos una segunda edición de Santa Sofía. Desde que vieron el gran templo cristiano los musulmanes no supieron hacer otra cosa más que copiarlo, en grande, en mediano o en pequeño. El plano es siempre el mismo. Al salir se acercó a nosotros un vendedor de postales. Nos saludó en italiano, pero luego adivinó que éramos españoles y se apresuró a declarar que él lo era también. Nos dijo que su negocio iba muy mal, pues no hay turistas y no queda más remedio que emigrar El era casado, con tres hijos, y pensaba venirse a España en octubre; otros judíos lo habían hecho ya y enviaban buenas impresiones. Le compramos algunas postales y nos enseñó lo que había en la plaza. Vimos el obelisco de Teodosio, la columna serpentina (probablemente el trípode de Delfos) y demás. Nos invitó a ir con él hacia la puerta de Andrinópolis, al extremo opuesto de la ciudad. Comprendimos que allí tenía su casa y así le pagaríamos el tranvía. Lo más interesante en aquel barrio es la mezquita Kakhrié, antiguo monasterio de Chora, con preciosos mosaicos, ya descubiertos. Examinamos después la puerta, contra la que se dirigieron los más feroces asaltos de Mahomet 11 en 1453. La muralla está formada por bandas alternativamente blancas y rojas y pocas ha brá tan bellas. Ahora se cae a pedazos y no falta quien desee aprovecharlos para hacer casas. Desde lo alto del muro vimos el gran cementerio musulmán en las afueras, que es como todos los que luego habíamos de ver, la imagen de la desolación y de la incuria. No tiene cerca y unos pequeños cipos con un turbante encima, constituyen su único. adorno. La maleza domina por todas partes y si los animales no frecuentan más aquellos parajes, es porque no, les ofrecen atractivo. Istambul o Constantinopla antigua, no está edificada sobre siete colinas como Roma, sino prosaicamente sobre una albarda, cuyas vertientes van al mar de Mármara y al Cuerno de Oro, que es su puerto, magnífico, pues se introduce en tierra 11 kilómetros, con un ancho medio de uno. Dos puentes de hierro sobre barcas de lo mismo lo cruzan, uniendo Estambul con los barrios de Galata y Pera y dividiendo así el Cuerno de Oro en tres partes: el puerto exterior, el interior (entre los dos puentes) y el militar en el fondo. La maniobra de retirar la parte central de los puentes para dar paso a los barcos de guerra, debe ser bastante complicada. En el puente de Galata, o sea el exterior, hay dos líneas de tranvías. Al día siguiente de nuestra llegada nos dirigimos por el puente viejo (interior) a la mezquita de Solimán el Magnífico, situada enfrente de nuestra casa, pero nos costó llegar a ella más de lo calculado. Callejas estrechas y mal olientes, formadas en gran parte por casas de madera desvencijada, nos entretuvieron cerca de una hora. Puede darse por bien empleada, sin, embargo: la mezquita Suleimaniéh es la más bella de la ciudad después, de Santa Sofía, donde el sultán rival de Carlos V derrochó su magnificencia. Las preciosas columnas de granito rojo que la adornan proceden de la basílica de Santa Eufemia, en Cal- — 555 — cedonia, situada al lado opuesto del internarse en esos barrios la decepBósforo. ción es grande. El interior de ésta como el de otras Por la tarde vimos el Serrallo, antimezquitas, está lleno de aros de hie- guo palacio del Sultán y ahora museo. rro, de los que penden innumerables Lo mejor que tenía era la situación vasos de aceite, pero corno éste va sobre el Bósforo, pues sus pabellones caro ahora están limpios y algunas son poco majestuosos y los del habombillas esparcidas aquí y allá sus- rem sencillamente miserables. Cada tituyen a las antiguas lámparas. mujer tenía su cocina y otras depenEnfrente de la mezquita está el anti dencias donde apenas entraba la luz guo bazar o del sol. Un esmercado turcalofrío recoco, formado