POP ROCK El pop rock es un género musical que, como su nombre indica, combina elementos del rock con otros propias de la música pop. Las canciones son identificadas por ser de estructura simple, melodía pegadiza y repetición del estribillo y por usar como base instrumental la guitarra eléctrica y el teclado. A menudo se utiliza también la etiqueta pop rock para designar a la música rock moderna aunque es más factible la palabra soft rock (en cualquiera de sus subgéneros), pero que tiende a ser música de radiofórmula (en inglés se suelen utilizar los términos "Radio Friendly" y "Mainstream music"), comercializada en el mundo "popular". En el pop, a diferencia del soft rock, la instrumentación está en segundo plano, no hay claramente riffs y, si hay guitarras y batería, son generalmente suaves. Dentro de este género han destacado bandas y artistas como: U2, Michael Jackson, Blondie, Toto, Level 42, No Doubt , The Feeling, McFly o Busted Del nacimiento del pop-rock Esto de las mezclas de sonidos en el mundo del metal no es nuevo (digamos que eso del Nü-Metal sólo es una de sus más recientes resultados), en realidad, basta situarnos por allá de 1982-83 y recordar más o menos cuál era el clima respecto a la moda música dominante por aquel entonces. Los nombres saltarán a nuestro cerebro casi de inmediato: Michael Jackson, Madonna, Ah-Ha, Prince, Bananarama, Opus, Alphaville, Baltimore… uf!, el conteo es largo y ya a estas alturas me siento como locutor de Mix FM o algo parecido. A lo que voy es precisamente al común denominador de todos estos cantantes y grupos, común denominador que es precisamente aquello que me impide seguir enumerándolos con mayor profusión: el pop. Digamos entonces que a inicios de los 80’s el género que dominaba la escena musical en términos de listas de popularidad y esas cosas era el pop. Por otro lado, el metal pasaba por un buen estado de salud con grupos como AC/DC, Iron Maiden, Judas Priest o Motörhead (entre otros). Ignoro bien a bien cómo surgió la maravillosa idea de juntar ambos géneros, quiero pensar que todo se debió a la entrada de la televisión al mundo de la mercadotecnia musical con MTV o que tal vez me olvido que los productores musicales de los grupos son, antes que nada, gentes interesadas en hacer dinero, muchas veces no importando si se trata de grupos y música hechizos y cuya etiqueta más exacta es la de “shit”, en fin, lo cierto es que el dudoso honor de haber sido uno de los primeros grupos de metal que combinaron tan noble género con el pop fueron los mediocres de Def Leppard. Es el álbum de Def Leppard llamado High & Drive uno de los primeros en mostrar el pop-rock con cortes como los de su canción “Pyromania”. Atrás quedaban ya los riffs oscuros y demoníacos de Sabbath, lejos aún se vislumbraban los virtusísimos cortes de guitarra de Maiden, peor aún, aquel glam pasable por la genialidad de su guitarrista/compositor llamado Eddie Van Halen, se tornaba extraño ante la idiotez y estupidez de un género que derivó en mediocridad musical y parafernalia prediseñada. ¿Qué si “Pyromania” de Leppard tuvo el segundo lugar después de “Thriller” de Michael Jackson? Correcto, pero de igual forma MTV dice que Julieta Venegas es la “mejor nueva cantante” de la juventud latinoamericana, e incluso dice también que Maná es el “mejor grupo de rock”. Las listas de popularidad, los charts discográficos y lo que los Mixup o Tower Records digan que es “recomendable” por sus altas ventas no necesariamente es bueno. En fin, bendito Dios y el tiempo las cosas se colocaron de nuevo en su lugar y cada quién se fue a donde le correspondía: Leppard no pasó de la mediocridad y la parafernalia y hoy difícilmente recordaremos ese nombre en relación a la buena música metalero (o sea, Leppard se fue a la mierda), mientras que grupos como Sabbath, Maiden, Zeppelín o el Judas siguen morando perennes en los tronos de los palacios del reino del Heavy Metal. Dios si existe. De baladas, covers y glam Los 80’s significaron el traslado del heavy metal de sus raíces inglesas a las urbes gringas con todas sus implicaciones negativas (y muy pero muy pocas cosas positivas), los nombres se cuentan por decenas: Twisted Sister, Venom, W.A.S.P., Mötley