BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 Vol. 18, Nº 3 Nutrición y VIH .........página 19 Una publicación de la Fundación contra el SIDA de San Francisco www.sfaf.org/betaespanol Redactor invitado Michael Sledge Editora de la publicación Liz Highleyman CONTENIDO PRIMAVERA DE 2006 Traducción Clara Maltrás Corrección de estilo Spanish Concepts Jefe de diseño y producción Paula Fener artículo principal Nutrición y VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19 LIZ HIGHLEYMAN Consejo asesor científico Dr. George Beatty Dra. Lisa Capaldini Dr. Eric Goosby Dra. en Farmacia Cristina Gruta Dr. Gregory Pauxtis Joanna Rinaldi Dr. John Stansell Paul Wisotzky secciones NOTAS BREVES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .3 LIZ HIGHLEYMAN BETA en español es una publicación semestral de la Fundación contra el SIDA de San Francisco (en inglés, San Francisco AIDS Foundation). Las ediciones de Invierno y Verano de BETA se publican en inglés y se traducen para BETA en español en los números de Primavera y Otoño. La financiación procede de donaciones realizadas por particulares y corporaciones. Las suscripciones a BETA y BETA en español son gratuitas, y los suscriptores pueden solicitar varias copias si lo desean. Se permite reproducir los artículos para su distribución gratuita siempre que se reconozca la autoría de BETA y sus colaboradores; para otros fines, comuníquese con la redacción. Se pueden citar breves pasajes en artículos de reseña. Todos los modelos fotográficos aparecen con fines ilustrativos únicamente, a no ser que se indique de otro modo. No se puede presuponer su seroestado VIH por su inclusión en esta publicación. FARMACOVIGILANCIA Reconsiderando la monoterapia: ¿Herejía u ortodoxia revisada? . . . . . .15 BOB HUFF LA MUJER Y EL VIH Envejecer con el VIH . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .36 DRA. SHARON LEE BOLETÍN DE NOTICIAS Medicare Part D . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .18 TABLA DE LA TARGA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39 Copyright © 2006 San Francisco AIDS Foundation. Reservados todos los derechos. Biblioteca del Congreso ISSN 1058708X. Dirección editorial: PO Box 426182 San Francisco, CA 94142-6182 Teléfono: 415-487-8060 E-mail: beta@sfaf.org Web: www.sfaf.org/betaespanol aviso Las declaraciones y opiniones vertidas en BETA en español se publican únicamente con fines educativos y no implican recomendación ni patrocinio por parte de BETA en español ni de la Fundación contra el SIDA de San Francisco. Consulte siempre con un médico antes de iniciar o cambiar un tratamiento. NOTAS BREVES Liz Highleyman N O T I C I A S P R E S E N TA D A S E N L A S C O N F E R E N C I A S En el verano y otoño de 2005 se celebraron varias conferencias en todo el mundo que ofrecieron novedades sobre el VIH. En esta sección abordamos también otras noticias sobre el VIH que se han producido durante ese período. En los últimos meses, varias conferencias médicas han presentado ponencias sobre el VIH/SIDA. A continuación ofrecemos los aspectos más destacados de dichas conferencias, organizados por temas. Debido a la gran cantidad de información presentada en esas reuniones, este resumen de noticias es necesariamente incompleto; para consultar los informes en detalle, visite los sitios Web que indicamos más abajo. EN INTERNET CONFERENCIA INTERNACIONAL SOBRE EL SIDA (IAS): www.ias-2005.org SOCIEDAD CLÍNICA EUROPEA CONTRA EL SIDA (EACS): www.eacs-conference2005.com CONFERENCIA INTERCIENTÍFICA SOBRE MEDICAMENTOS ANTIMICROBIANOS Y QUIMIOTERAPIA (ICAAC): www/icaac.org/45ICAAC ASOCIACIÓN ESTADOUNIDENSE PARA EL ESTUDIO DE LAS ENFERMEDADES HEPÁTICAS (AASLD): www.aasld.org INFORMACIÓN SOBRE DISTINTAS CONFERENCIAS www.aidsmap.org www.hivandhepatitis.com www.natap.org www.thebody.com PRECAUCIÓN CON AMEVIVE Las personas con el VIH deben evitar el alefacept (Amevive), un fármaco para la psoriasis, ya que puede reducir la concentración de linfocitos CD4, según alertaron recientemente la FDA y el fabricante del medicamento Biogen Idec. El pasado mes de octubre, Biogen envió a los médicos una carta para notificarles este efecto, advirtiéndoles de que el fármaco “puede acelerar la progresión de la enfermedad o aumentar las complicaciones de la misma” entre las personas con el VIH/SIDA. ACTUALIZACIÓN DE LAS PAUTAS TERAPÉUTICAS SOBRE EL VIH APROBADA LA NUEVA FORMULACIÓN DE KALETRA El pasado 28 de octubre, la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó una nueva formulación de Kaletra (el comprimido con lopinavir/ritonavir) que permite a los pacientes tomar cuatro pastillas al día en lugar de seis. Cada nuevo comprimido recubierto, llamado “Meltrex”, contiene 200 mg de lopinavir y 50 mg de ritonavir. Previamente, en abril, la FDA ya había aprobado una pauta posológica de Kaletra una vez al día para algunos individuos sin experiencia Primavera de 2006 terapéutica: cuatro de los nuevos comprimidos una vez al día, sumando una dosis total de 800 mg de lopinavir y 200 mg de ritonavir. La pauta sigue siendo de dos pastillas dos veces al día para los pacientes que ya han probado otros tratamientos. La nueva formulación no precisa conservarse refrigerada y puede tomarse con el estómago lleno o vacío (la antigua cápsula en gel tenía que tomarse con alimentos). Los estudios presentados en la ICAAC mostraron que el nuevo comprimido fue más biodisponible en un 17%, ocasionó menos efectos secundarios de tipo digestivo (especialmente diarrea) y favoreció un mejor cumplimiento del régimen a lo largo de 96 semanas que la formulación anterior (resúmenes H-1894 y H-522). La nueva formulación costará en torno a un 8% más, y Abbott Laboratories ha solicitado una prórroga de su patente sobre el fármaco (que iba a caducar en el año 2015). Para consultar el prospecto completo, visite www.kaletra.com. En ese mismo mes de octubre, el Ministerio de Salud y Servicios Humanos de EE.UU. (DHHS, por sus siglas en inglés) publicó una versión actualizada de sus “Pautas para el Empleo de Medicamentos Antirretrovirales en Adultos y Adolescentes Infectados con el VIH-1”. Basándose en los preocupantes resultados de algunos ensayos clínicos recientes, las nuevas pautas desaconsejan las terapias que combinan ddI (didanosina, Videx) más tenofovir DF (Viread) más un inhibidor no nucleósido de la transcriptasa inversa (INNTI), debido a su ineficacia virológica y la rápida aparición de resistencia frente a los INNTI. Además, BETA EN ESPAÑOL 3 NOTAS BREVES { El 17 de septiembre marcó un hito en la epidemia del SIDA: por primera vez caducó la patente de un antirretroviral. las nuevas pautas ofrecen información sobre el nuevo inhibidor de la proteasa (IP) tipranavir (Aptivus), junto con una sección revisada acerca de la actitud terapéutica con los pacientes que tienen experiencia con otros tratamientos. El nuevo objetivo terapéutico para este grupo de pacientes, incluso para los que tengan un VIH con farmacorresistencia múltiple, es más enérgico y busca suprimir el VIH a niveles indetectables—no meramente conservar la función inmunitaria y retrasar la progresión de la enfermedad—lo cual puede conseguirse con un IP reforzado más T20 (enfuvirtida, Fuzeon). Para consultar las últimas pautas actualizadas de tratamiento del VIH en adultos, adolescentes, niños y mujeres embarazadas; la profilaxis post-exposición (PPE) con exposiciones ocupacionales y no ocupacionales; y la prevención de enfermedades oportunistas (EO), visite www.aidsinfo.nih.gov. DIPLOMADOS EN ENFERMERÍA, AUXILIARES MÉDICOS Y DOCTORES PRESTAN CUIDADOS DE CALIDAD SIMILAR 4 Según un estudio publicado el 15 de noviembre de 2005 en la revista Annals of Internal Medicine, la calidad de los cuidados del VIH no depende del tipo de titulación médica. Partiendo de más de 6.600 historias clínicas procedentes de 68 consultorios de VIH financiados por la Ley Ryan White CARE, la Dra. Ira Wilson y colaboradores de la Tufts University analizaron ocho factores de atención médica, entre ellos el empleo de la TARGA y de pruebas preventivas (p.ej., para la hepatitis C, el cáncer cervicouterino y la tuberculosis). Hallaron que los diplomados en enfermería y los auxiliares médicos prestaban un nivel de atención médica similar al de los doctores especializados en el VIH/SIDA, y en general superaron a los médicos de atención primaria no especialistas. Tanto los diplomados en enfermería como los auxiliares médicos—pero no los licenciados en enfermería—están formados para diagnosticar a los pacientes y seleccionar los medicamentos (aunque son los médicos los que autorizan sus recetas). Los mejores diplomados en enfermería y auxiliares médicos fueron aquellos que estaban especializados en el VIH/SIDA, tenían experiencia práctica en dicho campo y trabajaban estrechamente con médicos especialistas en el VIH. Estos resultados son tranquilizadores para los pacientes de EE.UU. en programas de atención médica gestionada y HMO—así como para los que viven en zonas rurales u otros lugares desatendidos—que tienen más fácil acceso al personal de enfermería y a los auxiliares médicos que a los doctores. POR PRIMERA VEZ CADUCA LA PATENTE DE UN FÁRMACO ANTIRRETROVIRAL El 17 de septiembre marcó un hito en la epidemia del SIDA: por primera vez caducó la patente de un antirretrovi- { ral. En marzo de 1987, el AZT (zidovudina, Retrovir), de GlaxoSmithKline, fue el primer medicamento aprobado para tratar el VIH/SIDA; al principio se empleó como monoterapia, pero pronto se hizo obvio que si se utilizaba aisladamente potenciaba la rápida aparición de virus farmacorresistente. Hoy en día, el AZT sigue siendo uno de los componentes de los tratamientos TARGA esenciales, aunque su popularidad se ha puesto en entredicho por la toxicidad que provoca y el desarrollo de otras alternativas más llevaderas para los pacientes. Este fármaco también está incluido en dos pastillas de politerapia en dosis prefijadas, Combivir (AZT/3TC) y Trizivir (AZT/3TC/abacavir). Desde su aprobación, el AZT ha generado unos $4.000 millones en ventas. Aunque por sí mismo ya no domina la cuota de mercado, la pastilla de Combivir se encuentra entre los tratamientos antirretrovirales más vendidos. La reciente caducidad de la patente solamente aplica al AZT, no a las pastillas de politerapia. Pocos días antes de caducar la patente, la FDA aprobó cuatro versiones genéricas de AZT, producidas por tres compañías diferentes (Aurobindo, Ranbaxy y Roxane Laboratories) para comercializarlas en los EE.UU. Se espera que los genéricos cuesten menos de $100 al año, frente a los cerca de $4.000 al año (al por mayor) que cuesta la marca Retrovir. Varias empresas extranjeras ya habían elaborado versiones genéricas de AZT y de las pastillas de politerapia, bien con autorización de Glaxo o acogiéndose a las regulaciones de La Organización Mundial del Comercio para países en vías de desarrollo con emergencias médicas. EL CASO INSÓLITO DE NUEVA YORK ES UNA ANOMALÍA El número de Verano de 2005 de BETA incluyó un artículo sobre un hombre homosexual de Nueva York con una extraña cepa de VIH multirresistente, con tropismo doble (capaz de utilizar los correceptores CCR5 y CXCR4 para introducirse en las células) y una alta capacidad de multiplicación. El caso se describió en detalle en la revista The Lancet el 19 de marzo de 2005. El caso dio lugar a un simposio especial en la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas de febrero de 2005, y volvió a abordarse en la reunión de julio de la IAS. Aunque algunos expresaron su preocupación de que podría ser la antesala de una nueva “supercepa” más agresiva del VIH, esos miedos parecen ahora infundados, ya que el caso de Nueva York parece ser una anomalía. Después de hacer un intenso seguimiento de las parejas del afectado y un análisis de las muestras de sangre conservadas, se determinó que el hombre de Connecticut que aparentemente transmitió el VIH al de Nueva York está experimentando una progresión vírica normal, aunque su virus también es multirresistente. El Dr. Gary Blick, médico del hombre de Connecticut, y BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 LAS PAUTAS ACTUALIZADAS Para consultar las pautas actualizadas de tratamiento en adultos y adolescentes, niños y mujeres embarazadas; las pautas de profilaxis tras la exposición al VIH ocupacional y no ocupacional; y las pautas de prevención de enfermedades oportunistas (EO), visite www.aidsinfo.nih.gov. otros han sugerido que el curso tan veloz de la enfermedad del hombre de Nueva York puede deberse a factores genéticos particulares o a su abuso de la metanfetamina en cristal. LA PRUEBA ORAL RÁPIDA DEL VIH DA RESULTADOS FALSOS POSITIVOS El pasado diciembre, varias agencias dejaron de utilizar la prueba oral rápida de anticuerpos al VIH OraQuick Advance después de observar con sorpresa una gran cantidad de resultados falsos positivos en determinados centros de algunas ciudades; sin embargo, la mayor parte de las agencias del país no ha tenido la misma experiencia de resultados falsos positivos. La prueba, que utiliza una muestra de fluido oral tomada junto a las encías, fue aprobada en marzo de 2004. Según el fabricante, OraSure Technologies, hubo 107 resultados falsos positivos de entre más de 28.400 pruebas realizadas entre enero y noviembre de 2005, lo que supone una especificidad del 99,6%. Pero en San Francisco se detectaron 49 falsos positivos entre las 9.400 pruebas realizadas ese mismo año. El departamento de salud de Nueva York registró 30 falsos positivos sólo en el mes de noviembre, mientras que el Gay and Lesbian Center de Los Ángeles detectó 13. No se han observado resultados similares con la prueba rápida OraSure, que analiza sangre tomada del dedo. El 16 de diciembre, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) divulgaron un aviso indicando que los resultados de las pruebas rápidas orales de VIH siempre deben confirmarse mediante otra prueba complementaria como la de inmunotransferencia (Western blot) o la de inmunofluorescencia. OraSure, los CDC, la FDA y funcionarios locales de salud están investigando la causa de esos resultados erróneos. Los directores de programas pueden llamar al 800-672-7873 para notificar más problemas. A pesar de la reciente racha de falsos positivos, muchos expertos en salud pública creen que la prueba rápida oral del VIH sigue siendo útil porque evita los pinchazos y ofrece los resultados en 20 minutos, en lugar de tener que esperar 1 a 2 semanas. RECIENTES ESTUDIOS EXPLORAN LA PROGRESIÓN DEL VIH Varios estudios recientes se han centrado en la progresión de la enfermedad por el VIH. En la reunión de la ICAAC (resumen H-515) y en el número del 1 de enero de 2006 de la revista CID, Nicolai Lohse y colegas de Dinamarca afirmaron que la supresión virológica a corto plazo después de iniciar un ciclo de TARGA está asociada a una supresión prolongada del VIH y una mayor supervivencia. Analizaron los datos de 2.046 sujetos VIH positivos divididos en tres grupos: uno con supresión viral estable Primavera de 2006 NOTAS BREVES (carga viral por debajo de 400 logocopias/ml), otro con el VIH suprimido por temporadas, y otro que nunca había logrado tener el virus indetectable entre los 6 y 18 meses posteriores al inicio de la TARGA. Los sujetos del grupo con supresión al 100% lograron sobrevivir al cabo de 72 meses en una proporción más alta que los del grupo con supresión entre el 1% y el 99% y que quienes no lograron la supresión viral (supervivencia del 92,7%, 85,6% y 76,1%, respectivamente), y también lograron una carga viral indetectable al final del período de seguimiento en mayor medida (96%, 83% y 57%, respectivamente). También hubo menos fallecimientos por SIDA y una elevación ligeramente mayor de los linfocitos CD4 en el primer grupo. Sin embargo, cuando se compararon las características de los pacientes de cada grupo, los que estaban en el grupo con supresión viral entre el 1% y el 99% y sin supresión viral eran en mayor proporción consumidores de drogas intravenosas, tenían una concentración de linfocitos CD4 más baja antes del tratamiento, habían probado el tratamiento antirretroviral en mayor medida (especialmente la terapia subóptima previa a la TARGA actual) y habían interrumpido las terapias anteriores con mayor frecuencia que los del grupo con supresión viral al 100% (todos estos factores están vinculados a peores resultados). Así, aunque los datos indican que la recaída viral al principio del tratamiento pronostica la progresión de la enfermedad, no explican por qué. Los resultados negativos observados en este estudio podrían deberse, por ejemplo, a la experiencia previa con otros tratamientos y la farmacorresistencia resultante, y no a la recaída virológica en sí. En otro estudio reciente, la farmacorresistencia primaria no fue factor pronóstico de un peor resultado del tratamiento. Como se publicó el 2 de enero de 2006 en la revista AIDS, los investigadores del estudio internacional Colaboración en Virología CASCADE evaluaron a 300 individuos sin experiencia terapéutica que se sometieron a pruebas de farmacorresistencia en los primeros 18 meses tras la infección por el VIH; el 10% (29 sujetos) mostraron indicios de farmacorresistencia intermedia o de alto nivel a un medicamento antirretroviral como mínimo. Hallaron que los pacientes inicialmente infectados con el VIH que tenían una o más mutaciones farmacorresistentes no progresaron con más rapidez en un plazo de cinco años. Aunque los sujetos con farmacorresistencia primaria experimentaron descensos más acusados de los linfocitos CD4 durante el primer año tras la infección que los participantes infectados con VIH no resistente, ambos grupos tenían concentraciones similares de CD4 al cabo de cinco años. Además, la farmacorresistencia primaria no pareció alterar la respuesta al tratamiento de primera línea. Los autores concluyeron que ese estudio no ofrecía pruebas de que hubiera transmisión de la farmacorresistencia en la evolución BETA EN ESPAÑOL 5 NOTAS BREVES natural de la enfermedad por el VIH, pero advirtieron de que el impacto negativo de esa resistencia primaria podría aparecer más tarde si se hacía necesario un tratamiento de rescate. Si se confirman esos resultados, sería una buena noticia, ya que la prevalencia de la farmacorresistencia primaria parece ir en aumento, según un artículo publicado el 15 de diciembre de 2005 en la revista Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS). Cuando se analizaron los datos del grupo del estudio CASCADE, Bernard Masquelier, Doctor en Farmacia, y colaboradores observaron que 45 de 438 pacientes (el 10,3%) que resultaron VIH positivos entre 1987 y 2003 se infectaron con cepas de VIH farmacorresistentes. La tasa de resistencia fue más alta entre los hombres que mantenían relaciones sexuales con otros hombres (11,6%) que entre los consumidores de drogas intravenosas (6,7%) o que entre los individuos infectados a través de relaciones heterosexuales (5,6%). La tasa global de resistencia aumentó de 1996 a 1999 y de 2000 a 2003, lo que llevó a los autores a concluir que la transmisión de virus farmacorresistentes está aumentando con el tiempo, y a resaltar la importancia de desarrollar nuevos fármacos antirretrovirales y nuevas clases de medicamentos. 6 CANCELADO EL ESTUDIO SMART El estudio Estrategias para el Abordaje de la Terapia Antirretroviral (SMART, por sus siglas en inglés), un gran ensayo clínico internacional que comparaba dos estrategias terapéuticas contra el VIH, suspendió la admisión de pacientes el pasado enero tras la aparición de datos que mostraron que la administración continuada de TARGA es superior al tratamiento intermitente guiado por la concentración de linfocitos CD4; en EE.UU. el estudio fue dirigido por los Programas Comunitarios de Investigación Clínica sobre el SIDA (CPCRA, por sus siglas en inglés). El ensayo, que comenzó en el año 2002, fue diseñado para determinar si los pacientes con poco riesgo de experimentar progresión de la enfermedad podían reducir sin consecuencias el uso de la terapia antirretroviral con la esperanza de minimizar los efectos secundarios, frenar el desarrollo de farmacorresistencia y conservar opciones terapéuticas para el futuro. Los participantes—cerca de 5.500 hasta la fecha—fueron distribuidos para continuar o iniciar el tratamiento con objeto de mantener la carga viral lo más baja posible independientemente de su concentración de linfocitos CD4 (el grupo con supresión viral), o bien interrumpir o no iniciar la terapia antirretroviral hasta que los CD4 descendieran por debajo de 250 linfocitos/mm3 (el grupo que conservaba las opciones terapéuticas). Un Comité de Seguridad y Vigilancia de los Datos de los Ensayos Clínicos detuvo la admisión de pacientes porque los sujetos del grupo que conservaba sus opciones terapéuticas mostraron un riesgo de progresión a SIDA o muerte dos veces más alto que el otro grupo tras un promedio de seguimiento de 15 meses. Además, en contra de la hipótesis de que la terapia episódica reduciría la tasa de reacciones adversas, los participantes del primer grupo tuvieron una incidencia más alta de problemas cardiovasculares, renales y hepáticos. “Nos sorprendió comprobar que, a corto plazo, el tratamiento episódico conlleva un riesgo más elevado sin librar a los pacientes de los efectos secundarios asociados a la terapia”, afirmó el Dr. Wafaa El-Sadr, uno de los investigadores principales del estudio. Tras revisar los datos, el comité que supervisaba el ensayó clínico recomendó que los sujetos con interrupciones del tratamiento reiniciaran la TARGA; se hará un seguimiento de todos los participantes actualmente inscritos en el estudio. ¿ALGUNOS GRUPOS SE BENEFICIAN MÁS QUE OTROS CON EL TRATAMIENTO? Según un estudio publicado el 18 de noviembre en la revista AIDS, algunas personas parecen responder mejor al tratamiento antirretroviral que otras. Caroline Sabin y colegas del Grupo de Colaboración sobre la Terapia Antirretroviral analizaron los cambiantes patrones de morbimortalidad por el VIH/SIDA a lo largo del tratamiento. A partir de datos procedentes de más de 22.000 pacientes, hallaron que la tasa de nuevas enfermedades definitorias de SIDA descendió más entre los hombres homosexuales que en otros grupos de riesgo. Aunque la incidencia de problemas derivados del SIDA disminuyó de forma global desde la implantación de la TARGA, la reducción no ha sido homogénea en todos los grupos de población. Durante el primer año de tratamiento, los investigadores registraron 1.521 trastornos definitorios de SIDA y 414 muertes, y una vasta mayoría de ellos se produjeron durante los seis primeros meses. Entre el primer intervalo de seis meses y el segundo, la tasa combinada de problemas se redujo en un 68%, de 12 a 4 por cada 100 personas-años (PA). Sin embargo, entre los hombres homosexuales, el descenso fue del 77%, frente al 59% observado entre los consumidores de drogas intravenosas. Los peores resultados correspondieron a los pacientes que ya estaban diagnosticados con SIDA y a aquéllos con menos de 350 linfocitos CD4 por mm3 o más de 100.000 logocopias virales por ml cuando iniciaron el tratamiento, así como quienes comenzaron el tratamiento después del año 2001. Pero, según investigadores de Amsterdam, las mujeres que siguen la terapia antirretroviral parecen obtener tan buenos resultados como los hombres. En la edición del 4 de marzo de 2005 de la revista AIDS, Maria Prins, Doctorada en Medicina, y