z. el zorro, animal de fábula

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Z. EL ZORRO, ANIMAL DE FÁBULA
I. QUÉ CONTIENEN LAS FÁBULAS
El Cuervo y el Zorro
En las ramas de un árbol,
bien ufano y contento,
con un queso en el pico,
estaba el señor Cuervo.
Del olor atraído
un Zorro muy maestro,
le dijo estas palabras,
a poco más o menos:
Tenga usted buenos días,
señor Cuervo, mi dueño;
vaya que estáis donoso,
mono, lindo en estreno;
yo no gasto lisonjas,
y digo lo que siento;
que si tu belleza traza
corresponde gorgojeo,
juro a la diosa Ceres,
siendo testigo el cielo,
que tú serás el fénix
de sus vastos imperios.
Al oír un discurso
tan dulce y halagüeño,
de vanidad llevado
quiso cantar el Cuervo.
Abrió su negro pico,
dejó caer el queso;
el muy astuto zorro,
después de haberle preso,
le dijo:
Señor bobo,
Pues, sin otro alimento,
Quedáis con alabanzas
Tan hinchado y repleto,
Digerid las lisonjas
Mientras yo como el queso.
Quien oye aduladores,
Nunca espere otro premio.
(Félix M. Samaniego. Libro quinto. Fábula IX)
La fábula del Cuervo y el Zorro es una de más difundidas por un doble
motivo, ya que ha sido tema de inspiración para los autores Esopo 165, Fedro
I, 13; La Fontaine I, 2. Igualmente por el público en general como lector de
fábulas al una de más conocidas entre ellos.
El zorro como animal de fábula da la posibilidad de abrir un ciclo
exclusivo con sus intervenciones en el medio fabulístico y desde los inicios
de este género este animal persiste como protagonista de apólogos.
DIME DIMNA1:
Dicen que una zorra hambrienta pasó por un árbol y estaba un tambor
colgado del árbol, y movióse el viento y los tocaron las ramas y sonaba muy
fuerte. Y la zorra oyó aquella voz y fue hacia ella, y cuendo vio lo hinchado
que estaba, creyó que tenía mucha carne y que rea muy grueso, así que al
hendirlo vio que era hueca, y dijo:
No sé, por ventura las cosas flacas tienen mayor tamaño y más altas
voces. ( Calila y Dimna )
1
Calila y Dimna. Versión de Carmen Bravo Villasante. Editorial Siruela.
II. TIPO DE FÁBULA.
La zorra es un animal típico de fábula y se encuentra en la mayoría de
los tipos sea cual sea la clasificación que se elija para su análisis; deduciendo
cuál es el comportamiento que tiene dentro de las fábulas en que interviene.
Según la clasificación que se propone en este estudio, la zorra, está presente
en casi todos los tipos de fábula, por no decir en todos. Así la zorra se
relaciona con otros animales, las más comunes, con el hombre, con los seres
inertes ya hasta con los dioses.
En las diferentes clasificaciones que se hacen con respecto a la fábula,
podemos definirla como apóloga por el diálogo que hay entre animales, está
dentro del tipo 5 C; animales como protagonistas en donde las relaciones que
se establecen están igualadas y sólo un acto de mayor inteligencia, astucia, o
otras capacidad de alguno de los animales desemboca en el triunfo de uno
sobre el otro; alertando al lector de los posibles engaños a los que puede estar
sometido si no se es cauto para analizar las situaciones en que se puede ver
inmerso.
III. MOTIVO, TEMA Y PERSONAJES
Al tratarse de un gran número de fábulas con la zorra como
protagonista, el motivo de ellas es dispar; a veces, se remarcan los defectos,
pecados inherentes a la persona, tales como la avaricia, la envidia, la mentira,
etc.; otras veces el motivo de la fábula con la zorra de personaje estelar
expresa que hay que favorecer ciertas actitudes para obtener el beneficio
inmediato aunque las artes aplicadas no se encuentren dentro de los
parámetros de racionalidad que de un ser se espera.
Así, la zorra será astuta cuando quiera obtener un queso, se convertirá
en un animal débil si con ello obtiene un beneficio; en definitiva, se adapta a
las situaciones según las necesidades del momento para obtener el objetivo
conscientemente aunque los medios utilizados no sean demasiado lícitos.
ESTUDIO Y RELACIÓN DEL ZORRO EN LAS FÁBULAS, CUENTOS DE
ANIMALES Y OTROS TEXTOS
Calila y Dimna, La zorra y el tambor, La zorra, la paloma y el alcaraván.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita. La zorra y el cuervo. Don Juan Manuel, El
zorro y el cuervo que tenía un pedazo de queso en el pico, El zorro y el gallo.
