16 LATERCERA Miércoles 5 de noviembre de 2014 Nacional Presidenta firmó proyecto de Ley Antiterrorista Identidades ficticias, documentación falsa y apoyo sicológico forman parte del diario vivir de un policía infiltrado. El control interno y el seguimiento de sus pasos son clave para evitar que cometa delitos. Por Felipe Díaz y Sebastián Labrín ¿Cómo se forma a un agente encubierto? D URANTE UN año, el policía Billy Costigan trabajó como agente encubierto en la mafia liderada por Frank Costello, en el sector sur de Boston, en Estados Unidos. Para cumplir con esta misión, la policía le inventó una historia ficticia y le otorgó a un oficial de contacto, a quien debía informar de todas las actividades sospechosas. Aunque esta historia es de ficción, y está sacada de la película Los Infiltrados, del director Martin Scorsese, sí tiene algunos puntos en común con las tareas que realizan los policías encubiertos en Chile, que se utilizan principalmente en investigaciones ligadas al tráfico de drogas. La figura del agente encubierto cobró relevancia luego que el proyecto de Ley Antiterrorista del gobierno contemplara esta herramienta investigativa. Tanto en Carabineros como en la PDI, los potenciales policías encubiertos son seguidos desde la escuela de formación. Los profesores buscan características específicas, tales como que sean extrovertidos y puedan soportar situaciones de alta y constante tensión. En Carabineros, los seleccionados primero son sometidos a un Las aptitudes de los policías son analizadas desde que se encuentran en la escuela de formación. Un detective se convirtió en “motoquero” y un carabinero en DJ para seguir estas investigaciones. curso teórico, donde se les enseña cómo analizar el funcionamiento de bandas criminales, así como acceso a informantes y técnicas para ocultar su identidad. Una vez aprobado el curso, viene la parte “práctica”, en la cual inician su acercamiento con el mundo delictual. Durante el primer año, los efectivos aprenden técnicas para integrarse a bandas de narcotráfico y a detectar a informantes, bajo la supervisión de un “tutor” encargado de orientarlo. Sólo a partir del segundo año, el uniformado está en condiciones de infiltrarse en organizaciones criminales. Parte de las tareas del “tutor” es ayudar al policía a confeccionar la historia ficticia, y dar conse- jos a los infiltrados sobre cómo hacer relatos verosímiles. Para esto, los carabineros y los PDI cuentan con la ayuda del Registro Civil, el que puede incluso emitir cédulas de identidad con nombres ficticios. Si bien ambas policías guardan bajo estricta reserva la identidad de los agentes encubiertos, con el paso del tiempo se han conocido algunas historias emblemáticas. Por ejemplo, un detective de la PDI se infiltró en una banda de “motoqueros” para establecer si estaban o no involucrados en el tráfico de droga. Para ello, el policía aprendió sus códigos, los modelos de motocicletas usados y los lugares exactos en donde debía pegar los parches en su chaqueta. Otro oficial del OS-7 de Carabineros trabajó como DJ en fiestas electrónicas en Pucón, para determinar si existía tráfico de drogas sintéticas. Durante casi un año, el policía aprendió la música de moda y a pinchar discos en su tornamesa, y hasta a componer sus propias canciones. El riesgo asociado a estas labores va de la mano con eventuales hechos de corrupción. Es por eso que mientras el policía está infiltrado, los controles internos se acrecientan. La idea, según fuentes de Carabineros, “es evitar que cometan delitos. En todo momento deben saber que es policía y que está cumpliendo una función bajo la instrucción de un fiscal”. La rendición de cuentas, la entrega de informes periódicos a un fiscal y análisis sicológicos son parte de las medidas de control aplicadas a estos efectivos. Sin embargo, pese a todos los controles que toman los policías, esta actividad es de alto riesgo. La Brigada Antinarcóticos Metropolitana de la PDI tiene tres mártires. Todos fueron asesinados luego que las bandas delictuales descubrieran que se trataba de policías. Por su parte, Carabineros cuenta con seis bajas por esta misma situación. El fiscal nacional, Sabas Chahuán, indicó que si se aprueba la iniciativa del gobierno en materia antiterrorista “me parece que es bueno que se capaciten las policías y los fiscales (en estos temas), pero es menester que hagamos una coordinación en cuanto a la capacitación”. Respecto al uso de esta herramienta, agregó que “nos interesa es que los límites que se le dan para actuar estén bien determinados. Ahora, es mejor, desde el punto de vista de la agilidad de la investigación, que lo autorice la fiscalía con una serie de requisitos”.b RR La Presidenta Michelle Bachelet firmó ayer el proyecto de ley que busca modificar el actual marco legal que sanciona los delitos de carácter terrorista. La iniciativa, que el lunes fue dada a conocer a los senadores de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, será ingresada los próximos días a la Cámara Alta para su discusión. Se espera que sea aprobada antes de fin de año. El ministro del Interior Rodrigo Peñailillo dijo que en la propuesta “se ha trabajado desde mayo por un conjunto de expertos, de connotados abogados y, al mismo tiempo, se ha recibido el aporte de todos los partidos, no sólo de la Nueva Mayoría, sino de Amplitud, de la UDI y RN, y es un proyecto que considera la visión de todos los sectores, pero también la experiencia internacional”. El jefe de gabinete añadió que “lo que hace es incorporar atribuciones a la investigación que hoy tiene la Ley 20.000 de combate al narcotráfico, por lo tanto eso no es algo nuevo en Chile, esas técnicas investigativas se utilizan, lo que pasa es que las estamos ampliando para el combate del terrorismo”, precisó. REACCIONES “El proyecto de ley considera la visión de todos los sectores, pero también la experiencia internacional” Rodrigo Peñailillo, ministro del Interior. “Me parece que en esta materia es bueno que se capaciten las policías y también los fiscales” Sabas Chahuán, fiscal nacional.