Estudio morfoanatómico y micrográfico de Pluchea microcephala

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Estudio morfoanatómico y micrográfico de Pluchea microcephala R. K. Godfrey
(Asteraceae) empleada en medicina tradicional argentina
Morphoanatomical and micrographic study of Pluchea microcephala R. K. Godfrey (Asteraceae)
employed in Argentine folk medicine
Bucciarelli A, PV Hansen, VN Cambi
Resumen. Pluchea microcephala (“cuatrocantos”, “lucera”) es una
especie perenne, nativa del N de Argentina, Bolivia y NO de Perú,
comúnmente utilizada para combatir desórdenes digestivos y hepáticos en humanos. Crece en suelos salinos y húmedos, bordeando
cursos de agua. Se estudiaron las características morfoanatómicas de
hojas, tallos y capítulos, a fin de determinar los principales caracteres diagnósticos para la identificación de esta especie. Se realizaron
observaciones de ejemplares de herbario, material disociado y secciones transversales seriadas de material restaurado. Las hojas son
decurrentes, anfistomáticas, con tricomas eglandulares septado-flagelados y tricomas glandulares con cuerpo entero biseriado. El mesofilo es isobilateral con glóbulos lipídicos. Los tallos son alados, la
epidermis presenta estomas y tricomas similares a los encontrados
en hoja; la corteza está constituida por aerénquima y la eustela posee
haces vasculares colaterales y médula parenquimatosa o hueca. Los
capítulos son disciformes y heterógamos, agrupados en densas cimas
corimbiformes con involucros acampanados constituidos por pocas
hileras de brácteas. Las flores violáceas externas son muy numerosas y
presentan una corola filiforme 3-lobulada. Las flores centrales, en escaso número, poseen una corola tubular 5 lobulada. La cipsela posee
costillas longitudinales y papus formado por una hilera de pelos.
Este trabajo constituye la primera descripción anatómica de la especie. Los caracteres descriptos resultan una importante herramienta
de control de calidad para la identificación de la especie.
Palabras clave: Pluchea microcephala, Asteraceae, morfoanatomía,
caracteres micrográficos, medicina tradicional argentina.
Abstract. Pluchea microcephala (“cuatrocantos”, “lucera”) is a perennial native species from northern Argentina, Bolivia and NW of
Perú, commonly used to treat digestive and hepatic disorders in humans. It grows in humid and saline soils, and bordering watercourses.
Morphoanatomical characteristics of leaves, stems and capitula have
been studied in order to determine the main diagnostic characters for
the identification of this species. Light microscope observations were
carried out on herbarium specimens, dissociated material, and serial
transverse sections of restored herbarium material. Leaves are decurrent, anfistomatic, with eglandulate septate-flagellate trichomes and
glandular trichomes with a entire biseriate stem. The mesophyll is
isobilateral with lipidic globules. Stems are winged, epidermal tissue
has stomata and trichomes similar to those present in leaves; the cortex is composed of aerenchyma and the eustele has collateral vascular
bundles and parenchymatous or hollow pith. Capitula are disciform,
heterogamous, grouped in dense apical corymbs, with flared involucres formed by few rows of phyllaries. Outer purplish flowers are
numerous and present a filiform 3-lobulate corolla. Central flowers,
which occur in low numbers, have a tubular 5-lobulate corolla. The
cypsela has longitudinal ribs and pappus is formed by a row of hairs.
This investigation reports the first anatomical description of the
species. The characters described result in an important quality control tool to identify this species.
Key words: Pluchea microcephala, Asteraceae, morphoanatomy,
micrographic characters, argentine folk medicine.
Laboratorio de Plantas Vasculares, Departamento de Biología, Bioquímica y Farmacia, Universidad Nacional del Sur, San Juan 670, (8000) Bahía Blanca, Argentina.
Address Correspondence to: Viviana N. Cambi, e-mail: vcambi@criba.edu.ar
Recibido/Received 18.VIII.2009. Aceptado/Accepted 21.VIII.2009.