i rrió nuestras por cuchitrivenas al reles, donde se cordar los draamontonan los mas sangriencomerciantes tos que allí se y las más abidesarrollaron. garradas merEn el museo cancías, como hay objetos de es de uso en gran valor matodas las ciuteria!, aunque dades mahono de mucha metanas. Un arte. Al ver los poco a la iztrajes de los quierda vimos sultanes, desExterior de Santa Sofía. un gran edifide Mahomet II, cio de estilo greco-romano. Un joven nos recreaba el pensamiento de que nos explicó que estábamos en la Uni- eso y poco más quedaba de aquellos versidad de Estambul. El edificio no hombres qüe un día fueron el terror es malo, pero su vida interior deja de la cristiandad. bastante que desear, según los misMás abajo tuvimos interés en ver /a mos turcos, ansiosos de mejoramien- Sublime Puerta que daba entrada al to serio. palacio del Visir, hoy Gobierno civil. Volviendo hacia Santa Sofía por el Lo de sublime es una exageración camino que habíamos recorrido la manifiesta, pues resulta de lo más víspera, vimos la plaza de Bayazid ramplón. Hay que decir que los sulta • ante el antiguo Ministerio de la Guenes tenían en las orillas del Bósforra, y en ella una gran torre, donde el ro palacios mejores, levantados por vigía, teléfono en mano, advierte a los arquitectos cristianos generalmente. bomberos los incendios que surgen a En los jardines del Serrallo está cada hora. Con la mitad de las casas también el museo arqueológico, don hechas de madera, no cabía esperar de hay joyas inestimables, pues los otra cosa. musulmanes arruinaron las ciudades Constantinopla, como todas las más hermosas del mundo griego, y ciudades de Oriente, debe mirarse de de entre los escombros surgen tesolejos. Las matas de verdura que es- ros maravillosos. Los sepulcros de maltan sus barrios, les dan un aspeclos reyes de Sidón, contemporáneos to más agradable que el de las ciuda- de Alejandro Magno, no tienen semedes apiñadas de Occidente, pero al jante en ninguna parte, y de Jerusalén — 554 — vinieron igualmente piedras interesantísimas como la inscripción del túnel de Ezequías y la que prohibía a los gentiles la entrada en el templo. Vimos también las iglesias católicas modernas, entre ellas la de los menores conventuales, dedicada a San Antonio, terminada ahora para las fiestas centenarias, con ayuda de los mahometanos que llenan sus hermosas naves góticas y creen más en San Antonio que en Mahoma. ¡Quiera el Señor abrirles por ahí las puertas del bautismo! Por ahora continúan cerradas, pues aunque se proclamó la libertad de cultos, el bautismo de dos jóvenes musulmanes levantó una polvareda horrible en la prensa, que obligó a los conversos a ocultarse, lo mismo que a sus maestros en la fe. Sin embargo los turcos tienen afan por aparecer civilizados y extreman el respeto con los extranjeros, con tal que no hagan prosélitos. Flan abandonado el turbante y demás prendas tradicionales y visten completamente a la europea. Para ver los trajes antiguos hay que ir al museo de Artillería, situado en la antigua iglesia de Santa Irene cerca del Serrallo. Ante aquellas figuras repugnantes evocaba yo las escenas que pintan nuestros redentores. A un lado de ese museo se desciende al depósito de aguas del tiempo de Justiniano, que forma una gran basílica de muchas naves y presta aún servicio. Después de visitar al Sr. Nuncio y de recorrer la ciudad en todos los sentidos, después de correr varias leguas en tranvía a lo largo del Bósforo y de regresar en uno de los barcos que hacen el servicio cada cuarto de hora, seguimos por el Cuerno de Oro hasta el fondo, fijándonos en el punto adonde Mahornet II llevó por tierra sus naves que decidieron la pérdida de la ciudad. Adquirimos luego núestros billetes para cruzar el ESTUDIOS GALLEGOS Asia Menor y nos retiramos