| 03 TENDENCIAS | LATERCERA | Sábado 6 de febrero de 2016 Neologismos palabras frescas POR: Marisol García S Derecho al olvido orprende que la noticia del primer fallo en Chile sobre “derecho al olvido” no haya producido más ruido. Es el tipo de titulares que se puede asociar al llamado zeitgeist: el espíritu de una época condensado en un caso puntual. La ubicuidad y el acceso democrático a los 15 minutos de fama —dos antiguas utopías al fin materializadas por internet— tienen, cómo no, su lado incómodo. Lo sabíamos, pero recién la semana pasada ese lunar tuvo por primera vez en nuestro país una consideración judicial: por cuatro votos contra uno, la Tercera Sala de la Corte Suprema acogió el recurso de protección interpuesto por un carabinero en retiro que buscaba que los motores de búsqueda de un diario online eliminasen la información que hace 10 años lo involucró en el llamado caso Spiniak (y por el cual cumplió 541 días de cárcel). El fallo consideró que mantener esas notas disponibles a cualquier lector “afecta el dere- cho a la honra y una adecuada reinserción social después de cumplida la pena”. Así como toda pena de cárcel tiene un plazo, también la humillación pública merece no eternizarse. Se hace inevitable solidarizar con la aspiración de nuevo comienzo de, por ejemplo, la protagonista de un antiguo escándalo sexual que busca resarcirse en una vida familiar tranquila, o del emprendedor con mala suerte que intenta hacer confiable su enésima pyme tras una pasada sucesión de quiebras. Pero reinventarse es cada vez más difícil cuando la contundencia del pasado se asoma con una facilidad engañosa, que equipara tiempos y efectos en una sola gran lista de hipervínculos de relevancia equivalente. Hasta antes de internet, el olvido era un concepto difuso, frecuente en la charla psiquiátrica o la retórica romántica —“I forgot to remember to forget” es un título de uno de los primeros temas de Elvis Presley (y que luego parafrasearon Los Tres)—, pero del asunto se ocupan hoy altas instancias judiciales de la Unión Europea, donde borrar información personal de Google es cada vez más sencillo (existe un formulario sólo para ciudadanos de esos países) y cuenta con mayor sustento legal que en otras partes del mundo. Frente al pasado tenemos una legítima distancia, pero también una responsabilidad, y en la superposición de los derechos a la privacidad y el acceso a la información, la vergüenza por lo que se hizo y la consecuencia hacia lo que se defendió, la cita precisa y la reescritura de la historia, se sostendrán muchos de los más interesantes debates que veamos circular en los próximos años. La memoria es un fondo que aporta nitidez por contraste, pero no es una imagen estática ni un espacio estanco: todo relato conlleva una selección y un dinamismo. La discusión sobre el olvido es parte de ese contar, aunque aún no nos pongamos de acuerdo en quién de nosotros asume como narrador ni a qué fuentes tiene derecho a acudir. >Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, Michel Gondry (2004). El recuerdo de un amor concluido es un lastre sobre el que los personajes de Kate Winslet y Jim Carey hacen todo lo posible por liberarse. >www.politwoops.com/g/Chile: Separados por países, este sitio muestra qué tuiteos han sido borrados de las cuentas de políticos y autoridades civiles. >www.derechoolvido.es:“Con nosotros puedes proteger tu reputación en internet”. Sitio español que ha hecho del olvido un negocio. >”Funes, el memorioso”, Jorge Luis Borges: Uno de los cuentos más conocidos del argentino expone la pesadilla ficticia de no poder olvidar. El protagonista tiene siempre frescos en la mente cada detalle de lo que ha visto, escuchado y experimentado. >”Siempre en mi mente”, Juan Gabriel: Querer olvidar un mal amor y no poder es un tópico de la canción popular, y tiene una de las mejores lecturas en este tema del mexicano. Hay un buen cover de Julieta Venegas. * LEO yo Por la intensidad de mi trabajo, sólo puedo leer en vacaciones: últimamente he estado leyendo a Haruki Murakami, que me permite reconocer una idiosincrasia japonesa que poseo en mayor medida de lo que imaginaba. Soy argentino, nieto de japoneses, muy poco tradicionalista, no hablo el idioma... pero cuando leo Tokio Blues o Los años de peregrinación del chico sin color me siento muy identificado con el “ser japonés” que “El Naka” es uno de los productores ejecutivos de televidescribe Murakami. sión más conocidos en Chile. Llegó en 2008 a Canal 13 donde estuvo a cargo de realities como Año Cero o Mundos Opuestos. La semana pasada terminó la segunda temporada de MasterChef y ahora trabaja en una nueva versión del programa; en Junior MasA Lanús, el club de mi barrio. Lo sigo como sea, cuando puedo terChef y en Amores Perros, el viajo a verlo a Buenos Aires; lo seguí a Japón cuando jugó la Final primer show de este género de la Suruga Bank en Tokio, tras ganar la Copa Sudamericana. con mascotas. Sergio Nakasone * SIGO * VIAJO Tuve la suerte de viajar mucho: desde chico, trabajaba un año entero sólo para hacerlo. Estuve en Tokio y en Kyoto, pero no pude ir a Okinawa, la isla en donde nacieron y se criaron mis abuelos, es mi gran asignatura pendiente en viajes. * CREO Soy católico porque me bautizaron y porque tomé la comunión, nada más. Pero no creo, ni descreo en Dios. Respeto a los creyentes y a los agnósticos por igual. Creo en lo que me enseñaron mis padres; creo en Verónica, la mujer de mi vida; creo en los que quiero y en los que me quieren de verdad... y por eso creo que todo en la vida es posible. * ADMIRO Ante todo a Mario Nakasone y Angela Matsunaga, mis padres. Después, en el plano de las figuras públicas, a Marcelo Bielsa, a Clint Eastwood, a Charly García y al Pepe Sand. * VEO Trabajo en TV y paradójicamente no veo TV. Prefiero mil veces el cine. Sólo miro fútbol, acontecimientos deportivos y canales de noticias. Por vicio profesional, obvio, veo ciertos programas. Lo último que seguí fanatizado fueron las series Lost y House of Cards. * TOMO Coca Zero, es mi única adicción. No tomo alcohol y tampoco fumo nada... bien fome. * BAILO Tampoco me gusta bailar... y sólo bailo cuando me emborracho... o sea, nunca. Más fome todavía. * COLECCIONO Juguetes, tengo cientos. Los más preciados: Meteoro y su Max 5, Astroboy, todos los personajes de Condorito, Mazinger Z, Los Autos Locos y Steve Austin, el Hombre Nuclear. * PRACTICO Tengo 47 años, hace cinco me retiré del fútbol con amigos y hace como 30 años del yudo amateur: representé a Argentina en los Juegos Odesur.