colaboradores realizaron una revisión de la bibliografía médica para determinar las diferencias por sexos en la tasa de progresión de la enfermedad por el VIH antes y después de la implantación de la TARGA. Hallaron pocos indicios de diferencias entre los BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 { El estudio SMART suspendió la admisión de pacientes el pasado enero tras la aparición de datos que mostraron que la administración continuada de TARGA es superior al tratamiento intermitente guiado por la concentración de linfocitos CD4. dos sexos en cuanto a la tasa de progresión o los efectos beneficiosos de la terapia antirretroviral, aunque algunos estudios mostraron que las mujeres son más propensas a padecer los efectos secundarios de la medicación. El embarazo tampoco pareció acelerar la progresión de la enfermedad por el VIH. Tomando en consideración los efectos tan complejos de los factores metabólicos y hormonales, los autores resaltaron la importancia de incluir una cantidad suficiente de mujeres en los ensayos clínicos sobre tratamientos experimentales contra el VIH. Un estudio relacionado con el anterior halló que entre las mujeres de EE.UU. los beneficios de la terapia antirretroviral no están directamente influidos por la raza o etnia. Como se indicó en la edición del 15 de agosto de 2005 de la revista JAIDS, la Dra. Kathryn Anastos y colaboradores analizaron los datos prospectivos de 961 mujeres VIH positivas en el Estudio Interinstitucional sobre el VIH en las Mujeres (WIHS, por sus siglas en inglés) que comenzaron la TARGA entre julio de 1995 y septiembre de 2003. Tras una mediana de seguimiento de cinco años, la supervivencia fue del 80% entre las mujeres blancas, del 77% entre las hispanas o latinoamericanas y del 70% entre las afroamericanas. Aunque las mujeres blancas en conjunto lograron alcanzar y mantener la supresión virológica en mayor proporción y murieron en menor proporción, esas diferencias desaparecieron tras ajustar algunos factores como el uso de tratamiento antirretroviral, el abandono de la terapia, la concentración de linfocitos CD4 antes del tratamiento y la carga viral del VIH, la vía de exposición al VIH, los antecedentes de enfermedades definitorias de SIDA, el consumo de drogas ilegales y la depresión. Pero la probabilidad de respuesta terapéutica no se relacionó con diferencias genéticas entre grupos raciales o étnicos. Aunque las mujeres afroamericanas e hispanas abandonaron el tratamiento y sufrieron depresión en mayor medida, los investigadores concluyeron que “[n]o se hallaron diferencias significativas entre las distintas razas en cuanto a los resultados virológicos, inmunológicos o clínicos tras ajustar los factores de empleo continuado de la TARGA y depresión”. Añadieron que el tratamiento de la depresión y las estrategias para favorecer la continuación de la terapia antirretroviral—que incluya el control de los efectos secundarios—podría aminorar la aparente disparidad entre razas observada en algunos estudios. TRUVADA FRENTE A COMBIVIR Los últimos datos sugieren que Truvada, de Gilead, la pastilla combinada (tenofovir/emtricitabina) con dosis prefijadas para tomar una vez al día, puede funcionar mejor que la de GlaxoSmithKline, Combivir (AZT/3TC), cuando se utiliza como inhibidor nucleósido de la transcriptasa inversa en el régimen fundamental. En el estudio con rótulos Primavera de 2006 { NOTAS BREVES a la vista Gilead 934 (presentado en la reunión de la IAS [resumen WeOa0202] y publicado el 19 de enero de 2006 en la revista New England Journal of Medicine), 517 sujetos sin experiencia terapéutica fueron distribuidos aleatoriamente para recibir tenofovir/emtricitabina una vez al día o Combivir dos veces al día, ambos en combinación con efavirenz (Sustiva) una vez al día. Al cabo de 48 semanas, el 80% de los pacientes en el grupo de tenofovir/emtricitabina habían logrado reducir la carga viral a menos de 50 logocopias/ml, frente al 70% de los del grupo con AZT/3TC. Aunque las tasas de ineficacia virológica fueron muy parecidas—y muy bajas—en ambos tipos de terapia, tenofovir/emtricitabina fue mejor tolerado; la tasa de abandono por reacciones adversas fue del 4% en dicho grupo, frente al 9% en el grupo de Combivir. Los investigadores concluyeron que tenofovir/emtricitabina “demostró su superioridad en cuanto a supresión virológica, respuesta de los linfocitos CD4 y efectos secundarios que obliguen a suspender el tratamiento”. Sin embargo, en una nota de prensa divulgada el 18 de enero, Glaxo contraatacó señalando que Combivir presenta un mejor historial de eficacia e inocuidad a largo plazo, después de haber sido evaluado en más de 50 ensayos clínicos de carácter aleatorio con más de 18.000 sujetos. La compañía añadió que la tasa de anemia observada en el grupo de Combivir, más alta de lo normal, contribuyó a la diferencia en las tasas de fracaso que se registró en el estudio 934. Datos del estudio COMET presentados en la ICAAC ofrecieron indicios de que la pastilla combinada Truvada funciona como mínimo tan bien como las pastillas de tenofovir y emtricitabina utilizadas juntas. Ese ensayo en Fase IV (farmacovigilancia tras la comercialización) incluyó a 411 sujetos, de los cuales la mitad llegó al punto de análisis de las 24 semanas, que cambiaron Combivir por Truvada mientras continuaban con efavirenz. Mientras que el 59% de los participantes tenían la carga viral por debajo de 50 logocopias/ml antes del cambio, el porcentaje había aumentado al 76% para la semana 24. Se ha demostrado que los tratamientos que se toman más espaciados y contienen menos pastillas mejoran el cumplimiento terapéutico, lo cual puede haber contribuido a la mayor supresión virológica observada en este estudio; el 85% de los sujetos dijeron que habían cambiado de Combivir a Truvada por la comodidad de tomar un régimen completo una sola vez al día (resumen H-517). UN ANTAGONISTA DEL CCR5 ELOGIADO; DOS SEPULTADOS Los antagonistas del CCR5, una nueva clase de inhibidores de la entrada del VIH, han sido noticia destacada en los últimos estudios sobre el desarrollo de fármacos. La BETA EN ESPAÑOL 7 NOTAS BREVES 8 mayor parte de las cepas del VIH utilizan el correceptor CCR5 para introducirse en las células, y si se bloquea ese receptor puede interrumpirse la multiplicación del virus. En la reunión de la IAS, Mary McHale, de Pfizer, presentó una revisión de seis estudios sobre el antagonista experimental del CCR5, maraviroc (UK-427, 857) en los que participaron un total de 259 voluntarios VIH negativos y VIH positivos. En dos estudios en Fase I/IIa sobre el efecto del fármaco como monoterapia en 63 sujetos, maraviroc redujo la carga viral del VIH en 1,60 y 1,84 logocopias al cabo de 10 días; se seleccionó la dosis de 300 mg para seguir desarrollándola (resumen TuOa0204). En los estudios realizados hasta la fecha, maraviroc pareció ser bien tolerado en la dosis de hasta 300 mg dos veces al día, y sus efectos secundarios fueron similares a los observados en los grupos que tomaron placebo (p.ej., cefalea, náuseas, flatulencia). La FDA ha concedido al fármaco la tramitación por la “vía rápida”, ya que en potencia cubre la necesidad hasta ahora no satisfecha que tienen los pacientes que han agotado todas las opciones terapéuticas existentes. Los investigadores presentaron también en la IAS los resultados sobre el inhibidor del CCR5 experimental de Schering-Plough, vicriviroc (SCH-D o SCH 417690). Los investigadores de Schering indicaron en la ICAAC que vicriviroc mostró una potente actividad antiviral contra el VIH farmacorresistente y que no se observaron más alteraciones del ritmo cardíaco clínicamente importantes que las que produjo el placebo (resúmenes H-1096 y H-1095). Sin embargo, la compañía anunció en octubre que iba a detener la Fase II de ensayo clínico con vicriviroc en sujetos sin experiencia terapéutica a causa de recaídas virológicas tempranas. Tras varias semanas de terapia, los participantes del estudio que recibían vicriviroc más AZT/3TC experimentaron repuntes víricos en mayor proporción que los sujetos que tomaban AZT/3TC. El estudio sobre el medicamento con pacientes que tienen experiencia terapéutica sigue adelante, y la compañía afirmó que seguiría evaluando el uso potencial de vicriviroc en combinación con otros regímenes de tratamiento. El anuncio de Schering tuvo lugar sólo dos días después de que GlaxoSmithKline informara que iba a interrumpir todos los ensayos clínicos sobre su inhibidor del CCR5 experimental, aplaviroc (GSK-873,140), ya que algunos participantes del estudio sufrieron una grave toxicidad hepática. Helen Steele, de Glaxo, explicó esos casos de toxicidad en la conferencia de la EACS. Dijo que los cuatro pacientes tenían la alanina-aminotransferasa (ALAT, una enzima hepática) tres veces por encima del límite normal—70 veces más en uno de los casos—más una elevación transitoria de la bilirrubina. Aunque todos los pacientes se recuperaron cuando dejaron de tomar el fármaco, este tipo de complicaciones es potencialmente mortal. Según la compañía, “de momento, no está previsto realizar más ensayos clínicos con ese compuesto”. Aunque la suspensión de dos inhibidores del CCR5 experimentales es decepcionante, ello no significa que haya que descartar a toda esa clase de fármacos. La FDA tiene prevista una reunión abierta al público para comentar el desarrollo de los antagonistas del CCR5 en febrero o marzo de 2006, y está buscando información entre la población general procedente de las comunidades de pacientes y activistas y de los investigadores. Para más información, consulte www.hivforum.org/CCR5. EL TMC114 PARECE MUY POTENTE El TMC114 (actualmente llamado darunavir), un nuevo IP no peptídico, es uno de los fármacos experimentales más prometedores en fase de investigación. En la reunión de la IAS, la Dra. Christine Katlama presentó los datos de un ensayo clínico multicéntrico en Fase IIb (POWER 1) en el que se distribuyó aleatoriamente a 318 individuos con experiencia terapéutica y farmacorresistencia a otros IP, para recibir una de cuatro posibles dosis de TMC114 u otro IP ya aprobado, reforzados con ritonavir, junto con un régimen básico optimizado compuesto por dos INTI y en ocasiones T-20 (resumen WeOaLB0102). Al cabo de 24 semanas, el 53% de los pacientes en el grupo que tomaba 600/100 mg de TMC114/ritonavir dos veces al día (la dosis más eficaz) lograron reducir la carga viral por debajo de 50 logocopias/ml, frente a tan solo el 18% de los sujetos que recibían otros IP; el descenso de 1 logocopia como mínimo en el ARN del VIH fue, respectivamente, del 77% y el 25%. Los incrementos medios de CD4 fueron de 124 y 20 linfocitos/mm3. Katlama y colaboradores concluyeron que TMC114/ritonavir “demostró una eficacia sin precedentes” en pacientes con experiencia terapéutica “que tenían unas opciones de tratamiento limitadas”. El TMC114 fue en general bien tolerado, según un análisis de seguridad realizado por la Dra. Beatriz Grinsztejn y colegas (resumen WePeLB6.2C01); sólo el 10% de los sujetos dejaron el TMC114 antes de tiempo, en contraste con el 62% de los participantes en el grupo de control, debido principalmente al fracaso virológico. El Dr. Timothy Wilkin presentó en la ICAAC los datos del estudio paralelo, POWER 2 (resumen H-413). En este ensayo clínico, el 62% of de los sujetos con experiencia terapéutica y mutaciones resistentes a los IP que recibieron 600/100 mg de TMC114/ritonavir lograron al menos un descenso de 1 logocopia en la carga viral a las 24 semanas, frente al 14% de los participantes en el grupo comparativo con otros IP; los porcentajes en cuanto a la obtención de una carga viral indetectable fueron del 39% y el 7%, respectivamente. Las tasas de reacciones adversas fueron similares en todos los grupos. BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 { Aunque la suspensión de dos inhibidores experimentales del CCR5 es decepcionante, ello no significa que haya que descartar a toda esa clase de fármacos. Basándose en los resultados de esos dos estudios, el 27 de diciembre Tibotec Pharmaceuticals presentó a la FDA la solicitud de nuevo fármaco en fase de investigación. En el presente se están inscribiendo participantes para la Fase III de estudio sobre el TMC114 en sujetos sin experiencia terapéutica, y el pasado mes de octubre Tibotec anunció un programa de acceso ampliado para pacientes con experiencia terapéutica y enfermedad avanzada por el VIH que no cumplan los requisitos para los ensayos clínicos que se están realizando actualmente (véase “Open Clinical Trials” en la página 48 de BETA en inglés). NUEVOS FÁRMACOS DE CLASES EXISTENTES Los datos preliminares sobre otro nuevo IP, brecanavir (GW640385 o VX-385, desarrollado conjuntamente por GlaxoSmithKline y Vertex) fueron presentados en la ICAAC por el Dr. Douglas Ward (resumen H-412). Al igual que otros IP no peptídicos, brecanavir se une firmemente a la enzima proteasa del VIH y ha demostrado actividad contra virus resistentes a los IP convencionales. En ese estudio con rótulos a la vista, 31 sujetos (seis de ellos con experiencia terapéutica y virus farmacorresistente) recibieron 300 mg de brecanavir dos veces al día reforzado con 100 mg de ritonavir, más dos INTI (excluyendo el tenofovir). Al cabo de 24 semanas, el 81% logró reducir la carga viral a menos de 400 logocopias/ml (el 77% a menos de 50 logocopias/ml); el incremento mediano de los CD4 fue de 84 linfocitos/mm3. Dos pacientes sufrieron elevaciones drásticas de los triglicéridos; uno abandonó el estudio por la aparición de hepatotoxicidad y otro por trastornos digestivos. La Fase III de los ensayos clínicos está prevista para 2006. Los datos del estudio TMC125-C223, un ensayo en Fase IIb realizado por Tibotec sobre el nuevo INNTI TMC125 (actualmente denominado etravirina), fueron presentados tanto en la EACS como en la ICAAC (resúmenes de la EACS: LSPS3/7A y 7B; resumen de la ICAAC: H416c). En la presentación de la ICAAC, el Dr. Jeffrey Nadler explicó que 199 sujetos que tenían mucha experiencia terapéutica y un VIH resistente a los INNTI y a los IP fueron distribuidos aleatoriamente para recibir 400 u 800 mg de TMC125 dos veces al día o bien otro fármaco activo de control, más un régimen esencial optimizado. Al cabo de 24 semanas, las reducciones medias de la carga viral fueron de 1,04, 1,18 y 0,19 logocopias, respectivamente; los porcentajes correspondientes de carga viral por debajo de 50 logocopias/ml fueron del 21,3%, 17,7% y 7,5%. Los efectos secundarios más frecuentes con TMC125 fueron diarrea y erupciones cutáneas; no se registraron reacciones adversas de tipo psiquiátrico (como sucedió con efavirenz). Los efectos secundarios intensos (de grado 3 o 4) y las anomalías en los análisis de laboratorio fueron frecuentes Primavera de 2006 { NOTAS BREVES (un 40% y un 30%, respectivamente) tanto en el grupo de TMC125 como en el de control. En el presente, Tibotec está admitiendo participantes para dos estudios en Fase III sobre el efecto de TMC125 más TMC114 en pacientes con experiencia terapéutica (véase “Open Clinical Trials” en la página 49 de BETA en inglés). Sin embargo, el pasado diciembre la compañía detuvo un ensayo en Fase II sobre TMC125 en sujetos que no había tomado nunca IP y que previamente habían obtenido malos resultados con los INNTI, después de que los datos preliminares indicaran que el fármaco no suprimía el VIH tan bien como los IP aprobados. En cuanto a la clase de los INTI, Paul Colucci presentó en la ICAAC los datos sobre elvucitabina, un compuesto experimental que está desarrollando Achillion Pharmaceuticals (resumen LB-27/Z). Con una semivida que supera las 90 horas, el fármaco podría llegar a administrarse una sola vez a la semana. En el estudio clínico, 24 sujetos recibieron Kaletra más 5 o 10 mg de elvucitabina una vez al día, o 20 mg cada 48 horas. Al cabo de 21 días, las reducciones de la carga viral fueron similares en los tres grupos: 1,8, 1,9 y 2,0 logocopias, respectivamente. Las dosis en días alternos suprimieron el VIH con la misma eficacia que las dosis administradas diariamente. Una limitación potencial de este medicamento es que puede provocar toxicidad en la médula ósea y reducir el nivel de glóbulos blancos con dosis más altas. En la reunión de la IAS, el Dr. Cal Cohen presentó datos sobre un INTI análogo de la citidina, Reverset (D-d4FC), que está desarrollando Incyte (resumen WeOaLB0103). En un ensayo clínico multicéntrico en Fase IIb, 199 sujetos resistentes a otros INTI fueron distribuidos aleatoriamente para recibir una de tres posibles dosis de Reverset o placebo como parte de un régimen optimizado. Al cabo de dos semanas, los pacientes en el grupo de Reverset 200 mg una vez al día (la dosis más eficaz) lograron una reducción de 0,7 logocopias en la carga viral del VIH, mientras que en el grupo de placebo el nivel de VIH aumentó ligeramente. Incluso los sujetos con 4 a 6 mutaciones de resistencia al análogo de la timidina lograron un descenso de 0,6 logocopias. Después de cuatro meses, el 54% de los sujetos tratados había experimentado un descenso de más del 90% en la carga viral, frente al 40% de quienes recibieron placebo. Reverset fue en general bien tolerado y casi todos los efectos secundarios fueron leves. Sin embargo, 12 sujetos (el 34%) que tomaban Reverset más ddI manifestaron elevaciones drásticas (grado 4) de las enzimas pancreáticas, y tres que tomaban Reverset más ddI más tenofovir sufrieron pancreatitis declarada. Además, los datos sugieren que Reverset más 3TC (lamivudina, Epivir)—que también es un análogo de la citidina—no hacen buena pareja. El 28 de septiembre, Incyte anunció BETA EN ESPAÑOL 9 NOTAS BREVES que la FDA no había aprobado su plan de iniciar la Fase III de ensayo con Reverset para finales de 2005, y que en su lugar había solicitado otro estudio adicional en Fase II. LOS COMPUESTOS EN FASE DE INVESTIGACIÓN FUNCIONAN DE FORMAS DIFERENTES 10 Aunque las mejoras en las clases de fármacos existentes son bienvenidas, los fármacos que funcionan con mecanismos totalmente novedosos son los que más expectación suscitan en las conferencias médicas. En la reunión de la EACS, el Dr. Javier Morales-Ramírez presentó los datos iniciales de la Fase II de estudio sobre MK-0518, el inhibidor de la integrasa experimental de Merck (resumen LBPS1/6). Al cabo de 10 días, 28 sujetos sin experiencia terapéutica que recibían distintas dosis de MK-0518 dos veces al día experimentaron descensos de la carga viral entre 1,7 y 2,2 logocopias (una reducción del 98%) y cerca de la mitad lograron una carga viral por debajo de 400 logocopias/ml. No hubo reacciones adversas graves ni abandonos del tratamiento a causa de los efectos secundarios. En el presente se está realizando un ensayo clínico más largo, de 48 semanas, con dosis escalonadas. También en la ICAAC, el Dr. George Beatty (miembro del Consejo Asesor Científico de BETA) presentó los últimos datos sobre PA-457, de Panacos, el primer inhibidor de la maduración del VIH, que hace que el virus produzca una progenie no infecciosa (resumen H-416d). En ese estudio de 10 días en Fase IIa, 33 participantes, de los cuales una tercera parte tenía experiencia terapéutica, fueron distribuidos aleatoriamente para recibir una de cuatro posibles dosis de PA-457 en monoterapia o bien placebo. Los sujetos que recibieron la dosis más alta (200 mg) lograron una reducción mediana de 1,03 logocopias (90%) en la carga viral. El compuesto pareció inocuo y bien tolerado, y no se observaron toxicidades que limitaran la dosis ni indicios de resistencia. Dado que su mecanismo actúa sobre una etapa diferente del ciclo de vida del VIH, PA-457 debería funcionar contra los virus que son resistentes a otras clases de fármacos, y por su prolongada semivida (60 horas), podría ser administrado menos de una vez al día. Está previsto realizar la Fase IIb de ensayo este mismo año. El Dr. Stanley Lewis, de Tanox, presentó en la ICAAC los datos provisionales a las 24 semanas sobre TNX-355, un inhibidor de la entrada de anticuerpos monoclonales en fase de investigación (LB-26). En la Fase II de estudio, integrada por 82 sujetos con amplia experiencia terapéutica y fracaso virológico, aquéllos que añadieron 10 mg de TNX355 a sus regímenes básicos optimizados obtuvieron una mayor supresión virológica que los que agregaron placebo (reducción media de la carga viral de 1,19 logocopias frente a 0,32 logocopias, respectivamente). No se atribuyeron efectos secundarios graves al fármaco de estudio, que tampoco provocó descensos bruscos de los linfocitos CD4. A diferencia de los antagonistas del CCR5, TNX-355 actúa contra el VIH que utiliza los correceptores CCR5 o CXCR4 (o ambos) para introducirse en las células (resumen de la ICAAC LB2-26). Tanox tiene previsto comenzar la Fase III de ensayo a finales de año. Por último, y adentrándonos en etapas más iniciales de la investigación sobre fármacos potenciales, los investigadores de Sangamo BioSciences presentaron en la ICAAC datos demostrativos preliminares que indicaron que las células humanas con correceptores CCR5 genéticamente modificados eran inmunes a la infección por el VIH en estudios de laboratorio (resumen H-1084). La nueva genoterapia emplea enzimas de tipo nucleasa con dedos de zinc para bloquear el gen del CCR5. Cuando se restablece la expresión del CCR5, las células vuelven a ser vulnerables a la entrada del VIH. La compañía tiene previsto presentar a la FDA la solicitud de nuevo fármaco en fase de investigación en la segunda mitad de 2006. ÁCIDO VALPROICO: ¿UNA “CURA” POTENCIAL? ¿Es posible que un anticonvulsivo normal ayude a erradicar los depósitos latentes del virus en el cuerpo, lo cual es la clave para conseguir la elusiva “cura” del VIH? Como explicaron los Doctores en Medicina Mario Stevenson y Tae-Wook Chun en un foro celebrado en la reunión de la IAS del pasado julio (debate TuDe04), el VIH (o su material genético) permanece latente en células inmunitarias muy resistentes, a resguardo de la terapia antirretroviral, que sólo es activa contra los virus capaces de multiplicarse. Aunque se piensa que el VIH persiste en células en reposo (inactivas), Chun y colaboradores afirmaron en la edición de noviembre de 2005 de la revista Journal of Clinical Investigation que los 11 sujetos analizados en un reciente estudio conservaron material genético del VIH proviral tanto en las células activas como en las inactivas, incluso después de nueve años de tratamiento antirretroviral exitoso y con la carga viral indetectable. Stevenson y Chun coincidieron en que los tratamientos antirretrovirales existentes—que suprimen el VIH pero no detienen por completo su multiplicación—no son capaces de erradicar el virus. Sin embargo, este objetivo podrían cumplirlo los nuevos tratamientos, entre ellos las inmunoterapias, los compuestos que activan las células en reposo (como la interleucina-2), los fármacos que penetran mejor en las células inactivas o los medicamentos que se dirigen a otras enzimas diferentes capaces de multiplicar el virus del VIH (como la integrasa o la ribonucleasa). El ácido valproico, un anticonvulsivo conocido también como divalproex (el ingrediente activo de las marcas BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 { TMC114 (actualmente llamado darunavir), un nuevo IP no peptídico, es uno de los más prometedores fármacos experimentales en fase de investigación. Depakote y Depakene) puede ser uno de estos