Crüe, Quiet Riot, Poison, Boston, Warrant, Cinderella, Skid Row, Saxon, Scorpions… en fin, larga lista de nombres que son para olvidarse, excepción tal vez de los Scorpions, banda alemana que merece un trato aparte, por su historia y su música. Situados en las grandes metrópolis gringas como Nueva York o Los Ángeles, todas estas bandas generaron el llamado “glam” (de “glamour”) o “hair-metal” precisamente por la incorporación del “American Way of Life Style” a la música metalera. Y de pronto el metal entró en crisis: importaba más la imagen, el cabello, los colores, lo estrafalario, lo glamoroso, los lápices labiales, los fijadores para el cabello, las mascadas, las medias coloridas, los pañuelos y la androginia que la buena música, los buenos cortes, el virtuosismo y técnica musicales. El metal sufrió la idiotez de aquellos que mezclaron a Madonna con Zeppelin. Otro elemento para el anatema lo es la incorporación definitiva y ex profeso de las baladas-rock al mundo del heavy con fines comerciales ¡bastardos!, la fórmula fue simple, sencilla y directa: sacar un primer sencillo heavymetalero acompañado de un “side B” que era una balada, los dos casos más sonados al respecto lo son, por un lado, la asquerosa y mediocre “Home Sweet” del álbum Theater Of Pain del mediocre grupo Mötley Crüe, el segundo, y más dramático caso lo representa Warrant, con su corte “Cherry Pie” de su álbum Heaven, ¡malditos mil veces! Cuando todos estos imbéciles hayan muerto espero que los ángeles y querubines del cielo los inviten a participar en los coros celestiales, eso es lo que merecen, negados estarán a compartir la gloria infernal de dioses como Bon Scott, John Bonham, Jimmy Hendrix y demás deidades sacras del metal. El tercer acto de ignominia lo representa el nacimiento (invención maldita mil veces) por parte de los idiotas de MTV de los llamados “conciertos Unplugged”: de un momento a otro resultó “nice” y “cool” no sólo tocar “desenchufado” con guitarras acústicas y piano baladas-rock y rock-pop sino que, además, incluso géneros distintos al heavy fueron contaminados (a la fecha) por esta maldita plaga llamada MTV (aquí lloro de rabia al recordar que Nirvana y Pearl Jam incluso participaron en tales actos). El último acto de ignominia está dado por la basura del “cover”. A algún idiota (el productor de Quiet Riot) se le ocurrió que, para vender más, bastaba con hacer un cover para hacer famosa a la banda. Y lo logró: haciendo mierda un clásico de una banda legendaria como Slade, Quiet Riot se fusiló sin miramientos el clásico “C’mon Feel The Noize”, corte incluido en su mundialmente famoso Metal Health. ¿El resultado? ¡Los muy bastardos llegaron al primer lugar de popularidad! Situación increíble que, junto con la inmaculada concepción o la virginidad de María, sigue siendo un verdadero misterio. En fin, que la escena hacia finales de los 80’s parecía perdida, desesperada. El metal se hallaba secuestrado por un montón de pendejos afeminados, mediocres (en todo: malos músicos, malos heavymetaleros), pero no todo estaba perdido: por allí, de entre las oscuridades del subsuelo, en los hoyos, en la escena alterna underground, se encontraba la semilla latente y germinante de un movimiento que le daría al heavy su fuerza actual, su fortaleza y su poderío lírico-instrumental. Cuatro nombres suenan como los grupos que revivieron al metal y lo sacaron de su secuestro, cuatro nombres a quienes debemos agradecer el haber alzado la voz y el puño por el regreso al verdadero metal. Como heraldos del infierno, empuñando sus guitarras y con odio, desprecio y frustración en sus corazones estos hombres se encargaron de sacar a patadas a todos los imbéciles del glam (malditos paracaidistas advenedizos) de los territorios del reino del metal y se erigieron, con justo honor, como los nuevos caballeros metaleros en una época que los necesitaba desesperadamente. Y las masa, las multitudes se les entregaron como nunca nadie, agradeciéndoles el haberlas salvado de ése sopor, de ése éter despreciable, ¿el nombre de esos cuatro jinetes del Apocalipsis?: Anthrax, Slayer, Pantera y Metallica (incluyendo a Megadeth). El thrash había nacido, pero esa es otra historia.