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INTRODUCCIÓN
Pluchea microcephala (“cuatrocantos”) es una hierba perenne
nativa del N de Argentina, perteneciente a la familia Asteraceae (Zuloaga y Morrone, 1999; Zuloaga et al., 2008). Crece
en suelos húmedos y salinos, bordeando cursos de agua. Si
bien es una especie no incluida en la Farmacopea Nacional
Argentina, se han reportado numerosos datos sobre el uso en
nuestro país de sus hojas, flores y tallos tiernos con fines medicinales (Scarpa, 2000). Al igual que P. sagittalis, especie más
ampliamente distribuida (Zuloaga et al., 2008) y utilizada en
nuestro país (Cambi et al., 2006), P. microcephala es comúnmente usada para trastornos digestivos y hepáticos en forma
de té o infusión. La decocción o infusión (con mate) de sus
partes aéreas se bebe además como antidisentérico y, junto a
partes aéreas de Chenopodium ambrosioides L. (Chenopodiaceae) y Zizyphus mistol Griseb. (Rhamnaceae), es preparada en
forma de decocción contra el “empacho” y el “frío al estómago”
(Scarpa, 2002).
Numerosos trabajos sobre etnofarmacología muestran que
el tratamiento de afecciones del sistema digestivo es el uso
más difundido de las plantas medicinales (Heinrich et al.,
1992a; Berlin y Berlin, 1996; Borthakur et al., 1996; Bustos et al., 1996; Ballero et al.,1998; Madhava Chetty et al.,
1998; Consolini et al., 2007; Schwambach y Amador, 2007).
Particularmente en nuestro país, se verificó que el 25% de las
aplicaciones medicinales totales registradas por los criollos de
la provincia de Formosa son prescriptas para el tratamiento
de trastornos del aparato digestivo (Scarpa, 2002). Algo similar ocurre en la provincia de Buenos Aires donde un estudio reciente llevado a cabo en 27 municipios mostró que
el consumo de plantas con usos folklóricos sobre el sistema
gastrointestinal es el preponderante (27,8%--Consolini et al.,
2007); y otro, realizado en la región de Bahía Blanca (Buenos
Aires), arrojó un porcentaje de uso mucho mayor (por sobre
el 50%--Cambi et al, 1999; Hermann et al., 2001). Por otra
parte, el tratamiento de estos desórdenes tiene cada vez mayor importancia en los países en vías de desarrollo, como la
Argentina, donde las diarreas y la disentería constituyen dos
de sus mayores problemas sanitarios (Heinrich et al., 1992b)
y las principales causas de sus elevados índices de mortalidad
infantil. Pluchea microcephala y P. sagittalis son utilizadas en
medicina popular en forma de infusión. Dada la solubilidad en
agua caliente de los ácidos cafeoilquínicos que contienen, su
uso como digestiva, colagoga y colerética estaría ampliamente
justificado por la presencia de los mismos en sus infusiones
(Martino et al., 1984). Aunque P. microcephala se utilice como
sustituto de P. sagittalis, no existe hasta el momento información que relacione el uso popular de P. microcephala con
estudios químicos y/o clínicos.
El uso cada vez más frecuente de especies vegetales con fines medicinales justifica el desarrollo de estudios como el que
se presenta, tendientes a aportar datos para realizar el control
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de calidad de las especies medicinales, en este caso específico
bajo el nombre de “lucera”. Para ello se analizaron las características micrográficas de hojas, tallos y flores con el objetivo de
determinar caracteres diagnósticos que permitan la identificación de esta especie.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se revisaron y analizaron todos los ejemplares disponibles
pertenecientes a colecciones de distintos herbarios del país
(CORD: 18826; BAB: 6724, Piccinini y Petetin 2817, Fortunato 399; SI: 20373; MCNS: Novara 10555, Hilgert 2530;
CTES: 24191, 21668, Di Giacomo 1).