compuestos, según un estudio demostrativo preliminar descrito en la edición del 13 de agosto de 2005 en la revista The Lancet. Partiendo de la base de que es necesaria una enzima llamada histona desacetilasa 1 (HDAC1) para mantener el VIH en estado latente dentro de las células en reposo, los Dres. David Margolis, Ginger Lehrman y colaboradores plantearon la hipótesis de que los compuestos que inhiben la HDAC1 podrían erradicar el virus latente; los estudios de laboratorio previos han demostrado que el ácido valproico puede eliminar el VIH de los linfocitos CD4 en reposo. Cuatro sujetos VIH positivos que habían tenido la carga viral por debajo de 50 copias/ml durante dos años como mínimo recibieron terapia antirretroviral intensiva con T-20 durante 4 a 6 semanas, y a continuación se añadió al tratamiento 500 a 750 mg de ácido valproico dos veces al día durante tres meses. Los investigadores hallaron que la concentración de VIH capaz de multiplicarse dentro de los linfocitos CD4 en reposo se redujo en un 68% a 84% en tres de los cuatro pacientes tras añadir el ácido valproico (el cuarto mostró una respuesta menos pronunciada), y que el tratamiento fue bien tolerado. Aunque este estudio fue pequeño y corto, sugiere que es posible conseguir nuevas técnicas para erradicar el VIH. Los autores concluyeron que la TARGA intensiva más un inhibidor de la HDAC1 acelera de forma inocua la eliminación del VIH dentro de las células en reposo, y afirmaron, “Este hallazgo, aunque no resulta concluyente, sugiere que los nuevos métodos permitirán acabar con el VIH en el futuro”. Sin embargo, algunos expertos aportaron comentarios menos optimistas, recordando que aunque los intentos previos con métodos similares parecían prometedores al principio, los pacientes no consiguieron eliminar el virus a largo plazo. El Dr. Robert Siliciano declaró a la Associated Press que era prematuro hablar de una cura potencial para el VIH, arguyendo que “aunque sólo quede una célula infectada en el organismo, es cuestión de días para volver al mismo punto del que se partió”. LA TARGA Y LA ACUMULACIÓN DE GRASA Todo el mundo sabe que los inhibidores de la proteasa provocan acumulación de grasa en el abdomen, ¿verdad? Pues no es así, según los últimos resultados del gran estudio sobre Redistribución de la Grasa y Cambios Metabólicos en la Infección por el VIH (FRAM, por sus siglas en inglés), publicado el 1 de octubre en la revista JAIDS. Peter Bacchetti, Doctorado en Medicina, el Dr. Carl Grunfeld y colaboradores evaluaron a un grupo de hombres homosexuales y bisexuales, 425 de ellos VIH positivos y 152 VIH negativos, mediante un análisis transversal de datos que incluyó resultados de RMN (Resonancia Magnética Nuclear), valoraciones clínicas e información Primavera de 2006 { NOTAS BREVES aportada por los propios pacientes. Descubrieron que la lipohipertrofia central (acumulación de grasa visceral en el abdomen) no estaba relacionada con la infección por el VIH ni con el tratamiento de IP; el 40,2% de los hombres VIH positivos declararon un aumento de la grasa abdominal, frente al 55,9% de los hombres VIH negativos del grupo de control. La lipoatrofia periférica (pérdida de grasa en la cara, las extremidades y los glúteos) sí fue más común entre los hombres VIH positivos, con un porcentaje del 38,3% frente a tan sólo el 4,6% de los hombres VIH negativos. Los investigadores sugirieron que el aumento del peso entre los hombres VIH positivos era debido más bien al paso de los años o a una mejoría de la salud (p.ej., una tasa más baja de síndrome de deterioro progresivo en la era TARGA) que a la infección en sí misma o a la terapia antirretroviral. No obstante, Grunfeld reconoció que un aumento de peso normal puede dar una impresión excesiva en un paciente con pérdida de grasa en las extremidades. La lipoatrofia se vinculó al uso de d4T (estavudina, Zerit), como se esperaba, pero también al uso de indinavir (Crixivan), que suele considerarse el causante del aumento de grasa; la nevirapina (Viramune) se asoció a una menor cantidad de grasa central. La pérdida de grasa periférica y la acumulación de grasa central no se correlacionaron estrechamente entre sí—los hombres que perdieron grasa en la cara y extremidades también perdieron grasa abdominal—lo cual se suma a los indicios de que la lipoatrofia y la lipohipertrofia son dos procesos separados, y no una “redistribución” de la grasa de un lugar a otro. RESISTENCIA A LA INSULINA Y DIABETES Otro estudio reciente sugiere que los IP podrían no ser los causantes—o los únicos causantes—de las alteraciones de la glucosa en sangre observadas en personas con el VIH. Como se publicó en la edición del 2 de septiembre de 2005 en la revista AIDS, el Dr. Todd Brown y colaboradores analizaron los datos prospectivos de un grupo de hombres homosexuales y bisexuales, de los cuales 533 eran VIH positivos y 755 VIH negativos, en el Estudio Multicéntrico de Grupos con SIDA (MACS, por sus siglas en inglés), recopilados a intervalos de seis meses entre los años 1999 y 2003. Los investigadores hallaron que los hombres VIH positivos en conjunto eran más propensos a tener la glucemia elevada en ayunas, la insulina en sangre más alta y una tasa más alta de resistencia a la insulina que los hombres VIH negativos, independientemente del tipo de terapia antirretroviral que estuvieran recibiendo; el 36% de los hombres VIH positivos mostraron niveles de insulina por encima de 15 µU/ml, frente al 22% de los VIH negativos. La tasa de resistencia a la insulina fue más elevada respecto al grupo VIH negativo incluso entre los hombres VIH positivos que no seguían ningún tratamiento BETA EN ESPAÑOL 11 NOTAS BREVES 12 antirretroviral. Además, los individuos que tuvieron las concentraciones nadir (las más bajas que se han tenido) más bajas fueron más propensos a sufrir resistencia a la insulina. El uso acumulado de IP o INNTI no se asoció a una tasa más alta de resistencia a la insulina. Sin embargo, cada año adicional de uso de INTI aumentó la probabilidad de elevaciones de la insulina y—al igual que con la lipoatrofia—el d4T fue el principal causante de este trastorno; el 3TC también se vinculó a un mayor riesgo de resistencia a la insulina, pero no así el AZT o el ddI. Los últimos resultados del gran estudio en curso Recopilación de Datos sobre Reacciones Adversas de los Fármacos Antirretrovirales (D:A:D, por sus siglas en inglés) revelan una tasa en torno al 6% de casos nuevos de diabetes mellitus. En la reunión de la IAS se presentó un estudio realizado por Caroline Sabin y un grupo internacional de colaboradores que analizaron datos procedentes de 22.749 individuos VIH positivos que tomaban la TARGA y no tenían diabetes al comenzar el estudio. Dentro de este grupo, 435 fueron diagnosticados posteriormente con diabetes, lo que supone una incidencia de 5,89 casos por 1.000 personas-años. Los factores de riesgo fueron edad avanzada, sexo masculino, raza negra, peso corporal más alto y tabaquismo. En contraste con los resultados de Brown, en el estudio D:A:D el uso de IP se asoció a un aumento ligero—pero significativo—del riesgo de diabetes; los investigadores sugirieron que este vínculo puede deberse al efecto de los IP sobre la elevación de los triglicéridos. Por otra parte, un estudio de la Dra. Clara Jones y colaboradores de la Tufts University (publicado el 1 de octubre de 2005 en la revista JAIDS) halló que entre los individuos VIH positivos del grupo del estudio Nutrición para una Vida Sana, la concentración de linfocitos CD4, la carga viral y la cantidad de años que se llevara viviendo con el VIH no estaban relacionadas con el grado de sensibilidad a la insulina. Sin embargo, la resistencia a la insulina sí se asoció a la TARGA que contenía tanto IP como INNTI entre los hombres VIH positivos. Esos resultados se contraponen a los del análisis del Estudio Interinstitucional Sobre el VIH en las Mujeres (publicado en la edición del 1 de mayo de 2005 en la misma revista), que hallaron que la sensibilidad a la insulina no tenía relación con el VIH ni con la TARGA. Es necesario seguir realizando investigaciones a largo plazo para determinar por qué los distintos estudios muestran resultados tan heterogéneos en cuanto al vínculo entre las alteraciones de la glucosa en sangre, la infección por el VIH y la terapia antirretroviral. TRATAMIENTO DE LA LIPODISTROFIA Varias ponencias y artículos de revistas recientes se han centrado en los tratamientos para la lipodistrofia y la dislipidemia (anomalías de los lípidos en la sangre). Los datos del estudio RAVE, expuestos en la ICAAC por el Dr. Graeme Moyle, mostraron que los pacientes que cambiaron los análogos de la timidina d4T o AZT por abacavir (Ziagen) o tenofovir experimentaron una modesta mejora de la lipoatrofia—recuperando grasa en las extremidades— pero tenofovir produjo menos efectos secundarios y descensos más pronunciados de los triglicéridos y el colesterol “malo” transportado por las LDL (resumen H-340). En otro estudio, los individuos sin experiencia terapéutica que tomaron el nuevo IP atazanavir (Reyataz) mostraron menos elevaciones de los lípidos en la sangre que quienes recibieron nelfinavir (Viracept); en consecuencia, los investigadores calcularon que el grupo de atazanavir corría un riesgo significativamente más bajo (de 10 años menos) de sufrir enfermedades cardiovasculares (resumen H-348). Además, la Dra. Eugenia Negredo y colaboradores de España presentaron los resultados de un estudio con 22 individuos VIH positivos que tomaban la TARGA, con el colesterol LDL alto y los triglicéridos en el margen normal, que añadieron ezetimiba (Zetia), un compuesto que inhibe la absorción del colesterol en los intestinos, a su tratamiento con pravastatina (Pravachol). Al cabo de 24 semanas, el colesterol total se redujo en un 5%, el LDL en un 7% y los triglicéridos en un 8%; curiosamente, los lípidos disminuyeron a las seis semanas, pero después volvieron a elevarse. No se observaron interacciones entre la ezetimiba y Kaletra o la nevirapina (resumen H-336). Según un estudio publicado el 1 de julio de 2005 en la revista AIDS, es más eficaz tomar hipolipemiantes (medicamentos para reducir el colesterol) que cambiar de fármacos antirretrovirales cuando se tiene dislipidemia. En su estudio con rótulos a la vista, el Dr. Leonardo Calza y colaboradores de Italia distribuyeron aleatoriamente a 132 sujetos VIH positivos para cambiar sus IP por efavirenz o nevirapina—ya que los INNTI parecen provocar menos anomalías lipídicas—o bien a mantener sus IP y añadir pravastatina o bezafibrato (un fenofibrato de la misma clase que el gemfibrozil [Lopid] que no está aprobado por la FDA). Al cabo de 12 meses, los sujetos que empezaron a tomar INNTI mostraron un descenso promedio del 19% en el colesterol total, frente a un promedio del 41% entre quienes empezaron a recibir hipolipemiantes; los descensos correspondientes en cuanto a los triglicéridos fueron del 18% y el 44%. En el taller sobre lipodistrofia celebrado en Dublín, el Dr. Patrick Mallon y colaboradores de Australia señalaron que, en un estudio con 33 personas, la pravastatina, además de su efecto hipolipemiante, mejoró la lipoatrofia (con un promedio de recuperación de grasa en las extremidades de 0,72 kg) en mayor medida que la suspensión de d4T o AZT (resumen 23). Basándose en otro pequeño estudio integrado por 16 sujetos, el equipo de Calza halló que la rosuvastatina (Crestor), un fármaco del grupo de las estatinas BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 { { La lipoatrofia y la lipohipertrofia son dos procesos separados, y no una “redistribución” de la grasa de un lugar a otro. recién aprobado, era inocuo y eficaz para reducir los lípidos en 24 semanas, con una disminución del 31% en el colesterol total y un descenso del 21% en los triglicéridos; no obstante, mientras no se realicen estudios más grandes, la rosuvastatina debe emplearse con cautela por su potencial de provocar rabdomiólisis, un tipo de toxicidad muscular muy grave. El Dr. Jeroen van Wijk y colaboradores de los Países Bajos presentaron los resultados de un ensayo clínico que comparó la rosiglitazona (Avandia) frente a la metformina (Glucophage) en la ICAAC (resumen H-339) y los publicaron en la edición del 6 de septiembre de 2005 de la revista Annals of Internal Medicine. En su estudio con rótulos a la vista, 39 hombres VIH positivos con lipodistrofia fueron distribuidos aleatoriamente para recibir uno de los fármacos durante seis meses. La rosiglitazona se asoció a un aumento del peso corporal y a la acumulación de grasa tanto subcutánea como visceral en el abdomen; sin embargo, la pérdida de grasa no mejoró en los pacientes que tomaron d4T. En contraste, la metformina se vinculó a pérdida de peso, a descensos de la grasa corporal total, de la grasa subcutánea y visceral en el abdomen y a una mayor reducción de los lípidos en ayunas. Los cambios en cuanto a la sensibilidad a la insulina fueron similares en ambos grupos, pero sólo la rosiglitazona se asoció a una elevación de la adiponectina (una hormona producida por los adipocitos que ayuda a regular el metabolismo de la glucosa). Cerca de un tercio de los pacientes que tomaban metformina sufrieron efectos secundarios de tipo digestivo, mientras que la rosiglitazona fue bien tolerada; no se observó hepatotoxicidad en ninguno de los grupos. Los autores concluyeron que, aunque la rosiglitazona puede corregir en parte la pérdida de grasa, la metformina mejoró la acumulación de grasa visceral, los perfiles lipídicos en ayunas y la función endotelial (de los vasos sanguíneos). Por ello, recomendaron que se prescriba el tratamiento caso por caso según los síntomas de lipodistrofia que presente cada paciente. LA TARGA REDUCE LA TRANSMISIÓN DEL VIRUS ENTRE PAREJAS HETEROSEXUALES La politerapia antirretroviral logró reducir drásticamente el riesgo de transmisión del VIH entre parejas heterosexuales, según los resultados de un estudio español publicado el 1 de septiembre de 2005 en la revista JAIDS. Jesús Castilla, Doctorado en Medicina, y colaboradores estudiaron a 393 parejas estables serodiscordantes (una VIH positiva y otra VIH negativa) en las que la pareja no infectada no presentaba ningún otro factor de riesgo de infección. Antes de la implantación de la TARGA, la tasa de transmisión del VIH era del 10,3%, frente al 1,9% después de implantarse el uso generalizado de la terapia antirretro- Primavera de 2006 NOTAS BREVES viral, lo que supone un descenso en torno al 80%. Analizando los datos desde otra perspectiva, la tasa de transmisión fue del 8,6% entre las parejas donde el miembro VIH positivo no tomaba la TARGA, mientras que ninguno de los miembros VIH negativos adquirió el virus si sus parejas VIH positivas estaban usando la politerapia antirretroviral de gran actividad. En contraste con algunos estudios previos, la presencia de enfermedades de transmisión sexual en la pareja VIH positiva no se asoció significativamente a un mayor riesgo de transmisión del VIH. Esta reducción del riesgo de transmisión probablemente pueda atribuirse a que los individuos que siguen un tratamiento eficaz tienen una carga viral baja o indetectable. No obstante, los autores advirtieron de que el riesgo de transmisión sigue existiendo, por lo que las parejas serodiscordantes deben seguir protegiéndose en sus relaciones sexuales aun si el miembro VIH positivo está tomando la TARGA. CRISTAL DE METANFETAMINA Y VIH El tema del consumo de cristal (una forma de metanfetamina) y su relación con el VIH/SIDA ha recibido últimamente una atención creciente, especialmente entre los hombres homosexuales. El pasado mes de agosto, más de 900 funcionarios de salud pública, profesionales sanitarios y defensores del paciente se reunieron en Salt Lake City para celebrar la primera Conferencia Nacional sobre Metanfetamina, VIH y Hepatitis, patrocinada por el Proyecto de Reducción de Daños de Salt Lake City y la Coalición para la Reducción de Daños de Nueva York. En su discurso de presentación, la Doctorada en Medicina Patricia Case, de la Harvard Medical School, se cuestionó si el consumo de metanfetamina es, como muchos han afirmado, una nueva “epidemia”, y señaló que el uso de estimulantes lleva mucho tiempo extendido en los EE.UU. Los asistentes a la conferencia comentaron la fisiología del consumo de metanfetamina, su impacto sociológico, sus efectos sobre el deseo o la conducta sexual, las medidas para reducir daños y los tratamientos de desintoxicación y el estado actual de las investigaciones sobre el tema, así como la necesidad de lograr más fondos y realizar más esfuerzos de colaboración para abordar el consumo de cristal y su impacto en la transmisión del VIH y la hepatitis vírica. Para obtener un informe detallado de la conferencia, consulte el artículo de Bob Huff publicado en la edición de julio/agosto de la revista GMHC Treatment Issues. Los hombres homosexuales y bisexuales que consumen cristal pueden triplicar el riesgo de infectarse con el VIH, según un artículo publicado el 2 de septiembre de 2005 en la revista AIDS. Kate Buchacz, Doctorada en Medicina, y colaboradores examinaron el vínculo entre el consumo de anfetaminas y la incidencia de VIH entre BETA EN ESPAÑOL 13 NOTAS BREVES 14 { Los hombres homosexuales y bisexuales que consumen cristal pueden triplicar el riesgo de infectarse con el VIH. cerca de 3.000 hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres (HSH) mediante visitas a centros adscritos al AIDS Health Project donde ser realizan pruebas de detección del VIH anónimas. Hallaron que la incidencia de VIH era del 6,3% por año entre los 290 consumidores de anfetaminas (el 10% del total), frente al 2,1% por año entre los 2.701 que no la consumían. Entre los 34 hombres que se habían infectado con el VIH en los seis meses anteriores, ocho (24%) tomaban anfetaminas. El efecto del cristal resultó aparente incluso después de ajustar otros factores, como el consumo de alcohol y otras drogas recreativas. Este incremento podría atribuirse, al menos en parte, al hecho de que los consumidores de anfetaminas practican más el sexo anal sin protección y han tenido en mayor proporción 10 o más parejas sexuales en el año anterior. Afortunadamente, los esfuerzos de educación y prevención realizados en San Francisco parecen estar logrando el efecto deseado. Según una encuesta del Stop AIDS Project, el consumo de metanfetamina descendió un 8% entre los últimos seis meses del año 2003 y los primeros seis meses del año 2005; mientras que el 18% de los 1.305 hombres encuestados durante el primer período afirmaron haber consumido cristal en los seis meses anteriores, esta cifra descendió al 10% entre los 809 hombres encuestados durante el segundo período. El Dr. Willi McFarland, de la Secretaría de Salud Pública de San Francisco (SFDPH, por sus siglas en inglés) declaró que es la primera vez que se ha observado una tendencia a la baja, y sugirió que ello podría explicar por qué la tasa de infecciones por el VIH entre HSH ha descendido recientemente en la ciudad. Sin embargo, H. Fisher Raymond, de la Oficina del SIDA adscrita al SFDPH, puntualizó que el descenso en el consumo de cristal probablemente es demasiado reciente como para haber contribuido a la disminución en la tasa de infecciones por el VIH. Liz Highleyman (liz@black-rose.com) es escritora médica independiente y reside en San Francisco. { ¿Se le está haciendo humo la salud? Fumar es un hábito que a menudo se relaciona con el estrés. Fumar es además un factor de riesgo de muchas enfermedades que afectan a las personas con el VIH, como las enfermedades cardiovasculares, las afecciones óseas y el cáncer de ano. La FDA ha aprobado el bupropión (Zyban) como compuesto medicinal sin nicotina para ayudar a dejar de fumar. Otros compuestos que contribuyen a dejar el hábito son los tratamientos sustitutivos de nicotina, en forma de caramelos (Commit), parches (Habitrol, NicoDerm CQ, Nicotrol), inhaladores (Nicotrol) y goma de mascar (Nicorette). Como métodos complementarios pueden seguirse programas de modificación de la conducta, asesoramiento psicológico y redes de apoyo. El Stop Smoking Center (www.stopsmokingcenter.net ) es un sitio Web muy especial que ofrece un programa para dejar de fumar, servicios de apoyo on line, y enlaces a una amplia variedad de recursos para abandonar este hábito, tales como la American Lung Association (1-800-LUNGUSA) y Nicotine Anonymous (415-750-0328). El Tobacco Education Center of UCSF/Mt. Zion (415-8857895) es un centro para dejar de fumar destinado a los residentes del Área de la Bahía de San Francisco. Aprenda más sobre el arte de dejar de fumar. El mejor momento es ahora. BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 FARMACOVIGILANCIA Reconsiderando la monoterapia: ¿Herejía u ortodoxia revisada? Bob Huff D espués de que la introducción general de la politerapia antirretroviral con tres fármacos en 1996 lograra un drástico descenso de las muertes por SIDA, el antiguo método de utilizar un sólo fármaco como tratamiento— o monoterapia—empezó a verse como una embarazosa fase de ignorancia médica. Por entonces, se hizo obvio que la monoterapia fomentaba el rápido desarrollo de virus farmacorresistente, lo que a menudo llevaba al fracaso terapéutico. Todavía hoy se siguen oyendo historias sobre médicos aislados que recetan solamente AZT (zidovudina, Retrovir), y muchos especialistas en VIH con una gran clientela y mucha experiencia probablemente tienen uno o dos pacientes que consiguen buenos resultados con dos fármacos y no ven razón alguna para cambiar de tratamiento. Pero, en términos generales, el enfoque actual de atacar enérgicamente al virus con dos inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (INTI) más un inhibidor de la proteasa (IP) o un inhibidor no nucleósido de la transcriptasa inversa (INNTI) se ha convertido en dogma, y ha pasado a formar parte de todas las pautas de tratamiento contra el VIH. Alejamiento del dogma Ese es el motivo por el que, cuando se tuvo noticia en el año 2003 de que un médico de Houston había iniciado un estudio clínico sobre un solo fármaco reforzado—la pastilla de IP Kaletra, compuesta por lopinavir y ritonavir—en pacientes que recibían su primera terapia antirretroviral, el asunto se tomó como herejía o simple locura. (Aunque Kaletra contiene dos IP, se sigue considerando monoterapia cuando se toma sola, ya que la pequeña dosis de ritonavir solamente sirve para potenciar el efecto del lopinavir). Este médico, el Dr. Joseph Gathe, se inspiró en un estudio previo sobre Kaletra que había demostrado que el IP reforzado con ritonavir podía competir con las politerapias suprimiendo la carga viral del VIH sin el apoyo de un INTI hasta tres semanas más. Otros datos habían sugerido previamente que incluso cuando Kaletra dejaba de ofrecer control virológico, las mutaciones resistentes eran poco Primavera de 2006 frecuentes. En opinión de Gathe, la valoración de los riesgos y ventajas de prescribir tratamiento sin la red de seguridad de un INTI cobraba preponderancia cuando se tomaba en cuenta la realidad vital de sus pacientes. Si la simplificación drástica de la terapia lograba que sus pacientes soportaran mejor la medicación, tuvieran menos interrupciones imprevistas del tratamiento, tomaran más pastillas a tiempo, mantuvieran la adherencia a la terapia durante un plazo más largo y obtuvieran mejores resultados, entonces alejarse del dogma