a descansar, ¡que harto lo necesitábamos!, el sábado 11, a fin de tomar el tren al día siguiente. F12. GUILLERMO VÁZQUEZ e ROMANC 8. Ei Maestre de Santiago (Versión de Santiago de Compostela). Al Santísimo Sacramento del Altar ROMANCE Tierno manjar, pan divino, con el calor de amor hecho, que sólo el saber de Dios pudiera acertar a haceros. Comida de mis entrañas, ramillete de misterios, piña de apiñadas gracias, don de mil dones secretos. Abril de flores del alma, mayo de frutos eternos, ¿qué tengo, si os como y amo? ¿qué amo si os como y tengo? ¿Quién sois, soberano enigma? Dios, pan, manjar, sacramento, convite, cielo, galán, nieve, dulzura, amor, fuego. ¿Quién os acertará el nombre? Si pondera los efectos sabeis a lo que no sois, y sois lo que no sabernos. Si corno lo que no alcanzo, si abrazo lo que no puedo, ¿qué tergo si os como y amo? ¿qué amo, si os corno y tengo? Si os como, ¿qué manjar busco? Si os amo, ¿qué amor deseo? Si os tengo, ¿qué bien me falta ni en la tierra ni en los cielos? Dios, pan, regalo, Señor, que está el corazón deshecho, al deshacerse y gastarse ese manjar y sustento. Mi solo bien, que me abraso, mi dulce pan, que me muero. ¿Que tengo, si os como y amo? ¿Qué amo si os como y tengo? FR. ALONSO REMÓN (1) (1 ) En <=Entretenimientos y juegos honestos Ario 1623, en Madrid. Hoy es día de los Reyes, primera fiesta del ario, y das las damas nobles al Rey piden su aguinaldo, sólo tú, Doña María, ¿quedarás sin pedir algo? —Porque el aguinaldo mío acaso no podais dármelo. --Pedid, pues, Doña María, pedidme vuestro aguinaldo, pues por muy rico que fuere os lo concedo en el acto. —Pues os pido la cabeza del Maestre de Santiago. ...Mandan cartas y billetes al Maestre de Santiago, para que venga a las fiestas que en Sevilla se han armado, que venga con poca gente, porque sea menos gasto. Llega el Maestre a Sevilla, sin sospechar de su hermano, con sus seiscientos de a pie y seiscientos de a caballo. al entrar por Sevilla dijo Don Pedro muy alto: Alerta, alerta, los míos, Hacer lo que está mandado. Se echaron sobre el Maestre al suelo le han derribado, llevando a Doña María la cabeza del Prelado corno aguinaldo de Pascuas por ella tan codiciado. Alegre Doña María, gozóse de aquel regalo, cogióla por los cabellos, por sus cabellos dorados, y arrancándole las barbas arrojólas a puñados, diciéndole: —Buen Maestre, ya tú ves si vale algo aquella que tú tuviste por manceba de tu hermano. Y satisfecha arrojóla sobre las losas del patio, donde le lamen los perros, compasivos aullando. ES Y Don Pedro que lo observa exclamó, medio turbado: —Si así le tratan los perros, • ¿qué debiera hacer su hermano? El día 29 de mayo de 1368, moría en Sevilla, asesinado por orden del Rey castellano Don Pedro I, el Infante Don Fadrique, Maestre de Santiago. La causa de esta muerte fue la sospecha de traición que sobre él había recaído, y una viela tradición señala el Sal( n de Embajadores del Alcázar como lugar de la ejecución. Esto es lo ciertamente averiguado (1). Los juglares relacionan los hechos guerreros con los amores del Rey y Doña María de Padilla, que tanta influencia tuvo en los destinos de Castilla, y hacen de la cabeza del Infante aguinaldo de una hembra rencorosa. La venganza de esta nueva Herodías era reflejo del ambiente que en las Cortes peninsulares se respiraba, pues las oposiciones se pagaban con la vida. Compárese este romance con el número 65 de la Primavera, y se notará la abundancia detallista dé aquél; en cambio, este conserva, en su precisión, toda la baja intriga de la tragedia. Menéndez Pidal copia el comienzo de una versión judío-española hallada en Tánger (2), «Yo estando en Guadalupe, en silla de oro sentado...» que desplaza notablemente la historia y lugar de los sucesos. Debe ser poco extendido este romance por Galicia, pues ni en el Cuestionario se le enumera, ni conozco otra versión que la presente, recogida en los alrededores de Santiago de Compostela. FR GUIM,%Ep.'101:PLACER Poyo, 22 VIII 1932. (1) Para más detalles véase la «Historia de España». de 13311esteros, t. II/, págs. 58-73. Cita abunte bibliografía. (2) «El Romancero», pág. 129. 