Las consecuencias de la inadvertencia tardía de la falta de presentación de todos los agrupados o cómo resolver el entuerto. Por Héctor Osvaldo Chomer. En esta breve presentación intentaré evidenciar algunas falencias del sistema legal del concursamiento de grupos, instituido en la legislación concursal vigente (LC 65/67), en cuanto se omite asignar consecuencias para la desatención del requisito de presentación conjunta de todos los agrupados que pudiera advertirse luego de la apertura y ya avanzado el proceso. Basta señalar, para advertir la relevancia del tema, que la ley 24.522 no solo desatiende tal eventualidad, sino que omite condigno castigo para dicha deslealtad de los agrupados que se amparen parcialmente en el concursamiento. Ello no es nimio, pues, a pesar de que se advirtieran incumplidos los recaudos legales para la procedibilidad del concurso grupal, se beneficiará a los presentados con la reducción de mayorías que concede el artículo 67, lo cual depara una injusticia en relación a otros sujetos que individualmente se concursaran, en la medida de que a ellos se les aplicará irreversiblemente el artículo 45, sin reducción alguna. Ya han sido antes puntualmente identificadas las diferentes alternativas que eventualmente podrían presentarse en la formal petición del concursamiento grupal : a) Que sólo algunos de los integrantes del grupo, se presentasen ante el juez, ignorándose ab initio la existencia de otros agrupados no presentados; b) Que se presentaran sólo algunos de los agrupados y el magistrado advierta inicialmente ese defecto; y c) Que se presentaran la totalidad de los agrupados. Sólo nos interesa ahora el supuesto a), pues los restantes no presentan dudas dado que existe solución legalmente prevista para ambos casos. Y, en el caso bajo análisis, es absolutamente claro que no procede extender ese proceso al no presentado originariamente en tanto no lo requiera voluntariamente ; y tampoco resulta mejor solución cesar el procedimiento iniciado por los ya presentados. La solución jurisdiccional menos impactante será, es claro, si lo permitiese el estadio concursal, consultar al agrupado ausente y luego detectado, si desea concursarse con los ya presentados, pues dicho sujeto podría presentarse aun cuando no se encontrara cesante en sus pagos. Pero esto dependerá del grado de avance de los procesos ya en trámite y no siempre será posible “acumular” al detectado tardíamente, pues podría dilatar indebidamente el cumplimiento de los acuerdos . Y, si tal ausente compareciera adhiriendo, procedería continuar con el concurso del grupo sumando al antes ausente. Pero si el estado de avance del concurso del grupo no permitiese adhesión alguna o se negare el ausente a adherir, procedería segmentar el pretérito procedimiento en tantos concursos como agrupados se hubiesen presentado y se encontraran en cesación de pagos, sin las ventajas del concurso en caso de agrupamiento, concluyendo los procedimientos para aquellos no cesantes. El desmembramiento o segmentación pretorianamente dispuesto deberá, es claro, contener el previo consentimiento de los sujetos para que se proceda individualmente y, también es obvio, cada uno de los concursados debería padecer la cesación de pagos preexistente a la apertura del concurso del grupo; pues, en caso de no existir tales, creo que irremediablemente deberán cesar los procedimientos, con las consecuencias que ello depare para tales deudores. La complejidad del problema amerita una solución legislativa urgente, pues no hay mejor remedio que el que se suministra a tiempo. Para ello es menester reconocer el problema y, entre todos, buscar las soluciones que deparen mayor seguridad jurídica; ojalá que esta presentación abra el camino del debate fértil que lleve a conclusiones útiles para que el legislador encuentre alternativas a la actual omisión de la ley 24.522.