El estudio de las características morfológicas y las mediciones lineales citadas en el texto fueron realizados en material
herborizado bajo microscopio estereoscópico. Los caracteres
micrográficos de tallos, hojas e inflorescencias se estudiaron
bajo microscopio compuesto a partir de preparados obtenidos
mediante cortes a mano alzada, cortes seriados de 10 μm de
espesor de material restaurado y disociación débil. Los cortes con micrótomo se realizaron en tallos y hojas previamente
deshidratados en una serie creciente de alcohol etílico-butílico
terciario e incluidos en Paramat. Luego se tiñeron con safranina-fast green para la confección de preparados permanentes
( Johansen, 1940). Se utilizó la técnica de restauración de Venning (1953) sumergiendo el material en hidróxido de amonio
diluido. La disociación débil de hojas se realizó hirviendo el
material en una solución acuosa de hidróxido de sodio al 5%
durante 5 min, luego se lavó el material con agua destilada y
se conservó en alcohol etílico de 70°. Los preparados obtenidos mediante cortes a mano alzada y disociación débil fueron
coloreados con Sudán IV para detectar la presencia de lípidos
(Gattuso y Gattuso, 1999).
Las observaciones microscópicas y del hábito de la planta
fueron registradas mediante fotografías obtenidas con cámara
digital Olympus C-7070 acoplada a un microscopio Olympus
BX 51 (Adapters Olympus U-TV 1X-2, Olympus U-CMAD
3, Olympus C5060-ADU).
RESULTADOS
Hoja
Morfología: Las hojas son simples, sésiles, alternas, decurrentes y miden 1,6 a 12 cm de largo y 1,5 a 4 cm de ancho
(Fig. 1 A). Son pubescentes en ambas caras, acuminadas en su
ápice, con bordes aserrados y base atenuada.
Anatomía: Las hojas presentan epidermis monoestratificada,
con células redondeadas a rectangulares en sección transversal
(Fig. 1 B) y poligonales en vista frontal. Se observa una cutícula
fina notoriamente estriada. La hoja, anfistomática, presenta estomas apiculados, anomocíticos, con células oclusivas de forma
arriñonada. Se observan pelos eglandulares y glandulares tanto
en la cara adaxial como abaxial (Fig. 1 B-C). Los pelos eglan-
Morfoanatomía de Pluchea microcephala R.K. Godfrey
dulares son uniseriados, generalmente 5 a 12 celular, enteros,
generalmente apoyados sobre un grupo de células en cojinete
(Fig. 1 E). Las células basales son anchas, cortas y de paredes
algo engrosadas. Las células distales son angostas, alargadas y
de paredes más delgadas. Los pelos glandulares se alojan en
depresiones de la epidermis, son biseriados, oblongos, con pie
simple y cuerpo entero. El cuerpo está formado por 5 a 7 filas
de células de paredes externas convexas y lisas, siendo las dos
células terminales más altas (Fig. 1 D). El producto de secreción
se acumula debajo de la cutícula separándola de las paredes del
par de células terminales como así también del par contiguo, lo
que le confiere un aspecto globoso (cutícula vesicular).
El mesofilo es heterogéneo con disposición isobilateral
(Fig. 1. B-C). El parénquima en empalizada está formado por
una a dos capas de células rectangulares, con abundantes cloroplastos, en cada una de las caras de la hoja. En conjunto ocupa aproximadamente la mitad del espesor de la lámina foliar.
El parénquima esponjoso ocupa la mitad restante del espesor
de la lámina foliar y está constituido por cuatro a seis capas de
células de forma irregular (Fig. 1 C). Las células del mesofilo
presentan glóbulos lipídicos que se tiñen intensamente con el
agregado de Sudán IV. Todos los haces vasculares de la hoja
son colaterales. Los haces vasculares de menor tamaño se localizan en el parénquima esponjoso, mientras que el nervio
central está asociado con una única costilla media, prominente
hacia la cara abaxial de la hoja. Dicha costilla está constituida
por colénquima angular-lagunar subepidérmico (Fig. 1 B).
Las expansiones a modo de alas que se observan en el tallo
corresponden a la porción decurrente de las hojas. La epidermis
presenta estomas apiculados sobreelevados y pelos glandulares
y eglandulares similares a los descriptos previamente. Las alas
presentan un mesofilo básicamente homogéneo, constituido
por células clorenquimáticas de tipo esponjoso que se disponen
laxamente en la porción central y de manera más compacta en
posición subepidérmica (Fig. 1 F). Sin embargo, en la región
marginal de las expansiones el clorénquima subepidérmico, más
denso, toma un aspecto de tipo empalizada, diferenciándose del
parénquima esponjoso de la zona central. En cada ala, se observan dos a cuatro haces vasculares de distinto tamaño.