no solamente estaba justificado, sino que era una decisión médica más sensata. El problema de la viabilidad económica era un tema central. Con la creciente dificultad de conseguir y mantener un seguro médico privado, el incremento de los aranceles a cargo de los asegurados, las restricciones de acceso a los programas públicos, y las nuevas listas de espera, los obstáculos económicos para conseguir un tratamiento antirretroviral eficaz estaban convirtiéndose en una realidad BETA EN ESPAÑOL 15 FARMACOVIGILANCIA 16 innegable. Por ello, en el año 2002, sin ningún apoyo público ni privado, Gathe inició un estudio piloto con 30 pacientes adscritos a un consultorio gratuito situado en un barrio humilde de Houston. En la 43ª Conferencia Intercientífica sobre Agentes Antimicrobianos y Quimioterapia (ICAAC, por sus siglas en inglés), celebrada en septiembre de 2003, Gathe presentó los resultados obtenidos a las 24 semanas de haber iniciado su estudio. El estrado frente a esa presentación con carteles estaba repleto de gente. Gran parte de la curiosidad se debía a que este médico se había atrevido a probar una estrategia tan radical, y a que las características del grupo evaluado suscitaban cuestiones éticas. El promedio de carga viral de sus participantes superaba las 200.000 logocopias/ml, e incluso se permitió a varios individuos con cargas virales por encima de 500.000 logocopias/ml participar en el plan de un solo fármaco. Además, la mayoría tenía los CD4 muy por debajo de 200 linfocitos/mm3. A algunos les pareció irresponsable incluir a un grupo de población tan vulnerable en un estudio piloto. Sin embargo, casi todos los que examinaron los datos coincidieron en que la monoterapia de Kaletra había funcionado bien, al menos para quienes consiguieron permanecer en el estudio. Un aspecto preocupante en torno a esos datos es que sólo 22 de los 30 pacientes iniciales seguían participando al cabo de 24 semanas. Pero las historias de quienes abandonaron la terapia sirvieron para ilustrar las realidades que frustran el éxito terapéutico para muchas personas con el VIH/SIDA. Uno de ellos fue deportado, otro tenía hepatitis B, y dos abandonaron el estudio por la aparición de toxicidades. El desempleo y la pérdida del seguro médico llevaron al fracaso terapéutico de otro participante, que empezó a estirar sus medicamentos tomando solamente una pastilla al día en lugar de las tres correspondientes. En contrapartida, quienes se mantuvieron firmes obtuvieron resultados alentadores, ya que el 95% redujo la carga viral a menos de 400 logocopias/ml. Un año después, en la XV Conferencia Internacional sobre el SIDA celebrada en Bangkok en julio de 2004, Gathe presentó su informe final tras 48 semanas. Al final del estudio, el 67% de los 30 participantes originales lograron una carga viral por debajo de 400 logocopias/ml; ningún otro paciente abandonó el tratamiento después de las primeras 24 semanas. En conjunto, quienes consiguieron permanecer en el estudio y cumplir su tratamiento obtuvieron resultados bastante aceptables. Al final, no fue un éxito sin reservas, pero los resultados centraron la atención en la monoterapia y estimularon la realización de un puñado de estudios piloto que empezaron a investigar variaciones sobre el mismo concepto, así como algunos ensayos clínicos más amplios y serios por parte del fabricante de Kaletra, Abbott Laboratories. Gathe ha afirmado siempre que la monoterapia no debe emplearse fuera de los ensayos clínicos, y que es necesario realizar estudios más amplios y prolongados antes de extraer conclusiones sobre la viabilidad de Kaletra como tratamiento antirretroviral estándar. Pero eso no ha impedido que algunos médicos y pacientes prueben esta estrategia por su cuenta, empleando Kaletra sola u otros IP reforzados sobre la base de la teoría que subyace a este estudio limitado y los resultados obtenidos con el mismo. Mientras que Gathe evaluó a pacientes que nunca habían seguido un tratamiento, casi todos los estudios posteriores sobre la monoterapia con IP han procedido con más cautela, excluyendo a los pacientes con una carga viral muy elevada o investigando la inducción y el mantenimiento como dos etapas separadas y pasando a la monoterapia únicamente a aquellos pacientes que hayan logrado suprimir el VIH mediante una politerapia convencional de tres fármacos. Desafortunadamente, los resultados iniciales de estos estudios no han sido muy prometedores. El Estudio OK En la Conferencia Internacional sobre el SIDA (IAS, por sus siglas en inglés) celebrada en Río de Janeiro en julio de 2005, el Dr. José Arribas presentó los resultados del estudio patrocinado por Abbott Only Kaletra (OK, por sus siglas en inglés); los datos se publicaron posteriormente en la edición del 1 de noviembre de 2005 del Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes. Se trata de un ensayo clínico de carácter aleatorio con rótulos a la vista sobre la continuación de los INTI frente a la interrupción de los mismos en 42 pacientes cuyo VIH se había suprimido eficazmente con una politerapia previa que incluía Kaletra. A las 48 semanas, el 95% de los participantes que siguieron recibiendo la politerapia triple de Kaletra más dos INTI lograron reducir la carga viral a menos de 50 logocopias/ml, frente al 81% de quienes siguieron tomando solamente Kaletra. Tres pacientes (14%) del grupo de la monoterapia abandonaron el estudio por la pérdida de la supresión viral, y otro dejó de acudir al seguimiento. El único abandono en el grupo que siguió con la politerapia triple se debió a un ascenso de los lípidos (grasas) en la sangre. La buena noticia es que los pacientes que sólo tomaron Kaletra y volvieron a recibir sus INTI iniciales recuperaron la supresión viral sin indicios de mutaciones resistentes. Una comparación de la carga viral residual en los pacientes que respondieron bien en ambos grupos mediante una prueba sumamente sensible (capaz de detectar hasta 3 logocopias/ml) mostró que no hubo diferencias importantes entre los dos grupos. Eso sugiere que, para determinados pacientes, la monoterapia de Kaletra funciona tan bien como la politerapia de tres fármacos. El desafío es poder pronosticar qué sujetos se beneficiarían con la simplificación terapéutica. BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 { { Para determinados pacientes, la monoterapia de Kaletra puede funcionar casi tan bien como una politerapia triple. Antes de realizar este estudio, Abbott había patrocinado otro ensayo clínico con 18 sujetos que evaluó el cambio de los pacientes que habían logrado la supresión viral mediante una politerapia triple con INNTI (nevirapina [Viracept] o efavirenz [Sustiva] más dos INTI) a un régimen de mantenimiento sencillo con la monoterapia de Kaletra. Los participantes fueron dejando los INNTI y pasando a Kaletra a lo largo de dos semanas, y a partir de entonces se interrumpió la administración de los dos INTI. Cuando el Dr. Gerald Pierone presentó los resultados del estudio a las 18 semanas en la conferencia de Bangkok celebrada en 2004, 14 de 18 participantes (78%) permanecían en el estudio, y 13 de ellos tenían la carga viral por debajo de 75 logocopias/ml. Tres de los cuatro que abandonaron el estudio lo hicieron por la aparición de diarrea, y el cuarto lo abandonó cuando su carga viral sobrepasó las 1.000 logocopias/ml. En este pequeño estudio, casi una cuarta parte de los sujetos habrían obtenido mejores resultados si hubieran permanecido con su tratamiento original. Sin embargo, para casi todos los que continuaron el tratamiento, la simplificación con la monoterapia de Kaletra produjo una supresión viral continua. Kaletra provoca problemas digestivos y elevaciones de los lípidos en sangre que impiden a algunos pacientes tolerar la medicación por plazos de tiempo prolongados. [Nota de la redacción: en octubre de 2005 se aprobó una nueva formulación de Kaletra que parece provocar menos trastornos digestivos; véase el apartado “Notas Breves” en la página 3]. El Dr. Pietro Vernazza y colaboradores del Estudio sobre el VIH en el Grupo de Suiza decidieron abordar este problema haciendo que 24 pacientes que habían logrado suprimir completamente el virus pasaran a una monoterapia de mantenimiento compuesta por atazanavir (Reyataz) reforzado, un IP que no eleva los lípidos en sangre y puede ser más tolerable que Kaletra. Al cabo de 24 semanas, 22 de los 24 pacientes de este estudio con rótulos a la vista conservaban todavía la carga viral por debajo de 50 logocopias/ml. Además, el estudio analizó la concentración de VIH en el líquido cefalorraquídeo y el semen. Los resultados preliminares indicaron una supresión viral total o casi total en esas zonas. Sin embargo, atazanavir no goza de la misma reputación en cuanto a potencia que tiene Kaletra; es necesario recopilar más pruebas para verificar si atazanavir posee la misma eficacia a la hora de suprimir el virus.UGATCH ¿Una tendencia para el futuro? Todavía quedan más datos por salir a la luz. Abbott ha finalizado un estudio—aunque todavía no lo ha presentado—que evalúa en 138 personas la monoterapia de Kaletra frente a una politerapia convencional que incluye Kaletra. La compañía farmacéutica restringió los criterios de entrada Primavera de 2006 FARMACOVIGILANCIA a personas con menos de 100.000 lococopias/ml y CD4 por encima de 100 linfocitos/mm3 para este estudio con participantes sin experiencia terapéutica previa. Además, Abbott patrocina otro ensayo clínico que está evaluando a 150 personas para comparar la politerapia triple con Kaletra frente a una politerapia doble de Kaletra más tenofovir DF (Viread). Este estudio, con la red de seguridad de tenofovir, admitirá sólo a pacientes sin tratamiento previo que tengan la carga viral por encima de 400 logocopias/ml pero cualquier concentración de linfocitos CD4 (véase “Open Clinical Trials” en la página 48 de BETA en inglés). Por último, Abbott está preparando un estudio de inducción/mantenimiento sobre la simplificación a Kaletra en pacientes coinfectados con el VIH y el virus de la hepatitis C (VHC). Mientras tanto, de vuelta a Houston, Gathe sigue investigando su concepto mediante un ensayo con rótulos a la vista que evaluará a 40 personas sin experiencia terapéutica durante 48 semanas. Aun si la monoterapia resultara imperfecta en estos ensayos clínicos que se están llevando a cabo, podría Otro tipo de monoterapia El uso de la monoterapia apareció en otro estudio presentado en la Conferencia de la IAS en Río, aunque este ensayo no trató de mantener la supresión viral con un solo fármaco. Se ha observado que el VIH que ha desarrollado resistencia al 3TC (lamivudine, Epivir) es menos capaz de multiplicarse que el virus natural. Algunos investigadores han propuesto que si se continuara administrando 3TC en el tratamiento incluso después de que se haya producido resistencia, quizás se mantendría activo al virus más débil, ofreciendo la ventaja de luchar contra una cepa de virus menos nociva. La Dra. Antonella Castagna y colaboradores llevaron este concepto un paso más adelante y compararon el impacto de continuar o interrumpir la monoterapia con 3TC basándose en el descenso de los linfocitos CD4 en sujetos que habían decidido someterse a una interrupción del tratamiento. Todos los participantes tenían resistencia previa al 3TC bien documentada. A las 48 semanas de haber interrumpido por completo sus tratamientos, varios pacientes que siguieron tomando sólo 3TC experimentaron en menor proporción un fracaso terapéutico definido (algún síntoma provocado por el VIH o el descenso de los CD4 por debajo de 350 linfocitos/mm3) que aquéllos que dejaron completamente los fármacos (el 44% frente al 68%, respectivamente). Los autores concluyeron que “la monoterapia con 3TC provoca menos fracasos inmunitarios y clínicos que la interrupción total del tratamiento.” BETA EN ESPAÑOL 17 BOLETIN DE NOTICIAS FARMACOVIGILANCIA 18 lograrse una aceptación limitada del concepto y un mayor uso en la práctica a partir de los factores que motivaron inicialmente a Gathe. Las personas con seguro médico privado, Medicaid, o acceso a los Programas de Asistencia para Medicamentos Contra el SIDA (ADAP, por sus siglas en inglés) podrían optar por la simplificación para reducir a la mitad o a las dos terceras partes los aranceles adicionales a cargo de los asegurados, o incluso pueden verse presionados a hacerlo si los terceros pagadores desean reducir costos. Pero la monoterapia no sólo disminuye los gastos: los tratamientos simplificados podrían también reducir las toxicidades y mejorar el cumplimiento de la terapia. Si los estudios en curso demuestran que el riesgo de resistencia es bajo y que la carga viral puede controlarse de nuevo volviendo a una politerapia convencional, entonces muchas personas podrían plantearse la monoterapia. Aun así, las pruebas obtenidas en los ensayos clínicos tendrán que ser muy convincentes para desplazar a la politerapia, tan aceptada y que ha resultado tan eficaz para tantas personas. (Una fuente de resistencia podría ser la industria farmacéutica, que tiene mucho interés en que la cantidad de fármacos necesarios para tratar el VIH no se reduzca de tres a uno). Si los riesgos se consideran aceptables y suceden pocos desastres, es posible que la monoterapia—para los pacientes adecuados y en el momento oportuno—llegue a encontrar un hueco como estrategia viable y útil en el tratamiento de la enfermedad por el VIH. Bob Huff es redactor de GMHC Treatment Issues, publicada por la organización Gay Men’s Health Crisis en Nueva York. Extracto bibliográfico Arribas, J.R. and others. Lopinavir/ritonavir as single-drug therapy for maintenance of HIV-1 viral suppression: 48-week results of a randomized, controlled, open-label, proofof-concept pilot clinical trial (OK Study). Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes. 40(3): 280–287. November 1, 2005. Castagna, A. and others. E-184V study: lamivudine monotherapy vs treatment interruption in failing HIV-1 infected subjects, harbouring the M184V mutation: 48-week final results. 3rd IAS Conference on HIV Pathogenesis and Treatment. Rio de Janeiro. July 24–27, 2005. Abstract WeFo0204. Gathe, J.C. and others. Pilot study of the safety and efficacy of Kaletra (LPV/r) as single drug HAART in HIV-positive ARV-naive patients: interim analysis of subjects completing at least 24 weeks of a 48-week study. 43rd ICAAC. Chicago. September 14–17, 2003. Abstract 845. Gathe, J.C. and others. IMANI-1 TC3WP: Single drug HAART proof of concept study: pilot study of the safety and efficacy of Kaletra (LPV/r) as single drug HAART in HIV+ARV-naive patients—interim analysis of subjects completing final 48 week data. XV International AIDS Conference. Bangkok. July 11–16 2004. Abstract MoOrB1057. McKinnon, J. and others. The level of persistent viremia does not increase after simplification of maintenance antiretroviral therapy to lopinavir/ritonavir alone. 3rd IAS Conference. Abstract WeOa0203. Pierone, G. and others. Simplification to lopinavir/ritonavir monotherapy from NNRTIbased HAART in HIV-infected patients with complete viral suppression: 24-week interim analysis. XV International AIDS Conference. Abstract TuPeB4595. Vernazza, P. and others. Viral suppression in CSF and genital tract in ritonavir-boosted “atazanavir-only” maintenance therapy (ATARITMO Study). 3rd IAS Conference. Abstract WeOa0204. ? ? ¿Tiene problemas con la cobertura de prescripciones de medicamentos Medicare Part D? La nueva prestación para cubrir las prescripciones de medicamentos Medicare Part D entró en vigencia el 1 de enero de 2006, y afecta a todas las personas con SIDA del país, entre 60.000 y 80.000 individuos, que tienen cobertura con Medicare. Desde las primeras semanas del nuevo programa, los beneficiarios de la Part D han experimentado varios problemas a la hora de obtener sus medicamentos. Entre ellos, a algunos se les ha pedido que desembolsen aranceles adicionales más altos de lo que corresponde, o no se les ha inscrito automáticamente en algún plan, o se les ha dicho que no tenían cobertura de la Part D aunque ya se hubieran inscrito. La Fundación contra el SIDA de San Francisco y Project Inform piden a todos los que sigan teniendo problemas con la Part D que nos lo hagan saber: podemos ayudarle a resolver su problema, y su historia puede ayudarnos a hacer campañas de defensa para mejorar dicho programa. Puede escribirnos por e-mail dvangord@sfaf.org o adonnelly@projectinform.org. En el artículo “Medicare Prescription Coverage,” publicado en la edición de verano de 2005 de BETA en inglés, se explica esta cobertura en todo detalle. No dude en leer dicho artículo y consultar los sitios Web de la Fundación contra el SIDA y Project Inform para obtener información actualizada sobre el nuevo programa en www.sfaf.org/policy/medicare y www.projectinform.org. BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 Nutrición y VIH Liz Highleyman Nutrirse de manera adecuada es fundamental para llevar una vida saludable, independientemente de si se vive o no con el VIH/SIDA. Una nutrición óptima mejora el funcionamiento inmunitario, potencia al máximo la eficacia del tratamiento antirretroviral, reduce el riesgo de sufrir enfermedades crónicas como la diabetes y los trastornos cardiovasculares y contribuye a tener una mejor calidad de vida en general. En los primeros años de la epidemia del SIDA, muchas personas afectadas tenían que lidiar con la demacración y las infecciones oportunistas (IO) que causaban los alimentos y bebidas contaminados. Aunque en la actualidad estos problemas son menos comunes en los países desarrolladogracias al uso generalizado de la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA), muchas personas VIH positivas han cambiado estos problemas por otras preocupaciones como las alteraciones en la forma corporal, la elevación de los lípidos en sangre y otras complicaciones metabólicas provocadas por la terapia antirretroviral. Por fortuna, mantener una dieta saludable puede ayudar a resolver estos problemas. Ahora que las personas con el VIH viven más tiempo gracias a la eficacia de los tratamientos, una buena nutrición también puede ayudar a prevenir los problemas (como el desgaste óseo) derivados del envejecimiento normal. Pero no existe un solo régimen alimenticio óptimo que sea adecuado para todas las personas que viven con el VIH/SIDA. En su lugar, los afectados deben adoptar una dieta sensata y equilibrada y consultar a un especialista en nutrición para recibir recomendaciones personalizadas. Comer para vivir Los alimentos son esenciales para la vida, ya que proporcionan el combustible que necesita el organismo para funcionar y la materia prima que sirve para formar células, tejidos y órganos. La energía que aportan los alimentos se expresa en calorías. El cuerpo necesita una cantidad determinada de calorías sólo para desempeñar sus funciones metabólicas básicas como la respiración y el mantenimiento de la temperatura corporal. Se necesitan calorías adicionales para permitir la actividad física, combatir las infecciones y reparar los tejidos dañados. Primavera de 2006 Si una persona no ingiere suficientes calorías, la grasa corporal se disuelve para proporcionar energía. Una vez que se ha consumido la grasa—o si el metabolismo se altera a causa de una enfermedad—se empieza a utilizar masa magra (músculos y órganos) para aportar energía y materia prima al organismo. En cambio, si una persona ingiere más calorías de las necesarias, la parte sobrante se almacena en forma de grasa corporal. Una persona normal necesita de 10 a 20 calorías por libra (22 a 45 calorías por kilogramo de peso) para mantener un peso corporal estable; los pacientes con el VIH pueden necesitar BETA EN ESPAÑOL más calorías, especialmente en la etapa avanzada de la enfermedad. Pero no todos los alimentos son iguales. Aunque todos contienen calorías, varían ampliamente en los nutrientes que aportan. Una dieta equilibrada consta de los siguientes componentes: Proteínas: Las proteínas son la materia prima que sirve para crear masa corporal magra. Cuando se consumen alimentos ricos en proteínas, el organismo las descompone en aminoácidos, que vuelven a recomponerse para crear las enzimas, hormonas y tejidos corporales. Casi todos los especialistas en nutrición recomiendan consumir cerca del 15 al 20% de las calorías de 19 la dieta en forma de proteínas. Las mejores fuentes de proteínas se encuentran en la carne roja, aves, pescado, huevos, productos lácteos, tofu, nueces y otros frutos secos y legumbres (p.ej., habas o frijoles y lentejas). 