4: NOVEDAD En la pared de mi convento se abrió una puerta. Esto de por sí tiene importancia, pero ya significa algo más el que se haya perforado una densidad de piedra de casi dos metros, y que esa puerta ponga en comunicación el claustro con la huerta. Yo no sé si las macizas paredes habrán sentido el temblor de novedad que abrió sus carnes; y hasta temo el pensar si tal dolor tendría su expresión en el silbido que anteanoche cruzaba las hojas de roble. En la pared de mi convento se abrió una puerta. El viejo monasterio tiene otra salida al mundo, y abraza dos naturalezas en su portalón: la que viene de afuera, llena del ocre olor del mar, olorosa a tomillo del monte, y la que sale de nuestro jardín claustral, llena de los rumores de la fuente, cuyos cuatro caños riman la gracia de una cantiga popular, en sus cuatro chorros que son versos de agua. Ante la puerta se tendió un camino, nuevo también, limpio y arenado, que termina en una plazoleta; mas aún, en esta plazuela rotonda se levantó un crucero, un típico crucero de mi tierra. A los lados de/camino se instalaron varias mesas y asientos, para solaz de estudiantes y alivio de cansados. El otro día, después de una jornada canicular y cuando aún el sol doraba las cumbres fronteras, se gozaba te: aquí, al pie del Cristo, un fresco agradable de sombra benedictina, y vía un fraile anciano, blanco de pelo, trasponer la puerta y venir en busca del regalado ambiente. Pero todas estas consideraciones, si bien se mira, nada tienen de extraño. Lo importante es que, en la pared de mi convento, se abrió una puerta. El viejo monasterio está de gala. La tradición encerrada en sus muros, salió de paseo por una puerta nueva y por un camino nuevo, que huelen a recién hechos. Es el abrazo de dos épocas, que preside Cristo desde lo alto de la Cruz. Es esto tan hermoso como oir una vieja página de cualquier Santo Padre, dicha por un teólogo de nuestros días. Lös frailes Mercedarios, mis hermanos, tienen en esa puerta abierta un símbolo; no haya temor de que esa comunicación más íntima de un mundo con otro, pueda alterar valores; pues ni la casona abacial al asomarse al mundo perderá nada de sus esencias místicas, ni el mundo exterior, al husmear la paz del claustro, dejará en él miasmas corruptores, ni sonoridades de pecado. Una lente de precisión, cuanto mayor sea su diámetro mejor recoge y precisa las imágenes de las cosas; así una puerta, cuanto más ancha sea y más abierto sea su arco, ofrece mejor salida al viajero, quien, como aquí, luego se encuentra con un camino nuevo y arenado, y en medio — 557 — del camino al eterno caminante Jesús, que bendice todas las tradiciones y todas las novedades florecidas al calor de su inspiración. Cuando en las crónicas de la casa se vuelva una hoja y la vista pare su atención y lea: En tal ocasión y tal fecha, en la pared del convento se abrió una puerta, el historiador o simple curioso que esto leyere formará de aquellos frailes (de nosotros), un concepto que me callo, aunque lo siento, y sólo lo dejo adivinar. ¿No se abre cada día una puerta al tiempo de nuestra existencia? ¿Qué extraño es, pues, que el viejo monasterio abra de nuevo sus entrañas con otro portalón para que por él surjan vigorosos los entusiasmos intelectuales y misioneros de los hijos que dentro de él se crían? ¿No los enrula acaso la mirada amorosa del Cristo, desde el capitel de piedra? Dichoso, pues, bienaventurado el día en