04 - 28 de septiembre 2014:LA HOJITA 5/27/14 6:34 PM Página 1 Ladehojita los niños Año XIX • nº 1.205 • 28 de septiembre de 2014 ¡la buena noticia para todos! • 26º domingo durante el año Mensaje la Palabra de de dios El juego de las 7 diferencias Semana de los derechos del niño Para esta seMana San Pablo nos da muchos consejos en su Carta a los filipenses: Prestar atención a nuestro corazón, hacer crecer nuestra capacidad de amar, ser humildes, y no creernos más que los demás... Si vivimos así, seremos más felices y haremos felices a quienes nos rodean. Ahora bien, no hagamos como el joven de la parábola, y, en la hora de catequesis digamos que sí a todo y, después, nos olvidamos y no lo cumplimos. Los niños y las niñas tienen derechos y necesitan cuidados y protección especiales. Uno de ellos es el derecho a jugar. Escribe en el recuadro otros derechos que conozcas: 04 - 28 de septiembre 2014:LA HOJITA 5/27/14 6:34 PM Página 2 la biblia, el libro de la Palabra de dios las lecturas de la Misa del doMingo H segunda lectura: filiPenses 2, 1-11 er­ma­nos:­Si­la­ex­hor­ta­ción­en­nom­bre­de­Cris­to­tie­ne­al­gún­va­lor,­si­al­go va­le­el­con­sue­lo­que­bro­ta­del­amor­o­la­co­mu­nión­en­el­Es­pí­ri­tu,­o­la­ter­nu­ra­y­la­com­pa­sión,­les­rue­go­que­ha­gan­per­fec­ta­mi­ale­gría,­pre­ma­ne­cien­do­bien­uni­dos.­Ten­gan­un­mis­mo­amor,­un­mis­mo­co­ra­zón,­un­mis­mo­pen­sa­mien­to.­No­ha­gan­na­da­por­in­te­rés­ni­por va­ni­dad,­y­que­la­hu­mil­dad­los­lle­ve­a­es­ti­mar­a­los­otros­co­mo­su­pe­rio­res­a­us­te­des­mis­mos.­ Que­ca­da­uno­bus­que­no­so­la­men­te­su­pro­pio­in­te­rés,­si­no­tam­bién­el­de­los­de­más.­Vi­van­con­los mis­mos­sen­ti­mien­tos­que­hay­en­Cris­to­Je­sús. Él,­que­era­de­con­di­ción­di­vi­na,­no­con­si­de­ró­es­ta­igual­dad­con­Dios­co­mo­al­go­que­de­bía­guar­dar ce­lo­sa­men­te:­al­con­tra­rio,­se­ano­na­dó­a­sí­mis­mo,­to­man­do­la­con­di­ción­de­ser­vi­dor­y­ha­cién­do­se­se­me­jan­te­a­los­hom­bres.­Y­pre­sen­tán­do­se­con­as­pec­to­hu­ma­no,­se­hu­mi­lló­has­ta­acep­tar­por obe­dien­cia­la­muer­te­y­muer­te­de­cruz.­Por­eso,­Dios­lo­exal­tó­y­le­dio­el­nom­bre­que­es­tá­so­bre to­do­nom­bre,­pa­ra­que­al­nom­bre­de­Je­sús,­se­do­ble­to­da­ro­di­lla­en­el­cie­lo,­en­la­tie­rra­y­en­los abis­mos,­y­to­da­len­gua­pro­cla­me­pa­ra­glo­ria­de­Dios­Pa­dre:­«Je­su­cris­to­es­el­Se­ñor». J evangelio: Mateo 21, 28-32 e­sús­di­jo­a­los­su­mos­sa­cer­do­tes­y­a­los­an­cia­nos­del­pueblo:­ ¿Qué­les­pa­re­ce?­Un­hom­bre­te­nía­dos­hi­jos­y,­di­ri­gién­do­se­al­pri­me­ro,­le­di­jo:­«Hi­jo,­quie­ro­que­hoy­va­yas­a­tra­ba­jar­a­mi­vi­ña».­ Él­res­pon­dió:­«No­quie­ro».­Pe­ro­des­pués­se­arre­pin­tió­y­fue.­ Di­ri­gién­do­se­al­se­gun­do,­le­di­jo­lo­mis­mo­y­és­te­le­res­pon­dió: «Voy,­se­ñor»,­pe­ro­no­fue.­¿Cuál­de­los­dos­cum­plió­la­vo­lun­tad­de­su­pa­dre?­«El­pri­me­ro»,­res­pon­die­ron. Je­sús­les­di­jo:­«Les­ase­gu­ro­que­los­pu­bli­ca­nos­y­las­pro­ti­tu­tas­lle­gan­an­tes­que­us­te­des­al­rei­no­de­Dios.­En­efec­to,­Juan vi­no­a­us­te­des­por­el­ca­mi­no­de­la­jus­ti­cia­y­no­cre­ye­ron­en él;­en­cambio­los­pu­bli­ca­nos­y­las­pro­ti­tu­tas­creyeron­en­él. Pe­ro­us­te­des,­ni­si­quie­ra­al­ver­es­te­ejem­plo,­se­han­arre­pen­ti­do­ni­han­creí­do­en­él». ri­- 04 - 28 de septiembre 2014:LA HOJITA 5/27/14 6:34 PM Página 3 amigos inolvidables caPítulo 4 – en estados unidos: fiona WHite de María inés casalá y juan carlos Pisano - dibujo de Hania Kollenberger La familia de Lucas, debido al trabajo del padre, tuvo que viajar por todo el mundo. Se quedaban poco tiempo en cada localidad, pero lo suficiente como para establecer amistades importantes y tener interesantísimas experiencias. Si querés el relato completo, podés pedirlo a inescasala@gmail.com El destino en Estados Unidos fue California, casi en el límite con México. Allí el calor es intenso y hay una gran mezcla de culturas. Finalmente, mi mamá estaba contenta como no la había visto nunca antes, por causa de un destino de mi padre. Cuando papá le preguntó por qué tanta felicidad, le dijo que tantas veces había visto El Zorro, que aquellas tierras le resultaban conocidas. Sin embargo, su desilusión fue grande, porque no había nada parecido a lo que había visto en la TV. No estaban el Zorro, ni el Sargento García, ni Bernardo, el sirviente fiel de Diego de La Vega. Vivíamos en una casa hermosa y una señora ayudaba con la limpieza; como era mexicana podíamos hablar en español con ella. En otras partes –escuela, club, barrio– sólo se hablaba inglés, y sino lo sabías, «estabas frito» porque no había forma de entenderse. Mamá que lo hablaba bastante bien, nos había enseñado lo suficiente y durante ese año lo aprendimos a la perfección. Al poco tiempo teníamos el mismo acento que el resto de los californianos. En cambio a mamá se le notaba una pronunciación más académica. A pesar de que estuvimos en muchas escuelas y en diferentes culturas, la norteamericana fue con la que más me costó adaptarme. Si hablábamos en español entre nosotros, nos miraban mal y nos dejaban de lado; ni hablar si alguien comentaba que éramos argentinos. Una vez, me agarré el dedo con locker y dije una mala palabra en español. Se hizo silencio y los que estaban cerca de allí se alejaron de mí. Fue el día que se me acercó Fiona White. Fiona era tan blanca que su apellido no podía caerle mejor. Fiona sabía que tenía algo especial en su apariencia y se aprovechaba de eso. Siempre se vestía de blanco. A uno le parecía que iba a abrir las alas y salir volando como un ángel. No tenía amigos, pero era la más respetada. Ella apareció por detrás de mí, puso una mano en mi hombro y dijo: «la señora que trabaja en mi casa, también dice así cuando algo le sale mal» y miró a los demás a los ojos; entonces supe que nada malo me iba a pasar. Nadie se animaba a contradecir a Fiona y, a partir de ese día, fue mi ángel. El día del cumpleaños de Laurita la invitamos a casa. Era la única invitada. Allá no se acostumbraba a invitar a las casas y menos a festejar los cumpleaños. Fiona aceptó. Llegó, como era su costumbre, vestida de blanco. Los zapatos reflejaban la luz del sol y parecía que jamás había caminado con ellos ni que alguien los hubiera tocado para ponerlos en la caja o en el estante de la zapatería. Jugamos toda la tarde. Fiona no conocía el juego de dados, La generala, y lo aprendió rápidamente; era buena jugando y tenía muchísima suerte. Sacó varias generalas y una vez hasta sacó la doble. Cuando la señora que trabajaba en casa se fue, como todas las tardes, se despidió con un beso. 04 - 28 de septiembre 2014:LA HOJITA 5/27/14 6:34 PM Página 4 Sofía, Laurita y Pablo le dieron un abrazo y le hablaron en español. Fiona me miraba con «cara de nada», como si quisiera esconder lo que estaba pensando. Yo me puse de pie, saludé a la señora y le dije en español, que le deseaba un lindo fin de semana y que nos veíamos el lunes. Cuando me di vuelta, Fiona sonreía, como si hubiera estado esperando que por fin me mostrara como era y, en perfecto español me contó que su abuela era mexicana y que ni bien nos había visto en la escuela se dio cuenta de que éramos latinos. El lunes siguiente, Fiona me saludó desde el otro lado del patio con un «¡Hola Lucas! ¿Cómo estás?». Se hizo un gran silencio, pero nadie se animó a decir algo contra Fiona ni contra mí. Gracias a Fiona nos aceptaron, y pudimos contar libremente de dónde veníamos. Nos dimos cuenta que en esa escuela, como en todas las otras, había chicos y adultos que eran diferentes unos a otros y como en todos lados, había algunos que nos aceptaban y otros que no. Cuando nos fuimos de California mantuvimos la comunicación con Fiona, especialmente mis hermanas. Sabemos que estudió antropología y se fue a vivir a México, a buscar sus raíces, como decía ella. Se casó con un mexicano y tuvo mexicanitos, como le gusta llamar a sus hijos. Aunque está en México, sigue vistiendo de blanco, pero siempre usa pañuelos de todos los colores, en el cuello, dependiendo de la situación y de su estado de ánimo. Para pensar y conversar con los amigos • ¿Nos mostramos como somos? • ¿Nos aceptan como somos y aceptamos a los demás como son? El Bebéhojita y sus amigos por Gladys y Margarita Pérez Las Melli igos Bebéhojita y sus am lobo está bebiendo. nece sitan agua y un el cuento Sin duda que co ntar no es de Cape rucita Roja … la mejor e strategia ? os ell estuvie ras co n Vos, ¿qué harías si La hojita de los niños. Semanario­religioso­infantil­de­uso­litúrgico.­No­reemplaza­el­uso­de­los­leccionarios. Nihil­Obstat:­Conferencia­Episcopal­Argentina.­Imprimatur:­Arquidiócesis­de­Buenos­Aires.­Edita:­Sociedad­de­San­Pablo. Propietario­Sociedad­de­San­Pablo­(Paulinos).­registro­Nacional­de­la­Propiedad­Intelectual:­nº­5.092.508­-­24/4/13 Dirección:­P.­Aderico­Dolzani­y­Juan­Carlos­Pisano.­redactores:­Inés­Casalá­y­Juan­Carlos­Pisano. 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