20 Carbohidratos: Los carbohidratos, que se transforman en glucosa dentro del organismo, son una de las principales fuentes de energía. Se clasifican en simples y complejos; los complejos tardan más tiempo en catabolizarse (descomponerse) y por lo tanto proporcionan energía durante más tiempo. A pesar de la reciente popularidad de las dietas “bajas en carbohidratos”, la mayoría de los especialistas en nutrición recomiendan que los carbohidratos—dando preferencia a los complejos—constituyan el 50% como mínimo del consumo calórico diario. Los carbohidratos simples se encuentran en el azúcar refinado, la miel, las frutas y jugos y en la lactosa (el azúcar de la leche). Los carbohidratos complejos están en los productos elaborados con cereales como pan, pasta y arroz; en las legumbres; y en los alimentos con fécula, como el maíz, las papas, la calabaza y los tubérculos. Grasas: La grasa de los alimentos es una fuente de energía con una elevada concentración calórica. El exceso de energía de cualquier fuente—no sólo de las comidas grasas—se convierte en tejido adiposo dentro del organismo y se almacena para uso posterior. El colesterol (presente en productos animales como la carne y los huevos) y los triglicéridos pueden proceder de los alimentos, pero también se elaboran dentro del organismo cuando el cuerpo metaboliza el azúcar y la grasa saturada. Todos necesitamos grasas en la dieta, pero su bajo consumo no suele dar problemas. Lo más importante es el tipo de grasa. Las saturadas potencian la elevación de lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés) que transportan el colesterol “malo”, el cual puede obstruir las arterias y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Este tipo de grasa saturada se encuentra en la carne, la mantequilla, los aceites tropicales (como el de coco y palma) y en los aceites transgrasos o hidrogenados (que están químicamente alterados para volverse sólidos a temperatura ambiente). Las grasas polinsaturadas (presentes en el aceite de cártamo, girasol, maíz y soja) se consideran en general más saludables, y las monoinsaturadas (en aceite de oliva y colza, nueces, semillas y aguacates o paltas) pueden elevar la concentración de lipoproteínas de alta densidad (HDL, por sus siglas en inglés) que transportan el colesterol “bueno”, el cual protege de las enfermedades cardíacas. Una dieta equilibrada también contiene ácidos grasos esenciales, tales como el omega-3 (en el lino y el pescado de aguas frías). Casi todos los expertos recomiendan que las grasas no superen el 25 al 30% del consumo calórico total, y que las grasas saturadas no lleguen al 10%. Fibra: La fibra es materia vegetal no digerible, como la celulosa. La fibra insoluble desempeña un papel importante en la digestión, ya que ayuda a hacer avanzar los alimentos con facilidad a través del colon (el intestino grueso); este tipo de fibra se encuentra en la piel y la pulpa de muchas frutas y verduras, en los cereales integrales, las palomitas de maíz y las semillas. La fibra soluble contribuye a estabilizar la glucosa en la sangre y puede reducir el colesterol LDL; se encuentra en la avena y el salvado, las legumbres, las nueces y en frutas como manzanas, naranjas, peras y uvas. Vitaminas y minerales: Junto con los “macronutrientes” descritos, una dieta equilibrada contiene también muchos “micronutrientes,” sustancias orgánicas e inorgánicas necesarias para que el funcionamiento biológico sea adecuado. Las vitaminas hidrosolubles (B y C) se excretan a través de la orina y deben consumirse con frecuencia, mientras que las vitaminas liposolubles (A, D, E y K) se almacenan en el hígado y pueden alcanzar BETA EN ESPAÑOL niveles tóxicos si se toman en dosis muy altas. Casi todas las vitaminas deben obtenerse de los alimentos, aunque el organismo produce vitamina D cuando la piel se expone al sol y otras vitaminas son fabricadas por las bacterias intestinales. Los minerales (como los electrolitos cloruro, potasio y sodio) son sustancias inorgánicas que existen en el entorno exterior. El cuerpo necesita varios oligoelementos en pequeñas cantidades, entre ellos boro, cromo, cobalto, cobre, yodo, manganeso, molibdeno, selenio y zinc. Algunas vitaminas y minerales se destruyen cuando se cocinan los elementos o se procesan de otra forma. Para obtener información sobre la función y las fuentes de alimentos que contienen vitaminas y minerales concretos, consulte el cuadro de la página 33. Antioxidantes: Los radicales libres son moléculas de oxígeno inestables que contienen electrones independientes. Esto les permite provocar reacciones en cadena nocivas cuando se unen con, y “roban” electrones de otras moléculas del organismo, un proceso conocido como agresión oxidativa. Los antioxidantes absorben y neutralizan a los radicales libres. Al interrumpir el proceso oxidativo, ayudan a proteger a las células. Entre los antioxidantes, destacan las vitaminas C y E, el betacaroteno, el selenio y el zinc, y el glutatión. Sustancias fitoquímicas: Una de las ventajas de obtener los nutrientes de la dieta en lugar de usar complementos es que los alimentos contienen sustancias beneficiosas no reconocidas a menudo. Mientras que casi todas las vitaminas y minerales ya fueron aislados e identificados a principios del siglo XX, es ahora cuando está empezando a descubrirse la existencia de sustancias de origen vegetal, llamadas fitoquímicas. Entre ellas destacan las sulfidas alílicas (presentes en los ajos y cebollas), las antocianinas (en moras y arándanos), los carotenoides (como el betacaroteno de la familia de las naranjas y las Primavera de 2006 verduras, el licopeno de los tomates y la luteína de las hortalizas de hoja verde), las catequinas (las taninas presentes en el té verde y negro), los flavonoides (en el chocolate negro, el vino tinto, el té y muchas frutas), los isotiocianatos (en el brócoli y otras verduras crucíferas), los limonoides (en los cítricos) y el sulforafano (presente también en las crucíferas). Algunas sustancias fitoquímicas funcionan como antioxidantes, pero otras parecen tener mecanismos de acción diferentes. Cómo influye el VIH en la nutrición...y viceversa En los primeros años de la epidemia, los profesionales sanitarios se dieron cuenta desde el principio que las personas con SIDA con frecuencia presentaban malnutrición por trastornos proteínicos o calóricos, así como deficiencias de nutrientes específicos. Pero la pérdida de nutrientes también puede empezar a manifestarse al principio de la enfermedad por el VIH, incluso entre individuos con el sistema inmunitario relativamente intacto. Varios factores pueden ocasionar problemas nutricionales en las personas con el VIH/SIDA. Malabsorción: El VIH o las infecciones derivadas del mismo pueden dañar el revestimiento del aparato digestivo, lo cual interfiere en la absorción de los nutrientes. Algunas personas VIH positivas sufren trastornos específicos, como la intolerancia a las grasas, que puede impedir la absorción de las vitaminas liposolubles. Infecciones oportunistas: Diversas infecciones bacterianas, víricas, fúngicas y parasitarias pueden interferir en una nutrición adecuada. Los tumores malignos (carcinomas) y las enfermedades micobacterianas como la tuberculosis a menudo se caracterizan por la aparición de caquexia (demacración). Varias IO provocan vómitos y diarrea, que pueden alterar la absorción o provocar pérdidas de nutrientes. Otras infecciones—como Primavera de 2006 las aftas bucales (candidosis oral), la gingivitis (inflamación de las encías) y la esofagitis por citomegalovirus (inflamación de la garganta) pueden hacer dolorosa la ingestión de alimentos. Fármacos: Los antirretrovirales, la medicación contra las IO y otros fármacos pueden contribuir a las deficiencias y desequilibrios de nutrientes, bien sea a causa de las interacciones directas entre fármacos y alimentos o por los efectos secundarios que provoca la terapia. Los vómitos y la diarrea pueden ocasionar deshidratación y pérdida de nutrientes. La falta de apetito (anorexia), la fatiga y las alteraciones en el sentido del gusto dificultan el consumo de una cantidad suficiente de alimentos. Los antibióticos pueden interferir en la nutrición al eliminar bacterias beneficiosas de los intestinos. Los requisitos sobre las comidas para la administración de fármacos—la necesidad de tomarlos con el estómago lleno o vacío, o con determinados tipos de alimentos— pueden alterar los hábitos de alimentación normales. Por último, algunos medicamentos antirretrovirales están asociados a cambios metabólicos como las anomalías de lípidos y glucosa en la sangre. Ingesta insuficiente: Las personas enfermas a menudo experimentan anorexia. Los síntomas de las IO y los efectos secundarios de la medicación—náuseas, diarrea, dolor de boca o garganta, alteraciones en los sentidos del gusto y del olfato—pueden reducir aún más el apetito o la capacidad de comer. Esto puede complicarse aún más por la falta de recursos económicos, la depresión o la fatiga extrema que impide ir a comprar o preparar comida. Alteración de las necesidades nutricionales: Las enfermedades agudas o crónicas como la infección por el VIH y las IO alteran el metabolismo (la forma en que el cuerpo asimila y utiliza los nutrientes) y la respuesta inmunitaria, lo que puede incrementar la demanda energética del organis- BETA EN ESPAÑOL mo. Los pacientes con el VIH/SIDA pueden necesitar más calorías, macronutrientes, además de vitaminas y minerales específicos. Las enfermedades crónicas también pueden alteran la concentración de hormonas y citocinas, lo cual influye en la nutrición. Por otra parte, las deficiencias nutricionales pueden alterar la función inmunitaria, lo que en potencia agrava la progresión de la enfermedad por el VIH. Las investigaciones han mostrado que el déficit de las vitaminas A, C y E, de las vitaminas B complejas y de selenio y zinc deterioran la inmunidad mediada por las células de defensa (los linfocitos CD4, los linfocitos citolíticos y la proliferación y activación de neutrófilos), la producción de anticuerpos y la capacidad de transducción de señales propia de las citocinas. Los estudios centrados en la prevalencia de carencias nutricionales entre las personas con el VIH/SIDA han ofrecido resultados contradictorios, pero en conjunto, la falta de nutrientes (p.ej., de vitaminas A y E y de minerales como magnesio, selenio y zinc) parece común, especialmente en la etapa avanzada de la enfermedad. En particular, la infección por el VIH parece reducir las reservas de antioxidantes en el organismo, ya que se utilizan para contrarrestar la agresión oxidativa. Los investigadores han hallado indicios de carencias nutricionales casi inapreciables entre personas que aparentemente comen de manera adecuada y que no sufren malnutrición proteínica o calórica declarada. Los expertos todavía no comprenden la importancia clínica—si es que la hay—de los sutiles cambios en los análisis con respecto a las normas observadas en la población VIH negativa, ni saben qué cantidad de un nutriente dado necesitan las personas con el VIH/SIDA para conseguir una función inmunitaria óptima y un buen estado de salud. Debido a la falta de estudios sobre la situación nutricional al principio de la enfermedad por el VIH, y teniendo en cuenta que las necesidades varían drásticamente de una persona a otra, existen pocas 21 recomendaciones definitivas en cuanto al aporte complementario de nutrientes en la población VIH positiva. No a la pérdida excesiva de peso 22 La pérdida excesiva y progresiva de peso—conocida también como caquexia o consunción o en inglés “wasting”—fue un rasgo prominente del SIDA en los primeros años de la epidemia; incluso hoy en día, el SIDA se conoce como la “enfermedad de la delgadez” en África. Los expertos la definen como una pérdida involuntaria o indeseada de peso corporal del 10% o más. Como comentaron los Drs. Steven Grinspoon y Kathleen Mulligan en el número especial de la revista Clinical Infectious Diseases (CID) dedicado a la nutrición y el VIH en abril de 2003, “la caquexia se ha asociado a una mortalidad más elevada, a una progresión acelerada de la enfermedad, a la pérdida de proteínas en la masa muscular y a la pérdida de fuerza y funcionalidad”. Incluso un descenso de tan sólo el 5% se ha vinculado al aumento de las enfermedades y la mortalidad. En la caquexia clásica por el VIH, el peso perdido procede de la masa magra y no de la grasa, especialmente entre los hombres. Las personas con el VIH/SIDA (y con otras enfermedades crónicas) necesitan más calorías sólo para mantener su peso corporal, ya que su metabolismo está acelerado, tienen demandas más altas de energía, desequilibrios de hormonas y citocinas, absorción y utilización poco eficiente de los nutrientes, y una aceleración de la descomposición química (catabolismo) de los tejidos. Aunque la eficacia del tratamiento antirretroviral ha reducido drásticamente la incidencia de caquexia avanzada, la pérdida moderada de peso sigue siendo un rasgo destacado de la enfermedad por el VIH. Por ejemplo, como se publicó en el número del 1 de septiembre de 2005 en la revista Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes (JAIDS), la Dra. Alice Tang (de la Tufts University Medical School) y colaboradores hallaron un incremento constante del 5% o más en la tasa de adelgazamiento entre 1995–1997 (antes de la era TARGA) y 1998–2003 (era TARGA). En un análisis de 713 participantes VIH positivos del grupo Nutrition for Healthy Living, el 53% perdió al menos el 5% de su peso corporal durante cada período de seis meses. El adelgazamiento se asoció significativamente a náuseas, diarrea, candidosis oral, pobreza, antecedentes de consumo de drogas, descenso de los CD4 a 200 linfocitos/mm3 y una carga viral por encima de 100.000 logocopias/ml. Los autores no fueron capaces de señalar los motivos de ese incremento de la caquexia en la era TARGA. En otro estudio (publicado en la edición del 15 de octubre de la revista CID), Adriana Campa, Doctorada en Medicina, y colaboradores de la Florida International University hallaron que el 17,6% de 119 personas VIH positivas de Miami, en su mayor parte sin hogar y consumidoras de drogas, mostraron signos de pérdida excesiva de peso a causa del VIH. En dicho estudio, la caquexia se asoció al abuso de la cocaína y el alcohol, a la “inestabilidad de las comidas” (por no comer durante uno o más días en el mes anterior) y a una carga viral del VIH más elevada. Los participantes que tomaban la TARGA experimentaron caquexia en mayor proporción que quienes no recibían ningún tratamiento antirretroviral (el 86% frente al 67%). Actualmente, en lugar de sufrir un adelgazamiento drástico en todo el cuerpo, muchas personas VIH positivas que toman la TARGA experimentan lipoatrofia, una pérdida de grasa localizada en la cara, las extremidades y los glúteos. Paradójicamente, ésto puede coincidir con una acumulación de grasa en otras zonas del cuerpo (descrita más adelante). La lipoatrofia se asocia especialmente al uso de los inhibidores nucleósidos de la transcriptasa inversa (INTI), BETA EN ESPAÑOL sobre todo al d4T (estavudina o Zerit). Por este motivo, las pautas terapéuticas del gobierno de los EE.UU. han dejado de recomendar el d4T dentro del tratamiento de primera línea para las personas que empiezan a tomar la TARGA. Dado que las personas VIH positivas y sus médicos pueden pasar por alto los primeros signos de caquexia, es importante controlar el peso con regularidad para detectar los cambios más sutiles. Deben tratarse a tiempo los factores subyacentes que contribuyen a la pérdida de peso, como las IO y los desequilibrios hormonales. Pero, tal como señalan Grinspoon y Mulligan, “no existe actualmente ninguna pauta terapéutica para tratar el adelgazamiento y la demacración en los pacientes infectados con el VIH”. A la hora de afrontar la pérdida de peso, a menudo más vale prevenir que curar. Para añadir calorías, céntrese en ingerir proteínas y carbohidratos complejos en lugar de “comida basura”, que contiene principalmente azúcares y grasa. Consuma varias comidas y meriendas pequeñas a lo largo del día en lugar de dos o tres comidas fuertes. Los complementos nutricionales como Ensure o Boost pueden ser útiles cuando existen dificultades para comer alimentos sólidos. Algunas ciudades ofrecen programas de reparto de comidas para personas VIH positivas que no pueden comprar o preparar alimentos (p.ej., el Project Open Hand en San Francisco, God’s Love We Deliver en Nueva York, Moveable Feast en Baltimore). El acetato de megestrol (Megace), un estimulante del apetito, tiende a favorecer la acumulación de grasa en lugar de masa muscular, y puede provocar efectos secundarios, como edema (hinchazón). Algunos antidepresivos y otros medicamentos también pueden mejorar el apetito. Algunos pacientes son firmes defensores del cannabis de uso médico o dronabinol (Marinol), una pastilla que contiene una versión sintética del THC, el ingrediente activo de la marihuana. Primavera de 2006 Aunque la hormona de crecimiento humana recombinante (HGH, Serostim) está aprobada por la FDA para el tratamiento del adelgazamiento por el VIH, resulta demasiado cara y puede ocasionar efectos secundarios como síndrome del túnel carpiano, dolores articulatorios y resistencia a la insulina. Los esteroides anabolizantes (que potencian la masa muscular) como la testosterona y la oxandrolona (Oxandrin) ayudan a algunos pacientes a ganar peso, pero también pueden ocasionar reacciones adversas. La hormonoterapia restitutiva es útil sobre todo cuando existen deficiencias hormonales; no existen suficientes indicios de que las dosis “suprafisiológicas” (más altas de lo natural) sean beneficiosas, e incluso pueden resultar nocivas (véase “HIV and Hormones” en la edición de Verano de 2004 de BETA en inglés). Las investigaciones han mostrado que los esteroides anabolizantes funcionan mejor si se combinan con ejercicios de resistencia; de hecho, algunos estudios sugieren que los ejercicios de resistencia son más eficaces por sí mismos que los esteroides, pero sin gastos ni efectos secundarios. Pesos y Medidas El peso corporal por sí solo no es el mejor indicador de la composición corporal. Existen otros sistemas de medición que ofrecen una idea más exacta de las proporciones relativas entre la masa magra y la grasa. Cada método tiene sus pros y sus contras; pregunte a su médico cuál es el más adecuado para su caso. Índice de masa corporal (IMC) ecuación que relaciona el peso con la altura (el peso en kilogramos dividido por la altura en metros al cuadrado). Un IMC por debajo de 18,5 indica que el peso es demasiado bajo; entre 18,5–24,9 es normal; 25,0–29,9 indica sobrepeso; y de 30,0 en adelante se considera obesidad. Proporción de cintura a caderas la medida de la cintura (en su punto más estrecho) dividida por la medida de las caderas (en su punto más ancho). El peso que se acumula en la zona de la cintura (forma de “manzana”) está asociado a un riesgo más elevado de trastornos cardiovasculares que el que se distribuye en torno a las caderas y los muslos (forma de “pera”). La proporción sana de cintura a caderas es de menos de 0,9 en hombres y 0,8 en mujeres. Esta medida puede no ser adecuada para los individuos VIH positivos con lipodistrofia. Análisis de impedancia bioeléctrica (AIB) técnica para determinar la composición corporal mediante una suave corriente eléctrica que se desplaza con más rapidez a través del músculo que de la grasa. Grosor del pliegue cutáneo técnica que utiliza compases calibradores para determinar la cantidad de grasa subcutánea bajo la piel en múltiples sitios. Pesado hidrostático técnica para evaluar la densidad corporal, en la cual se determina el peso corporal en seco frente al peso bajo el agua, teniendo en cuenta el aire residual acumulado en los pulmones y el aparato digestivo. Demasiado de algo bueno Resonancia magnética nuclear (RMN) Para muchas personas VIH positivas que viven en países en desarrollo, la pérdida excesiva de peso por deficiencias proteínicas o calóricas no es un serio problema hoy en día. De hecho, algunas investigaciones sugieren que el problema contrario, la obesidad, puede ser más preocupante. Por ejemplo, la Dra. Valerianna Amorosa y colaboradores de la University of Philadelphia publicaron en la edición del 15 de agosto de 2005 de la revista JAIDS que en un grupo de casi 1.700 individuos VIH positivos, el 31% de los hombres y el 30% de las mujeres presentaban sobrepeso, y el 11% y 28%, respectivamente, eran obesos (en contraste, solamente el 9% de todos ellos sufrieron pérdida excesiva de peso). La obesidad no se asoció a la edad, Radioabsorciometría de doble energía (DEXA) Primavera de 2006 método no invasivo para visualizar los tejidos del cuerpo mediante un campo magnético. técnica radiográfica para evaluar la composición corporal que incluye la proporción de grasa y la densidad mineral ósea. Tomografía computarizada (TC o TAC) método para visualizar los tejidos internos mediante rayos X. los ingresos, el empleo o desempleo, el nivel de estudios, los antecedentes de consumo de drogas intravenosas, el tratamiento para el VIH ni la carga viral, pero en las mujeres fue más común entre las afroamericanas. En el estudio de Tang mencionado anteriormente, la proporción de pacientes con sobrepeso fue mayor en la era TARGA que antes de la implantación del tratamiento antirretroviral eficaz (el 35% frente al 30%). Y las personas con el VIH no son las únicas que tienen este problema: el Centro BETA EN ESPAÑOL Nacional de Estadísticas de la Salud de EE.UU. afirma que dos terceras partes de los estadounidenses tienen sobrepeso, y casi una tercera parte son obesos, lo que duplica la proporción que existía en 1980. Aunque la obesidad común sigue siendo frecuente, las personas VIH positivas que toman la TARGA pueden experimentar además una acumulación anómala de grasa en zonas específicas del cuerpo, como el abdomen, el pecho y la nuca (“joroba de búfalo”). Esta lipohipertrofia abdominal o 23 24 troncal está compuesta de grasa visceral profunda en torno a los órganos internos. Tanto la lipoatrofia (descrita anteriormente) como la lipohipertrofia son manifestaciones del síndrome de lipodistrofia; sin embargo, como se comentó en un artículo de Denise Jacobson, Doctorada en Medicina, y colaboradores de Tufts en la edición del 15 de junio de 2005 de la revista CID, los expertos actualmente reconocen que ambas manifestaciones son dos procesos bien diferenciados, no simplemente distintas redistribuciones de grasa de una zona a otra. El síndrome de lipodistrofia también incluye una elevación de los lípidos y alteraciones de la glucosa en la sangre (véase “Diabetes y resistencia a la insulina” en la edición de Primavera de 2004 de BETA en español). Aunque casi todas las investigaciones indican que la lipodistrofia está asociada al tratamiento antirretroviral—en particular a los inhibidores de la proteasa (IP)— probablemente se trata de un trastorno multifactorial relacionado con la infección prolongada por el VIH o con el restablecimiento inmunitario, ya que muchas personas que sufren este problema nunca han tomado la TARGA. Por ejemplo, en un reciente estudio de Peter Bacchetti, Doctorado en Medicina, y colegas, la acumulación de grasa abdominal no se vinculó a la TARGA, y de hecho resultó más frecuente entre los hombres VIH negativos que entre los VIH positivos (véase la página 11 de “Notas Breves”). La obesidad, y en concreto la grasa abdominal visceral, se ha asociado a un riesgo más elevado de enfermedades cardiovasculares en la población general. Aunque todavía no se sabe con certeza si las personas VIH positivas que toman la TARGA presentan tasas más altas de ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares (los estudios han ofrecido resultados contradictorios), es probable que los factores tradicionales de riesgo cardiovascular—edad avanzada, sexo masculino, consumo de cigarrillos, elevación del colesterol LDL y los triglicéridos, resistencia a la insulina, hipertensión arterial y sobrepeso— sean tan importantes para las personas VIH positivas como para cualquier otra persona (véase “Cardiovascular Disease in People with HIV” en la edición de Verano/ Otoño de 2002 de BETA en inglés). Aunque las primeras pautas nutricionales para las personas con SIDA solían hacer hincapié en el consumo de calorías—añadir crema, queso, manteca de maní, salsas y similares a la comida—en la actualidad, a muchas personas VIH positivas les convendría adoptar una dieta equilibrada y baja en grasas. La primera línea de defensa contra las enfermedades cardiovasculares es adoptar hábitos saludables, entre ellos modificar la dieta, adelgazar si es necesario, hacer ejercicio y dejar de fumar. Cuando se trata de perder peso, las personas VIH positivas deben seguir las mismas normas que todos los demás: quemar más calorías de las que se consumen. Pero no siempre basta con reducir la cantidad de grasa y colesterol en la dieta para invertir la acumulación de grasa o recuperar la concentración normal de lípidos en la sangre, y además el ejercicio puede no ser demasiado útil para la grasa visceral. Cuando ese es el caso, se utilizan a menudo medicamentos para reducir los lípidos (como las estatinas y los fibratos). A menudo es eficaz modificar el tratamiento antirretroviral para incluir fármacos que causen menos elevaciones de los lípidos, por ejemplo, sustituir atazanavir (Reyataz) por otro IP. Los investigadores han intentado tratar la lipodistrofia con hormona de crecimiento humana y esteroides anabolizantes, con resultados poco concluyentes. Aunque todavía no está claro cuáles son los mejores métodos para abordar el riesgo cardiovascular en las personas VIH positivas que toman la TARGA, los expertos coinciden en que llevar una dieta saludable nunca será perjudicial, y es probable que forme parte de la solución. BETA EN ESPAÑOL Fundamentos básicos de una dieta saludable Una dieta sana proporciona nutrición adecuada sin exceso de calorías vacías. “Equilibrada” significa con alimentos variados de todos los grupos importantes, ya que no hay un solo alimento que contenga todos los nutrientes que necesita el organismo. La Pirámide Alimenticia tradicional ofrece pautas para determinar la cantidad que