Los nómadas y los buenos samaritanos (The nomades and the good Samaritans) Jecolia Longtchi 82-242: Intermediate Spanish II Érase una vez, en la sabana de la Bénoué en el norte de Camerún, había manadas de leones que vivían en paz. Cada tropa tenía un territorio en el que las hembras podían cazar. Las hembras eran fuertes, rápidas, y sobre todo ayudaron mutuamente y eran afectuosas con sus crías. La sociabilidad que se había desarrollado en las leonas era muy importante para el éxito en sus vidas. En esta región, había una manada muy famosa que se llamaba Gbuena-Mvida. Su fama era debido al hecho de que ellos eran los más amables y habían apoyado una pequeña familia hace dos años. Este fue un gesto muy raro porque todo el mundo sólo se ocupa de su grupo. Una mañana, el joven Hernando de la manada Gbuena-Mvida fue a ver el amanecer con su amigo Beto. Ellos estaban disfrutando del paisaje, cuando la expresión facial de Hernando cambió de repente. – ¿Cual es tu problema? –Beto exclamó. – Hay algo muy extraño allí, es como… –– Hernando limpió sus ojos para ver mejor. –Por supuesto el cielo esta extraño, este es el comienzo de la temporada seca. Ambos se dieron cuenta de que había una pequeña leoncita herida cojeando hacia ellos. Beto corrió a llamar a su madre para ayuda, mientras que Hernando se dirigió a la leoncita para esperar con ella. – Mi nombre es Hernando, y Beto mi amigo fue a llamar a su madre. ¿Como te llamas? – Me llamo Pato –– ella murmuró. – ¿Qué te ocurrió? –No puedo recordar. Todo su cuerpo estaba en el dolor. Cuando las madres llegaron, se hicieron cargo de ella, limpiaron sus heridas, y le dieron comida y agua. Algunos días más tarde, una pequeña familia de leones llegó en el territorio de Gbuena-Mvida. Los machos que eran responsables de la protección les pidieron que se fueran. – Por favor, estamos buscando a nuestra hija. No sabemos dónde está, estamos esperando tal vez ella encontró refugio en una manada, y ella no está muerta –– El padre que llamaba Venaro pidió. Era la familia de Pato. Ellos estaban muy contentos de reunirse de nuevo. Y el grupo tomó la decisión de permitir que se quedaran en su territorio para que la pequeña sanara y sus padres descansaban. Poco a poco la familia de Pato se estaba convirtiendo en un inconveniente. En primer lugar, la madre no cazaba con las otras hembras, pero en vez pasaba el día haciendo su afición. Y Venaro pasaba el día dando largos discursos, molestando a los otros machos, pero nunca hizo nada útil. Él siempre tenía nuevas ideas cobre cómo los hombres podrían adquirir nuevos territorios. Hablaba de la ética del trabajo que ni siquiera tenía. Mientras tanto, ellos estaban disfrutando de las sabrosas presas, de las hermosas vistas, el clima increíble, y la mejor hospitalidad. Un día, cuando las hembras fueron de cacería, la madre de pato estaba caminando, cantando y bailando. Ella hizo muchos ruidos, y todas las presas se fueron. Ese día, no había nada para comer a causa de ella, y ella no se disculpó. Cuando las otras mujeres estaban enojadas, su marido acudió en su defensa. El grupo decidió echarlos pacíficamente, pero se quedaron como parásitos molestos hasta que tuvieron que recurrir a la fuerza. Después de este episodio de engaño, el grupo decidió que no ayudaría extranjeros nunca más. Así es como los buenos samaritanos de Gbuena-Mvida habían perdido la fe en los demás. Finalmente salieron y se fueron al norte, hacia el Chad. Hay una manada en el sur de Chad llamaba Njose-Luis, que era conocido por ser amable y ellos habían apoyado una pequeña familia hace cuatro años. Cuando Pato y su familia estaban cerca del territorio de Njose-Luis, Venaro empujó pato por un precipicio. Ella se puso muy herida, y entonces él le dio direcciones en el territorio. Por lo general, pequeños leoncitos salen de madrugada para ver salir el sol, y Pato llegó en ese tiempo y fue descubierto por un niño pequeño que se llamaba Louie. La madre de Louie madres llegó, se hizo cargo de ella, limpió sus heridas, y le dio comida y agua. Algunos días más tarde, una pequeña familia de leones llegó en el territorio de Njose-Luis. Ellos continuaron con su comportamiento, Venaro seguía intentando encontrar la manera más fácil para cuidar de su familia a pesar de que requirió romper los huesos de su hija. A medida que se trasladaban a diferentes grupos de personas agradables y los engañaban, la noticia viajó rápidamente. Después de unos años, todos los grupos que tenían el corazón para ayudar a los extranjeros habían sido engañados. Todos ellos decidieron cambiar sus hábitos buenos. Cualquier león que se encontraba en necesidad de ayuda se dejó morir por los demás, porque no querían correr el riesgo de una otra estafa como la de Venaro. Al final, una de las caídas de Pato fue fatal, y ella murió. Pero las peores consecuencias de sus viajes todavía se sienten hoy por cualquier león solo en necesidad de ayuda. Debido a que se había aprovechado de los leones de buen corazón, que todavía están quitando a los leones heridos la oportunidad de ser rescatados.