La narración de la “química biográfica” como exorcismo Como dice la canción de la Pantoja: Hoy quiero confesar que estoy enamorada; además si sigues leyendo me verás tirar piedras contra mi propio tejado (que no todo tiene que ser vender cursos). En la escritura en web, es necesario que el primer párrafo enganche (este ha sido mi intento), ahora eres tú quien decide si seguir leyendo. Hay muchas formas de amor, y una de ellas, quizás la más pura, es el amor por los libros. Dicho sea de paso, tengo (tenemos) que leer más. No porque sea cool & vintage, sirva para ligar o por lo mucho que decoran los libros en una casa, tenemos que leer más porque nos hace mejores personas. Nos ayuda a entendernos y a comprender mejor a los demás. No se debe (puede) vivir sin entender. Todo artículo, y más en un blog, debe tener un objetivo. Este es simple: animarte a leer a Delphine De Vigan, sobre todo si trabajas con personas y trabajas con el dolor. La autora narra su experiencia y nos muestra como atravesarlo (el dolor) sin complacencia y con lucidez. Si trabajas en el campo de la psicología, la intervención social, la educación, la sexología, el trabajo social…, no lo dudes: lee a Delphine De Vigan. Cuando escribe, no creo que piense en nuestro sector profesional, pero sin duda realiza un aporte imprescindible. No te lo pierdas. La valentía de sus testimonios puede darte muchas claves si trabajas con la enfermedad mental, la anorexia, la exclusión social, el acoso laboral, el abuso sexual, la adolescencia, la maternidad-paternidad y/o con las múltiples formas de violencia que el ser humano ha inventado. D e l p h i n e D e V i g a n Con mucha vergüenza reconozco que cuando termino un libro que me ha tocado el corazón beso varias veces la portada, sonrío amargamente porque la historia ha terminado y lo abrazo muy fuerte contra el pecho. Un forma como otra cualquiera de dar las gracias, de despedirse y de expresar el enamoramiento. Este ritual automático lo he hecho con las cuatro novelas que he leído de esta autora: Nada se opone a la noche, No y yo, Días sin hambre y Las horas subterráneas. Delphine De Vigan, es una escritora de novela con mayúsculas que no pretende darnos claves profesionales, ni escribir manuales de psicopatologías o “autoayudas”; como dice en una entrevista sobre la escritura: Es la manera como me expreso. Es realmente la única manera que encontré para domesticar mis propias emociones, mi sensibilidad, para poder canalizar la sensación estar demasiado permeable. Apetece subrayar las novelas enteras. Te dejo un párrafo, un botón de su novela autobiográfica Nada se opone a la noche, hablando de su madre Lucile, que aparece muerta en la primera página. Me gustaría ser capaz de escribir lo que le pasó a Lucile, minuto a minuto, encontrar el momento exacto en el que descarriló, examinar el fenómeno con microscopio, descubrir el misterio, la química. De Vigan pone al microscopio su propia vida y consigue desvelar su química, y también la nuestra, narrando con maestría lo biográfico, la química biográfica. Y ahora, las piedras contra el tejado. Hay muchas formas de aprender a trabajar con personas, no solo haciendo cursos, también leyendo novelas de Delphine De Vigan… mi último gran amor. Escrito por Miguel Roa Polo.