debemos consumir de cada grupo. (Esta pirámide se revisó en el año 2005 y puede consultarse actualizada por Internet en www.MyPyramid.com. Sin embargo, como la nueva pirámide es más difícil de interpretar, muchos especialistas en nutrición siguen utilizando la versión tradicional). Se recomienda tomar 6 a 11 raciones diarias de cereales como pan, copos de cereales, arroz y pasta; 3 a 5 raciones de verduras; 2 a 4 raciones de frutas; 2 a 3 de lácteos como leche, yogur y queso; 2 a 3 de alimentos ricos en proteínas como carne, aves, pescado, huevos y legumbres; y pequeñas cantidades de grasa, aceite y azúcar. Esto puede parecer mucho, pero una “ración” es más pequeña de lo que mucha gente piensa. Según las pautas, una porción sería una pieza de carne guisada de 85 gramos (3 onzas, o con el tamaño de una baraja de naipes), un muslo de pollo, un cubito de queso de 7 cm, un vaso de leche de 225 ml, una tortilla o una rebanada de pan, 5 a 6 galletas saladas, un tercio de vaso de pasta cocida, medio vaso de verduras cocinadas, o una manzana o naranja de tamaño medio. El menú que suele servirse en los restaurantes de EE.UU. claramente contiene múltiples “raciones”. La revisión realizada en 2005 a la pirámide alimenticia se centra menos en la cantidad que en la calidad, y a la vez hace hincapié en la importancia de la actividad física. La mitad como mínimo del consumo diario de Primavera de 2006 cereales debería ser integral; como norma, los alimentos menos refinados contienen más nutrientes. Los carbohidratos simples elevan la glucosa en la sangre con rapidez poco después de ingerirlos y después la disminuyen, mientras que los carbohidratos complejos permiten mantener el nivel estable a lo largo del tiempo. Pero lo que importa verdaderamente es el “índice glucémico” de los alimentos, que indica el ritmo al que se catabolizan en el organismo. Las comidas con un índice glucémico elevado se descomponen con rapidez, lo que eleva bruscamente la concentración de glucosa, mientras que si tienen un índice glucémico bajo el nivel de glucosa permanece más estable. Consuma verduras de distintos colores—entre ellas las de color verde oscuro o naranja intenso—ya que cada una contiene distintas vitaminas, minerales y sustancias fitoquímicas. Las piezas de fruta son preferibles a los jugos, demasiado calóricos y dulces y con poca fibra. Dado que el proceso de cocinado puede destruir las vitaminas, se suele recomendar el consumo de verduras crudas o cocinadas al vapor durante poco tiempo. Sin embargo, este consejo puede no ser adecuado para las personas inmunodeprimidas, ya que pueden infectarse con microorganismos que se destruirían eficazmente al cocinarlos. En cuanto a los lácteos, escójalos semidescremados o descremados. Si decide no consumir lácteos, es necesario obtener suficiente calcio de otros alimentos. En el grupo de las proteínas, la nueva pirámide recomienda consumir más legumbres, nueces y otros frutos secos, semillas y pescado, que contiene ácidos grasos omega-3 muy beneficiosos para el corazón. Cuando coma carne o aves, quíteles la grasa visible y la piel. Cocinar a la parrilla, al horno o a la plancha son métodos más saludables que freír los alimentos. En cuanto a las grasas, evite las de origen animal y los aceites hidrogenados alterados químicamente, sustituyéndolos por aceites vegetales mo- Primavera de 2006 Aprenda a interpretar las etiquetas de la “Información Nutricional”, que contienen valiosos datos sobre el contenido nutricional de los alimentos envasados: www.cfsan.fda.gov/~dms/foodlab.html noinsaturados y polinsaturados. Este consejo es bueno incluso para las personas que no necesitan adelgazar (o que desean engordar), ya que las grasas animales elevan el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Afortunadamente, gracias a la demanda de los consumidores, es más fácil que nunca encontrar comidas preparadas, snacks, aliños para ensalada y demás alimentos sin grasas saturadas. Otra ventaja para el corazón: las dietas pobres en sodio ayudan a mantener la tensión arterial bajo control. Aparte de llevar una dieta equilibrada, es importante ingerir suficientes líquidos. Los expertos recomiendan ocho vasos diarios de agua. También son buenas fuentes de líquidos las infusiones, caldos y jugos de fruta o verduras. Pero las bebidas que contienen cafeína o alcohol ejercen un efecto diurético y pueden provocar la pérdida de líquidos al orinar. Es especialmente importante beber bastantes líquidos para prevenir la deshidratación cuando se sufren vómitos o diarrea prolongados. Los pacientes con los linfocitos CD4 muy bajos que estén preocupados por infecciones como la criptosporidiosis, procedente de agua del grifo contaminada, deben tomar agua filtrada o embotellada. Hechos frente a modas Las pautas dietéticas tradicionales no están exentas de controversia. Algunos críticos sostienen que cuando se elaboraron las recomendaciones, el gobierno federal se dejó arrastrar por la industria alimentaria. Por ejemplo, aseguran que los adultos no necesitan consumir leche de vaca en abso- BETA EN ESPAÑOL luto. Algunos creen que la pirámide recomienda consumir más proteínas de las necesarias, mientras que otros piensan que los seres humanos han evolucionado para llevar una dieta de “cazadores-recolectores” con muchos menos carbohidratos. En los últimos años, las dietas bajas en carbohidratos (relacionadas con el plan Atkins) que contienen pocos carbohidratos y muchas proteínas y grasas se han puesto de moda, hasta tal punto que muchos han llegado a creer que los carbohidratos por sí mismos engordan. Aunque este tipo de dietas puede lograr una pérdida temporal de peso, suelen ser deficientes en fibra, pueden someter el hígado y los riñones a demasiado esfuerzo e incluso provocar una elevación peligrosa de los lípidos en la sangre. Cada vez más personas adoptan también hábitos vegetarianos, que reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y cáncer. La mayoría de la gente puede alimentarse correctamente con una dieta que contenga poca o ninguna carne ni derivados animales, aunque eso es más complicado en el caso de los niños por estar en edad de crecimiento y en las personas con enfermedades crónicas que tienen más necesidades energéticas. El truco es aprender a combinar proteínas de diversas fuentes (como cereales, legumbres, nueces y otros frutos secos y soja) para obtener un aporte complementario de todos los aminoácidos esenciales; también puede ser necesario incluir complementos de vitamina B12. En la actualidad, los médicos recomiendan cada vez más la “dieta mediterránea”—con aceite de oliva, 25 “[E]l tratamiento de la obesidad probablemente va a convertirse en una parte cada vez más importante del abordaje de la infección por el VIH.” — Dr. David Wohl 26 tomates, ajo y vino tinto—ya que la población de esos países que sigue ese tipo de dieta presenta una incidencia más baja de enfermedades cardiovasculares. La dieta japonesa, que contiene pescado en abundancia y productos derivados de la soja, también es una opción saludable. A pesar de las críticas recibidas, la recomendación aprobada de consumir todo tipo de alimentos de una gran variedad de categorías sigue siendo sólida. La mayor parte de los expertos sugieren repartirla en un 50 a 60% de carbohidratos, 15 a 20% de proteínas y no más del 25 a 30% de grasas. Pero puesto que las necesidades nutricionales de cada persona varían en gran medida, es difícil recomendar una sola dieta adecuada para todas las personas con el VIH/SIDA. Para crear un hábito de comidas adecuado a sus necesidades, puede ser útil consultar con un especialista en nutrición que tenga experiencia con el VIH. ¿Qué pasa con los complementos dietéticos? Como norma general, lo mejor es obtener los nutrientes directamente de la comida. El hecho de tragar puñados de pastillas no puede compensar una dieta deficiente. Pero incluso las personas VIH positivas que se alimentan correctamente pueden presentar importantes déficits de nutrientes—en un momento en que sus necesidades nutricionales son mayores—y por ello los complementos dietéticos pueden ser adecuados en su caso. Las pautas del gobierno de EE.UU. sobre la Cantidad Diaria Recomendada de nutrientes no reflejan necesariamente la cantidad necesaria para tener una salud óptima, sólo la cantidad mínima para evitar síntomas carenciales en una persona sana normal. Todavía no se sabe si los niveles recomendados de nutrientes válidos para la población general son adecuados para las personas con el VIH/SIDA. Los complementos dietéticos son productos que contienen vitaminas, minerales, aminoácidos, plantas medicinales y antioxidantes; suelen tomarse por vía oral en forma de pastillas, cápsulas, polvos o líquidos. Debido a la ausencia de controles de calidad estrictos y a las normas de etiquetado existentes, los productos comerciales pueden variar enormemente en cuanto a su contenido, concentración y pureza. Aunque están regulados por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés), los complementos dietéticos no están sometidos a ensayos clínicos rigurosos para determinar su inocuidad y eficacia del mismo modo que se exige para aprobar los fármacos convencionales. De hecho, como no existe un incentivo económico fuerte para invertir dinero en productos que no pueden patentarse, se han realizado muy pocos estudios controlados y serios sobre el efecto de los complementos dietéticos en la población con el VIH. A mediados de los ochenta, la Doctora en Farmacia Barbara Abrams y colaboradores de la University of California en Berkeley iniciaron un amplio estudio de observación sobre la ingesta alimentaria de 296 hombres VIH positivos; los resultados se publicaron en la edición de agosto de 1993 de la revista JAIDS. Según una determinación, el riesgo de avanzar a SIDA se redujo en proporción inversa al BETA EN ESPAÑOL aumento del consumo de 11 micronutrientes distintos, de forma significativa con riboflavina, vitamina E y hierro, y casi con importancia clínica en el caso de la tiamina, la niacina y la vitamina C. Sin embargo, el estudio pudo estar sesgado, ya que las personas que siguen dietas más saludables o toman complementos dietéticos podrían llevar un estilo de vida más saludable en otros muchos aspectos. Más recientemente, investigadores tailandeses mostraron que un complemento bastante asequible compuesto por múltiples vitaminas y minerales mejoró la supervivencia de las personas VIH positivas que no estaban tomando la TARGA. Como se publicó en la revista AIDS el 21 de noviembre de 2003, el Dr. Sukhum Jiamton y colaboradores realizaron un ensayo de ocultación doble y controlado con placebo en el que se distribuyó aleatoriamente a cerca de 500 individuos VIH positivos con los CD4 entre 50 y 550 linfocitos/mm3 para recibir un placebo o bien un complemento que contenía 12 vitaminas, 8 minerales y un aminoácido (cisteína) dos veces al día. Al cabo de 48 semanas, habían fallecido dos veces más integrantes en el grupo con placebo que en el del complemento dietético (15 muertes frente a 8); entre aquellos que iniciaron el estudio con los CD4 por debajo de 200 linfocitos/mm3, la mortalidad fue significativamente más baja en el grupo que tomaba el complemento. En cambio, un estudio anterior realizado en Zambia halló que los complementos multivinamínicos no ejercían efecto alguno sobre la concentración de CD4 ni la mortalidad. En la edición del 1 de julio de 2004 de New England Journal of Medicine, la Dra. en Farmacia Wafaie Fawzi de la Harvard School of Public Health y colaboradores presentaron un estudio de ocultación doble y controlado por placebo en el que 1.078 embarazadas VIH positivas de Tanzania recibieron complementos diarios de vitamina A, un complemento multivitamínico con vitaminas B, C y E, o ambos. Tras una mediana de Primavera de 2006 seguimiento de 71 meses, 67 (el 24%) de las 271 mujeres que recibían las multivitaminas habían fallecido o avanzado a la etapa avanzada de la enfermedad (etapa IV según la clasificación de la Organización Mundial de la Salud), frente a 83 de las 267 mujeres (31,1%) que tomaron el placebo. Las mujeres del grupo de las multivitaminas—pero no quienes tomaban sólo vitamina A—también presentaron una carga viral del VIH más baja, una concentración de linfocitos CD4 y CD8 más alta y mejores resultados en el parto. En un artículo editorial sobre el estado actual de conocimientos acerca del aporte complementario de micronutrientes en personas con el VIH/SIDA, publicado el 10 de junio de 2005 en la revista AIDS, Tang y colaboradores concluyeron que “los complementos con varias vitaminas pueden ser beneficiosos en cierta medida para las personas VIH positivas con malnutrición, en particular si se encuentran en la etapa más avanzada de la enfermedad”, pero admitieron que “el papel de los micronutrientes por separado (...) está menos claro”. Casi todos los médicos coinciden en que las personas VIH positivas se beneficiarían con un complemento diario de vitaminas y minerales. (Debido a los potenciales efectos nocivos del hierro, muchos desaconsejan los que contienen hierro, excepto en mujeres que menstrúen y personas con deficiencia en hierro). Pero en cuanto a nutrientes concretos, la opinión de los expertos—y los pocos estudios pertinentes realizados hasta la fecha—sigue estando muy dividida. Se ha propuesto utilizar cantidades más altas de distintas sustancias para potenciar la respuesta inmunitaria, mejorar los síntomas y los efectos secundarios de los fármacos y ralentizar la progresión de la enfermedad por el VIH, partiendo de la base y los conocimientos teóricos de cómo deberían actuar determinados nutrientes, de estudios de laboratorio que evalúan los efectos de una sustancia in vitro, y de estudios transversales Primavera de 2006 que muestran carencias nutricionales específicas en un grupo de población o, con menos frecuencia, de ensayos controlados. A continuación presentamos varios nutrientes que han recibido una atención especial con respecto al VIH/SIDA. Vitamina A El Dr. Richard Semba, del Johns Hopkins, y colaboradores señalaron en 1993 que entre un grupo de 179 consumidores de drogas intravenosas de Baltimore VIH positivos y VIH negativos, la avitaminosis A se vinculó a una concentración más baja de linfocitos CD4 y un riesgo más elevado de muerte. Dos años más tarde, afirmó que este déficit entre mujeres embarazadas VIH positivas de Malawi estaba asociado a un mayor riesgo de transmisión del virus de madre a hijo (el 32% entre las mujeres con avitaminosis frente al 7% entre las mujeres con una concentración normal) y una tasa más elevada de mortalidad del lactante. De forma similar, un estudio en EE.UU. halló que las mujeres con avitaminosis de este tipo transmitían el VIH a sus bebés en una proporción aproximadamente 5 veces más alta. Algunos estudios han relacionado el déficit de vitamina A con una mayor secreción vaginal de VIH y concentraciones más altas del virus en la leche materna, aunque curiosamente el estudio de Fawzi descrito anteriormente halló una tasa significativamente más elevada de transmisión de madre a hijo a través de la lactancia en mujeres que recibían complementos de vitamina A. Sin embargo, varios estudios amplios y controlados que evaluaron el aporte complementario de vitamina A o betacaroteno (un precursor de la vitamina A) entre mujeres VIH positivas en África, donde la avitaminosis es común, no han podido detectar un descenso de la transmisión del virus de madre a hijo; los resultados han sido heterogéneos en cuanto a la reducción de abortos espontáneos, partos prematuros y morbimortalidad entre los lactantes. En el estudio de Fawzi re- BETA EN ESPAÑOL alizado en Tanzania, la vitamina A por sí misma no produjo resultados significativamente diferentes de los observados en los grupos con placebo, y la adición de vitamina A a los compuestos multivitamínicos pareció reducir los efectos beneficiosos de estos. Dado que las ventajas son dudosas y las dosis elevadas pueden provocar toxicidad hepática, la mayoría de los expertos desaconsejan el aporte complementario de vitamina A—por encima de la dosis de una pastilla multivitamínica normal—para las personas con el VIH/SIDA. Vitamina C En los estudios de laboratorio, la vitamina C ha inhibido la multiplicación viral in vitro; además, desempeña una función importante en la reparación de tejidos. Por ello, no es sorprendente que se haya barajado emplear megadosis de esta vitamina para curarlo todo, desde el resfriado común hasta el cáncer e incluso el VIH/SIDA. Los ensayos clínicos controlados que han comparado la administración de vitamina C frente a placebo para tratar resfriados y gripes han obtenido resultados dispares, y los datos son aún menos alentadores en cuanto a la enfermedad por el VIH. Aunque el déficit de esta vitamina parece alterar varios aspectos de la respuesta inmunitaria, los estudios no han logrado probar que el aporte complementario de vitamina C ralentice la progresión de la enfermedad por el VIH ni mejore la supervivencia. Vitamina E La vitamina E juega un papel importante en el metabolismo y la función inmunitaria, y los estudios de laboratorio sugieren que ejerce un efecto antiviral. Por ejemplo, el Dr. en Medicina Alonso Heredia de la University of Maryland y colegas afirmaron en la edición del 20 de mayo de 2005 de la revista AIDS que la adición de vitamina E a cultivos celulares de 10 individuos VIH positivos redujo significativamente la producción de VIH, basándose en los niveles del 27 28 antígeno p24. Los autores sugirieron que el aporte complementario de esta vitamina podría reducir la multiplicación del VIH lo bastante para inhibir la aparición de virus farmacorresistente en las células latentes y retrasar el repunte viral tras interrumpir el tratamiento. Pero aunque la carencia (o disminución) de vitamina E se ha vinculado a descensos en los linfocitos CD4 y a una progresión de la enfermedad por el VIH, eso no implica que haya causalidad. Todavía no existe consenso definitivo sobre las ventajas e inconvenientes de la vitamina E en dosis elevadas, pero los datos de los últimos estudios amplios que han evaluado a la población VIH negativa no parecen alentadores. En el Estudio sobre la Salud de las Mujeres (un ensayo clínico orientado a la prevención que admitió a casi 40.000 mujeres sanas VIH negativas), las participantes que fueron distribuidas aleatoriamente para recibir 600 UI de vitamina E en días alternos no sólo no mostraron una reducción de la tasa de cáncer o enfermedades cardiovasculares respecto a las mujeres del grupo con placebo, sino que presentaron un ligero aumento de la mortalidad total, aunque no estadísticamente significativo. Los resultados de un metanálisis de 19 estudios clínicos con un total de 136.000 sujetos, publicados el 4 de enero de 2004 en la revista Annals of Internal Medicine llevó a los autores, el Dr. Edgar Miller y colegas, a concluir que “La administración de dosis elevadas [400 UI o más al día] de complementos con vitamina E puede incrementar la mortalidad por toda causa y debe evitarse”. Ante la falta de estudios controlados amplios en la población VIH positiva, debe seguirse el mismo consejo también para las personas VIH positivas. Selenio El selenio, un oligoelemento que también desempeña un papel en el funcionamiento inmunitario, ha recibido una atención considerable como tratamiento del VIH/SIDA y de muchas otras enfermedades. Algunos estudios in vitro indican que el VIH necesita selenio para poder multiplicarse. Un estudio con 125 personas VIH positivas, consumidoras de drogas intravenosas, publicado en 1997 por la Dra. en Medicina Marianna Baum y colaboradores (de la University of Miami) reveló que después de ajustar varios factores como la concentración de linfocitos CD4, el déficit de selenio estaba significativamente asociado con un incremento de la mortalidad. “Cuando se toman en conjunto todos los factores sobre nutrientes relacionados con la supervivencia”—concluyó Baum en una reseña posterior—“el único factor significativo para pronosticar la mortalidad es el déficit de selenio”. Además, en otro estudio que evaluó a 670 embarazadas VIH positivas en Tanzania (publicado el 1 de junio de 2005 en la revista JAIDS), el Dr. en Ciencias Roland Kupka de la Harvard School of Public Health y colaboradores hallaron que la escasez de selenio en el plasma estaba asociado a un riesgo más elevado de abortos espontáneos, mortalidad de los lactantes y transmisión del VIH de madre a hijo. Pero el hecho de que se haya vinculado el déficit de selenio a una progresión más rápida de la enfermedad no significa necesariamente que el aporte complementario de este oligoelemento vaya a mejorar las cosas. Por un lado, la Dra. Mary Romeyn, especialista en nutrición, ha aportado pruebas anecdóticas de que los complementos de selenio logran eliminar la candidosis bucal. Por otra parte, aunque en un estudio sobre mujeres VIH positivas la carencia de selenio se asoció al aumento de displasia cervical (cambios celulares precancerosos), los complementos de selenio no redujeron tampoco ese riesgo. Además, según la edición del 15 de diciembre de 2004 en la revista JAIDS, el Dr. Scott McClellend y colaboradores de la University of Washington hallaron que en un estudio sobre 400 mujeres VIH positivas de Kenia que no estaban embarazadas, la combinación de un compuesto multivitamínico más selenio produjo BETA EN ESPAÑOL un aumento de la secreción vaginal de virus, lo cual tiene implicaciones en la transmisión por vía sexual y de madre a hijo. Entre las mujeres que comenzaron con una concentración normal de selenio, las que recibieron complementos mostraron un aumento de secreción de virus y una carga viral del VIH en la vagina dos veces más alta que las que tomaron placebo; sin embargo, no se observó un efecto similar en las mujeres con déficit de selenio que lograron alcanzar una concentración normal. Aunque el aporte complementario de selenio produjo una elevación de los linfocitos CD4 y CD8, los autores concluyeron que “En las mujeres con el VIH-1, deben sopesarse las ventajas potenciales del aporte complementario de micronutrientes frente al riesgo potencial de una mayor infectividad”. Zinc El déficit de zinc se ha vinculado al deterioro de la función inmunitaria, y se ha sugerido el aporte complementario de este mineral como tratamiento de los pacientes con el VIH/ SIDA, pero los estudios hasta la fecha han obtenido resultados contradictorios. Aunque algunos sugieren que el zinc potencia la capacidad del organismo para combatir el VIH y mejora los síntomas de la enfermedad, otros han observado que tiene un efecto perjudicial para la salud. En un estudio sobre consumidores de drogas intravenosas, la carencia de zinc se asoció a un descenso de los linfocitos CD4, pero eso no significa que una cosa haya provocado la otra. En otro análisis nutricional anterior sobre casi 300 hombres VIH positivos que fueron evaluados durante siete años, la administración de dosis elevadas de zinc se asoció a una progresión más rápida de la enfermedad. Algunos investigadores han conjeturado que eso se debe a que el VIH necesita estructuras con zinc, llamadas “dedos de zinc” para crear una progenie vírica funcional. Más recientemente, la Dra. Raziya Bobat y colaboradores publicaron en la edición del 26 de noviembre de 2005 de la revista The Lancet que Primavera de 2006 en un ensayo de carácter aleatorio y controlado por placebo sobre 96 niños