el que, en la pared de mi convento, se abrió una puerta. SERGIO M. DUN Poyo, 15-V111-1952. RADIOGPAMA Cuando se traslada, temporal o perpetuamente, el oficio y misa de una festividad que tenga aneja indulgencia o indulgencias, ¿se trasladan también las indulgencias? Si la traslación es temporal, se decir, que no ocurre todos los años, la indulgencia o indulgencias se ganan en el día ordinario de la festivi- dad. Tal sucedió este año con la fiesta de la Anunciación de Nuestra Señora que, por caer en Viernes Santo, se trasladó al 4 de abril, primer día hábil para su celebración, después de las fiestas de Pascua; pero la indulgencia plenaria por visita de iglesia se ganó el mismo Viernes Santo y el mismo día se dió o pudo darse la absolución general. Lo mismo sucede con la absolución general aneja a la fiesta de la Beata Mariana de Jesús, que se da o debe darse siempre el 17 de abril, aunque sea Viernes o Sábado Santo, aunque no se rece de la Beata, ni siquiera se la conmemora por la solemnidad litúrgica grandísima de los tres últimos días de la Semana Santa y tres primeros de la Pascua. Si la traslación es perpetua, por estar impedida siempre la festividad por otra de mayor categoría, la indulgencia o indulgencias se trasladan al día a que se traslada la fiesta. Así en Madrid y en toda su diócesis se gana la indulgencia plenaria y se da la absolución, propias de la fiesta de San Ramón, el día 1. 0 de septiembre en que se reza de este Santo, y lo mismo sucede en Cataluña con las indulgencias de San Pedro Armengol que se ganan el 11 de mayo, en el cual día se reza su oficio y se dice su misa, impedidos el 27 de abril por la fiesta de Nuestra Señora de Monserrat que es de rito más alto (can. 922). Una maestra nacional: ¿Estoy obligada a no enseñar el catecismo, como lo prescribe la nueva ley laica del Estado? No puede haber obligación a no enseñar, porque no enseñar es nada; lo que no hay es obligación de enseñar; pero no se contenta con eso la ley, sino que prohibe enseñar lo que más hay que enseñar, que es la religión. — 359 — — 358 -Si fuese inherente al oficio de maestro el enseñar el catecismo por derecho natural o divino, habría obligación de enseñarlo, a pesar de todos los pesares. Tal es la obligación de la Iglesia y de sus ministros, enseñar hasta con exposición y pérdida de la misma vida. Y esta obligación puede tener a veces un particular, cuando por las circunstancias viene a ser este el único medio de salvar el alma del prójimo. No está obligado usted a enseñar religión en la escuela; pero no puede por nada de este mundo, enseñar nada contra la religión o que incluya •su menosprecio. Esto nunca, porque es esencialmente malo. Muchas ocasiones y cada día se le ofrecerán de hablar a sus niñas de la Religión, sin que lo haga de propósito. En la Geografía el hablar del orden admirable del universo, de la sapientísima sucesión de los días y de las noches y de las estaciones, del origen de las plantas, de los animales y del hombre; de las muchas religiones que hay en el mundo, nacidas de la necesidad íntima que el hombre tiene de relacionarse con Dios; de las festividades que dan nombre a diversos días del año, tiene en todo esto, no digo ocasión, sino necesidad verdadera de hablar de la Religión. Y si se mete por los campos de la historia y del arte no se puede dar un paso en la explicación de los hechos y en la exposición de los asuntos artísticos sin tocar y aun entrar a fondo en los lemas religiosos. Un católico que quiere portarse corno tal: ¿, Se puede asistir sin ofensa de Dios a los entierros civiles? No, si los entierros civiles son voluntarios, o por voluntad del muerto o de la familia, porque es cooperar a una cosa mal hecha y dar escándalo y ánimo a que otros hagan lo mismo. Sólo una muy estrecha amistad