Tallo
Morfología: El tallo es erecto, ramificado (Fig. 1 A), con
un diámetro entre 1,5 y 8 mm, de contorno más o menos
cuadrangular. Presenta expansiones (alas) levemente dentadas
(Fig. 1 A), prominentes de 1,5 a 4,5 mm de longitud, dispuestas de a pares equidistantes, pudiendo alcanzar una longitud de dos veces el diámetro del tallo (Fig. 1 F). Cada par
de expansiones corresponde a la porción decurrente de una
hoja, motivo por el cual su anatomía se incluye dentro de la
descripción de hoja.
Anatomía: La epidermis es monoestratificada, con células
de forma cuadrangular a redondeada en sección transversal y
una cutícula fina y estriada. Los estomas son apiculados, sobreelevados, con una notoria cavidad subestomática. Se observan
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Fig. 1. A. Aspecto general de P. microcephala mostrando disposición alterna de las hojas y numerosos capítulos agrupados en
corimbos terminales. Se observan las alas subdentadas (puntas
de flecha). Barra: 2 cm. B-C. Secciones transversales de hoja. B.
Región del nervio medio. Barra: 100 μm. C. Región laminar con
disposición isobilateral del mesofilo. La flecha señala un tricoma
eglandular. Barra: 50 μm. D. Detalle de pelo glandular depresión
foliar. Barra: 25 μm. E. Pelo eglandular uniseriado sobre un grupo
de células en cojinete. Barra: 100 μm. F. Sección transversal del
tallo mostrando dos de las cuatro expansiones foliares (alas) correspondientes a la porción decurrente de las hojas. Barra: 250
μm. G. Capítulo con brácteas, flores marginales y flores centrales.
Barra: 1 mm. H. Flor central con tres de los cinco lóbulos de la
corola. Barra: 1 mm. I. Flor marginal en donde se observan los
pelos que constituyen el papus del fruto. Barra: 1 mm. J. Detalle
del fruto con pelos glandulares (puntas de flecha). Barra: 200 μm.
K. Bráctea en la que se destacan los pelos grandulares (puntas
de flecha). Barra: 100 μm. a, aerénquima; br bráctea; cf, casquete
de fibras; cs, conducto secretor; fc, flores centrales; fl, floema; fm,
flores marginales; pg, pelo glandular, xi, xilema.
Fig.1. A. General view of P. microcephala showing alternate leaves and
numerous capitula arranged in terminal corimbs. Photograph shows
subdentate wings (arrowheads). Bar: 2 cm. B-C. Leaf cross section.
B. Section of the major leaf bundle. C. Isobilateral mesophyll in leaf
blade. Arrow indicates a glandular trichome. Bar: 50 μm. D. Detail of
a glandular hair in a leaf depression. Bar: 25 μm. E. Uniseriate eglandular hair arising from a rosette of cells at the base. Bar: 100 μm. F.
Cross section of stem showing two of the four foliar expansions (wings)
from decurrent leaves. Bar: 250 μm. G. Phyllaries, marginal and central
florets of capitulum. Bar: 1 mm. H. Central floret showing three corolla
lobes. Bar: 1 mm. I Pappus of outer floret. Bar: 1 mm. J. Detail of fruit
with glandular hairs (arrowheads). Bar: 200 μm. K. Glandular hairs in
phyllary (arrowheads). Bar: 100 μm. a, aerenchyma; br, phyllary; cf,
fiber bundle; cs, secretory duct; fc, central floret; fl, phloem; fl, marginal
florets; pg, glandular trichome; xi, xylem.
pelos eglandulares y glandulares semejantes a los descriptos
en hoja, estos últimos ubicados generalmente en depresiones
de la epidermis.
