UM-Tesauro VI (32) 1 “Nu ninda-an ezzateni vadar-ma ekuteni” El descubrimiento de nuestros ancestros, los indoeuropeos, es aún una de las historias más fascinantes respecto de los estudios filológicos. En principio, debo reconocer el peculiar título de este Tesauro. Sin embargo, corresponde al estudio de la más famosa sentencia de la filología moderna. Su significado fue descubierto en 1915 por Bedrich Hrozný (Lysa, Polonia 1879 - Praga, 1952). Hrozný fue un reconocido profesor de lenguas semíticas y explorador en el Medio Oriente y la región mesopotámica. Había copiado de una tableta de arcilla del Museo de Estambul la famosa sentencia escrita en caracteres cuneiformes; caracteres que correspondían a las formas evolucionadas provenientes del acadio-babilónico de la segunda mitad del II milenio antes de Cristo. La escritura cuneiforme original de los sumerios del sur del III milenio había sido adaptada al sistema de escritura cuneiforme acadio, que había evolucionado a formas simples y comprensibles alrededor del año 2350 a. C. en Babilonia. “Nu ninda-an ezzateni vadar-ma ekuteni”; Hrozný, leía y releía la famosa cerámica; en efecto, podía leer los caracteres cuneiformes acadios pero no pudo entender el significado hasta que fijó su atención en la palabra “ninda”. Y tuvo la más grande corazonada de su vida, “ninda” en Acadio quiere decir “pan”. Hrozný, entendió súbitamente que el nuevo idioma que trataba de descifrar había pedido prestado del Acadio (dialecto que Hrozný, como profesor de lenguas semíticas, conocía muy bien) la palabra pan. ‘Ninda’, fue como si un escritor moderno utilizara las palabras latinas “in situ” o “viceversa”. La segunda palabra que descifró fue”ezzateni”= ‘eat’ en Ingles; ‘edein’ en Griego; ‘edere’ en Latin; ‘ezzan’ en Alemán, especialmente de uso en el medioevo. Hrozný reconoció un poco más tarde que ‘teni’, era una simple terminación verbal; y ‘nu’ y ‘ma’ son simples sufijos relacionados, es como decir aquí (nu) y allí (ma), o bien como ahora y luego. La tercera palabra que reconoció was “vadar”= ‘wasser’ en Alemán; ‘watter’ in English. La palabra “ekuteni” se dedujo en forma intuitiva. La sentencia completa es “Ahora comes el pan, luego bebes el agua”. Hrozný había descubierto nada menos que el idioma de los indoeuropeos, o mejor dicho de los proto-indoeuropeos que habían aprendido a escribirlo con el sistema cuneiforme acadiano al asentarse principalmente en la parte central y norte de Anatolia (Asia Menor, Oriente Medio) a fines del tercer milenio a. C. La tierra de la que provenían y la ruta que tomaron en búsqueda de un nuevo terruño constituyen aún uno de los misterios no resueltos. En general, predomina la hipótesis de que provenían de las vastas estepas de Rusia, en marchas discontinuas quizá durante siglos, a través de los Cárpatos, del Mar Negro o del mar de Azov, la misma ruta seguida por la conquista mongol bajo el mando de Genghis Khan durante el siglo XIII. Otra hipótesis es que provenían de la que una vez fuera la densa foresta europea. De todos modos, la búsqueda de una respuesta cierta no ha finalizado aún. Tampoco sabemos cómo se llamaban en realidad. Cuando estos indoeuropeos invadieron la región central de Anatolia, se encontraron con tribus aborígenes que hablaban Ático, dialecto semítico, absolutamente no indoeuropeo y se las conocía, en general, como tribus áticas. En ese momento, las tribus de Anatolia fueron dominadas por la civilización semítica en los valles del Nilo, el Tigris y el Éufrates. El idioma acadio fue la lengua franca, por lo menos en el orden diplomático, de Medio Oriente en el segundo milenio a. C. En las orillas del Éufrates, en Babilonia, se fundó en 1894 a. C. una dinastía que precedió al gran reino de Hammurabi y que iba a dar a la ciudad una preeminencia psicológica, al menos, en el mundo antiguo durante 2000 años; en acadio la ciudad se llamó Bab-ilim, luego Bab-ilani; Babilonia, que significa “Puerta de los dioses”; la Babel bíblica. En Occidente, en el siglo XIX, se adoptó en