Breve guía de la música indie rumana Por Jaime Menchén López Aparte de manele, rock duro o música folk, realmente existe (¡existe!) música indie en Rumanía, una que incluso puede ser interesante para el oyente acostumbrado a buscar el último hype en EE.UU., Reino Unido o en su propio país. Lamentablemente, también la escena indie rumana busca su inspiración en Occidente, con lo que resulta relativamente sencillo trazar un mapa de influencias citando a famosas bandas anglosajonas o determinadas tendencias localizadas en capitales culturales como Amsterdam o Berlín. En cualquier caso, la cuestión de la originalidad es sólo uno más de los parámetros con los que se puede medir la calidad de la música, y no necesariamente el más importante. Hay un montón de músicos en los Balcanes que se esfuerzan por recuperar la tradición y fundirla con las últimas corrientes, así como, al comienzo de lo que podemos entender como música indie en Rumanía, había bandas como Phoenix (no confundir con la conocida formación francesa del mismo nombre) que mezclaban rock y folk; sin embargo, hasta donde he podido conocer, ésta no es aquí la tendencia más habitual ni la más fructifera. Este artículo es un recuento superficial de bandas y corrientes que comencé a conocer hace tan sólo unos meses, cuando viajé a Rumanía, por lo que casi con total seguridad habrá graves ausencias. Hecha la advertencia, comencemos por lo básico. El clásico: Phoenix De acuerdo, Phoenix no es propiamente música indie, pero considero que, de la misma forma que bandas o artistas de los 60 (The Doors, Jimmy Hendrix) están ahora en la lista de reproducción de muchos aficionados al indie, Phoenix podría ser la introducción a la música alternativa. La banda nació en los 60 bajo el régimen comunista, como una formación especializada en versiones de canciones de The Beatles o The Rolling Stones. Su gusto por el rock occidental no era muy apreciado por las autoridades, que les sugirieron acercarse más a la música tradicional. De esta manera nació una interesantísima mezcla de sonido de la Costa Oeste (Grateful Dead, Jefferson Airplane), rock duro y progresivo (Led Zeppelin, Pink Floyd) y música tradicional rumana. La banda se rehizó posteriormente en Alemania bajo el nombre de Phoenix Transylvania, y algunos de sus miembros se mantienen en la actualidad como viejas glorias. Phoenix es una excelente introducción al rock rumano y una gran sorpresa para alguien que no sabía nada del mismo hasta el momento. Conviene escuchar sus primeros álbumes de los 70: "Cei ce ne-au dat nume" (1972), "Mugur de Fluier" (1974) y "Cantofabule" (1975). Los primeros: Timpuri Noi No realmente los primeros, pero sí pioneros en conseguir la atención del público recogiendo primero la influencia de la New Wave (ya se sabe: Joy Divison, New Order) y más tarde de la fusión "rock-funky-todo lo que puedas tocar" popularizada por Red Hot Chili Peppers. Nacida en los 80, la banda no publicaría un álbum hasta la década siguiente. Demasiado mezcla para mi gusto, de una manera que les resta personalidad, tienen no obstante algunas canciones brillantes y parece que todavía son un referente importante para mucha gente. Timpuri Noi se disolvió en 2001, aunque sus componentes formaron nuevas bandas (de las cuales la más importante es Partizan), reuniéndose de nuevo en 2004. El indie que se volvió comercial: Luna Amara y Omul cu Soboni Procedente de Cluj Napoca, Luna Amara fue mi principal puerta de entrada al indie rumano. Es la primera banda que surje al buscar información sobre esta cuestión, y una que conoce cualquier rumano con un mínimo interés en la música indie. Preguntando a algunas personas de Cluj sobre su música, me comentaron que podía ser interesante al principio pero que ahora se había vuelto comercial. No sabría dar una opinión concluyente sobre este aspecto, pero el hecho objetivo es que su último álbum está cantado casi de forma íntegra en inglés mientras que los anteriores estaban en rumano (exceptuando un par de canciones). Merece la pena conceder una escucha a sus dos primeros lps, "Asfalt" (2004) y "Loc Lipsa" (2006), una curiosa mezcla de rock duro y pop. Por su parte, Omul cu Soboni es una formación nacida en Constanța en 1997. Se pueden atopar sus discos en cualquier tienda, siendo