el papel de la conciencia fraseolgica en la enseanza y

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EL PAPEL DE LA CONCIENCIA FRASEOLÓGICA EN LA
ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE DE UNA LENGUA
EXTRANJERA
Mª Ángeles Solano Rodríguez
Universidad de Murcia
Resumen
El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas estipula que el usuario
del nivel A1 debe poder «comprender y utilizar expresiones cotidianas de uso
muy frecuente». Por tanto, las unidades fraseológicas deben formar parte
integral y específica de las programaciones de toda lengua extranjera (LE) desde
un primer momento. Pero, para una buena integración de las mismas, antes de
abordarlas en la LE, es menester producir en el aprendiz una reflexión
metalingüística enfrentándolo a los fraseologismos de su propia lengua, a fin de
que tome consciencia del hecho fraseológico como universal lingüístico. Se dan
ejemplos del francés.
Abstract
The Common European Framework of Reference for Languages established
that an A1 level user must be able to «understand and use familiar everyday
expressions». Consequently, Phraseological Units must be an integral and
specific part of Teaching Plans for any foreign language (FL) from the
beginning. However, for their good integration, before their approach in the FL,
learners must be induced to a metalinguistic reflection that faces them to
Phraseologisms in their own language, in order to be aware of Phraseology as a
World Linguistics. Examples of French are given.
Palabras clave: Fraseología, aprendizaje reflexivo, didáctica, lengua extranjera.
1. Introducción
Constatamos que quienes han aprendido una lengua extranjera en
un entorno institucional suelen adquirir, finalmente, un habla
estereotipada y carente de fuerza expresiva. Comparando su discurso con
el de un nativo de esa lengua, advertimos en aquél la carencia de
expresiones idiomáticas y locuciones y el mal uso de expresiones
pragmáticas y colocaciones. Atribuimos este déficit a haber desestimado
el componente fraseológico en la enseñanza y aprendizaje de las lenguas
extranjeras.
Advertimos asimismo que el hablante común no suele ser
consciente de utilizar tales elementos en su lengua materna y que, a
menudo, le es difícil aislarlos. Lo que impide advertir su singularidad es el
hecho de que las unidades fraseológicas pertenecen al acervo cultural,
por estar ancladas en la norma lingüística de las comunidades de
hablantes.
La laguna expresiva aludida, y la alta incidencia de las unidades
fraseológicas en el discurso de un hablante nativo no nos permiten
obviar este componente de la lengua y nos obligan a reconsiderar las
metodologías empleadas en la didáctica de las lenguas extranjeras.
Postulamos, por tanto, la necesidad de conferir un tratamiento específico
y sistemático a las unidades fraseológicas en los contenidos curriculares
de toda lengua extranjera, desde los primeros momentos del aprendizaje,
en cualquier entorno institucional, e independientemente de las
necesidades, de la edad y del nivel cognitivo de los aprendices.
De hecho, la importancia de los fraseologismos es hoy
mayoritariamente reconocida. El Marco Común Europeo de Referencia 1
estipula que el usuario básico, del nivel A1, debe ser capaz de
«comprender y utilizar expresiones cotidianas de uso muy
frecuente» 2 . Sin embargo no facilita ninguna línea directriz para
enfocar su enseñanza y aprendizaje, sino que estima que los
usuarios, los docentes, deben determinar «qué elementos léxicos
(expresiones hechas y polisémicas) tendrá que aprender a
reconocer y utilizar el alumno, cómo se le capacitará para ello, o
qué se le exigirá al respecto», y también «cómo se eligen y se
ordenan tales elementos» 3 . Para subsanar esa laguna, especialmente
profunda en el campo de la Fraseología, tenemos que orientar
nuestras investigaciones hacia la didáctica de las unidades
fraseológicas, o del discurso repetido.
Gráfico 1. Importancia de la competencia fraseológica
COMPETENCIA
COMUNICATIVA
Competencia
discursiva
Competencia
sociolingüística
Competencia
pragmática
Competencia
fraseológica
1 El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas: enseñanza, aprendizaje, evaluación
(Marco), establecido por el Consejo de Europa se puede consultar en la URL
http://cvc.cervantes.es/obref/marco, en español e inglés, y en la URL
http://culture2.coe.int/portfolio/documents/cadrecommun.pdf, en francés.
