Filipenses 1 de 4 Trasfondo de Libro (1) Lo Que Estoy Estudiando En el libro de Filipenses tenemos las palabras de Dios hacia una iglesia misionera. Mi objetivo al estudiar este libro es entender cómo es el estilo de vida de alguien que está plenamente dedicado en la misión de ir y buscar a los perdidos. Quiero estudiar la ciudad de Filipos, entender sus orígenes y el trasfondo detrás de lo que encuentran Pablo y sus amigos cuando llegan ahí en Hechos 16. Además quiero entender cómo se estableció esta iglesia y por qué eran tan fieles en el ministerio a pesar de sus carencias. Todo esto para poder aplicarlo a mi propia vida y ser una persona que muestra un verdadero compromiso por las misiones en donde sea que esté viviendo. Para este estudio he incluido información que encontré en las siguientes referencias: • • • • • Ropero Berzosa, Alfonso. Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia. Editorial CLIE, 2013. Ryrie, Charles C. Biblia de Estudio Ryrie. Editorial Portavoz, 2012. Lockyer, Herbert. Illustrated Dictionary of the Bible. Thomas Nelson Publishers, 1986. http://es.wikipedia.org/wiki/Filipos_(ciudad). http://www.wikicristiano.org/diccionario-biblico/484/filipos/. (2) Geografía Filipos (Strong G5375 Φίλιπποι – Philippoi, pl. de Filipo) era una ciudad de Tracia, en la Macedonia oriental (actualmente Grecia). Estaba situada en una planicie rodeada por montañas, aproximadamente a 16 Kilómetros del Mar Egeo (parte del mar Mediterráneo comprendida entre Grecia y Turquía). Cerca había minas de oro, especialmente las de Asyla, lo cual tuvo una gran relevancia en su desarrollo histórico durante los siglos IV y III a.C. Filipenses 2 de 4 Trasfondo de Libro (3) Historia Control macedonio La ciudad fue fundada en el siglo IV a.C con el nombre de Crénides (Gr. Κρηνἱδες) que significa “fuentes” o “los pozos”, por las diversas fuentes del río Angites. Poco tiempo después de su fundación fue conquistada y fortificada por Filipo II de Macedonia para vigilar la región. Desde entonces se llamó Filipos (356 a.C.). El objetivo de Filipo era tanto tomar el control de las minas de oro vecinas como establecer una guarnición en un punto de paso estratégico: el sitio controlaba la ruta entre Anfípolis y Neápolis, un segmento de la gran carretera real que atravesaba Macedonia de este a oeste, y que será más tarde reconstruida por los romanos bajo el nombre de Vía Egnatia o Vía Ignacia. Filipo II fue rey de Macedonia y padre de Alejandro III (mejor conocido como Alejandro Magno). El nombre Filipo (Gr. Φίλιππος – Philippos) etimológicamente deriva de philo (Gr. φίλω) que significa “amor” e hippos (Gr. ιππος) que quiere decir “caballos”. Por lo tanto Filipo significa "amante de los caballos" o "amor al caballo". Después de varias vicisitudes aciagas, emprendió la conquista de Grecia. Hacia el 353 a.C. se apoderó de Tesalia y sucesivamente de Ferea y Pegasa, pero no pudo cruzar las Termópilas. En el 354 conquistó treinta y dos ciudades de Tracia. Poco después derrotó una coalición de estados griegos que había formado Atenas. Respetó la constitución ateniense pero subyugó duramente a los tebanos. Murió asesinado por Pausinas. Alejandro le sucedió a la edad de veinte años. Control romano Los romanos tomaron el control de la ciudad cuando destruyeron definitivamente el reino argéada de Macedonia en 167 a.C. La ciudad logró su mayor fama por la batalla librada cerca de allí en el año 42 a.C., entre las fuerzas de Bruto y Casio (asesinos de Julio César), y los de Antonio y Octaviano (más tarde, César Augusto). Los vengadores de César triunfaron y en celebración por la victoria ampliaron la ciudad de Filipos convirtiéndola en colonia romana (Colonia Augusta Victrix Julia Philippensium) y puesto militar de avanzada, con privilegios especiales. Más tarde se le otorgó el ius italicum, lo que significaba que sus habitantes recibían una forma de ciudadanía romana que les daba derechos normalmente exclusivos de los habitantes de Italia. En el año 31 a.C., Octaviano derrotó a las fuerzas de Antonio y Cleopatra VII en la batalla naval de Actium o Accio, en la costa occidental de Grecia. Los que apoyaron a Antonio