198. Resumen de un estudio elaborado por el Consejo de Seguridad Nacional. Grupo Interdepartamental del Consejo de Europa 1 Washington, sin fecha. RESUMEN La transición a un nuevo gobierno presidido por Carlos Arias Navarro, tras el asesinato de Carrero Blanco, se llevó a cabo en una atmósfera de calma y confianza. El nuevo primer ministro es un experimentado político y administrador que ha propuesto modestas reformas que, de aplicarse en realidad, podrían hacer su gobierno más aceptable tanto en el interior como en el extranjero. No se han anunciado cambios en la política exterior española, pero en sus declaraciones públicas, Arias ha otorgado al acuerdo de España con los EE.UU. un mayor reconocimiento del que ha sido habitual en el pasado reciente. La actitud de España hacia los EE.UU. y sus objetivos en las próximas negociaciones de base se espera que sea esencialmente la misma que la del gobierno anterior. El objetivo principal de España será obtener un tratado de seguridad, que daría a España un estatus igual –aunque al margenal de nuestros aliados de la OTAN. Durante la guerra de octubre de 1973 en Oriente Medio, los españoles nos informaron de que se oponían al uso de las bases para apoyar a Israel y nos pidieron garantías de que no serían utilizadas. Nos negamos a darles ninguna garantía, pero nos abstuvimos de recurrir a las bases para la escala de los aviones en ruta hacia o desde Israel. Lo que sí hicimos, sin embargo, fue incrementar el número de naves cisterna en Torrejón para el reabastecimiento en vuelo de nuestros aviones en las operaciones en Oriente Medio. Las bases logísticas y de comunicaciones situadas en España también supusieron una importante contribución para un apoyo satisfactorio a Israel. Sin embargo, la importancia primordial de las bases en España ha sido y es su papel como elemento de disuasión vis-a-vis hacia la URSS y como un medio de apoyo a nuestras fuerzas en Europa en el caso de una guerra general en Europa. Nuestro objetivo en las negociaciones debería ser el de obtener la mayor extensión posible de nuestros derechos sobre las instalaciones de las que ahora disfrutamos, siempre que el precio que tengamos que pagar sea razonable. Un tratado de seguridad, operativo sólo en caso de un ataque general a Europa Occidental por parte del Pacto de Varsovia, sería aceptable para los españoles como un quid pro quo y podría darnos incluso suficiente autoridad para influir en su posición respecto al Derecho Marítimo. Por tanto, deberíamos consultar con el Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre la posibilidad de ratificar ese tratado. Si de esas consultas se desprende que la ratificación es improbable, deberíamos intentar retener nuestros derechos sobre las bases mediante un acuerdo ejecutivo ofreciendo asistencia material y todo el apoyo político que estuviéramos en disposición de conceder a España a nivel internacional. Con el fin de poner en valor ese acuerdo ante los españoles y evitar otros problemas que pudieran surgir en el Congreso, someteríamos voluntariamente el acuerdo a su aprobación en el Congreso mediante una resolución conjunta o concurrente. [Aquí se omite el resto del estudio.] 1 Resumen: El estudio fue elaborado en respuesta a NSSM 193, Política de EE.UU. hacia España. Fuente: Archivos Nacionales, Materiales Presidenciales de Nixon, Archivos del NSC, Archivos Institucionales (H-Files) del NSC, caja H-202, memorandos de estudio, 1969-1974, NSSM-193. Secreto. Transmitido a Scowcroft al amparo de un memorando de 23 de abril de Hartman, quien señaló que este estudio "complementa la respuesta a NSSM 179 presentada el 30 de agosto, 1973. "El estudio preparado en respuesta a NSSM 179, de 9 de agosto, se ibid., Caja H-199, Memorandos de estudio, 1969-1974, NSSM-179.