2Capítulo 3.3, cuadro 1, página 36.
3 Capítulo 5.2, página 107.
Por consiguiente, a continuación proponemos un plan 4 para la
incorporación sistemática de las unidades fraseológicas en el currículo de
las lenguas extranjeras. Manejaremos algunos ejemplos del Francés, no
obstante lo cual nuestra propuesta es fácilmente extrapolable a otras
lenguas, siempre que se mantenga un paralelismo con la lengua materna,
sobre todo al principio.
2. Objetivos y fundamentos didácticos
Los objetivos del docente preocupado por una buena integración
de los fraseologismos de la lengua extranjera por parte de sus alumnos
serán los siguientes, en el mismo orden en que se presentan:
1. Adquirir una conciencia fraseológica, en general.
2. Comprender la necesidad de incorporar las unidades fraseológicas de
la lengua extranjera, en sus usos más representativos, a su lenguaje
oral y escrito.
3. Conocer las unidades fraseológicas más usuales y su ámbito de uso.
4. Vincular sistemáticamente la pronunciación y la grafía de las
unidades fraseológicas que se vayan aprendiendo.
5. Detectar las unidades fraseológicas en textos orales y escritos, y
comprender sus distintos matices semánticos.
6. Automatizar paulatinamente el uso correcto de las unidades
fraseológicas al expresarse oralmente y por escrito en la lengua
extranjera objeto de enseñanza y aprendizaje.
El primer objetivo que hemos fijado es conseguir que el aprendiz
tome conciencia de la existencia y de la particularidad de las unidades
fraseológicas, en tanto en cuanto universal lingüístico. La tercera
acepción de la palabra conciencia, en el diccionario de la Real Academia de
la Lengua, es la siguiente: «conocimiento exacto y reflexivo de las cosas».
De manera que, si tomar conciencia de una realidad cualquiera pasa
necesariamente por una reflexión sobre la misma, en cuanto a
Fraseología se refiere, en la fase previa al aprendizaje de una lengua
extranjera se debe inducir a los aprendices, sean del nivel que sean, a
reflexionar sobre el hecho diferencial de los fraseologismos en su propia
lengua, sobre el hecho de que constituyen unidades discontinuas con
significado global y ajenas a las normas de la sintaxis. Una vez adquirida,
de modo reflexivo, la conciencia fraseológica, en el entramado cognitivo
de los aprendices se habrá creado la categoría léxico-gramatical
correspondiente y estarán adecuadamente preparados para el aprendizaje
de las unidades fraseológicas de la lengua extranjera. Por tanto, se
empezará el aprendizaje de la lengua extranjera con una observación de
la lengua materna, y una reflexión sobre la misma, demostrándose, una
Me preceden otras propuestas didácticas. Estas son que me han inspirado y a las que
remito: J.-P. Colson (1992), G. Corpas Pastor (2001), O. Díaz (1986), D. Fasla (1996),
M. Ch. Levorato y C. Cacciari (1992), M. M. F. Martínez Pérez y M. S. Plaza Trenado
(1992), Mel’čuk, I. A. (1993), I. Penadés Martínez (1999), L. Ruiz Gurillo (2000 y 2002) y
J. Sevilla Muñoz y A. González Rodríguez (1995).
4
vez más, que el campo de la Fraseología es claramente multidisciplinario.
Sólo entonces, se podrán iniciar las secuencias de enseñanza y
aprendizaje de la lengua extranjera, donde las unidades fraseológicas
serán parte integrante de los demás aspectos de la lengua.
Tabla 1: Niveles comunes de referencia 5
A
Usuario básico
A1
(Acceso)
A2
(Plataforma)
B
Usuario independiente
B1
(Umbral)
B2
(Avanzado)
C
Usuario competente
C1
(Dominio
C2
operativo (Maestría)
eficaz)
A medida que los aprendices profundicen en su conocimiento de
la lengua extranjera, esencialmente a partir del nivel B1, la integración de
los fraseologismos será cada vez más analítica, especialmente en el caso
de aquellos cuyo significado sea pragmático, o apegado a la situación de
comunicación. A la hora de seleccionar las unidades fraseológicas, se
seguirá un orden decreciente de frecuencia de uso y creciente de
dificultad (polisemantismo, idiomaticidad, etc.), si bien las tácticas
metodológicas concretas dependerán de la situación de enseñanza y
aprendizaje, de la particularidad de cada lengua, del parentesco o lejanía
de las lenguas –materna y extranjera- en contacto y de los diferentes
tipos de fraseologismos.
