Reformulando el enfoque de desarrollo alternativo

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Reformulando el enfoque
de desarrollo alternativo
Principios y estándares de desarollo rural en zonas de cultivo de drogas
Publicado por la
desarrollo alternativo
Prefacio
Durante décadas, a nivel internacional se ha conce­
bido el concepto de “desarrollo alternativo” como
un instrumento de control de oferta de drogas
cuyos resultados solían medirse en términos de la
reducción de cultivos ilícitos de drogas. Sin embar­
go, en muchas áreas tales efectos resultaban efíme­
ros o se veían neutralizados por el traslado geográ­
fico de los cultivos y la migración de los agricultores
de coca o opio.
Cabe argumentar que muchos proyectos de desa­
rrollo alternativo no han abordado adecuadamente
las causas de raíz de la aparición y el florecimiento
de las economías de drogas. Esto se debe a que los
instrumentos dirigidos a mitigar aspectos tales
como la debilidad del desarrollo rural, la fragilidad
de las instituciones estatales, la pobreza, la violen­
cia y los conflictos, que constituyen los principales
factores facilitadores de las economías de drogas,
no han recibido el suficiente reconocimiento como
tales. En consecuencia, la sostenibilidad de los es­
fuerzos de desarrollo alternativo a menudo ha sido
débil y –en muchos casos– la reducción total de los
cultivos de drogas no ha sido duradera.
El Ministerio Federal de Cooperación Económica y
Desarrollo de Alemania (BMZ) ha financiado e im­
plementado proyectos de desarrollo alternativo en
Asia y América Latina durante más de dos décadas.
Se incluyen entre ellos proyectos en Afganistán,
Bolivia, Laos, Myanmar y Perú. Sobre la base de las
experiencias de estos proyectos, el BMZ ha desarro­
llado un enfoque integral de desarrollo rural en un
desarollo rural en zonas de cultivo de drogas que
goza de aceptación internacional y ha sido recono­
cido tanto en el marco de la Unión Europea como
del sistema de Naciones Unidas. El enfoque del BMZ
hacia el desarrollo alternativo no se concentra prin­
cipalmente en la reducción de los cultivos de drogas
a corto plazo, sino más bien apunta a mejorar los
indicadores de desarrollo humano y las condiciones
marco en las áreas de cultivo de drogas. El objetivo
primordial del enfoque alemán de desarrollo rural
en zonas de cultivo de drogas es reducir de manera
sostenible la vulnerabilidad de hogares y comuni­
dades frente a la proliferación de las economías de
drogas.
3
desarrollo alternativo
1 |El concepto de desarrollo alternativo
y el problema del doble objetivo
Durante muchos años, la Organización de las Na­
ciones Unidas (ONU) y gran número de sus Estados
miembros afectados por el cultivo de drogas han
divulgado el concepto de desarrollo alternativo
(DA), que se ha venido implementando como parte
de la cooperación para el desarrollo proporcionada
por los países afectados por el consumo de drogas
de origen orgánico y por otros problemas relacio­
nados con drogas. El enfoque de DA se basa en el
supuesto de que a menudo la falta de posibilidades
de desarrollo es la causa principal del cultivo de
drogas. De esta manera, los proyectos de DA buscan
apoyar a los agricultores que se dedican al cultivo
de drogas, como por ejemplo coca y amapola, para
que establezcan alternativas lícitas de producción
agrícola que les permitan asegurar su subsistencia
(Berg 2003).
Las primeras experiencias llevadas a cabo con
proyectos que se concentraban exclusivamente
en la sustitución de cultivos de droga por otros
productos en los años setenta y ochenta tuvieron
resultados predominantemente negativos. En con­
secuencia, se consideró que los enfoques simplistas
de sustitución de cultivos de drogas no tendrían
éxito a menos que se enfrentaran también los
factores causales para la proliferación de economías
de drogas. Por lo tanto, gradualmente se amplió el
concepto de DA y se diseñaron enfoques integrales
para contribuir a una conversión sostenible de las
áreas de cultivo.
En su sesión extraordinaria sobre el problema mun­
dial de las drogas celebrada en 1998, la Asamblea
General de la ONU definió DA como un concepto
más bien genérico, compatible con las posiciones de
un amplio sector de Estados miembros de la ONU.
