El “lugar” de la Educación Zózima González: “Deberíamos volver a tener referentes que sean respetados por todos y sientan pasión por la educación” La Presidenta de la Asociación de Institutos de Educación Privada (AIDEP) y Directora del Colegio Jean Piaget, dijo que si bien la educación sigue teniendo un lugar de privilegio se está viviendo un proceso de desvalorización, y lo atribuyó, entre otras causas, a que se carece de referentes en materia educativa y a que cualquiera se arroja el derecho de opinar sobre el tema. “Creo que tenemos que diferenciar el lugar de la Educación con el lugar del Sistema educativo. La Educación en nuestra sociedad tiene un papel de privilegio, prueba de ello es que se habla del tema permanentemente y es identificada como una herramienta de cambio en la calidad de vida de las personas. Sin embargo, saber cuánta educación se necesita para que realmente sea una herramienta de cambio social, varía de acuerdo a quien de la respuesta. Por ejemplo, para quienes están en situación de vulnerabilidad social y no están ejerciendo su derecho a la educación, no es un tema y por tanto la valoran en forma diferente a otros grupos sociales. Hoy tener educación implica tener poder. Nuestra sociedad valora mucho más a quien tiene una importante carga educativa, por sobre quien no la tiene. Hoy no tengo claro hacia dónde va la educación en nuestro país, porque carecemos de una visión por parte de los gobernantes de hacia dónde se quiere ir. Eso le quita efectividad, porque eso hace que los distintos actores educativos, tengan objetivos diferentes, lo cual determina que sus decisiones no estén necesariamente en sintonía. Hoy nuestra educación está sufriendo un proceso de desvalorización, y eso viene en parte porque hay violencia social, hay falta de límites, y desapego de la autoridad, en aras de una libertad mal entendida. Hoy cualquier actor social se arroja el derecho de hablar de educación, cosa que no pasa por ejemplo con la medicina, donde hay un respe10 to social al conocimiento que el especialista tiene y solo opinan aquellos que saben. Hoy en materia educativa opinan todos. ¿Por qué cree que todos opinamos sobre educación? Desde un punto de vista positivo, creo que solemos opinar sobre aquello que nos interesa, el tema es que muchas veces lo hacemos sin los elementos válidos para sustentar nuestra opinión. Creo que vale la opinión, y es importante que se opine sobre todo lo que uno desee, pero también creo que hay que tener conciencia que detrás de aquello que se opina se están generando líneas de pensamiento que pueden jugar en contra y no a favor. Cuando un determinado grupo habla mal sobre la educación, le está quitando a ésta un lugar en la sociedad. La educación por sí misma no tiene un valor, quienes se lo damos somos los actores sociales. Hoy, debido a los avances tecnológicos en materia informativa, cualquier opinión tiene la difusión de un descubrimiento científico, y en esa maraña informativa de opiniones cae también la educación. ¿Ha cambiado el lugar del docente en la escala social en los últimos años? Si. En primer lugar por parte del propio docente, que no se reconoce a sí mismo como un actor trascendente. A nivel social, la retribución que tiene El “lugar” de la Educación “Los medios de comunicación deberían informarse mejor antes de opinar sobre educación”. un docente en comparación con otros actores demuestra una valorización. Personalmente creo que no hay plata que pague la educación, pero entiendo que el docente, por más aumentos que haya tenido, está esperando un reconocimiento mayor, también desde ese lugar. Porque es un profesional, que además tiene que seguir estudiando, y de quien depende el desarrollo del futuro. Los docentes tienen que tener una calidad de vida mejor, por ejemplo no pueden ser como taxistas que van de un lado a otro. De parte de las familias ¿ha decaído el reconocimiento al docente? Hoy está instalado en la sociedad la desvalorización del rol docente. Hay familias que aun lo respetan, lo valoran, atienden sus orientaciones y colaboran con el proceso educativo, y hay otros que consideran que el docente no tiene calificación suficiente para poder ser escuchado. Yo tengo 43 años de ejercicio docente, cuando comencé como maestra recién recibida en un jardín de infantes, me visitaban la madre y el padre vestido de traje, y mis maestras de práctica tenían sus túnicas impecables, su flor en el ojal, una amplia sonrisa y una vida económicamente resuelta. Hoy ese vínculo está resquebrajado y golpeado, porque los padres por lo general no vienen y es la escuela la que tiene que ir a buscar a esa familia, y a su vez el docente muchas veces la recibe de mala cara. Todo eso hace que el docente cuando está expuesto a la crítica lo vuelva aun más desmotivado y sin optimismo, siendo como es, el actor principal del proceso educativo. ¿A que lo atribuye? Se dice que para un conflicto hacen falta dos. En la relación escuela-sociedad hay causas de ambas partes. Un docente que puede sentirse indefenso frente a los escenarios de cambio actuales, otro que pueda sentirse desamparado por el sistema educa- tivo para atender adversidades de todos los días, una familia que entiende que no se atienden sus demandas o que los resultados no son los esperados, en definitiva un sentimiento de insatisfacción generalizado genera una brecha que se aumenta cada vez más. Por otro lado, creo que en la desvalorización tienen que ver también los medios de comunicación. Porque desde allí también se opina sin consultar fuentes autorizadas. En educación están los que la defendemos y quienes la miran desde la vereda de enfrente, y éstos tienen que sentirse parte del proceso educativo de una nación, y por lo tanto antes de opinar deberían informarse, investigar y acreditarse más. Hoy en medio de la inmediatez de la información no todo espectador es cauto y reflexivo, y por tanto habilita la información solo porque se recibe, y todo eso va en contra de quienes estamos en esta arca de la educación. Además, hace no tantos años, el sistema educativo estaba sostenido por personas de una trayectoria académica destacada, que ocupaban lugares de referencia para todos, que dictaban cátedra y estaban muy comprometidos, no solo con la educación nacional sino regional. La sociedad entera los reconocía como tales, y nadie cuestionaba ese saber. Tal vez deberíamos volver a tener referentes que sean respetados por todos y sientan pasión por la educación, así como tener coraje para integrar estrategias nuevas que permitan introducir los cambios que se necesitan. ¿Cree que en las plataformas electorales se le ha dado a la educación el lugar adecuado? No. Desde el discurso político partidario la educación es un slogan, es una esperanza, una ilusión y tal vez una utopía. A esta altura tengo los pies sobre la tierra, conozco las dificultades para llevar un cambio en la educación y no veo que la mayoría de los políticos estén dispuestos a acordar por encima de sus banderas. 11