Vicente Espinel, Vida del escudero Marcos de Obregón, donde recuerda en una
fábula la educación de los hijos. Mariano José de Larra, artículo La caza.
En los fabularios propiamente dichos desde las primeras fábulas de
Marie de France (Ysopet) en el que el zorro se enfrenta, se asocia o se
relaciona con el águila, la paloma, la mona, la osa, la sombra de la luna, el
gallo, el gato y el lobo.
Esopo pone enfrente del zorro o zorra a la serpiente, las uvas, el espino,
el perro, un leñador, la pantera, el mono, el cocodrilo, el chivo, el oso, la
corneja, el cangrejo, el perro, el gallo, etc.; todo un elenco de animales y
situaciones protagonizadas por el vulpes animal. Con esta base sólida que
Esopo da a conocer, otros autores como Fedro, Babrio, La Fontaine, Gay,
Lessing, Tolstoi, Samaniego, Florian, Iriarte, por citar algunos ya que el
listado sería inteminable incrustan dentro de sus fábulas a este animal que
por sí solo realiza un ciclo de apólogos.
De igual manera en los cuentos de animales la zorra o el zorro en los
catálogos de Aarne – Thomson, Camarena – Chevalier, Rodríguez
Almodóvar, Rodriguez Adrados; antologías de cuentos de carácter general
portugueses, españoles; otros más localistas o regionalistas llegan a tener tal
importancia que en ningún momento se duda del ciclo de este animal dentro
del catálogo general.
IV. ANÁLISIS SIMBÓLICO
En la tradición popular, la zorra, está arraiga fuertemente por ciertas creencias;
la cultura celta quemaba en los fuegos de solstcicio a la zorra por creer que la
corporeización de una bruja y no la valoraban como el espíritu de la vegetación.
Igualmente del zorro o raposo se cree que devastaba su zona de influencia en el
hábitat que le correspondía vivir.
En cuanto al personaje de este animal hay que matizar que es mayoritaria la
presencia de la zorra con respecto a compañero el zorro. Si en la Edad Media el zorro
se identificaba frecuentemente con el símbolo del diablo, es de comprender que la
zorra se identifique en la mayoría de las fábulas con algo perjudicial, con aptitudes
inferiores y con todo tipo de señales perniciosas del adversario. Muchas fábulas
tienen su origen en esa época citada bien sea por su traducción o por ser escritas o
elaboradas coincidiendo con esa época. Entonces, por la definición del animal, es
fácil de entender que la zorra se asemeje a un ser perverso, traidor, envidioso;
vamos, que se la va a jugar a su oponente.
La astucia es una de las facultades que el zorro o la zorra suele esgrimir en
muchas fábulas. Esta astucia hace de estos animales ser uno de los más odiados ya
que se combina y mezcla la astucia con fraudes, engaños y mentiras; defectos que
han de ser reformados en la condición humana y no olvidemos que para ellos están
pensadas y escritas las fábulas.
Otra posibilidad más que aporta el zorro en la tradición popular es la manera
de solucionar sus conflictos en los que siempre sale bien; por lo tanto, un elemento
nuevo a añadir en la representación y significado que de él se tiene para incrementar
el odio o admiración que produce. En oposición a la “victoria” de la zorra o del
zorro en sus correrías,
la tradición popular se recrea en los textos que estos
animales son siempre ridiculizados por el resto de los animales.
V. LITERATURA COMPARADA. CON QUÉ OTROS TEXTOS
PUEDE RELACIONARSE
Julio Camarena en su Catálogo Tipólogico del Cuento Folclórico Español
(cuentos de animales) recoge una versión inédita andaluza del cuento La zorra
y la cigüeña se invitan una a otra. Es una versión más de la fábula de Fedro
libro I, número 26 que con el mismo título La Zorra y la Cigüeña de La
Fontaine en su libro I, número 18; enseñando que un pícaro también puede
ser engañado.
LA HOPONA Y EL GRAJO
Era una hopona (como son tan pillas) y un grajo. De manera que se
hicieron muy amigos. Y va y le dice la hopona al grajo que viniera, que iban a
hacer un bautizo; y lo convidó. Y, ahora, le puso comida en un plato de ésos
llanos..., de manera que le grajo estaba allí nada más...: la hopona venga a
comer con la lengua, y el grajo hacía así con el pico y lo mojaba, pero no
sacaba nada. Y la dice:
¡Qué! ¿Ha quedao usted satisfecho?
