Comunidades Fraternas Sociedad en América Latina y fraternidad 1. Nuestra vocación y realidad fraterna + Jesús nos revela que todos somos hijos e hijas de Dios, con esa común dignidad. Revelación de Dios como Padre común: “Padre nuestro”. + la Tierra es de Dios, la cual nos es dada a todos, para trabajar y vivir: “el pan nuestro cotidiano”. + la fraternidad cristiana, a la luz de la comunidad Trinitaria, conlleva la comunicación de bienes: el testimonio de la comunidad apostólica de Jesús, y de la comunidad de Jerusalén. + la comunicación de bienes en las reducciones del Paraguay. + la vida religiosa y su testimonio en la comunicación de bienes. 2. La antifraterna comunicación de bienes en el hoy de América Latina + nuestros países latinoamericanos son de los que presentan una mayor desigualdad en la distribución de la riqueza, a nivel mundial. + esta situación duele todavía más, por tratarse de países con una gran mayoría católica. + el siglo XX, en la mayor parte de nuestras naciones, se dio un crecimiento económico (el PIB), pero no se compartió dicha riqueza a las mayorías. + hemos llegado a una situación que a muchos católicos les parece “natural” la injusta desigualdad social que vivimos. La democracia económica y social, les parece una ilusión. 3. La antifraterna discriminación que vivimos en nuestras “democracias” + de la brutal discriminación, hasta el S.XIX, de negros e indígenas, a una nueva forma de discriminación y exclusión en el presente. + la discriminación de la mujer, en el tradicional machismo de nuestra sociedad e Iglesia. + en nuestra sociedad injustamente desigual, ordinariamente, el último escalón social es ocupado por los indígenas y negros. + en el mercado laboral, existe fuerte discriminación de la mujer. 4. La urgente necesidad del profetismo de la fraternidad en nuestra sociedad + en la actual y violenta lucha salvaje, de todos contra todos, que caracteriza al neoliberalismo y su mercado, se hace todavía más urgente el Evangelio de Jesucristo y su misión por la fraternidad. + delante de la brutal y pecaminosa acumulación de los bienes, se hace todavía más urgente la misión por la fraternidad que proclama con verdad que la Tierra y sus bienes es de todos y para todos, con especial atención a los que pasan por mayor necesidad. + el profetismo del Reino de la fraternidad y la formación en los valores que comporta: la sencillez, el respeto mutuo, el aprecio mayor por los discriminados y excluidos, la amabilidad, el perdón. 5. La parroquia SJ, llamada a caracterizarse y ser sacramento de fraternidad. + como Jesús, nuestro servicio está orientado en la misión por la fraternidad. + la inspiración de la fraternidad vivida en las reducciones del Paraguay. Creer en Dios como Padre, y en todos como hermanos y hermanas. + creer que Dios es nuestro Padre y todos hermanos en nuestro contexto social. La parroquia SJ y sus comunidades se deben caracterizar por su ser y vida fraterna. + el imaginario que se tiene sobre sociedad e Iglesia. ¿A qué modelo social se aspira? Ayudar a reconstruir el imaginario fraternal para la sociedad y la Iglesia. + la importancia central de vivir como hermanos. Nuestra parroquia y comunidades, que testimonien la fraternidad y desde esa vida la proclamen a su alrededor. Llegar a ser sacramento de fraternidad. 6. Vivir como hermanos y el gran desafío pastoral que conlleva + el difícil paso del dicho al hecho, del buen deseo, a la vida. Jesús lo asumió en la construcción de su comunidad fraterna. El abrir procesos y caminos para la fraternidad: el valor de ponerse a camino, de dar pasos, aunque la meta esté todavía muy lejana. + la formación en la vida para la fraternidad. Aprender a vivir como hermanos, en el proceso y vida ordinaria de la comunidad, en su práctica concreta y la conversión a que nos invita. Caminante....se hace camino al andar. + la predicación de la fraternidad, desde nuestra sencilla y humilde, pero también profética vida comunitaria fraterna en la Compañía. Nuestra experiencia de vida fraterna entre diversas generaciones, nacionalidades... y el compartir de bienes. + la vida y formación en la fraternidad, en el equipo y consejo de la pastoral y su liderazgo en esta misión: retiros, cursos, videos, etc. + el crecer en fraternidad entre los diversos equipos y personas de la parroquia. Alentar el conocimiento y aprecio mutuo; acciones comunes; celebraciones comunes. Fraternidad y el trato digno e todos que comporta pastoral de la fraterna acogida 1. La raíz de la común dignidad + todos somos hijos e hijas de un mismo Padre. + todos poseemos la misma dignidad humana, sin discriminación alguna. + en la carta fundamental de la ONU, se reconoce la común dignidad a todos los seres humanos. 2. Jesús y su trato a los demás + nunca discriminó a nadie por raza, sexo, nacionalidad, clase social, o cualquier otra situación humana. + por su fraternal acogida se hizo atrayente a los alejados y excluidos, a los discriminados, a los pobres, a los niños. + su amor a todos, se expresó también en su trato humano cariñoso y respetuoso, que aun le ganó el respeto de un Nicodemo, de Zaqueo, del centurión romano, de la adúltera. Jesús, un verdadero hermano + Jesús trató con verdad y fuerza a los corrompidos e hipócritas de su tiempo, para llamarlos a la conversión. 3. La parroquia SJ, en la tradición humanista de la Compañía de Jesús + Ignacio y su espiritualidad cristocéntrica + un grande grupo de misioneros jesuitas ha distinguido a los jesuitas por su trato humanista y fraterno para con todos. + en los años recientes, en el servicio de las parroquias, muchos jesuitas se han distinguido por su trato cariñoso y acogedor, particularmente con los necesitados, los enfermos, los niños. + muchos jesuitas en las parroquias, han hecho sentir a los pobres su dignidad humana y que llegan a la casa común del Padre. Los pobres, muchas veces mal tratados en otro tipo de instituciones y grupos sociales, han experimentado en nuestras parroquias un buen y acogedor buen trato. + es propio de la fraternidad el “buen genio”, e impropio de ella, el “mal genio”. El buen trato en la oficina parroquial y los equipos pastorales. En una sociedad que lastima y desprecia a los pobres de tantas maneras, la parroquia SJ debe distiguirse por la buena acogida a ellos. + los equipos pastorales y su formación en el buen trato, en el humanismo de la Compañia. Cursos de relaciones humanas. Personas cercanas con heridas en nuestra sociedad antifraterna y ayudas para superar dichas situaciones. 4. Fraternidad y pastoral de acogida + la importancia de una fraterna acogida: todos gustamos de ella. + las iglesias evangélicas se nos han adelantado, en muchos casos, en la pastoral de la fraterna acogida. Gustan y saben hacer sentirme bienvenidos, que se llega a la casa común. + la pastoral de una buena y fraterna acogida en nuestras parroquias, signo de fraternidad. Cuidar de ella, en todas las instancias de nuestro servicio, y particularmente en las celebraciones. + comisiones y comunidades de acogida, integradas por personas que destacan en dicho carisma. + formación en esta pastoral: pedagogía adecuada para que todos nos sintamos bienvenidos y en casa.