1 Resolución A/RES/S-20/4 de la Asamblea General del 8 de septiembre de
1998, disponible en inglés bajo: http://www.unodc.org/
documents/alternative-development/UNGASSActionPlanAD.pdf
(verificado por última vez el 2.11.2011).
4
El término se definió como “un proceso destinado
a impedir y eliminar el cultivo ilícito de plantas que
contengan estupefacientes y sustancias sicotrópicas
mediante la adopción de medidas de desarrollo rural
expresamente concebidas con tal fin, y que se lleva
a cabo en el contexto de un crecimiento económico
nacional sostenido y de los esfuerzos por alcanzar un
desarrollo sostenible de los países que están tomando medidas contra las drogas, teniendo presentes
las características socioculturales especiales de las
comunidades y grupos destinatarios, y en el marco de
una solución permanente y global de la problemática
de las drogas ilícitas” (…).1
Sin embargo, este enfoque hacia DA todavía es
materia de controversias en el debate internacional
sobre las políticas contra las drogas y de desarrollo.
Las críticas se centran especialmente en el doble
objetivo de DA:
•
DA frecuentemente se entiende como una me­
dida de control de la oferta de drogas que busca
–por un lado– reducir el cultivo y por tanto la
oferta de drogas,
•mientras que por el otro trata de promover el
desarrollo rural sostenible y reducir la pobreza
en zonas de cultivo de drogas, en tanto her­
ramienta para el desarrollo.
En muchas zonas de cultivo de drogas la infraestructura es defi­ciente. Este
problema implica que muy a menudo se hace difícil acceder a mercados
y comercializar productos alternativos. Mientras que los productos a base de
coca u opio suelen ser muy duraderos y se pueden comercializar dentro de
las mismas regiones productoras, el cultivo alternativo muchas veces carece
de las condiciones de logística necesarias para almacenar, procesar
y transportar los productos. Las condiciones climáticas adversas, muy
frecuentes en las zonas de cultivo de drogas, exacerban la problemática de
la insuficiente infraestructura.
desarrollo alternativo
5
desarrollo alternativo
Muchos críticos consideran que esta relación es
un dilema prácticamente irresoluble. La práctica
ha demostrado que, a lo más, los proyectos de DA
son eficaces si se los entiende como instrumentos
para el fomento del desarrollo a nivel local. Éste es
particularmente el caso cuando se respetan deter­
minados principios y estándares de desarrollo rural
y alternativo. Sin embargo, los proyectos de DA no
suelen reducir la producción general de drogas en
cierto país o región. Como muchas otras medidas
de control de drogas, frecuentemente tienen como
resultado un efecto de reubicación, es decir el
traslado geográfico (el denominado "efecto globo")
de la producción de drogas dentro de un país o una
región, sin por ello lograr reducir el volumen global
de producción. Este resultado empírico apenas se
ha reflejado en los marcos lógicos y en el diseño de
proyectos de DA. En cambio, el objetivo de erradi­
car los cultivos de drogas a corto plazo frecuente­
mente ha cobrado prioridad frente a los objetivos
de desarrollo de mediano y largo plazo, teniendo
como consecuencia una reducción considerable de
la sostenibilidad y eficacia de los resultados de tales
proyectos.
La evaluación de los objetivos a menudo subesti­
ma la lógica funcional de la manera de operar de
las economías de drogas. La preferencia que aún
subsiste entre algunos gobiernos a favor de la mera
sustitución del cultivo de drogas refleja dichos
sesgos. Las economías de drogas florecen debido
a que existen condiciones marco que lo permiten,
6
desarrollo alternativo
como la pobreza, debilidades de desarrollo rural, los
sistemas políticos y judiciales frágiles, la ausencia
de instituciones públicas e instancias de control,
redes de tráfico de drogas bien establecidas y la
falta de infraestructura y acceso a mercados legales,
todos los cuales son los principales factores que
empujan a los agricultores a dedicarse al cultivo de
drogas. Por consiguiente, tal y como lo demuestra la
experiencia, sólo aquellos proyectos de DA que fo­
menten el desarrollo rural en las áreas productoras
de drogas de manera más amplia –y no solamente
concentrándose en la sustitución de los cultivos ile­
gales– podrán alcanzar el doble objetivo de reducir
el cultivo local de drogas y mejorar los indicadores
de desarrollo local.