una decisión simplemente convencional la denominación de los invasores indoeuropeos de Anatolia central como los Hititas. Investigaciones filológicas en el siglo XX de las tabletas de cerámica del II milenio a. C. demostraron que los Kheta de los Egipcios, los Hatti de los Babilonios y los Hittim de los Hebreos se referían, en realidad, a un mismo pueblo: los Hititas que llegaron a Anatolia Central en la UM-Tesauro VI (32) segunda mitad del III milenio a. C., y que, olvidados de la historia por casi 5000 años, fueron el primer poder indoeuropeo en la región mediterránea. La famosa tablilla a partir de la cual Bedrich Hrozný descifró el origen indoeuropeo del dialecto de los Hititas provenía del Palacio Real de Hattusa, la capital del imperio hitita, luego reconstruida por Hattusilis, Rey del Viejo Reino Hitita en aproximadamente el año 1650 a. C.; hoy corresponde al poblado turco de Bogazköy, 200 kilómetros al este de Ankara. En realidad, los archivos reales de Bogazköy habían sido ya descubiertos en 1906 y Hrozný recién descifró en 1916 la histórica tablilla y descubrió al hitita como un idioma extremadamente antiguo, en realidad más antiguo que el sánscrito y el griego; era un dialecto protoindoeuropeo. Los europeos, especialistas en lenguas semíticas, que visitaron Siria en la segunda mitad del siglo XIX, habían observado con gran interés piedras incrustadas en paredes de antiguos edificios de la ciudad de Hamas que tenían incomprensibles inscripciones cuneiformes que diferían del acadio-babilónico clásico. En 1887, una campesina egipcia encontró centenares de tablillas de arcilla, las famosas Cartas de Tell-el-Amarna escritas en caracteres cuneiformes y en lengua acadia (como hemos dicho, el acadio era la lengua de la diplomacia). Entre las Cartas de Tell-el-Amarna había dos, en caracteres cuneiformes desconocidos, dirigidas a Tarchunderaus Rey de Arsawa (tribu indoeuropea que había llegado con los Hititas a Anatolia en los comienzos del II milenio a. C.) y se establecieron en el litoral Sudoeste de Anatolia. Esas dos cartas de Tell-el-Amarna tenían exactamente los mismos caracteres cuneiformes de las 10.000 tablillas que en 1906 se desenterraron del Palacio Real de Hattusa, capital de los hititas, en el moderno pueblo de Bogazköy en Turquía. Algo parecido ocurrió con Ugarit, el gran puerto del norte de Siria sobre el Mediterráneo, perdido en la historia, cuya existencia pasada sólo era conocida a través de los relatos bíblicos, y que fue encontrado 41 años más tarde de Tell-elAmarna. Asimismo, en 1928 un campesino que estaba arando su tierra desenterró una tablilla con caracteres cuneiformes que provenía de la bóveda de una tumba cercana al Palacio Real. Los cananitas de Ugarit eran de origen semita y su 2 lengua era absolutamente semítica, sin relación alguna con las tribus hititas ni con el idioma indoeuropeo.1 Mursil I, nieto y sucesor de Hattusil, tomó en 1595 a. C. el norte de Siria y la ciudad de Alepo. En la misma campaña conquistó Babilonia, poniendo fin a la primera dinastía Hammurabi. Pero Mursil I fue asesinado al volver a Hattusa y los hititas fueron confinados nuevamente en Anatolia. El tercer imperio histórico de los hititas se extendió desde 1450 hasta 1180 a. C. El líder hitita Muwatallis se enfrentó al gran faraón egipcio Ramses II (1303- fecha de la muerte ca. 1236, a los 90 años de edad). Sus ejércitos se encontraron en una de las más famosas batallas de la historia, en Kadesh, sobre el Río Orontes aproximadamente en el año 1274 a. C.; fue el mayor combate con carros de la historia. El resultado de la batalla quedó inconcluso y dieciséis años más tarde Hattusil y Ramses II firmaron un tratado internacionalmente reconocido, el primero registrado de la historia. A partir de Kadesh comenzó a declinar el Imperio Hitita y finalmente Anatolia sufrió la invasión de Tracios, Frigios y otros pueblos del mar Egeo. En el 1200 a. C. los denominados “Pueblos del Mar” (posiblemente tribus indoeuropeas) invadieron Siria y Anatolia y destruyeron