3. Metodología: tratamiento sistemático de las unidades
fraseológicas
Los aprendices deben saber a lo que se enfrentan, para poder
abordar el aprendizaje con buena disposición. De manera que se ha de
empezar por explicar que las unidades fraseológicas no son
combinaciones de palabras, agrupadas siguiendo las reglas de la sintaxis,
ni tampoco irregularidades dentro del sistema de la lengua, sino
elementos con sus propias características.
3.1. Conciencia fraseológica
No se les abrumará con metalenguaje si son alumnos de Primaria,
pero se llamará su atención sobre la condición de unidad de los
fraseologismos, aclarándoles que se trata de palabras discontinuas que algún
día nacieron y que, fruto de un proceso de repetición por generaciones
de hablantes, hoy nos encontramos dispuestas para su uso. Se les dirá y
demostrará que, a menudo, es difícil reconocerlas en la propia lengua,
porque estamos acostumbrados a oírlas y a utilizarlas desde niños,
pasándonos inadvertida su singularidad. Será menester, en suma, llevarlos
a una reflexión sobre las unidades fraseológicas en general, fruto de la
cual aislarán las de su propia lengua, antes de abordar las de la lengua
extranjera.
5
Marco: capítulo 3.2. Vid. supra 1.
Alberto Zuluaga 6 ha señalado que, si bien los hablantes no
reconocen a veces explícitamente las unidades fraseológicas de su propia
lengua, sí las suelen identificar de manera automática cuando son
alteradas o interrumpidas. Será bueno explotar esta particularidad en las
clases de lengua extranjera, guiando la reflexión mediante ejercicios
prácticos en los que se altere la fijación de algunas unidades fraseológicas
de uso muy común, con el fin de ayudarles a detectarlas por medio de la
desautomatización. Por ejemplo, alterando el orden de los componentes:
(1)
*en un pas pis > en un pis pas
El efecto inmediato de este tipo de procedimientos es la
reconstrucción mental de la unidad fraseológica. Se debe recurrir, para
ello, a textos en su lengua materna.
3.2. Motivación
Una vez que los aprendices hayan adquirido lo que hemos
convenido en denominar una conciencia fraseológica, se habrá de motivar el
aprendizaje de las unidades fraseológicas de la lengua extranjera, es decir,
hacerles comprender no sólo la necesidad sino también la ventaja de
utilizarlas. La etapa de presentación-motivación ha de encabezar siempre
toda secuencia de enseñanza y aprendizaje, con el propósito de que los
alumnos sepan a lo que se enfrentan y estén predispuestos para trabajar
en su aprendizaje.
Para demostrarles la frecuencia con la que recurrimos a las
unidades fraseológicas cuando hablamos, y la fuerza expresiva que
confieren a nuestro discurso, se recurrirá a textos dialogados, sainetes,
monólogos, etc., en general cualquier texto que recoja la lengua oral, y se
les invitará a detectar en ellos los fraseologismos. Se sorprenderán de su
abundancia. Seguidamente, se eliminará de los mismos las unidades
fraseológicas que, según el caso, podrán ser substituidas por equivalentes
léxicos. Se hará patente la pérdida de expresividad resultante, y
convendrán en que ellos nunca se expresarían así, como un libro. Resultado
de ello, querrán saber expresarse en la lengua extranjera como en la suya
propia. Una vez más, el paralelismo con la lengua materna se muestra
necesario y productivo. Esa fase previa, en el caso de no haberse
realizado oportunamente dentro de la asignatura o disciplina de Lengua
-lengua materna-, como sería deseable, no supondrá una pérdida de
tiempo sino, digámoslo así, una inversión de futuro.