sudafricanos VIH positivos con edades comprendidas entre seis meses y cinco años, el aporte complementario de zinc durante seis meses redujo la incidencia de diarrea y neumonía, y no pareció potenciar la multiplicación viral. Teniendo en cuenta el grado de incertidumbre actual, la mayor parte de los expertos desaconsejan tomar zinc por encima de las cantidades contenidas en una pastilla de multivitaminas y minerales. Antioxidantes La vitamina C, la vitamina E, el selenio y el zinc actúan como antioxidantes, ayudando a prevenir los daños celulares ocasionados por los radicales libres altamente reactivos (agresión oxidativa). Aunque los radicales libres desempeñan un papel en la defensa inmunitaria contra los patógenos invasores, también pueden lesionar las células circundantes. Los estudios han mostrado que las personas con el VIH y otras infecciones crónicas muestran niveles más elevados de radicales libres, lo cual favorece la multiplicación vírica. Por otra parte, parece que los antioxidantes frenan la agresión oxidativa, inhiben la actividad del VIH y posiblemente ralentizan la progresión de la enfermedad por el VIH. Además, los antioxidantes pueden reducir la fibrosis hepática en personas con hepatitis B o C y proteger al hígado de toxicidades durante el metabolismo de los fármacos. El organismo elabora determinados antioxidantes cuando los necesita, pero este proceso requiere una cantidad adecuada de varios nutrientes. Los estudios sugieren que el glutatión, un importante antioxidante intracelular, puede ayudar a reducir el ritmo de progresión de la enfermedad por el VIH. Entre los nutrientes que ayudan a elevar la concentración de glutatión destaca el selenio, el ácido alfalipoico, la N-acetilcisteína (NAC), la acetil-Lcarnitina, la L-glutamina y la coenzima Q10. En un pequeño estudio, los complementos con dosis elevadas de Primavera de 2006 “[L]os complementos con varias vitaminas pueden ser beneficiosos en cierta medida para las personas VIH positivas con malnutrición, en particular si se encuentran en la etapa más avanzada de la enfermedad.” — Dra. Alice Tang NAC produjeron un descenso de la carga viral del VIH. En varios casos aislados y algunos pequeños estudios, el aporte complementario de antioxidantes o precursores como la NAC, la acetil-L-carnitina y la coenzima Q10 parecen contrarrestar la lactoacidosis (un signo de toxicidad mitocondrial) provocada por la terapia antirretroviral. Es más, el Dr. Andrew Hart y colaboradores del Royal Free Hospital y de la University College Medical School de Londres publicaron en la edición del 23 de julio de 2004 de la revista AIDS que los complementos de acetil-L-carnitina ayudaron a invertir los daños en los nervios y mitigaron el dolor de la neuropatía periférica asociada con ciertos fármacos INTI. Sin embargo, los complementos de antioxidantes también pueden ser perjudiciales. En un pequeño estudio piloto realizado por la Dra. Grace McComsey y colaboradores de la Case Western Reserve University (publicado el 15 de agosto de 2003 en JAIDS), a pesar de que los complementos de vitamina C, vitamina E y NAC redujeron ligeramente el colesterol LDL y la acumulación de grasa abdominal en 10 sujetos con lipodistrofia derivada del VIH, los antioxidantes también elevaron la glucosa y empeoraron la resistencia a la insulina. “Nunca debemos suponer que es inocuo emplear dosis elevadas de vitaminas”, advirtieron los autores. “No son seguras hasta que los estudios clínicos lo demuestren”. Ácidos grasos omega-3 Los ácidos grasos omega-3, presentes en el pescado de aguas frías como el salmón y el arenque, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares entre la población general; un BETA EN ESPAÑOL estudio con más de 4.700 adultos mayores de 65 años demostró que el consumo de pescado 3 a 4 veces a la semana se asoció a un descenso del 30% en la tasa de insuficiencia cardíaca congestiva. En la edición del 15 de noviembre de la revista CID, el Dr. David Wohl y colaboradores, de la University of North Carolina en Chapel Hill, señalaron que el omega-3 también puede ser útil para uno de los factores de riesgo cardiovascular de las personas VIH positivas. En su estudio con rótulos a la vista, 52 individuos VIH positivos que tomaban la TARGA y que en ayunas tenían los triglicéridos por encima de 200 mg/dl fueron distribuidos para recibir complementos de omega-3 procedentes de aceite de pescado (ácido eicosapentaenoico y ácido docosahexaemoico) más asesoramiento nutricional, o bien asesoramiento nutricional solamente. Al cabo de 16 semanas, quienes recibían los complementos experimentaron, en ayunas, una reducción de los triglicéridos del 19,5%, frente a un descenso del 5,7% en el grupo que sólo recibía asesoramiento (aunque parezca importante, esta diferencia no fue estadísticamente significativa). Sin embargo, el colesterol aumentó un 22,4% entre el grupo que tomaba los complementos, mientras que permaneció estable en el grupo con asesoramiento solamente; la concentración de colesterol HDL no cambió en ninguno de los dos grupos. Los autores reconocieron que “no está claro si ese incremento [en LDL] atenúa la ventaja del descenso de los triglicéridos”. Complementos dietéticos especiales Se han desarrollado varios complementos funcionales para aumentar 29 30 la concentración de determinados compuestos que parecen ejercer efectos beneficiosos específicos. Por ejemplo, dos pequeños estudios presentados en el 7º Seminario Internacional sobre Reacciones Medicamentosas Adversas y Lipodistrofia en noviembre de 2005 mostraron que un complemento llamado NucleomaxX—un extracto de azúcar de caña que contiene un nucleósido denominado uridina—ayudó a invertir la lipoatrofia en individuos que tomaban fármacos INTI. El Dr. Jussi Sutinen y colaboradores de Finlandia señalaron que en un estudio de 20 pacientes que tomaban d4T o AZT (zidovudina, Retrovir), aquellos que recibieron NucleomaxX tres veces al día durante 10 días recuperaron grasa en los brazos y las piernas (cerca de 900 gramos) en una proporción significativamente más alta que quienes recibieron placebo; el grupo de NucleomaxX recuperó también grasa abdominal. De forma similar, McComsey afirmó que tanto los pacientes como sus médicos observaron una mejora significativa de la lipoatrofia en un estudio sobre 14 sujetos que tomaban d4T y que recibieron NucleomaxX tres veces diarias en días alternos durante 16 semanas (en el presente se están inscribiendo participantes para la Fase II del estudio sobre NucleomaxX y la lipoatrofia, que se realizará con rótulos a la vista; consulte la sección “Open Clinical Trials,” en la página 51 de BETA en inglés). No siempre más es mejor Con todos estos datos tan heterogéneos, las personas VIH positivas pueden encontrarse perdidas a la hora de tomar decisiones fundadas sobre los complementos dietéticos. Lo fundamental, según señalaron Judith Nerad, Mary Romeyn y colaboradores en el número especial de abril de 2003 de la revista CID es que “[E]xisten pocos indicios en la literatura médica de que tomar complementos por encima de la dosis recomendada tenga algún impacto en el resultado Una nutrición adecuada no cura el VIH Aunque los complementos dietéticos con una variedad de micronutrientes pueden contribuir a mejorar la salud, eso no supone que por sí mismos puedan sustituir a la TARGA. Hace algunos años, la Ministra de Salud sudafricana Manto Tshabalala-Msimang causó gran controversia cuando sugirió que las personas con el VIH/SIDA debían consumir ajo, limón y aceite de oliva mientras su gobierno se resistía a los esfuerzos para ampliar el acceso a la terapia antirretroviral. El pasado mes de mayo, el Dr. Peter Piot, director de UNAIDS, arremetió contra el promotor de productos vitamínicos Matthias Rath, que publicó anuncios comerciales en periódicos sudafricanos defendiendo las vitaminas como tratamiento del SIDA y asegurando que los antirretrovirales eran tóxicos y provocaban defectos congénitos. “Las vitaminas no sirven para curar ni tratar el SIDA”, afirmó Piot, “y quien diga lo contrario es un charlatán”. No obstante, según el Director General de la Organización Mundial de la Salud Jong-Wook Lee, debe prestarse más atención a las necesidades de las personas con el VIH/SIDA en los países en vías de desarrollo. “Sabemos con certeza que la nutrición adecuada ayuda a mantener la función inmunitaria, permite ganar peso y potencia el nivel de energía”, señaló en una conferencia celebrada en Durban el pasado mes de abril de 2005. “La mayoría de los 30 millones de personas VIH positivas que hay en África ni siquiera tienen asegurado el acceso a los nutrientes básicos que necesita todo ser humano para llevar una vida saludable”. clínico”. Pero “[s]i un paciente presenta déficit de vitaminas o minerales, los complementos son claramente necesarios”. Las personas VIH positivas suelen tener sutiles deficiencias nutricionales, y los estudios realizados hasta la fecha han mostrado que el uso diario de productos multivitamínicos es seguro y potencialmente beneficioso para este grupo de población. Distintos expertos han propuesto varios regímenes de este tipo. Por ejemplo, Romeyn—en su libro Nutrition and HIV: A New Model for BETA EN ESPAÑOL Treatment—sugiere un régimen básico que incluya: • un compuesto multivitamínico, sin hierro extra, dos veces al día; • otro con oligoelementos una vez al día; • otro con antioxidantes una vez al día. Otros expertos, como la especialista en nutrición Margaret Davis, recomiendan solamente el compuesto multivitamínico, más un mayor consumo de frutas y verduras. Primavera de 2006 Como se indicó anteriormente, las necesidades nutricionales varían en gran medida de unas personas a otras, y no hay una sola dieta o régimen de complementos que sean válidos para todas las personas con el VIH/SIDA. Además, el déficit de un nutriente no significa necesariamente que los complementos dietéticos sean la solución, ya que los problemas de absorción, las infecciones subyacentes, los cambios metabólicos o los desequilibrios hormonales pueden estar contribuyendo al problema. Cuando se tomen complementos dietéticos, no debe superarse la dosis recomendada en la etiqueta a no ser que así lo indique un profesional médico capacitado. Como ilustran algunos de los estudios mencionados, tomar más cantidad no es necesariamente mejor. Un reciente caso ejemplifica la importancia de esa advertencia: en la edición de septiembre de 2005 de la revista International Journal of STD and AIDS, un hombre londinense VIH positivo sufrió una grave inflamación hepática acompañada de una drástica elevación de la ALAT después de tomar más de una docena de complementos dietéticos, muchos de ellos en dosis elevadas, hasta 67 veces superiores a la cantidad diaria recomendada; afortunadamente, una vez que dejó los complementos su función hepática volvió a la normalidad. Algunas vitaminas y minerales (entre ellas las vitaminas liposolubles A, D y E) pueden resultar tóxicas en dosis altas, e incluso provocar efectos nocivos con dosis más bajas de las que contiene una pastilla multivitamínica normal. Recuerde que “natural” no equivale a “inocuo”. Tenga cautela con los complementos que se venden como “cura” para una dolencia; si algo suena demasiado bien para ser verdad, probablemente no sea cierto. Compruebe que las afirmaciones de la publicidad estén respaldadas por investigaciones fiables. Algunos complementos dietéticos pueden no ser perjudiciales, pero sí una forma de tirar el dinero. Consulte con su médico Primavera de 2006 antes de empezar a tomar algún complemento dietético o iniciar una dieta poco convencional. Informe a los médicos sobre los complementos que esté tomando (así como sobre los fármacos sin receta, drogas recreativas y plantas medicinales), ya que pueden interactuar con los antirretrovirales. Comer bien para vivir El control nutricional debe ser parte habitual del cuidado del VIH/SIDA. Aun si una persona VIH positiva no presenta problemas nutricionales obvios como la caquexia, una dieta saludable puede ayudarle a mantener a raya la enfermedad y mejorar su calidad de vida. Pero, tal como Tang y colaboradores señalaron en su reseña, el abordaje de los aspectos nutricionales “puede no formar parte de los cuidados tradicionales o los criterios de un especialista en VIH”. Contar con un experto en nutrición cualificado que tenga experiencia con personas VIH positivas puede ser un valioso recurso. Recursos American Dietetic Association organización de profesionales de la alimentación y la nutrición www.eatright.org Association of Nutrition Services Agencies organización que promueve la educación sobre la nutrición, la defensa de una nutrición adecuada y programas de apoyo nutricional para las personas con el VIH/SIDA www.aidsnutrition.org FoodSafety.gov información sobre la seguridad de los alimentos ofrecida por el gobierno de EE.UU. www.foodsafety.gov Health Resources and Services Administration, AIDS Education & Training Centers. Health Care and HIV: Nutritional Guide for Providers and Clients. Junio de 2002. www.aidsetc.org/aidsetc?page=et-30-20-01 (disponible también en español: Guía Nutricional para Profesionales de la Salud y Pacientes). Clinical Infectious Diseases Número especial: Integrating Nutrition Therapy Into Medical Management of Human Immunodeficiency Virus. Volume 36, Supplement 2, April 2003 (texto completo disponible gratuitamente) www.journals.uchicago.edu/CID/journal/contents/v36nS2.html Fields-Gardner, Cade, and others (editors) A Clinician’s Guide To Nutrition In HIV and AIDS American Dietetic Association, 1997. Romeyn, Mary Nutrition and HIV: A New Model for Treatment Jossey-Bass, 1998. BETA EN ESPAÑOL 31 32 La Asociación Dietética de EE.UU. recomienda realizar una valoración del estado nutricional y la composición corporal poco después del diagnóstico de VIH. A partir de entonces, deben efectuarse revisiones al menos una vez al año en los sujetos asintomáticos con la enfermedad bien controlada, y cada pocos meses en los pacientes con SIDA o con problemas nutricionales. La Dra. Tasmin Knox, de Tufts, recomienda hacer determinaciones antropométricas de la composición corporal (consulte los distintos métodos en el apartado de la página 23); análisis de laboratorio para comprobar las concentraciones de proteínas y micronutrientes en la sangre; análisis de parámetros metabólicos como los lípidos, la glucosa y las enzimas hepáticas; y una evaluación clínica de los hábitos alimenticios, consumo de complementos dietéticos, estado funcional, síntomas físicos y aspectos psicológicos y socioeconómicos que puedan impedir una ingesta adecuada de nutrientes. Algunos expertos aconsejan anotar en un diario todo lo que se come, junto con los problemas dietéticos que vayan surgiendo. Una vez que se ha completado una valoración de este tipo, debe abordarse con rapidez cualquier problema subyacente—infecciones, desequilibrios hormonales o trastornos metabólicos—que pueda obstaculizar la nutrición. El siguiente paso es elaborar un plan nutricional adecuado para cada persona. Las personas mayores, los niños en edad de crecimiento, las mujeres embarazadas o en período de lactancia y los pacientes con IO activas son grupos con necesidades nutricionales especiales. Aunque los complementos dietéticos pueden ser muy beneficiosos, nunca pueden sustituir a una dieta bien equilibrada. Cuando se habla de nutrición adecuada, no existe ninguna “fórmula rápida”. Lo mejor es adoptar hábitos alimenticios saludables a largo plazo, como reducir las grasas saturadas y consumir más frutas, verduras y cereales integrales. Pero los objetivos deben ser realistas: no pasa nada por caer en la tentación de vez en cuando si normalmente se sigue una dieta saludable. Por suerte, los pequeños cambios de hábitos alimenticios muchas veces ejercen un gran efecto beneficioso sobre la salud. Puesto que muchas personas con el VIH/SIDA toman complementos dietéticos además de la TARGA, es fundamental conocer el efecto de los complementos sobre la enfermedad y viceversa. Según Tang y colaboradores, serían campos fértiles para la investigación el papel de los complementos con micronutrientes en personas con la enfermedad por el VIH bien controlada, determinar si los micronutrientes potencian la respuesta de los linfocitos CD4, el papel de los antioxidantes a la hora de contrarrestar la agresión oxidativa derivada de la infección por el VIH o su tratamiento, evaluar si los complementos con micronutrientes pueden reducir la morbilidad asociada a coinfecciones como la hepatitis B o C, estudiar el papel que desempeñan los complementos para tratar manifestaciones metabólicas como la lipodistrofia y el desgaste óseo, y determinar las dosis apropiadas de complementos para las personas VIH positivas en las distintas etapas de la enfermedad. “El intento de mejorar la calidad de la dieta y el nivel de micronutrientes puede desempeñar un papel general para alcanzar un estado óptimo de salud en los individuos infectados con el VIH, en particular para los grupos malnutridos”, concluyeron Tang y colaboradores, “y también puede tener importancia a la hora de tratar en detalle la infección por el VIH en un futuro”. Liz Highleyman (liz@black-rose.com) es escritora y redactora médica independiente y reside en San Francisco. Babat, R. and others. Safety and efficacy of zinc supplementation for children with HIV-1 infection in South Africa: a randomised double-blind placebo-controlled trial. The Lancet 366(9500): 1862–1867. November 26, 2005. Campa, A. and others. HIV-related wasting in HIV-infected drug users in the era of highly active antiretroviral therapy. CID 41(8): 1179–1185. October 15, 2005. Hart, A.M. and others. Acetyl-l-carnitine: a pathogenesis based treatment for HIV-associated antiretroviral toxic neuropathy. AIDS 18(11): 1549–1560. July 23, 2004. Heredia, A. and others. In vitro suppression of latent HIV-1 activation by vitamin E: potential clinical implications. AIDS 19(8): 836–837. May 20, 2005. Jiamton, S. and others. A randomized trial of the impact of multiple micronutrient supplementation on mortality among HIV-infected individuals living in Bangkok. AIDS 17(17): 2461–2469. November 21, 2003. McClelland, R.S. and others. Micronutrient supplementation increases genital tract shedding in HIV-1 women: results of a randomized trial. JAIDS 37(5): 1657–1663. December 15, 2004. McComsey, G. and others. Effect of antioxidants on glucose metabolism and plasma lipids in HIV-infected subjects with lipoatrophy. JAIDS 33(5): 605–607. August 15, 2003. Miller, E. and others. Meta-analysis: high-dosage vitamin E supplementation may increase all-cause mortality. Annals of Internal Medicine 142(1): 37–46. January 4, 2005. Sutinen, J. and others. Uridine supplementation increases subcutaneous fat in patients with HAARTassociated lipodystrophy: a randomised placebo-controlled trial. 7th International Workshop on Adverse Drug Reactions and Lipodystrophy in HIV. Abstract 7. Shevitz, A. and Knox, T. Nutrition in the era of highly active antiretroviral therapy. CID 32(12): 1769–75. June 15, 2001. Tang, A.M. and others. Increasing risk of 5% or greater unintentional weight loss in a cohort of HIV-infected patients, 1995–2003. JAIDS 40(1): 70–76. September 1, 2005. Tang, A.M. and others. Micronutrients: current issues for HIV care providers. AIDS 19(9): 847–861. June 10, 2005. Wohl, D.A. and others. Randomized study of the safety and efficacy of fish oil (omega-3 fatty acid) supplementation with dietary and exercise counseling for the treatment of antiretroviral therapy-associated hypertriglyceridemia. CID 41(10): 1498–1504. November 15, 2005. N Extracto bibliográfico Amorosa, V. and others. A tale of two epidemics: the intersection between obesity and HIV infection in Philadelphia. JAIDS. 39(5): 557–561. August 15, 2005. Baum, M.K. and others. High risk of HIV-related mortality is associated with selenium deficiency. JAIDS. 15(5): 370–374, August 15, 1997. BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 VITAMINAS NUTRIENTE EFECTO EN LA SALUD BUENAS FUENTES COMMENTARIOS Vitamina A (retinol; pro-vitamina beta-caroteno) Salud de ojos, piel, huesos y células epiteliales; buen funcionamiento digestivo e inmunitario; resistencia a las infecciones; formación normal de glóbulos rojos y blancos; crecimiento y reparación de tejidos; antioxidante (betacaroteno) Forma activa: carne, hígado, pescado, aceite de hígado de bacalao, lácteos, huevos Betacaroteno: verduras y frutas amarillas, naranjas y rojas (duraznos, zanahorias, mangos, pimientos o chilesrojos, calabaza, ñame), hortalizas de color verde oscuro (brócoli, col rizada, espinacas) Liposoluble (a dosis elevadas puede provocar toxicidad hepática y extraer calcio de los huesos); el betacaroteno se transforma cuando el organismo lo necesita y no tiende a acumularse; en dosis excesivas, puede producir decoloración cutánea Vitamina B1 (tiamina) Metabolismo de los nutrientes, función correcta del sistema nervioso y la transducción de señales neuromusculares; salud mental (el déficit puede provocar irritabilidad y depresión); funcionamiento correcto de las membranas celulares; puede ayudar a reducir la toxicidad mitocondrial Carne roja, cereales integrales, legumbres, maníes o cacahuetes, levadura de cerveza, germen de trigo Los alcohólicos son propensos a la avitaminosis B1; el déficit puede ocasionar neuropatía periférica Vitamina B2 (riboflavina) Salud de ojos, piel y boca; metabolismo de los nutrientes y liberación de energía; crecimiento y desarrollo normales; buen funcionamiento del sistema nervioso; salud mental Carne, hígado, pescado, lácteos, cereales integrales o enriquecidos, germen de trigo, hortalizas de hoja verde, setas Hace la orina de color amarillo verdoso brillante Vitamina B3 (niacina) Salud de piel y boca; metabolismo de los nutrientes; función digestiva correcta; buen funcionamiento del sistema nervioso; salud mental Carne, aves, pescado graso (salmón, atún), cereales integrales, salvado, legumbres, maníes o cacahuetes Puede ocasionar sofocos y descensos bruscos en la tensión arterial; se usa en dosis más altas para reducir los lípidos en sangre y tratar la angina de pecho; puede provocar subidas de glucosa y toxicidad hepática Vitamina B5 (ácido pantoténico) Metabolismo de los nutrientes; producción de hormonas esteroides y neurotransmisores Carne, aves, pescado, huevos, cereales integrales, legumbres, derivados de la soja El déficit puede ocasionar quemazón en los pies Vitamina B6 (pyridoxina) Salud de piel y boca; formación normal de los glóbulos rojos; absorción y metabolismo de los nutrientes; buen funcionamiento del sistema nervioso; salud mental (el déficit puede provocar irritabilidad y depresión); función inmunitaria correcta (inmunidad mediada por los linfocitos, producción de anticuerpos); producción de neurotransmisores Carne, hígado, aves, pescado, huevos, cereales integrales, legumbres, nueces y otros frutos secos, semillas, hortalizas de hoja verde, derivados de la soja, bananas A dosis altas puede provocar lesiones en los nervios; se administra con isoniazida para prevenir estados carenciales Vitamina B7 (biotina, vitamina H) Salud de piel, músculos y glóbulos rojos; metabolismo de los nutrientes; metabolismo de la glucosa Sintetizada por las bacterias intestinales; vísceras, pescado, huevos, queso, germen de trigo, levadura de cerveza, avena, derivados de la soja, coliflor 33 Primavera de 2006 BETA EN