Dice:
He quedao... ¡pero tan satisfecho, que voy a reventar! Para el domingo
que viene pues invito yo a usted.
Y el domingo la invitó. Y, ahora, le puso la comida en una botella, de
manera que el grajo metía el pico y se hartaba, pero la hopona no hacía más
que mirar. Y le dice el grajo:
¡Qué! ¿Ha visto usted que donde las dan las toman?
A partir de ahora se abre una vía constante de fábulas, apólogos, cuentos de
animales con la presencia de la zorra y en menor ocasiones con su pareja el zorro.
Es el zorro un animal que ameniza las fábulas con los ingredientes
necesarios para reservarnos la enseñanza que se proponen.
EL SUPERZORRO. ROALD DAHL
El Superzorro es sin duda uno de los libros que más se suelen
recomendar y leer nuestras aulas de últimos años de Educación Primaria y
primer ciclo de ESO. La lectura del texto por sus cortas frases, ágiles diálogos,
aventuras disparatadas, soluciones imposibles, entre otras características que
tiene el texto hacen de “Fantastic Mr. Fox” un libro adaptado a las
necesidades lectoras de los alumnos tanto de Primaria como de Secundaria.
Y más aún, la lectura en voz alta, recuperada por el adulto o maestro
para disfrute de los alumnos en cuanto a la entonación, vocalización, ritmo,
etc. que imprime el adulto es superior a la realizada por el niño. Esto no
supone la anulación de la lectura sosegada y solitaria del niño en cuestión,
simplemente es un aditamento más a la recuperación de la lectura en el aula.
Hábilmente, Roald Dahl enfrenta el mundo animal al mundo adulto de
los humanos. Comienza el texto con la definición de los adultos
representados por tres granjeros en los que sus cualidades positivas brillan
su ausencia; insistiendo en los defectos de los personajes. De igual manera, la
forma de abrir el texto con una frase atemporal: “Había una vez un valle...”,
dispone al niño a la audición de un cuento maravilloso, de animales, y en
donde el mismo lector se hace partícipe de las aventuras siendo el juez;
estando de acuerdo con las propuestas de premios para los animales y de
castigos para los granjeros según va discurriendo la historia.
Además, el lector, la gran mayoría de ellos son niños, adquieren el papel
de protagonistas y ayudan al mismo zorro en cada tarea que le espera. Si
Lewis Carroll introdujo a una niña por el hueco de un bosque siguiendo a un
conejo, Roald Dahl introduce el alma de cualquier niño a través del agujero
que hay en el tronco de viejo árbol.
A partir de esa oquedad del viejo árbol, se abre un mundo como hiciera
Lewis Carroll con Alicia. Un mundo de aventuras, un mundo de pequeñas
peripecias que los niños pueden realizar. Con este motivo introduce el
humor; el humor en el libro del Superzorro está presente desde la primera
página ya que la misma definición de los personajes es grotesca y esto hace
gracia al lector; la suciedad, la configuración física, las costumbres de ellos no
dejan de ser estrafalarias y si pensamos que todas de los personajes
protagonistas van a perder siempre en todas las iniciativas que tomen
favorece un ambiente de humor para que los lectores se mofen de los tres
granjeros, personajes protagonistas.
En cuanto al papel que tienen que ejercer cada personaje hay que
hacerlo desde la exageración. Todo discurre entre exageraciones desde el
primer planteamiento, exagerado son los personajes, exagerado es el héroe y
exageradas son las acciones que cada se proponer llevar a cabo para conseguir
los objetivos que se han propuesto; unos los perseguidores y otros los
perseguidos.
De lo contrario, analizar el comportamiento dentro de la familia del
Superzorro no llevaría a entender sus actitudes y capacidades como machista.
Pero la realidad es distinta en cuanto al comportamiento del jefe de la
familia. Todas sus expresiones están presentes, entiendo, para ejercer un
hecho completamente contrario, han de ser analizadas y de ese análisis se
deben buscar las soluciones.
La presencia del resto de animales en el libro, se patenta para evidenciar
un grupo social. Este grupo social subterráneo con una jerarquización según
se compone todo grupo y el ejercicio de capitanía para le ejerce el más hábil,
constante e inteligente. De qué mejor manera que celebrar un triunfo que con
una comida y más si los alimentos son robados de los almacenes de sus
oponentes. Este acto, también, ha de entenderse como solidario entre los
participantes salvo en la extraña y solitaria rata que toma un personalidad
confusa y siempre opuesta a los intereses de los otros animales.
