El estado de bienestar Estado del bienestar, Estado benefactor, Estado providencia o sociedad del bienestar es un concepto de las ciencias políticas y económicas con el que se designa a una propuesta política o modelo general del Estado y de la organización social, según la cual el Estado provee servicios en cumplimiento de derechos sociales a la totalidad de los habitantes de un país. Origen Se origina en el año 1945 como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial. El Estado de Bienestar es un tipo de pacto social donde se estableció un reparto más equitativo de los beneficios y la riqueza entre toda la población para evitar el malestar social que llevó a las sociedades a la Segunda Guerra Mundial. Modelos en Europa del estado de bienestar El modelo nórdico, de Dinamarca, Noruega, Islandia, Finlandia, Suecia y Países Bajos. El modelo continental, de Austria, Bélgica, Francia, Alemania y Luxemburgo. El modelo anglosajón, de Irlanda y Gran Bretaña. El modelo mediterráneo, de Grecia, Italia, Portugal y España. ¿Por qué peligra el Estado de Bienestar? La crisis del estado de bienestar comienza a producirse en las sociedades desarrolladas como consecuencia de la globalización y el sometimiento de las políticas económicas, monetarias, laborales y sociales de cada país a las exigencias de los grandes bloques políticos-económicos. Ha supuesto el fin de la autonomía del estado para diseñar su propia política económica y sus sistemas de protección social. La política prioritaria de generación de empleo, que ha constituido el eje central de las políticas de bienestar hasta mediados de los años 70, se ve supeditada a las exigencias monetarias y al funcionamiento del libre mercado, que como resultado del desarrollo de la tecnología de la información, ha adquirido una dimensión sin límites, y los intercambios se producen a escala mundial, dando origen a un movimiento vertiginoso de intercambios de capital, mercancías y personas. Estado de Bienestar en España El estado de bienestar en España está amenazado por el alto desempleo y la baja productividad, según asegura el Consejo General de Economistas. Los Economistas consideran que el paro supone una doble amenaza para el estado de bienestar, ya que el subsidio quita recursos que podrían destinarse a paliar situaciones de desprotección, y además los desempleados no participan en el proceso productivo e impositivo que permite financiar las prestaciones de ese estado de bienestar. Asimismo, piden un nuevo modelo productivo que controle la evolución del peso de la construcción y que apueste por generar puestos de trabajo. Además, señalan que ante la escasez actual de recursos es razonable no sólo preguntarse qué políticas públicas hay que poner en marcha, sino también cómo implementarlas. Los derechos sociales Los derechos sociales son aquellos derechos que facultan a los ciudadanos de un país a desarrollarse en autonomía, igualdad y libertad así como aquellos derechos que les permiten unas condiciones económicas y de acceso a bienes necesarios para una vida digna. Los derechos sociales son los que humanizan a los individuos, sus relaciones y el entorno en el que se desarrollan. Son garantías de la igualdad y la libertad reales, pues la libertad no es posible si es imposible ejercerla por las condiciones materiales de existencia Desde el punto de vista del contrato social, en contraste con los derechos naturales, son aquellos que son considerados derechos legales reconocidos por el derecho positivo. Los derechos sociales son una parte de los derechos económicos, sociales y culturales y parte de los derechos humanos, aparecen en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) aprobado en 1966, que entró en vigor en 1976 y de forma más genérica en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Para algunos, los derechos sociales se fundamentan en el contrato social (que puede o no ser explícito en una Constitución) Por ejemplo: para James Madison, un “derecho social” es uno que se adquiere por el mero hecho de la existencia, implícita o no, de ese contrato. El ejemplo que Madison propone puede entenderse en países de habla hispana como el derecho a un juicio justo (juicio por jurado en EE. UU.), tal derecho no es “natural” (no existe ni puede existir previamente a la aparición de la sociedad y de las leyes. Tampoco tiene una forma única: puede haber diferentes maneras de implementarlo. Sin embargo, todo y cualquier acuerdo para formar una sociedad justa implica el derecho a un juicio justo. En general, desde el punto de vista del contractualismo, los derechos que tal contrato origina (derechos civiles) solo son válidos en la medida en que benefician a la sociedad y sus miembros. Si ese no es el caso, se renegocia el contrato a través de elecciones o cambios a la ley o, últimamente, se recurre legítimamente a la insurrección) Para otros los derechos sociales se derivan directamente de los Derechos humanos o naturales, en el sentido de que son facultades o derechos inherentes a todo ser humano, por lo tanto anteceden y prevalecen sobre cualquier otro compromiso, consecuentemente, son derechos que ninguno puede perder o conceder. Por ejemplo: Thomas Paine argumenta