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La corteza ocupa aproximadamente un tercio del diámetro del tallo (Fig. 1 F). Está constituida por una capa subepidérmica de colénquima interrumpida en algunos sectores por
clorénquima, 6 a 10 estratos de aerénquima con abundantes
cloroplastos y endodermis. Ésta última es continua alrededor
del tejido vascular y se compone de células grandes y regulares
en forma y tamaño. También se observan pequeños conductos
secretores de origen esquizógeno adyacentes a la endodermis
(Fig. 1 F) y trazas foliares que inervan las porciones decurrentes de las hojas.
El cilindro vascular abarca dos tercios del diámetro del tallo y presenta numerosos haces vasculares colaterales abiertos,
dispuestos en forma de anillo y separados por radios medulares. Cada haz vascular presenta un casquete de fibras asociado al floema y otro de menor tamaño asociado al xilema,
claramente visibles en el tallo maduro (Fig. 1 F). La médula
es maciza y está constituida por células parenquimáticas de
paredes delgadas, siendo de mayor tamaño en el centro que
en la periferia.
Inflorescencia
Morfología: La inflorescencia está constituida por numerosos capítulos dispuestos en cimas corimbiformes densas, sobre pedúnculos pubescentes de 1 a 10 mm de longitud (Fig. 1
A). El receptáculo es plano, glabro, sin páleas y alveolado. El
involucro es acampanado, de 2,5 a 4 mm de diámetro por 3 a
5 mm de altura, y está formado por cuatro a cinco hileras de
brácteas imbricadas (Fig. 1 G). Las brácteas son libres, pilosas,
acuminadas en el ápice, y de márgenes ciliados, éste último
carácter más notorio en las externas. Las brácteas externas son
obovadas o elípticas y las internas lanceoladas. Se observan
pelos glandulares (puntas de flecha) y eglandulares en la porción superior sobre la cara externa, excepto en las brácteas más
internas donde suelen estar ausentes (Fig. 1 K).
De acuerdo al tipo y disposición de las flores, los capítulos son disciformes por presentar dos tipos morfológicos de
flores no radiadas, y heterógamos por poseer flores sexualmente diferentes (Fig. 1 G). Las flores marginales, muy
numerosas, son actinomorfas y funcionalmente pistiladas,
y las centrales, en número menor, son actinomorfas y funcionalmente estaminadas por esterilidad del gineceo (Fig.
1 G-I). Las flores marginales poseen corola gamopétala de
color violáceo y miden entre 2,7 y 3,5 mm de longitud.
La corola es filiforme y se distinguen un tubo y un limbo
con tres pequeños lóbulos. El ovario es ínfero y el estilo es
bifurcado (Fig. 1 I) y exerto en las flores con mayor grado
de desarrollo. El fruto es una cipsela cilíndrica de color
marrón, de hasta 10 mm de longitud, con costillas longitudinales (Fig. 1 J). El papus está formado por una hilera de
15 a 20 pelos simples, libres, barbelados, que se insertan por
encima del ovario y tienen una longitud similar a la de la
corola. Se observan abundantes pelos glandulares adpresos
en la cara externa de los lóbulos de la corola, en el ovario y
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en el fruto. Las flores centrales, en número de dos a cinco,
poseen una corola gamopétala de color rosado, de 4,3 a 4,6
mm de longitud, en la que se distinguen un tubo y un limbo
5-6 lobado. Estas flores presentan seis estambres exertos
con anteras calcaradas, caudadas, fusionadas entre sí por
sus bordes y dispuestas en forma de tubo, con un apéndice
apical estéril (Fig. 1 H). Los filamentos son libres, glabros,
y se insertan en el tubo de la corola. El estilo es exerto,
comúnmente bifurcado en el ápice, con abundantes células
papilosas y pelos colectores. Los granos de polen son tricolporados y equinados. La corola presenta pelos glandulares
adpresos, principalmente en la cara externa de los lóbulos,
y escasos pelos eglandulares.
En todos los casos, los pelos glandulares y eglandulares observados en la inflorescencia son similares a los descriptos en
la hoja.