El Superzorro termina con los mismos personajes que empezó; si
comenzó con la definición de ellos, acaba con la burla que todos conocen
excepto ellos. Así todavía pueden seguir entonando los niños la canción que
todos les cantaban cuando los veían:
“Benito, Buñuelo, Bufón
Flaquito, pequeño, tripón
Tres grandes bribones,
Sois unos ladrones
Y tenéis todos mal corazón”2.
EL HOMBRE Y LA RAPOSA
Odiaba un hombre a un raposa porque le ocasionaba ciertos daños.
Pudo cogerla y, para llevar a cabo una cumplida venganza, atóle a la cola un
pedazo de estopa empapada en aceite, prendiéndole fuego. Pero un dios
condujo a la raposa a los campos del insensato; era la época de la recolección,
y el hombre siguió a la zorra y contempló, llorando, su cosecha perdida.
2
El Superzorro. Roald Dahl. Ed. Alfaguara.
Debemos ser indulgentes, mesurados, pues a menudo sucede que la ira
causa grandes males a los mismo irascibles. (Esopo)
ESTUDIO COMPARATIVO
Es evidente que la forma de empezar tanto un texto como el otro
conservan un paralelismo casi idéntico. La acción del hombre en contra de la
zorra por los desmanes que ésta hace al hombre. Las consecuencias de las dos
fábulas anteriores son similares ya que la raposa sigue haciendo de las suyas
en su condición de animal irracional, cuestión que admite el hombre y como
tal se comporta para aniquilar a la raposa.
LA POBRE ZORRITA
La zorra, el zorro, raposa o raposo, en sus andanzas, correrías, aventuras
y desventuras tiene dos posibles soluciones: es un animal ganador cuando se
enfrenta a seres superiores en la escala bien se por su ferocidad o corpulencia;
y suele ser perdedor, que es la mayoría de los casos, cuando se enfrenta a
seres inferiores, incluidas las aves3. en la mayoría de los cuentos. Así pues en
las dos fábulas anteriores encontramos la solución de ganador en cuanto que
sus oponentes los seres humanos son burlados por la astucia de la zorra
aunque el ser humano intente por todos los medios su aniquilamiento.
En el cuento de “La pobre zorrita” mantiene las constantes que hemos
señalado previamente, esto es, tanto en el Superzorro de Roald Dahl como en
la fábula de Esopo la zorra vence en su confrontación. Igualmente ocurre en
el cuento que ahora analizamos.
3
Cuentos al amor de la lumbre. A. Rodríguez Almodóvar. Ed. Anaya
Este cuento no muy difundido según A. Rodríguez Almodóvar, sale
airosa de los peligros que le acechan desde el comienzo de la narración. Eso
sí, no engaña a las aves (representadas aquí por las gallinas y el gallo) y sí lo
hace con los perros y con el hombre de la era.
El cuento de la zorra que Marciano Cruiel Merchán recoge en
Madroñera y que está catalogado con el número 22, al zorra se enfrenta o
quiere adueñarse de ciertas posesiones del dueño de Palacio Blanco. Aquí la
zorra es perseguida por galgos, podencos y otros perros y una vez castigada
no vuelve a robar ninguna gallina más de Palacio Blanco.
Para terminar con estas alusiones a la zorra perseguida, maltratada,
corrida, engañada, la tradición oral ha compuesto rimas breves en las que es
objeto de mofa.
“Iba una zorra
por un trigal,
se clavó una paja
en el culo y dijo ¡guá!”
VI. AMPLIAR LA INFORMACIÓN
BIBLIOGRAFÍA
1. Calila y Dimna. Versión de Carmen Bravo Villasante. Editorial
Siruela.
2. Catálogo tipológico del cuento folclórico español. Julio Camerena
y M.Chevalier. Editorial Gredos.
3. Diccionario de Símbolos. Juan Eduardo Cirlot. Editorial Labor.
4. El Arca de las Letras. Carlos Gumpert. Ed. Ateles Clásica.
5. Fábula completas. Juan B. Bergua. Clásicos Bergua.
6. Fábulas. Félix María Samaniego. Edición de Emilio Pascual.
Editorial Anaya.
7. Mitos y leyendas de la tradición oral en la alta Extremadura.
Fernando Flores del Manzano. Editora Regional Extremeña.
8. Ysopet. Marie de France. Edición de Jöelle Eyheramonno.
Editorial Anaya.
INTERNET Y OTRAS ARTES.
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www.unex.es/interzona.
CORRESPONDENCIAS
Capítulo F – P ( peces)
Capítulo F – N (navegantes y marineros)
Capítulo F – L (el lobo y la zorra)
Capítulo F – P (el pícaro zorro)
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