ESPAÑOL VITAMINAS, sigue 34 NUTRIENTE EFECTO EN LA SALUD BUENAS FUENTES COMMENTARIO Vitamina B9 (folato/folacina/ácido fólico) Salud de piel, boca y aparato digestivo; metabolismo de los nutrientes; función correcta del sistema nervioso; síntesis del ARN y el ADN; buen funcionamiento inmunitario; formación normal de glóbulos rojos y blancos Hortalizas de hoja verde, brócoli, cítricos, legumbres, germen de trigo, levadura de cerveza, cereales integrales y enriquecidos, brotes germinados, derivados de la soja En mujeres embarazadas ayuda a prevenir defectos en el tubo neural del feto; puede ser deficitaria en los alcohólicos Vitamina B12 (cobalamina) Metabolismo de los nutrientes; necesaria para el metabolismo y uso del folato; función correcta del sistema nervioso y la transducción de señales neuromusculares; salud mental (el déficit puede provocar irritabilidad y trastornos cognitivos); buena función inmunitaria (actividad de los linfocitos T y los citolíticos); funcionamiento normal de los glóbulos rojos (el déficit puede dar lugar a células grandes con demasiada hemoglobina) Sintetizada por las bacterias intestinales; carne roja, vísceras, mariscos, huevos, lácteos, derivados de la soja Los vegetarianos, vegetarianos estrictos y alcohólicos son propensos a la avitaminosis B12; algunas personas con dificultad para absorberla a través de los intestinos pueden recibir complementos inyectados Vitamina C (ascorbato, ácido ascórbico) Salud de piel, boca, ojos, músculos y vasos sanguíneos; metabolismo de los nutrientes; buen funcionamiento inmunitario, resistencia a las infecciones; curación de las heridas (síntesis del colágeno); antioxidante Cítricos, mangos, kiwis, pimientos o chiles, tomates, verduras crucíferas (repollo, coliflor, brócoli), frutas del bosque La avitaminosis C provoca escorbuto; en dosis altas puede causar diarrea Vitamina D (cholecalciferol) Salud de huesos y dientes; necesaria para la absorción y el metabolismo del calcio y el fosfato Elaborada por la piel cuando se expone al sol; derivados lácteos fortificados, aceite de hígado de pescado, pescados grasos (atún, arenque), huevos, germen de trigo, nueces y otros frutos secos. Liposoluble; en dosis altas puede provocar toxicidad hepática y depósitos de calcio en los órganos Vitamina E (tocoferol) Salud de músculos, glóbulos rojos y membranas celulares; buen funcionamiento del sistema nervioso; buena función inmunitaria (inmunidad mediada por los linfocitos); antioxidante Aceites vegetales, huevos, cereales integrales, germen de trigo, nueces y otros frutos secos, derivados de la soja, aguacates Liposoluble; la malabsorción de la grasa puede provocar avitaminosis E Vitamina K Producción de factores coagulantes (la avitaminosis K puede provocar hemorragias) Sintetizada por las bacterias intestinales; hígado, hortalizas de hoja verde; verduras crucíferas, cereales integrales; huevos Liposoluble; puede acumularse en el hígado y resultar tóxica en dosis elevadas; las enfermedades hepáticas pueden obstaculizar el uso de la vitamina K BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 MINERALES MÁS IMPORTANTES (la lista no es completa) NUTRIENTE EFECTO EN LA SALUD BUENA FUENTES COMMENTARIOS Calcio La buena salud de huesos y dientes permite la absisción del calcio (su déficit puede provocar osteopenia y osteoporosis); función correcta del sistema nervioso, conducción nerviosa y transducción de señales neuromusculares; función cardíaca y coagulación de la sangre correctas Productos lácteos, conservas de pescado con espinas, derivados de la soja, nueces y otros frutos secos, hortalizas de hoja verde, brócoli El consumo de alcohol y cafeína reduce el nivel de calcio Hierro Permite que los glóbulos rojos transporten oxígeno (el déficit de hierro puede producir anemia) Carne roja, hígado, mariscos, cereales enriquecidos, hortalizas de hoja verde, legumbres, fruta deshidratada, melaza de caña de azúcar Puede ocasionar toxicidad hepática; potencia la proliferación de bacterias y virus; puede promover la producción de radicales libres; muchos expertos recomiendan abstenerse de complementos con hierro excepto en el caso de mujeres que menstrúan Magnesio Salud de músculos y corazón; metabolismo de los nutrientes y liberación de energía; necesario para el metabolismo del sodio, el potasio y el calcio; función correcta del sistema nervioso, la conducción nerviosa y la transducción de señales neuromusculares; salud mental; crecimiento y desarrollo normales Hortalizas de hoja verde, brócoli, cereales integrales, salvado de trigo, legumbres, nueces, derivados de la soja, chocolate Fosfato (forma de fósforo) Salud de huesos, dientes y corazón; metabolismo de los nutrientes; función correcta del sistema nervioso, la conducción nerviosa y la transducción de señales neuromusculares; buen funcionamiento de las membranas celulares; mantenimiento del equilibro acidobásico Bebidas carbonatadas, carne, aves, pescado, productos lácteos, huevos, legumbres, nueces y otros frutos secos El exceso de fósforo puede alterar la absorción del calcio y viceversa Potasio Salud de corazón y músculos; función correcta del sistema nervioso, la conducción nerviosa y la transducción de señales neuromusculares; mantenimiento del balance hídrico y de la homeostasis celular Bananas, higos, hortalizas de hoja verde, brócoli, cítricos, maníes o cacahuetes, semillas Los vómitos o diarrea prolongados pueden producir déficit de potasio Selenio Salud de corazón y glóbulos rojos; buena función inmunitaria (y actividad de los glóbulos blancos); crecimiento y desarrollo normales; antioxidante Nueces de Brasil, anacardos o castañas de cajú, carne roja, vísceras, mariscos, productos lácteos, cereales integrales, legumbres, semillas El déficit de selenio es más probable en zonas donde el suelo es pobre en este mineral Zinc Función inmunitaria correcta (inmunidad mediada por los linfocitos, producción de anticuerpos), división, proliferación y reparación celular; curación de heridas; buen funcionamiento de las membranas celulares; función correcta del sistema nervioso; salud mental; antioxidante Carne, aves, mariscos, productos lácteos, huevos, cereales integrales, levadura de cerveza, legumbres, semillas El déficit de zinc puede provocar alteraciones en los sentidos del gusto y del olfato Primavera de 2006 35 BETA EN ESPAÑOL LA MUJER Y EL VIH Envejecer con el VIH Sharon Lee V arios de los síntomas físicos y enfermedades que provoca el VIH y su tratamiento— como fatiga, cambios de peso corporal, pérdida de memoria, depresión y aterosclerosis—se asemejan a los típicos problemas de salud que aparecen con la edad. Se calcula que al menos el 10% de las personas VIH positivas que viven en los Estados Unidos tienen 50 años o más, y sin duda esta cifra irá avanzando a medida que los afectados vivan más tiempo gracias a la eficacia de la terapia antirretroviral. Para las mujeres mayores, puede ser muy difícil sortear la relación entre el VIH, el paso de los años y los efectos secundarios de los fármacos. Muchos problemas de salud empeoran con el tabaco, la obesidad y los malos hábitos que pueden aumentar el riesgo de caer enfermo o morir. Este artículo aborda dos riesgos para la salud de las mujeres mayores con el VIH: las cardiopatías y la osteoporosis. 36 Cardiopatías Aunque muchos tienden a pensar que las enfermedades cardiovasculares son una dolencia propia de hombres de avanzada edad, las cardiopatías coronarias son la primera causa de muerte en las mujeres de los Estados Unidos. Más del 30% de los fallecimientos en mujeres son consecuencia de ataques al corazón, y otro 8% se debe a accidentes cerebrovasculares. Aunque sólo una de cada 25 mujeres terminará falleciendo de cáncer de mama, una de cada dos morirá a causa de una cardiopatía o un accidente cerebrovascular (ACV). Pero no todas las mujeres corren el mismo riesgo. Las afroamericanas, por ejemplo, sufren cardiopatías en una proporción doble a las blancas, lo cual parece tener relación con la mayor incidencia de hipertensión arterial, diabetes y obesidad en ese grupo. En todas las mujeres, tanto los ataques al corazón como el ACV están firmemente asociados al tabaquismo, la hipertensión arterial, una elevada concentración de lípidos (grasas), la diabetes, una dieta deficiente y la falta de ejercicio físico. Por suerte, muchos de esos riesgos pueden reducirse adoptando hábitos más saludables. ¿Corren un mayor riesgo de sufrir cardiopatías las mujeres con el VIH que las que no lo tienen? Todavía no se sabe con certeza en qué medida el VIH o su tratamiento incrementan este riesgo. Cada vez se realizan más estudios que tratan de evaluar el modo en que el VIH o los anti- rretrovirales influyen en las cardiopatías, pero gran parte de ellos todavía no han logrado respuestas definitivas. Las investigaciones han ofrecido resultados contradictorios, lo cual no resulta sorprendente si tenemos en cuenta la dificultad de descartar todos los factores superpuestos que influyen tanto en las cardiopatías como en la infección por el VIH (véase “Cardiovascular Disease in People with HIV” en la edición de Verano/Otoño de 2002 de BETA en inglés). Por ejemplo, sabemos que algunos factores tradicionales de riesgo de enfermedad cardiovascular—como el colesterol y los triglicéridos elevados—son más comunes en las personas VIH positivas. De hecho, estos cambios metabólicos están relacionados con la terapia antirretroviral de gran actividad (TARGA) aunque no hay duda de que las ventajas de tomar medicamentos que controlen el VIH están bien documentadas. Por otra parte, un hábito como fumar está claramente asociado a un mayor riesgo de sufrir cardiopatías y no tiene ninguna ventaja para la salud. Los estudios a largo plazo que comparan grupos de población de características similares con y sin el VIH están ayudando a identificar algunos aspectos importantes. El Estudio Interagencias sobre Mujeres y VIH (WIHS, por sus siglas en inglés), que lleva desde 1993 investigando el impacto de la infección por el VIH en las mujeres de los EE.UU., ha realizado el estudio de mayor focalización hasta la fecha en relación a las mujeres, el VIH y la enfermedad cardiovascular. Este estudio exploró la incidencia BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 { { Especialmente en los pacientes con enfermedad por el VIH avanzada, es evidente que las ventajas inmediatas de la TARGA compensan el riesgo de sufrir cardiopatías. de problemas cardíacos en tres grupos: mujeres VIH positivas que toman la TARGA, mujeres VIH positivas que han decidido no tomarla y mujeres VIH negativas seleccionadas con características socioeconómicas y hábitos similares. Se evaluó a más de 1.500 mujeres. Los resultados indicaron que los principales riesgos de cardiopatía son el tabaquismo y la edad avanzada—pero no la enfermedad por el VIH—independientemente de si las mujeres tomaban antirretrovirales o no. Los factores más importantes para lograr una buena salud cardiovascular son, con diferencia, dejar de fumar y controlar la hipertensión. Es evidente que, en especial para los pacientes en una etapa avanzada de la enfermedad, las ventajas inmediatas de la TARGA superan con mucho los riesgos de sufrir cardiopatías. Osteoporosis Los huesos son de un material dinámico que se reestructura continuamente mediante la reformación y la resorción de la matriz de calcio. Cuando se produce algún desequilibrio en este proceso—si la resorción de calcio es más rápida que su reposición—el resultado es que los huesos se debilitan. Las mujeres posmenopáusicas tienen muchas más probabilidades de perder calcio en los huesos, una afección denominada osteopenia (pérdida ósea leve o moderada) u osteoporosis (pérdida ósea más acusada). La osteoporosis puede provocar la curvatura de la columna vertebral y aumentar el riesgo de fracturas (para más información, consulte el artículo “Osteoporosis y Enfermedad por el VIH”, en las páginas 14–24 de la edición de Verano/Otoño 2001 de BETA en inglés). La osteoporosis aparece con más frecuencia cuando las mujeres superan los 50 años de edad. El riesgo aumenta con factores como un peso corporal bajo, tabaquismo, falta de ejercicio, ingesta insuficiente de calcio, abuso del alcohol y determinadas enfermedades como insuficiencia renal y hepática, antecedentes de intervenciones quirúrgicas por trastornos tiroideos, asma y enfermedad pulmonar crónica. El problema también puede verse agravado con ciertos medicamentos, como la heparina, los antiepilépticos y la prednisona. Los estudios sobre los efectos del VIH y la TARGA en la pérdida ósea han obtenido resultados controvertidos. Algunos indican que la TARGA empeora la pérdida ósea, mientras que otros sugieren que ese tratamiento ejerce poco o ningún efecto sobre los huesos. Uno de estos estudios, dirigido por Sara Dolan, Enfermera, y colegas de la Harvard Medical School halló que la prevalencia de osteopenia era 2,5 veces más elevada en las mujeres VIH positivas que en las VIH negativas, y que el tratamiento antirretroviral no reduce ni aumenta este riesgo. Otros factores asociados a la pérdida ósea en dicho estudio fueron un índice de peso corporal bajo, Primavera de 2006 LA MUJER Y EL VIH antecedentes de peso corporal bajo, un porcentaje bajo de grasa corporal y poca frecuencia en las menstruaciones. Además, el patrón de pérdida ósea en las mujeres VIH positivas era diferente al de las mujeres VIH negativas posmenopáusicas, con marcadores diferentes en los análisis del metabolismo óseo y un cambio en el equilibrio entre la formación y la resorción ósea. En otro estudio del WIHS, la Dra. Kathyrn Anastos y colegas determinaron la densidad mineral en 88 mujeres VIH negativas y 184 VIH positivas (de las cuales 94 estaban tomando la TARGA y 90 no). La prevalencia de osteopenia/osteoporosis fue del 6,4% en las mujeres VIH negativas, del 18,9% en las VIH positivas que no tomaban la TARGA, y del 20,4% en las mujeres VIH positivas que tomaban la TARGA. Asimismo, este estudio indicó que la infección por el VIH aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis, independientemente de si se usan antirretrovirales o no. Sin embargo, otros estudios han descubierto que algunos fármacos empleados en las politerapias TARGA parecen incrementar la velocidad de pérdida ósea. Para complicar aún más las cosas, las investigaciones del National Institute of Artritis and Musculoskeletal and Skin Diseases (NIAMS, por sus siglas en inglés) sugieren que algunos medicamentos contra el VIH en realidad conservan en buen estado los huesos porque lentifican la resorción de calcio. Por ello, es difícil extraer conclusiones definitivas de todas estas investigaciones, aparte de que el proceso de resorción y reposición de calcio está influido por muchos factores, entre ellos el VIH y su tratamiento. Una de las conclusiones que sí ha quedado clara es que es posible reducir el riesgo de sufrir osteoporosis mediante la práctica habitual de ejercicios en los que se carga con el peso del cuerpo (como caminar), con una ingesta suficiente de calcio (junto con vitamina D), y evitando fumar o consumir alcohol. La mayoría de los expertos creen que los fármacos estándar aprobados para el tratamiento y la prevención de la osteoporosis son adecuados para las mujeres con el VIH, aunque todavía no se han realizado estudios que demuestren si estos medicamentos dan los mismos resultados en las mujeres VIH positivas que en las VIH negativas. No obstante, algunos estudios pequeños que evaluaron mayoritariamente a hombres han hallado que el tratamiento con alendronato (Fosamax) más calcio y vitamina D mejora el problema de la pérdida ósea en las personas con el VIH. Uno de los mayores peligros de la osteoporosis es que aumenta el riesgo de padecer fracturas por caídas. Las mujeres de edad avanzada y las VIH positivas son más propensas a sufrir caídas debido a los efectos secundarios de la medicación y a la mayor incidencia de neuropatía en esos grupos (que puede alterar las sensaciones en las manos y las extremidades inferiores). Por este motivo, es BETA EN ESPAÑOL 37 LA MUJER Y EL VIH importante reducir el riesgo de caídas en el hogar. Se recomienda retirar las alfombras de la casa y otros obstáculos peligrosos, utilizar alfombras de baño antideslizantes y asas de apoyo en las bañeras, y llevar zapatos antideslizantes para prevenir las fracturas óseas. Conclusión 38 Aparte de la cardiopatía y la pérdida ósea, las mujeres de edad avanzada con el VIH pueden sufrir otros problemas relacionados con la edad, tales como artritis, síntomas menopáusicos y disfunciones cognitivas. Aunque muchas personas mayores con el VIH se infectaron hace décadas, otras adquieren el virus más tardíamente en la vida. Por desgracia, muchas personas mayores creen que no corren riesgo de infectarse con el VIH—por lo que no tienen la precaución de practicar relaciones sexuales con protección o hacerse la prueba de detección del virus—y sus propios médicos pueden descartar el VIH como un motivo potencial de enfermedad. La buena noticia es que las personas mayores con el VIH parecen responder igual de bien al tratamiento antirretroviral que las más jóvenes. La artritis, que afecta a cerca de 70 millones de personas en los Estados Unidos, puede estar causada por una gran variedad de factores, tales como las reacciones autoinmunitarias y el desgaste propio de la edad. Hasta la fecha, los estudios no han demostrado el impacto sobre la artritis del VIH o su tratamiento. Algunos especialistas han sugerido que las mujeres VIH positivas pueden empezar a mostrar síntomas menopáusicos con más rapidez y más intensidad que las VIH negativas. Pero muchos de estos casos anecdóticos proceden de la época anterior a la TARGA, cuando era más común tanto el desgaste como el llegar a etapas más avanzadas de la enfermedad. Los estudios controlados acerca de las irregularidades menstruales y las anomalías hormonales en mujeres VIH positivas han producido resultados heterogéneos (véase “HIV and Hormones,” en la edición de Verano de 2004 de BETA en inglés). En el número del 15 de noviembre de 2005 de Clinical Infectious Diseases, la Dra. Ellie Schoenbaum y colaboradores publicaron un estudio sobre la menopausia que evaluó a 571 mujeres VIH positivas y negativas. Concluyeron que la infección por el VIH y la inmunosupresión estaban vinculadas a un inicio más temprano de la menopausia, pero señalaron que es necesario realizar más estudios para determinar si la menopausia temprana conlleva un mayor riesgo de osteoporosis y cardiopatías en las mujeres VIH positivas. Dado que los estudios todavía no han logrado aclarar los riesgos y ventajas de la hormonoterapia restitutiva en este grupo de población, las mujeres VIH positivas deben consultar con su médico para recibir recomendaciones personalizadas. Aunque es evidente que el VIH afecta al cerebro, “pocos estudios han explorado las complejas interacciones entre la infección por el VIH, el envejecimiento y los trastornos neuropsiquiátricos”, según Nathalie Casau del Albert Einstein College of Medicine, cuyo artículo sobre el VIH y el envejecimiento apareció también en la revista Clinical Infectious Diseases el 15 de septiembre de 2005. En comparación con los primeros años de la epidemia, los sujetos con el VIH tienen actualmente muchas más probabilidades de vivir hasta edades mucho más avanzadas, y muchos están experimentando síntomas propios de la edad que nunca habrían esperado. Por ello, existe una creciente necesidad de realizar más estudios sobre el modo en que la enfermedad por el VIH afecta—y se ve afectada por—dolencias comunes típicas del envejecimiento. Todavía queda mucho que aprender sobre cómo influye la edad en el sistema inmunitario. Asimismo, existe una creciente necesidad de médicos que integren aspectos geriátricos en sus consultas de VIH. Pero una cosa sí es cierta: los hábitos saludables prolongan la esperanza de vida y mejoran la calidad de vida en personas de todas las edades. La Dra. Sharon Lee es fundadora y directora del SW Boulevard Family Health Care en Kansas City (Kansas), y está especializada en medicina del VIH y atención sanitaria para pacientes de bajos ingresos. Extracto bibliográfico Anastos, K. and others. Risk of progression to AIDS and death in women infected with HIV-1 initiating highly active antiretroviral treatment at different stages of disease. Archives of Internal Medicine 162(17): 1973–1980. September 23, 2002. Anastos, K. and others. The association of bone mineral density with HIV infection and antiretroviral treatment in women. 11th Conference on Retroviruses and Opportunistic Infections. San Francisco. February 8–11, 2004. Abstract 744. Barkan, S. and others. The Women’s Interagency HIV Study. Epidemiology 9(2):117–125. March 1998. Casau, N. Perspective on HIV infection and aging: emerging research on the horizon. Clinical Infectious Diseases 41: 855–863. September 15, 2005. Dolan, S. and others. Reduced bone density in HIV-infected women. AIDS 18(3):475–483. February 20, 2004. Dolan, S. and others. Increased cardiovascular disease risk indices in HIV-infected women. JAIDS 39: 44–54. May 1, 2005. Mondy, K. and others. Alendronate, vitamin D, and calcium for the treatment of osteopenia/osteoporosis associated with HIV infection. JAIDS 38(4): 426–431. April 1, 2005. Schoenbaum, E. and others. HIV infection, drug use, and onset of natural menopause. Clinical Infectious Diseases 41(10): 855–863. November 15, 2005. BETA EN ESPAÑOL Primavera de 2006 FÁRMACOS ANTIRRETROVIRALES APROBADOS MARCA COMPAÑÍA AÑO DE APROBACIÓN amprenavir Agenerase GlaxoSmithKline 1999; suspendido en 2004 atazanavir Reyataz Bristol-Myers Squibb 2003 fosamprenavir Lexiva (EE.UU.); Telzir (Europa) GlaxoSmithKline 2003 indinavir Crixivan Merck 1996 lopinavir/ritonavir Kaletra Abbott 2000; formulación Meltrex en 2005 nelfinavir Viracept Pfizer 1997 ritonavir Norvir Abbott 1996 saquinavir Invirase (gel duro) Fortovase (gel blando) Roche 1995 1997; retirado en 2005 tipranavir Aptivus Boehringer Ingelheim 2005 NOMBRE GENÉRICO (COMÚN) INHIBIDORES DE LA PROTEASA (IP) INHIBIDORES NUCLÉOSIDOS/NUCLÉOTIDOS DE LA TRANSCRIPTASA INVERSA (INTI) abacavir Ziagen GlaxoSmithKline 1998 didanosina (ddI) Videx Bristol-Myers Squibb 1989; Videx EC 2000 de liberación prolongada emtricitabina (FTC) Emtriva Gilead 2003 lamivudina (3TC) Epivir GlaxoSmithKline 1995 estavudina (d4T) Zerit Bristol-Myers Squibb 1994 zalcitabina (ddC) Hivid Roche 1992; retirado en 2005 zidovudina (AZT) Retrovir GlaxoSmithKline 1987 tenofovir DF Viread Gilead 2002 COMBINACIONES DE INTI EN DOSIS PREFIJADAS zidovudina/lamivudina Combivir GlaxoSmithKline 1997 zidovudina/lamivudina/abacavir Trizivir GlaxoSmithKline 2000 lamivudina/abacavir Epzicom (EE.UU.); Kivexa (Europa) GlaxoSmithKline 2004 tenofovir/emtricitabina Truvada Gilead 2004 INHIBIDORES NO NUCLÉOSIDOS DE LA TRANSCRIPTASA INVERSA (INNTI) delavirdina Rescriptor Pfizer 1997 efavirenz Sustiva (EE.UU.); Stocrin (en todos los demás países) Bristol-Myers Squibb 1998 nevirapina Viramune Boehringer Ingelheim 1996 Trimeris 2003 INHIBIDORES DE LA ENTRADA/FUSIÓN enfuvirtida (T-20) Fuzeon A T E B L O Ñ A P S E EN r: o p e t par n e a iad c n a n i está f e ithKlin m S o x a Gl s cience mpany S o d C a b e als l b Gi Squi ceutic s a r m e r y a l-M Ph Bristo lheim e g n I inger Boehr y a través de las generosas contribucione s de muchos particulares e instituciones que apoyen a la F undación con tra el SIDA de Sa n Francisco.