Mensaje Pastor Dr. Rafy Jiménez PhD Ciclo 1 enero 2015 Nuevos comienzos 25 de enero de 2015 Cuarto Mensaje Ropa nueva para un nuevo comienzo Lectura Bíblica: Zacarías 3:4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Introducción Desde que Dios creó al hombre sobre la faz de la tierra, éste, no estimó LA ROPA de la que fue vestido por EL CREADOR, sin duda me dirán: PERO SI ADÁN Y EVA ESTABAN DESNUDOS, ¿COMO DICE USTED QUE DIOS LOS VISTIÓ? ES VERDAD, ESTABAN DESNUDOS FISICAMENTE, PERO LA ROPA QUE DIOS LES DIÓ, ERA • LA INOCENCIA • Y LA SANTIDAD. Es que para Dios es muy importante que el ser humano ande vestido correctamente. Génesis 3:21 21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió. Al desobedecer el mandato divino, el hombre perdió esa ROPA, y cuando se dio cuenta que aquella ROPAS santa fue quitada, trató de vestirse a sí mismo y ocultar de esa manera su cuerpo manchado por el pecado, es así que tanto el hombre como su mujer tomaron hojas de higuera las cocieron e hicieron delantales tratando de esa manera de disfrazar y esconder su vergüenza delante de Dios, Génesis 3:7, ellos creían que Dios no se daría cuenta de ello, pero los ojos de Jehová miran la tierra y Él ya sabía lo que había acontecido, de igual manera y a través de todos los tiempos, el hombre ha tratado de disfrazar su pecado utilizando la ROPA VIEJA que es para perdición, queriendo de esa manera despistar a Raimundo y a todo el mundo haciendo creer que es una gran persona, pero ese ROPAJE DE "INOCENCIA" nunca podrá ocultar su vida llena de: 1. engaños, 2. concupiscencias, 3. lascivias, 4. robos, 5. engaños, 6. odios, 7. crímenes, etc. ROPA. VESTIDO Como consecuencia de la •caída, Adán y Eva sintieron la necesidad de vestirse (“… estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales” [Gen. 3:7]). Dios “hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió” (Gen. 3:21). La desnudez es algo deshonroso. La frase “descubrir la desnudez” se usa para señalar las relaciones sexualmente íntimas. Es también símbolo de indefensión y desamparo, mayormente por pobreza o por causa de injusticia (Job. 22:6; 24:7). Se usa a menudo el término “vestir” en sentido metafórico (“Pues de justicia se vistió como de una coraza” [Is. 59:17]; “… mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación” [Is. 61:10]). La calidad y belleza de los vestidos señalaban la importancia y riqueza de sus dueños. Así, a Mardoqueo le fue puesto “el vestido real de que el rey se viste” (Est. 6:8). Las telas se fabricaban con hilos de fibras vegetales, como el lino y el algodón, o con pelos de animales, como la cabra, el camello, la lana, etcétera. •Hilar. Hilo. Sólo los nobles y las personas de muchos recursos económicos podían usar la •púrpura o la •seda. El AT no ofrece muchos detalles que nos permitan saber la forma de la indumentaria que usaban los patriarcas. Para ello es necesario hacer deducciones basados en inscripciones y pinturas de monumentos arqueológicos mesopotámicos y egipcios. La vestimenta de los hombres y las mujeres era muy parecida, pero no exactamente igual, porque había una prohibición al respecto (“No vestirá la mujer traje de hombre, ni el hombre vestirá ropa de mujer” [Dt. 22:5]). Seguramente que la distinción más evidente estaría en el colorido de los vestidos y el uso de un velo por parte de las mujeres. Los objetos más usados como vestido que se mencionan en la Biblia son los siguientes: El turbante. Era un paño que se ponía sobre la cabeza, como protección. A veces eran largos, lo suficiente como para que se pudiera dar varias vueltas al cráneo (“… ata tu turbante sobre ti” [Ez. 24:17]). Una señal de duelo que se hacía era quitarse el turbante (“… vuestros turbantes estarán sobre vuestras cabezas… no endecharéis ni lloraréis” [Ez. 24:23]). Se prefería que fueran de lino (“Turbantes de lino tendrán sobre sus cabezas… no se ceñirán cosa que los haga sudar” [Ez. 44:18]). El turbante que usaba el sumo sacerdote era especial, llamado tiara (Diadema). El turbante podía ser usado para envolver la cabeza de un difunto (Sudario). El tallit. Una manta de forma rectangular de tamaño suficiente como para cubrir la cabeza, cayendo sobre los hombros. Al principio era utilizada sólo como protección de los elementos, pero luego se convirtió en una pieza de uso religioso. La usaban los varones para cubrirse con ella mientras oraban. En las cuatro puntas