Hágase en mí tu Voluntad Siento una gran alegría y gozo en mi corazón, por haber dado respuesta al llamado que me hizo Dios un día, y que continuamente me sigue llamando a servir con generosidad y entrega a la construcción de la civilización del amor, de ser testigo de la alegría de anuncia a Cristo desde un carisma concreto de Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor, viviendo en fidelidad y formando ante todo fraternidad de hermanas, que me ayudan a crecer, formar, madurar, y descubrir a Dios que es rico en Misericordia y que su amor es mucho más grande que mi pecado. “Desde mi pequeñez, mi debilidad y mi nada, tú Señor me has llamado, te has fijado en mí y me has amado, me has seducido y yo me deje seducir, y desde ese momento fue para mí conocerte y no amarte, amarte y no seguirte”. “Gracias Señor, por colmar mi corazón” Blanca Elena Jiménez