3.3. Enfoque multidisciplinario, variedad y contextualización
Conociendo la naturaleza de la Fraseología, se sabe que la
enseñanza y aprendizaje de las unidades fraseológicas se debe concebir
desde un enfoque multidisciplinario. Los fraseologismos se deben
abordar desde sus distintas facetas: formal, funcional, semántica, fonética
y pragmática. La necesidad de interrelacionar ortografía, referente real e
imagen sonora, es, pues, especialmente importante en este campo,
6
1980:100-101.
debido a sus particularidades formales y de uso. Por tanto, las unidades
fraseológicas serán siempre presentadas en situación, en multitud de
ejemplos, ayudando el profesor a su adquisición mediante su inserción
natural en el propio discurso docente.
3.4. Selección no aleatoria
Las unidades fraseológicas se seleccionarán en función de criterios
válidos, nunca al buen tuntún. Los motivos tendrán que ver con razones
de frecuencia de uso y dificultad semántico-pragmática; se introducirán
progresivamente y agrupadas por las relaciones existentes entre sus
significantes o sus significados. En todo caso, es importante organizarlas,
a fin de que puedan ser trabajadas conjuntamente de un modo eficaz y
rentable, y que se integren sistematizadas en la mente del aprendiz, para
su mejor recuperación posterior:
La clasificación y el análisis semántico le permiten al profesor
presentarlas a los alumnos de manera organizada, no formando un totum
revolutum, y a estos aprenderlas a partir de su agrupación en clases
distintas y de las relaciones de significado existentes entre muchas de
ellas, reforzadas en numerosas ocasiones por relaciones de significante.
Así, la memoria, el corazón y la cabeza encuentran un apoyo tanto en
fenómenos psicológicos universales, como la asociación de significados y
de significantes por parte de los hablantes, como en principios de análisis
de las lenguas, la clasificación de las unidades lingüísticas, por una parte,
y las relaciones semánticas de sinonimia, hiponimia y antonimia, por otra.
(I. Penadés, 1999: 54)
3.4.1. Frecuencia de uso
Los fraseologismos más rentables, sincrónicamente hablando, son
los que deberán formar parte de los contenidos objeto de enseñanza y
aprendizaje, ignorando los arcaicos o en desuso, que se reservarán para
necesidades específicas o, a lo sumo, para usuarios ya competentes en la
lengua extranjera, de un nivel C2.
El ámbito de uso de las unidades fraseológicas suele figurar en los
diccionarios, especialmente cuando son de uso restringido o no estándar.
La frecuencia de uso, sin embargo, no viene indicada, probablemente por
falta de estudios empíricos al respecto. La única indicación que se suele
encontrar en los diccionarios es de tipo diacrónico, a saber, si el
fraseologismo es arcaico o poco frecuente o bien si determinada
acepción es moderna, frente a otro significado en desuso. El docente
sabrá discernir, ayudado por las investigaciones que al respecto se vayan
produciendo 7 , qué unidades fraseológicas son de uso más corriente y
más aptas para enseñar a sus alumnos.
En el ámbito del Francés lengua extranjera, remitimos a nuestra tesis doctoral Unidades
Fraseológicas francesas. Estudio en un corpus: la Pentalogía de Belleville de Daniel Pennac.
Planteamiento Didáctico (Solano Rodríguez, M. A., 2005) que se puede consultar en la URL
http://www.cervantesvirtual.es, especialmente a su segunda parte y al glosario
fraseológico final.
7
3.4.2. Dificultad semántico-pragmática
A la hora de seleccionar las unidades fraseológicas que serán
objeto de enseñanza y aprendizaje, se debe tener en cuenta, asimismo, el
grado de dificultad semántico-pragmática de las mismas, que vendrá
determinado por el nivel de conocimiento de la lengua extranjera de los
alumnos: las unidades fraseológicas se introducirán progresivamente en
orden creciente de dificultad, con el fin de controlar el margen de error
por uso incongruente o inapropiado.
Dentro de una misma secuencia de enseñanza y aprendizaje, es
preferible abordar pocas unidades fraseológicas a la vez. Dependerá del
nivel y de la edad de los alumnos, pero un máximo de cinco o seis es
suficiente para su adecuada integración cognitiva.