Los diferentes enfoques hacia DA se expresan de
por sí en la terminología. Mientras que varios Esta­
dos miembros de la ONU siguen haciendo mención
del término de desarrollo alternativo, algunos
gobiernos, organizaciones internacionales (como la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el
Delito, ONUDD) y organizaciones no gubernamen­
tales actualmente prefieren referirse a “medios de
subsistencia alternativos” o “medios de subsistencia
sostenibles”. Sin embargo, debido a la preponde­
rancia del término DA, muchos Estados –incluida
Alemania – siguen utilizándolo en los foros inter­
nacionales cuando se refieren a proyectos de desar­
rollo rural en las áreas de producción de drogas.
El cultivo masivo de coca y opio se concentra casi siempre en regiones de
fragilidad institucional, caracterizadas por la corrupción y la violencia. La
ausencia de entidades estatales en estas zonas implica que, muchas veces,
tanto el cultivo como el transporte del opio y de la coca puedan realizarse
sin ningún tipo de obstáculo.
El cultivo de droga frecuentemente causa graves daños ecológicos. Tanto
en América Latina como en Asia Suroriental se desmontan los bosques
naturales para poder cultivar coca o opio, muchas veces a fuego. El
monocultivo y el uso exagerado de fertilizantes y productos químicos
aceleran aún más la degradación de los suelos y de las biosferas.
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desarrollo alternativo
2 | ¿Por qué es tan difícil el desarrollo alternativo?
Medidos en términos de los objetivos antes men­
cionados, los resultados de los proyectos de DA a
menudo han sido insatisfactorios o poco sosteni­
bles. Tanto los objetivos de reducción del cultivo de
drogas como los de desarrollo no fueron alcanzados
como se preveía. ¿Cuáles son las principales razo­
nes de los deficientes resultados alcanzados por los
proyectos de DA?
gias incoherentes hacen difícil medir el éxito de los
programas de DA; los indicadores de desarrollo y de
control de drogas compiten entre sí. Mientras que la
reducción del área cultivada con drogas a menudo
se consideraba como el único indicador de éxito de
los proyectos de DA, se dejaban de lado la dimensión
política y de desarrollo del enfoque de DA, así como
los factores causales de las economías de drogas.
Conflicto de objetivos: En muchos casos, los pro­
yectos de DA han carecido de una estrategia clara
y coherente, frecuentemente debido a un conflicto
entre los objetivos de control de la oferta de drogas
y de desarrollo. Las políticas de control de drogas y
de desarrollo a menudo se contradicen entre sí. Por
ejemplo, si la erradicación de los cultivos de drogas
es una condición para otorgar apoyo al desarrollo,
los ingresos de los pequeños agricultores pobres a
menudo disminuyen y los sistemas de subsistencia
se desintegran. Al mismo tiempo, muchas agencias
ejecutoras han carecido y siguen careciendo de
directrices o pautas consistentes para la implemen­
tación de proyectos en el ámbito del DA. Las estrate­
En muchos casos, esto último puede atribuirse al
hecho de que las agencias responsables de los pro­
yectos de DA no son las mismas que manejan pro­
yectos de desarrollo. En muchos casos, las agencias
ejecutoras son de índole policial o militar, ya que
ellas están encargadas de combatir el cultivo y tráfi­
co de drogas. Naturalmente, dichas entidades suelen
carecer de amplios conocimientos sobre proyectos
de desarrollo y la gestión de los mismos.
8
Pensamiento simplista: Aunque las experiencias ini­
ciales de DA han puesto en evidencia los límites de la
ortodoxa sustitución de cultivos de drogas, debido a
razones ideológicas y pragmáticas, muchos proyectos
desarrollo alternativo
incentivos de los pequeños agricultores para cultivar
drogas, lo que trajo como consecuencia el éxito más
bien modesto de las actividades de los proyectos
para reducir los volúmenes globales de producción.
Incentivos perversos: Muchos proyectos de DA se
han concentrado en beneficiarios específicos. A me­
nudo, los campesinos varones dedicados al cultivo
de drogas reciben trato preferencial, mientras que
las mujeres y los agricultores que no se dedican a
esta actividad no son elegibles para recibir apoyos,
El objetivo principal de los proyectos de desarrollo alternativo
es fortalecer y diversificar los medios de vida de los hogares
de los pequeños agricultores, reduciendo de esta manera la
dependencia de ellos de la economía de las drogas. Es de suma
importancia que al diseñar estas medidas se tomen en cuenta
los diferentes papeles que asumen los hombres y las mujeres.
