44 LA VANGUARDIA C U L T U R A LUNES, 6 MARZO 2006 Miquel de Palol publica un relato satírico centrado en la vida sexual de una editora n Gallifa, editado por Columna, es un libro casi minimalista sobre las relaciones íntimas de una chica de hoy que mantiene contactos con dos hombres y no sabe por cuál de ellos decidirse ROSA MARIA PIÑOL BARCELONA. – Gallifa, el nuevo libro de Miquel de Palol, puede leerse como una comedia ligera sobre las relaciones sexuales de una mujer joven de hoy. Pero admite también otras lecturas menos frívolas. En el texto, mayoritariamente dialogado, el autor pone en boca de sus personajes numerosos temas que podrían ser objeto de reflexión. “La obra propone diferentes niveles de lectura, incluso de tipo simbólico, en que se sugiere, a quien le interese, que el libro es más que la historia en sí”, advirtió el escritor al presentar el volumen, editado por Columna. En este cuento largo, Palol presenta la historia de Anna, una editora que mantiene relaciones con dos hombres, Tomàs y Andreu, y no sabe por cuál decidirse; debe optar entre “lo que vale más” o el impulso instintivo. “El punto de partida de esta obra es una broma sobre la visión antropológica de que las mujeres suelen elegir a un tipo de hombre para sus relaciones esporádicas y a otro diferente, de rasgos más suaves y femeninos, para ser el padre de sus hijos”, indicó el escritor, que ha acentuado el tono satírico. Según el crítico y estudioso Fran- JOSÉ MARÍA ALGUERSUARI Miquel de Palol, fotografiado la pasada semana en Barcelona cesco Ardolino, que presentó el libro, la obra de Palol puede ser vista como la antítesis de El Cortesano de Castiglione, porque “describe una sociedad libre, libertaria, donde la orgía es una fórmula de conocimiento”. Y añadió que se le puede calificar como pornógrafo “si entendemos el modelo de escritura pornográfica como un modelo de rebelión social”. Para Ardolino, Gallifa puede leerse como parte del universo narrativo de Palol, que es “infinito, complejo y completo”, pero también como un libro aislado. Llama la atención el estilo sintético, casi minimalista, del texto, aspecto que Palol explicó: “Al acometer esta obra me planteé una serie de parámetros estilísticos previos: tenía que ser básicamente dialogada, ningún párrafo debía superar las cuatro líneas y el libro tenía que ser breve”. También calificó Gallifa como “literatura descriptiva, en la que el autor omnisciente no reflexiona”. El título corresponde al pueblo del mismo nombre, que forma parte de la “mitología personal” de Palol: “Mi madre explicaba de allí historias extraordinarias de bosques con ciervos y jabalíes”. Gallifa forma parte –al igual que otras dos obras anteriores del autor, la novela corta Les concessions y el libro de narraciones Contes en Forma de L– de un proyecto global que él denomina Exercicis sobre el punt de vista, en el que incluirá próximamente un retrato personal “ensayístico y heterodoxo” de los poetas Joan Vinyoli y Salvador Espriu (Dos poetes) y, más adelante, una novela titulada L'illa dels morts.c CRÍTICA DE CIRCO Payaso malo mata mosca buena CIRC CRIC Lugar y fecha: Fuentes de Montjuïc (3/III/2006) SANTIAGO FONDEVILA Del Circ Cric se habla demasiado de su nacimiento como primera compañía de una nueva época para el circo. Y ya va siendo hora de que lo actual pase por delante de lo histórico. Tras girar por Catalunya desde junio con su nuevo espectáculo, el Circ Circ ha llegado a Barcelona y se ha colocado donde ha podido, que en esta soberbia (pecado capital) ciudad de la arquitectura totémica no hay plaza para las carpas. Y menuda es la nueva carpa del Cric. Cómoda, diáfana, y bella. Una carpa digna del espectáculo que se ofrece en su interior. Sin duda, el mejor del Cric y una creación que marcará el antes y después de este circo. ¿Por qué? Pues porque el trabajo de armonización entre los elementos del espectáculo (estructura, luz, vestuario...) ha cuajado plenamente y porque la quincena de intérpretes demuestran gran facilidad para conectar con los espectadores y hacerles partícipes de una vivencia común que destila todo el espectáculo. Manel Trias, el ex de Zotal Teatre, ha dirigido esta creación, en la que destaca la música de Víctor Ammann, que dirige y toca los teclados de la pequeña pero potente formación musical. Música para una serie de números trabajados desde una alegría, sinceridad y originalidad admirables y cada uno de ellos con un ritmo interno muy cuidado. Ésa es, hoy por hoy, la salazón necesaria de los números circenses: cómo presentarlos. Sílvia Compte es grácil y su ejercio de equilibrismo sobre las manos está regado de humor y naturalidad. Humor también en los malabares de Ramiro Vergaz y Dani Cercos; fuerza y virtuosismo en la rueda alemana de Quique Aguilera y Luciano Martín; belleza CRIC El vibrante número de la rueda alemana y emoción en la pareja de trapecio fijo (Julián González y Leticia García), y magnífico alarde de juego cómico y musculatura de Guda Arruda en la barra fija. Menudos golpes se lleva en sus torpes caídas. Lo dicho y Tortell Poltrona, cla- ro, que revive números clásicos con auténtica maestría. Desde la pulga amaestrada al clásico de la mosca que da pie al título de esta crónica sobre unas palabras del payaso. Y, al final, un reggae que canta todo el público. Gran velada de circo.c