3.4.3. Relaciones entre significantes o significados
Si los recursos didácticos pueden ser comunes a la enseñanza de
todo tipo de fraseologismo, atendiendo a las características que nos han
llevado a tratar conjuntamente algunos de ellos se habrá de seguir un
procedimiento didáctico distinto, y las actividades destinadas a su
aprendizaje podrán ser, en cada caso, de distinta naturaleza, en función
de la especificidad o de la dificultad particular que presente cada grupo
de unidades fraseológicas.
Las UFs pueden relacionarse por diversos motivos de orden
formal como, por ejemplo, porque las diferencias entre sus significantes
son tan ligeras que pueden prestar a confusión, porque alguno de sus
componentes puede ser escogido dentro de un inventario cerrado de
posibilidades, porque alguno de sus componentes es variable en persona,
género y número, porque alguno de sus componentes puede ser elidido,
o porque admiten la inserción de un fragmento del discurso libre.
También pueden tratarse conjuntamente por razones semánticas, como
lo son la sinonimia, la antonimia, la homonimia, o la idiomaticidad.
3.4.3.1. Significantes
Con los fraseologismos cuya similitud gráfico-fonética pueda
prestar a confusión, se habrá de hacer hincapié en que los ligeros rasgos
que las separan implican importantes diferencias de significado y de uso:
(2)
du coup vs. d’un coup
Para prevenir errores, recurriremos a ejercicios que incidan en
estos aspectos formales, llamando la atención sobre el significante. Para
estas unidades del discurso repetido, una vez entendidas las
consecuencias de obviar las diferencias que las separan, no hay más
escollos que salvar, sino perfeccionar al máximo su pronunciación y
automatizar su uso.
Algunas unidades fraseológicas no son estrictamente invariables.
Existen algunas a las que, en rigor, no se debería llamar expresiones fijas,
pues su forma no es siempre la misma, por distintas razones: alguno de
sus componentes es variable dentro de un inventario cerrado, en su
forma no lemática sufren variaciones categoriales, permiten la elipsis de
alguno de sus componentes, o admiten la inserción de un fragmento del
discurso libre. Para este tipo de fraseologismos, deberá facilitarse a los
aprendices el inventario de posibles variantes, averiguando juntos si el
uso de una u otra implica algún matiz de significado, o implica contextos
de uso distintos, por lo que los ejercicios incidirán en aspectos léxicosemánticos y pragmáticos:
(3a)
(3b)
cela (ça, il) va sans dire
avoir le feu au cul (au derrière, quelque part)
Otras unidades fraseológicas sufren variaciones categoriales en su
forma no lemática, como es especialmente el caso de las locuciones
verbales y de algunos enunciados pragmáticos:
(4a)
(4b)
En avoir marre > j’en ai marre, on en a marre, y en a marre, etc.
Dis donc - dites donc / Dis voir - dites voir
Éstas se abordarán desde un prisma morfosintáctico que, a la vez,
distinga entre el lema y las diferentes formas en las que pueden aparecer
en textos orales y escritos. Estas unidades requieren un trabajo especial,
pues los aprendices buscan siempre referentes bien definidos a los que
aferrarse. Necesitarán una motivación adicional para enfrentarse a este
tipo de elementos de apariencia difusa y, tal vez, Internet es aquí el
recurso didáctico más eficaz.
En ciertos fraseologismos, alguno de los componentes se puede
suprimir; la dificultad, en este caso, estriba en su reconocimiento y
comprensión, no en su producción.
(5a)
(5b)
Tout ce qu’il y a de (plus)
(J’en mettrais) ma main au feu
El principal objetivo del docente será que el aprendiz sea capaz de
advertir la elisión donde y cuando se produzca. Se debe ejercitar, por
tanto, la comprensión oral y escrita del fraseologismo, tanto en su forma
completa como elidida.
El mismo procedimiento se ha de seguir para la enseñanza de las
unidades fraseológicas susceptibles de aparecer en el discurso de forma
discontinua, porque entre sus componentes se pueda deslizar algún
elemento del discurso libre, desde una palabra hasta un sintagma o una
oración entera, como es frecuente el caso en las colocaciones:
(6a)
Prendre (visiblement) le dessus
(6b)
Une (bonne) fois pour toutes
(6c)
Le risque pour Chirac est que s’installe dans l’électorat de droite un
doute sur sa capacité... 8
8
Diario Le Figaro del 5 de marzo de 2002.