Ellas suelen jugar un rol decisivo en la horticultura, por ejemplo
a través del cultivo de fruta y verdura, encargándose de la
seguridad alimentaria de su familia.
de DA siguen soslayando los factores causales para la
emergencia de economías de drogas, concentrándose
más que nada en la sustitución de cultivos. Esto im­
plica concentrarse en los síntomas en vez de las cau­
sas. A menudo no se toman en cuenta los principales
factores que impulsan a las economías de drogas,
como la debilidad del Estado y las deficiencias de los
sistemas judiciales, la ausencia de control público, la
falta de infraestructura y de acceso al mercado, etc.
Aprendizaje desaprovechado: Las experiencias
positivas resultantes de los proyectos de DA (buenas
prácticas) rara vez han sido transferidas a otros pro­
yectos, y los proyectos con éxito muy pocas veces
fueron examinados en detalle.
Falta de especificidad y apropiación: En el pasado,
los proyectos de DA frecuentemente fueron con­
cebidos e implementados como paquetes estanda­
rizados, sin reconocer o analizar las muy diversas
condiciones de las diferentes áreas productoras de
drogas, las necesidades locales específicas y las carac­
terísticas regionales que inducen a grupos socioeco­
nómicos determinados a involucrarse en el cultivo
de drogas. Los esfuerzos previos en muchos casos
no lograron analizar ni comprender las razones y los
lo que implica un incentivo perverso para participar
en la economía de drogas. Un incentivo similar se
plantea cuando los agricultores cocaleros o de ama­
pola reciben un subsidio por abstenerse de cultivar
drogas, pero los demás agricultores en el área del
proyecto, igualmente pobres, no son elegibles para
beneficiarse de este tipo de remuneración. En otros
casos, los beneficiarios no eran efectivamente po­
bres, con lo cual tampoco podía lograrse el objetivo
implícito de reducir la pobreza como factor clave
para el surgimiento de economías ilícitas.
Falta de coherencia: En muchos casos, los proyec­
tos no toman suficientemente en consideración
temas transversales relacionados con el DA. Los
elementos de género, pobreza, violencia y medio
ambiente muy a menudo no han sido considerados
en el diseño de proyectos. Frecuentemente, ello ha
tenido como implicación un impacto negativo de
las actividades del proyecto sobre temas relaciona­
dos, por ejemplo, la creación de daños ambientales
debido al monocultivo de plantas alternativas.
Dicho descuido ha obstaculizado significativamente
una mayor coherencia de los proyectos con otros
objetivos de desarrollo, tales como la sostenibilidad
ambiental o la igualdad de género.
9
desarrollo alternativo
3 | R
eformulando el enfoque de desarollo alternativo:
principios y estándares, y la dificultad
de implementarlos
En el pasado reciente, los proyectos de DA han
producido resultados más bien mixtos. Muchos
proyectos se han orientado hacia el logro de resul­
tados de control de la oferta de drogas a corto plazo.
Sin embargo, la experiencia demuestra que DA sólo
ha sido exitoso tanto para fomentar el desarrollo
sostenible local y regional como para la reducción
del cultivo de drogas si las actividades del proyecto
no se concentraban exclusivamente en el cultivo
de drogas en sí mismo, sino en los factores causales
políticos, sociales y económicos de la proliferación
de las economías de drogas (Mansfield 2006; IDPC
2010: 101). A partir de numerosas evaluaciones de
proyectos en varias áreas de producción de drogas a
nivel mundial, la GIZ ha desarrollado un conjunto
de estándares y principios para fomentar el desa­
rrollo rural en zonas de cultivo de opio o coca que
permite incrementar su eficacia y sostenibilidad.
10
A. Principios de desarrollo alternativo y rural en
áreas productoras de drogas
• E
strategias a largo plazo, en lugar de esfuerzos
a corto plazo: DA tiene como objetivo reducir la
dependencia de los agricultores respecto de las
economías de drogas a largo plazo, y no reducir
la oferta de drogas ilícitas a corto plazo. Los datos
reunidos durante décadas y la larga experien­
cia de los esfuerzos de desarrollo apoyados por
Alemania y los países europeos en las áreas de
cultivo de drogas demuestran que los proyec­
tos de DA sólo pueden tener éxito si se basan
en premisas realistas y si sus objetivos no están
sometidos únicamente a umbrales de reducción
de la oferta de drogas.