del tallit se ponían flecos, siguiendo la ordenanza de Nm. 15:38–40 (“… y diles que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos”). El Señor Jesús criticó el exhibicionismo de los fariseos que exageraban el uso de los flecos (“… ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos” [Mt. 23:5]). La capa o manto. Consistía en un paño cuadrado de lino o algodón que se echaba sobre los hombros y que caía hacia las piernas, con dos aberturas para los brazos. Se usaba sobre el vestido (Mi. 2:8), o podía llevarse colgado de un hombro. Servía para cubrirse al dormir, por lo cual estaba prohibido tomarlo como garantía de préstamo sino por unas cuantas horas antes de la noche. “Porque sólo es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá?” (Ex. 22:26–27; Dt. 24:13). A veces era usado para cargar granos, como cuando Booz dio cebada a Rut (Rut. 3:15). En el caso de un profeta, su manto venía a ser una especie de símbolo del oficio. Así, Elías, al escoger a Eliseo “echó sobre él su manto” (1 R. 19:19). Y cuando fue arrebatado al cielo Eliseo tomó “el manto de Elías que se le había caído” y con él partió las aguas del Jordán (2 R. 2:13–14). Zacarías habla de que algunos profetas usaban el manto para mentir (“Ni nunca más vestirán el m. velloso para mentir” [Zac. 13:4]). En el NT, el Señor Jesús enseñó: “… y al que quiera ponerte a pleito y quitarte la túnica, déjale también la capa” (Mt. 5:40). Usualmente las personas se quitaban la capa para trabajar (“… y el que esté en el campo, no vuelva atrás para tomar su capa” [Mt. 24:18]). Una mujer que tocó el borde del manto del Señor fue sana de una enfermedad (Mt. 9:20–22). La túnica. Era la pieza de vestir que se llevaba directamente sobre la piel, en forma de camisa. Generalmente eran dos piezas tela, de forma cuadrada, que se cosían de forma que dejaran una abertura para la cabeza y dos para los brazos. El material que se prefería era el lino, pero se usaba también el algodón, el cuero, etcétera, según las posibilidades económicas del dueño. Una persona no estaba completamente vestida sólo con una túnica. A veces “quitarse la ropa” puede significar que se despoja del manto y se queda sólo con la túnica. Eso se hacía para trabajar. Cuando se narra que Saúl “estuvo desnudo todo aquel día y toda aquella noche” profetizando (1 S. 19:24), es difícil que se trate de una desnudez total, porque los israelitas eran muy adversos a la exhibición del cuerpo. Cuando se trasladó el arca a Jerusalén, David estaba “vestido con un efod de lino”, pero su esposa Mical le acusó de haberse descubierto “como se descubre sin decoro un cualquiera” (2 S. 6:14, 20). En la predicación de •Juan el Bautista se decía: “El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene” (Lc. 3:11). El Señor Jesús usaba una túnica, “la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo” (Jn. 19:23). Se ve que era de cierto valor, porque los soldados que le crucificaron decidieron no partirla y echaron suertes para ver quién se quedaba con ella. La sandalia. Era el calzado corriente que usaban todos los hebreos, hombres y mujeres. Cuando se lee en las Escrituras la palabra “zapato” o “calzado” debe entenderse que se trata de s. Estas consistían en una suela simple, amarrada al pie con correas (Is. 5:27). Se confeccionaban mayormente con pieles de animales, pero también con otros materiales, inclusive telas y madera. “Una correa de calzado” era algo de muy poco valor (Gen. 14:23) y un par de zapatos era algo barato (Am. 2:6). Al entrar en un lugar sagrado, había que quitarse el calzado (Ex. 3:5; Jos. 5:15). La Pascua había que celebrarla con s. puestas, en señal de que se iba de viaje (Ex. 12:11). Uno de los milagros en la peregrinación de Israel por el desierto fue que sus s. no se envejecieron (Dt. 29:5). Para indicar duelo se quitaban las s. y se andaba descalzo (2 S. 15:30; 19:24; Is. 20:2–4). Como las negociaciones de propiedades se hacían pisando el suelo de ellas, se tomó la costumbre de quitar el zapato al vendedor, que se suponía tenía el polvo del terreno, y lo entregaba al comprador en señal de transferencia de propiedad. Se significaba así que la transacción estaba terminada. La expresión “echar el zapato” sobre un terreno significaba reclamar la propiedad del mismo (Sal. 60:8; 108:9). La viuda que era rechazada por su cuñado que no quería casarse con ella le quitaba el zapato (Dt. 25:7–9). La expresión de Juan el Bautista sobre no ser digno de “desatar encorvado la correa” del calzado del Señor Jesús (Mr. 1:7) está relacionada con la costumbre que existía de tener un siervo que descalzaba a los visitantes cuando llegaban. Usualmente las personas andaban descalzas dentro de las casas y se ponían s. cuando iban a salir (Hecho. 