Estas inserciones hacen que para una persona que aprende una
lengua extranjera el reconocimiento de la unidad fraseológica sea aún
más complicado. Por ello, se deberá trabajar en un primer momento la
unidad fraseológica sin inserciones e introducirla más adelante en
ejemplos donde figure en forma discontinua, cuidando siempre que los
modelos estén insertos en un contexto textual lo suficientemente amplio.
3.4.3.2. Significados
Cuando las unidades fraseológicas presentan una relación de
sinonimia, de antonimia o de hiperonimia-hiponimia, también es
adecuado y rentable trabajarlas conjuntamente. Es un procedimiento de
enseñanza generalmente aceptado como bueno:
Los signos lingüísticos que están en relación de antonimia, de
hiperonimia-hiponimia y de sinonimia se asocian y constituyen, por ello,
series mnemotécnicas virtuales que pueden ser de gran utilidad para
memorizar y, al final, aprender unidades lingüísticas con rasgos especiales
como la fijación formal y semántica que caracteriza a las unidades
fraseológicas. (I. Penadés, 1999: 43)
La relación de sinonimia se da entre unidades léxicas o
fraseológicas cuyos significados son equivalentes, por oposición a la
relación de antonimia, que asocia elementos de la lengua cuyos
significados son opuestos:
(7a)
(7b)
Un petit je ne sais quoi ≈ un rien
Tout à fait / pas du tout
Algunas unidades fraseológicas con sinónimos o sin ellos,
mantienen además una relación de significado con otras, o con una
palabra, a la que están semánticamente subordinadas por ser el
significado de esta última más amplio. Las unidades subordinadas son
hipónimos de aquella que las engloba, su hiperónimo. Si son varios los
elementos subordinados al mismo hiperónimo, éstos son cohipónimos
entre sí. Relaciones de cohiponimia se dan, por ejemplo, entre las
siguientes locuciones verbales que, a su vez, son hipónimos de dos
verbos simples, sinónimos en sí:
(8)
Faire la peau (à qqn), casser la gueule (à qqn), foutre une raclée (à qqn),
botter les fesses (de qqn), envoyer au tapis (qqn), rouer de coups (qqn), passer à tabac
(qqn) < BATTRE (qqn) ≈ FRAPPER (qqn)
Las unidades fraseológicas modales e idiomáticas desde el punto
de vista pragmático son de las más difíciles de aprehender, pues su
significado varía en función de la modalidad discursiva (asertiva,
exclamativa, interrogativa) en que son emitidas:
(9a)
Allons bon… / Allons bon!
(9b)
(9c)
Tu parles... / Tu parles!
Eh bien... / Eh bien! / Eh bien?
En este tipo de fraseologismos, más que en ningún otro, la
entonación está directamente relacionada con el significado, y éste con la
situación de comunicación, por lo que para su tratamiento didáctico se
deberá recurrir preferentemente a textos orales (sainetes, diálogos, etc.)
para que el aprendiz pueda percibir, distinguir y aprender a reproducir las
curvas tonales asociadas a las diferentes modalidades expresivas.
Otro tipo de unidades fraseológicas con común denominador son
aquellas que contienen idiomaticidad semántica, es decir,
semánticamente opacas a resultas de un proceso diacrónico de
desmotivación lingüística. Éstas también representan un escollo
importante para los aprendices de lengua extranjera pues, de no advertir
que están ante una unidad fraseológica, tratarán de interpretarla como si
se tratara de una combinación sintáctica de palabras y, consecuentemente,
se verán abocados a un contrasentido o sinsentido. Son de este tipo
unidades fraseológicas tan usuales como las siguientes, que será muy
conveniente presentar unidas a algún sinónimo más transparente:
(10a)
(10b)
Bel et bien ≈ effectivement
En revanche ≈ par contre
Y otro subtipo de unidad fraseológica idiomática lo constituye
aquellas que se prestan a una doble lectura: una interpretación idiomática
y una interpretación literal. En realidad, se trata de unidades fraseológicas
homónimas:
(11a)
(11b)
Faire machine arrière ≈ se rétracter
Faire machine arrière ≈ reculer (un tren, un barco, etc.)