• I mpactar sobre las condiciones, no sobre los
cultivos: Se debe entender DA como un medio
desarrollo alternativo
para mejorar el desarrollo rural en zonas de cul­
tivo de drogas. Los productos ilícitos se cultivan
debido a que el entorno institucional, econó­
mico y social lo permite, y no sólo debido a que
el cultivo de coca o de amapola de opio resulte
rentable. Por lo tanto, DA se debe implementar
en el marco de reformas del entorno institucio­
nal, legal, comercial y agrícola en el que florecen
las economías ilícitas. Solamente modificando
las condiciones que favorecen las economías de
drogas, se podrá reducir la dependencia de los
agricultores de ellas, contribuyendo al abandono
a largo plazo de los cultivos ilícitos a favor de los
cultivos legales. Por consiguiente, DA debe basar­
se en un enfoque integral de desarrollo rural.
• E
vitar la represión: DA no debería combinarse
con la erradicación forzosa. Combinar el DA
con la erradicación no ha producido resultados
sostenibles en la disminución del volumen de
cultivo de coca o amapola, ya que los esfuerzos
de erradicación fueron neutralizados debido a
la reubicación de los cultivos y la migración de
los agricultores y jornaleros rurales. Simultánea­
mente, la erradicación forzosa tiende a enfocarse
unilateralmente en el eslabón más bajo de la
economía ilegal –los agricultores y sus mecanis­
mos de subsistencia. Como consecuencia, puede
desencadenar escasez de alimentos y daños en
el medio ambiente, socavar la confianza de las
comunidades locales y agravar los conflictos
sociales. Sin embargo, cuando se planifica erradi­
car los cultivos de droga, es necesario establecer
anticipadamente las alternativas necesarias para
no despojar a los agricultores de sus medios de
subsistencia (proper sequencing).
• N
o-condicionalidad y adhesión voluntaria: El
DA no debería condicionarse a la erradicación
previa de los cultivos de droga. La implementa­
ción de programas de desarrollo en un área de
producción de drogas no debe depender de si se
produce, y en qué medida, una efectiva erradica­
ción previa en las áreas de cultivo de drogas. Este
tipo de condicionamiento puede percibirse como
una forma disfrazada de erradicación forzosa con
las mismas consecuencias externas negativas que
se mencionaron anteriormente. La reducción
del cultivo de drogas debe ser una consecuencia
y no un requisito de los procesos de desarrollo.
Por consiguiente, se deben erradicar los cultivos
de droga de manera voluntaria y de acuerdo
con los afectados. Es necesario evitar los pagos y
subsidios para lograr la transición, que generan
una dependencia de los agricultores frente a las
autoridades y crean incentivos perversos para la
producción de drogas.
• N
o hacer daño: Se deben diseñar, implementar y
monitorear los proyectos de DA en forma sensi­
En el este de Afganistán, en la provincia de Nangarhar, el cultivo
de opio se ha reducido de manera considerable en los últimos
años. En esta región, el trigo y diferentes tipos de verduras han
demostrado ser los productos alternativos más prometedores.
La producción de trigo ha creado una base de subsistencia legal
para muchos campesinos, aumentando a la vez la seguridad
alimentaria de las familias agricultoras. El ganado es un apoyo
importante para que los campesinos puedan trabajar sus terrenos. Aún así, en el sur de Afganistán ha crecido el cultivo de
opio al paso de las reducciones en el norte y este del país.
11
desarrollo
desarrollo alternativo
alternativo
ble a los conflictos locales, ya que la mayor parte
del cultivo de drogas ilícitas se lleva a cabo en en­
tornos de conflicto y pos-conflicto. En la mayoría
de las áreas de cultivo de drogas, las principales
partes interesadas de las economías basadas en
drogas ilícitas son grupos armados al margen del
Estado y/o redes criminales. Por consiguiente, DA
y la cooperación para el desarrollo en entornos
de drogas violentos deben diseñarse según los
principios de no-injerencia y no hacer daño (do
no harm), evitando de esta manera poner a los
agricultores en riesgo cuando participen en las
actividades de cooperación para el desarrollo.