DISCUSIÓN
El uso de plantas medicinales en el tratamiento de enfermedades es una práctica ancestral que se mantiene en la actualidad con profundas transformaciones (Caballero, 1986). Los
problemas económicos marcan una tendencia en aumento a
buscar soluciones a los problemas de salud a través del uso y
manejo de las plantas (Toscano González, 2006). En la Argentina, aproximadamente el 50% de la población se encuentra bajo el nivel de la línea de pobreza, por ende la provisión de
una medicina herbolaria segura podría ayudar al cuidado de la
salud. Son muchas las drogas vegetales provenientes de plantas
nativas que, a pesar de su reconocido uso tradicional, carecen
de estudios botánicos que permitan controlar su calidad (Petenatti et al., 2003). Esto determina que muchos laboratorios
nacionales no puedan registrar medicamentos a base de drogas vegetales autóctonas, perjudicando el desarrollo de nuevos
medicamentos fitoterapéuticos (Bucciarelli et al., 2008).
La familia Asteraceae se encuentra ampliamente distribuida en nuestro país y comprende un gran número de especies
utilizadas en medicina popular. De algunas especies de esta
familia que son empleadas en medicina folklórica como digestivas, colagogas y coleréticas, se han aislado diversos compuestos polifenólicos del tipo de los flavonoides, cumarinas
y ácidos cafeoilquínicos. Si bien numerosas investigaciones
han demostrado que los ácidos cafeoilquínicos presentes en
especies como Pluchea sagittalis poseen una marcada acción
colagoga y colerética (Martino et al., 1984), éstas no siempre son acompañadas por estudios anatómicos que permitan
identificarlas y diferenciarlas de otras relacionadas; éste último
tipo de información adquiere especial importancia cuando se
trata de especies que cohabitan determinadas áreas geográficas, como es el caso de Pluchea sagittalis y P. microcephala, y al
no cultivarse para su uso y expendio se recolectan ejemplares
silvestres. Un hecho representativo de la necesidad de indagar
acerca de los caracteres diferenciales entre estas dos especies
Morfoanatomía de Pluchea microcephala R.K. Godfrey
quedó demostrado durante el desarrollo de este estudio donde
se encontraron ejemplares mal identificados pertencecientes a
prestigiosos herbarios del país: un ejemplar catalogado como
P. microcephala (Hilgert 2530) y que corresponde en realidad a
P. sagittalis, así como otro registrado como P. sagittalis (Ragonese 7414) y que pertenece a P. microcephala.
Los principales caracteres morfológicos para diferenciar
ambas especies son: en P. microcephala las alas del tallo (porción decurrente de la hojas) resultan subdentadas y de mayor
longitud que en P. sagittalis, donde presentan margen liso y
son más cortas. Además, P. microcephala presenta capítulos
más numerosos y agrupados más densamente y las flores centrales que los constituyen se encuentran en escaso número.
Otro carácter diferencial de índole anatómico lo constituye la
presencia de mesofilo isobilateral en las hojas, a diferencia de
P. sagittalis donde éste es dorsiventral.
Cabrera (1963) menciona la presencia de glándulas sésiles
en las hojas, las cuales corresponderían a los pelos glandulares
descriptos en este trabajo, aunque no detalla la constitución
de las mismas. El mismo autor menciona la presencia de un
involucro tres a cuatro seriado en los capítulos mientras que
nuestras observaciones indicaron un número de cuatro a cinco.
También hace referencia a la ausencia de tricomas en las brácteas, a diferencia de nuestras observaciones que determinaron
la existencia de pelos glandulares y eglandulares en las más externas. Se indica también la presencia de papilas en los frutos,
probablemente refiriéndose a los tricomas glandulares antes
mencionados. Barboza et al. (2006) mencionan la presencia de
aquenios glabros o papilosos pero no aclara que tales papilas
corresponderían a pelos glandulares.
Los datos aportados por el presente estudio posibilitaron la determinación de parámetros de identidad de la especie, lo que permitirá en el futuro contar con herramientas
para su adecuada determinación en forma de droga entera o fragmentada. Por otra parte se brindan por primera
vez caracteres macro y microscópicos para la identificación
adecuada de la especie.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen a la Dra. P.M. Hermann por el uso
de instrumental de su laboratorio. Este trabajo fue subsidiado
por la Secretaría General de Ciencia y Tecnología, Universidad Nacional del Sur (PGI B/125).
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