(12a)
(12b)
Brûler les étapes ≈ progresser très rapidement
Brûler les étapes ≈ incendier les étapes
(13a)
(13b)
Vendre une salade ≈ chercher à convaincre par un discours mensonger
Vendre une salade ≈ céder une salade en échange d’un somme d’argent
(14a)
(14b)
Perdre la tête ≈ devenir fou, folle
Perdre la tête ≈ égarer la tête
Con las unidades fraseológicas idiomáticas, en especial con las que
tienen homónimos literales, es especialmente importante cuidar el
contexto en que aparezcan, que ha de ser lo suficientemente amplio
como para desambiguar. A veces, se juega intencionalmente con su
ambigüedad, dejando que el interlocutor decida si predomina el sentido
literal o el sentido figurado, por lo que también se ejercitará a los
aprendices en el discernimiento de la ironía u otros matices que se
puedan derivar del juego homonímico. Aprovechando su potencial
evocador, será bueno activar su aspecto lúdico, vinculándolas a una
imagen ilustrativa:
Imagen 1: Perdre la tête
9
4. Recursos didácticos
A la hora de escoger un material didáctico, no despreciaremos las
tecnologías de la información y de la comunicación (TICs), con las que
los jóvenes hoy día están más que familiarizados, y que constituyen un
recurso muy estimulante en la enseñanza y aprendizaje de las lenguas
extranjeras. Apostamos, en especial, por el potencial de Internet pues,
con su uso didáctico, se consigue despertar en ellos un interés
espontáneo por las actividades de clase, consiguiendo así que éstos
integren más fácilmente y mejor los aprendizajes, especialmente los
específicos, y que desarrollen un espíritu investigador.
El recurso a Internet es útil en cualquiera de las fases del
aprendizaje: en las etapas previas de adquisición de una conciencia
fraseológica, y de presentación-motivación, la barra de Google o de
cualquier otro buscador es el medio más rápido para conseguir una
infinidad de ejemplos de uso de los fraseologismos en discursos y
contextos reales de diversa índole: prensa, foros, publicidad, páginas
educativas, etc. El campo es amplísimo, por lo que es necesario que el
docente oriente la búsqueda y la ordenación de los hallazgos. En la fase
de reutilización y apropiación, el aprendiz puede poner a prueba su
conocimiento de las unidades fraseológicas y mejorar su utilización
comunicándose, por medio del correo electrónico o en foros, con otros
aprendices o hablantes de la lengua extranjera. En niveles avanzados,
incluso podemos animar su integración en grupos de conversación
donde la comunicación se produce en tiempo real, e incluso puede
hacerse oralmente. En todo caso, el resultado merece la pena porque se
pone a prueba la competencia fraseológica en una situación real. Las
posibilidades son múltiples, y las ventajas evidentes: el alumno evalúa su
propio nivel de aprendizaje y no necesita acicate alguno para esforzarse
en mejorarlo, pues le interesa entender y ser entendido. Por tanto,
siempre que el docente sepa guiar a sus alumnos en la selección de los
9 Ilustración perteneciente al libro de Alain LeSaux (1984): Maman m'a dit que son amie
Yvette était vraiment chouette. Paris: Rivages/Payot. Está directamente tomada de
http://www.uqtr.uquebec.ca/~bougaief/Expression/index.html [2/10/2006 23:00].
recursos y en su utilización, y darles una adecuada orientación didáctica,
Internet se presenta como un poderoso medio para la adquisición de las
lenguas extranjeras en general, y de las unidades fraseológicas en
particular.
Otro recurso, un poderoso instrumento cognitivo, a utilizar desde
el inicio del proceso de enseñanza y aprendizaje, es lo que hemos querido
denominar diccionario fraseológico personalizado. Para su elaboración, los
aprendices abrirán un fichero, tradicional o virtual, donde cada nueva
unidad fraseológica será objeto de un apartado, encabezado por el lema
de la unidad fraseológica, es decir, la forma con la que podría constituir
una entrada en un diccionario, su transcripción fonética, la indicación de
su ámbito y frecuencia de uso, las posibles secuencias homófonas, y sus
sinónimos y antónimos, si los hay. A medida que progrese el aprendizaje,
el aprendiz irá completando el apartado con ejemplos recogidos en
documentos auténticos que contengan la unidad fraseológica. Finalmente,
se reseñará las equivalencias, léxicas o fraseológicas, en la lengua materna.