en “Los derechos del hombre”, que el derecho a beneficiarse del esfuerzo común es realmente un derecho natural de los seres humanos, dado que estos solo pueden vivir en sociedad. Al ciudadano “La sociedad no le dona nada. Cada hombre es un propietario en la sociedad, y toma del capital como materia de derecho” (Cap II “de los derechos civiles”). Paine va tan lejos como a sugerir -entre otras reformas sociales- un “salario mínimo garantizado” (es decir, incluso para aquellos en desempleo). Por su parte Edmund Burke argumenta que: “Si la sociedad civil se ha creado para el avance del hombre, todas los avances que ha efectuado llegan a ser su derecho. (El Estado) Es una institución de beneficencia y la ley misma solo es beneficiosa si actúa de acuerdo a una regla. (op. cit). y “Lo que sea que un hombre puede hacer por sí mismo sin causar perjuicio a los demás él tiene derecho a hacer por sí mismo; y tiene derecho a una porción justa de todo lo que la sociedad, con todas sus combinaciones de habilidades y fuerzas, puede hacer en su favor. En esta sociedad todos los hombres tienen iguales derechos”. Burke ve su propuesta como representando “los verdaderos derechos humanos”. Desde este punto de vista, tales derechos serían el equivalente a los denominados derechos humanos de segunda generación (los derechos económicos, sociales y culturales), propios de algunas versiones del Estado del bienestar y del Estado Social de Derecho, que aparece históricamente, como superación del Estado de Derecho liberal. Enumerándolos, los derechos sociales serían: El derecho a un empleo y a un salario. El derecho a la protección social en casos de necesidad (jubilación, seguridad social, desempleo, bajas laborales por enfermedad, maternidad o paternidad, accidentes laborales). El derecho a la vivienda. El derecho a la educación. El derecho a la sanidad. El derecho a un medioambiente saludable, al acceso a la cultura y a todos los ámbitos de la vida pública. El derecho a la alimentación y la soberanía alimentaria. Algunos de los ejemplos de Derechos Sociales como: a) Todos los derechos laborales (a trabajar, a asociarse libremente por profesión o gremios en defensa de sus intereses laborales); b) Derechos reconocidos a la mujer, a la niñez, a la ancianidad y a las personas con capacidades diferentes; c) Derechos del consumidor. Algunos ejemplos de violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales incluyen: El desalojo forzoso de personas de sus hogares (derecho a una vivienda adecuada); La contaminación del agua, por ejemplo con desechos de instalaciones de propiedad del Estado (derecho a la salud); El hecho de que no se garantice un salario mínimo suficiente para llevar una vida digna (derecho al trabajo); El hecho de no evitar el hambre en todas las zonas y comunidades del país (derecho a la protección contra el hambre); La denegación de acceso a la información o los servicios relacionados con la salud sexual y reproductiva (derecho a la salud); La segregación sistemática de los niños con discapacidad de las escuelas generales (derecho a la educación); El hecho de no impedir que los empleadores lleven a cabo discriminaciones en la contratación (por razones de sexo, discapacidad, raza, opinión política, origen social, situación en cuanto al VIH, etc.) (derecho al trabajo); El hecho de no prohibir que las entidades públicas o privadas destruyan o contaminen los alimentos y sus fuentes, así como los suelos arables y los recursos hídricos (derecho a la alimentación); El hecho de no establecer una limitación razonable de las horas de trabajo en los sectores público y privado (derecho al trabajo); La prohibición de utilizar los idiomas minoritarios o indígenas (derecho a participar en la vida cultural); La denegación de la asistencia social a personas a causa de su condición (por ejemplo, las personas sin un domicilio fijo o las que solicitan asilo) (derecho a la seguridad social); El hecho de no garantizar una licencia de maternidad a las mujeres trabajadoras (protección de la familia y asistencia a ésta); La desconexión arbitraria e ilegal de la red de abastecimiento de agua para uso personal y doméstico (derecho al agua). ¿Por qué la privatización de los servicios sociales va en contra de del estado de bienestar? El estado del bienestar y los sericios sociales están intimamente reacionados . Como se ha definido antes, el estado del bienestar es aquel que provee servicios en cumplimientos de los derechos sociales. Y por otro lado los servicios sociales son todos aquellos servicios que ofrece el estado para garantizar la calidad de vida de los integrantes de una sociedad. Estos servicios pueden ser dirigidos a la comunidad cubriendo necesidades en general o a grupos especificos como pueden ser pensionistas o atencion especializada. El estado del bienestar garantiza los derechos sociales por lo tanto al querer privatizar la educacion, reformar las pensiones etc. Se atenta contra los derechos socailes de los ciudadanos y por lo tanto contra el estado del bienestar. Es por ello por lo que los estados que tengan garantizaados este Estado del bienestar no deben privatizar los servicios basicos ya que atentaria contra la politica del estado.