fueron expulsados de Italia y enviados al exilio en Filipos. Luego de la batalla de Accio la ciudad se convirtió en lugar de retiro de muchos veteranos de guerra romanos, y en tiempos del Nuevo Testamento más o menos la mitad de su población era de origen latino. La otra mitad la formaban macedonios y algunos inmigrantes. Había muy pocos judíos, al punto que no cumplían con el requisito de 10 varones para establecer una sinagoga (Hch. 16.13). Visita de Pablo El apóstol Pablo llegó a Filipos por primera vez durante su segundo viaje misionero, acompañado por lo menos de Silas, Timoteo y Lucas. Dios los estuvo guiando para que no visitaran las regiones de Asia, sino que fueran hacia Macedonia (Hch. 16.6-10). Al principio no pudieron predicar como era la costumbre de Pablo (reuniéndose primeramente con los judíos los días de reposo), pues no existía sinagoga. Así que dada la necesidad fueron fuera de la puerta, junto al río (a las fuentes), en donde se hacía oración (Hch. 16.13). Ahí se convirtió Lidia, y toda su familia. Luego de muchas penalidades, finalmente encontraron al varón macedonio que Pablo había visto en visión, cuando el carcelero también escuchó el evangelio y lo creyó, junto con su familia (Hch. 16.29-34). Esta iglesia, junto con las otras iglesias de Macedonia (en Tesalónica y Berea) se establecieron antes de la visita de Pablo a Corinto. Cabe destacar que al partir Pablo, Silas y Timoteo, Lucas se queda en Filipos para trabajar en la obra en esa región (Hch. 16.40) y reanuda los viajes con Pablo seis o siete años después, para acompañarlo a Jerusalén (Hch. 20.5). Filipenses 3 de 4 Trasfondo de Libro (4) Cultura Aunque Filipos no era la capital de la provincia ni del distrito (este honor le correspondía a Anfípolis), el hecho de ser un centro comercial y de estar en buena ubicación cerca de la Vía Ignacia, la hacía la ciudad más importante del este de Macedonia. La prosperidad se reflejaba en una arquitectura cultural particularmente imponente respecto al tamaño del área urbana: el foro se ordenó en dos terrazas de una parte y otra hacia la calle principal. Entre el tiempo del emperador romano Claudio y los Antoninos, el teatro fue agrandado y dispuesto para recibir los juegos romanos. Una abundante epigrafía 1 latina da testimonio esta abundancia. Aunque la ciudad poseía riqueza económica, los primeros frutos de la iglesia se desarrollaron entre las clases más pobres y humildes (Hch. 16.32-34). Sabemos que estas iglesia, lo mismo que las iglesias hermanas en Tesalónica y Berea, estaban atravesando necesidades y tribulación (2Cor. 8.1-2). Es de esperarse que experimentaran la misma oposición que Pablo tuvo cuando llegó por primera vez (Hch. 16.16-24; Fil. 1.27-30). Su economía basada en el comercio explica la presencia en la ciudad de Lidia, quien era vendedora de púrpura de Tiatira (Hch. 16.14). Tal como ella, Filipos albergaba personas de otros lugares que llegaban por temporadas a hacer negocios. Esto habría sido un elemento impulsor de las misiones, pues los filipenses estaban acostumbrada al comercio y los viajes. Además, si algún visitante entraba en contacto con el evangelio mientras realizaba sus negocios, al regresar a su lugar de residencia llevaría consigo el mensaje de salvación. Los filipenses, por su cultura asociada al comercio y el intercambio, habrían tenido pocas excusas para aventurarse a las misiones, llevando el evangelio junto con sus negocios, o bien aprovechando los caminos y rutas marítimas para viajar a regiones aledañas. En este sentido, compartían el mismo espíritu misionero que los macedonios de Tesalónica (1Tes. 1.8). Vestigios de Direkler (Basílica B) dibujada por H. Daumet en 1861. 