o parentesco puede excusar, porque por las circunstancias más que voluntaria se ve que es forzada la asistencia. Y menos se debe asistir cuando los tales entierros se convierten en manifestaciones antirreligiosas, como sucede a veces. A los entierros civiles forzosos, impuestos por el abuso de la autoridad, o porque la Iglesia niega la sepultura eclesiástica, como lo hace a los suicidas y a los que viven mal y mueren sin reparar el escándalo, o porque el muerto no es bautizado, o porque de buena fe murió en la religión en que nació, con tal que el acto sea puramente civil, o de cortesía humana, y no se convierta en irreligioso o antirreligioso, puede asistirse siempre que medie relación de amistad y parentesco. LIJ ÁN •EirMIMIECIMMIR.7•n V\ NO TICIA5 MADRID Regresó el 25 de agosto, después de larga ausencia en los conventos del Norte, el M. R. P. Provincial Fr. Alberto Barros. —El 28 de agosto, cuarto domingo de mes, tuvo reunión para ultimar los preparativos de la Novena solemne de Nuestra Santísima Madre la Junta de la V. O. T., que tiene hermosos proyectos de propaganda mercedaria e intensificación de la vida cristiana. —El 1. 0 de septiembre, entregado a las 0,/7 autoridades civiles el Reformatorio de menores, llegó a Madrid su Superior el reverendo padre Fernando Vázquez. SARRIA Huésped ilustre.—El día 9 de Egosto, acompañado de nuestro P. Provincial, lle- gó a este convento, procedente de Poyo, el ilustre terciario de la Merced e insigne amigo nuestro, R. Michel Even. Con nosotros pasó unos gratísimos días, en los que pudimos alcanzar perfectamente su grande amor a Nuestra Santísima Madre de la Merced y a su Orden. Toma de hábito. —El día 10, aniversa rio de nuestra fundación, recibieron el santo hábito de manos del M. R. P. Provincial, Fr. Alberto Barros, los postulantes siguientes: Don José Rodríguez. Don Elías Gómez Domínguez. Don Manuel Sánchez Estévez. Don León Tajuelo Gallego. Don Samuel Calvo Reguilón. Don José Casanova Rodríguez. Don Pedro Vázquez Salgueiro. Todos ellos estudiantes, que habían terminado ya el cuarto curso de Humanidades. El día de San Ramón lo tomó también el estudiante de quinto año don Luis Azpitarte Alavegogeascoechea. Velada literario . musical.—Los postulantes y novicios de este convento obsequiaron con, una sencilla velada al R. M. Even. En ella desarrollaron el siguiente programa: 1. 0 « Presentation», por el maestro de postulantes (en francés). 2.° La Orden de la Merced en Francia», por Fr. Andrés Villamayor. 3.° « Duo Seraphin , , a cuatro voces, de Victoria. 4.° « Patria de San Pedro Nolasco» (poesía), por don Constantino Renedo. 5. 0 «Origen francés de la Orden mercedaria», por don José Delgado. 6.° «Aires asturianos». 7. 0 «Canto a Francia» (poesía), por clon Dionisio González. 8.° «Sainte Natalie de Toulouse, (en francés), por don Elías Gómez. 9° «Virtute magna», a cuatro voces, Por J. Croce. 10. « Fr. Pedro del Camino » , por Fray Samuel Calvo. 11. «Aires populares gallegos». 12. «Fr. Justino de París » , por Fr. León Tajuelo. 13. «Una página mercedaria», por don Francisco Gil-Ortega. 14. «Himno de Nuestra Santísima Madre » , por L. Millet. Al final, el homenajeado dirigió una cálida y hermosa alocución a lodos los jóvenes, que arrancó de todos los asistentes al acto una clamorosa ovación. De viaje.—Procedente de Madrid viene por motivos de salud a pasar una temporada entre nosotros el director de la Editorial Mercedaria P. José Cereijo. Siete Sábados.—Con una concurrencia de fieles muy superior a la de otros años, se están celebrando en esta iglesia los Siete Sábados en honor de Nuestra Santísima Madre. PUERTO RICO Confirmaciones.