12:8). Pablo nos dice que el creyente, como soldado, debe estar calzado “con el apresto del evangelio de la paz” (Ef. 6:15). El velo. Parte de la vestimenta femenina que consistía en un trozo de tela, a veces traslúcido, con el cual las mujeres se cubrían el rostro (Gen. 38:14–15), dejando al descubierto los ojos. También se usaban velo que cubrían la cabeza y el rostro (Gen. 24:65). Usualmente las mujeres se lo ponían para salir a la calle, pues dentro de la intimidad familiar no había problema en mostrar el rostro a parientes o íntimos de la familia. En la tradición judía, las mujeres se cubrían la cabeza con un velo como una señal de modestia y castidad. Siendo •Corinto una comunidad muy heterogénea, parece ser que el uso del velo fue parte de la consulta que hicieron los creyentes de allí a Pablo (1 Co. 11:3–16). El velo que Moisés utilizaba fue algo no usual. La interpretación que hace Pablo es que se lo ponía para que los israelitas no supieran que el brillo de su cara era pasajero (Ex. 34:33–35). Efod. Es que aunque el hombre utilice cualquier cosa para ocultar o limpiar esa mancha de pecado en su vida, no podrá lograrlo jamás, porque no hay jabón, detergente, quita-manchas o desinfectante que pueda quitar el pecado del ser humano, el hombre por sí solo no puede limpiarse, Jeremías 2:22, además recordemos que delante de Dios estamos desnudos, Apocalipsis 3:17. MUDA DE VESTIDOS Expresión que señala una vestimenta especial, lujosa, para ser usada en día de fiesta o en ocasiones especiales. Regalar una m. de v. era un acto de gran generosidad o aprecio. Así, José “dio mudas. De vestidos.” a sus hermanos, “y a Benjamín… cinco mudas. De vestidos.”, como prueba de su amor y reconciliación (Gen. 45:21–22). Cuando Naamán viajó a Israel para buscar su sanidad llevó consigo “diez talentos de plata, y seis mil piezas de oro, y diez mudas. De vestido.” (2 R. 5:5), porque pensaba que debía recompensar al profeta, lo cual da una idea del valor de estas últimas. Así que es aquí que entra en acción aquel que si puede quitar el pecado, no ocultarlo ni taparlo, sino desaparecerlo por completo, y ese personaje es JESÚS, Él se encarga de vestir al hombre con un a ROPA NUEVA, que es la salvación del alma, esa Nueva ropa, no es de origen vegetal como las hojas de higuera, sino de la piel del CORDERO DE DIOS que quita el pecado del mundo, Juan 1:29, y, aunque el hombre se encuentre hundido hasta "el cuello" en el pecado, JESUCRISTO, en su propio cuerpo llevó su pecado y el mío, Isaías 53;6, fue en el calvario, al morir en la cruz que confeccionó esa ROPA NUEVA, y al resucitar de entre los muertos, la entregó a todos los que acepten ese sacrificio como suyo propio y lo reciban como SEÑOR Y SALVADOR, solo así el hombre quitarse esa ROPA VIEJA de perdición y vestirse de la ROPA NUEVA de salvación, que está impregnada de santidad y es blanca y sin arrugas, lo que significa el comienzo de una nueva vida, una nueva persona que emerge de ese mundo de pecado y se transforma en una nueva criatura 2a Corintios 5:17. Pero resulta paradójico ver que aunque esa NUEVA ROPA es totalmente gratis, sin costo alguno para que el hombre, éste, prefiere vivir con su ROPA VIEJA, es que está habituado a ella, y dice mejor dejo esa ROPA NUEVA para después, talvez para otra ocasión, pues con mi ROPA VIEJA me siento muy a gusto. El sumo sacerdote Josué estaba vestido de ROPAS VILES (viejas) delante DEL ÁNGEL DE JEHOVÁ, Zacarías 3:3 al 5, pero EL ÁNGEL DE JEHOVÁ ordenó que le sea quitadas esas ROPAS VIEJAS (VILES) y que se le vista con ROPAS NUEVAS (DE GALA O FIESTA), así Dios quiere que el hombre esté delante de Él con sus ROPAS NUEVAS, NO CON ROPAS VIEJAS, Y además tiene a su disposición toda la armadura de Dios para poder salvaguardar su ROPA NUEVA de salvación y santidad para poder entrar al reino de los cielos nuestra ROPA debe estar sin manchas ni arrugas, pues a su gloria nada IMPURO PODRÁ ENTRAR, amén. Conclusion Saca toda tu ropa vieja espiritual llego la hora de tu conquista pero para conquistar tienes que tener ropa nuevas