Poco a poco, guiado por el docente, y a medida que avance en su
aprendizaje, el aprendiz irá completando su diccionario que tendrá una
doble utilidad, como herramienta de refuerzo del aprendizaje y como
instrumento de auto-evaluación. El docente deberá revisar de manera
periódica la evolución del mismo, como ayuda y estímulo al trabajo
personal del alumno.
No obstante, los alumnos siempre deben tener a mano, para su
consulta, distintos diccionarios, fraseológicos y generalistas 10 .
Finalmente, en su diario de aprendizaje, el alumno recogerá los
resultados obtenidos en las diferentes actividades realizadas, plasmando,
asimismo, las dificultades encontradas y el modo en que las ha resuelto, y
diferenciando si se trata de una actividad cooperativa o individual, de
expresión o de comprensión. Se suele convenir en que la introspección y
la metacognición ayudan a construir nuevos aprendizajes:
Metacognitive strategies are important because they oversee, regulate, or
direct the language learning process. These strategies, which involve
thinking about the learning process, include planning, monitoring and
evaluating. (L. Vandergrift, 1999: 170)
Muchos profesores de lenguas extranjeras tienen la experiencia de que la
instrucción en la lengua y la conciencia por parte del alumno de su
propio aprendizaje –por supuesto, cuando no es un niño 11 — ayudan a la
adquisición que, de otro modo, presenta muchos problemas de
incorrecciones y fosilización. (C. Montes Mozo, 2004: 98)
5. Conclusiones
Siempre agrupadas con algún criterio lógico válido y rentable, las
unidades fraseológicas deben formar parte explícita de las
10 Remitimos a la sección de diccionarios y glosarios fraseológicos de nuestras referencias
bibliográficas.
11 Discrepo de la cita de C. Montes, en el sentido de que la reflexión metacognitiva es
posible también en niños, y que facilita su aprendizaje.
programaciones en los centros educativos, desde Primaria hasta
Bachillerato y, por supuesto, de los planes de estudio de los nuevos
títulos universitarios de Grado. Y ha de ser así porque, si nos situamos
en el enfoque comunicativo de la enseñanza y aprendizaje de las lenguas
que propugna el Marco de referencia europeo 12 , es preciso tener en cuenta
que lograr una competencia comunicativa pasa necesariamente por
adquirir una competencia fraseológica, pues, si para comunicarse eficazmente
no basta con manejar el lenguaje, sino que son menester, además,
conocimientos y habilidades de tipo discursivo, sociolingüístico y
pragmático, tampoco basta con conocer las unidades léxicas, sino que es
asimismo necesario ser competente en el uso de las unidades
fraseológicas 13 .
Si es cierto que la Fraseología, lejos de ser anecdótica, tiene un
peso notable en nuestro lenguaje, cuando aprendemos una lengua
extranjera es importante lograr una competencia fraseológica en la
misma, entendiendo por ello conocer sus diferentes unidades
fraseológicas, saber interpretarlas y utilizarlas adecuadamente, oralmente
y por escrito, en función del contexto, del tipo de interlocutor, de la
relación del hablante con el interlocutor, de las normas sociales que rigen
en la sociedad o sociedades que hablan esa lengua, y de los propósitos
comunicativos.
Para ello, es preciso enseñar y aprender las unidades fraseológicas
a la misma vez que las unidades del discurso libre, relacionándolas con
éstas, siendo así que constituye la única manera de integrarlas de un
modo natural en el sistema cognitivo y por tanto en el propio discurso.
No obstante, ante todo y partiendo de la propia lengua materna, es
menester realizar un ejercicio reflexivo previo, metalingüístico y
metacognitivo, que ayude a la toma de conciencia de la existencia, del
rendimiento y de la especificidad de las unidades fraseológicas, como
hecho interlingüístico e intercultural. La conciencia fraseológica
constituye, por tanto, la piedra angular de la competencia comunicativa.
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