—En nuestra iglesia de Ponce, en la Central Mercedita y en Arús, lugares de nuestra parroquia, confirmó el Excmo. Sr. Obispo D. Luis J. Villinger en los días 14 y 15 de mayo. Fueron muchos los que recibieron los Sacramentos de la confirmación y bautismo. Hubo varias Misiones de preparación. El P. Fernández recibió muchos elogios por el florecimiento de vida cristiana que se nota en la parroquia. En honor de Nuestra Madre.— La Virgen de la Merced es la titular de la parroquia; pero el barrio de Bélgica, uno de los más numerosos de la ciudad de Ponce, quiso proclamarla Patrona del mismo. Se celebraron diversos festejos populares, terminando con una función religiosa, en la que predicó el P. Martín López, y un representante del barrio leyó el acto de consagración y proclamación. Las listas colocadas a la puerta de la iglesia se llenaron de firmas. - 560 Jueves Eucarísticos.—Siguen su marchi arrolladora. De la diócesis de Ponce faltan muy pocas parroquias. Tras ella viene la de San Juan. Los señores Obispos no se cansan de bendecir y alabar obra tan providencial. Dios la bendice de un modo visible. En algunos Centros son más de cien personas las que hacen confesiones de veinta o treinta años para poder pertenecer a los Jueves. Primeras Comuniones. - Fueron muy numerosas aquí en Ponce y en sus capillas de los campos. También las hubo en Juana Díaz y en Lajas, en donde siguen trabajando con entusiasmo los PP. Juan y Fidel González.—Corresponsal. Misión en Yuncos. - Puede calificarse de Misión cumbre la dada en este pueblo por los PP. Martín y Elis_eo; hubo 251 bautizos, 61 matrimonios y el establecimiento de los Jueves Eucarísticos. e.111.11111 Necro logía El conocido industrial y comerciante de esta villa don Manuel Díaz López, falleció después de una penosa enfermedad en Vigo, donde residía desde hace varios años. Fue toda su vida muy buen cristiano y trabajador; era terciario de la Merced desde hace muchos años. Su cadáver fué trasladado al cementerio de esta villa al panteón ele su familia. —En Herencia, el 28 de julio, falleció cristianamente la señorita Rafaela Avengoza después de larga y penosa enfermedad. Por su piedad y por los múltiples vínculos de amistad que ella, con toda su familia, tienen con los PP. Mercedarios, consideramos la pérdida como familiar. A sus hermanos nuestro pésame. R. I. P. BIBLIOGPAFIA PER I DEVOT! DI MARIA SS. DELLA MERCEDE, Orvieto. Tip. E. Marsili. 1931. Con verdadero placer hemos recorrido las 250 páginas de este nuevo devocionario escrito en lengua italiana para uso de los devotos de Nuestra Santísima Madre de la Merced. Con verdadero tino y acierto están escogidas las devociones que en él se insertan. Las preces del cristiano para recitar por la mañana y por la noche están tomadas en su mayor parte del Breviario Pero lo que nos agradó más ha sido la parte dedicada a devociones mercedarias; luego de una breve historieta de la Orden mercedaria inserta escogidas oraciOnes y breves instrucciones sobre las principales prácticas de piedad Mercedaria: novena a Nuestra Madre, siete Sábados, Misa de Nuestra Madre, el sábado Mercedario, etcétera, y un sumario muy claro y ordenado de las indulgencias que pueden ganar nuestros terciarios y cofrades. Adornan el librito tres re p roducciones: una del famosísimo Cristo de Nemi, otra de la imagen que de Nuestra Madre se venera en la Iglesia de Santo Domingo de Orvieto y la tercera la vera efigie de nuestro Santo Padre. Nuestros plácemes más sinceros al Padre Eugenio Marianecci, dignísimo ProvincraTKItalia, autor de este libro, por su acertada redacción y también por la linda y al mismo tiempo económica presentación del mismo. Hacemos votos por que este librito le sea, según su intento, un poderoso auxiliar para continuar infundiendo en los fieles de aquella tierra el espíritu y devoción mercedaria.—E. S. CON LAS DEBIDAS LICENCIAS Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, teléfono 211.