B.Estándares para el diseño y la implement­
ación de proyectos de desarrollo alternativo y
rural en zonas de producción
de drogas
• I ncorporación en las estrategias de desarrollo
globales: Los proyectos de DA deben entenderse
como un elemento integral de las estrategias
nacionales de desarrollo (política agrícola, desa­
rrollo empresarial/económico, lucha contra la
pobreza) y no de manera independiente como
políticas de control de drogas. Deben estar
estrechamente relacionados con los planes de de­
sarrollo de los ministerios e instituciones de los
Estados involucrados (integración transversal).
• C
oordinación entre donantes: Las estrategias de
DA deben basarse en una amplia coalición de las
agencias ejecutoras y contar con el compromiso a
largo plazo de los socios nacionales e internacio­
nales. Si más de un donante internacional forma
parte de un proyecto de DA, las actividades deben
estar coordinadas, lo que rara vez se observa en la
práctica. Más aún, un requisito importante para
una implementación exitosa de los proyectos de
DA es un sólido compromiso político frente a la
estrategia por parte de todos los actores involu­
crados.
• S
uficiente financiamiento y compromiso a
largo plazo: Si no se proporcionan los recursos
necesarios, los proyectos de AD a menudo están
destinados al fracaso, especialmente si sólo se
cuenta con financiamiento a corto plazo. Debido
a que generalmente se requieren periodos de
transición de varios años de duración para con­
12
Hoy día, Bolivia es el tercer país productor de coca a nivel
mundial. Si bien el cultivo de coca para fines tradicionales es parcialmente legal en este país, el gobierno busca
reducir la producción excedentaria a través del fomento del
desarrollo alternativo (llamado integral en Bolivia). Debido
a la muy a menudo deficiente seguridad alimentaria en las
zonas de cultivo de coca, el gobierno busca, junto con sus
socios internacionales, incentivar el cultivo de alimentos
como la papa. Con estas medidas se intenta tanto limitar
el cultivo de coca como mejorar la disponibilidad de
alimentos.
desarrollo alternativo
vertir cultivos ilícitos en cultivos lícitos, también
se necesita normalmente un financiamiento de
mayor duración que lo usual para apoyar el de­
sarrollo rural en las zonas productoras de drogas.
Los proyectos de DA exitosos, particularmente
en el sector agrícola, con frecuencia han durado
hasta diez años. En consecuencia, los donantes
bilaterales y multilaterales deben prever una pla­
nificación financiera a largo plazo y flexible. Por
último, los proyectos deben diseñarse de manera
que permitan su continuación independiente­
mente de los cambios de gobierno.
• E
studios de base y evaluación regular: Los
proyectos de DA deben ser evaluados periódica­
mente. Para evaluar y monitorear los resultados,
se debe llevar a cabo un estudio de base antes de
que empiece el proyecto. Sin embargo, debido a
la naturaleza multicausal del conjunto de facto­
res que conduce a la proliferación de las econo­
mías de drogas, se deberían tomar en cuenta no
solamente factores económicos en los estudios
de base. Más bien se deberían aplicar metodolo­
gías más amplias, como la del enfoque de medios
de subsistencia (GIZ 2011).
• A
propiación: Los proyectos de DA deben abor­
dar en primer lugar las carencias y el potencial de
desarrollo de los hogares particulares, cooperati­
vas y asociaciones de productores involucrados.
Ello es fundamental para abordar con éxito las
causas de raíz de las economías de drogas sin
poner en riesgo los sistemas de subsistencia de
los beneficiaros. Al hacerlo, la estrategia debe
adaptarse al potencial específico de desarrollo del
área del proyecto. Los proyectos de DA no deben
coincidir obligadamente con los parámetros de
un “paquete estandarizado”. Los estudios de base
y el enfoque de creación de medios de subsisten­
cia en el diseño de los proyectos son, por lo tanto,
fundamentales para adaptar las actividades del
proyecto a las condiciones locales. Además, los
proyectos deberían tener un carácter participati­
vo. Deberían incorporarse las propuestas, expe­
riencias y necesidades de los agricultores y de las
organizaciones de la sociedad civil. En particular,
se debería tomar en consideración la situación
de las mujeres y de los niños, entre otros. Debido
a la común división de trabajo en el cultivo de
En Sudamérica, dependiendo de la altitud de los terrenos,
el café como el cacao han demostrado ser alternativas
viables y atractivas para el cultivo de coca. Muchos
proyectos de desarrollo alternativo buscan la certificación
del cacao o del café de acuerdo con estándares internacionales. Como productos certificados, los bienes de
exportación como el café y el cacao suelen tener un mejor
precio en los mercados internacionales, aumentando de
esta manera el valor agregado de la producción alternativa.
