May 26, 2014 - Guidelines International Ministries

May 26, 2014
WHEN THE LIGHTS GO OUT
CUANDO LAS LUCES SE APAGAN
Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Lucas 23:44
En una ocasión un domador de circo entró en una jaula con tigres de bengala, puso candado
en la puerta y comenzó su rutina. Repentinamente se fue la luz. Por aproximadamente 30
segundos, el entrenador se quedó atrapado con estas bestias.
Cuando regresó la luz, el entrenador concluyó su presentación como si nada hubiese
sucedido. Después le preguntaron cómo se sintió en la oscuridad. El admitió que al inicio
sintió una corriente de temor atravesando su cuerpo. Luego recordó que si bien era cierto que
él sabía que no podía ver a los tigres, ellos no sabían que el domador no podía verlos.
Estaban empates! Y es así que el domador continuó haciendo sonar su látigo y hablando con
ellos como si todo estuviera normal.
Existen tiempos, cuando la luz de nuestra vida se va y nos sentimos que estamos
abandonados en la oscuridad. Es allí cuando no tiene opción sino el de confiar en lo que
usted sabe y conoce, no en lo que ve. Usted sabe que Dios honrará las promesas de su
Palabra. Si usted es Su hijo, también sabe que nada sucede sin que Dios lo conozca.
Vernon Grounds narra un incidente que sucedió el 19 de mayo de 1780 cuando una
oscura neblina cayó sobre las costas de Nueva Inglaterra, oscureciendo la luz del sol,
fenómeno que obligó a encender velas para poder ver. Uno de los senadores mocionó a que
se concluyera con la reunión. Pero Abraham Davenport se levantó y dijo que no debían
hacerlo.
“Se trata del Día del Juicio,” comenzó a decir, “o quizás no. Si no lo es, no hay
necesidad de concluir la sesión. Si lo es, es mi deseo ser hallado cumpliendo con mi trabajo.
Traigamos velas y procedamos con los negocios.”
Un poeta desconocido lo expresó de la siguiente manera., “Traigan las velas, continúen
con su labor! Qué más pueden pedir los ángeles? Traigan las velas! Que nos encuentren
haciendo nuestra labor”
Entonces cuando las luces de su vida se apaguen, continúe, nunca ceda al temor, si
hace lo que Dios le ha pedido que haga; en su tiempo, las luces se volverán a prender.
Lectura basada: Salmos 27.
The preceding material was written and produced by Dr. Harold J. Sala. All rights reserved. Reproduction for sale or
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