una banda emblemática del sonido alternativo en Rumanía. No encuentro su música demasiado estimulante, pero es obligado incluirlos en esta selección. Están en la onda post-grunge de Smashing Pumpkins. Lo que se cuece ahora (underground y casi underground): Aria Urbana, Brigada Artistica Urbana, Blazzaj, Blanoz Distruzos No comparten demasiadas cosas, a no ser el deseo de mezclar géneros y estilos. Aria Urbana (Brașov) puede ser incluida en la etiqueta del trip hop; en su música puedes encontrar drum&bass, hip hop, trompetas, guitarras, algo de funky, etc. Es de mis favoritas, aunque no demasiado conocida. Brigada Artistica Urbana (Timișoara) está en la linea de la anterior aunque con un enfoque más experimental y áspero, mientras que Blazzaj (Timișoara) es free jazz con estructuras pop y Blanoz Distruzos (Bucarest) se orienta más al hip hop. El indie canónico: The Amsterdams, Les Elephants Bizarres, Kumm, Mood, Go To Berlin, Persona Cantan en inglés, facturan un rock bailable con una formación clásica, se miran claramente en artistas de Reino Unido y EE.UU., que van desde Bloc Party, Franz Ferdinand o Artic Monkeys a Clap Your Hands Say Yeah!, Interpol o Vampire Weekend. Acerca de The Amsterdams, la banda logra buenas melodias y exhibe algunas ideas brillantes, pero de forma desigual. Es evidente que aspira a estar en la misma liga que sus ídolos (algo que se aprecia ya en el bonito y cuidado diseño del álbum) pero de momento se queda a medio camino. Esto no impide prestar la atención que merecen canciones como "Chased By the Housewives". Les Elephants Bizarres es una buena formación con temas que podrían encajar en cualquier fiesta (un buen ejemplo es el corte "Not Fear", que se puede escuchar en su myspace); les resta fuerza la sensación, compartida con la mayoría de estas bandas, de que has escuchado antes estas canciones. Kumm reúne músicos con verdadero talento y composiciones que serían un éxito instantáneo si vinieran de un país anglófono o de Suecia. Uno de sus principales problemas es cantar en un inglés un tanto forzado, sonando mejor en cortes en rumano como "Morsa" o "1000 de chipuri". Mood y Go To Berlin son como los hermanos pequeños de The Amsterdams, una banda que de hecho es como la hermana pequeña de aquellas nacidas en las Islas o al otro lado del Atlántico. Buenas para la escena local, todavía en desarrollo. En cuanto a Persona, que aún no ha publicado un álbum, es una de las buenas sorpresas. Se pueden escuchar sus canciones en myspace: bien ejecutadas, agudas, imaginativas, aguardo con expectación su primer álbum, curioso además por verles en directo. Ya han participado en el B-Fest. ¿Esto es todo? Urma, Kravna, Alexandrina, Byron, Silent Strike, Alexandru Andrieș, Ada Milea Hay bandas y artistas que pueden ser incluídos en la escena indie pero que por un motivo u otro no encajaban en la clasificación superior. Es el caso de formaciones de pop rock como Urma o Kravna, autores de un correcto aunque convencional indie, no tan diferente al de algunas de las bandas que acabo de describir. Alexandrina es una cantante de la República de Moldavia que ha conseguido un notable éxito en Rumanía; ejecuta una música elegante entre lo comercial y el indie (entra en la brumosa categoría del nu jazz), una especie de Regina Spektor ligeramente descafeinada y con menor capacidad vocal. Me gustan algunas de sus canciones pero encuentro su trabajo demasiado premeditado para gustar a todo el mundo, algo similar a lo que me ocurre con Byron, una banda llamada así por su cantante, Dan Byron, proveniente de Bucarest. Su pop rock bien hecho y cantado en inglés se aproxima al AOR. Silent Strike es un artista de música electrónica cuyo apreciable trabajo se basa en cadencias lentas y envolventes. En cuanto a Alexandru Andrieș y Ada Milea, son una pequeña muestra de la tradición rumana de cantautor. El primero, a juzgar por la presencia de sus discos en cualquier tienda especializada, es considerablemente popular, habiendo colaborado con diversos artistas e incluso probado en la composición de bandas sonoras. Ada Milea, también actriz, es una cantante que gusta de desarrollar álbumes conceptuales a la manera de fábulas. La lista podria continuar interminablemente, pero dejémoslo aquí por ahora. Buena escucha.