13
desarrollo
desarrollo alternativo
alternativo
drogas, los proyectos de DA deberían prever me­
didas específicamente diseñadas para hombres,
mujeres y, en algunos casos, incluso para niños.
• A
cceso a los mercados, desarrollo de mercados
locales y fuentes no agrícolas de ingresos: Los
productores que reciben apoyo a través de pro­
yectos de DA deben tener la capacidad de acceder
eficientemente a los mercados legales con sus
productos alternativos, preferiblemente me­
diante cadenas de comercialización directa que
eviten intermediarios costosos. En muchos casos,
los mercados locales y regionales en desarrollo
pueden ser más prometedores que los mercados
externos. Por tanto, de ser posible, los proyectos
no deben enfocarse exclusivamente en productos
de exportación como alternativa a los cultivos
de drogas. Aparte de los compradores locales y
regionales, la cooperación con cadenas de tiendas
locales (en caso de existir) en muchos casos ha
constituido un modelo exitoso de promoción de
las cadenas productivas locales. Los proyectos
productivos, es decir, los proyectos que promue­
ven alternativas al cultivo de drogas, deberían
abarcar tanto el área agrícola como no agrícola,
teniendo también en consideración los aspectos
de seguridad alimentaria, ya que esta última a
menudo es deficiente en las áreas de produc­
ción de drogas. La disponibilidad de sistemas de
créditos locales y regionales también puede to­
marse en cuenta como apoyo de los modelos de
negocios alternativos, al igual que los mercados
locales y regionales.
• G
obernabilidad local: Se debería apoyar y forta­
lecer a las instituciones, organizaciones y coope­
rativas de productores locales para que puedan
acompañar el proceso de conversión de cultivos
con eficacia y asumir un papel de liderazgo como
parte de las estrategias de DA. La debilidad del
14
Estado es un factor impulsor importante para
el surgimiento de economías de drogas; por
consiguiente, si los gobiernos centrales carecen
de capacidad para desempeñarse eficientemente
a nivel local, las instancias gubernamentales sub­
nacionales se convierten en un elemento crucial.
Es factible extender las facultades de dichas ins­
tituciones locales, entre otras formas, mediante
programas de desarrollo de capacidades.
• A
cceso a la tierra: Un factor impulsor frecuen­
te del cultivo de drogas es la falta de suficiente
tierra para los cultivos alternativos. Puesto que el
rendimiento financiero de los cultivos de drogas
por unidad de superficie es generalmente supe­
rior, existe una mayor probabilidad de que se de­
diquen áreas pequeñas al cultivo de drogas. Por lo
tanto, deben tenerse en cuenta debidamente las
cuestiones de la tenencia de la tierra al diseñar
las actividades de DA. Ello incluye determinar la
titulación legal de la tenencia de la tierra, su justa
distribución y la seguridad de la tenencia a largo
plazo.
• D
esarrollo de capacidades y formación: El
desarrollo de capacidades es fundamental para
asegurar la sostenibilidad de los esfuerzos del
proyecto y para permitir la transferencia de co­
nocimientos.
• R
endición de cuentas en temas ambientales: En
las zonas ecológicamente frágiles, tiene senti­
do incorporar actividades de protección de los
bosques y de los suelos como parte del diseño del
programa. El monocultivo de coca, por ejemplo,
no debe sustituirse por monocultivos a gran
escala que podrían provocar un daño ambiental
similar al cultivo de drogas, como la erosión del
suelo, la desertificación y daños a las biosferas.
desarrollo alternativo
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desarrollo alternativo
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Portada, © GIZ/ Daniel Brombacher, p. 3, © GIZ/ Thomas Hartmanshenn;
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p. 10,11, © GIZ/ Thomas Hartmanshenn; p. 12,13, © GIZ/ Rudolf Weber
Versión
Primera edición: Diciembre 2011, segunda edición: Febrero 2013
La GIZ es responsable del contenido de esta publicación.
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