1 Del griego επιγραφή que significa “escrito sobre”. Eran inscripciones hechas sobre materiales duros. Filipenses 4 de 4 Trasfondo de Libro (5) Política Para el tiempo de los Hechos de los Apóstoles, la ciudad era la más importante de la provincia romana de Macedonia, y una colonia (Hch. 16.12). Esto es muy importante para entender el trasfondo de su sistema de organización por Prétores, magistrados y alguaciles (Hch. 16.22, 35) y para comprender la perspectiva de los habitantes de esta ciudad. Es entendible el temor de los magistrados al escuchar que Pablo y Silas eran romanos, pues les habían azotado sin un juicio y por ende habían violado sus derechos (Hch. 16.37-39). Dado que los ciudadanos romanos en Filipos tenían derechos equivalentes a los de Italia, esta falta era aún más grave. Igualmente con este contexto se comprende mejor el temor del carcelero, que prefería quitarse la vida a enfrentar cargos por dejar que los presos escaparan (Hch. 16.27). (6) Resumen de Estudio Los filipenses (Strong G5374 Φιλιππήσιος - Philippésios) eran los habitantes de la ciudad de Filipos, una colonia romana ubicada al este de la provincia de Macedonia. Para el tiempo del Nuevo Testamento esta ciudad tenía aproximadamente de 400 años de fundada. En sus inicios atravesó por un período de dominación macedonia, pasando al control romano en 167 a.C. Su importancia se debía a los yacimientos de oro y a la Vía Ignacia que era una ruta comercial que comunicaba las ciudades de Macedonia de este a oeste. La población era mitad romana (que habían sido vetados de regresar a Italia) y mitad macedonia. Prácticamente no había presencia judía en la ciudad. Las personas se reunían en las fuentes, fuera de la ciudad, para realizar oraciones. Ahí fue donde Pablo y sus compañeros empezaron a predicar el evangelio (Hch. 16.13). Hasta ese momento Pablo no había anunciado el evangelio en una ciudad donde no hubiera presencia judía. Aunque su ministerio era a los gentiles, siempre tenía por costumbre empezar su trabajo en las sinagogas. Sin embargo en este punto el Espíritu Santo les impide seguir trabajando en Asia y los envía más hacia el este, a Europa. Por primera vez se predicó el evangelio en una ciudad Macedonia, con población gentil prácticamente en su totalidad. Posiblemente los primeros días fueron de mucha frustración, porque nadie respondía al mensaje. La primera persona en recibir el evangelio fue una mujer, y ni siquiera era residente de Filipos. Luego llegaron los azotes y la cárcel injustamente. Pero fue hasta entonces que Pablo y Silas encontraron al varón macedonio de Hch. 16.9. Los primeros filipenses propiamente dicho en convertirse al Señor Jesucrusto fueron el carcelero y su familia (Lidia era de Tiatira). Así de humildes fueron los inicios de una iglesia ejemplar. Mientras Pablo, Silas y Timoteo continuaron su viaje hacia el este, Lucas se quedó en la ciudad para seguir predicando y edificando la iglesia (Hch. 17.1). No importa lo turbulenta que haya sido la historia de la ciudad, ni la prosperidad que pudieran tener algunos comerciantes o magistrados, ni los privilegios especiales de la gente por ser una colonia romana, Dios se glorificó en el más pequeño de sus habitantes: un pobre carcelero cuya casa quedaba dentro de la misma cárcel (ver Hch. 16.34 y comparar con el v40). Aquellos que poco a poco empezaron a ser alcanzados por el evangelio pronto estaban bien comprometidos con la obra. Por su cultura habituada a los viajeros y al comercio, posiblemente tenían un estilo de vida más dinámico, que luego se vio impulsado por la gran comisión para salir a predicar y establecer nuevas iglesias en otros lugares. (7) Aplicación Personal A pesar del trasfondo de una región o de una persona en particular, y a pesar de las dificultades que conlleve todo el proceso de compartirle el mensaje del evangelio, debemos confiar en que Dios tiene una perspectiva completa de todas las cosas, y que Él puede llevar a feliz término cada una de las empresas que nos ha encargado. Nuestra responsabilidad, siguiendo el mandato que se le dio a los apóstoles, es predicar a las gentes de todas las naciones. No sabemos cómo o cuándo se va a dar que nuestra predicación edifique una iglesia misionera como la de los filipenses. Incluso podría ser que nunca lleguemos a ver los resultados, o que otros deban continuar la obra donde nosotros la dejamos, sin embargo debemos hacerlo con disposición porque incluso la vida del más pequeño y olvidado de los pecadores podría ser tocada por Dios para salvarlo, lo cual resultaría en una diferencia eterna. - FIN DEL ESTUDIO [1/1] [30 - Mayo - 2014]