Registro No. 182362 Localización: Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XIX, Enero de 2004 Página: 1570 Tesis: XVII.1o.P.A.79 L Tesis Aislada Materia(s): laboral NULIDAD DE ACTUACIONES EN EL PROCEDIMIENTO LABORAL, INCIDENTE DE. ES UN MEDIO ORDINARIO DE DEFENSA QUE DEBE OPONERSE A LA FALTA DE UNA FORMALIDAD EXIGIDA POR LA LEY, ANTES DE ACUDIR AL AMPARO DIRECTO. De acuerdo con el principio general de derecho que establece que todo acto procedimental del Juez que afecte el interés de las partes es impugnable, los doctrinarios conciben a la nulidad como la sanción que la ley impone a los actos jurídicos sobre sus efectos normales cuando en su ejecución no sean guardadas las formas prescritas para ello, por lo que es procedente que la parte interesada la enderece durante el juicio contra las actuaciones o resoluciones que estime contrarias a las formalidades exigidas por la norma legal, con el fin de destruir dichas actuaciones, es decir, cuando en un caso concreto exista un vicio formal y no se impugne su contenido. Esta figura jurídica también se encuentra reconocida en la Ley Federal del Trabajo, pues en el capítulo IX del título catorce, llamado "De los incidentes", destaca el artículo 762, en cuya fracción I prevé que se tramitarán como incidentes de previo y especial pronunciamiento, entre otras cuestiones, la nulidad. Además, el diverso numeral 763 del mismo cuerpo normativo establece que cuando se promueva un incidente dentro de una audiencia o diligencia, se sustanciará y resolverá de plano, oyendo a las partes, y se continuará el procedimiento de inmediato; cuando se trate de nulidad, competencia y en los casos de acumulación y excusas, dentro de las veinticuatro horas siguientes se señalará día y hora para la audiencia incidental, en la que se resolverá; medida que tiene por objeto suprimir la actuación que se tilde de ilegal y producir sus consecuencias de derecho; ahora bien, si está dotada de una secuela para ser resuelta, con un plazo para intentarse y otro para dirimirse, como lo disponen los ordinales 763 y 765 de la ley multicitada, entonces, es fuerza concluir que constituye un medio impugnatorio ordinario que las partes están obligadas a agotar dentro del juicio laboral y sólo en caso de no obtener determinación favorable deviene procedente el medio extraordinario de defensa que constituye el juicio de amparo. Asumir una postura contraria equivaldría a desconocer que las partes dentro de la contienda natural tienen la carga de plantear sus defensas, excepciones o recursos ante la autoridad decisora, de manera que ésta pueda agotar su jurisdicción, y supondría que el amparo es un recurso ordinario más, en el que se puede suplantar la del juzgador regular; además, si los afectados no interponen dichos medios de defensa las violaciones procesales que pudieron haber sido reparadas por la propia responsable no serían atendidas en el juicio de garantías, porque el artículo 159, fracción V, de la Ley de Amparo, señala que se considerarán violadas las leyes del procedimiento y afectadas las defensas del quejoso cuando se resuelva ilegalmente un incidente de nulidad, hipótesis que exige haberse promovido. Por todo lo anterior, debe concluirse que cuando la parte quejosa se duela de la ilegalidad de cualquier actuación consumada dentro del procedimiento laboral, como de manera recurrente sucede cuando los integrantes de las Juntas del trabajo omiten firmarlas, y haya estado en posibilidad jurídica de pedir su nulidad, ese concepto de violación resultará inoperante por haberse consentido la infracción, toda vez que estuvo obligada a interponer el incidente de nulidad a que se refiere el artículo 762, fracción I, de la citada legislación. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL DÉCIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Amparo directo 231/2002. Desarrolladora de Casas del Noroeste, S.A. de C.V. 25 de octubre de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Uriel Torres Hernández. Secretario: David Fernando Rodríguez Pateén.