el imperio hitita. Los hititas fueron los primeros en trabajar el hierro en Anatolia a partir del 1500 a. C. Fueron los precursores de la mágica Edad del Hierro y fabricaron productos de hierro desde el año 1400 a. C., haciéndose famosos por construir carros. Gracias a estos carros también aseguraban que conformaban una fuerza militar a tener en cuenta. El relato de la resurrección de la raza hitita indoeuropea y del imperio surgido del fantasmagórico reino de la leyenda es parte del romanticismo de la historia. *** Este Tesauro Nº 32 corresponde a una serie de estudios sobre formación humanística dedicados, en particular, a los alumnos de la Universidad de Morón. Se trata de una apretada síntesis en un corte histórico de la humanidad. En efecto, se trata Liotta D. (2007) Amazing Adventures of a Heart Surgeon. The artificial heart: The frontier of human life. Chapter 7, The First Millennium b.C. Axial time of Humanity. Ugarit mythic lost city, pages 53-61. IUniverse,Inc., New York. 1 UM-Tesauro VI (32) 3 de líneas de trabajo que los alumnos deberían profundizar de modo progresivo. Este estudio continúa los Tesauros previos (números 30 y 31), dedicados a la evolución biológica en especial en el área cardiovascular. En esta edición hemos elegido el lenguaje de dialectos antiguos que pueden certificarse con seguridad al analizar el sistema de escritura cuneiforme de los acadios, adaptado del gran descubrimiento de los sumerios aproximadamente 3000 años a. C. El hecho de que Hrozný haya podido descifrar por primera vez el dialecto de los indoeuropeos en 1916 constituyó un jalón significativo. Algunas de las próximas ediciones de Tesauro seguirán estas líneas de trabajo. La articulación del lenguaje, el poder grabar las ideas que se dicen para su conocimiento histórico, es el punto más elevado de la evolución del Homo Sapiens. Es el resultado de un soporte genético de millones de años con el desarrollo de áreas cerebrales que han posibilitado movimientos oro faciales indispensables para la aparición del lenguaje, así como la evolución de áreas motoras que permiten la finura del movimiento de las manos para poder plasmar las ideas. El autor de este artículo realizó en el período 1974-1996 numerosos viajes de estudios en misión universitaria en el Medio-Oriente; los puntos históricos de Damasco, Hamas, Alepo, Ebla, Orontes River, Lataquia, Ugarit, Palmira (Tadmor), zona Occidental del río Jordan (Jericó) y algunos otros mencionados en este artículo fueron motivo de dedicados estudios históricos 1. Dr. Domingo LIOTTA Decano de la Facultad de Medicina Universidad de Morón, Morón, Buenos Aires, Argentina. medicina@unimoron.edu.ar Bibliografía Seleccionada 1- Hoffner H.A. Jr. (1973), The Hittites and Hurrians in D.J.Wiseman.Peoples of the Old Testament times, Clarendon Press, Oxford. 2- Brice Trevor R. (1999) The Kingdom of the Hittites, Oxford University Press. 3- Brice Trevor R. (2002) Life and society in the Hittite world, Oxford University Press. 4- Brice Trevor R. (2005), The Kingdom of the Hittites, Oxford University Press, 5- Macqueen JG (1986) The Hittites and their contemporaries in Asia Minor (Central Anatolia). London: Thames and Hudson. 6- Hayes JL (2000), Second edition, A manual of Sumerian Grammar and Texts. Undena Publications. ISBN: 089003-508-3. 7- Ceram CW (2001) The secret of the Hittites. The discovery of an Ancient Empire, Phoenix Press, ISBN-84212-295-9. 8- Huehnergard J(2005), Second edition. Key to a Grammar of Akkadian. Harvard Semitic Studies-HSS 46.ISBN:1-57506-924-5. (Grammar of old Babylonian and the dialect of Mari). 9- Kimball SE,Lehmann WP,Slocum J (2007) Hittite Online. Linguistic Research Center in the College of Liberal Arts at UT Austin. 10- Freu J, Mazoyer M (2007) Des origins à la fin de l’ancient royaume hittite. Les Hittites et leur histoire 1, Paris. -- Les débuts du novel Empire Hittite. Les Hittites et leur histoire 2, Paris, 2007. --L’apogée du novel Empire Hittite. Les Hittites et leur histoire 3, Paris 2008. ***